Partida Rol por web

claymore(2)

Región de Sanubia (Sur)

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05/04/2009, 15:57
Director

Lido es la ciudad mas al sur del continente, una región desertica cuyas condiciones son especialmente duras. Sin embargo al ciudad prospera gracias al cultivo de datiles y un sistema de conducción y aprovechamiento del agua excepcional.

Lido no esta cerca de ninguna parte y salvo que se trate de una claymore, nadie podría llegar a pie, moriría de calor o deshidratado, por lo que las carabanas de camellos son mas que frecuentes.

El paisaje de los alrededores tampoco es alentador, dunas y dunas de arenas que hacen del desierto una trampa mortal ya que se desplazan constantemente haciendo imposible tomar un punto de referencia. Parece inpensable que haya vida en ese desierto mas allá de la pequeña Lido.

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05/04/2009, 21:38
Catalina

   Necesitaba información, la investigación era una tarea ardua que necesitaba ser precisa, Rubel había comentado que era probable que las ciudades al sur se vieran atacadas por algún Yoma pero su fuente era desconocida. Una vez sobre el terreno no pude sino imaginar que los Yoma podían encontrar apetecibles las caravanas de camellos en las que los humanos eran una presa fácil y no tenían donde huir, y no tenían ninguna amenaza, puesto que no atacaban las ciudades la guardia no podría interferir y una petición de eliminación de Yoma en la ciudad no era tan probable, además, podían infiltrarse en las mismas como humanos una vez hubieses asesinado a los de cualquiera de las caravanas. El lugar no era precisamente apetecible, pero encontraba en las dunas una belleza inusual, aquella ciudad era como una perla perdida en el desierto que simbolizaba esperanza, prosperidad y un buen trago de agua fresca, estaba lleno de significados, pero también de horrores. Era la representación del poder de los humanos para salir adelante allá donde estuvieran y su adaptavilidad. Era simplemente maravilloso. Sonreí, alegre por tener raices humanas, por ser humana.

  Mis pasos a través de la brillante arena me condujeron a Lido, donde podría descargar la que se había colado entre mi armadura y empezar mi búsqueda, no esperé una bienvenida y aparté de mi mente las motivaciones que me hacían recordar Gohan, volvía a la rutina, y en la rutina, soy un monstruo. No me importa.

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06/04/2009, 16:15
Director

Para ser un lugar tan caluroso, la pequeña Lido rebosa de vida, parece una ciudad animdta, no deja de tener una situación parecida a Gohan en la que el comercio es imprescindible.

Comparte las caracteristicas basicas de todas las ciudades pero en una menor escala, las casas y en general las consturcciones son pequeñas, y el unico lugar que puede ofrecer cobijo a Catalina seria la austera posada.

Aparte Lido tambien cuenta con un voluntariado de seguridad y un cuartel, la gente de la calle tiene una reacción en parte diferente a la que tienen acostumbrados a Catalina, parecen mas sorprendidos de lo normal, muchos se detienen a observar a la bella claymore como si de un espejismo se tratase, hay mas incredulidad que miedo, está claro que si no es la primera claymore que entra en aquella pequeña ciudad, era la primera en realmente mucho, mucho tiempo.

Las gentes originalmente de Lido son grandes conocedores del desierto, obviamente requisito indipensable para sobrevivir a él, no le resultaría dificil a Catalina encontrar a alguien que supiese algo de los alrededores, y quizá con un poco de suerte, de los alrededores y de yomas.

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08/04/2009, 12:33
Catalina

  Reunir aquellos requisitos no debía de ser tan dificil como parecía, si tenían esa reacción al verme era fácil deducir que se trataba de una ciudad bastante aislada en la que los yoma no habían recaido todavía, hasta ahora. La primera reacción resulto determinante para que mis pasos fuesen hacia el cuartel, puede que algún veterano soldado o guarda de la ciudad tuviese conocimientos de los Yoma. Guardaba un grato recuerdo del posadero de Gohan, y también de su sabiduría. Necesitaba a alguien con experiencia y la edad suficiente como para saber más de lo que presenta Lido en su situación actual. No se trata de una simple misión para eliminar Yoma.

