Partida de duelos entre jugadores con sus gladiadores, con ciertos elementos de trama de rol en un mundo de creación propia, los Reinos de Ceniza, usando el sistema de Reign.
En la ciudad de Angkortak, los Elfos Oscuros disfrutan de la sangre derramada en combate. Por ello, luchar en el Coliseo es ampliamene recompensado. O también puede llevarte a la muerte.
La hechicera Morkhalee dirige el coliseo con mano firme. Sus poderes consiguen traer a los caídos de la muerte. Si lo desea. Pero las ansias de la hechicera son volubles y puede ser capaz de una enorme crueldad, si se la provoca. Entre susurros, se habla de un torneo privado, a muerte, en el que un único ganador consigue de la hechicera aquello que más anhele: Un único deseo.
El ritmo de posteo depende exclusivamente de los jugadores. Pueden combatir tanto o tan poco como deseen. Pueden involucrarse en la historia o no atenderla en absoluto. Se abrirán duelos entre jugadores y ellos podrán resolverlos al ritmo que crean conveniente.
La creación de personajes es simple, me mandais un mensaje privado con la historia de vuestro gladiador, y yo os haré una ficha con las estadísticas de este, para asegurarme de que están equilibrados. Pasaros por la escena de Trasfondo para conseguir detalles de las diferentes razas del mundo, y lo adecuaremos al mundo de juego.
El olor de las especias ahoga el olor de la calle. Las estancias están arropadas con finas telas rojas, que cubren parcialmente las diferentes estancias reservadas. Pero aun puede atisbarse a los ricos Elfos Oscuros, fumando hierbas alucinogenas o acariciando la piel de una atenta cortesana.
La Mansión de los nobles gemelos parece un bastión de la oscuridad. Completamente tallada en Ébano, su torre principal es gigantesca, acercándose a la bóveda de la ciudad. Las estatuas de los antepasados familiares, guerreros, nobles o hechiceros, miran al recien llegado como si juzgasen su valía para encontrarse aquí.
La plaza del mercado principal de Angkortak bullía de vida. Allí la mayor parte de los seres de otras razas eran libres. Constantemente vigilado por los jueces, el mercado era un rincón razonablemente seguro donde comerciar y pasear.
El bullicio y la mezcla de olores es abrumador, y el griterío de los mercaderes, constante. Un lugar en el que el dinero cambia de manos con facilidad...
De las cuatro puertas de la ciudad, la norte era la más pequeña. La guardia, por tanto, era menor, pero aun siendo la más pequeña, su tamaño era impresionante. Finamente labrada con disimulados glifos de protección, daba el paso a las pequeñas poblaciones del norte, y a las montañas de Perdición.
La discreta casa del administrador se alza entre una leve bruma que llega del puerto. No parece la más adornada de las residencias de la ciudad, pero se encuentra en un perfecto estado de conservación.
Una de las zonas más frías de Angkortak, y también una de las más concurridas. Los barcos de los Elfos Oscuros suelen venir cargados de esclavos o mercancías robadas en las costas humanas, dando lugar a un próspero negocio. Además, muchos comerciantes vienen en sus barcos por lo que la avenida es un ir y venir de distintas razas.
La taberna del Torturado es un oasis de paz en una ciudad de violencia. Varios guardaespaldas orcos se aseguran de ello. Y la política de no permitir armas en su interior parece funcionar. Dentro, miembros de todas las razas, pero sobre todo humanos beben unos junto a otros, pero no juntos. Por el aspecto de la clientela, la política de nada de armas es acertada. Criminales de toda ralea y fugitivos sin rostro negocian entre susurros.
La tienda está cargada de aromas exóticos, que cambian a cada paso de matices, sin llegar nunca a ser intrusivo. Tras el mostrador, un joven Hakhim sonríe confiado.
Al fin había llegado el día del primer combate por equipos. Las gradas estaban abarrotadas mientras la Ama del Coliseo se adentraba para inaugurar el evento...
El Coliseo bullía de actividad. En las calles, algunos cadaveres eran retirados, asesinados con una certera puñalada por un sitio para el evento de la temporada.
Desde las gradas, el Emperador observa bajo su armadura de sombras. Mientras, la Ama del Coliseo se adelanta para anunciar la sorpresa para el señor de todos los Elfos Oscuros...
Era un día suave en el coliseo, así que la hechicera decidió organizar un pequeño evento para animar a las masas...
Ricardo y Liu An salieron a la arena. El norteño miraba por encima del hombro a la Elfa Oscura con desprecio. La reja frente a ellos se abrió... y una enorma jauría de lobos se precipitó sobre ellos.
Cuando los gladiadores entran en la arena, se dan cuenta que la mitad de esta se ha convertido en un profundo foso de agua. Sin duda, obra del poder la Morkhalee. Mientras se acercan, cautelosos, con las armas en la mano, cuatro viscosos tentáculos surgen de sus profundidades, mientras una enorme cabeza emerge, coronada de una enorme cabeza de tritón con dientes afilados como espadas.
El kraken había llegado al coliseo.
Los tres gladiadores salieron a la arena. Parnassus, el favorito del público y Aarshlût, de descomunal tamaño, flanqueaban a Ricardo, al ser ellos los que contaban con mejores escudos. El norteño miraba a todos lados, concentrado. Sabía los terribles sufrimientos que uno de los macabros eventos de Morkhalee podía conllevar.
Los Hakhim entraron en la arena, preparados. Ambas mujeres se movían con la gracilidad de una gacela, devoradas por los ojos de los espectadores, mientras que Kiurbu aferraba su lanza en ambas manos. Recordaba su anterior experiencia en un evento de estas carcterísticas, y no quería repetirla.
¿Acaso hay algo más divertido para los espectadores del Coliseo que ver a los gladiadores destripados por la fuerza de las terribles creaciones de sus hechiceros?
Anat, Ormuz y Hugo se enfrentan a una nueva monstruosidad en la arena del Coliseo...
Un evento para seis gladiadores, del que no se sabe cuantos saldrán con vida...
Gladiadores: Svaltafer, Ricardo, Delderius, Ormuz, Deseo y Garruk
Argus, Renato y Juan Bautista se enfrenta a un nuevo desafío de la hechicera Morkhalee.
Aarshlût, Renato y Liu An se enfrentan a unos seres realmente temibles...
Deseo, Juan de Alvarado y Delderius se enfrentan a un nuevo desafío: Las Ay'enas