Partida Rol por web

El eco del Diablo

El Eco del Diablo

Cargando editor
28/03/2018, 02:47
Mats Bergstrøm

Escucho uno a uno a todos mis compañeros. Aunque de algún modo lo esperaba, lo cierto es que me siento aliviado al comprobar que ellos tienen la misma sensación que yo. Las ideas que todos aportan son realmente buenas. Ya tenía claro que los tatuajes que les han sido infligidos a Sophie, Ada, Cléo y Édith son un mapa a muchos lugares, algunos de este mundo y otros del más allá. Pero un mapa puede seguirse en muchas direcciones, y no quiero ni imaginar lo que puede significar perderse en este en particular.

Estelle sugiere la posibilidad de realizar un esquema cruzado con nuestras experiencias a fin de rellenar los huecos. Asiento, levantando una ceja.

Puede funcionar. Delimitando los huecos, podemos darles forma y saber qué encajaba ahí. Muy buena idea, Estelle. Gracias.

Arthür es el último en hablar, proponiendo realizar un análisis comparativo de los tatuajes de todas las víctimas supervivientes para observar los puntos en común y traducirlos. Me froto la sien, tratando de imaginar cómo podría hacer algo así.

Sí… Sí, claro que se puede hacer. Ocurre que necesitaríamos un escáner de alta resolución en tres dimensiones para pasar la información al programa de un modo fiable. No creo que tengamos eso a mano. Pero bueno, a falta de eso… —Me acaricio la barba, pensativo—. Podemos recurrir a fotografías normales. Fotografiamos una a una todas las partes del cuerpo tatuadas, cubriendo toda la superficie, para luego digitalizarlas y hacer un gran fotomontaje a modo de mapa corporal de cada una de las chicas. Luego se superponen los mapas con el programa, y a detectar coincidencias. Habrá que ser muy meticulosos, y la trabajera será impresionante. —Río, un poco abrumado por la cantidad de trabajo que supondrá—. Pero es factible. Muy bien pensado, Arthür, como siempre. Eres un genio.

Arthür procede a comentarnos a todos un pasaje del Libro de los muertos egipcio que le regaló a Sophie para protegerla durante sus viajes oníricos. Puede ser una buena idea que todos memoricemos dicho fragmento, solo por si acaso. Cuando termina, me quedo unos segundos en silencio.

Una cosa más —digo, y busco en mi bolsillo, extrayendo el bezoar que salió de mi cuerpo, envuelto en un pañuelo, y lo dejo sobre la mesa, sin descubrirlo—: creo que debéis saber que llevo esta cosa encima. No lo voy a abrir por si las moscas, pero es una especie de piedra de unos… cinco o seis centímetros, quizá, y está esculpida en la forma de una persona. No me preguntéis por qué, pero creo que es algo malo. Y aunque no lo recuerdo muy bien, sé que salió de dentro de mí. Me parece que en algún momento debí de tragármelo, o alguien me lo metió dentro de alguna manera. El caso es que ahora está fuera de mi cuerpo. Tampoco recuerdo cuándo o cómo lo expulsé. —Hago una pausa—. ¿Alguien ha oído hablar de cosas de estas, o se le ocurre alguna idea de qué hacer con ella?

Cargando editor
30/03/2018, 10:33
Chico joven. Notre Dame.

—No quiero entrar ahí adentro. No quiero marcharme. Lo siento. Sé lo que intentas hacer. Pero creo que eso no sirve...

El chico miró al suelo. Parecía alterarse, enfadarse. Se notaba el frío manando de su cuerpo. Daniel supo que era porque estaba tomando energía de su alrededor.

—He pensado un montón de veces en lo que te voy a contar. Creo que debes saberlo…

Levantó la mirada un momento, frunciendo el ceño, y la volvió a posar en el suelo.

—Cuando pasó, estaba soñando… En el sueño Yo no quiero, no entiendo por qué, pero corro para plantarme delante de un coche, uno que tiene sirenas… suenan muy alto, como si gritaran… es de noche… o casi... en el sueño me pongo en el camino del vehículo y me quedo quieto. Por mucho que me esfuerzo mi cuerpo no se mueve… rezo porque el coche me esquive pero acelera y me golpea muy fuerte. Vuelo por el aire y no siento el dolor hasta que me despierto un instante en una ambulancia… y me muero... ¿Es eso posible?