  Con seguridad y sin detenerme, por algún motivo, echo de menos el recelo de la gente, ese temor innato que se tiene hacia las que son como yo, me hacen sentir como un objeto extraño, aislado, aún más diferente que si me tratase de un monstruo. Trato de ignorarlos a pesar de mis sentidos están puestos en sus cuerpos, en busca del menor rastro de Yoki. Busco a los guardianes de las puertas del cuartel, conservando las viejas costumbres, espero a que ellos den el primer paso dandome el alto y con seguridad también algo de conversación.

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09/04/2009, 02:40
Director

Hay dos guardias a la entrada del austero cuertel que han visto a Catalina casi desde que entró en Lido y hablan entre ellos, cuando la joven claymore se va acercando puede oir su conversación, la cual no ocultan, y es probable que sea reflejo de lo que piensan todos los ciudadanos de Lido que la han visto.

-Guardia 1- ¿Alguien contrató una claymore? ¿Acaso apareció un yoma?

-Guardia 2- Que yo sepa no, no ha muerto nadie ultimamente que no haya sido por causa natural....

Guardó silencio cuando Catalina estaba ya cerca, ambos estaban algo nerviosos, obviamente era la primera vez que veian una claymore, tan solo parecen haber oido leyendas.

-Guardia1- O...Hola....¿En que podemos ayudarla?

Los dos miran a Catalina con ojos de plato.

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09/04/2009, 13:09
Catalina

- Busco la localización de una ruinas en el desierto, ¿Saben donde podrían darme referencias?

 Dar rodeos en la conversación no conduciría a nada, asique fui directa, no era menester satisfacer su curiosidad. Me quedé quieta esperando indicaciones, que sus próximas palabras me llevasen ante alguien con conocimiento sobre el desierto. Era obvio que la arena estaba en continuo movimiento y para alguien inexperta, como lo era yo, sería dificil encontrar el objetivo. No parece haber Yoma en la ciudad, ni tampoco por los alrededores, ¿Desde cuando la organización previene un ataque?

 No dije más, pero pensé en otras posibilidades, un mapa, o quizás un viejo posadero con experiencia...no puedo evitar acordarme del posadero y de james, y no sé porqué. Me entran ganas de sonreir, pero, no lo hago, no sigo el consejo de Galatea, hacerlo podría poner en peligro mi imagen ante los guardias, o dar una equivocada. Con algo tan sencillo estoy en un dilema que acabo por resolver sonriendo muy levemente, casi  invisible. Pero...es más una cuestión de manipulación. Si sonrio apaciblemente puede que su reacción sea mejor. ¿Está bien actuar de una forma diferente para obtener un beneficio? Si. El fin justifica los medios.

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09/04/2009, 21:54
Director

Los guardias se miraron el uno al otro, su expresión era algo asi como "esta está loca".

-Guardia1- Nose si estará al corriente, pero esta es la ciudad mas al sur conocida, como podrá ver las condiciones no son muy propicias.

El segundo guardia le tocó con el codo y le hizo un gesto como diciendo "dejala, ¿a nosotros que nos importa?"

-Guardia2- Pase pase, el alcalde quizá sepa algo, lleva viviendo aqui muchos años, quizá pueda serla de ayuda, seguramente esté en la sala de manuscritos, la mas grande.

Dijo sin mucho interes y señalando hacia dentro, se sentó en la banquetilla que tenía a su lado.

