Partida Rol por web

"Gracias, creo que de momento no te molestamos más" - Dijo con un amplio bostezo.

Triss hizo memoria para recordar la imagen de los seres pálidos que ella había observado.

- Los seres que yo ví también tenían las marcas circulares bajo las clavículas y en la cara interna de los antebrazos, del tamaño de una manzana más o menos, y con un punto en el centro del que parecía haber manado sangre. Desde esas cuatro marcas, las venas adquirían un tono negro y se extendían hacia cuello, pecho, axilas y manos.

Me recordó a la mordida de la víbora de cabeza de cobre, pero en este caso, las marcas eran idénticas en ambos: misma posición, mismo tamaño... No creo que sea el resultado de una víbora ni de una sanguijuela, más bien parecía algo artificial, eran demasiado iguales en dos seres diferentes.

Alana, ¿sabes de alguien que tenga la magia o los conocimientos para haber construido algo así? ¿O alguien con fama de experimentar con seres vivos racionales? Sino mañana preguntaremos a los ancianos, a ver si ellos saben algo.

- Me temo que poco puedo aportar - dijo la elfa con resignación - en el pantano no hay nadie que haga semejantes cosas, no se lo permitiríamos. ¿Fuera de él? Quizá. Hace años que no piso el exterior... - hizo una pausa - Somos gente sencilla, sólo queremos vivir tranquilos siguiendo nuestras tradiciones y que los forasteros nos dejen en paz. Si no estuviéramos en una situación tan precaria jamás habríamos mandado las delegaciones.

- He de retirarme, no queda mucho para el alba y ni siquiera he tenido tiempo de llorar a mis compañeros - dijo - Nos veremos mañana. Descansad, si realmente venís a ayudarnos necesitaréis las fuerzas.

Os dirigió una última mirada y salió de la casa, cerrando la puerta tras de sí.

Sinceramente - Dijo Olíndica unos segundos después de la salida de la elfa - No se si nos habrán enviado a ayudarles, pero no parece una situación que podamos solucionar así como así. A ver que nos dicen mañana los ancianos, pero aquí pasa algo especialmente siniestro. Y para rematar no nos ha ofrecido nada para cenar.

- Estoy de acuerdo contigo, tanto pensar en buscar respuestas ¡y ni me he acordado de que tenía hambre! Mañana sin falta preguntamos por el desayuno....

Del resto de cosas, pues es todo muy raro, pero ante todo me gustaría recuperar mi memoria, no me gusta tener lagunas. Ah, y no hemos preguntado por las extrañas plantas, aunque supongo que sean otra de las cosas raras que han aparecido en los últimos tiempos.

Tras este intercambio de palabras los héroes se dispusieron a dormir. Cada uno tenía sus propios pensamientos, pero todos giraban en torno a la práctica ausencia de recuerdos y a los siniestros eventos de los que habían sido partícipes esa noche.
 

Les despertó el sonido de unos nudillos contra una puerta y Alana apareció en escena. En pocas palabras les indicó que los ancianos les estaban esperando para hablar con ellos durante el desayuno. Les indicó que la siguieran y salieron al exterior.

El sol se filtraba entre las copas de los árboles, que eran mucho más altos en esta zona, y formaba hilos de luz entre la bruma ligera que llenaba el aire templado de la mañana. Si por la noche los sonidos de animales parecían estar en todas partes, por el día el coro de gritos, zumbidos y croares resultaba hipnótico.

Había mucha menos gente en el exterior de la que se cabría esperar dado el número de casas a la vista y al verles todos se les quedaban mirando con expresión triste o preocupada.

Tras subir por una serie de escaleras de madera adosadas a troncos y cruzar tres puentes colgantes llegaron a una casa especialmente grande y labrada, en cuya puerta les esperaban varios elfos que hablaban en su idioma. Dos de ellos, hombre y mujer, destacaban dentro del grupo, pues su estatura era mayor a la de los demás, su melena era plateada en vez de rojiza o negra como la del resto y su piel era de un verde sensiblemente más oscuro.