Suspiró, nervioso. El peligro se hizo patente, como si hubiera una energía en él amenazando con estallar. La plaza quedó vacía en un segundo. Un sexto sentido inconsciente había hecho que todo el mundo se marchara.

—Antes el conductor de ese coche no tenía cara… era un hombre sin cara… pero desde que nos encontramos, cada vez que lo recuerdo… el conductor eres tú… ¿Es eso posible? ¿Tú serías capaz de acelerar y continuar tu camino en lugar de arriesgarte a chocar contra esta escalinata al esquivarme?

Cargando editor
30/03/2018, 10:43
Huc

—En realidad, mi mundo es el mismo que el tuyo. Si parecen diferentes, incluso lejanos, es porque tendemos a ser huidizos. Al menos eso es lo que ocurre con mi pueblo.

La Buena Gente se fue a vivir bajo las colinas hace mucho tiempo y aunque vienen a menudo sus reinos se protegen con puertas y murallas, pero los míos cuidan de vuestros rebaños, alientan la fertilidad de vuestros campos y os asisten en las profecías desde tiempos ancestrales. Es verdad que antes era más fácil encontrarnos y conversar, ya sea en los caminos de los prados, en los bosques… Pero ahora los humanos sólo os fijáis en vuestras máquinas y hasta en el bosque más cerrado es posible chocar con uno de vosotros y que ni alce la mirada para ver con qué diantres ha tropezado, siguiendo con su camino como si nada.

Puso los brazos en jarras y afirmó con la cabeza.

—A mi me ha pasado.

Cargando editor
30/03/2018, 11:16
Daniel Mallutz
Sólo para el director

Rumias tus pensamientos y la confesión de Denis.
Si tratas de contextualizarlo en un recuerdo se te escapa. Como siempre.
Pero la pregunta no escarba en dirección a la obtención de confirmación de hechos, si no de voluntades.

¿Eres ese hombre que actúa tal y como el chaval describe no importan las motivaciones?

Te es difícil de aclarar. Guardas silencio mientras lo maduras. No es un veredicto sobre el que ta hayan dejado pistas para resolverlo.
Te centras entonces en lo mas primario. En las raíces de lo que eres, ahora y en el pasado, y lo que esperar o no del futuro.

Entiendes la Ira alrededor, creciendo en el fuego del muchacho, enfrentándose al que puede ser su asesino, y lo miras, y comprendes la apuesta que esta en juego, y desdeñas las partes que pueden ayudar a tu supervivencia.

Te resulta raro, al principio, lo fácil que es asumir el daño que puede acabar sobreviniendo pero, en rápida retrospectiva, comprendes que puede estar predispuesto por la culpa y que a partir de ahora esta sera tu compañera.

Pero apartas a un lado, lo suficiente para que no te nuble el juicio, el pecado prometiéndote fieramente nunca olvidarlo.
Por que sinceramente lo que le dijiste al chico cuando viniste es cierto.
De todas maneras debes ayudarlo y no es correcto que ese designio se emponzoñe con pretensiones de tu flaqueza.
La ayuda tiene que venir honesta. Limpia. Sin un peaje tasado por tu pasado.
Por que sabes que el muchacho es aun inocente aunque este vapuleado. Y que las acciones que pueda, a partir de lo que ahora obtenga, pueden cambiar y manchar ese estado.

Por eso con una delicadeza refinada escoges las palabras para que el obtenga sus respuestas y no pierda.
- Quizás si, Denis. Quizás si podría ser ese hombre. No se por que pero no puedo rotundamente negarlo.
Juntas la manos para enlazarlas. Mitad gesto de ruego, mitad mansedumbre.
- Si sé con certeza que si es así, lo que me esta pasando no es ni un centésimo de lo que merezco.
Concentras la voz. Concentras el vigor de la plegaria que le diriges. Que diriges al chico. Lo haces mirándole abierto y sin tapujos a los ojos.
- El castigo es necesario. Hay actos que deben ser purgados. Pero no seas tu, ademas de agraviado, el juez y el verdugo. Por que lo que hagas no tendrá marcha atrás en las consecuencias. Y tu no mereces eso.
Señalas la puerta central de la catedral.
- Ese es el acceso del Juicio Final. Dios es faro de Esperanza pero también dador de Justicia. Los que la construyeron lo sabían hasta anunciárnoslo en piedra.
Trago saliva para buscar la claridad de lo que tengo que decir.
- Hay poderes encargados de ejecutar su dictamen. No lo hagas tu por tu cuenta.
No extiendas mi error convirtiéndolo en tuyo. Exige justicia pero no te la tomes por la mano.

