Partida Rol por web

claymore(2)

Ranbona Capital (Oeste)

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08/04/2009, 16:58
Director

Las murallas de la capital son altas y gruesas, con numerosas almenas y un destacamento importante custodiando el gran puente y el porton. El trafico de carretas y comerciantes es continuo.

A la entrada hay una especie de aduana donde los viajeros se identifican y declaran sus armas.

Los edificios guardan una estetica y un orden estrictos, propios de una ciudad cuidada, propios de la capital de oeste. Las casas se extienen tanto como llega la vista y la actividad en las calles es frenética siempre bajo la atenta mirada de la guardia.

Desde la entrada principal una calle ancha va en linea recta hasta la plaza central donde se encuentra el mercado, y allí la debida señalización hacia la posada, el cuertel, la gran catedral y el cementerio, el ayuntamiento, el parque, y diversos establecimientos.....

La busqueda de yomas sin unas habilidades apropiadas de percepción puede resultar como buscar una aguja en un pajar.

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09/04/2009, 03:30
Kumiko

 El día no habia comenzado nada bien, la lluvia era tan intensa que en pocos minutos fue capaz de crear pequeños charcos en las grandes esplanadas colindantes a la ciudad, incluso desde fuera se podian percibir que entre las piedras que conformaban el firme de la ciudad corria el agua a raudales, quizas fuera un sistema de desague en caso de lluvia, las piedras estaban levemente mas altas de lo normal. Las gotas de lluvia recorrian mi tunica desde la capucha hasta abajo, recorriendo las ondulaciones, que el leve viento que corria ese dia y los pequeños paso que iba dando formaban. Mis pies estan descalzos y humedos por la lluvia que moja la tierra ante la ciudad, el que estuvieran descalzos era algo que mi mentora me enseñor, pues decia que era muy comun en los monjes y sacerdotes el andar descalzos.

 Mi cabeza esta agachada la capucha solo deja ver mi boca y algo de mi nariz, tenia las manos palma con palma, los dedos indices unidos apuntando hacia arriba y los demas dedos entrelazados, estaba orandos, un murmullo sonaba mientras caminaba lentamente hacia el puesto de guardia, no tenia intencion de parar o al menos, no tenia intención de que se fijaran mucho en mi. Ellos apenas oien unas palabras de lo que digo...

 "Eia ergo advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte..."

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10/04/2009, 03:59
Director

Obviamente la guardia no iba a detener a un hombre de Dios como lo hacían con el resto de viajeros, la cordialidad se notaba en el ambiente cuando un guardia se acercó a Kumiko.

-Disculpeme padre, digame su nombre, tenemos que dejar constancia de todos los que entran en la ciudad, ¿que le trae a la Ciudad Santa?

La guardia de Rabona, a pesar de ser una ciudad excepcionalmente religiosa, van muy bien armados, su armadura es impecable y bien adornada. detienen el paso de Kumiko con un respeto que posiblemente la claymore no hubiese experimentado nunca.

Tres guardias registran y hacen preguntas, uno de ellos está con Kumiko, otros cuatro vigilan el transito en general mas los apostados arriba del gran porton y las torres.

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10/04/2009, 15:35
Kumiko

 Aquella ciudad no era como las demás, no era una de las muchas ciudades de este continente, sino que era especial era una capital, y como tal sus dimensiones y protección estaban acorde con su importancia. Mi cabeza se eleva levemente, mirando al soldado que me pide la identificación, era una idea eso de tener controlado el transito de gente que entra a la ciudad y tener constancia de ello. La capucha no le permite verme la cara al completo, pero si la boca, nariz y mis ojos, que gracias a la pildora son de un color verde esmeralda. Parecia un soldado fuerte, sin duda era mas alto que yo, quizas unos cuantos centimetros mayor.

 Queria pasar lo mas desapercibida posible, no debia entretenerme mucho ante ellos, ademas la lluvia estaba calando ya en mi ropa.

 -"Mi nombre es Luca. Vengo a ver al sumo sacerdote de esta ciudad, vengo peregrinando por una promesa que hice."- Mi voz es vigorosa pero suave, para nada es notable mi verdadera voz. Gracias a lo que mi mentora me enseño, pude lograr hacer estas cosas en tan poco tiempo, sino hubiera sido por ella hubiera tardado unas cuantas horas o un día el lograr todo esto.

