Partida Rol por web

El eco del Diablo

El telón

Cargando editor
07/10/2016, 23:52
Clementine Ouvrard

Clementine parecía atenta a cada movimiento y palabra de Eugene como quien está examinando una pieza interesante de arte, había cierto brillo en sus ojos, quizás de expectativa. Indudablemente de curiosidad. Parecía estar disfrutando de la charla con el muchacho y un leve ofuscamiento se cruzó por su rostro en cuanto ustedes llegaron.

Luego, cuando el muchacho desapareció su sorpresa fue evidente, aunque más que estar asustada parecía estar deleitada.

Cargando editor
08/10/2016, 08:10
Daniel Mallutz

Daniel esta obviamente horrorizado. Lo sutil es que parte del horror es reacción a lo que ha visto y parte es a lo que le ha revelado de si mismo. Las consecuencias de un acto suyo sobre Leah. Se encuentra mal por que el recuerdo le ha creado un shock traumatico pero a medida que se le pasa la primera impresión se da cuenta del poso y se siente mal por que, aunque sea por ignorancia, puede haber hecho un mal y peor, un mal a quien ama.

Cargando editor
08/10/2016, 08:38
Daniel Mallutz

Noto a mis dos compañeras preocupadas y confusas junto a mi, preguntándose y preguntándome que me pasa.
Me es difícil recuperarme por que se mantiene la imagen de deglución de miembros, desparrame de vísceras y derrame de sangre conocida por su dueña en concreto se encuentra a menos de un metro.
Dejo que la doctora me osculte, mas por inercia que por que lo necesite. Mi afección esta en la cabeza y en el pecho. Si alguien me preguntara ahora donde esta tu alma le diría que en todas partes del cuerpo. Es imposible librar de la angustia ni un centímetro.
Escucho el crujido de los dientes de Mictlantecuhtli sobre los huesos y los otros sonidos mas líquidos pero lo peor son los gritos. Le dije que no me podía imaginar lo que sufrió. Ahora no puedo dejarlo de ver.
Me vuelvo hacia Leah, empequeñecido y cohibido. Se que puedo callarme lo que ahora se pero no seria honesto y le prometí serlo.
Perdóname si puedes Leah - le pido desde el fondo sin la total esperanza de que suceda - He recuperado un sueño que tuve, uno que creo me ha estado regresando pero no podía recordar. He visto al Señor de los Nueve Ríos del Infierno. Soberano del País de los Muertos, Señor de las Sombras. Amo de los Abismos de los Perdidos.
[B]Lo veo devorarte.[/B]
Apoyo la frente en el frio del metal de la capota del roadster. Tembloroso, no por el shock si no por la renuencia a no decir las siguientes palabras, apenas puedo pronunciarlas en un hilo de voz.
Lo veo tomarte conjurado por mis plegarias. Dirigidas hacia otro lado, hacia otros Entes en los que enfoque mi fe pero al final escuchadas por Él.
Me doy cuenta de que lo que estoy confesando también lo esta escuchando Clementine y me apercibo demasiado tarde de que no sé, con su curiosidad, el efecto que en ella puede impeler.
A trompicones intento poner algo de orden y menos emoción y por todo alejar la tentación egoísta de cubrirlo con excusas.
Sé que es solo un sueño pero siento en el Verdad. Por que si hice esa plegaria. Y Por que estas aquí.
La miro arrepentido de verdad, desplazándome ligeramente del coche un paso mas que nada por que si la reacción es física no pille a Clementine.
Parte de mi quiere un castigo, parte de mi maldice al taimado perverso de Eugene, el cual creo me ha hecho recordar, parte de mi manda a tomar por culo a los dioses y los poderes que han permitido esto, pero la mayor parte se ahoga queriendo reparar lo hecho y no sabiendo por donde empezar.
Y otra parte recuerda entre la niebla lo que estábamos intentando lograr.
Crei que me iba a tentar. Que va. Solo me ha arrojado a la cara que la he jodido.
Perdóname o no Leah. Pero espera a que luchemos de vuelta a la pequeña. A que salvemos a Jane.
Mirándola a los ojos con la sinceridad de la mayor promesa le suplico.
Rescatemosla. Después haz lo que quieras conmigo.

Cargando editor
10/10/2016, 03:16
Leah Beth Tautou

Veo a la doctora sorprendida y vuelvo a ver a Daniel aun mas confusa.

