Partida Rol por web

El corazón del Centinela

7. La dinastía Dragón

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07/10/2013, 18:19
Lana Rowen

Lana esbozó una sonrisa divertida.

-Si no lo sabes ya, no querrás saberlo. -Sujetó el cigarrillo entre los labios y le tendió la mano a la ejecutiva-. Muchas gracias por todo. Espero no tener que contactar contigo de nuevo, al menos por este tipo de circunstancias. Muchas suerte a ti también.

Recogió sus pertenencias, que eran más bien pocas, y se despidió agitando la mano mientras cerraba el coche. No tenían mucho encima, así que fue con Caroline a registrarse en el Hotel y seguidamente pidió directrices para ir a un banco y sacar una buena cantidad de dinero en efectivo que distribuyó entre Caroline, una caja fuerte del Hotel, varias zonas de la habitación de lo más imaginativas, y ella misma. Lo siguiente que hizo fue posponer un poco más la charla con su hija para llamar a Spencer y hacerle un resumen sobre su llegada, ir a comprar ropa y enseres de primera necesidad, comer algo sustancioso, y agotar la cajetilla de tabaco con tanta rapidez que pensó que había perdido algunos en la carrera. Y esa era la auténtica Felina, pudo intuir Caroline: despierta, rápida, locuaz y, sobre todo, efectiva. Sólo había dado órdenes y directrices, llevándola de un lado a otro hasta que creyó que estaban completamente a salvo y en condiciones de sobrevivir. Solamente entonces, Romy se dignó a mirar a su hija y decirle:

-Bien. lamento todo esto y haberte llevado de un lado para otro casi sin decirte nada, cielo. Pero son los problemas que dentro de poco vas a descubrir si sigues por este camino. A sí que, es ahora de hacer las preguntas que quieras.

Por supuesto, después de activar la pluma que llevaba en el bolso. Nunca se sabía cuándo podía haber oídos indiscretos.

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07/10/2013, 19:58
Narrador

Caroline había seguido todo lo que su madre le iba diciendo al pie de la letra, sin saltarse ni un solo paso: su hija parecía muy precisa con las tareas y terminaba cosas antes de lo que Lana esperaba. No pudo evitar sentir de nuevo el orgullo que venía sintiendo por su hija desde que se montó al coche de Lisa. Había adquirido su precisión pero había más dentro de ella de lo que se veía a simple vista: no era sólo su sentido de la justicia, que había podido comprobar en su última visita a Chicago. Se trataba de una resolución digna de alguien con unos ideales muchos más claros que los que Romy Shepard había tenido jamás.

Caroline no se había criado en las calles, no había vivido todas las penurias que Lana había sufrido ni se había visto obligada a desarrollar ese instinto de supervivencia y sin embargo, algo le decía que se las arreglaría igual de bien si las tuviera que pasar por todo aquello... y eso era la huella que James había dejado en su hija.

El sentimiento le supo un poco amargo, pero todo lo que había vivido desde que pisó China estaba aplacando ese dolor con bastante efectividad. Ahora se encontraba frente a Caroline y se sentía en la obligación de responderle a algunas preguntas.

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07/10/2013, 20:13
Caroline Rowen

- Yo... yo no sé, mamá. Han pasado tantas cosas... todavía estaba asimilando lo de Felina y ahora esto... - su hija se tumbó quitándose la chaqueta sobre la cama, apoyando la cabeza en la almohada como si fuese a fundirse con las sábanas - ¿En qué andas metida para que haya gente intentando matarte? ¿Tiene que ver con el museo como me dijiste... o sólamente me querías tener al margen? -

Las últimas palabras de Caroline sonaron ligeramente resentidas, pero su hija no parecía molesta, al menos todavía. - Me gustaría que a estas alturas fueses clara conmigo... no quiero darme de bruces con la realidad más de dos veces. Por favor -

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07/10/2013, 20:23
Lana Rowen

Romy suspiró profundamente. Se deshizo del pasador del pelo y de la chaqueta, y se dejó caer en la cama.

-Quería pasar un tiempo contigo. Ya sabes, esas cosas que salen en las películas de 'madre-hija' -admitió con pesadez-. Lo cierto es que están pasando cosas en Betlam y... tampoco quería que te anduvieses por allí, así que me pareció el momento propicio para hacerlo. Verás... Ay, no se me da bien contar estas cosas...

