Partida Rol por web

La idea es bueno, pero ahora mismo no podría aceptarlo- responde- no me engaño a mi mismo, soy viejo y tarde o temprano el Duque decidirá sustituirme. Pero hasta entonces no quiero darle motivos para ello. Si tu plan funcionase, lo que provocarías sería mi retirada de la corte a muy corto plazo.  Y francamente, aún no me apetece ese retiro- suspira, resignado- en la próxima reunión le sacaré este tema, le guste o no. No podemos seguir aceptando invitados sino tenemos habitaciones para ellos. 

¿Algo mas de lo que haya que tratar?

SITUACION:

- Dubieta Szantovich, Tiberiu Radomir Szantovich, y Radovina Szantovich de Bran están durmiendo en las habitaciones de invistados asignadas a los Szantovich.

- El Senescal Stolnic y el Chambelán Otto están hablando en la habitación del primero. Cuando el Chambelán Otto sale, el Senescal Stolnic se va a dormir y Otto se encuentra en el pasillo con el Paje Lindor de Slobozia y habla con él.

- En las habitaciones de invitados asignados a los Basarab: Svitlana Basarab de Polonia acuesta al pequeño Vikos (que con tan sólo cuatro años se duerme enseguida como un dulce infante) y entonces al ir a acostar a Veronika se da cuenta de que ésta se ha escapado.

Dubieta se quedó observando al guardia, quieta y algo distante, no le gustaba mucho entablar relaciones con los guardias. Solo esperaba que su mente encontrase una forma de resolver todo aquel desastre que podía hacer sufrir a su pequeño.

- Tranquilo, no se preocupe - quizás se había pasado un poco con la reprimenda - voy a descansar, no permita que nadie interrumpa el sueño de mi hijo, por favor. - esbozó una leve sonrisa para tranquilizar al guardia, tampoco quería ser dura con él, que no tenía la culpa de nada - Buenas noches.

Cerró la puerta, intentando hacer el menor ruido posible y se acostó junto a su querido Tiberiu, de tan dulce rostro que hasta ella quedaba reducida a un suspiro. Acarició el cabello de su hijo y, observando la oscuridad e indagando en sus propios pensamientos acabó dormida.

- Lo imaginaba.- Y era cierto. Precisamente una de las razones por la que le había gustado el plan inicial era por tener a Durius un poco más lejos del castillo, pero si al final era Jensi el que se alejaba de él sería precisamente Durius el que saldría ganado–“Y el Duque perdería un aliado.”

Otto negó en respuesta tanto a sus oscuras elucubraciones como a la pregunta del Senescal.

- No. Ahora mismo no se me ocurre nada.- Aquello era una media verdad. Tenía tal revoltijo de asuntos en la cabeza que no sabía por dónde empezar y el cansancio no es que ayudara precisamente.- Ahora, mañana será un día muy largo. Lo mejor que podemos hacer es descansar. Que paséis una buena noche Senescal Stolnic.

Salió del dormitorio del Senescal dispuesto a descansar, tal y como había recomendado al mismo Jensi, pero en el pasillo le esperaba alguien para trastocar una vez todos sus planes. No solo iba a tener que preocuparse de conciliar el sueño con el recuerdo del truculento devenir de la sesión de corte, también se veía obligado a preocuparse del sueño de los demás. Y como mayordomo y chambelán las necesidades del resto estaban por delante de las suyas…

- Sí que es tarde…- respondió con un parpadeo que se prolongó más de lo normal.- ¿No suele ser el sargento Dominik quien os lleva de regreso a casa? ¿Hoy no os lleva?

Igualmente, Chambelán, buenas noches- Otto se marcha de su habitación, y el Senescal aprovecha para cambiarse de ropa e irse a la cama, para tener un reparador sueño. 

- Svitlana Basarab ha salido corriendo de su habitación hasta dar con su hija Veronika en el patio del Castillo.

Miro al Mayordomo con mi rostro cansado y mis ojos a punto de cerrarse. Doy un bostezo involuntario y le respondo mientras me froto el ojos derecho:

 - "Preferiría quedarme aquí. Como Paje de la Corte debería quedarme para estar presto a cualquier necesidad del Castillo. Es tarde y no es necesario exponer al Sargento por un lugar donde acostarme."

Espero su respuesta mientras evito quedarme dormido parado. El pasillo es frío y, aunque el sueño a mi edad no perdona, creo poder resistir un par de minutos más hasta que disponga de un lugar para mí. A esta altura no me importan las condiciones de comodidad, lo único importante es dormir.

- ¿Y si os llevo yo?

La otra posibilidad era que durmiese en el castillo, tal y como el niño pedía. Pero no era algo que se hubiese planteado ni antes ni en ese preciso momento. Tan solo una habitación quedaba libre en el castillo. Si se ocupaba no quedaban más. De un plumazo se habría quedado sin margen de maniobra para solventar el problema que se había propuesto solucionar.