 Debia darme prisa e investigar lo que ocurria en la ciudad para reportar a Ermita sobre lo que aqui estaba ocurriendo.

 

 

 

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10/04/2009, 22:00
Director

El guardia comenzó a apuntar en su libreta mientras hablaba.

-Esta bien, pero debe saber que el sumo sacerdote ha salido de la ciudad y está en un viaje, pero no se preocupe, el padre Vicent esta al cargo en la Gran Catedral, vaya a verle, puede que el sepa con exactitud cuando va a volver. Bienvenido a Rabona.

Sin mas se acercó al siguiente viajero para continuar con su interrogatorio. El camino parece despejado para la joven Kumiko.

La calle principal es muy ancha, a derecha e izquierda hay montones te establecimientos y tiendas, "Zapateria" "Panadería" "Quesería" "Embutidos".... y muchas mas. No pinta una tarea sencilla encontrar un yoma en tan enorme y abarrotada ciudad, no sería una misión rapida.

En cualquier caso siempre quedará la famosa y bien señalizada posada de Rabona, a la altura de los lujos de la capital.

 

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12/04/2009, 14:24
Kumiko

Sabia cual era mi misión pero no sabia muy bien como encontrar al yoma, pues era la primera vez que prescindía de mis poderes de percepción para encontrar a los yomas, se que tienen un olor especial además si no recuerdo mal las enseñanzas de mi mentora, ese olor especial se transmitía a los muy allegados al yoma, a los que viven con él en la misma casa. No seria fácil encontrarlo por esta ciudad, no era como las demás, su población era notablemente mayor que la de cualquier otra. Aunque mi disposición fuera como la de un monje, mi vista y mi olfato estaban en alerta, el yoma podía ser cualquiera de los que me rodeaban aunque yo no podía dañar a los yomas él si que lo haría, y conociendo en donde se encontraban las victimas sabría por donde se movía el yoma.

 Mi primer objetivo a visitar sería la posada, allí debía obtener una habitación para pasar la noche si fuera necesario pues debía actuar como un humano lo haría, y luego comenzaría por la Gran Catedral y el Hospital, allí seguramente me revelaran muchas cosas para poder encontrar al yoma que traicioneramente se ha colado en esta magnifica ciudad. Mis pasos son cortos, mi penitencia es evidente, en ningún momento dejo de orar, había aprendido unas cuantas oraciones a lo largo de mi entrenamiento de camuflaje y era de hacer lo más realista aquel papel. De camino a la posada veo como unos niños corren calle abajo, me recordaban a cuando yo jugaba en mi ciudad con mi hermanito, lo echo de menos al igual que a mi padre y a mi madre, todos estos recuerdos lo único que lograban era alienarme mas y mas para acabar con los yomas que aterrorizan a estas gentes.

 Donde estas maldito yoma, cobarde que te escondes en la persona mas inocente para que la gente no sepa que eres un monstruo que quiere comer sus intestinos, maldito seas, escondas donde te escondas te encontrare. Tus días de lujuria en este ciudad han acabado tiembla y reza lo que sepas, pues aun siendo humana acabare contigo aunque me cueste la vida.

 No se muy bien por donde se encuentra la posada, aunque por la ciudad hay carteles que me van indicando su localización al igual que los demás lugares, la Gran Catedral, el Hospital, el Museo Histórico, la Posada... y mas lugares que ahora mismo no importan. Durante unos minutos sigo las señales que me llevan hasta la puerta de la posada de Rabona, no tenia mucho dinero que darles para la habitación ya que los monjes no solían llevar dinero y si lo llevaban era lo poco que las gentes les habían dado como limosnas para que ellos les bendijeran. Entro por la puerta de la posada, y hablo con el recepcionista.