Se levantó apoyando las manos en las lumbares. Llevaba todo el día de un lado para otro, y estaba machacada. Ya no era una jovencita y debía recordarlo. Se frotó la frente, caminó de un lado para otro descalza, y cuando tuvo más o menos una idea definida decidió lanzarse a la piscina. Se volvió a su hija y miró los ojos de James. Cómo lo aborrecía cuando ponía esa mirada.

-Estoy intentando encontrar a tu padre. No puedo decirte más, porque es Secreto y todas esas cosas confidenciales. Pero aquí en china hay alguien que debe conocer su paradero, y he venido a hablar con él. Sinceramente, no tengo ni idea a qué ha venido eso de antes. Creo que buscaban a Lana Rowen, no ha Felina ni nada tras la máscara, pero no sabría decirlo con seguridad. Quizá los haya contratado la imbécil de Walker, no lo sé... Pero de verdad quería pasar un tiempo agradable contigo. Lamento todo esto, cariño.

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07/10/2013, 21:33
Caroline Rowen

Torciendo el gesto cuando hizo mención a su padre, Caroline se levantó para comenzar a quitarse la ropa y ponerse el pijama mientras escuchaba a su madre. Al terminar no pudo evitar resoplar por la nariz.

- Así que estás buscando a ese Rey Dragón para que te ayude. De acuerdo, mamá, pero mi padre también es mi padre... y tengo derecho a buscarle, si tú lo tienes. Los conocidos de Lisa nos protegerán, no te preocupes. Sólo llévame a hablar con ese Rey Dragón para que pueda saber qué pasa con papá. Lo necesito después de tantos años... - dijo bajando la cabeza y volviendo a sentarse, esta vez de rodillas, sobre la cama. Miró a su madre suplicante, ladeando ligeramente la cabeza - Ya has visto lo bien que lo he hecho hoy, no me pasará nada. No tiene que pasar nada más malo en el resto del viaje. -

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07/10/2013, 22:21
Lana Rowen

La mirada de Lana se volvió fría como el hielo, y su rictus cambió a una expresión que Caroline no había visto jamás.

-Eso NO va a pasar, Caroline. Y no hay discusión posible. -Y su voz no admitía duda respecto a ello-. Esto es muy serio. Podríamos haber muerto hace dos horas, o quizá algo peor. Esto no es un juego. Esto es real, y en la vida real la gente muere, y tú no tienes ni idea de la vida real porque Peter os ha estado guiando como corderitos para que dierais vuestros primeros pasos por el maravilloso mundo de los superhéroes. Ha muerto gente, Caroline. Tu p... Tu padre podría estar muerto en este mismo instante porque hay gente ahí fuera que no duraría ni un segundo en dispararte en la cabeza si osas meterte en su camino. Y el Rey Dragón... es de esa clase de gente. Eso sí que no es un juego, y no voy a involucrarte. Y, por encima de todo, no te vas a involucrar tú sola o te juro que te encerraré de por vida. Aquí no.

Y no. No tenía ningún derecho a buscarle. Pero se contuvo por no decirlo porque no tenía un argumento real para respaldar esa frase salvo lo que sentía en el pecho.

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08/10/2013, 17:45
Caroline Rowen

Su hija tragó saliva mientras bajaba la cabeza poco a poco, apenada. Asintió despacio y abrió la cama para luego meterse en ella. Tumbada ya y con los ojos cerrados, murmuró.

- Sólo espero que tú no seas una de esas personas que se metan en el camino de los demás. - dijo ella en voz baja, pero el silencio de allí permitió a Lana escuchar claramente las dolidas palabras de su hija - Sé lo que es perder a la mitad de tu familia y sólo quiero proteger la otra mitad. -

Se acurrucó un poco y a Lana le pareció que comenzaba a sollozar, pero sólo fue un instante y Caroline pareció recomponerse. - Buenas noches, mamá. -

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09/10/2013, 19:05
Lana Rowen

A Lana le dolió haber dicho todo aquello, y aunque bajo su perspectiva tenía toda la razón y el derecho a decirlo, no se arrepintió. Si eso valía para que Caroline se mantuviese a parte, merecería la pena.

Con la medicación adecuada pudo dormir largo y tendido aquella noche, reponiéndose a los esfuerzos y la euforia vivida, y relajando los nervios para ver las cosas con otra perspectiva a la mañana siguiente. Se disculpó con Caroline, otra vez, e intentó hacerle ver que para Lana lo único que le quedaba en la vida era ella, y que bajo ningún concepto, ni por todo el oro del mundo o el amor de los dioses, iba a comprometer su seguridad. Después de contratar a los guardaespaldas sugeridos por Lisa, sugirió una visita turística por Pekín, que aun con aquella circunstancias seguían estando en China y no había que desperdiciar la oportunidad.