La sala no tenía perdida, simplemente consistía en ir de frente hasta llegar a una puerta, está cerrada, no con llave, dentro en efecto se encuentra el alcalde, apenas se le ve tras las montañas de pergaminos y tomos ordenados y desordenados que hay por todas partes. Es un anciano con una larga barba y pelo blanco, a medida que te acercas puedes ver que lleva gafas y parece tener el ceño fruncido de continuo, ni siquiera mira para ti y continua escribiendo en aquel viejo papel.

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09/04/2009, 22:18
Catalina

  Golpee dos veces con cierta fuerza en la puerta a fin de llamar su atención. Estaba distraido y no quería asustarle con mi presencia, tampoco que se enfadase por ella. Mis nudillos siguieron cerrados con tranquilidad mientras mis brazos caian por su propio peso en una posición natural del cuerpo femenino. Mis ojos recorrieron los manuscritos, más en busca de un mapa de la zona que de cualquier otra cosa hasta que recayeron sobre el hombre. Traté de analizar sus gestos, darle una edad e incluso estudiar sus emociones mientras toda mi concentración estaba puesta en detectar el yoki de algún Yoma en las cercanias o incluso en aquella misma habitación. Si no sabía sobre Yomas, buscaría mineral como el que había encontrado en Gohan, no debería resultar tan dificil...

 - Disculpe.

 No me aventuré a hablar más por puro respeto hacia aquella persona. Mi voz era fuerte, femenina y decidida.

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09/04/2009, 23:26
Director

El anciano puso de mala gana la pluma en el tintero y su voz sonó con intención de grito, pero a esa edad, no salió mas fuerte que el propio saludo de catalina.

-¡CUANTAS VECES TENGO QUE DECIROS QUE......! ¿Mph?

Al alzar la vista detuvo la retaila, se oyo un gruñido interrogatorio.

-¿Mphhhh?

El anciano cascarrabias miró a Catalina de arriba a abajo, tomandose su tiempo, un largo tiempo.

-¿Que trae a una bruja de ojos plateados a nuestra ciudad? Aqui no hay yomas asi que te has confundido, ale, vete jovencita, tengo mucho que hacer....

Cojió la pluma y continuó escribiendo mientras gruñía de nuevo.

Puedes tener casi total certeza de que en la sabiduría popular se cree que las claymore en efecto no envejecen, y si lo hacen es muy lentamente, asi que puede resultar curioso el hecho de que te haya llamado jovencita, aunque tambien cabe la posibilidad de que se haya guiado simplemente por tu apariencia.

En los pergaminos que había desperdigados había mucho mas que meros mapas, el conocimiento acumulado por aquel anciano parecía no tener parangon, en los pocos pergaminos que puedes ver el contenido puedes afirmar que estan hechos de su puño y letra comparandolos con el que está escribiendo en ese momento.

 

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09/04/2009, 23:41
Catalina

- Depende.

Dije con una sonrisa de medio lado impropia, por algún motivo James había despertado en mi una faceta que desconocía, la de una persona con la capacidad de manipular, o almenos de intentarlo. Siempre había sido seria, y pensaba seguir siendolo, fui eliminandola lentamente, los labios volvieron a su posición natural con la crudeza de una bruja, así como me llamaban.

- Me iré en cuanto sepa donde encontrar las rocas negras, en unas ruinas cercanas. Mientras disponga de más información menos motivos me traeran de nuevo a esta ciudad.

No podía ser más clara, aunque algo se revolvía en mi interior. ¿Aquello estaba bien? ¿Era cruel?

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10/04/2009, 04:14
Director

El anciano frunció mas el ceño, aun cuando eso parecía imposible. Dejando de nuevo la pluma en el tintero con odio.

-¿Depende? ¡¿DEPENDE?! voy a decirte una cosa jovencita insolente, aqui.... ¡WAAAHHH!

Daba saltos en la silla mientras despotricaba con una energía poco usual en un hombre de su edad y claro, la silla se movió, y el anciano desaparecio bajo el pupitre, luego se escuho un golpe seco. Las torres de libros y manuscritos vibraron.

