Partida Rol por web

Al entrar en la habitación las tres chicas pensaban en cómo compartir una habitación tres personas, pero al parecer todo estaba pensado por parte de la academia, pues tres camas las esperaban para compartir noches de ensueño, noches que marcarían por completo su vida en el campus.

Se pusieron a desempacar rápidamente conversando un poco, aunque sentían algo de tensión, nadie notó el cuadro que miraba las tres camas, unas rocas flotando en el aire... ¿qué querría decir aquello?...Sabían que no  eran las únicas que pensaban que la academia estaba jugando con ellos...algo pasaba allí, y lo tendrían que descubrir antes de que algo verdaderamente malo, ocurriese....

Entro en la habitación después de haber comido. Por fin, un lugar de descanso. Empiezo a desmpaquetar mi ropa y esconder las botellas de alcohol y los paquetes de tabaco que había traido. Mientras lo hago miro el cuarto, es bastante bonito. Aunque extraño. No sabría definir lo que tiene pero es extraño. Mientras ordeno mi ropa espero que llegue alguna compañera...

La recepción había sido solemne, el Conde había dado un discurso alentador, diciendo que las cosas no serían fáciles y qué nos marcará... Había evitado estar en la aglomeración del hall, apartada cuanto pude del resto de alumnos, solo quería evadirme en mi habitación, estar sola... pero este pequeño remanso de paz que esperaba se desmoronó en cuanto empezó a recitar los nombres y los cuartos. "Mary Ann y Parker, Resha y  Hammill, Amanda en la habitación 210" Tres, íbamos a ser tres en el mismo sitio, no podía ser... necesitaba hablar con el Vicerrector, pero estaba ocupado... En cuanto se empezaron a servir los desayunos me escabullí con el violín en mano en busca de la habitación. Necesitaba serenarme aunque fuera un poco.

Tardé demasiado, quince minutos o más. En casa solía ir de mi habitación al comedor, al cuarto de ensayo y viceversa, en cambio este edificio es enorme. Al entrar y dar dos pasos hacia dentro vi a una de las que supuse era una de mis compañeras. Paré en seco, pensaba que estaría sola en esos momentos, para simplemente escuchar el silencio. Ella estaba sacando ropa y colocándola sobre la cama cuando me vio. No sabía que hacer, me quedé allí plantada en silencio, aguantando el estuche con ambas manos delante de mí...

Una de mis compañeras entró, pero se quedo parada en la puerta. No entendía el por qué.

¿Parker o Hamill?- Pregunto mienntras sigo ordenando la ropa pero la miro de soslayo con una sonrisa educada.- Soy Mary Ann Harris.

- Amand... digo.... Hammill.- Dudaba de si seguir caminado o no. También era mi habitación, pero no estaba acostumbrada a convivir con gente como para pasar varios años junto a dos extrañas. La chica sonreía, parecía amable, y ordenada por como ponía su ropa.

Inspiré y exhalé despacio, dubitativa comencé a caminar arrastrando lentamente los pies por el suelo. La habitación era amplia y tenía unas vistas al exterior preciosas. Mis pensamientos se fueron dispersando a medida que entraba en el interior, Mary Ann seguía con sus cosas ajena a mis miradas avergonzadas hacia cada mueble y rincón del cuarto. Me senté en la cama más alejada de todas, la más cercana a la ventana y abrí el estuche que estaba sobre mis rodillas. 

Deslicé con delicadeza el dedo sobre las cuerdas, intentando evitar hacer que sonaran. Casi con un susurro hablé. - Puedes llamarme Amanda, si quieres...-

Claro, pensaba llamarte así.-Contesto, pero no suelo llamar a la gente por sus apellidos. Bueno, sólo a algunos hombres...- Dime Mary o Ann o Mary Ann.- Me reí levemente.- Llámame como quieras, menos Harris, lo que quieras. Así sólo me llama mi madre.- Le explico, una vez acabada de ordenar me acerco a mi compañera, soy demasiado curiosa e impulsiva por lo que necesito hablar esto con alguien.- Oye amanda... ¿No se te hace raro el ataque que sufrimos en el avión?

Cuando Mary Ann terminó con sus cosas se acercó curiosa, me incomodaba la compañía de personas, así que no fue extraño el recoger el violín y abrazarlo inconscientemente cuando estaba a pocos pasos de mi. Preguntó por el ataque contra nuestro avión, normal por otra parte. Se suponía que iba a ser un viaje tranquilo.

