Partida Rol por web

Dhaeva 2: El Caballero de las Tinieblas.

Transilvania: 1) Alba Iulia: Castillo de Balgrad. - Habitaciones privadas de Durius de Slobozia.

Cargando editor
02/11/2012, 12:54
Sirvienta Enrietta.

Con las manos temblando intenté cerrar los ojos y no mirar el suelo de la habitación. Todo era una masacre, prefería no quedarme mucho rato allí, los cadáveres no eran buena compañía.

Oh, Vasilov, no pienso dejaros aquí con... bueno, preferiría no tener que ver esto todo el rato. - suspiré y una lágrima recorrió mi rostro aunque preferí no mirar el suelo - Le agradecería que me acompañase a la habitación de nuestro señor, no quisiera estar sola, no ahora.

Me mantuve al lado de Vasilov y entré en la habitación de Durius con él.

- Con referencia a lo del capitán, no sé qué le ocurrirá pero todo pinta a ser una enfermedad grave. Una simple enfermedad no te hace sangrar así, creo yo.

Miré a Vasilov con tristeza, mirándole a los ojos esperando algún gesto que tranquilizase mi alma. Mis manos no habían parado de temblar y las lágrimas surgían solas cuando recordaba a mi señor Durius en el suelo, creyendo que estaba muerto.

Cargando editor
02/11/2012, 15:57
Lacayo Vasilov.

Pobre criatura... no para de temblar...

Vasilov se sentó junto a Enrietta rodeándola con su brazo al tiempo que tomaba su mano - Tranquila Enrietta os aseguro que todo ha pasado... nuestro señor está vivo y esa bestia recibirá su merecido... de unas manos o de otras... lo peor ha pasado - su voz calmada en tono sincero

Cargando editor
02/11/2012, 16:17
Sirvienta Enrietta.

Cuando Vailov me rodeó con su brazo y tomó mi mano me tranquilicé bastante, aunque aún temblaba un poco. A mi voz le costaba salir, tenía un pequeño nudo en la garganta.

¿Qué... qué cree que habrá pasado en el salón? ¿Qué habrán hablado el Duque y nuestro señor Durius? - suspiré de nuevo y miré al suelo de la habitación, donde horas antes Durius había pasado su mano por mi rostro - Solo espero que ese... ser o monstruo, como queráis llamarlo, pague por esto... Si tan duro es y por muchos ataques que recibiese no iba a recibir daño, no había necesidad de... esto. - apreté suavemente la mano de Vasilov - Espero que realmente reciba su merecido, una discusión o pequeño arrebato de odio no implica tener que matar así... ¿no? Aunque claro está que Iacobus no es un simple humano, al menos no tras lo que hemos visto.

Esperaba que Durius llegase pronto, quería saber qué había ocurrido y a qué conclusión habían llegado él y el Duque.

¿Dónde estás...? Mi señor, mi todo ¿Dónde estás, Durius?

Cargando editor
02/11/2012, 17:59
Lacayo Vasilov.

- No hay motivo para preocuparse... nuestro señor es el Primer Caballero e incluso sin ello Iacobus actuó de la peor forma posible al entrar así y reaccionar de una manera violenta y desmedida... homicida... el Duque sabrá ver la verdad - respondió convencido - Es un perro agresivo y descontrolado que ha reaccionado ladrando a su amo por corregirle... el Duque se ha dado cuenta -

Cargando editor
02/11/2012, 20:31
Sirvienta Enrietta.

Miré a Vasilov de nuevo, mis ojos seguían irritados por el dolor y mis mejillas aún tenían algunas lágrimas cayendo.

Espero que tenga razón, Vasilov, de veras... ojalá esté en lo cierto - Miré al suelo.

Apoyé mi cabeza en el hombro de Vasilov y caí en un pequeño llanto, necesitaba desahogarme un poco, todavía la tensión estaba recorriendo mi cuerpo y mi corazón necesitaba relajarse, aunque solo podría relajarse del todo cuando Durius regresase.