De pronto aparece por uno de los lados de la mesa haciendo un gesto orgulloso y sacudiendose el polvo de los brazos, pero sin duda lo que llamaría la atención de Catalina es que el hombrecillo no era mas alto que la mesa, debía de tener almenos tres cojines en la silla para llegar a su posición anteriror. Porta una especia de varita, no precisamente una varita magica, sino una de las que usan los maestros de escuela para ajusticiar a sus alumnos.

El minusculo viejecillo se acerco a la claymore con paso firme, apenas la llega por la cintura, una situación como minimo comica, salvo para el irascible viejo, el cual señala una y otra vez a la claymore con la varita la cual emite un tintineo curioso al chocar con las placas de la cintura de Catalina. De pronto saca de la manga un pergamino (otro mas) y lo extiende, es un mapa.

-Mira aqui insensata, estas son las ruinas del desierto de Sanubia, pertenecientes a la antigua ciudad de Libria, contruida antes de que la civilización conocida campara por estas tierras.

Golpeó varias veces el mapa en una zona, mas al sur de Lido.....

- ¡Mira mira mira mira mira!.... ¿ves esta porcion de mapa? Esto son minimo dos dias a pie cruzando el desierto, no se puede llegar, todos los que han ido no han vuelto, ni siquiera los camellos resisten las tormentas de arena de Sanubia, asi que olvidalo.

Enroscó el mapa y lo guardó de nuevo en la manga. Obviamente sabía mucho mas de lo que había contado.

-Ale, fuera fuera fuera.

Su minuscula figura malhumorada se quedo expectante con las manos en la cintura en gesto desafiante.

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10/04/2009, 16:06
Catalina

  Toleré el contacto de la vara por puro respeto, mis ojos no cambiaron su inexpresión, ni tampoco mi rostro. Daba información, pero no era suficiente. Si sabía sobre el tema, debía asegurarme que iba con la mayor cantidad de conocimientos posibles, lanzarse a ciegas sería el mismo suicidio que anunciaba el anciano. Era bajo, pequeño, extraño, pero ni me impresionó ni lo subestimé por ello. Simplemente lo ignoré. Sus palabras eran duras, y su tono crudo y en apariencia insensible, o quizás con emociones que se acercan a la rabia y el odio.

 - ¿Por qué son tan temibles las tormentas de arena? ¿Qué se alzaba en aquellas ruinas?

 A riesgo de incomodarle aún más, continuaba preguntando, cuando tuviese suficiente información lo dejaría solo, tranquilo y era probable que no volviese a verme jamás.

 

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10/04/2009, 16:28
Director

El viejo resopló astiado, se dio la vuelta y comenzó a caminar de nuevo a la mesa, junto con unos gruñidos extraños, parecía estar maquinando el mas malvado de los planes.

La silla se mueve ligermante, se tambalea de un lado a otro, despues de unos segundos de ruidos alrededor de la silla, aparece de nuevo la cara del viejo por encima del nivel de la mesa, coje la pluma del tintero y sigue escribiendo. Cuando parece que no va a decir mas vielve a hablar....

-La sabiduría del viajo Barrin tiene un precio, ordename todos esos tomos y esos pergaminos por orden alfabetico en la estantería, tu que eres joven y fuerte. Luego quizá hablemos.

 

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10/04/2009, 19:04
Catalina

  Catalina estaba acostumbrada a servir, lo tomó como una orden más, era una pauta más hacia el éxito de su misión, por lo que no le parecía para nada una humillación. Presenté mis respetos al anciano y miré inexpresiva el cúmulo de papeles y libros en los que el polvo había encontrado un buen lugar de reposo. No asentí, ni molesté con palabras su meditación, comenzando con el trabajo inmediatamente.

 Así se hará...