Además no olvidaba que la única habitación que quedaba libre era la del difunto Lorand Teleki.- “Que en paz descanse.”- Obviamente aquella habitación no era apropiada para el infante, así que la única posibilidad era que el mayordomo le cediese la suya y trasladarse él a la del anterior Chambelán. Tan solo pensar en pasar la noche allí le ponía los vellos como escarpias. Ni siquiera había mandado recoger sus cosas. Todo estaba tal y como Lorand lo había dejado antes de su accidente. Todo…

- No sería molestia alguna- explicó. Comparada con la posibilidad de dormir en el cuarto del Chambelán no podía ser más cierto.- Y dadas las horas que son podría excusaros mañana ante el Maestro Maserrak en caso de que lleguéis tarde para vuestra lección.

El sueño me corroe y la verdad es que lo único que deseo es dormir. No entiendo por qué el mayordomo prefiere que duerma en mi casa, con el viaje que eso significa, pero aparte de no tener una personalidad confrontacional, soy obediente con mis mayores y superiores, tal como me han enseñado en casa y en clases. Asiento a sus palabras y le contesto con voz sumisa:

 - "Si es lo que usted desea, con gusto y honor aceptaré el favor."

Luego me dispongo a ser llevado a través de la ciudad hasta llegar a la casa, donde veré a mi madre, aunque por el sueño y cansancio que llevo lo más probable es que la vea mañana pues ahora solamente llegaré a dormir.

- El Chambelán Otto ordena preparar dos caballos y acompaña al joven paje Lindor de Slobozia a su casa en la ciudad.

AVANZADA LA MADRUGADA.

- El Escudero Krevcheski deja a Svitlana Basarab y a Veronika Basarab ante la puerta de los aposentos Basarab.

- Después el Escudero sube por la torre del Chambelán al segundo piso, donde está su habitación y la de su señor, el Caballero de los Cárpatos. Allí, se acuesta en su cama y se dispone a dormir lo que pueda.

Me mantuve en silencio, con mal cuerpo tras haberme topado con el caballero de los Cárpatos. Además ese tal Flaviu parecía ser uno de sus sirvientes. ¿Por qué todos los hombres intentaban excusarse? Al final todos eran unos salvajes, y la sangre primaba sobre la razón.

Entro en los aposentos, y cierro la puerta tras de mi. Me apoyo sobre ella, meditando mis palabras antes de dirigirme a mi hija-creo que sabes de sobra el susto que le has dado a tu madre, y debería darte unos buenos azotes, pero hoy nos hemos equivocado las dos-suspiro, mientras la tomo en brazos para acostarla-¿lo entiendes Veronika? Todas las personas se equivocan. Yo no querría ningún mal para ti, eres mi hija, sangre de mi sangre, y mi única y primordial función en esta vida es garantizar que tú y tu hermano salgáis adelante-las lágrimas se agolpan en mis ojos, no puedo soportarlo más-hoy he pasado tanto miedo... cuando dijiste que no... pensé que ese hombre desalmado..-la estrecho fuerte entre mis brazos, llenándome del olor de su pelo, sintiendo su cálido cuerpecito, cómo respira, cómo late su corazón, cómo vive, sí. 

- Zort Dravescu y Zuyla Dravescu llegan a su habitación procedentes del Patio del Castillo.

Ni dijo nada, no por ahora. Ella estaba enfadada , pero a la par tan asustada de no conocer a nadie mas allí que no sabía que hacer realmente. No tenía sueño, despues de la tensión su cuerpo aun estaba alerta ante todo. Demasiada sangre había visto ya por un día, realmente por un año o para el resto de su vida. Se dejó abrazar por su madre, y escuchó lo que tuvo que decir para solo añadir una cosa

Madre...tenemos que rezar...y, mañana me gustaría ir a la capilla del castillo. Murmuró bajito sin dejar de mirar la puerta, temiendo que alguien entrase. Ella no lo sabía, pero en cuanto tocara la cama, caería rendida en los brazos de morfeo.

Lo cierto es que respondió Zuyla a las preocupadas preguntas de su padre nada me tocó, ni sufrí ningún ataque extraño. Simplemente intentaba hacer memoria, recordar las aptitudes sobrenaturales de los vampyr, ya que el maestro Maserrak y yo debatíamos sobre los extraños sucesos de la noche. La manera en que la mujer Basarab resistió la acometida del caballero de los Cárpatos depertó recelos en el maestro.

Y de pronto confesó mientras se recostaba en la cama, aún débil comencé a marearme y caí al suelo, como si no tuviera fuerzas ni para sostener una espada...

Zort negó con la cabeza, un poco resignado.

- Tendremos que tener mucho cuidado Zuyla. Al aprecer este lugar es una hervidero de seres extraños. Hoy he visto a Valru desangrar una persona con sus colmillos y luego saltar por las paredes del castillo como si nada. La velocidad del Caballero de los Cárpatos es sobrehumana, y el propio Duque...

Acercó una pequeña silla a la cama para hablar en voz baja y no esforzar su dolorida espalda.

- Sé que nunca lo hemos hablado, menos desde lo que pasó con Vladimir. Nunca quisiste entrar en detalles acerca de las Colinas de Maramures, pero creo que necesito que me cuentes todo lo que sabes acera de los Vampyr... Solo sabiendo sus debilidades podremos cuidarnos.