Cargando editor
05/11/2012, 19:49
EL TIEMPO TODO LO VENCE.

FALTAN DOS HORAS ESCASAS PARA EL ALBA.

Cargando editor
05/11/2012, 19:51
Guardia Feudal.

- Dos guardias feudales a las órdenes del Capitán Zarak abren la puerta que conduce a la antesala de las estancias de Durius.

- El Caballero Durius de Slobozia entra en la estancia seguido del Lacayo Mikail.

- Ve claramente la luz de la antorcha que se le cayó al morir al Sargento Dominik, ahora la sostiene Vasilov. La luz viene del dormitorio de Durius, donde también está Enrietta.

Cargando editor
05/11/2012, 19:53
Director II.

DURIUS DE SLOBOZIA:

- Has bebido suficiente sangre de Mikail estos años para saber que no ha utilizado truco sobrenatural alguno para esconderse entre las sombras todo este rato. Es pura destreza humana, extraordinaria sin duda, pero mundana.

Cargando editor
05/11/2012, 20:24
Durius Tremere de Slobozia.

Había atravesado el patio y finalmente accedido a sus dependencias. Su mirada no se detuvo en nada, al igual que sus pasos continuaron, incluso cuando pronunció unas pocas palabras.

-Sigueme a mi habitación, Mikail, príncipe de las sombras.

Cuando entró en sus cuarto, vio a Vasilov sosteniendo la antorcha y a Enrietta junto a él. Junto a Mikail, era lo que quedaba de su pequeña familia, de su rebaño.

-El Duque ya ha dejado clara su voluntad -mencionó a los presentes-. Podría dejar que Mikail os lo contara, pues fue testigo de prácticamente todo cuanto allí se dijo, oculto a los ojos del propio Gyula y de sus guerreros de sangre. No me andaré con rodeos. El Caballero de los Cárpatos goza de su inmunidad y cuanto aquí ha ocurrido será ocultado bajo la mentira que se considere más pertinente. No podéis ni debéis hablar. Al igual que yo. Hacerlo os costaría la vida y no deseo muerte alguna para ninguno de vosotros. De modo que tan solo deberéis seguir viviendo, callando y llorar en duelo a los que ya no están. Habrá cambios. Nuevos rostros pasarán a ocupar los de los finados para ocuparse de sus tareas. No os resultará sencillo, pero así habrá de ser. Y añadiré que ninguno de vosotros deberá cruzarse con Iacobus Radoslav. En breve, acudirá aquí uno de los guerreros de sangre de nuestro Duque. En dicho momento, exigirá intimidad de modo que no habréis de esar presentes. Pero mientras tanto, Mikail -dijo volviéndose hacia el lacayo-, considero que has sido mis ojos y mis oídos en el tiempo en que las sombras fueron tu hogar. Dime qué has visto y oído, pequeño -la mano diestra de Durius acarició suavemente el perfil de Mikail, desde su sien hasta la barbilla, rozando su mandíbula con afecto.

Cargando editor
06/11/2012, 01:38
Lacayo Mikail.

El lacayo realizó una profunda reverencia, un tanto retorcida por las inclemencias de aquella nefasta noche. - Mi señor, no se imagina cuan grande fue mi alegría cuando atravesó las puertas del salón principal. Me encontraba planeando mi huida de Alba Iulia. - Dijo sin ningún reparo el desesperanzado truhán.

- Luego de escapar del acero asesino del caballero de los Carpatos, corrí hacia el patio gritando a viva voz el ataque a su persona. Llegué al salón y fue allí donde vi al capitán de la guardia de sangre durmiendo. No me atreví a despertarlo, con mi suerte, me habría partido a la mitad con su arma antes de articular palabra alguna. Me escondí en aquel rincón y allí permanecí hasta que despidieron a Vasilov y a Enrietta, momento en el que me escurrí detrás de ellos antes de que la puerta se cerrara. - El sinvergüenza repasaba la secuencia y agradecía a todo el panteón eslavo.