 -"Buenos días, quería alquilar una habitación por uno o dos días."- Meto mi mano en mi pequeño bolsillito de él saco una minúscula bolsa, apenas contiene unas pocas monedas.-"Esto es todo lo que tengo, nuestro voto de pobreza no nos permite tener mucho dinero, debemos dárselo a los que lo necesiten primariamente. Solo necesito de un lugar para pasar la noche, no necesito de ningún lujo y con poca comida me seria mas que suficiente, pues estoy en una época casi de ayuno."-

 La gente de esta ciudad era distinta a la de las demás ciudades, su carácter sin duda era de gente despreocupada, pensaban que con la ley que habían implantado de que ningún ser sobrenatural entrara en ella estaban protegidos de cualquier mal, pero sin duda esa ley jugaba en su contra, pues los yomas solo respetaban una norma, la de alimentarse de intestinos cada vez que tenían hambre, lo demás no les importaba nada.

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12/04/2009, 18:53
Director

Kumiko no tuvo problema en conseguir la habitación, al fin y al cabo los sacerdotes eran tratados de forma especial en Rabona, y no exigirian el pago normal a un sacerdote en peregrinaje.

La posada estaba situada bastante lejos de la catedral, en un  distrito distinto por lo hay que recorrer varias calles para llegar a ella, es una ciudad cuidada en muchos aspectos, tanto en limpieza como la educación de la gente, no son precisamente publerinos.

Antes de llegar a la Gran Catedral esta la plaza mayor, donde se juntan los negocios mas importantes y en definitiva la clase alta, la presencia militar es continua pero discreta, no es raro encontrar solados en las posadas tomando un refrigerio. En medio de la plaza hay una gran fuente presidida por la imagen de algun tipo de sacerdote guerrero, en su mano izquierda porta un rosario, en su derecha una espada. En la placa pone "Mihem, fundador de Ragona". Las vistas exteriores de la catedral no tienen comparación en belleza a ninguna otra construcción. El arco de entrada es el mas detallado.

La entrada esta custodiada por dos guardias, aunque no parece que esten ahi para algo mas que mera vigilancia.

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14/04/2009, 19:17
Kumiko

 Debia encontrar a mi contacto aquí dentro de la ciudad, quizás se encontrara entre el clero, ademas aquel sacerdote me ayudó mucho en la capilla de las afueras de la ciudad, debia darle las gracias, además podría ayudarme orientandome en la ciudad en los lugares que el yoma atacó. Así que nada mas que arreglo el hospedaje en la posada de la ciudad me dirijo a la Gran Catedral. Antes de llegar a la Gran Catedral he de pasar por una plaza, algo muy cotidiano en las ciudades, pero esta plaza era singular, una gran estatua yacia en el centro geometrico de la plaza, como dando la bienvenida a los foranos. Se trataba del hombre que fundó la ciudad, sin duda sus ideas se habian llevado a cabo, pues era una linda ciudad y ademas sus desastres eran practicamente inexistentes, debía encontrar al yoma y acabar con él, antes de que rompiera la tranquilidad de estas gentes, y de la idea de una ciudad perfecta del fundador.

 Me acerco a la entrada de la catedral, con intención de entrar dentro para hablar con el Padre Vincet, aunque el sumo no estaba me dijeron que él era quien estaba regentando la abadía mientras el sumo no estaba. No debia demorar más mi busqueda y aquel era mi punto de partida.

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16/04/2009, 01:41
Director

Los guardias no dijeron nada ante la entrada de Kumiko, para sorpresa de la camuflada claymore, había llegado a tiempo para presentar algo que no había acontecido en aquella catedral jamas.

Despues de que sus pasos traspasaran el arco de la puerta de la entrada, lo primero que pudo llamar la atención fue celestial melodia que cantaba una voz femenina cerca del altar.

La colosal capilla esta abarrotada, pero no se oye absolutamente nada aparte de quella mujer que canta. A un lado y a otro, todos los fieles permanecen arrodillados, mas de 200 personas a lo largo de la catedral, una escena solemne, casi mágica, dotada de un sentimiento mucho mas fuerte de lo que pueda parecer.

