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[DM08/20] La Telaraña

⋩ Capítulo 5: Festejos II (Lyonell + Morna) ⋨

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19/08/2020, 22:13
Narración

4º día del Herrero. Mes del Doncel. Año 242 D.D.

Cuarta hora de la noche.

Lugar: Aposentos de Lord Lyonell.

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19/08/2020, 23:58
Lord Lyonell Haffer

Lyonell se sentía confuso. No esperaba que uno de sus guardias abriera la puerta para anunciarle la presencia de Morna. Conociendo a la mujer, debía haber sido él quien fuera a buscarla... pero apenas había tenido tiempo.

Morna estaría, como mínimo, furiosa. Lo sabía. Estaría desconcertada… y todo lo ocurrido le habría pillado de sorpresa. Seguramente, estaría decepcionada. Y eso era lo que peor llevaba Lyonell.

Esperó a que el guardia diera paso a Lady Morna, y en cuanto el hombre cerró la puerta y les dejó solos observó a la mujer que había amado en secreto durante tantos y tantos años. Los ojos de Lord Haffer estaban enrojecidos y denotaban que habría pasado al menos un rato llorando. Estaba de pie en el centro de la estancia, pero en una esquina, cerca de la cama, reposaba la misma mesa de la noche anterior... Con una nueva botella de vino completamente vacía y tumbada sobre la mesa. Y otra nueva botella de vino abierta y comenzada. La copa a medias reposaba en las manos de Lyonell.

- Posiblemente soy la última persona que querríais ver ahora. Y lamento no haber acudido antes a buscaros... – Comenzó tratándola de vos. – Como mínimo os debo una disculpa. Más de una, en realidad. Lo siento. Por los Siete que lo lamento todo, Lady Morna. – No se permitió el lujo de no usar el título de ella. Aunque estaban a solas. Aunque nadie más podía escuchar aquella conversación, Lyonell la estaba tratando con la cortesía propia que se debía... incluso con cierta distancia.

Habían sido demasiadas cosas… demasiado por lo que pedir perdón. Aunque todo originado por lo mismo. Se preguntó si Morna lo sabría. Si sabría hasta qué punto le afectaba a él su presencia. Hasta qué punto pensaba en ella. Cómo de lejos estaba dispuesto a llegar…

Tanto que prácticamente había destruido su propia Casa, y había arruinado su relación con la propia Morna. Lo que fuera…

Le daba igual todo. Agachó la cabeza e hincó una rodilla en el suelo sin levantar la mirada. Extendió el brazo y dejó la copa en el suelo lo más lejos de él que pudo.

- He cometido demasiados errores. – Empezando por realizar aquella treta para exponer a Hazzea. Continuando por su conversación con Ser Clarinthe… y prosiguiendo por su confianza en el maestre de los Tully cuando estaba claro que no podía haberse permitido aquel lujo. Eso por no contar con haber amenazado al propio Esthal con desenvainar su espada… Aunque Lyonell debía admitir que el hombre le había provocado en numerosas ocasiones con sus salidas de tono, e incluso insultándole. - Y no tengo medios para compensaros por ello. Solo me queda mi vida… Vuestra es. – Dijo solemnemente.

- Tras lo ocurrido, y viendo que nadie en aquella sala pareció creer mis palabras… O aun así no gustaron… Creo que lo mejor es que me aparte de la futura nueva Casa. – Indicó en referencia a la casa que se formaría con la unión entre Urthen y Bessa. – No habrá más Haffer. Yo seré el último, - Valder también cambiaría su apellido al de la nueva casa, - pero no debéis preocuparos ninguno por mí. Mi futuro está en otra parte... si perdonáis mi vida, claro. -

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20/08/2020, 00:14
Lady Morna Hawick

Morna había entrado, cerrando la puerta a su espalda, y echando la llave. Portaba una máscara de frialdad, que se había convertido en turbación, y pese a todo, preocupación, al contemplar a Lyonell en aquel estado. Observó la botella de vino vacía, y los ojos rojos que adornaban su cara- Lyonell, ¿pero qué...?- acertó a decir, sin comprender, acercándose, con una ceja enarcada. 