Sientes la conmoción eléctrica de la incertidumbre nerviosa del miedo a fracasar en hacerle comprender lo que le puede pasar. Tus ultimas palabras salen del fondo de tu alma.
- Sin saber quien soy si tengo claro que mi esencia se mueve, y no siempre lo ha logrado, por llegar a que las cosas no sean tan malas que el mal sea la única opción. Creo que te falle una vez.
Estoy rogando por no fallarte en esta.

- Reclama a quien esta para Ofrecerte lo que demandas. Yo no me muevo de aquí decidas lo que decidas.

Cargando editor
30/03/2018, 22:54
Theresa

Almorzaban en silencio en una mesa improvisada junto a un ventanal, desde allí se podía ver, de lado, el cuadro a medio terminar.

El paisaje eran las rocas junto al agua del lago, como se veían desde esa ventana pero en invierno y de madrugada. Sobre una ellas, con las olas amenazando con mojarla, la figura de espaldas -pequeña en relación al paisaje- de una mujer joven, esbelta, vistiendo un abrigo y un sombrero que se agarraba con una mano para que no se lo llevara el viento.

El estilo tenía algo de impresionista y aunque los tonos eran pálidos el conjunto tenía mucha fuerza.

Theresa observaba sin mucho disimulo los rasgos de Elliot, un poco cegado porque la luz le venía de cara.

Notas de juego

1 de 2

Cargando editor
30/03/2018, 22:54
Nao

Nao había permanecido allí, observando sin decir palabra y de pronto colocó unas partituras en su atril y se puso a tocar lo que Elliot supo que era una adaptación para piano de Abram Chasins de la melodia de la ópera de Christoph Willibald Gluck "Orfeo y Euridice". La intérpretación fue temperamental y la pianista era buena.

Elliot supo que él también lo era.

Notas de juego

2 de 2, ya puedes postear.

Cargando editor
31/03/2018, 00:08
Chico joven. Notre Dame.

El chico cerró los ojos.

—Yo tenía derecho… Tenía derecho… a mi vida…

Suspiró, pensativo y tendió una mano a Daniel. Ambos se levantaron y caminaron hasta la puerta de la catedral. Allí, antes de entrar. El chico habló mientras abría la puerta. En su interior se oía una misa cantada.

—Si es así, si hubieras sido tú. Yo te perdonaría ¿Vale?

Y entró ya no como alma en pena, sino como rayo de luz.

Y la puerta quedó cerrada. Daniel quedó fuera. La plaza seguía vacía.

A su espalda había alguien, una figura que lo había observado todo el rato y ahora se mostraba.

Era un hombre maquillado de blanco, con el pelo lacio y largo, negro con reflejos azulados, y una túnica, también oscura, que recordaba a un fraile, pero con capa. Llevaba en una mano una gran guadaña en la que se apoyaba, como un bastón.

Cargando editor
31/03/2018, 08:57
Elliot
Sólo para el director

Contempló el cuadro de su anfitriona con cierta sorpresa agradable. Había esperado, por algún prejuicio tonto, una pintura abstracta e impersonal y encontró una imagen evocadora y un trazo expresivo y vital, lleno de vigor. La escena era hermosa, ese mismo lugar en la noche, y le hizo preguntarse quién era la modelo, si sería ella misma, su compañera o tal vez nadie en particular. Se quedó contemplándolo unos instantes y después se volvió hacia Theresa con intención de preguntarle si podía acercarse para verlo mejor. Ella parecía mirarle como evaluando sus rasgos de forma pictórica. Fue entonces cuando Nao rompió el silencio y comenzó a tocar.

Reconoció la partitura. Era posible incluso que la hubiera interpretado alguna vez. El sonido llenó la estancia y le alcanzó de pleno, afectándole de un modo casi físico. Echaba tanto de menos algo... ¿Era una cosa o todas las cosas? La música perturbó su puesta en escena, la calma con la que había entrado en la casa y el ánimo que sentía en general desde que recordaba, observando desde fuera los acontecimientos. Dicha impresión, inconsciente hasta ese momento, desapareció en un instante haciéndole sentir que estaba allí de un modo diferente, haciéndole entrar en escena, devolviéndole al mundo, a las tablas de la vida desde un remoto asiento en lo más apartado y oscuro de la platea. Tuvo ganas de levantarse de un salto, de llorar, de pedir a gritos que le dijeran su nombre y si sabían quién era, pero se limitó a esconder esos deseos llevando un puño a sus labios, tratando de ahogar en su interior todo el ímpetu y ocultando como podía la tensión en su garganta y en los músculos de su rostro.

