Partida Rol por web

Dhaeva 2: El Caballero de las Tinieblas.

Transilvania: 1) Alba Iulia: Castillo de Balgrad. - Estancias de invitados.

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05/05/2014, 22:20
Dama Dubieta.

Poco más de un minuto después, la dama Dubieta salió de sus aposentos. La mujer salió vestida con ropas bastante más sencillas que aquellas usadas para las reuniones de la corte, probablemente por comodidad, y en cierto modo le sorprendió ver aquel pequeño grupo reunido, y el haber sido requerida de aquel modo. Sin embargo, no dejó que su rostro lo expresara, cambiando ese gesto por una leve sonrisa dirigida a su prima.

-Buenas noches, prima. Disculpa la demora, me estaba asegurando de que mi pequeño Tiberiu durmiera plácidamente. ¿Que se te ofrece en esta noche?

Notas de juego

Pnjotizada. 

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07/05/2014, 17:48
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.

-De hecho te he estado buscando durante todo el día, prima. Pero supongo que has optado por no salir de tu habitación. Vengo para que hablemos, y hagamos un planteamiento común. Nosotras... nosotros... -y abarcó con la mirada a todos los presentes- somos los Szantovich, y somos en quienes podemos realmente confiar, los únicos con los que contamos ahora mismo. ¿Has hablado con el Capitán...? Me temo que no hay noticias de mi esposo ni de Durius. Ni de los... asuntos por los que se fueron. Pero yo...

Radovina hizo un gesto extraño, una especie de estremecimiento, recordando algo.

-...he tenido un sueño. Ya sabes cómo soy... me ocurren esas cosas de vez en cuando. Y aunque su naturaleza era muy imprecisa, me inquieta. No sé si... no deberíamos plantearnos abandonar el castillo, Dubieta... o prepararnos para luchar y seguramente morir en él...

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07/05/2014, 21:29
Guardia Tomescu.

Tomescu sólo se movió para llamar a la puerta de su señora. Volvió con rapidez a su posición, manteniendo la mirada al frente y respirando con tranquilidad. Quizá la Dama Radovina le ponía algo nervioso, pero en esa familia era algo tan común que el guardia Tomescu se había acostumbrado. Sus brazos colgaban con apariencia despreocupada, pero su mano estaba al alcance de la empuñadura de su espada.

Antes de que saliera de la habitación, Tomescu ya sabía que se aproximaba Schaar. Y, unos segundos más tarde, el caballero apareció por la puerta y habló con Radovina. No a mucho tardar, su señora hizo su aparición. Parecía extrañada de que se realizara esa reunión.

Tomescu permaneció en su puesto, pero sin dejar de prestar atención a lo que allí se decía.

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09/05/2014, 18:34
Guardia Boru.

No era su conversación, pero sus oídos y sus ojos seguían allí. Comprendía (o podía intentarlo) la preocupación de su Señora por para su marido, pero aun así le parecía exagerada, pues hacía poco más de 24 horas que había partido. Demasiado poco tiempo para enviar un mensaje a su esposa.

Lo único que le preocupaba eran aquellas palabras sobre sus sueños, sueños de muerte, ruina y destrucción. Le inquietaban. ¿Abandonar el castillo? ¿Luchar? ¿Morir? ¿Qué es lo que había visto? Sin duda, su fiel guardián moriría con gusto por defender a la Dama Radovina. Solo esperaba que aquel funesto destino no debiera cumplirse para ninguno de los presentes.

Y si debía alzar en armas el castillo... ¿Por qué no se lo dijo directamente al capitán de la guardia?

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10/05/2014, 16:56
[...] Dubieta Szantovich.

Las palabras de su prima no la sobresaltaron. Radovina era una mujer peculiar, siempre lo había sabido y ahora se confirmaba. Si bien no estaba a gusto con incluir a los guardias en la planificación no se negó a sopesar la situación. La mirada hacia Baru dejaba claro que no lo conocía, pero si estaba allí es que contaba con la confianza de su prima.

Tomescu era leal. Fin del planteamiento.