Lo vio hincar la rodilla. Declararse culpable. Pedir perdón. Morna inspiró por la nariz, profundamente, mientras guardaba silencio, mirando hacia un lado, mientras apretaba los labios. Notaba cómo le ardían las pupilas, de indignación, y de rabia - Hazme el favor de levantarte.-dijo, esperando, casi rígida, a que volviera a ponerse en pie. Lo contempló entonces, rabiosa, y notándose al borde de las lágrimas, soltó su mano, sintiendo cómo la ira hervía al contemplar aquel rostro arrepentido, fragmentándose en mil pedazos al resonar su mano contra la mejilla de Lyonell, en lo que era una bofetada recia, que si bien no contenía mucha fuerza debido a la poca disciplina física de Morna, ardía sobre la piel. 

Había lágrimas, en el rostro pétreo de Morna, mientras sacudía la mano y clavaba sus pupilas contraídas en él, como dos saetas incandescentes- Eso no representa... Ni una cuarta parte del dolor que me hace sentir, el hecho de haber sido... Utilizada, humillada, y traicionada por ti. -dijo, notando cómo la voz se le quebraba, al final de aquella frase. 

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20/08/2020, 00:41
Lord Lyonell Haffer

¿Utilizada, humillada y traicionada? Lyonell no era capaz ni de parpadear. Se había puesto en pie en cuanto ella se lo ordenó.

Tragó saliva. Apenas notaba el golpe que acababa de propiciarle Morna, probablemente debido a la cantidad de vino ingerido.

Abrió la boca para responder, pero al principio casi solo tartamudeó. Se obligó a concentrarse, a recuperar en parte la poca compostura que podía reunir, y a responder.

- Nunca fue mi intención utilizarte o traicionarte. - Respondió. Aun tenía la mirada gacha. No se atrevía a mirarla a los ojos... - No lo pensé... Me sentí tan traicionado que... actué. Actué sin pensar... - Explicó mientras levantaba un poco la mirada y se atrevía a cruzar sus pupilas con las de ella.

Estaba apretando los puños con mucha fuerza, aunque tenía ambos brazos pegados al costado.

- Puede que ni siquiera tú lo supieras... Pero ni siquiera pensé en ello, o en lo que podía implicar para ti. - Reconoció. - Hazzea ha sido mi familia durante más de dos décadas... Y todo ese tiempo me ha estado manipulando. - Trató de explicar a Morna.

- No miento... Puedo enumerarte un sinfín de ocasiones en que Hazzea, pudiendo beneficiar a los Haffer, acabó por beneficiar más a los Hawick... Tú podrías haber sabido el por qué. Yo nunca pude ni olérmelo hasta que tú me lo contaste. Sí... creo que Hazzea no haría nunca nada directamente en nuestra contra - dijo hablando de sus hijos y de él mismo... - Pero no puedo confiar en una persona que antepone el bien de otra Casa a la propia. - Reconoció. - No puedo... - dijo negando con la cabeza.

- Me contaste lo del bardo. Me pediste ser tú la que se lo dijera primero y me callé. Pero salió el tema en la conversación y le pregunté. Le pregunté directamente para darle la oportunidad de contármelo. Ella sabía que yo odio las mentiras. No me gusta que mis hijos tengan secretos para conmigo, pero es algo natural... forma parte de la relación entre padre e hijo... Pero cuando son temas que pueden afectar al futuro de la Casa... No tolero las mentiras. - Explicó. - Ella sabía todo esto. Le pregunté y me mintió a la cara. - Continuó. - No solo me mintió sino que acusó a los Vance de ser ellos los causantes del asunto del bardo... - Si Lyonell no hubiera sabido la verdad por boca de Morna, aquello podía haberse complicado, y mucho. Muchísimo.

Aquel sentimiento de traición era, como mínimo, parecido al que estaba sintiendo Morna con el comportamiento de Lyonell durante la reunión.

- Perdí la razón y actué sin pensar... Los Haffer tenemos fama de reflexivos pero esto... esto me superó. - Reconoció sin apartar su mirada de la de ella. - Y siento de todo corazón haberte arrastrado a ello. - Si lo hubiera pensado... se habría percatado de que estaba afectando negativamente a Morna y los Hawick... y habría llevado el asunto de otra manera.

- Nunca pretendí utilizarte... ni sabotear la negociación o estropear la boda... - Agachó la cabeza. - Aunque al final es lo que he conseguido. -

La mirada de Lyonell, al estar apuntando de nuevo al suelo, buscó inconscientemente la copa que aún contenía algo del preciado líquido. Pero enseguida hizo acopio de voluntad y apartó esos pensamientos de su mente. Ahora debía estar sereno.