Mientras viajaban al centro y visitaban algunos lugares emblemáticos, Lana seguía pensando cómo llamar la atención del Rey Dragón sin cruzar la delgada línea que las mantenía a salvo. Y por más que pensó e ideó, sabiendo que allí había una mafia más fuerte, no supo dar con una respuesta segura salvo la que incluía ponerse un antifaz y lanzarse a robar algo. Y es que hay algunas cosas que se llevaban en la sangre, y eso jamás desaparecería de Romy. De modo que, sin precipitarse y queriendo hacer las cosas bien, decidió pasar los siguientes días localizando algo de interés que pudiera atribuírsele con facilidad al Rey Dragón de manera simbólica, y comenzó a invertir tiempo en adquirir los materiales necesarios a espaldas de Caroline (dejándola salir a su aire, dándole la confianza para ello). No quiso ponerse en contacto con el Equipo por si Spencer desaprobaba aquello (que lo haría) y le ponía trabas. Aquella era su misión y la desempeñaría conforme a sus habilidades y formas de hacer.

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09/10/2013, 21:00
Narrador

Uno de los guardaespaldas se fue con Caroline a hacer compras por Pekín. El hombre era de allí así que la joven no tendría ningún problema: los hombres se habían mostrado muy agradables y profesionales. Lana se sentía cómoda y aprovechó eso para quedarse a solas con otro de ellos y hacer sus compras.

Sin embargo, cuando estaba preparando el plan en su cabeza su teléfono sonó. El número era secreto.

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09/10/2013, 21:15
Lana Rowen

Mientras pasaba blusa y blusa (pobre hombre, que no la conocía de nada y allí lo tenía tienda para arriba y tienda para abajo), Lana echó mano del teléfono. Lo miró con desconfianza unos segundos antes de contestar, rezando para que el artilugio de Marcus funcionase como debía.

-Lana Rowen. ¿Quién llama?

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09/10/2013, 21:18
Fedora

Lana escuchó, otra vez, la voz de la joven hacker al otro lado de la línea. - Señora Rowen, soy Fedora. No se preocupe, esta llamada es segura y a prueba de enlaces. - dijo con jocosidad, aunque Lana pudo notar que no estaba precisamente contenta - Tenemos noticias que seguro que le interesan... -

Fedora carraspeó un poco y tardó unos segundos en hablar, como si no supiera cómo abordar ese tema. - Creemos que Mayhem puede tener que ver con la desaparición de James. No sabemos si a la fuerza o de mutuo acuerdo, pero pensamos que él puede tener relación con el Protocolo Terminus del que Cable habló. Troy me ha pedido que la llame para informarle. -

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09/10/2013, 21:22
Lana Rowen

Lana se quedó mirando fijamente una blusa con cara de poker, y tuvo que contener todo su orgullo por no decirles una burrada. ¿De verdad a aquellas alturas andaban cuestionándose si ambos casos tenían relación? ¿Es que no estaba claro ya? Pero si el propio Cable les había dicho que le había dado la información a Mayhem. Sólo había que averiguar cuándo para hilar la desaparición de James junto con Mayhem. ¿Tan desorganizados estaban sin Operaciones?

-Gracias, bonita. Estoy totalmente segura de que por ahí van los tiros; seguid trabajando. Dile a los muchachos que yo estoy cerca de lo mío. Probablemente mañana pueda deciros algo más.

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09/10/2013, 21:45
Narrador

La conversación con Fedora terminó y Lana siguió a sus cosas: pronto descubrió que durante una semana más Pekín alojaría una exposición sobre arte local. Había varias piezas clave en la exposición y una de ellas era una estatua de aproximadamente un metro de largo que representaba a Shenlong, el dragón que representa la lluvia y el viento.

No pudo evitar sonreir ante aquello y preparó todo lo que necesitaba para llevarse aquella pieza y llamar la atención del Rey Dragón. Un traje oscuro, un antifaz y diversos útiles: cuerdas, un punzón de punta de diamante, ventosas con agarradera... todo estaba listo.

Llegó la noche y Lana llevó a los guardaespaldas al hotel junto a su hija para dedicarse por su parte al plan que había gestado. Se encontraba en la parte trasera del edificio donde la exposición se celebraba. Cuatro únicas plantas y su objetivo se encontraba en la tercera. Dudaba que la pared contuviera ningún tipo de alarma pero seguramente las ventanas sí. Tenía que pensar cómo abarcar aquello...