- Hablemos en un lugar más adecuado. Sugiero vuestra amplia estancia, prima. Me temo que Tiberiu sigue dormido...

Al girarse hacia Tomescu vio un fallo en aquella situación. ¿Iba a dejar a su retoño solo? Sin embargo, tampoco podían hablar con comodidad en la suya, pero no era imposible vigilar la entrada desde la alcoba de su prima.

- Vayamos pues...

Ya en un lugar más adecuado sentía que por lo menos podrían hablar con mayor soltura, aunque daba la sensación de que las paredes de aquel castillo tenían vida propia, y ya estaba notando que adquirían la figura de carceleros para los invitados.

- Tomescu, quédate cerca de la puerta. Estando entreabierta seguiremos teniendo nuestras necesidades cubiertas.

Hasta ahora Dubieta no había mostrado gran preocupación, mas parecía estar reunida para comentar una inofensiva salida al exterior. Ahora, bajo la privacidad, su actitud cambió notablemente.

- Morir no es una alternativa, Radovina. Sin embargo, como estamos descubriendo, el castillo atrae a la muerte con gran facilidad -Miró a Schaar, y aunque parecía que iba a decirle algo prosiguió-. Confío en tu sueño, en tu inquietud -No había ni un ápice de escepticismo en sus palabras-. Un gran peligro nos acecha, no tengamos duda de ello. La conspiración que se cierne bajo estás piedras pronto llegará a oídos del Duque y entonces... Eso si estamos vivos para ver su llegada, pues como he dicho la muerte se jacta de jugar entre estas paredes.

Vio el lado positivo de aquella reunión. El factor numérico haría que por una vez se vislumbrara algo de luz en toda aquella trama, eso si llegaban a algo.

- Schaar, ¿qué posibilidades tenemos de salir del castillo sin levantar sospecha? Me temo que hacerlo de una vez estaría fuera de nuestro alcance. Eso si consideramos que una vez fuera vamos a tener serios problemas a la hora de explicar, si debiéramos en un futuro, tal conducta.

.

Notas de juego

PD: he supuesto que aún seguíamos en el pasillo, porque no me queda claro si la estancia de Dubieta tiene una antesala. Prosigo como si fuera así, de lo contrario me avisan y edito para adaptarlo.

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14/05/2014, 21:10
Schaar Dvy.

Schaar se queda pensando unos instantes y luego mira tanto a las damas, como a Tomescu y a Baru. Entonces empieza a reírse

Si nos vamos, el duque cuando regrese nos considerará traidores, y con razón. Además, o mal no lo conozco, o el petrimetre que besa los faldones de vuestro esposo, si logra llegar hasta el duque, le llenará la mente de mentiras- tras esas reflexiones Schaar guarda un instante silencio y continúa- Este es el castillo de nuestro señor. No creo conveniente que yo me ausente. Sin embargo que las damas se marchen y se lleven a Tiberiu y a una escolta. Lo que pienso... yo me quedaré aquí, junto a Baru, defendiendo el lugar y el honor de mi señora, de mi pequeño señor, y de la esposa del segundo caballero. Y mientras las damas y Tiberiu, protegidos por Tomescu, se marcharán a algún lugar seguro. Eso creo que es lo mejor que podemos hacer. Y si alguien me llega a decir que iba a hacer estas tonterías hace unos meses aseguro que lo mato 

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17/05/2014, 17:37
Guardia Tomescu.

Sí, mi señora contestó Tomescu cuando le guiaron hasta las habitaciones de Radovina. Antes de entrar, observó a un lado y a otro del pasillo, para comprobar que no había nadie. Como un acto instintivo tras ver tantas cosas en ese castillo, tocó las pareces cercanas a la puerta, como si así comprobase la inexistencia de personas o seres en esos lares. Entró tras los demás y juntó la puerta, dejando lo justo abierto para echar un ojo de vez en cuando y mantener el oído alerta ante posibles pisadas o voces. Tiberiu estaba sólo en su cuarto, así que podía correr peligro.