- Me marcharé lejos... No tendrás que soportar mi visión durante mucho tiempo. Solo hasta la boda. No volveréis a saber de mí. No quiero que mi deshonra afecte en modo alguno a la nueva familia que va a crearse... - Urthen y Bessa formarían  una estupenda pareja... Y con Morna aconsejándoles seguro que llegarían lejos.

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20/08/2020, 01:05
Lady Morna Hawick

¿Y qué tenía que ver todo eso con lo que le dijiste a Ser Clarinthe? ¿Me pides cautela con el tema de la hermana de Lady Gianna y sin embargo lo usas a la primera de cambio? - le reprochó, antes de patear su copa, enviándola al otro extremo de la habitación- Y en cualquier caso, por los Siete, aquello fue una confesión arrancada por tortura. Bien podía ser una mentira flagrante, la del bardo. Y de hecho, hablé antes de dormir con Hazzea. La cuestioné directamente, con lo que me dijo ese deslenguado. Y me juró y perjuró que ella no había sido. El muy desdichado podría haber gritado cualquier cosa, con tal de que no le rompiésemos todos los dedos de la mano.-declaró, secándose las mejillas, con el dorso de la mano- Y ahora me vienes con lloriqueos, te arrodillas, y balbuceas que te vas con tu deshonor a otra parte, tras haberme tachado con la marca de la conspiración delante del emisario Tully. ¿Te vas para eludir tus malditas responsabilidades? ¡Bien! ¡Todo un caballero! 

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20/08/2020, 01:18
Lord Lyonell Haffer

- A Ser Clarinthe nunca le conté nada concreto. Simplemente le dije lo que os conté a todos en la reunión. Que había otras opciones... Que no me importaba ser vasallo de los Vance, pero que no tenían por qué ser ellos quienes se emparejaran con los Tully. No tuve malas palabras para con Guileon, al contrario que ella... que tildó a vuestro pupilo de patán, niño indiscreto y sediento de gratitud... Pero como ves, el maestre Debian toma fragmentos de conversaciones sacados de contexto, agita el avispero y usa lo que le interesa. - Respondió con rabia.

- Sí, me preocupaba que desposaran a Clarinthe con Guileon, pero no por el muchacho, sino por su madre. - Reconoció. - Y sin entrar en detalles avisé a Clarinthe de que aquello me preocupaba. - No había dicho nada del asesinato cometido años atrás por Gianna. Se frenó un momento. El vino le estaba haciendo aflojar la lengua. - Miento... Sí se me escapó lo de permitir a la serpiente dormir en su alcoba... - Reconoció, aunque por sus palabras parecía quedar claro que se había referido a Gianna, en lugar de Guileon... Pero quizá incluso Clarinthe no lo hubiera entendido. 

- Me pudo la ira y esa condenada muchacha... Ser Clarinthe, es capaz de hacer perder el temple a cualquiera. - La conversación con Ser Clarinthe, sobre todo al principio en lo que concernía a Urthen, le había resultado a Lyonell la más frustrante casi de toda su larga vida.

- No he estado muy lúcido, y he cometido bastantes errores. - Admitió de nuevo. - No soy una persona de la que te puedas fiar ahora mismo... - Dijo negando con la cabeza. Alzó la mirada. 

- Y no, no voy a eludir ninguna de mis responsabilidades. Afrontaré lo que sea y haré cuanto esté en mi mano por compensar mis errores. Solo te informo de que, es posible que tras la boda sea mejor que no relacionen a mi nombre con la nueva Casa. - Explicó. 

Morna le comentó más acerca de la confesión del bardo, e incluso sugirió que podía haber sido una confesión falsa... fruto del dolor. Lyonell lo sopesó un instante.

- Puede que fuera una confesión falsa.. Pero también puede que Hazzea te haya mentido a ti también. - Indicó a Morna. - Piénsalo. ¿Cuál era el objetivo del bardo? Perjudicar a los Vance... Hazzea lleva malmetiendo contra los Vance desde que llegamos. Desde antes de los festejos. - Le indicó. - Abordó a algunos de los invitados diciendo que los Vance estaban conspirando contra ellos, incluso malmetió a Urthen y Valder diciéndoles que Guileon quería matar a Urthen. - Explicó mirando a Morna.