- Daniel de que hablas? Lo escucho. - Perdonarte?

Recuerdo que fue la doctora la que me dejo o no pudo salvarme al final no el! Y claro que no tengo remordimiento por eso.

- Señor de que? Mi cara es de total desconcierto. - Sombras? Abismo? Que que??? Lo ves devorarme, como? que demonios dices?

Hago memoria y los flashes vienen a mi con dolor. Thierry besandome mientras esa criatura se desliza por mi garganta ahogandome para luego tomar control y matarme! Mi cuerpo tiembla y recuerdo el dolor, la angustia.

- Daniel basta!

Sigo escuchandola aun mas sorprendida.

- Plegaria, Verdad, Porque estoy aqui? ... respire profundo viendo el suelo.

- Maldita sea Daniel!! Habla claro, de que demonios estas hablando maldita sea!!! Sin darme cuenta saque mi arma y lo apuntaba con toda la intencion de disparar. Mire a la doctora y con mi mirada le indique que no se metiera.

El siguio hablando sin decirme realmente que era lo que habia hecho o de que demonios hablaba, mi arma seguia apuntandolo.

- De que tengo que perdonarte por Dios! Tu no trajistes a Thierry, tu no mataste a Ofelia ni a la otra mujer, tu no me mataste o...

Recorde que apenas nos habiamos conocido hacia unos dias, tal vez todo era una gran manipulacion aun mayor que yo no lograba entender. Mire a la doctora de nuevo quien parecia mas confundida que yo.

- Salvaremos a Jane, por eso estoy aqui, por eso estamos aqui y para asegurarnos que no vuelva a pasar, pero puedes explicarte de una buena vez!!!

Estaba tan molesta que me costaba mantener el dedo fuera del gatillo de mi arma. Si Daniel me habia manipulado o mentido de tal forma de ser culpable de algo seria dificil para mi controlarme y mucho menos confiar en el.

Maldicion maldicion maldicion, en donde estoy metida, porque carajo no me quede en Niza.

- Habla de una vez Daniel, que fue lo que hiciste!

Cargando editor
10/10/2016, 14:15
Clementine Ouvrard

Permanezco junto a Daniel observando la situación incomprensible que se desarrolla frente a mí, estar con estos dos es una montaña rusa de emociones. Intercalo mis ojos de ella a él y viceversa, presiento que ha confesado algo muy importante pero los detalles se me escapan, ha nombrado a un Dios del Abismo, un sueño que ha regresado, unas plegarías de su parte... Ah. Entonces su cara de horror cuando vio a Eugene fue también de reconocimiento... Ahora ya sabía qué era el muchacho con el que tan entretenidamente charlé antes y sus palabras al volver a mí me dieron un escalofrío, pero ahora o era momento de traerlas de nuevo a mi mente ni de arrepentirme de lo que había dicho... Tampoco quería, a decir verdad. Por cómo había reaccionado Daniel, por el gesto de autodesprecio, parecía ser que él había traído a Leah a la vida de nuevo a través de alguna suerte de pacto implícito y la culpa lo estaba ahogando. O eso podía deducir. Oh, Danielito, la cagaste de una manera...

Cuando Leah saca el arma y le apunta levanto las manos y me alejo de Daniel, pero solo un paso. Lo miro y me muerdo el labio inferior, sus perspectivas de sobrevivir son... de un 50% dada la expresión de Leah y como el arma tiembla en su mano. Esta escena es del todo interesante, pero creo que es hora de intervenir.

-Si me permites la intromisión, Leah -digo con voz suave manteniendo las manos en alto, buscando calmarla pero también que su foco de atención cambie a mí -Te sugiero que bajes el arma, déjalo que se explique mejor -resalto la palabra mejor y lo miro con intención como diciendo "Basta de balbuceos señor Mallutz" -Y si luego de eso decides que es mejor que abandone el mundo de los vivos es tu decisión -sabía que estas últimas palabras tendrían efecto porque no serían las que uno esperaría escuchar -Pero no apuntes si no estás dispuesta a rebajarte a su nivel, cobrar una vida por otra no tiene sentido a menos que desees que sufra lo mismo que tú -razoné manteniendo mi rostro impasible. En todo caso, si a partir de este momento ella decidía que lo odiaba debía dejarlo vivir y no perdonarlo, eso sería peor para él, pero me abstuve de hacer el comentario. Luego pedí nuevamente -Baja el arma, tú no eres así.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro razón + empatizar para tratar de convencer a Leah de que se calme. La dificultad no la sé, dirás tú.