Medio escuchó el planteamiento de la dama y de Schaar. En otra situación, hubiera protestado. Él no tenía nada que hacer contra aquellas criaturas sobrenaturales, y todos lo sabían. Si lo que buscaban era buscar una manera para escapar lo menos escandalosa posible... El caballero Schaar moriría tan rápidamente como ellos salieran por la puerta. Estaba convencido.

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21/05/2014, 00:17
[...] Dubieta Szantovich.

-¿Lugar seguro? Ese es otro problema.

Debían escoger entre quedarse o intentar marcharse. Asumir el peligro o la traición. Si la ambición de un par no fuera tan descomunal no tendría lugar la conversación, pero cuando dos bestias jugaban a ser los amos...Tuvo una idea, algo burda en principio, pero sería una buena idea para comprobar hasta qué punto estaban encerrados.

- Una visita al pueblo -comentó como si la seguridad de los presentes no estuviera en juego-. Anunciemos una visita al pueblo para... comprar telas. Las damas de la Corte necesitan vestuario nuevo y hacerse de paso con el favor de algún ambicioso vendedor -Su tono casual y el movimiento de su mano restando importancia hacía ver que era una práctica habitual visitar tiendas textiles y costureros con el fin de beneficiarse mutuamente.

Añadió más cimiento a la idea.

- Obviamente no podrá desplegarse toda una comitiva, pero lo que quiero comprobar es hasta qué punto somos invitados o prisioneros. Y no, Schaar, no pienso dejarte en un matadero -A nadie, de hecho-. Si conseguimos salir estoy convencida que harán que nos sigan, si salimos... En caso negativo sugiero que no montemos un escándalo y asumamos que la prohibición se debe a nuestra seguridad. Por el contrario...

¿Hasta qué punto dejaría que saliera con su hijo fuera de los muros? Su mente comenzaba a enlazar posibilidades, pero iría con cuidado ya que esta vez los planes abarcaban a varios.

- Casi con seguridad no podrá venir Tiberiu. No hay que ser estratega para darse cuenta de la influencia que ejerce sobre mí -Suspiró, era un tema que no pensaba tratar por el momento-. Pero el hecho mismo de que no venga es un punto a nuestro favor para hacer las comprobaciones necesarias, no sospecharán que tramamos algo sin mi hijo -Cosa que era cierta-. Ahora mismo desconocemos los caminos más seguros o si suenan tambores de guerra. Propongo algo menos arriesgado antes de poner en peligro a mi hijo. ¿Es más factible?

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21/05/2014, 16:39
Schaar Dvy.

Schaar escucha atentamente a Dubieta y asiente

Creo que no es mala idea, mi señora... sin embargo, permitidme ambas damas reflexionad unos instantes en voz alta. Los basarab no tienen muchos hombres, apenas medio centenar de hombres sin instrucción. Es verdad que los hijos basarab, y el boyardo, son enemigos terribles. Pero en modo alguno invencibles. Y una fortaleza es una buena defensa- mira a las dos damas y luego prosigue- No pretendo ser sacrificado, Dubieta. No tengo alma de mártir, y morir no es precisamente lo que más me apetece. Sin embargo debo velar por vuestros intereses, y por los de Tiberiu. Tras la invasión esta pequeña.... rebelión, si es que se trata de eso, está condenada al fracaso. Quien se alce contra el duque será arrasado. Y sus aspiraciones probablemente sentenciadas. Con lo que, en realidad, nuestras opciones están limitadas. Mi única preocupación es que el primer y el segundo caballero hayan podido traicionarnos. Pero aunque no puedo decir que confío en ellos sin mentir- al decir esto hace un gesto como de disculpa a la dama Radovina- lo cierto es que no creo que desafiaran el poder del duque. Dicho esto, creo que lo mejor es, en efecto, que ambas miréis en el pueblo, y comprobéis, con la excusa de las telas, un lugar a donde poder huir. También considero que es bueno que alguien os acompañe, y sigo pensando que Tomescu es una buena opción. Tras vuestras indagaciones, volved, y marchad con Tiberiu y con Tomescu. Y Boru y yo nos quedaremos protegiendo las tierras y propiedades del duque. De ese modo vuestra familia y estirpe podrán mantener, cuando regrese el duque, vuestra lealtad.   