- ¿Tiene Hazzea alguna afrenta personal que vengar con los Vance? - Preguntó. De pronto una idea peregrina azuzó su cabeza. Morna y Hazzea eran hijas del mismo padre pero... - ¿Sabes quién fue su madre? No creo que sea eso, pero no querría descartar nada... Sinceramente creo que algo hay... y mi ex-Maestre no ha desaprovechado cada oportunidad que ha tenido para tratar de desprestigiar a los Vance. Sinceramente creo que fue ella quien contrató al bardo, y nos ha mentido a ambos. - Declaró.

Morna le recriminó mientras se secaba las mejillas. Lyonell estuvo tentadísimo de alzar la mano y secarle él aquellas lágrimas, pero no pudo.

- No lloro, ni balbuceo ni menciono el deshonor. El honor ha muerto. - Dijo muy serio, y casi parecía que hubiera recuperado la serenidad por un instante. - He faltado a mi honor dos veces en toda mi vida. - Le dijo, y Morna debía saber perfectamente a qué dos veces se refería Lyonell... - Y una tercera que... ya no tiene remedio... No soy un hombre de honor, Morna. No soy digno de ser llamado Caballero. Da igual lo que haga o diga a partir de ahora... No sabes cuánto... - Aquello parecía turbar a Lyonell sobremanera.

- He tirado mi vida a un pozo sin fondo. Procura ayudar a nuestros hijos para que no caigan en el mismo. - Dijo finalmente. - Yo ya estoy perdido. -

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20/08/2020, 02:11
Lady Morna Hawick

Maldita sea Lyonell, eres un un idiota- dijo, frunciendo el ceño -- ¿En qué momento pensaste que eso podía ser una buena idea? -- preguntó, sin entender cómo el señor de una casa como la Haffer cometía un error tan flagrante. Suspiró, entrecortadamente, llevándose una mano al nacimiento del pelo, sobre su frente, mesándoselo, mientras caminaba hacia donde se encontraba el vino, y las copas, para servirse - No, está claro que no puedo fiarme. No sabes qué demonios hacer con lo que sabes. No sabes mantener la boca cerrada.- dijo, bebiendo un buen trago. 

No sé quién es la madre de Hazzea, ni si tiene una afrenta personal con los Vance.  Y aunque lo supiera, ¿de qué me serviría decírtelo?  Lo acabaría vomitando como arma arrojadiza, o acabarías hablando de nuevo de lo terrible que es que alguien apoye el apellido Hawick. Mi apellido. El de la casa de la que soy Señora, ¿recuerdas? Así queda claro para todos que mis méritos son fruto de la conspiración y no del trabajo arduo ni de mis sacrificios personales,- dijo, airada, aunque con la voz dolida, crispándose al volver a oírlo hablar del honor. De u honor perdido. Reparando entonces en algo que la hizo volver a mirarlo, inquisitiva- ¿Una tercera vez? - cuestionó, con un tono que no invitaba en absoluto a intentar cualquier evasiva.

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20/08/2020, 02:39
Lord Lyonell Haffer

- No es terrible que nadie apoye tu apellido, Morna. Pero sí es terrible ser utilizado por alguien de tu propia Casa, para que ayude a otra… aunque sea la tuya. Mejores acuerdos, más beneficios… cuando había que escoger entre una ruta u otra se escogía la vuestra, aunque fuera más larga… Al escoger entre un producto u otro, se escogía el vuestro con la excusa de la calidad… En su momento todo parecía coherente, pero… Morna. Tú tenías que saberlo. No sé si sabías que era cosa de Hazzea, o si pensabas que era cosa mía. Pero ha sido un trato de favor sutil y disimulado durante muchos años. Y no niego que, seguramente, de haberlo sabido, yo mismo lo habría hecho. El problema está en cómo lo ha hecho Hazzea. – No lo dijo, pero si Morna lo sabía… si sabía que no era cosa de Lyonell, y aun así también había callado… Aquello era peor aún. Al menos para Lyonell. Estaba cegado por el amor, pero no iba a ser ciego toda su vida. La cuestión era hasta qué punto iba a permitirse seguir ciego.