Cargando editor
10/10/2016, 16:07
Leah Beth Tautou

Veo a la doctora incredula como se pone en mi camino y levantado sus manos trata de calmarme. Se que tienes razon, se que no debo matarle, como es posible matar a mi compañero despues de todo lo que he pasado. Solo quiero que hable, que se explique.

Si antes me desesparaban las sandeces este era el momento critico. Mi arma apuntaba al suelo y la deje dispararse. Uno, dos, tres.... el resto del cargador. Senti como las piedras golpeban mis pies luego de que las balas impactaban el suelo a pocos centimetro de mis pies. El arma dejo de accionarse cuando quedo vacia.

Laconica miraba a Daniel pero ahora estaba calmada. Me habia desahogado y para bien o para mal todos eramos victimas en este miserable viaje. No agregaria mas tragedias a nuestras experiencias.

- No volvera a pasar Clementine. Dije seriamente pero sin expresion.

Guarde el arma aun humeante mientras miraba el rio esperando que con el amanecer la luz nos mostrara un nuevo camino. Aun esperaba la explicacion de Daniel pero comprendi que tal vez la Doctora le acaba de salvar la vida a Daniel y mi derrumbe a la oscuridad.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Razon + Reaccionar para calmarme motivada por Clementine.

Cargando editor
10/10/2016, 19:17
Daniel Mallutz

Las preguntas me las esperaba.
Quizás con mas gritos e incluso algunos golpes... pero el arma me hace parpadear aunque no es que me sienta incrédulo.
Pienso en lo que me pide mientras, mis ojos intercambian mirada con la ciclopea oscuridad dentro del cañon de Sophie. No me estremece el miedo a que se encienda la explosión que impulse la bala.
Me estremece que el sueño sea verdad.
Pero no me guardare nada. Si tiene que decidir si confía en mi o no, ha de ser sobre la verdad.
Lo jodido es que es una verdad que se asienta sobre una visión ensoñada e instintos, y puede que sea una de esas cosas que doy por sentado, pero ahora sé que desde el día en que Leah se fue ha sido esta la pesadilla que me afligía cada vez que intentaba dormirme y que no me dejaba los detalles, solo la angustia y el agotamiento.
Si tengo que contarlo que sea claro. Que no quede como un galimatias aunque haga menos de cinco minutos que no sabia que veía.
Ahora se que hice y se que veo.
Solo quiero no herirla mas del daño que creo le he hecho.
Con la voz y las palabras de Clementine abriendo foco a una bajada de unos grados de la tensión, mis propias palabras se mantienen a la espera a la reacción de mi compañera, ruego en silencio por que así siga siéndolo después de mi explicación.
Alguna cosas que pronuncia Clementine me sorprenden pero mas por la confirmación de mis pensamientos que por inesperadas.
Mi mirada no se ha movido de Leah. Ni siquiera he ejercido un gesto de apaciguamiento como el de la doctora. Solo la miro serio. A los ojos.
Los tiros rebotan en el suelo y gracias a dios se pierden en el Sena con gran parte de la emoción de Leah.
Nos miramos y asiento. Es la hora de la verdad.
Reze, Leah.
Eso es lo que hice.
Te estabas muriendo y las viejas e idiotas costumbres salieron y brotaron de mis labios.
La plegaria a la Señora de la Muerte. Esa que todos los que hemos trabajado la frontera, de uno u otro bando, pronunciamos cada vez que nos metemos en una situación mortal de la que no hay certeza de si volverás.

Callo un instante conteniendo los pensamientos para que no sean un caos.
Pero no la ore por mi.
Te estabas muriendo.
Te vi un instante y cuando parecía que ibas a quedarte, que no fallecerías, desapareciste. Moriste.
Estaba tan cabreado, con el mundo, con lo injusto de lo que te había pasado.
Estaba medio ido.
No quería perderte pero eso estaba pasando. Me gustabas y me sigues gustando y en aquel momento todo era una niebla de ira contra lo injusto de no poder seguir a tu lado. Conociéndote.