Justo debajo del altar hay seis hombres, y de frente a ellos la mujer que canta, todos, incluido la mujer, llevan armaduras que jamas nadie había visto, robustas, perfectas, cuidadas hasta el mas minimo detalle, sus gloriosos yelmos portan alas blancas, el mismo color que el resto de la armadura, sus capas tambien blancas portan el simbolo de un dragon y una cruz. Tambien portan armas, desde tu posición solo puedes ver las mas grandes, uno de ellos porta una enorme ballesta, otro un claymore bastante parecido al de Kumiko, la mujer escudo y espada corta.....

El padre Vecent está detras del altar, presiciendo aquella ceremonia, en silencio, con los ojos cerrados, una mano en el corazón y una continua reverencia.

Notas de juego

Recuerda que el padre Vicent no es tu contacto. No sabes realmente quien hizo el encargo

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16/04/2009, 16:01
Kumiko

 Mis pasos apenas son rapidos una vez entro en aquel majestuoso monumento, nunca antes habia entrado en una catedral, habian sido muchas las historias de mi padre cuando era pequeño y habia venido a esta ciudad, sin duda no exageraba para nada cuando mencionaba la Gran Catedral de Rabona, es en si una gran joya echa de marmol y vidrio, con unas grandes esculturas colocadas a los laterales del cañón central. La luz que por aquellas vidrieras entrba hacia que aquel lugar diera la sensación de estar mas cerca de Dios que en cualquier otro lugar del mundo.

 Mi mirada se centra en la mujer del abside de la Catedral, aquella que con su voz delicada canta esa melodia tan sacra, perfecta para este lugar, hacia que elevara tu espiritu hasta un punto en el que casi te sentias libiano como una pluma, era espectacular. Una lagrima recorre mi pomulo derecho, solo una, ante tal obra maestra.

 Camino lentamente por el centro de la catedral, oiendo aquella dulce voz mientras paso a paso recorro la alfombra roja con bordes dorados. A mitad de aquel majestuoso monumento, me paro y agacho la cabeza intentando poner en armonia mi cuerpo con mi espiritu gracias a aquella bella canción. Allí me quedo esperando hasta que la mujer que esta cantando cesa su maravillosa melodía.

 Sin ningunda duda era guerreros, pero no pertenecian a la organización. Mi vista se centra en el caballero que porta la espada igual a la mia, era curioso pues si no estaba mal informada, las unicas que teniamos esas espadas eramos las claymores, y sin embargo ese hombre portaba una practicamente identica a la mia, que era lo que estaba ocurriendo allí. Espero alli de pie hasta que todo se normaliza, y los sacerdotes empiecen a confesar a las personas allí presentes, aunque eso era lo que me habian contado sobre estos lugar, pero... esto no parecia un día normal en este gran edificio eclesiastico.

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17/04/2009, 05:05
Director

Una vez la mujer terminó de cantar se colocó en la misma posición que los demas guerreros, y el padre Vicent comenzó a hablar.

-En nombre de Dios yo os nombro paladines de la ciudad santa de Rabona, protectores de la vida y la luz, protectores de esta nuestra ciudad.

Ahora alzaos y jurad ante el mismisimo señor que luchareis siempre en favor del bien, y protegereis al inocente del malvado, ya sea humano o yoma.

Todos sacaron una daga y realizaron un corte en su mano dejando caer unas gotas de sangre, quizá muchos de los presentes no se fijaran en ese detalle, pero la sangre de todos es roja.

-¡LO JURAMOS!

Respondieron al unisono. Todos en la catedral aplaudieron y aclamaron, los 7 paladines encararon a los feligreses e hicieron una reverencia, luego se sentaron en el primer banco, el mas cercano al altar.

El padre Vicent procedió a acabar la misa que terminaría una media hora despues, luego tal y como había predicho Kumiko algunos sacerdotes ofrecieron confesión a los ciudadanos que quisieran, los siete paladines se retiraron y la catedral poco a poco se iba vaciando.

Muchas preguntas podrían asaltar a la joven Kumiko como ¿Porque crear una orden de guerreros para luchar contra los yomas, mientras a la vez se contratan los sevicios de la organización tambien para ese fin? Es muy probable que quien hiciese el encargo ya estuviera al tanto de este acontecimiento, ¿Entonces por que?. Puede que simplemente no confiaran en que eso bastara para cazar al yoma, pero quiza sea una respuesta demasiado evidente, aunque no por ello erronea... ¿o si?