- El capitán alertó al Duque y salió del lugar. Más tarde volvió seguido del asesino y su escudero. Allí se presentó el Duque y pidió explicaciones. Tenía la esperanza de que acabaran con el malnacido, pero se excusó diciendo que vuestro mayordomo había asesinado a un guardia y él sólo le daba caza. - Realizó una pausa para luego agregar - Fue entonces cuando el Duque pidió vuestra presencia. Me imagino la sorpresa del carnicero de los Carpatos cuando la puerta se abrió y reveló vuestra figura. Mi corazón volvió a latir en ese momento, mi señor. Lo que sucedió luego creo que ya lo sabe. Me mantuve en mi posición a la espera de poder aparecer en un momento oportuno. Ese momento no llegó y tuve que retirarme antes que me descubrieran.-

Su mirada recorrió el lugar manchado de sangre y regado de los cuerpos de sus compañeros, una mueca de preocupación se instaló en su rostro. - ¿Que será de nosotros ahora, mi señor? - Interrogó finalmente.

Cargando editor
06/11/2012, 13:27
Lacayo Vasilov.

Vasilov se levantaba con una mano en la daga al escuchar pasos, viendo de quien se trataba recibió a su señor con una profunda reverencia - Mi señor... - no articuló más palabra escuchando atento lo que Durius Tremere tenía que decir

Mikail... está vivo... me alegro... ¿nadie le vio? si que debió de ser difícil... ah... eso explicaría la sombra que creí ver en el patio...

 

Cargando editor
06/11/2012, 14:19
Sirvienta Enrietta.

Cuando entraron Durius y Mikail en la habitación dejé de temblar, al menos había un superviviente más, por decirlo así.

- Oh, gracias a Dios - dije en un suspiro - mi señor, Mikail, me alegro de veros.

Hice una reverencia y me mantuve en mi sitio, debía escuchar cada palabra de mi señor y acatar sus órdenes. Quería saber qué había ocurrido y escuché a Mikail en silencio, asintiendo y asombrándome ante el talento que mostró tener con el sigilo.

Cargando editor
06/11/2012, 16:26
Durius Tremere de Slobozia.

¿Qué será de nosotros ahora, mi señor?

La pregunta pareció reverberar en el aire tras ser formulada por Mikail y ante el expectante silencio de Enrietta y Vasilov, fue evidente para Durius que aquella era también su pregunta. Mas hacer una pregunta era labor sencilla. No tanto el responderla adecuadamente.

-Vuestras vidas no corren peligro, pues del mismo modo que Gyula Kadar desea tener cerca a su protegido Caballero de los Cárpatos, también desea, por otras razones más mundanas, que perdure yo en mis funciones. Mas algo he extraído de esta funesta noche, una lección amarga pero necesaria -Durius alcanzó una silla para sentarse en ella con un gesto de alivio-. No os preocupéis. Sanaré. Pero hoy, todos, hemos recibido heridas que no curarán con igual rapidez. Y hemos visto como cuanto creíamos sólido y seguro ha sido barrido sin esfuerzo. Por lo tanto, he de labrar un nuevo futuro. Para mí y para vosotros, pues sois cuanto realmente poseo. Hemos de obrar con prudencia y cuidado. Quiero que en todo momento mantengáis abiertos vuestros ojos y oídos, prestos a recoger cualquier rumor, por nimio que sea. En los establos, en las cocinas, en los pasillos. Pero a un tiempo, sed cautos. Si os preguntan por los acontecimientos de esta noche, no digáis nada. Alegad ignorancia y en ningún caso, dejéis que os provoquen con puyas o chanzas. Ved, oíd y callad. Esos deben ser nuestros primeros pasos. Y para un futuro inmediato, es claro que he de obrar en un sentido muy concreto -su mirada verde pareció relampaguear-. Nada puedo desvelaros por el momento, pero tendréis un papel crucial, más allá del de simples vasallos. Mas por hoy, es suficiente. Descansad. Habrá tiempo para las palabras, para los hechos, para la justicia y para la venganza.