- Te lo dije… No debí hacerlo como lo hice, pero me pudo la ira y el sentirme traicionado por Hazzea. – Explicó de nuevo. – Sé que has trabajado duramente para que tu Casa medre, y no creo que haya sido nada fruto de la conspiración… Pero Hazzea… Hazzea no puede seguir en mi Casa ni con los míos. – Dijo firmemente convencido.

Entonces Monra mencionó la tercera falta. Lyonell tragó saliva.

- No me pidas que te conteste a eso, por favor. No volverías a mirarme a la cara. -

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20/08/2020, 02:43
Lady Morna Hawick

- Yo misma he optado por opciones que favorecían a tu Casa, más de una vez. No he sido consciente de manipular ninguna decisión tuya, pero, ¿de eso se trata? ¿De dinero ?- preguntó,  enarcando una ceja, dejando el tema de su hermana de lado, al observar su reacción hacia sus pesquisas sobre esa tercera falta, palideciendo al escucharlo- ¿Cuál es la tercera falta?- preguntó, de nuevo, está vez con un tono exigente, a la par que angustiado.

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20/08/2020, 02:50
Lord Lyonell Haffer

Lyonell cerró los ojos al escuchar la pregunta de nuevo. Su rostro casi palideció.

- Sabes lo que siento por ti. Sabes lo que he sentido por ti desde siempre... - Comenzó. Abrió los ojos, buscando la reacción de ella cuando se lo contara. Preguntándose si le miraría horrorizado, o si le mandaría ejecutar... o si lo aceptaría... o qué demonios pasaría.

- No podía soportarlo más... Creí que solo una cosa se interponía entre tú y yo... Y no me importa ni me importaba lo que piense nadie... Solo había una cosa... Una persona... -

Y encima era odioso. Y estaba constantemente provocando y faltando al respeto a Lyonell... Pero lo pero eran las muestras de afecto que Morna le había estado profesando en todo momento...

Agachó la cabeza. - Aunque quisiera, ya no puedo pararlo. Ya es tarde para él. Tiene su tiempo contado. - Sentía vergüenza por haber hecho aquello.

- No hay pruebas de nada, y nadie más lo sabe... Haz lo que debas. - Añadió mirándole a los ojos.

- Siempre fuiste tú, Morna. Todo lo que he hecho... al final, lo hice por ti. Por estar contigo. Aunque por lo que he hecho quizá no pueda ser. -

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20/08/2020, 10:37
Lady Morna Hawick

Morna se quedó petrificada. Durante lo que pudo haber sido tan sólo un instante, o quizá toda una eternidad. Su cuerpo pareció incluso olvidarse de respirar, mientras sus pupilas temblorosas y atemorizadas contemplaban a Lyonell, con estupor.

- ¿Qué has hecho, Lyonell?- dijo, en lo que era un susurro quedo, antes de reaccionar, agarrándolo del cuello de la chaqueta que llevaba puesta, apretando los puños, mientras tiraba y lo zarandeaba- ¡¿QUÉ DEMONIOS HAS HECHO, Y CON QUÉ DERECHO?!  - gritó, con el rostro contraído en una mueca de angustia, notando de nuevo cómo las lágrimas manaban sobre sus lívidas mejillas, mientras sus manos perdían fuerza, quedando, apoyadas, sobre su pecho- No... Dime que me estás mintiendo.- exigió, implorante, cerrando ambos puños- Tú no has hecho algo así... Tú no... - sollozó, quebrada.

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20/08/2020, 11:53
Lord Lyonell Haffer

¿Tú no has hecho algo así? El peso de aquellas palabras acabó por derrumbar a Lyonell que cerró los ojos y dejó que algunas lágrimas escaparan y recorrieran sus mejillas.

Notó que no podía sostener su propio peso con sus piernas, y con cuidado buscó apoyarse y finalmente sentarse en la cama.

Temblaba... Arrepentimiento... miedo... La mierda del honor y lo que todo el mundo pensaba de él...

- La Hermandad de los Dedos Punzantes... - Musitó como si eso fuera suficiente. - Asesinos profesionales... - Añadió a modo de aclaración, aunque suponía que Morna habría oído hablar de ellos dada su fama. Apoyó los codos en las rodillas, y se sujetó la cabeza con ambas manos mientras se inclinaba hacia adelante. Notaba una sensación de vacío en el estómago...