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21/05/2014, 22:17
[...] Dubieta Szantovich.

El levantamiento por parte de los Basarab parecía inminente, más aún con el Duque de viaje y los Caballeros principales ausentes. Sin duda el castillo quedaba moralmente desprotegido, y en cuanto a fuerzas defensivas...

- Estamos descubriendo que no todo es lo que parece, Schaar. ¿De verdad conocen la verdadera naturaleza de los Basarab? ¿Cuántas bestias o criaturas no humanas pueden estar en sus filas? -Señaló con un gesto suave hacia el pasillo, que no hace demasiado había contenido un breve pero revelador encuentro-. No doy nada por fracasado hasta que sucede, y una actitud confiada no me atrae en absoluto. Hay hombres que valen por cinco, o más...

Sus palabras eran un ejercicio de observación.

- Por otro lado, me parece razonable salir sin los guardianes principales de las Damas, sería menos sospechoso y nos permitiría recabar información de forma más eficaz -¿Pero hasta qué punto estaba enraizada la desconfianza?-. Ahora mismo unos sirvientes leales serían de gran ayuda, se mueve mucha información en las estancias más evitadas por los nobles y sin embargo las que mayor movimiento tienen.

En aquellos momentos desearía tener a su alcance una sirviente que pudiera moverse con comodidad por el castillo, pero en su intento por mantener un perfil bajo...

- No olvidemos que nuestra premisa es mantener alejado el peligro de nosotros, y no por ello la finalidad de nuestros actos tiene que ser únicamente abandonar estas paredes. Mi padre solía decir que antes de llegar a un castillo debía recorrer un camino -Un sutil cambio para no decir "castillo a conquistar"-. Así que... paso a paso y con discreción. Y añado que mantener una postura neutra nos podría beneficiar a la llegada del Duque.

Observó a los presentes en busca de implicación, de cualquier idea beneficiosa que los mantuviera a salvo.

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21/05/2014, 22:32
Guardia Tomescu.

Con vuestro permiso dijo Tomescu, sin abandonar su posición y tras echar otro vistazo a la rendija que habían dejado al juntar la puerta.

Salgamos como salgamos, no dejaran que las señoras abandonen el castillo sin protección. Y no me refiero a hombres de su confianza, mi señora continuó, haciendo una leve inclinación con la cabeza. Seguro que le asignan una escolta, y no será difícil de esquivar. ¿Cómo pretende esquivar a unos guardias? Sin intención de ofender, mi señora.

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22/05/2014, 12:19
Guardia Boru.

Le inquietaba y preocupaba que Su Señora no hablara. Se quedó en silencio, esperando a que Radovina diera su opinión, pero no fue así. Aquello hizo que Boru la mirara de reojo, con cierta inquietud. Había sido idea suya venir a hablar con su prima, y que no hablara ahora, que la tenía delante, lo desconcertaba.

Aun así, estaba siguiendo la conversación desde un segundo plano. No hablaría si no se lo pedía su señora primero. no daría su opinión si esta no era la de Radovina, y por supuesto, pasara lo que pasara no se separaría de su señora si no era por orden directa de esta.

A él, salir del castillo le parecía un error. Fuera, no solo sería presa de sus enemigos, sino también de cualquiera con intenciones de amansar una pequeña fortuna rápidamente a cualquier precio. Y en caso de lucha, los gruesos muros del castillo les darían una ventaja que no tendrían fuera. Solo hacia un día que habían partido, y todo aquello le pareció exagerado... pero por supuesto, guardó silencio hasta que se pidiera su opinión, o tuviera que actuar por causa mayor.

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26/05/2014, 10:51
Schaar Dvy.

Por unos largos minutos Schaar no dice nada, pensativo ante las palabras de su señora Dubieta, y el silencio de la dama Radovina. Quizás esté esperando, precisamente, a que la dama Radovina intervenga, pero ante su silencio, vuelve a tomar la palabra.