Cargando editor
06/11/2012, 19:10
Lacayo Mikail.

 

El lacayo suspiró profundamente, y encaró a su compañero. -Será mejor que hagamos algo con los cuerpos. - Dijo para ubicarse sobre el cadáver del sargento para empezar a registrarlo. Mientras hurgaba entre la sangre y la ropa, decía entre dientes. - Bien hará Flaviu en dormir por las noches con un ojo abierto y abrazado a su querido caballero. Porque si le llego a poner las manos encima...¡Oh, si! Eso sería agradable. Si, si... - Así decía mientras una risa apagada brotaba de su garganta acompañando una media sonrisa.

Notas de juego

Quiero desvalijar al sargento.

Cargando editor
06/11/2012, 21:20
Lacayo Vasilov.

... para los hechos, para la justicia y para la venganza.

Vasilov asintió ante las palabras de Durius con firmeza, resuelto; Mikail se disponía a toquetear los cuerpos destrozados y el cochero observó el proceder sin moverse - Será mejor no tocar los cuerpos hasta que nos lo indiquen... -

Cargando editor
06/11/2012, 21:50
Durius Tremere de Slobozia.

-Dejad esos cuerpos en paz -un matiz de peligro asomó y el verde de los ojos de Durius pareció oscurecerse como un mar embravecido.

Cargando editor
06/11/2012, 22:43
Sirvienta Enrietta.

Me quedé de pie, ni siquiera sabía que decir. Cuando Mikail se puso a toquetear el cadáver del sargento Dominik me dio un escalofrío, decidí cerrar los ojos por un instante y tragué saliva. ¿Qué iba a ser de todos nosotros ahora?

Confiaría en mi señor y acataría sus ordenes, no podría hacer otra cosa, solo obedecer y callar. Y aunque mi corazón continuase latiendo con fuerza cada vez que posaba su mirada sobre mi rostro, no podía hacer nada más que observar, tragar saliva para no llorar y aguantar el nudo en la garganta.

Cargando editor
07/11/2012, 01:52
Lacayo Mikail.

El lacayo se detuvo en el acto mientras iba borrando su sonrisa paulatinamente. Se incorporó mientras miraba al noble - Mi señor, el alba se acerca y con ella el movimiento en el castillo. Haríamos bien en mover los cuerpos, esconderlos para luego darles sagrada sepultura. Por otro lado, las cosas que puedan tener encima si no las aseguramos nosotros, alguien más lo hará. - Dijo en tono preocupado, seguramente quien lo conociera sabría que se trataba de un interés más por las pertenencias que por el disimulo de la nefasta escena, aún así era sincero.

Cargando editor
07/11/2012, 16:25
Durius Tremere de Slobozia.

-Nadie robará sus pertenencias, si es lo que te procupa, Mikail. Yo mismo me encargaré de que eso no ocurra. Ahora haced lo que os pedido e id a descansar. Lo necesitáis; todos lo necesitamos pero yo hay asuntos que aún he de atender y que me mantendrán en vilo por un tiempo. Esto es un cementerio así que os aconsejo durmáis en las cocinas. Han puesto guardia ante mis puertas, así que no hay peligro alguno -comentó cínicamente. Aquella guardia servía tanto para quien entraba como para quien salía.

Cargando editor
07/11/2012, 19:57
Sirvienta Enrietta.

Hice una reverencia y miré a mi señor.

Que descanse, mi señor. - miré a Vasilov y a Mikail - Voy a la cocina, si quieren venir conmigo no habrá problema, sino, buenas noches.

En silencio me dirigí hacia la puerta de salida.