 

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10/04/2009, 21:36
Director

Lo cierto es que no ib a ser una tarea dificil, pero si tediosa, sin embargo aquel mar de letras depararía mucho mas a Catalina de lo que parecía, entre los ensayos de filosofía, sabiduría popular, historias fantasticas y otras no tan fantasticas, planos de extraños mecanismos, puertas con sistemas complicados de engranajes y otros ingenios que Catalina jamas hubiese imaginado, llegaron a sus manos mapas, muchos mapas, todos ellos titulados pero muchos desconocidos, aunque pudo llamar la atención uno titulado "Gohan", y lo que es mas intrigante, otro que pone "Antigua Gohan"....

Pasan por tu manos tambien multiples tomos, en uno de ellos puedes leer el titulo "Yoma", tras otros tantos titulos, otro que pone "Sanubia", y finalmente otro que pone "Libria", quiza toda la meditación se ve interrumpida por la estridente voz de Barrin.

-¡Esto no es una biblioteca!, bueno, ¡Si lo es!, y... ¡por eso debe de estar ordenada!

Miraba a Catalina con una mirada tan irascible que empezaba a resultar comica, luego continua escribiendo y dibujando.

Continua la aparicion de palabras que no dejarían indiferentes a Catalina en los titulos de pergaminos y tomos, tales como "Claymore", "Evolución".....

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10/04/2009, 22:03
Catalina

   Catalina tenía una concentración firme, tanto que le era sencillo trabajar bajo presión, más cuando lo único que amenazaba su integridad física era la vara de aquel anciano. Aunque estaba inmerso en sus papeles y libros, escritos y pensamientos tenía tiempo y vista suficiente como para controlar las acciones de mis manos. Recogí muchas de las hojas lentamente, sin saber muy bien como las amontonaba, dispuesta a revisarlo después, ahora había cosas más importantes. Los tratados sobre las Claymore me recordaron lo insignificante que soy para el mundo, y por un momento desee que en alguno de aquellos papeles estuviese el secreto para ser más fuerte. Aunque Galatea había dicho que no me preocupase por ello, que no pensase en ascender, yo tenía una idea completamente diferente del mundo, quizás porque no veía todo tan bien como ella. Equivocarse es el primer paso para aprender...Conocimiento experimental. Leí en uno de los tratados de filosofía que hablaba sobre el conocimiento, era interesante pero en aquellos momentos no me servía de nada. Los mapas me dieron una visión diferente del mundo, ¿Cómo podían hacerse? ¿Cómo era posible que supiesen como eran las cosas desde el cielo como si lo viesen a vista de pájaro?

  Sanubia, Libria y Antigua Gohan, junto a Yoma. Separé aquellos papeles mientras continuaba pasando hojas a fin de que el anciano pensase que las estaba ordenando, leyendo y observando, aprendiendo...Agitaba aquellos pergaminos con delicadeza, casi acariciandolos. Vamos..contadme todo cuanto sabeis. 

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11/04/2009, 01:16
Director

Durante un largo rato el anciano continuó escribiendo y dibujando, rellenando el tintero varias veces, su propia mesa esta a revosar de papeles y tomos, muchos de ellos abiertos los cuales consulta constantemente para escribir lo quiera Dios que esté escribiendo. Sin pertubar su actividad lo mas mínimo habó a la claymore.

-¿Cual es tu nombre jovencita?, dime, ¿que trae a una cazadora de yomas a una ciudad sin yomas?.

Ahora no parecía tan enfadado, pero aun está inmerso en su trabajo mientras Catalina no ha terminado el suyo.

-La ruinas de Libria pueden ser el reto de un arqueologo, pero los yomas no se alimentan de arena por desgracia, y eso es todo lo que vas a encontrar alli, roca negra y arena, eso claro está si no fuese un suicidio llegar.

No alza la vista, sigue escribiendo y escribiendo.