Mi señora Dubieta.... el futuro siempre es oscura maleza. Pero como ya os he comentado en alguna ocasión, sólo hay una persona en todo el castillo cuya capacidad como espadachín y guerrero creo puede igualar la mía, el esposo de la dama Radovina, el segundo caballero, Iacobus. Creo que dejar caer el castillo, y estad segura que sin mi y sin el primer y segundo caballero el castillo caerá, sería firmar la sentencia de muerte, si no de vos y de vuestro hijo, de vuestras aspiraciones. Y se lo importante que son para vos las mismas. Os ayudaré y asistiré en todo lo posible, lo sabéis. Moriría por vos y por Tiberiu. Precisamente por eso, yo seguiré en el castillo. Con el guardia Boru, si la dama Radovina da su consentimiento. Mientras, para el caso que vuestra indagación de resultado, Tomescu os llevará a ambas y a Tiberiu a un lugar seguro. 

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26/05/2014, 12:45
15 - El Diablo.

DUBIETA, SCHAAR:

- Es la noche del 3 al 4 de mayo de 958.

- Estáis conversando, cuando de repente una increíble agonía golpea vuestros cuerpos. Ambos notáis claramente la sensación de dos espadas atravesando completamente vuestros cuerpos, cada una impulsada por una terrible fuerza sobrenatural.

- Después de la agonía, la oscuridad y el vacío, seguido de una amortiguada sensación de ser punzados con lanzas, mientras alguien se entretiene en desmembraros y cortaros la cabeza...

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03/06/2014, 10:21
Schaar Dvy.

Repentinamente, el dolor. Un dolor intenso, cegador, profundo, terrible. La sonrisa, levemente irónica, desaparece de la cara de Schaar, que palidece visiblemente, y se ve obligado a apoyarse en la pared mientras evita dar un grito de dolor. El caballero cierra los ojos, con fuerza y, por unos instantes, parece a punto de derrumbarse. Sin embargo saca fuerzas de flaqueza y, como si adivinara que también la dama Dubieta iba a sufrir similar dolor, la toma del brazo, con suavidad, apoyándola para evitar que se desplome.

El hombre respira profundamente, con los ojos fuertemente cerrados, como si un intenso dolor acabara de traspasarlo.

- Lo que haya de hacerse... - dice finalmente abriendo los ojos, e irguiéndose- ... mejor será hacerlo pronto. No tenemos tiempo - tras esas palabras mira a Dubieta- Mi señora, ¿os encontráis bien?

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03/06/2014, 19:40
[...] Dubieta Szantovich.

Miró a Tomescu, tal vez no se había explicado bien.

- Cuento con que una de las posibilidades es esa. La guardia estará protegiendo, no siendo imprudente metiéndose en medio de la conversación de las damas de la Corte. Hasta ahora sólo tenemos suposiciones, sugiero planear sobre seguro.

Escuchó la preocupación de su Caballero para luego posar su mirada en Radovina. Numerosas trabas se iban apilando poco a poco, pero estar pendientes a un asedio dificultaba la posibilidad de salir al exterior. No era una opción abrirse a base de acero y sangre por los pasillos del castillo, no con Tiberiu. Era posible que su prima tuviera una salida ante el atolladero.

- Prima, ¿os apetece pasar la mañana en el pueblo? O como mínimo averigüemos si se nos permite salir al exterior -Sonrió levemente.

Súbitamente se llevó una mano al cuello mientras la otra ahogaba un grito agónico. El dolor era extremo, inhumano. Mientras su respiración se aceleró comprendió que el vacío se había instalado en su alma, pero debía ser fuerte e impedir que la desazón nublara su juicio. Otra vez...

- Nos quedamos sin tiempo -logró decirle en apenas un susurro, pero necesitó un momento para recuperar algo de compostura-. Estoy... -Palmeó suavemente su brazo al tiempo que una sonrisa, que no iluminó sus ojos, habló por ella.

Era consciente que el resto necesitaba una explicación sobre lo que acababa de suceder, pero ni ella misma estaba totalmente segura.

- No eres la única peculiar en nuestra familia, Radovina. Los Szantovich siempre hemos marcado la diferencia -Un breve silencio hizo el paréntesis necesario para proseguir-. Si no llegamos ahora a un acuerdo descansemos y mañana a primera hora actuemos con celeridad.

