Partida Rol por web

-He hecho tres preguntas.

-Y yo he preguntado primero, y además aunque resulte increíble ya no tengo seis años.

-Entonces doy por hecho que los estáis dejando pudrir mientras os váis de fiesta. Antes muerta que sencilla, ¿no? Ya veo tus prioridades. Me temo que no puedo ayudaros, alguien tiene que darles sepultura mientras el heredero de un montón de polvo se va a darse de palos con gente que solo tiene media hostia, porque como ha dicho no tiene seis años.

Calandra se irguió y levantó el brazo derecho muy teatralmente mientras se giraba hacia la puerta.

-Bueno, entonces chao. Voy a matar a unas cuantas personas. Recupérate pronto, Eddie.

Y salió por la puerta con unos andares que hubieran sido la envidia de cualquier modelo de pasarela.

Shyam resopló y le dijo a Calandra.

-Espérame que yo voy.

Después se volvió hacia Van Doren.

-Tengo que decirte otra cosa. Rose se asustó con todo lo que ha pasado y se ha ido. Le dije que fuera a mi casa pero dudo que lo haya hecho, así que búscala, por favor.

-Si yo fuera tu le haría cambiar de opinión, porque sinceramente, Shyam, no quiero más cadáveres en mi puerta, y menos el tuyo.

La pooka miró a Shyam cuando le habló de Rose. ¿Qué más podía pasar?

-Mira, vete. Estoy a punto de decir varias cosas muy feas que estoy casi segura de que no te mereces, así que márchate ya.

Shyam no apartó la mirada.

-Puedes decir lo que quieras. Se ha ido porque llevo un arma y la voy a usar, y no le falta razón. Esto es peligroso. Pero tiene que hacerse-. Se volvió entonces hacia Eddie-. ¿Tienes idea de dónde se reúnen o cuántos pueden ser?

-No todas las chicas están hechas para salir con tipos como nosotros, tío -dijo Eddie sin sonreír.

Cuando le preguntó por el corby, el redcap asintió.

-Por lo que creo, son cinco o seis. -Apoyó un pulgar sobre el otro y empezó a contar-. Está Dung, ¿te acuerdas de Dung? El armero. Pero a Dung se lo cepilló la quimera sidosa. Igual se ha despertado ya, igual no. -El índice-. Luego su pupila, una punkie que se llama Maggie o algo así. Otra nocker. Es simpática. Me contaba cosas. -El corazón-. Rob, un sátiro gruñón, pero este no es de la vieja guardia. Que yo sepa, era el que suministraba la droga a Pandora para que vendiera lo que no se pinchaba. -El anular-. Eddie el feo, un troll. No sé si seguirá yendo con ellos. -El meñique-. Y, no estoy seguro, igual Nancy, una redcap. Lo que es fijo que sí, Danny, el hermano pequeño de Nancy, y Mocos, su primo. Pero son los dos Kinain y no cuentan. Si han añadido a gente a la banda sin que yo lo sepa, no te puedo ayudar. Pero de corby sólo le queda el nombre, vamos. Los redcaps listos se fueron en cuanto Pandora se puso al cargo.

Se cruzó de brazos e hizo una mueca.

-Que yo sepa, pueden estar en el taller de Dung, en el Panhandle o en el Trickster's. No tenían ningún feudo y no creo que lo tengan. Menos mal, porque les doy uno antes de retirarme y me lo destrozan. También pueden haberse ido a las tierras salvajes de Oakland, que allí se mueve mucho caballo. O quién sabe.

Shyam siguió la cuenta mentalmente. No recordaba mucho el recuento que había hecho Meredith, pero los números no le salían. Seguían teniendo bastante desventaja y estaban mellado por la anterior pelea. Igualmente, algo harían. No se iba a echar atrás ahora.

Le palmeó el hombro a Eddie con una mueca amarga.

-Los kinain no son un problema, ya los hemos mandado a Urgencias. Gracias igualmente. Intentaré volver de una pieza -dijo alternando entre él y la pooka-. Mejórate, ¿vale? Y... Llama a mi casa, por si Rose estuviera allí. Dile que lo siento.

Suspiró con pesadez y se volvió a Damara. A veces se le olvidaba que estaba allí hasta que se cruzaba en su línea de visión de nuevo. 

-Esperad. No puedo dejar que os marchéis con las manos vacías. Es solo que... No estoy en el mejor momento de mi carrera. Dejad que al menos me despida de vosotros dos.