Felina había vuelto a jugar.

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09/10/2013, 22:32
Lana Rowen

Lana tenía todo dispuesto, más o menos. Estaba lejos de tener esa confianza y soltura que había tenido décadas atrás, cuando una alarma le daba tanto miedo como un ratón. Entonces sabía que podía salir corriendo y librarse fácilmente. Ahora...

EL primer salto fue limpio, certero. Un poco costoso, pero tan impecable que nadie habría dicho que era una señora de cincuenta años quien lo hacía. 'Te estás haciendo vieja, Romy...' se dijo a sí misma, ya encaramada a la ventana. 'Si Horus te viera...' Pudo imaginarse perfectamente al gran magnate desternillándose de risa en su sofá, con la copaza de lo que fuera entre las manos y sacando a relucir sus dientes blancos. Le dio tanto coraje que solo pudo esforzarse todavía más en aquello. Respiró varias veces y miró la ventana con perspicacia. Aquella no era la vía más adecuada. De modo que buscó la ruta número dos, que también podía estar cubierta, pero había menos posibilidades. Y también de que no le cupiese el culo, pero bueno. Subió un poco más hasta dar con ellos y se detuvo a inspeccionar detenidamente el lugar.

- Tiradas (2)

Notas de juego

20 en saltar

18 en detectar cositas

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09/10/2013, 22:42
Narrador

El sitio parecía estar totalemente desierto y de haber algún tipo de seguridad, no estaba allí, así que Lana se coló por el conducto de ventilación. Al principio fue bien pero cuando entró se dió cuenta que tenía serias dificultades para moverse por él. No todo tenía que ver con su trasero, si no también con que durante todos aquellos años había engordado, además de por llevar un ritmo de vida más calmado por el embarazo de Caroline. Aunque consiguió llegar a una salida del conducto le había costado dios y ayuda llegar hasta allí. Observó desde su posición si veía algún tipo de guarda y al no hacerlo, abrió la rejilla para bajar por ella.

Cayó al suelo limpiamente pero sintió como sus huesos se resentían ante la caída. Aquello estaba pesando sobre su cuerpo mucho más de lo que creía, pues ya no era una jovencita que podía hacer verdaderas virguerías con su agilidad.

Buscó con la mirada la vitrina donde debía estar la estatua según las fotos que había visto del sitio. Tuvo que acercarse un poco hasta la vitrina para poder llegar a ver la estatua pues todo aquello estaba sumido en una oscuridad casi completa.

Pero no había nada. El instinto felino de Lana Rowen se disparó al instante y miró a todos lados. Sólo necesitó mirar a la ventana que en aquel momento esta abierta: una esbelta figura recortada por la luz se encontraba apoyado en ella, con algo entre las manos... y estaba mirando a la sorprendida ex-ladrona.

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09/10/2013, 23:21
Rey Dragón

- Una figura magnífica, ¿verdad, Romy? - murmuró la calmada voz del Rey Dragón, que tenía sus longevos ojos posados sobre Lana Rowen. El hombre llevaba una camisa negra, unos pantalones anchos y la miraba con el mismo rostro que hacía 30 años. Aunque en la semioscuridad no podía decirlo con exactitud a Lana le parecía que estaba exactamente igual que cuando lo vió en aquella habitación tras despertarse en aquella cama que le traía tantos malos recuerdos

- Jamás pensé que vería a la mantis religiosa reencarnarse de nuevo en un gato callejero dispuesta a una nueva vida de robos... ¿o quizás quieres llamar la atención? - la hilera de blancos dientes del anciano se reveló y Lana supo que él ya sabía la respuesta - Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos. Es un placer tener el honor de volver a estar contigo una vez más. -

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09/10/2013, 23:28
Lana Rowen

Romy suspiró largamente sintiendo un frío recorrerle la columna vertebral hasta la nuca. Estaba ahí, igual que hacía veinte años, regio e impasible, y tal elegante como un verdadero dragón. Y, en verdad sintió un regusto dulce al escuchar aquel nombre que ya nadie usaba salvo en sus sueños. Solo que aquella vez... No habría Centinela que la salvase si algo salía mal.

Lentamente Romy avanzó hacia la ventana y se deshizo de la máscara de gato, buscando con la claridad azul de sus ojos el rostro del Rey que sobre todos gobernaba.