Aquel laberinto se cerraba por momentos ante Kumiko, demasiados cabos sueltos, y demasiadas pocas pistas que seguir para alcanzar su objetivo.

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18/04/2009, 17:33
Kumiko

 Humanos que intentan acabar con los yomas que les acechan, paladines que quieren purgar esta tierra de la corrupción... que hirónico, pues los humanos son incapaces de descubrir a los yomas, somos nosotras las guerreras mitad humanas mitad yoma las que descubrimos cual es la verdadera indentidad tras la que se encuentra el yoma. Un humano podría acabar con un yoma, dependiendo de la fuerza que tenga el humano y el yoma, pero el gran problema es encontrarlo, y por muy bien armados que esten esos guerreros y por muy bien que les hayan entrenados serán incapaces de encontrar al yoma.

 Una vez todo se ha despejado, me acerco para confesarme con el sacerdote del altar, quizas puediera preguntarle algo sobre lo que estaba pasando y preguntar sobre el padre Vicent para hablar con el en privado, pues no queria levantar sospechas sobre mi presencia en esta ciudad santa. Mis pasos son cortos y seguros, debia tener cuidado con el claymore, si me lo descubrieran sería faltal para mi ademas en presencia de esos 7 guerreros que parecian bien preparados para la guerra contra los yomas.

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19/04/2009, 05:15
Director

Al terminar la ceremonia el padre Vicent se fué a la sacristía y un sacerdote se quedó cerca del altr para escuchar a los fieles antes de irse.

Al llegar Kumiko ante él, dió por supuesto que tambien era otro sacerdote.

-¡Ah!, ¿En que puedo ayudarte hermano?

Le recibió con una calida sonrisa...

-No le he visto antes, ¿ha llegado recientemente?

No era una pregunta que llevara ningun tipo de segunda intención oscura, simplemente se alegra de ver que sacerdotes de otras ciudades van a la gran catedral de Rabona en peregrinaje.

El dia había quedado bastante gris y el sol comienza a proporcionar menos luz, está atardeciendo.

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19/04/2009, 05:45
Kumiko

 Mi rodilla izquierda se posa en el suelo, la reverencia hacia y para el sacerdote era evidente, al fin alguien al que preguntar de entre tantas gentes, se veia que solo queria ofrecerme hospitalidad y bien estar en esta gran ciudad.

 -"Una promesa me ha traido hasta esta ciudad santa para hablar con el Sumo, pero los guardias de la ciudad me dijeron que el Sumo no estaba y que en su lugar viniera a ver al Padre Vicent, pues decian que es el que sustituye en estos momentos al Sumo."-

 Aquel sacerdote que fue a la sacristia nada mas acabara la misa me resultaba conocido, si no recordaba mal era él quien iba en aquella caravana de humanos protegidos por la numero treinta, el mismo que nos ayudo a curar nuestras heridas y que me ofreció esta túnica de monje una vez le pedí el favor. Debía tambien hablar con él una vez hablara con el padre Vicent, debía darle las gracias por la ayuda prestada tanto a mi como a mi amiga.

 Una vez hice la reverencia a aquel sacerdote me incorporo timidamente por si me fuera a indicar el camino para hablar con el padre Vicent.

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21/04/2009, 01:46
Director

El sacerdote miro algo sorprendido a que cree que es uno de los suyos.

-Claro, vaya a la sacristía, seguramente no tenga ningun inconveniente en recibiros allí...

Obviamente a ningun civil se le deja acceder a la sacristía, pero al ser un "hermano" no sucedería nada, era su privilegio.

Detras del altar la dicreta puerta está cerrada, tendría que llamar, la noche estaba cayendo, la catedral no tardaría en quedarse vacía.

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24/04/2009, 06:26
Kumiko

 Doy las gracias a aquel amable relijioso, Gracias. Con unos cortos pasos me dirijo a la puerta de la sacristia, por la misma que aquel sacerdote se introdujo. Una vez llegué a la puerta de la trastienda de la Gran Catedral, elevo mi brazo derecho y golpeo no muy fuerte la puerta tres veces para advertir de mi presencia a los que allí se encontraban. No quería hacer mucho ruido, aquel lugar era santo y por lo tanto se le debía un respeto, la gente que allí arrodillada se encontraba queria estar en armonía y paz con Dios, y los ruidos podrian romper sus oraciones.

