Partida Rol por web

El eco del Diablo

El telón

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03/02/2017, 01:57
Clementine Ouvrard
Sólo para el director

La fascinación por ese ser que tenía enfrente y mi sentido de supervivencia gritándome que no bajara la guardia luchaban en mi interior. Medité en sus palabras sobre el mal y el ser humano largamente, desviando la mirada de ella pero enfocándola en la niña y en el mal que le había sido inflingido a ella, no pude evitar una mueca de frustración que fue seguida de un sonoro suspiro.

Me pregunté quién sería su compañero, me pregunté muchas cosas que veía, para mi completa insatisfacción, que no iban a tener respuesta prontamente. Tuve que morderme la lengua, o mejor dicho el labio inferior, para no cometer la rudeza de preguntarle quién era ese ser con el que dormía, hubiera sido algo terriblemente desubicado de mi parte, tendría que reservarme la pregunta para otro momento, si es que ese momento llegaba... Y sin embargo, alguien que caminó durante quién sabe cuántos siglos estaba entre nosotros, como muchos otros seres que ignorábamos, como Ophelia delante de mí: nunca hubiera imaginado que los vampiros existian realmente.

Su tacto me trajo de vuelta a la realidad de manera ineludible y mi mirada se encontró con la de ella, aunque primero me detuve en observar sus dedos sobre mi piel como si no entendiera qué estaba sucediendo. Asentí mudamente un par de veces, finalmente dije -Está bien, le creo -musité y le concedí una sonrisa sincera, ojalá no me estuviera equivocando -Le transmitiré a Leah sus palabras en cuanto la vea -aseguré -Estamos juntas en esto ella y yo -revelé sin saber del todo por qué -La niña llegó a la guardia un día que estaba de turno, mi compañero le salvó la vida y yo se la salvé a la mujer que estaba con ella cuando llegó, para bien o para mal -expliqué -Desde entonces todo a mi alrededor se ha ido tornando más y más extraño y complejo. Y, créame Ophelia, mi vida ya era extraña antes -me llevé una mano al corazón.

Miré a la niña y negué con la cabeza alejando de mi mente la conversación que habíamos tenido la niña y yo ¿horas? antes... No tenía idea de qué momento del día era, suponía que la noche. Me mordí el labio para reprimir la angustia que sentía, me hubiera gustado recordar el sueño, saber qué habíamos compartido ella y yo. Entonces le pregunté haciendo acopio de toda mis fuerzas -Discúlpeme la audacia, ¿Quizás usted conozca a alguien con talentos especiales que me pueda ayudar? Necesito recordar un sueño y no tengo forma de hacerlo ahora...

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08/02/2017, 23:42
Ophelia

-Y que lo digas, yo también he pasado por una experiencia de ese estilo. Sé mejor que nadie que la vida se puede volver la mar de rara. Recuerdo esa sensación de extrañeza de los primeros días. De repente el suelo que antes parecía sólido como una roca se convirtió en arenas movedizas. Estuvo a punto de embargarme una angustia vertiginosa. Pero como dicen que pasa con las arenas movedizas… ¡Hay que tomárselo con calma y no sucumbir al pánico! Mal que bien ¡Se puede nadar en ellas!

Ophelia apartó su mano con un movimiento suave y placentero. Sentía la doctora como si su propia piel se hubiera vuelto fina como una gasa. Y la del vampiro, de porcelana, hubiera pasado a transmitir una húmeda y acogedora calidez.

-Conozco a alguien que puede echar una mano.

Se señaló con el pulgar sonriendo.

-Desde luego que has tenido un sueño escurridizo, pero tan intenso que tuvo su eco a este lado. ¡Hablas en sueños! ¡Me parece de lo más encantador! Y dijiste una palabra.

Se pasó la mano por la nuca.

-Una palabra que parecía querer irse volando hacia arriba... pero que conseguí retener, como si tirara de un hilo que la mantiene atada. Yo estaba bien despierta, te oí y al instante parecía que se me quería olvidar. ¡Se me escapaba, como pasa en los sueños! ¡Es algo de lo más sorprendente!

Se levantó de la cama -Por favor, déjame hacerte un regalo- para inclinarse hacia el oído de la doctora y hablarle en un susurro:

-¿Lo aceptas?