Sabía que Morna nunca se lo perdonaría... Pero una vez cometido el error y sin poder frenarlo en modo alguno... él tampoco sería capaz de seguir viviendo si Esthal moría y existía la más mínima posibilidad de que él y Morna estuvieran juntos basados en una mentira. Había sentido la necesidad de confesarlo, y era ahora cuando se daba cuenta de que así tampoco podría tener nada con Morna.

Lo suyo era imposible, y ahora... con lo inestable que se encontraba Lyonell... menos aún.

No estaba mintiendo... No podía concederle eso a Morna... Y no, en efecto él no tenía derecho... Pero aun así... los celos habían sido superiores a su voluntad. Los celos y la tentación. Vislumbrar la posibilidad de una ínfima esperanza, que ahora se esfumaba y se escapaba de entre sus dedos.

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20/08/2020, 13:41
Lady Morna Hawick

- Deshazlo.-dijo, deshecha- Diles que no lo hagan. Por los Siete. Ésto no debe pesar sobre tu consciencia, y mucho menos sobre la mia.-musitó, quedando en pie cuando él se arrastraba hacia el borde de la cama, llevándose una mano al pecho, sintiéndolo encogido.

Contemplaba a Lyonell, y sentía que no podía respirar. Siempre había tenido la sensación de estar jugando con fuego, cuando se entrometía en su vida, cuando lo incluía de manera indebida en la propia. Pero nunca había imaginado que aquel intercambio, aquel secreto inconfesable, pudiera tener aquellas implicaciones- Te he malogrado. Nunca debí meterme en tu cama... -declaró, apretando, sobre su pecho- Los Siete me han castigado. -dijo, absolutamente empalidecida.

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21/08/2020, 02:23
Lord Lyonell Haffer

- Contactar con ellos lleva su tiempo. - Respondió. - Y solo sé cómo hacerlo desde Puño del Río... - Y regresar a Puño del Río supondría una travesía de 6 o 7 días de viaje desde Fuerte Floresta. Era imposible.

Eso por no hablar del tiempo que tardaran los asesinos en contactar con sus hombres enviados a hacer el trabajo. 

Apenas quedaba tiempo para la boda, y ése era el tiempo que le quedaba a Esthal.

Negó con la cabeza. - Nunca debiste meterme en tu cama. - Admitió. Aquello solo les había traído desgracias a ambos.

Lyonell estaba abatido... Vencido y derrotado como nunca se había sentido en toda su vida.

- ¿Por qué...? - Preguntó a Morna. - ¿Por qué no me contaste lo de Bessa...? Permitiste que fuera ignorante todos estos años... Y ahora la gente habla a nuestras espaldas... -

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21/08/2020, 09:42
Lady Morna Hawick

Oírlo repetir sus mismas palabras, y lo que era peor, declarar la manifiesta dificultad de revocar su decisión, hizo que Morna enterrase la cara entre las manos, mientras respiraba profundamente, tratando de contener el llanto que parecía querer romperla. Negaba, desconsolada, apretando los dientes, sintiendo cómo el peso de aquella sentencia la aplastaba

La siguiente pregunta de Lyonell provocó que alzase el rostro, con los ojos anegados, contemplando al hombre con franca estupefacción- Quién... ¿Quién te ha dicho eso?- preguntó, notando cómo a penas le salían las palabras- ¿Cómo que hablan a nuestras espaldas?

 

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21/08/2020, 09:55
Lord Lyonell Haffer

El rostro de Lyonell apenas podía expresar lo que sentía. Morna no lo estaba negando. No lo negaba.

Su primera reacción cuando Urthen se lo dijo había sido incredulidad... Ira porque alguien pudiera calumniarles de aquel modo. Rabia porque Urthen pudiera creer algo así... Pero Morna... Morna no.

- ¿Es verdad o no? - Preguntó con voz firme. Agachó la cabeza. Sus manos se cerraron, mientras apretaban formando un puño cada una.

Lyonell se incorporó lentamente de la cama, y se mantuvo en pie mirando hacia el suelo.

- Ha sido Urthen. Estaba indignado porque a él también le han llegado rumores. - Elevó la mirada para que sus ojos se cruzaran con los de Morna. - Casi lo mato con mis propias manos hasta que me di cuenta de lo que estaba haciendo... - Explicó mientras respiraba pausadamente para controlarse. ¿Por qué Morna no había tenido una reacción similar? ¿Acaso Lyonel había reaccionado así por efecto del alcohol? No... Estaba convencido de que estando sobrio se habría indignado igualmente ante una acusación así. Pero Morna no parecía indignada... Parecía... ¿preocupada?