Cuando el grupo percibió la presencia de los héroes se hizo el silencio y los dos elfos de melena blanca dieron un paso hacia vosotros.

- Bienvenidos a nuestro hogar - pronunció el elfo con una voz grave sin ningún tipo de acento élfico - Yo soy Denji y esta es Thirel, mi esposa, líderes de esta comunidad. Os damos la bienvenida y os agradecemos la ayuda que le prestasteis a Alana la pasada noche. Por favor, aceptad nuestra hospitalidad y nuestros viandas en esta triste mañana. Tengo entendido que sufrís algún tipo de mal que afecta a la memoria y que tenéis preguntas. Intentaremos ayudaros en la medida de lo posible. Por favor - dijo haciendo un gesto hacia el interior de la casa.

El interior era una versión más lujosa, pero sin caer en lo exagerado, de la casa en la que habían pasado la noche, pero esta vez había comida en la mesa....y olía bastante bien.

- Muchas gracias por vuestra hospitalidad - dijo Triss mientras se sentaba a la mesa y observaba qué comer primero.

- Como os han contado, cada uno aparecimos en puntos diferentes del pantano la noche pasada, sin recordar nada de nuestro pasado. Afortunadamente nos acabamos encontrando, y los tres tenemos en común la insignia del pecho, que por lo que parece, puede ser el símbolo del rey Andon.

Triss se decidió por un revuelto de huevos que olía especialmente bien y se sirvió mientras hacía una pausa.

- En nuestra estancia en el pantano, nos hemos encontrado con seres pálidos con marcas debajo de las clavículas y los antebrazos, desde las cuales los vasos sanguíneos se volvían negros. Las marcas a mí me parecían artificiales porque eran simétricas en seres distintos. ¿Sabéis algo de ellos? ¿Habéis visto algún animal que también tuviera esas marcas? Como veis creo que nosotros tenemos más preguntas que respuestas, así que todo lo que nos podáis decir será bienvenido.

'Uhmmmm, estos huevos están deliciosos', pensó, 'por lo menos aunque no nos puedan ayudar a saber qué está pasando, al menos comeremos bien.'

"Gracias por vuestra hospitalidad, yo me llamo Elrohir" - dijo con un ojo puesto en la comida sobre la mesa

"Como os habrá contado Alana, estamos bastante perdidos, no recordamos prácticamente nada, espero que vosotros podáis contarnos algo más ... o tal vez ayudarnos a recordar ... " 

"Además de aquellos hombres, vimos también unos extraños frutos rojos, pero no pude identificarlos, sabéis algo de ellos ?"

Disimuladamente se fue acercando a la mesa

Olíndica saludó con una leve inclinación de cabeza y media sonrisa, y mientras escuchaba a sus compañeros dar explicaciones, empezó a comer una carne con aspecto tierno y sabroso que presentaban acompañado de algún tipo de tubérculo asado. Por el momento prefería comer y prestar atención a la conversación, no tenía aun calados a esos elfos, pero la comida le estaba gustando.

Los elfos escuchan vuestras preguntas con respeto.

- Nos complace que la comida sea de vuestro gusto - dijo Thirel con una inclinación de cabeza. Su voz sonaba extraña, lejana, como proveniente de otro tiempo - Como Alana os ha dicho cada vez es más difícil procurarnos comida adecuada, pero los elfos sabemos pagar nuestras deudas.

Su mirada se movió de uno a otro de vosotros.

- Vuestro estado de amnesia es ciertamente preocupante. Quizá hayáis sido infectados por el mismo mal que afecta a nuestras tierras y ello haya afectado a vuestra memoria. De ser así me temo que poco podremos hacer para aliviaros, ya que los ritos de nuestros ancestros parecen no surtir efecto - cerró los ojos con resignación - En cualquier caso lo intentaremos.

Thirel miró a Denji.