 

 Ante mi llamada alguien desde dentro abre la puerta, era el mismo hombre que nos habia ayudado a la numero treinta y a mi en la capilla, aquel hamable sacerdote que jugandose su comida prefirió ayudar a unos yomas cuando los hombres de la carabana estaban aun malheridos. Mi reverencia es notable ante su presencia, aun no sabia como se llamaba, pero sin duda gracais a el las heridas mias y sobre todo las de mi compañera pudieron sanar mas rapidas aun. Quizas el se diera cuenta de aquella sotana, o quizas no, hay muchas como esta y mas por estas ciudades, desde luego mi voz no la reconocería aunque seguramente mi rostro si que le resultaria familiar, quien sabe...

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25/04/2009, 00:31
Vicent

Nunca me iba a imaginar lo que que me encontraria tras abrir la puerta. Dios mio...

La invito a pasar rapidamente con mi rostro entre incredulo y sorprendido, cerrando la puerta tras ella.

-Por el amor de dios que haceis aqui, ¿Teneis idea de lo que pasaría si llegan a descubriros? no seriais tratada mejor que un yoma.

Se sentó en la silla intentando tranquilizarse.

-No se que esta pasando, no tenia idea de que iban a nombrar a esos soldados paladines y que serían los que dieran caza al yoma, no tiene sentido que alguien de esta ciudad haya contratado a su organización para el mismo fin. El caso es que esta ceremonia a subido mucho la moral y la esperanza del pueblo reafirmando aun mas la ley acerca de seres impuros en Rabona, debeis tener mucho cuidado y sobretodo evitar sitios vijilados como este.

Lejos de mostrar temor o repulsión, muestro preocupación. Sin embargo al fijarme en sus ojos.

-Veo que podeis cambiar el color de vuestros ojos, eso os ayudará sin duda, digame, ¿ha dado ya con el yoma?

Entre antes se terminara con el yoma, antes saldria de una ciu8dad tan peligrosa para ella como Rabona.

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27/04/2009, 23:01
Kumiko

 -"Tranquilo, aunque usted me pueda reconocer, no creo que nadie mas lo pueda hacer en esta hermosa ciudad a menos que ese ser sea el yoma."- Mi voz es varonil pero suave, tampoco queria que los que regentaban la catedral se enteraran de lo que el padre Vicent y yo hablabamos.

 Tras entrar en la sacristia cierro la puerta con la diestra para hablar mas intimamente con el sacerdote y preguntarle sobre lo que sabía del yoma que se encontraba en la ciudad y sobre esos paladines, ya que estabamos matariamos dos pajaros de un tiro, seguro que a la organizacion le interesaría saber de su existencia.

 -"Se que le resultará doloroso, pero quisiera saber en que lugar se sucedieron los acontecimientos de los ataques del yoma, debo ir a rastrear las zonas por las que el yoma estuvo y quizás pueda averiguar su paradero para darle caza."-

 Mi rostro era serio, sabia que la mision era peligrosa, dificil era encontrar al yoma sin mi percepción, pero sin duda acabar con el sin poder usar mis poderes yoma iba a ser mas complicado aun. No podia liberarlos ya que sino acabaría muerta como un sucio yoma, bueno, al fin y al cabo eso somos, mitad humanas y mitad yoma, pero al menos mereciamos una mejor muerte.

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28/04/2009, 23:24
Vicent

Definitivamente no preguntaría acerca de como era capaz de hablar con semejante voz, al fin y al cabo he visto guerreras como ella mantenerse en pie despues de ser heridas y atravesadas por yomas.

-Entiendo, sin embargo, por lo poco que ma han contado nada mas llegar los asesinatos se han producido en lugares muy dispersos de la ciudad, pero siempre se ha repetido un patron, los ataques se produjeron de noche, si está alerta durante la noche puede que alguno de estos ataques llame su atención y pueda salvar a quien esté en peligro.