Van Doren se acercó a Shyam y le miró con ojos culpables y enrojecidos, como quien sabe que va a pasar algo y no va a hacer nada por evitarlo. El sidhe era muy alto, demasiado, así que le hizo un gesto para que bajara la cabeza como si fuera a decirle algo al oido. Le acarició la áspera mejilla y con la misma le dejó un ligero beso en los labios.

-Mucha mierda -le susurró con una sonrisa y después se acercó a Damara. Por suerte la sluagh no era tan alta, así que solo necesitó ponerte de puntillas. Van Doren la miró un momento antes de darle otro beso idéntico al que le había dado a Shyam, solo que más rápido, para que Damara no se escapase. No le gustaba traspasar las barreras de nadie, pero aquella era una ocasión especial.

La pooka estaba intentando hacerlo lo mejor que podía pasándoles algo de glamour y suerte a través de su boca. Esperaba que aquel aliento les devolviera vivos.

-Felicitad a Calandra de mi parte, no quiero ser la mala de la película.

Siempre resultaba curioso ver a un Fiona sonrojarse, y esa vez no fue una excepción. Se irguió al instante carraspeando y tras un escueto 'gracias' enfiló hacia la puerta mirando a Damara, que debía compartir su misma urgencia por salir de aquel lugar.

Cuando Shyam y Damara abandonaron la habitación, vieron a Calandra esperando al ascensor más adelante, en el pasillo. Los dos olían a cuero, a sudor y a sangre, y a amor reencontrado y a rencores perdonados. Parecía que les habían empapado en Glamour antes de sacarlos de la habitación de Eddie.

Parecía que a Eddie le doliese el estómago por haber tomado algo en mal estado, como uranio enriquecido o algo así. Miró a Van Doren con falsa indiferencia.

-Ahora debería darle un buen morreo a Rose. Para estar en paz, ya sabes.

-No sería lo mismo y lo sabes, yo beso mucho mejor que Rose. 

La pooka caminó hacia él y aunque Eddie se hizo el remolón consiguió besarle en la boca, y el beso no se pareció en nada a los que les había dado a Shyam y a Damara.

-Tengo que buscar a Rose, es la única que sabe en que lavandería tengo la ropa. Prométeme que no vas a echar a volar.

Llamaron a la puerta y abrieron sin preguntar. No era una enfermera, sino la policía que había arrestado a Van Doren.

-Señor Castle, vengo a hacerle unas preguntas. Los médicos me han informado de que se encuentra bien y en forma para contestarme. -Miró a Van Doren con curiosidad y recelo-. En privado. Una enfermera vendrá a llevarse a su compañero de habitación en breve.

Eddie bufó.

-Pues espere fuera hasta entonces, si no le importa. Esta es una conversación privada.

La policía se retiró y el redcap volvió la vista hasta Van Doren, que se inclinaba sobre él sentada en la cama.

-Tienes una copia de la llave de mi casa, ¿verdad? Vete a dormir allí esta noche. Llévate a Rose si es necesario. Te habría dicho que llevaras al resto si querías, pero se me han pasado las ganas, no vaya a ser que os montéis una orgía y tenga que salir de aquí antes de tiempo. No te preocupes por mí; estaré bien. Mañana por la mañana vienes a verme sin falta y ya está. Pero ni se te ocurra ponerte en peligro. Nada de llamar la atención de los Dauntain o me vas a enfadar y te va a faltar culo para recibir azotes.

Eddie se despidió con otro beso y le hizo un gesto con la cabeza hacia la puerta.

-Fuera. E igual me lo pienso y le doy un par de bendiciones a la señora policía. ¿Qué te parece la idea?

Calandra se mordía una uña mientras esperaba el ascensor. Golpeaba rítmicamente el suelo con la punta del pie. Se volvió para mirar a Shyam y Damara y se sacó la punta de la uña de la boca.

-Veo que ya os ha soltado la malvada puta del oeste. ¿Vamos o qué?

El ascensor soltó un ping y se abrió. Calandra entró y se preparó para darle al botón del bajo.

-No sabía que las esposas eran lo tuyo...  -Van Doren sabía de sobra que estaba mintiendo, después de todo ella era la reina de las mentiras, pero no se enfadó. En el fondo le gustaba y le divertía ver a Eddie así de celoso, como en los viejos tiempos-. Aunque si son lo mio, me has dado una buena idea... Creo que tengo su tarjeta, así que puede que la llame luego para que me haga compañía en tu cama, como voy a estar tan sola... 

La pooka le guiñó un ojo antes de dirigirse hacia la puerta.

-Te dejo mis libros por si te aburres.