- Haremos lo que esté en nuestra mano, pero antes intentaremos responder a vuestras preguntas-  empezó el elfo con una voz grave y retumbante -Habéis sido testigos del ataque del monstruo, así que estáis al corriente de lo que está ocurriendo en el pantano. Los animales y las plantas están, o bien muriendo, o bien creciendo a un ritmo fuera de lo normal y desarrollando comportamientos totalmente antinaturales. No es nuevo para nosotros ver a plantas exhibiendo colores poco habituales o creciendo más allá de lo habitual desde que estos cambios empezaron - dijo mirando a Elrohir - Hasta ahora no hemos visto ningún humano afectado por este mal - hizo una pausa - si no contamos vuestra pérdida de memoria, claro está - dijo mirando a Elrohir y a Triss. En cualquier caso, vuestra descripción de los vasos sanguíneos ennegrecidos lleva a pensar que efectivamente su comportamiento ha de tener que ver con ello.

Denji volvió a mirar a su esposa.

- Ya habéis visto a la naturaleza volverse agresiva - dijo la elfa sacando unas plantas con aspecto lacio y enfermo - pero la mayor parte del pantano sufre por esto -

Partió las plantas en pedazos y de su interior empezó a rezumar una sabia de color verde-azulado oscuro que desprendía un olor desagradable.

- Esta ponzoña está apareciendo dentro de plantas y animales desde hace unos meses - prosiguió Thirel - Algunos mutan y enloquecen, como habéis visto, pero la mayoría simplemente enferma y muere. Y nosotros no tardaremos en seguir sus pasos si no encontramos una solución - fijó la mirada en Olíndica - Tú eres sensible a estos cambios, puedo verlo, sabes que no miento.

Denji asintió y volvió a tomar la palabra.

- Creo que ya estáis al corriente de las delegaciones que enviamos para pedir ayuda al Rey Andon y el Duque Eric. Los elfos somos un pueblo orgulloso y no nos gusta que nuestros asuntos se mezclen con los de otras razas, pero nuestra situación es crítica. No hemos vuelto a saber de ellos. Cuando supimos de vuestra llegada pensamos que seríais sus enviados, pero dada vuestro estado actual no sé si podréis asistirnos.

Thirel se levantó y se acercó a un pesado mueble que cubría una de las paredes. Abrió una de sus puertas y extrajo cuatro pequeñas botellas, las cuales depositó en la mesa en torno a la que estáis sentados. Las cuatro parecían estar hechas de resina de árbol solidificada. Tres de ellas contenían un líquido de color claro y la cuarta tenía un líquido oscuro en su interior.

- Una muestra de la corrupción que impregna el pantano - dijo señalando la botella con el líquido oscuro. El Duque Eric es un respetado alquimista, si se la lleváis quizá sepa cómo ayudarnos. Nuestra delegación portaba otra... - hizo una pausa sin dejar de mirar las botellas - Las otras tres contienen agua de rocío recogida antes del amanecer tras una luna de sangre - explicó - es un ancestral remedio élfico para los problemas de memoria Os ayudará... - la voz pareció fallarle un instante - Quizá pueda ayudaros, aunque los antiguos métodos parecen haber dejado de funcionar - añadió con gravedad antes de volver a sentarse.

- Esto es lo que podemos ofreceros - añadió Denji - Temo que no son las respuestas que esperabais, pero si vuestro mal se debe a la misma causa que afecta a nuestras tierras al ayudarnos quizá os estaréis ayudando a vosotros mismos. En cualquier caso, decidáis lo que decidáis, os agradecemos la ayuda prestada a Alana - dijo inclinando la cabeza.

Hemos de obrar la ceremonia para que las almas de nuestros hermanos caídos vuelvan a la tierra - continuó - Si tenéis alguna pregunta más os animo a que las formuléis. Si no, sentíos libres de uniros a nosotros, o bien de terminar el desayuno y partir a donde os plazca.

Elrohir se quedó pensativo un rato, mirando al infinito mientras Thirel terminaba su discurso.

Quizá esperaba que, de alguna forma, le volvieran algunos recuerdos. Pero no sucedió.

"Volver con el duque podría ser una buena opción, quizá él pueda aclararnos lo sucedido y darnos alguna información sobre este liquido nauseabundo..."