- Bueno... si, un poco...- Estuve a punto de contarle como abracé al profesor pero me abstuve mordiéndome el labio, debía hacer caso de las palabras de mi padre y mostrarme fuerte... Aunque el terror me había paralizado. - Con el primer temblor se me cayó el violín, y... eh... e hice caso a las indicaciones de los profesores...- Alcé los hombros con gesto inhibido, estaba claro que no había respondido su pregunta, pero tal vez con eso se conformara. 

Fruncí un poco el ceño, ella no lo veía como yo lo veía. Puede que fuera a ir a hablarlo con algún maestro. Es decir, no entiendo como están tan calmados, ¡Podríamos a ver muerto joder! 

Yo igual.- Comenté con menos ganas. En ese momento me percaté de su violín, ella también tocaba. Bueno ya era algo en común. Yo toco la guitarra. Me alejo de ella a paso lento y me tiro en mi cama. Este instituto va a ser una tortura...

Yvonne suspiró aliviada cuando el aquel tipo con cara de pocos amigos dejó de hablar. No tenía hambre, ni tan siquiera una poca, se encontraba algo confusa. No se encontraba bien desde lo del incidente con el avión, el mareo en la joven había sido constante, hasta cesar hace unos pocos minutos. Aún así no probó bocado de la comida típica que le ofrecieron en aquel banquete, y decidió marcharse a su habitación. Había sido cuanto menos un día duro, con lo que decidió darse un tiempo para ella.

Recorrió los pasillos de aquel lugar, en busca de su habitación, hasta que leyó un cartelito que indicaba que esa habitación era la número 210, y empujó la puerta, la cual no se encontraba cerrada.

La puerta cedió con facilidad, y allí encontro a un duplo de chicas, probablemente sus compañeras de habitación. Mostró una sonrísa cansada, y trató de ser lo más cordial posible.

- E...esto... me llamo Resha, Resha Parker. Creo, si no estoy equivocada, que vamos a ser compañeras de habitación. - Dice, y entra un poco más al fondo de la habitación, para inspeccionarla con más claridad.

El aire se sentía pesado entre aquellos dos, Alvar no sabía qué pensar, si estar atemorizado, o estar curioso o simplemente indiferente, aunque no iba a negar que le parecía bastante curioso qué le iba a decir Mary Ann, simplemente entró y esperó que ella hablara, estaba muy ansioso por escucharla y a la vez curioso y...

Mary Ann lo miró de nuevo y se mordió su labio inferior, sonriendo buscando algo de tomar...

"Restaurante" 08/05/2014, 23:10

Me reí mientras entrábamos en mi habitación, nada más llegar me senté en mi mullida cama.
- Puede que solo quiera hablar cíntimo porque me pareces interesante.- le sonrió mientras le cojo la mano y lo atraigo para que se siente en la cama.- Es gracioso que me tengan que secuestrar un espíritu para que podamos hablar por primera vez ¿No crees?
Me reí levemente para luego morderme mi labio inferior con delicadeza.

-Bueno, nunca me he negado a hablar contigo, ni con nadie, no tenias que esperar a tu secuestro. Y gracias por lo de interesante, seguro que tú tambien escondes muchas facetas. Alvar se siente un poco nervioso, aquello sí que no se lo esperaba. Ojala tuviese el talento social de algunos de sus compañeros para intuir que le pasaba por la cabeza a la chica. ¿Hasta qué punto estaba actuando con normalidad o como consecuencia de lo que hubiera vivido durante su desaparición o del alcohol?  Aunque por como caminaba en línea recta y su pulso perfecto no parecía que se tratara de lo último.

-¿Y de que quieres hablar? El hecho de que le haga sentarse en la cama en vez de en una silla, le hacen sospechar que quizá lo que busque en él no sea conversación. Espera equivocarse porque no sabe si sería capaz de rechazarla con educación o como se lo tomara.

Notaba a Alvar incomodo,pero ella no había echo nada para incomodarle o por lo menos eso cree... Sin más toma aire y comienza a hablar.

- Aparecí en un bosque, un bosque extraño. No había animales ni nada, no corría el aire, los árboles eran muy viejo...- Una lágrima surco mi rostro pero me la quite enseguida. No me gusta parecer débil.- Escuche una voz susurrante que me llamaba, me asuste tanto... Empece a correr, pero...- Las lágrimas volvieron pero esta vez con más fuerza. Tanto que me costaba hablar...