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10/02/2017, 14:04
Clementine Ouvrard
Sólo para el director

Sus palabras de aliento fueron lo que menos me esperaba pero me acariciaron por dentro como la miel y no pude evitar esbozar una tímida sonrisa. Por alguna extraña razón sentí un nudo en la garganta cuando dijo que había hablado en sueños, sentí mis ojos levemente vidriosos y me estremecí internamente, mis emociones se mezclaron de manera extraña: suavidad y desasosiego por igual.

Mis ojos se abrieron como dos platos y mi mente comenzó a tratar de dilucidar qué sería lo que iba a hacerme, cómo iba a ayudarme. Sus palabras tocaron la melodía de la verdad en mí, pensé que quizás ella había participado de nuestro sueño sin quererlo, al entrar en la habitación, y que aún estando despierta había estado presente en algún punto intermedio, en una vigilia compartida.

Contemplé su rostro al explicarme cómo la palabra casi se le escapa y su referencia a un hilo y al deseo de la palabra de irse volando me resultaron turbadores, pero ciertos. Un escalofrío me recorrió por entero cuando se acercó a mí y habló de un obsequio, me pregunté qué sería y mi imaginación contempló desde las palabras que yo había pronunciado hasta un mordisco en el cuello.

Asentí mudamente un par de veces y luego dije -Lo acepto -giré mi cabeza para mirarla a los ojos un instante y luego desvié mis pupilas hacia la niña.

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11/02/2017, 00:08
Ophelia

Habló en un susurro que la belleza de su voz lo hizo sonar como un cántico que hacía cosquillear su oreja:

-Dijiste un nombre. Lo dejaste ir con un sollozo. Conzco el alcance, la importancia de un nombre para quien ha perdido el suyo. Sin lugar a duda, pronunciaste el de la pequeña en tu sueño.

Ahora no lo olvidarás, Clementine: su nombre es Édith.

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12/02/2017, 03:09
Clementine Ouvrard
Sólo para el director

Mi cuerpo se puso en tensión, rígido. Todos mis sentidos estaban suspendidos, en alerta y atención hacia aquello que iba a serme revelado. Mi corazón se puso a latir desbocadamente, palpitando con fuerza contra mi garganta, entrecortando mi respiración, mi espíritu presentía que no olvidaría jamás este momento.

Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza cuando escuché sus palabras, apreté la mano de la niña como si eso pudiera darme fuerzas, no podía contenerme más y me permití a mí misma dejarme ir en esta ocasión; al tiempo que Ophelia musitaba las palabras y el nombre de la niña cerré los ojos, fuerte, suspiré y sentí las gruesas lágrimas caer por mis mejillas. Me mordí el labio inferior para no dejar salir el más mínimo ruido, intenté abrir los ojos pero estaba cegada por las lágrimas. Lloré en silencio.

Quería agradecerle a Ophelia pero apenas podía respirar, alcé la mano libre y tomé la de la mujer vampiro, no quería que se fuera, no en medio de mi silencio. Estaba contenta pero extrañamente me dolía el pecho, ahora podría al menos llamar a Édith por su nombre: Édith. ¿Si se lo decía a ella recordaría algo? Deseé con todas mis fuerzas que todavía no se muriera, sería tan terrible que eso sucediera ahora.

Luego de unos minutos solté a ambas y me limpié las lágrimas hasta que pude ver, primero mis propias pestañas llenas de agua, luego ya poner en foco el cuarto y mis alrededores. -Te agradezco este regalo -musité y miré a Ophelia -Es el obsequio más preciado y trascendental que me han hecho en mi vida -me sinceré.

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12/02/2017, 11:46
Ophelia

Ophelia contemplaba la escena visiblemente conmovida. Sus cejas pintadas, arqueadas por la emoción de su gesto, sus grandes ojos y su corte de pelo le hacían parecer ahora una niña de otro tiempo.

- Tu aceptación es un regalo que tampoco olvidaré.

Miró hacia el suelo, y luego hacia atrás, apenada. Parecía como si le avergonzara permanecer por más tiempo y ahora le pareciera embarazosa su propia presencia en esa habitación

- Si necesitas algo o simplemente quieres hacerme una visita, me alojo en el Hotel de Crillon.

