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[DM08/20] La Telaraña

⋩ Epílogo ⋨

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29/08/2020, 20:38
Narración

Tras aquellos días Fuerte Floresta nunca volvió a ser el mismo.

Esa misma noche las comitivas de invitados comenzaron a abandonar la fortaleza sin que se hubiese producido ningún enlace entre sus muros. Primero partieron los Haffer, con su nuevo Lord al frente y el cuerpo del anterior acompañándolos, para realizar los funerales adecuados en su hogar. 

Partió también Lady Gianna, que dejaba tras ella a su consejero y a su hijo, una vez más. El cuerpo de su maestro de armas la acompañaba para recibir reposo en Nueva Esperanza. Sin embargo, en ese viaje regresó con ella Ser Bardor, el comandante que enviaba Lady Tully para mantener bajo control el aumento de tropas que se le concedió a la Vance. 

Los Blackwood, los Mallister, los Wode... todos ellos partieron también en distintos momentos del día siguiente. 

El ejército de los Tully fue el último en dejar Fuerte Floresta. Con Lady Harriet en cabeza, acompañada del maestre Debian y su consejero, lord Mawney Stingmoon. Con ellos iba también Ser Guileon Vance, pero su heredera, Ser Clarinthe, quedó atrás, acompañando a Lady Bessa en sus primeros meses como Señora de Fuerte Floresta. 

 

¿Pero y qué pasó después?

Pues, se dice...

Se dice que diez años han pasado desde los eventos que se conocerían de ahí en adelante como La Boda Que No Fue. 

Se dice que Lord Urthen Haffer recogió los pedazos de una Casa vapuleada por las decisiones de su padre y, con la ayuda de su maestre, la levantó de nuevo. Durante años trabajó duramente, demostrando que el tiempo de estudio daba sus frutos, hasta recuperar parte de lo perdido. 

Los Tully enviaron a un administrador joven, pero amable y capaz, para gestionar la parte de sus tierras que había sido requisada. Y se dice que el joven Lord encontró más que un maestro y un amigo en lord Beryl Dome, que encontró también la mitad de sí mismo que siempre había echado en falta. Sin embargo, el momento en que el castigo llegue a su fin se acerca irremediablemente y, con él, la decisión de contraer matrimonio o conservar la libertad. 

Se dice que lord Valder y su esposa, lady Lisette tuvieron que pagar una compensación por el tiempo que ella había pasado fingiendo ser una noble, cuando era una plebeya. Se dice que ambos pretendían ocultar ese hecho, pero que alguien se fue de la lengua antes de tiempo. Y se dice que esa compensación resultó de idéntica cantidad a la que Lord Urthen debía recibir por la anulación del matrimonio. 

Lady Lisette y lord Valder tuvieron hasta siete hijos: Lyonell, Thaena, William, Urthen, Nevia, Loana y Umber, que llenaron los pasillos y rincones de Puño del Río de risas y alegría de continuo durante años. Se dice que la maestre Hazzea ayudó a criar a toda la prole Haffer, cuidando de esos niños como si fuesen propios, igual que había hecho con su padre y su tío. Y que cuando uno miraba con mucha atención a aquella mujer se daba cuenta de que aún tendría energía para criar a tres o cuatro generaciones de Haffer más. Aunque, se dice también que siempre tuvo un ojo puesto en la gobernante de Fuerte Floresta, de la que, se dice, era su tía. 

Lord Lyonell tuvo unos funerales de honor, a los que asistió su hermana Ser Alonia, miembro de la Guardia Blanca, y, se dice, que todos pronunciaron palabras emotivas en su memoria. Que todos los hijos de sus hijos escucharon las historias sobre el caballero y su honor, aunque cuando era lord Valder el que las contaba, solía aparecer la mención a una bruja, única causante de todas las desgracias y la locura de su padre.

También se dice que cuando Lady Gianna Vance llegó a su hogar encontró que su marido había muerto en su ausencia. Algunos creen que fue la conclusión natural a su enfermedad, otros que alguien lo envenenó, pero se dice que fue él mismo quien se arrebató la vida, para que su esposa pudiera contraer nuevas nupcias. 