Pero tenga cuidado esos siete hombre de Dios no harán distinción entre usted y los yoma si la encuentran. Han llegado a la conclusión de que comprobando el color de la sangre pueden determinar quien es yoma y quien no, pero ir cortando a cada uno del que sospechen no es una practica muy aprobada por la población, quizá por eso alguien ha contratado a vuestra organización para acabar con el yoma antes de que sigan haciendo sangrar a la población.

Debe extremar las precauciones, puede que el yoma sea peligroso para usted, pero esos siete hombres estan bien entrenados y podrían tambien matarla, lo mejor es que acabe con el yoma cuanto antes y salga de la ciudad.

La miro con cierta compasión.

-Lamento que tenga que ser asi, pero es la ley de seres sobrenaturales es algo que aun no he sido capaz de abolir a pesar de mis reivindicaciones, y por ello estará usted en peligro.... que Dios te proteja y te de fuerzas para luchar contra el mal.

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29/04/2009, 00:10
Kumiko

 A si que el yoma es mas listo de lo que parece... no solo se esconde en un lugar en el que las claymore estamos penadas con la muerte, sino que no tiene un lugar fijo al que ir a cazar y va de un lado a otro de la ciudad... quizas a mis demas adversarios yomas los habia menospreciado por su escasa inteligencia o astucia, sin embargo este yoma debia ser tratado como tal, como un buen criminal que deja pocas pistas atras para ser cazado. Mis sentidos se tenian que agudizar, ya no solo por que no tuviera mis poderes yomas, sino tambien porque yo podria ser la proxima presa de aquel yoma, pues empezarían mis rondas de noche para darle caza, y no creo que esta ciudad este muy viva por las noches.

 Asi que esos "paladines" hieren a sus victimas para averiguar si se tratan de yomas o no... era algo muy rudimentario pero podria valer, aunque siempre es mejor observar y vigilar los posibles lugares en los que el yoma atacaría. No dudaba de la fuerza de aquellos hombres, seguramente me superaran en todas las aptitudes fisicas, pero la gran diferencia es que yo teniendo los poderes activos era capaz de encontrar al yoma donde quisiera que se encontrara.

 Mi rodilla hinca el suelo, mis manos cogen las manos del sacerdote, mi mirada humilde agachada a la vez viendo la hermosa alfonbra que adorna aquella acogedora sacristia, debia mucho al Padre Vicent, aunque la informacion no era toda la necesaria, el hombre se habia preocupado incluso de sacar conjeturas de lo que el yoma estaba haciendo. Esta es la guente por la que merecio la pena entrar en la Organizacion y convertirme en un ser mitad yoma mitad humana, los demas humanos que habitan la ciudad no creo que les agrade mi visita ni mis intentos por liberarles de su sufrimiento por aquel yoma que les traia de cabeza y menos aquellos paladines, pero el Padre Vicent era de las personas que sabia que podia confiar en nosotras, bueno, no en todas, ya que algunas claymores son bastante toscas a la hora de tratar con los pobres humanos y les tratan como si fueran ganado al que proteger, yo prefiero tener a estas pobres gentes como mis hijos, y a los que he de proteger cueste lo que cueste.

 -"Ha sido de gran ayuda padre Vicent, espero tardar lo menos posible y dejar tranquila a esta gente con sus vidas cotidianas sin amenazas de ningun ser sobrenatural."-

 Una vez hice la reverencia al sacerdote me levanto para comenzar esta vez si mi mision, debia hacer patrulla por la noche, sigilosamente, no debia ser detectada por mi enemigo, bueno mejor dicho por mis enemigos, aquellos paladines de descubrir mi verdadera identidad no dudarian en acabar conmigo, sin embargo yo no podria tocarles, ya que una norma de las claymore es no herir a los humanos, debemos protegerlos a toda costa y salvar su integridad. Aquella norma era relativa, ya que no todos los humanos son buenos, algunos conocen dicha norma y se esceden con nosotras, para esos hombres yo haria algo para poder castigarles, pero actualmente, no me queda otro remedio que acatar las normas y las ordenes tal cual las dicen los dirijentes de la Organizacion. Asi que empecemos a buscar al morador de la Ciudad de Rabona