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11/04/2009, 01:55
Catalina

  Continué con el arduo trabajo sin queja ni cansancio alguno, podría vivir con aquella tranquilidad toda la eternidad, apreciaba los lugares como aquel, por algún motivo me atraía el conocimiento. En ocasiones pensaba que sólo era un medio para alcanzar ser algo más, pero a lo largo de los años empecé a entender que posiblemente sólo era curiosa. Nunca me atreví a hacer demasiadas preguntas, no quería incomodar a nadie, y ahora estaba haciendo precisamente eso. Haciendo preguntas a otros, a desconocidos y a mi misma.

  No me detuve, mantuve el ritmo a la hora de ordenar todos aquellos libros, con el mismo cariño que trataba a mi Claymore, también lo hacía con mi armadura, aunque no en combate, almenos no podía decirlo después de la última vez. Me gustaba que estuviesen brillantes, limpios. Igual que mi cuerpo, mi higiene personal trataba de ser perfecta. Mi voz sonó perdida, como siempre con esa inexpresión que me caracteriza, que me aisla de este mundo y de los que me rodean. A pesar de mi timidez no me sonrojé y acabé contestando sin dilación.

 - Catalina.- Me limite a contestar a su primera pregunta, no tomé aire para la segunda que fluyó a través de mi garganta de forma natural. -Ordenes.

 Si queria información podríamos llegar a un acuerdo, pero por el momento debía cumplir con el primer trato. Me resulta extraño que se preocupen por mi nombre, cuanto menos soy un simple número, un símbolo o algo prescindible. Catalina...Aquello me hacía más humana.

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11/04/2009, 16:14
Director

Cuando parece que la mayoria de libros ya estan ordenados en la estantería de la cuidadosa mano de Catalina, la puerta se abre y aparece una mujer joven con una badeja rebosante.

-Aqui tiene la comida maestro.

La mujer dejó la bandeja en la mesita de la entrada, sabe que entrar mas adentro cuando el maestro Barrin trabaja sería su fin. La puerta se cerró a la misma velocidad que se abrió. Finalmente Barrin alzó la vista para ver los pregresos de Catalina, luego para mirar con ojos golosos la comida.

-Ale, ale, ya es suficiente, acecale la comida a este viejo y sientate aqui.

Señala con la pluma al asiento ante su mesa sin embargo despeja lo justo de su escritorio para colocar la bandeja y sigue dibujando.

-¿Quieres datiles?

La pasividad del anciano podría resultar exasperante, mas aun para una claymore con una misión asiganada que siempre va con el tiempo en contra, pero no puede hacerse mucho, sería inutil totalmente discutir con una persona de su edad y su caracter que lleva incontables años haciendo las cosas a su manera.

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13/04/2009, 18:46
Catalina

No deseo discutir con él, como tampoco privarle de su propia comida, quizás por ese respeto hacia lo que no me pertenece acabo por rechazar la oferta, siempre cordial, tras acercarle la bandeja y colocarme a su lado. No puedo evitar que mi mirada se deslice hasta sus dibujos, curiosos en busca de respuestas.

 - No, gracias. Se lo agradezco.

 No veo necesaría la búsqueda de excusas, mientras espero con paciencia que tome sus alimentos. Parece no querer dejar de trabajar. La mujer no me ha llamado demasiado la atención, posiblemente se trate de su criada, o puede que incluso sea su propia hija, sirve la comida y no hace preguntas ni pide explicaciones, nisiquiera me miró, parecía importarle poco quien acompañase al anciano. Debe de ser un hombre respetado y no del todo desvalido, pues apenas tiene dos guardias a su cargo y aunque en principio algo desconfiado resulta una persona de costumbres curiosas. Observo tratando de entender el porqué de actuar de aquella forma, analizando sus rápidos y precisos movimientos con la pluma y también la piel arrugada bajo sus parpados. Sus ojos reflejan sabiduría.

 Guardo silencio, aunque el tiempo apremie, no conseguiré nada disgustandolo.