Casi apunto a la doctora y al doctor Seyrig para que no pararan.
Para que siguieran intentando revivirte. No quería perderte pero...Pero ataje esa locura antes de que fuera peor y entonces solo me quedo lo que había hecho siempre.
Me encomendé a la Santa Patrona de la Muerte.
¿Cuantas veces había rezado y nada se había cumplido?
En el pasado solo había pasado un día mas. La plegaria me servia para aferrarme a algo cuando ya no había nada mas.
Pero esta vez alguien lo escucho.

[B]Ese fue Mictlantecuhtli, Señor de los Nueve Ríos del Infierno. Soberano del País de los Muertos, Señor de las Sombras. Amo de los Abismos de los Perdidos
Ese Ente o Ser o lo que sea, se vino a mi en un sueño para explicármelo.
Lo vi: Un dios del submundo con el cuerpo hecho de multitud de huesos humanos. Se levanto crujiendo, rechinando. En ese sótano. Su pelo, tenia un adorno de pequeñas estrellas y unos ojos como dos soles amarillos y negros.

Con una voz inhumana me dijo:
Me conmuevo con tu ofrenda y la traigo de regreso.
Que su cuerpo recobre el vigor y la energía.
Que sus días sobre la tierra perduren.

Y luego devoro tu cadáver, mientras gritabas despavorida. Tu sangre, Leah, llenaba su boca y tu me mirabas incapaz de entender el terrible alcance de lo que estaba ocurriendo.
Mi voz tiene una carga de ira evidente contra mi mismo que debe ser dificil de ver.
Pero yo si. Entonces y ahora...
Luego de eso, a los cinco días te encuentro de nuevo. Reanimada. Pero no intacta. Y no se si para ti viva.

Escurro el hilo de voz en una corriente helada y así mis palabras nacen como muertas.
En aquella habitación ocurrió mas de lo que creía en un principio. Y si. Siento que por mi culpa.
La miro esperando. Puedo imaginar muchas cosas que esperar. No se si el perdón es una de ellas pero como la primera vez que supe lo que hice hace unos minutos vuelvo a repetirlo.
Perdóname si puedes Leah.
Dejo unos segundos al silencio alimentarnos y luego con un tono formal me dirijo a Clementine sin mirarla.
Gracias por lo de antes.
De lo que quería hablar contigo es por eso que has hecho. Ya ves que ella y yo somos demasiado viscerales para las circunstancias de este trabajo. Un acercamiento mas cerebral es lo que necesitamos. De eso era la propuesta que te quería presentar y que si me dejas, Clementine, intentare mas tarde: que te unas al grupo y que nos aportes tu visión critica y en las partes donde nuestras pasiones no nos dejen ver con claridad tu nos las dejes limpias.

Hago un ademan hacia el coche.
Ahora vayámonos. Los disparos van a traer a la policía de un momento a otro y tenemos una direccion que investigar - digo sin llegar a moverme sin embargo esperando a que Leah quisiera decir algo. Pudiera decir algo.

Notas de juego

jo,que vidilla me dais.
Me voy al curro y cuando vuelvo hay gritos y disparos y de todo.
Gracias por las contraparte que me dais. yo lo estoy disfrutando mucho
Saludillos

Cargando editor
11/10/2016, 01:19
Leah Beth Tautou

- Daniel...

Pensaba en darle una cachetada porque yo no creia en esas cosas, pero ya no sabia en que creer.

- Yo no vi ninguna Señora de la Muerte o algo parecido salvandome asi que la verdad no te considero culpable de nada y en todo caso no me vuelvas a hacer sentir asi que casi te disparo.

Aun tenia mis dudas, pero no tenia caso. Daniel se veia visiblemente perturbardo, para hacerle mas leña al fuego. Al final solo quedarian los despojos mios y de el si esto seguia asi. Pero... habia algo mas. El habia visto algo en Eugene? Estaba tan confundida y tan dolida, como era posible que me entregara a esa Espiritu de la Muerte? Con que autoridad? Y a que precio?

No recordaba haber visto alguna mujer o ser con pintara en la cara como recordaba haber visto a esas representaciones latinoamericanas, ademas siempre la habiamos catalogados en la fuerza como algo tribal y retrogado. No podia ser cierto.

Que mas daba. Mire nuevamente a la doctora. Daniel tenia razon, ella seria nuestra tabla de salvacion a la cordura.

- Devorar mi cadaver? Recorde.

- Daniel, nadie devoro mi cadaver! Cuando desperte estaba congelada en la nevera de la morgue, moverme fue un infierno mientras lograba que las articulaciones de mi cuerpo respondieran, parecia un zombie!!! Pero mi cuerpo estaba entero, nadie me comio por dios!