- Entonces empecé a echar cuentas... - Se acercó a Morna, se agachó y posó una mano en su hombro. - Si es verdad... ¿por qué no me lo dijiste? - Podían haber hecho algo... Podían haberse preparado, o ... quién sabe. Bessa era su hija... Lyonell estaba casi seguro. Y se había perdido dieciocho años de su vida. Podía haber hecho más visitas a Fuerte Floresta con cualquier excusa, o haber organizado alguna para que la propia Bessa visitara Puño del Río... Tanto tiempo perdido. Tanta sin razón... Y ahora.

Ahora...

- Morna... - Lyonell esperaba una respuesta. - No me contestes con evasivas... Dime la verdad, por favor. -

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21/08/2020, 23:48
Lady Morna Hawick

Morna levantó la mirada. Había angustia, había tristeza. Pero sobre todo, había ira en su mirada- Escúchame bien.-dijo, con los ojos enrojecidos y las mejillas húmedas- Me da igual lo que ocurriese entre nosotros. Me importa poco... Si fue tu semilla, o la de Esthal, la que acabó por llenar mi vientre. No lo sé. Nunca terminé de saberlo. Y es algo que he dejado hace tiempo de plantearme.-se llevó una mano al vientre- Bessa es mi hija. MI hija, Lyonell. Tu semilla poco tiene que reclamarme. Vas a arrebatarle a su padre. Al hombre que la ha criado, que la ha arropado, la ha visto crecer y la ha enseñado a usar el arco. SU padre. -las palabras salían, dificultosas, entremezcladas con cada sollozo, mientras apoyaba los puños cerrados, de nuevo, sobre su pecho.

Poco importa tu semilla, ¿lo entiendes? Bessa es la hija de Esthal. Y de nadie más. Y te juro... Te juro por todo lo sagrado, que como se te ocurra enarbolar tu maldito honor, como se te ocurra... Echar ese veneno sobre Esthal, después de lo que has hecho, arremeteré contra todo lo que más quieres. Aunque no estés. Aunque te vayas lejos. - declaró, con un temor casi palpable, con un estremecimiento profundo, pero como si aquello fuese una sentencia firme, firmada con la propia sangre. 

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22/08/2020, 01:22
Lord Lyonell Haffer

Me da igual lo que ocurriese entre nosotros. Me importa poco...

Las palabras de Morna retumbaron en su mente, y sobre todo, en el corazón de Lyonell.

A él no le daba igual. Le había importado y mucho. Todo lo que había sucedido los últimos dos días era un suma y sigue en la ya larga lista de cosas que no funcionaban, no lo habían hecho, y nunca lo harían en la posible relación entre Morna y él.

- Escúchame bien. Bessa a todos los efectos seguirá siendo hija de Esthal. Siempre. - Dijo a Morna mientras se mantenía frente a ella y le ponía una mano en cada brazo, sujetándola con suavidad y obligándola a mirarle a la cara.

- Urthen y Bessa seguirán adelante con la boda. Nadie sabrá nada, y si alguien osa abrir la boca lo más mínimo lo mandaré ejecutar por calumnias. - Afirmó vehemente. - Pero... a Urthen no le gustan las mujeres, y es hermano de Bessa. No podemos permitir que tengan descendencia entre ellos. - Dijo convencido. Había estado a punto de suspender la boda, pero sus hijos le habían frenado.

- Urthen seguirá siendo Lord a todos los efectos, pero no tendrá que cumplir como marido en ese sentido para Bessa. Ya buscaremos a alguien decente para que conciba un heredero con ella. Aunque habrá que avisar a Bessa de todo esto... Sin decirle lo de su padre, si lo prefieres. - No hacía falta decirle que Lyonell era su padre, pero sí las preferencias sexuales de Urthen, y qué solución proponían ambas familias.

- Cualquier otra cosa. Dónde esté yo, o qué me pase... no importa. Lo único importante son Urthen y Bessa - y Valder también para Lyonell - y su futura familia. - Explicó.

Con todo lo ocurrido, y llegados a ese punto y situación, Lyonell tenía cada vez más claras sus escasas opciones. No iba a permanecer en Fuerte Floresta más días de los imprescindibles tras la boda.