Cómo deseaba tocar ese piano, seguir escuchando su música... Lo necesitaba tanto como respirar.

Cuando la mujer terminó la pieza, solo acertó a decir:

-Ha sido... Buenísimo...

Así debió sentirse Eurídice cuando oyó a Orfeo tocar rompiendo el silencio del mundo de los muertos. Ella no había logrado salir. Él comenzaba a ver una luz aunque no supiera a dónde llevaba.

Cargando editor
31/03/2018, 13:05
Theresa

—Adam…

La pintora se pasó la mano por la nuca, pensativa.

—Sabes tocar el piano… ¿Verdad?

Hizo un gesto con el dedo índice y la pianista se levantó de la butaca, poniéndose a un lado.

—Hazlo, por favor, no te cortes… Nao, tú ven a almorzar… Siéntete libre, tío.

Notas de juego

Si decides que Elliot toque el piano puedes elegir cualquier canción que, como jugadora, decidas, independientemente de que tu personaje no sepa por qué ha elegido esa canción. También puedes tocar cualquiera de “El viaje de Chihiro”.

La tirada sería de Introspección más Arte y la dificultad para Elliot (piano a 2) es 9.

No te veas presionada a que Elliot toque el piano. No tiene necesariamente por qué ser bueno para él >:-)

Cargando editor
31/03/2018, 14:21
Elliot
Sólo para el director

Un escalofrío recorrió su espalda ante la sugerencia de Theresa. Nao se levanto, cediéndole el asiento antes siquiera de que pudiera contestar. Sí, quería tocar, lo quería con todas sus fuerzas. Hubiera preferido estar solo, poder dejarse llevar, tratar de averiguar qué salía de su interior. "Siéntete libre", había sugerido la mujer. Un minuto después de que saliera de su vista no recordarían siquiera haberle conocido: ¿por qué cortarse entonces?

Les sonrió y sin mediar palabra se sentó frente al piano. Era precioso realmente. Acarició primero las teclas, sin hacerlas sonar, disfrutando del tacto de la madera y de su aroma. ¿Cuánto tiempo haría que no estaba frente a un piano? Imposible saberlo y sin embargo le parecían eras. Cerró los ojos. La luz del sol teñía sus párpados, alejando la oscuridad total, reflejando la penumbra en que se había convertido su vida, un febril sentimiento de pérdida y nombres olvidados. Siguió con su pensamiento un destello de su retina que pulsaba levemente con su corazón o tal vez se mecía a ritmo con el océano. Puso las manos sobre el teclado y buscó sin buscar.

Se dejó llevar.

 

 

- Tiradas (1)
Cargando editor
01/04/2018, 16:18
Theresa

En los segundos de silencio que siguieron a su interpretación Elliot sintió la calidez de su propia sangre recorriendo su cuerpo a cada pálpito de su corazón.

Las dos chicas aplaudieron, Theresa con socarrona teatralidad, Nao dando secuencias rápidas de palmaditas.

El soñador entendió que ellas no le olvidarían de él con sólo marcharse, que su recuerdo permanecería en ellas, al menos durante un tiempo.

No habían terminado los vítores cuando la puerta se abrió.

Theresa se apresuró a soltar a una rápida apostilla, levantando una ceja.

—Ahí viene la bruja. Si ha oído algo va a querer que te quedes.

Notas de juego

1 de 2, continúa en "El telón"

https://www.comunidadumbria.com/partida/el-eco-del...

 

Cargando editor
01/04/2018, 17:17
Clementine Ouvrard

Me tomo la barbilla pensativa -¿Bajo las colinas, dices? ¿qué clases de otras criaturas existen allí? -inquiero curiosa, me gustaría poder ver esas comunidades de seres fantásticos con mis propios ojos pero sé que ahora tengo que dedicarme a investigar un poco los alrededores de este lugar tan familiar y al mismo tiempo tan desconocido -¿Sabes a dónde se va si entro a la torre? -la señalo con el dedo -Me da la impresión de que no es una ruina común, como las demás -pregunto con simpleza.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Percepción+contemplar para ver más allá de los evidente :)

Cargando editor
02/04/2018, 00:24
Arthür Guitry (pnj)

Arthür se acercó al pañuelo observando su nudo.