No sabia que pensar asi que solo mire a la doctora de nuevo con la esperanza de que me ayudara a terminar semejante escena. Luego recorde que vendria la policia.

Que comico, y saque mi identificacion.

Vaya que debes servir para algo, y mire mi placa.

 

Cargando editor
12/10/2016, 15:27
Clementine Ouvrard

No tengo palabras para lo que escucho, solo puedo presenciar la escena callada, ensimismada, estoy un poco en shock luego de que Leah vaciara su cargador y Daniel se despachara con su confesión. He bajado mis manos y ahora me abrazo suavemente, mientras mis ojos los observan a ambos sopesando posibles cursos de acción a futuro.

Mictlantecuhtli, Señor de los Nueve Ríos del Infierno. Bueno, al menos ya tenía datos para investigar un poco más.

Siento una leve ternura al ver que mis palabras han tenido un efecto positivo sobre ellos, su pasión me llena de vida por más que por momentos me sienta superada. Me dirijo a Daniel contestando a su proposición -Estoy ansiosa por escuchar su propuesta y me siento honrada de que piensen en mí.

Miro hacia el automóvil -Ahora vámonos, queda poco para el amanecer... No sé cómo haré para ir a trabajar mañana -tenía que ir y ver a Max, necesitaba ver a Max. Las palabras de Daniel lo traían nuevamente a mis pensamientos, si es que realmente se habían alejado de él en algún momento.

Cargando editor
12/10/2016, 16:21
Leah Beth Tautou

Notas de juego

Vamos al hospital, o a comer algo y cambiarnos de ropa y luego al hospital?

Supongo que si Clementine se sienta en las piernas de Daniel podemos viajar los tres?

Cargando editor
12/10/2016, 16:48
Clementine Ouvrard

Notas de juego

Yo pensé que íbamos a la dirección que nos dio el Rey de los Infiernos XD pero por una noche está bien, mejor si descansamos un poco.

Cargando editor
12/10/2016, 19:59
Daniel Mallutz

Notas de juego

Entonces hospital, descanso y visita a la mañana siguiente de la direccion

Cargando editor
12/10/2016, 20:00
Daniel Mallutz

Por un momento me tienta el seguir insistiendo pero con Leah lo misterioso tiene que ser muy patente y lo que tengo son solo palpito.
También me surge el impulso de volver a pedir perdón, pero se que es mas la tendencia a decir la ultima palabra, que ya descubrí me había enviciado cuando discutía con Lar.
Me gusta creer que soy mas sabio a ese respecto, así que me callo.
Solo asiento, hacia las dos y las miro.
No con tranquilidad y emoción fría, pero si lo mas cerca que me compongo en transformar un tumulto de sentimientos en una voz racional y casi sosegada.
Vamos. Tomemos el coche y vayamos al hospital - de reojo pido a Clementine confirmación - entiendo a que te refieres a esta mañana.
No me apetece tener que lidiar con la gendarmeria en este lugar.
Me dirijo al coche y me afano en poner el asiento lo mas holgado hacia atrás para que entremos los tres.
Dios sabe lo que me cuesta de las magras energías que me quedan el no mutilar el cacharro. Aun siento que es un regalo envenenado como todo lo que ha pasado en las ultimas horas pero sinceramente el cerebro y el pecho los tengo vacíos de impulso.
¿Como pude hacerle daño? Aunque fuera sin quererlo e ignorándolo. ¿Como la aleje de lo que es mas sagrado?. ¿Es eso lo que le he hecho? ¿Con mi deseo bien intencionado? Justa es la frase de que el infierno esta pavimentado de buenas intenciones. Justa y cruel.
Quizás le estoy dando demasiada importancia a mi papel pero aunque solo hubiera sido para dar el ultimo guiño al alzamiento de ese ser eso es lo que ha bastado para tocar a Leah...
Necesito descansar y necesito hablar con alguien sobre ese Mictlantecuhtli y ese sueño.
Necesito poner los puntos sobre las ies o diferenciar entre los ceros y las oes.
Darle a Leah algo de respuestas y no palabras de humo y espejos.