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22/08/2020, 10:01
Lady Morna Hawick

Morna alzó el rostro, impelida por las manos de Lyonell. Su expresión era la de una niña perdida. Lloraba, y apretaba los dientes. Lo miraba preparada, dispuesta a recibir cada una de sus recriminaciones, y a juzgar por su tensión, a contestarlas. Una tensión que se deshizo, dando lugar a la incredulidad y a la confusión, deshaciendo su gesto contraído y aflojando sus puños, sobre el pecho de Lord Haffer.

No... No puedo decirle eso a mi hija. No puedo. Ama a su padre. Me odiaría.- dijo, sintiendo cómo, algo, en su pecho, se encogía un poco más. Había miedo. Un profundo miedo en su mirada. Y de eso se trataba, a aquellas alturas. Del miedo. Poco importaba ya lo que dijesen otros. Morna no podía soportar la idea de contemplar la decepción, la recriminación, o el odio, en el rostro de su marido, o el de su hija. Quizá, Lyonell nunca había contemplado aquella expresión en ella. 

Y lo cierto era que no sólo el pensar en la posibilidad de perder el amor de una hija, o la lealtad incondicional de un marido, originaba aquel temor abyecto. No. Muy a su pesar, pero sin que pudiese en absoluto negárselo a si misma, la idea peregrina de, además de perder a su marido, perder a Lyonell para siempre, acabó por encoger su pecho, arrancando de su garganta un sonido lastimero. 

El lamento de un animal herido, que se abrazaba Lyonell, al hombre que podía arrebatárselo todo, al hombre que ahora, sabía la verdad- Sí que importa... -dijo, con los ojos anegados en lágrimas- No podía decírtelo. No podía... Todos estos años. Pensé que romperías mi vida. Que te llevarías a mi niña.-confesó, deshecha- No puedo odiarte. No puedo después de que me hayas dado lo que más amo en la vida. Mi Bessa, mi niña... - sollozó, mientras apoyaba el rostro empapado, sobre su pecho. 

 

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23/08/2020, 00:29
Lord Lyonell Haffer

- Por eso. - Aclaró Lyonell. - Bessa no tiene por qué saber que soy su padre... o que es probable que lo sea. - Matizó. Comprendía perfectamente aquello, y él no tenía intención alguna de reclamar ese puesto, o algún tipo de atención por parte de Bessa.

- Como te he dicho... Solo importa lo que suceda con nuestros hijos... y asegurar su porvenir. - Especificó mientras devolvía el abrazo a la mujer. Morna estaba hundida, como él... Y necesitaba consuelo. Los brazos de Lyonell podían ayudarla, aunque solo fuera un momento. Notaba su dolor, que en parte era el de Lyonell, solo que éste sentía algo más. Otro dolor... el de una certeza implacable que era capaz de acabar con cualquier hombre. La casi certeza de no haber sido amado de verdad. Lo demás, no importaba. - No deseo que los Tully, los Vance, o cualquier otro puedan manipular a nuestros hijos, o perjudicarles en modo alguno. -

Las palabras de Morna le pillaron muy descolocado... Abrió los ojos sorprendido.

- ¿Que me llevaría a tu hija? - Preguntó mientras se apartaba lentamente, sin brusquedad, de ella. - Pero... ¿Cómo pudiste pensar algo así? Si me lo hubieras dicho al principio habría tratado de ayudarte... hubiera buscado una manera... algo, lo que fuera... O te habría pedido encontrar las excusas que fueran necesarias para que visitaras algunas veces más Puño del Río con ella... o para venir yo a veros. No iba a acercarme a ella como si fuera su padre, o un viejo verde... Tú estabas casada, y Esthal a todos los efectos debía ser su padre. Cualquier otra opción os habría arruinado la vida a ambas. Jamás lo hubiera permitido. - Le explicó. Aunque ya era tarde, y el daño estaba causado. Quizá pudiera entender o comprender el punto de vista de Morna... el temor irracional de una madre.

Pero no lo compartía. Ni por cómo se había desarrollado todo.

- Céntrate en el porvenir de Bessa. Y, por favor, no seas dura con mis hijos... ayúdales si se dejan. - Añadió preocupado por las conversaciones que había mantenido con ellos y por cómo había finalizado todo.

Él ya tenía muy claro que su futuro iba a estar lejos de allí. De un modo u otro.