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04/06/2014, 19:32
Guardia Tomescu.

Primero Schaar y después Dubieta. A Tomescu le hubiese gustado fruncir el ceño, acercarse a ambos y preguntar... Muchas cosas. Pero tanto tiempo en esa familia le servían para saber que no era algo demasiado extraño y que era mejor no preguntar. No dejaba de ser un simple guardia, solo eso.
Un súbito pensamiento le vino a la mente ¿Y Tiberiu? se preguntó mientras miraba otra ves a través de la rendija. Si el caballero y la dama habían sufrido ese ataque extraño, era muy posible que el pequeño también lo sufriera. Y quizá él no sabría mantener el silencio...

Se removió intranquilo. No iba a decir nada, pero Tomescu pensaba que ya era momento para concluir la conversación

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04/06/2014, 22:13
Director II.

TOMESCU:

- Vigilas el sueño de Tiberiu, duerme plácidamente, feliz como sólo un niño noble de su edad puede serlo.
 

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08/06/2014, 13:25
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.

No había una opción que no supusiera riesgos en todo aquello, y Radovina lo sabía. De ahí su prolongado silencio, mientras evaluaba las posibilidades y daba tiempo a que alguno más de los presentes se pronunciaran. No se le escapó la preocupación que parecía asaltar a Boru ante su silencio, pero no había nada que temer, al menos no en su callada pose. 

-Podemos intentar pasear, aunque en caso de que se dé la oportunidad de irnos del castillo... ¿Deberíamos hacerlo? Es la capital del ducado, además de una fortaleza sólida. Y quién sabe como se nos recibiría en otros lados...

Pocos segundos después de pronunciar estas palabras, comprobó el ataque que sufrieron tanto su prima como Schaar Dvy. La mujer se sobresaltó ante lo repentino de aquello, abriendo los ojos como platos y no acertando más que a llevar las manos a su rostro para tapar el gesto de asombro que había abierto su boca. Sin embargo, aquello pasó casi tan rápido como vino, dejando a Radovina con muchos interrogantes. La explicación de su prima, más que despejar alguna duda, consiguió afirmarlas aún más.

"¿Los Szantovich?" pensó con bastante duda, mientras dedicaba una fugaz mirada a Schaar, que también parecía haber sufrido. Sin embargo, no era momento de indagar en aquello.

-Prima, ¿qué os ha ocurrido? ¿Os encontráis bien? Quizás deberíamos posponer el plan...

Notas de juego

Pnjotizada.

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09/06/2014, 22:00
Guardia Boru.

Todo pasó bastante deprisa, mucho más de lo que a Boru le habría gustado. Schaar hizo lo propio como caballero y guardaespaldas. Lo mismo que él haría, sin dudarlo un solo segundo. Y no había terminado sus palabras, cuando tanto aquel caballero como su señora, mutaron sus expresiones en una de dolor y silenciosa agonía. Su reacción más inmediata fue ponerla a ella a salvo, fuera lo que fuera lo que sucediera.

Se adelantó un paso, un rápido movimiento llevado más por la pasión y el deber que por la razón o raciocinio. su segundo paso fue para colocarse delante de Su Señora, protegiéndola con su cuerpo, protegiéndola con su vida si fuera necesario. Quizás a ojos externos, aquella reacción fuera desproporcionada. A ojos de un experto, aquella reacción había sido llevada por un devoto por su deber.

Entonces, cuando lo que fuera que pasara pasó, Boru retrocedió con la cabeza agachada, sin decir palabra, dejando que fueran sus acciones los que hablaran por él.

Ahora, en aquel segundo plano, el hombre se percató de una expresión que ambos afectados por aquel extraño mal repitieron. Se acaba el tiempo. Miró a Tomescu, durante apenas medio segundo esperando leer en sus facciones si aquello era normal.

La respuesta le encogió el corazón, porque si el hombre no se había inmutado, era porque no era la primera vez que sucedía. Las preguntas que realizó Su Señora fueron las mismas que ahora su alma se hacía.

¿Qué acababa de ocurrir?