Mientras peleo con el asiento saco el móvil y llamo a la central.
Pido que indiquen a la policía que viene que es una falsa alarma pero que ya que estan les indiquen que nos escolten hasta el hospital.
También le pido información sobre Rostand y lo ocurrido en la galería.
Queremos un informe preciso y que inmediatamente hagan una vigilancia a los habitantes de esta direccion - digo repitiendo los datos de la letra de Eugene - alta prioridad. Si aparece sospechas de que se esta cometiendo un delito o esta relacionado con el caso Terry queremos inmediata respuesta, intervención y comunicación. ¿Entendido? Si Gavalda quiere explicaciones tiene diez minutos para pedirlas. Después pienso intentar dormir - una premisa que mi mente aventura va a ser imposible, no con lo que tengo en la cabeza al alcance del rabillo de los ojos, si no es por alguna de las amables pastillas de la doctora, Dios me escuche y tenga mas.

Cargando editor
14/10/2016, 00:10
Director

Leah y Daniel descansaron en el hotel sin noticias de Suzanne Rostand. Leah recibió la visita de Ophelia en sueños. Cuando despertó no recordaba bien el contenido sueño, pero la luz le molestaba un poco y se sentía más fuerte.

Clementine recibió en su casa la llamada del abogado de Max. El médico estaba retenido en la comisaría por haberle roto el tabique nasal al retratista tratando de sonsacarle qué había hecho con ella. Parece que al desaparecer Clementine había pedido explicaciones de una forma más que violenta.

A eso de las siete de la mañana Daniel recibió un mensaje del CSB. Rostand había capturado al vigilante que merodeaba en la galería y le había “convencido” para colaborar. Lo tenían bajo custodia, a salvo de ser rescatado o monitoreado por los suyos.

Daniel también fue informado de que en la dirección que les había dado Eugene vivía una familia joven -un profesor de instituto y una programadora de videojuegos- con dos hijos. No parecía haber movimientos extraños y permanecía vigilada por el CSB en espera de ser inspeccionada por los agentes.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Podéis postear con lo que hacéis por la noche-mañana (Leah y Daniel por un lado y Clementine por otro) También podéis llamaros para reuniros e indicarme el siguiente paso.

Cargando editor
14/10/2016, 03:25
Clementine Ouvrard

Les agradecí a Leah y a Daniel el aventón y subí a mi casa. Cuando cerré la puerta detrás de mí di un gran suspiro y permanecí allí petrificada contra la madera un largo rato, repasando los muebles, el espacio y las luces con detalle. Dejé que la sensación de contención me invadiera lentamente, sin embargo la de desamparo no se alejaba de mi corazón. En la semipenumbra, a la luz de la única lámpara que dejaba encendida siempre que salía, me pregunté seriamente qué extraña fuerza se apoderaba de mí para ir detrás de las pesadillas de las que todos querían esconderse o huir, ¿Por qué deseaba desentrañar los secretos más oscuros de las entrañas mismas del infierno? ¿Podría sobrevivir a ello?

Me desplomé en una poltrona que tenía junto a la ventana y volvieron a mí las palabras y las imágenes. Todas. Recordé cómo quería que Daniel se callara la boca cuando trataba de revivir a Leah, como sus gritos y sollozos me parecían patéticos... Suponía que así de doloroso debía ser perder a alguien que amas.

Así que había querido dispararme, bueno, el sentimiento había sido mutuo. Y sin embargo, lo sabía, nunca iba a decírselo, la verdad es que ahora no me caía tan mal. Y pobre Leah, qué destino enamorarse de un amante tan egoísta que la trajo de la muerte porque se sentía culpable...

Y el Rey del Infierno, claro. Una de las experiencias más extrañas de mi vida, sin lugar a dudas y a pesar de ello tenía la impresión de que todo esto iría in crescendo, de que cada nueva experiencia superaría a la anterior.

Apenas recibí la llamada del abogado de Max sentí un instantáneo alivio, estaba retenido en la comisaría y eso quería decir que no había sufrido daño alguno, o por lo menos que estaba en un lugar en el que estaría vigilado y no podrían hacerle daño, o eso pensaba.

Me cambié los zapatos y pasé las cosas de mi cartera de salir al bolso que usaba todos los días para ir a trabajar, en el que cabían más cosas. Puse una muda de ropa en mi bolso, pasé el móvil, que aproveché para revisar mensajes y llamadas ahora que estaba en un realidad en la que podía recibirlas, mis documentos, llaves y la identificación del hospital. Luego me calcé un impermeable para romper con el frío de la madrugada y me fui hacia la comisaría. Dos personas estaban en mi mente en ese momento, a Max lo vería en cuanto llegara a la comisaría; a la niña en cuanto pisara el hospital.