-Lo mismo digo, Rey Dragón. Aunque ya nadie me llama por ese nombre, como bien sabrás -informó paciente y locuaz tras una breve reverencia, que si de algo le habían servido todos aquellos años era para enmascarar hasta el más profundo terror. Después de todo, había tenido tiempo de sobra para mentalizarse de con quién hablaba y para qué-. Me parece muy poco digno que me hagas hacer semejantes pericias por algo que nos interesa a ambos. Pero, como podrás comprobar, estoy dispuesta a llegar hasta donde haga falta.

Algo se removía dentro de ella. Podía saborearlo, casi. Podía sentir que estaba más cerca de dar con James, y cómo la ansiedad se arremolinaba en su estómago. Respiró profundamente una, dos y tres veces. No quería demostarlo, aunque sabía que tanto sus intenciones como anhelos eran tan fáciles de leer para el Rey Dragón como si de un libro abierto se tratase. Lo único que le quedaba de ventaja era jugar sus cartas apropiadamente. 

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14/10/2013, 17:32
Rey Dragón

Lana pudo sentir como los ojos del Rey Dragón se fijaban en cada paso y en cada movimiento que la ex-ladrona hacía. Cuando ésta hizo una reverencia él sonrió, agradado, y sorprendentemente se la devolvió.

- Quizás nadie te llame así, pero así te conozco y para mi ese sigue siendo tu nombre. Espero no ofenderte. - dijo él, manteniendo su sonrisa. Cuando fue 'recriminado' por Lana y mencionó los intereses de ambos para con el Centinela el anciano inclinó la cabeza y adquirió una expresión interrogativa.

- Creo que no se de qué me hablas. Puedes ahorrarte lo de la desaparición de tu amado: estoy al tanto. Y también puedes ahorrarte que quieres que te ayude a buscarlo: me lo imagino. Pero... ¿por qué a mi debería importarme que volviese? -

Por primera vez desde que había conversado por primera vez con él, no supo si por la experiencia de la edad o por ser la segunda vez que se encontraban, pero Romy fue capaz de notar un brillo en sus ojos que no le costó identificar: el Rey Dragón tenía curiosidad.

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14/10/2013, 18:01
Lana Rowen

Romy se sintió importante por una vez, al tener la oportunidad de desvelarle por qué había recorrido medio mundo para verle. Y por qué iba a salirse con la suya.

-Una vez viniste a mí para apartarme del camino que gustosamente había elegido porque resultaba un... ligero inconveniente para el desarrollo del Centinela. Dijiste que el Centinela era TU asunto, que ocupaba una posición muy relevante en el mundo, y que debía seguirse ese orden. Que sin él, el mundo estaba abocado al caos y a la destrucción -Hizo una pausa. Dejó de mirarle y se apoyó en el dintel del mismo modo que hacía él, solo que observando la figura del dragón que relucía en el centro de la sala-. Ese caos no es Mayhem. Ese caos y descontrol es el que sufre el Equipo sin su Operaciones -dijo, enfatizando el 'su' queriéndo atribuirle un papel relevante a James-. Lo necesitan de vuelta o el Centinela, ese proyecto de tantos años que con tanto mimo vigilas, acabará haciéndose añicos desde dentro. Y ya no habrá más Centinela.

Quizá nuestro fin no sea exactamente el mismo, pero sí el objetivo. Por eso creo que, de una manera u otra, vas a acceder a ayudarme en esto.

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14/10/2013, 18:18
Rey Dragón

El Rey Dragón sonrió. - Preferiría hablar de estas cosas en un sitio más privado. Si no tienes inconveniente... - ante la negativa de Lana el Rey Dragón se dirigió a la salida como si fuese un cliente más. Al pasar por la garita del guardia Lana se puso tensa, pero éste parecía estar derrumbado sobre la mesa y roncaba. Aunque hubo ruido en la puerta al abrirse y cerrarse éste no se inmutó.

Una vez fuera, una furgoneta negra les esperaba. El Rey hizo un gesto a la parte de atrás invitando a Lana a que subiera y él se dirigió al asiento del copiloto. La parte de atrás era cómoda, con cinturones, pero no veía absolutamente nada del exterior y no le costó deducir que era a propósito.

Conducieron durante aproximadamente cinco minutos y cuando pararon, el propio Rey Dragón abrió la parte de atrás y le hizo un gesto para que bajara. Se encontraban en una especie de garaje que no le dió mucha información a Lana, así que siguió al anciano por una puerta y un pasillo.

- Escucharé tu proposición aquí, pero yo también tengo algo que te interesa. - tras abrir la puerta, Lana cruzó y lo que allí vió la dejó totalmente impactada.