La toma de la mano, consolándola.  Verla lagrimear le hacía sentir muy mal, él había pasado momentos de terror con sus primeras visiones fantasmagóricas, pero al menos nadie le había movido de sitio ni de época. No quiere imaginarse por lo que ha pasado ella.

-Ya ha pasado, ya estás de vuelta. Ahora lo importante es recomponerse y evitar que esto vuelva a pasar. Vamos a investigar que esconde este castillo y desmontar este desmadre sobrenatural ¿De acuerdo?

Noto como me coge de la mano y me ruboriza mientras vuelvo a morderme el labio inferior, es una manía que tengo cuando estoy nerviosa.
- ¿De verdad piensas ayudarme?- pregunto con una sonrisa ilusionada. Al momento le doy un cálido abrazo que hace que me sienta más segura....

Y no tan sola.

- Gracias Alvar, de verdad. Pensé que...- Me tratarían como una extraña o me darían la espalda por lo pasado, quise decir pero no lo dije. No quiero mostrar tanta inseguridad.

Corresponde  a su abrazo intentando serle de apoyo.

Todo esto ha sido muy raro, pero tú no tienes la culpa de nada. Ya ves que sospeche un poco, pero no por ti sino preocupado porque te hubieran cambiado. Ya sabes, las leyendas de changelings y doppelgangers. Yo estoy hasta los… las narices de que estos espíritus nos mangoneen y de que el director y su hijo nos oculten las cosas. Creo que algunos más están también ansiosos de investigar y luchar contra ello, al menos intentar plantar cara.

Separándose un poco de ella para mirarle al hablar

¿Qué me dices, montamos un grupo de resistencia contra todo este berenjenal místico?

Sonrio levemente, mientras asiento. Me separo del todo de él y me levanto de la cama de un salto un poco más animada, o eso quiero parecer.

Quiero que esto no le vuelva a suceder a nadie.- Explico mientras le sonrio calidamente.

De repente, me giro hacia el armario y me quito el vestido ante sus ojos quedandome sólo en mi lencería de encaje, Abro el armario y busco otro uniforme. Me giro hacia él con una sonrisilla.

Si te esperas me ducho en 5 minutos y volvemos con los demás, creo que le debo una disculpa a la profesora.- Explico acercandome a él, no me incomoda mi falta de ropa, estaba acostumbrada a que mi hermano me viera así.-A no ser que me quieras duchar tú.- Lo miro espectante unos momentos mirando sus oscuros ojos. Azul y negro se miraba sin pestaañear. - Es broma tranquilo

Quiero que esto no le vuelva a suceder a nadie.

-Yo también, tendremos que buscar datos, necesitamos desesperadamente información sobre este lugar su pasado, lo que ocurrió aquí, qué fue de los alumnos anter… su voz de pierde al verla desvestirse. Se sonroja un poco, claramente excitado, al ver su cuerpazo con una ropa interior que incita al pecado. La oferta de ducharla lo deja en shock, pero al oír que es una broma acepta esa vía de escape agradecido.

-Mejor que sea una broma, porque si me meto contigo en una ducha intentaría hacer algo más que enjabonarte la espalda… No sé cómo te lo tomarías tú, pero imagino como se lo tomaría la persona con la que estoy en una relación. Se sonroja un poco más al hablar de esto, no está acostumbrado a estar enamorado ni a hablar de su vida sentimental con nadie, y, además, le cuesta un poco de esfuerzo mirar a Mary Ann a los ojos.

Por cierto -exclama de repente cuando se le ocurre una idea para cambiar de tema que es también una pista- ¿Hay algún objeto extraño en esta habitación? ¿Algo que te inquietara a ti o a tus compañeras cuando llegasteis? En mi cuarto hay una vinajera de plata, en el de Aris un cuadro de un ojo llorando sangre, y en el de Laurence y Luke uno en que sale una señora reflexionando con una pirámide de cristal o algo así.

Me sorprendo ya que no había pensado que Alvar tuviera pareja pero viendo que evitó el tema mejor no comento.

- Un cuadro como de tres rocas flotando.- le digo extraña no sabia que tenia eso que ver.- Bueno,pues eso me ducho. Tardo poco, lo prometo. Pero aún así si quieres algo solo tienes que entrar, von krausser. - Me giro y ma dirijo al baño por lo que le doy la espalda. En el proceso me quito el sujetador con habilidad. Dejando a Alvar ver mi blanquecina espalda y algunas curvas...