Cargando editor
14/10/2016, 12:51
Max Seyrig

Tras esperar no más de veinte minutos en una sala con moqueta mohosa Max entró bromeando con su abogado, libre. Al verla el médico cambió su sonrisilla de niño travieso por otra de genuina alegría.

Will -el abogado- apenas tendría cuarenta años, era completamente calvo y lucía una poblada barba negra. Se ofreció a llevarlos en su coche pero los médicos prefirieron ir por su cuenta.

Todavía era muy temprano y estaba nublado. Max soltaba un sonrisa de vez en cuando y cuando subieron al autobús habló.

-Me vinieron a la cabeza las conclusiones de Bischinger -un reputado neumólogo que se había hecho popular en los medios por haber comentado que meterse los dedos en la nariz y comerse los mocos era bueno para el sistema inmunitario- y me dió un arrebato. Por suerte, el retratista no ha presentado cargos.

Cargando editor
14/10/2016, 20:59
Clementine Ouvrard
Sólo para el director

Ver a Max sano y salvo me produjo un alivio instantáneo. Agradecí que se negara a que el abogado nos trasladara, me imaginaba que tenía muchas preguntas para hacerme y yo a él.

Cuando me explicó su versión de cómo había acabado preso me reí a carcajadas tapándome el rostro con las manos por un breve instante, luego bajándolas para dejar al descubierto mis mejillas sonrojadas, me reí quizás demasiado, ya fuera porque el chiste era bueno en verdad o porque estaba liberando tensión acumulada. Pero no dije nada, solo lo miraba fijamente, analizándolo; el relato había tenido el efecto de romper ese silencio lleno de preguntas que nos rodeaba pero las preguntas flotaban todavía sobre nuestras cabezas, aunque ya no entre nosotros. Entonces los tomé de las solapas y lo acerqué hacia mí para besarlo, quizás con demasiada violencia y ansiedad.

Cargando editor
15/10/2016, 00:51
Leah Beth Tautou

Soprendida de haber dormido desperte llena de energia y sin embargo un sueño perturbador me hizo saltar al baño. Como una rubia colegiala revise mi cuello en busqueda de mordidas de vampiros sintiendome estupida de haber buscado algo asi.

Si fuese cierto estaba segura que esas criaturas tendrias otros metodos. Ademas me sentia tan fuerte y llena de vida que para que molestarme en este momento.

Comence a vestirme mientras miraba a Daniel hacer lo propio. Si bien habiamos dormido juntos, nada habia pasado. Sencillamente estabamos exhaustos o ambos decidimos tomarnos espacio mientras encarabamos todo lo que habia ocurrido.

Luego de que hablara con la oficina esperaba que me informara y debiamos ir por Clementine en el hospital. No tenia hambre pero estaba segura que el debia comer algo.

Notas de juego

No puse a Clementine porque no esta con nosotros.