Luego se rascó la nariz con el dedo índice.

—Quizá sea algún tipo de bezoar purgado de tu interior, algo con carga espiritual.

Se explicó haciendo una analogía con la Piedra Negra contenida en la Kaaba, que según la tradición era un aerolito que el arcángel Gabriel entregó a Abraham, que era blanco como la leche y que los pecados de los hijos de Adán volvieron negro.

Hizo un gesto abanicando con la palma de la mano mientras arrugaba la nariz, como pidiendo disculpas por divagar.

—Quizá sea algo espiritual tuyo, manchado por la... corrupción, que de alguna forma has podido arrojar.

Es una puerta a algo, seguramente algo malo, que hemos olvidado...

Notas de juego

1 de 4

Cargando editor
02/04/2018, 00:26
Erik Giraud (Dani)

Dani se cruzó de brazos y se echó hacia atras, frunciendo el ceño.

—Yo puedo soñar con esa cosa cerca, Mats.

Si tiene esa fuerza que dices, Arthür, quizá yo pueda ver algo de ella en sueños.

Notas de juego

2 de 4

Cargando editor
02/04/2018, 00:30
Geneviève Gibran

Geneviève comentó que tenía una cámara de fotos adecuada y que podrían empezar a mapear los tatuajes ese mismo día, pero que estaría bien que también se tuvieran en cuenta la anatomía como algo con valor simbólico que puede estar relacionado con los tatuajes.

—No es lo mismo un tatuaje cerca del ombligo que un tatuaje en el corazón, por dar un ejemplo.

Notas de juego

3 de 4

Cargando editor
02/04/2018, 00:32
Arthür Guitry (pnj)

Arthür secundó la idea de la psicóloga afirmando que casi cada misticismo tenía su propia anatomía sagrada -como los chacras en la anatomía yóguica- y que podrían tener asociados alguna técnica física y mental o utilizar gestos rituales que implicaran trazar con el dedo dibujos imaginarios sobre algunos de esos puntos.

Notas de juego

4 de 4, ya puedes postear.

Cargando editor
02/04/2018, 00:42
Carretera dirección París

 La máquina le respondía tan bien como si fuera su propia piel y Leah condujo como no sabía que era posible. Aun así no se quitó de encima al otro vehículo. A veces el Lamborghini desaparecía de la vista pero luego en las rectas su mayor motor y su aerodinámica le permitían recuperar terreno.

Y eso estaba ocurriendo ahora. Una gran recta atravesaba un paisaje desértico -de noche cerrada como era, tan sólo se veía el neón de algún club nocturno de los que suelen visitar los camioneros- y su perseguidor se iba acercando, amenazando con alcanzarla.
 

Cargando editor
02/04/2018, 03:58
Leah Beth Tautou
Sólo para el director

Estaba delirando de la alegria mientra conducia. Era un mejor auto que el mio pero aun asi lograba mantener la distancia.

- Pequeñooo. Susurre menospreciando a mi oponente.

Las rectas se me hacian mucho mas dificiles cada vez mas pero siempre lograba cerrarme en las curvas para no dejarme pasar. Cuanto tiempo podiamos durar asi no importaba, me estaba divirtiendo de lo lindo. 

- Vamos, atrapame si puedes....

Mientras trate de conseguir alguna pieza de Rammstein o similar en la radio, era el empuje que me faltaba.

- Tiradas (1)
Cargando editor
02/04/2018, 04:47
Mats Bergstrøm

Muy bien —asiento lentamente al ofrecimiento de Dani, aunque mordiéndome ligeramente el labio—. Pero ten mucho cuidado. Seguramente será peligroso, y no quisiera que te pasara nada. Y si necesitas que yo duerma también o lo que sea, por si puede ser de ayuda…

Una extraña sensación me recorre, como si hubiese rozado con el dedo uno de los confines de esos vacíos de memoria. No sé por qué, las palabras que acabo de pronunciar me han provocado una especie de déjà vu, como si algo de lo que he sugerido hubiera despertado el reconocimiento de alguna situación similar que no logro, y sé que no lograré, recordar. Algo aturdido, decido ignorar la sensación por el momento. A continuación, la doctora Gibran y Arthür comentan la importancia simbólica de la ubicación anatómica de los tatuajes.