"Aunque desconozco lo peligrosa que es la ruta de vuelta ... ¿ Podríais proporcionarnos algún tipo de mapa ?" - Pregunto a Thirel

Olíndica escuchó con atención el discurso de los ancianos elfos mientras aplacaba el hambre. Le parecía curioso que un bosque cercano a un reputado alquimista resultara estar contaminado por algún extraño mal antinatural, así como que hubieran desaparecido las dos delegaciones. Si la que habían enviado a hablar con el Rey había conseguido llegar, y ese era el motivo por el que ellos estaban allí, ¿Qué había sido de esos elfos? Lo lógico es que hubieran vuelto con ellos. Tal vez lo hicieron y ocurrió algo que dió lugar a su amnesia. Incluso no le parecía descabellado pensar que ellos hayan tenido algo que ver con el asunto en algún otro sentido... Realmente los elfos no aclaraban nada, y a saber si esas botellitas de... agua resolvían algo o a saber si incluso les sentaban mal.

Tragó el último bocado y comentó - Si no sabemos el origen de este "mal" que afecta al pantano, y nosotros no sabemos qué hacemos aquí, parece que lo lógico sería o bien hablar con el Duque o acudir a pedir audiencia con el Rey. Pero teniendo en cuenta que ambas delegaciones están "desaparecidas", parece que nuestras opciones son bastante arriesgadas. ¿Qué clase de ayuda esperabais recibir? Tal vez, antes de acabar como el resto de seres vivos del pantano, sería buena opción abandonarlo, aunque fuera temporalmente, y así proteger a vuestro pueblo de este extraño mal. - Suponía que el comentario podía escocer a los elfos, pero le parecía lo más sensato.

Triss miró las botellas que les ofrecían:

- ¿Y esto como funciona? ¿Lo tenemos que beber?

- Aparte como bien ha dicho Elrohir un mapa nos sería de gran utilidad debido a nuestra falta de memoria. ¿Podéis indicarnos cuántas jornadas se tarda en llegar al castillo del Duque Eric? ¿Y al palacio del rey Anton? Por saber la distancia entre ambos.

En la mesa aún quedaban muchas viandas, aunque los elfos lo estuvieran pasando mal, se habían mostrado muy hospitalarios. Si al castillo del Duque Eric había más de un día de camino, tal vez sería recomendable guardar algo de las sobras para el camino.

La pareja escuchó sus preguntas con atención.

 - Por supuesto, os proporcionaremos un mapa - dijo Denji - Si seguís nuestras indicaciones podréis salir del pantano con facilidad. Una vez en el exterior, el camino del norte os llevará al castillo del Duque Eric en dos jornadas, tal vez menos. El camino a palacio es más largo, no llegaréis antes de dos semanas - hizo una pausa y fijó su vista en Olíndica - Nuestro pueblo lleva en este pantano más tiempo que los hombres sobre la tierra. Este es el hogar de nuestro pueblo y aquí seguiremos. Encontraremos la manera, con o sin la ayuda de los humanos.

Hizo una pausa y respiró profundamente - Sí, el rocío de luna de sangre ha de beberse para obtener su bendición - dijo en dirección a Triss - Sois libres de tomarlo cuando consideréis adecuado.

Si no hay más preguntas, hemos de despedir a nuestros caídos - dijo haciendo ademán de levantarse.

- Muchas gracias por vuestra ayuda. Si no os importa cogeremos algo de las sobras del desayuno que se puedan transportar para el viaje. Lamentamos mucho la muerte de vuestros amigos y esperamos contribuir a que todo se solucione.- dijo Triss. 

Luego se dirigió a sus compañeros:

- No se muy bien que es esto del rocío de luna de sangre. Elrohir, ¿en ese libro tan gordo tuyo viene algo? Si queréis me ofrezco a probarlo yo primera, creo que es mejor que lo cate alguien en vez de hacerlo todos a la vez.

"A mi me gustaría asistir a la ceremonia, es lo menos que podemos hacer en agradecimiento, y después podemos partir hacia el castillo." - Dijo Elrohir terminando el cuarto postre.