Y así, Lady Harriet decretó que Lady Gianna se desposaría con el hermano de Lord Blanetree, lord Mathis, un hombre más joven que ella, que tardó tan sólo dos años en darle una hija. Se dice que el embarazo fue complicado, pero al fin Lady Gianna tuvo la nueva heredera que buscaba. 

Se dice que por algún motivo tanto los Blanetree como los Vance se creían herederos de Nueva Esperanza, y que aquella niña puso fin a una guerra antes de que empezase.

Sin embargo, se dice también que hubo alguien que no quedó conforme con aquel arreglo. Ser Guileon Vance, cuya posición sucesoria había sido sencillamente saltada en cuanto a los derechos de las tierras de su madre, fue desposado con Althea Mallister en cuanto ella tuvo la edad adecuada. Tuvieron dos hijos, Mawney y Vernan, antes de decidir que ya había sido suficiente. Una vez dio herederos a su esposa, abandonó su castillo para convertirse en caballero errante. Y, mientras recorría Poniente con la única compañía de su caballo, su espada y su escudera, la idea de reclamar la heredad que el Rey le había quitado comenzaba a germinar en su pecho, mordisqueando con tanta fuerza que empezó a reclutar adeptos a su causa. 

Apenas cinco meses1 después de La Boda Que No Fue nació fuera del matrimonio el primer hijo de Lady Bessa Hawick, Esthal Ríos. Se dice que no esperaron más de unas semanas antes de celebrar los esponsales que la unirían a lord Edmure Tully y que apenas un año después llegaron los primeros hijos de la pareja, mellizos, Clarinthe y Axel Hawick. Se dice que Lady Harriet siguió con atención el desarrollo de sus nietos y que pidió a Lady Bessa que definiera con cuidado cuál de los dos sería el heredero, desde el inicio. 

También se dice que Lady Bessa nunca volvió a tratar directamente con un Haffer y que prohibió la entrada de Ser Guileon a sus dominios. Y se dice que Lady Morna deseaba plantar rosas rojas en el lugar donde Lord Lyonell había muerto, pero en su lugar Lady Bessa instaló unas letrinas. En cambio, se dice que siempre cuidó los jardines de Lord Esthal con cariño y que con el tiempo llegó a ser profundamente feliz con su esposo y su nueva familia, instruyendo a todos sus hijos en el arte de la arquería, como una vez había hecho su padre con ella. 

Se dice que el nuevo consejero de Aguasdulces, lord Mawney Stingmoon nunca había sido quien decía ser y que se ganó su posición a base de interceptar los rumores adecuados. Que el lema de su casa era «Afilada es la Noche» y que se deslizaba entre las sombras como si fuese una de ellas. Que bajo la protección de Lady Harriet medró en la corte hasta obtener tierras propias que respaldasen el apellido y el blasón que la Tully le había otorgado. Y, se dice, que se convirtió en un enemigo temible para los que quisieran algún mal para su nueva Señora, en cuyo oído murmuraba todo lo que las piedras y los árboles escuchaban. Se dice que cualquiera que desafiase a Lady Harriet en presencia de Lord Stingmoon no tardaba en sufrir algún desgraciado accidente, aunque nunca nadie pudo encontrar prueba alguna que lo relacionase.

se dice que al otro lado del Mar Angosto, donde la gente aún recordaba el Alto Valyrio y la nobleza valía tanto como el oro que contenían sus arcones, una cortesana se alzó de la nada, exótica y de modales exquisitos. Ardea Aura, a la que pronto se conoció como la Rosa Dorada por el broche que siempre lucía entre sus ropas. Se dice que no tardó en hacerse un hueco y que no pocos jaques combatieron a muerte en el Estanque de la Luna para defender su belleza. Que siempre iba acompañada de la mujer de armas que era su escolta y que sus aprendices fueron deseadas y deseados por todos los navegantes braavosis. Pero, se dice, que en realidad era una mujer exiliada desde el otro lado del mar, que fue una vez una Lady descarriada que encontró en Essos un nuevo comienzo.

Se dice...

Notas de juego

1Meses de esta ambientación, que duran 7 semanas cada uno.