Cargando editor
16/10/2016, 16:56
Daniel Mallutz

El descanso sin reparos es un tesoro aunque sea misterioso. Pero eso es lo que obtenemos con las escasas horas de tregua que conquistamos. Y aunque siga presionándome la seriedad de la revelacion en la madrugada por dentro hay una candidez que desea que la razón de la calma es el regreso de nuestros tiempos compartidos.
Solo hemos compartido tres noches ¿Como parece como si hubiera sido una vuelta al mundo? ¿Como el ciclo completo de las estaciones en un día?
Me despierta el zumbido del móvil anunciando noticias y aun en la modorra contemplo a Leah salir a buscar el baño como una rutina bienvenida de nuevo. Sus rizos oscuros aleteando en la penumbra para convertirse en una aparición gozosa.
Pero desvanezco pensamientos mas propios del calor de las sabanas por la frialdad de la razón, por mucho que sea mas amarga. Hay que seguir resolviendo el misterio. Por el bien de Jane y creo que quizás del de Leah. Me ronda una impresión, que pudiera ser equivocada pero no descarto, de que sus destinos, los nuestros están ya apuntados y unidos.
Me enfundo los vaqueros con una agilidad impropia de la hora y el cansancio pero es la adrenalina de la responsabilidad y de la presencia de Leah en el cuarto. Doblo los restos del pijama y pienso que me estoy saltando los cuidados de una agradable ducha. Así que me aposento en la espera del turno libre del aseo y compruebo los mensajes de la central.
Rostand parece estar bien, gracias a dios, y añadidamente parece que nos ha completado parte del trabajo. Los datos de la otra direccion me parecen demasiado asepticos. Quizás imposibles para la direccion mundana de la cual ya conocemos que los expertos somos nosotros.
Comento a Rostand que espere noticias y medito las posibilidades.
Es pronto y aun podríamos observar a la familia en las primeras horas del día y cotejar la realidad exhibida con la oculta. O ir a interrogar al sospechoso.
Esta es una decisión para comentar con Leah así que paso a los otros temas que me ronda la necesidad de abordar.
Escribo un mensaje a Clementine preguntándole como se encuentra y interesándome por Jane. Le pido que acuda a una reunión privada al final de la tarde o cuando ella estime mas conveniente. Le dirijo hacia el miembro de nuestro personal que este de vigilancia de la niña para cualquier incidencia que así lo sienta.
Luego le pido a Chana dos cuestiones: que nos busque alguien con el que aprender los rudimentos del enfrentamiento sobrenatural y a una persona experta en Mictlantecuhtli y en ritos como los que que estamos encontrando, y si fuera la misma mejor que mejor. De lo primero doy directrices para que podamos establecerlo como una rutina general de los miembros del equipo, sean los que sean.
Lo segundo le insto a que vea si puede ser hoy mismo.
Cuando la vuelvo a ver, a Leah le sonrío apacible aunque no del todo alegre. Me gusta volverla a ver en la mañana, atenta y vivaz, pensando en cosas que desearía con el tiempo intuir y bregando con ellas con esa fuerza que no se si ve.
Rostand a detenido a un sospechoso de la galería. El merodeador que comento. Lo tiene en retención.
También están monitoreando a las personas de la direccion de Eugene
- Le cuento sobre la familia que vive en la casa. De lo normal que parece - ¿A ti también te parece que si echamos un vistazo nosotros veremos algo que no los demás?
Dame cinco minutos que me enjuague el sudor y nos invitamos a un pequeño desayuno y decidimos - lo cierto es que aun con el poco sueño cumplido me encuentro mas preparado para pensar. Mientras me levanto de la cama y me traslado al baño con la camiseta medio colgada del torso le digo con afabilidad mis planes - Le he pedido a Chana que me ayude para esta tarde intentar poder hablar con alguien que me pueda dar información sobre mi sueño. Y si tambien sabe sobre los otros rituales, mejor que mejor. Quizás estén intentando manipularme a mi. Lo había pensado para ir los dos pero si quieres declinar estas en tu derecho. Todo lo de anoche fue bastante perturbador,incluido yo - hago una pausa al llegar al umbral para añadir con un tono nada meloso y solo ligeramente sentimental - pero si hay alguna cosa buena de ayer esa fue volverte a ver, Leah - mi rostro enmarca una sonrisa que no llega a ser jovial por que en mi corazón no cabe el gozo completo, pues un portento así no es merecedor de cualquier precio, al menos uno que tenga que pagar ella - ayer y hoy.
Después sonrío mas firmemente aun que tenga un deje de artificialidad - hazme un favor. Pide que me hagan un desayuno de tortitas y huevos escalfados. Hoy me he levantado con antojo Americano.

Cargando editor
16/10/2016, 22:35
Daniel Mallutz

SMS de Daniel Mallutz
Estimada Clementine. Escribo para ver como estas y para ofrecer nuestra ayuda si es necesario para alguna cuestión. Te agradezco lo de ayer. Y no por mi.
Por favor informamos de cualquier mejoría en el estado de Jane. Y cualquier otra circunstancia que creas conveniente. Hay un miembro de nuestro personal permanentemente en el hospital. Si lo crees necesitar avísale. Sus señas son las del final del mensaje.
Te propongo esta noche el cenar privadamente los tres. Elige el lugar que este bien y te encuentres cómoda. ¿Que tal a las 9:00? Tenemos algunas cuestiones que atender. Si la cita se tuviera que posponer te avisaríamos.
Si no es posible hoy apúntanos otra fecha.
Gracias y con Dios.
D.Mallutz

Notas de juego

buenas vacaciones Queen. aprovecha la primavera.
si nosotros avanzamos entenderemos que es que has postpuesto la cita aunque Cusa siempre puede meter baza.
Si no esperamos.