Por supuesto, ya lo había tenido en cuenta. Por eso, elaboraré cada mapa de manera ordenada conforme al lugar físico en el que se haya tomado cada fotografía. Si queremos descifrar el lenguaje utilizado para dibujar esas marcas, habremos de ser muy precisos. Tomémoslo como si fuese una operación quirúrgica. Incluso el ángulo de la cámara y las condiciones lumínicas podrían ser importantes. Si hay focos y algún trípode, los utilizaremos.

Me alegro de haber sacado el tema con mis compañeros. Este repentino acceso de actividad me ha animado.

Por último, cuando tengáis tiempo: convendría que cada uno de nosotros escribiese todo lo que recuerde respecto a todo esto. —Ojalá se nos hubiese ocurrido antes la idea—. Necesitamos detalles, así como notas acerca de nuestras impresiones, de cómo nos hace sentir cada uno de esos detalles… Especialmente cuando intuyamos que podemos andar cerca de alguna de las cosas que hemos olvidado. ¿Okey? —Tras engullir un bollo a toda prisa, me pongo de pie y me dispongo a abandonar el salón, con una curiosa sensación de anticipación—. Voy a buscar a Clémentine. He de decirle que tenemos mucho que hacer.

Notas de juego

Pues parece que tenemos algo parecido a un plan. ¡Qué bien! ^^

Cargando editor
02/04/2018, 16:26
Daniel Mallutz
Sólo para el director

Respiras el silencio. Hace mas estruendosos tus pensamientos.
Lo que hace con las emociones es mas intrincado.
Buscas un respuesta y has encontrado preguntas.
¿Eres el hombre que tomaste su derecho a la vida a Denis?
Con el perdón del muchacho no acaba por resolverse la intriga.
Lo que te ha dado es un peso mayor para el alma.
También las sensaciones. Atisbos de que esa y otras cargas pertenecen a la vida que habías dispuesto seguir.
Allá, sentimientos abajo, como en la lejanía del curso de un rio que puedes seguir con la vista desde un punto alto e incomodo, residen entre las nieblas de su nacimiento las palabras, un moto breve y concreto que te explicaría todo.
No lo alcanzas. No ahora. No nunca. Solo quizás.
Miras al individuo que descubres esperando a tu espalda.
Su aspecto cuadra con imágenes y concepto que retienes en la mente por mor de haberlos oído o leído o imaginado.
Suavizas el gesto aun no llegando a hacerlo alegre. Una parte de celebración si es necesaria pero deseas que se alce al otro lado de la puerta que se ha cerrado.
Confrontas la presencia y el rostro blanqueado con la misma franqueza con la afrontas cada uno de los actos: Honesto, audaz, idealista, apasionado y aunados entre mis metafóricas manos con la debida deferencia sin perder el toque humano.
- Si teníamos una cita en Samarra, de verdad disculpadme, ciertamente lo he olvidado - aligeras la tensión con la referencia antes de retornar al reflexivo tono con el que de reojo contemplas de nuevo la puerta - El muchacho...va ir bien...llegara a donde le corresponde sin contratiempos...Usted se ocupa ¿Cierto? - preguntas dejando entre lineas un gramo mas de tu mudo voto de sacrificio.
- Por cierto que me presentaría pero solo puedo decir que soy Este - comentas señalándote el rostro - Es un honor y un responsabilidad, Señor, el conocerle.
Por un instante te asalta una idea y frunces el ceño intentando la mejor forma de expresarla.
- Tengo una pregunta y se me ocurre que usted podría contestármela. Al fin y al cabo Usted debe conocernos a todos. Pero me asalta el sentimiento de que no seria correcto. Que estaría haciendo trampas y adelantando acontecimientos. Mi nombre me lo dirá en el apropiado momento.
Te calmas las inquietudes pasándote la mano por el pelo.
- Así que...voy a cambiar esa pregunta por otra aunque si se la mirara bien puede que sean dos. Se que quizás es mejor que hay quien me diría que buscara en otra parte consejo pero... -encojo los hombros sincero - no es que haya encontrado a muchos de los que encontrar una respuesta clara y Usted me da confianza. Al fin y al cabo Usted es consecuente y preciso. Su trabajo así me lo hace ver.
Por todo si me lo permite...
- tragas saliva - La forma correcta de encontrar lo que me falta, por que no quiero hacerlo de otra forma que no sea la correcta, es respondiendo las preguntas que mi condición levante, no importa lo que impliquen para mi, si no lo que es justo y necesario ¿Verdad?