Dio un paso hacia atrás, hacia la oscuridad de una de las esquinas de la habitación.

- Gracias por este rayito de luz.

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15/02/2017, 02:20
Clementine Ouvrard
Sólo para el director

La miré todavía conmovida, perdida en mis propios pensamientos y al mismo tiempo presente -Iré a verte, por supuesto -afirmé, todavía tenía que convencerla de que me dejara hacerle unos estudios médicos. La observé alejarse hacia uno de los rincones de la habitación y me extrañó su actitud, después de todo ella había sido la precursora de todo esto -Hasta pronto, Ophelia -me despedí -Es un rayo de luz que tú misma has sabido atraer sobre ti como quien juega con espejos en un día nublado -repuse y sonreí tristemente.

Me puse de pie y enjugué mis lágrimas, mi mano no abandonaba la de la niña, mis dedos acariciaban el dorso de su pequeña mano mientras un cuchillo se hundía en mi corazón, no había otra forma de describirlo. Me incliné hacia su oído -Mañana vendré a verte, Edith -le susurré en confidencia -No te mueras, no aún. No te des por vencida -. Busqué en mi mano izquierda el reloj de pulsera para ver la hora, no tenía idea de qué momento del día era pero sí tenía en claro algo: tenía que pedirle a Leah que buscara a niñas desaparecidas en el banco de datos de la policía que se llamaran Edith y que tuvieran la descripción de nuestra niña.
 

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23/02/2017, 16:07
Max Seyrig

El día pasó raro.

El teléfono de los policías estuvo fuera de cobertura. Muerto.

Y bien entrada la tarde Clementine se despertó con un nudo en el pecho. Tampoco hoy le era posible recordar un ápice de sus sueños. Y había despertado de uno que la había dejado sin aliento.

Su turno comenzaba con el ocaso y el paseo hasta el trabajo resultó más brumoso que de costumbre. Sentía como que caminaba entre sonámbulos.

Nada más llegar al hospital de Lariboisière le esperaba Max. En el cribado de urgencias. Era rarísimo verle allí tan cerca de las salas de espera.

Habló con una sonrisa enigmática que quería parecer socarrona pero que contenía una alegría que le era imposible de reprimir.

-Doctora, ¿hoy hacemos la ronda juntos?

Cerca la enfermera Modiano les observaba y apartó torpemente la mirada para huir de la de Clemenine.

- Tiradas (1)
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06/03/2017, 14:20
Max Seyrig

Max la llevó directamente a Cuidados Intensivos. La gente les miraba y les daba paso. Era evidente que había ocurrido algo.

-Tenemos que trasladar un paciente a planta.

Y con su sonrisa que ya era claramente de satisfacción y alegría, abrió la cortina dando paso a Clementine a la habitación de Édith.

Notas de juego

1/2

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06/03/2017, 14:21
Édith

La niña estaba sentada en la cama, con su venda en la cabeza, mirándose distraídamente los pies.

Levantó la cabeza y quedó mirando a la doctora. Sus ojos claros, ahora despiertos, empezaron a empañarse. Trató de hablar pero se le hizo un nudo en la garganta y no pudo.

Notas de juego

2/2 Ya puedes.

:-)

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08/03/2017, 01:30
Clementine Ouvrard
Sólo para el director

La noche llena de pesadillas, el mal dormir, los pensamientos que rondaban mi cabeza sin cesar, las piezas faltantes de un rompecabezas, todo me tenía como atontada, flotando en una nube que antes que gentil me mantenía en un sopor indeterminado, en un trance no deseado en el que mi mente pugnaba por volver a tomar dominio completamente de mí. En ese trance fue que ingresé a mi turno, temerosa de equivocarme, forzándome internamente a mantener los ojos bien abiertos y los sentidos alertas para no cometer errores que pudieran costarle la vida a mis pacientes.

Estaba preocupada por Leah y Daniel, pensando en cómo podía ubicarlos cuando terminara mi turno cuando noté que Max estaba cerca de mí y me hablaba, su propuesta me pareció curiosa y respondí a ella con una ceja arqueada y una sonrisa de lado -Claro, un placer doctor -alegué, pensando que quizás me había equivocado y que no podríamos lidiar bien con esto de no mezclar trabajo y vida privada; no se me escapó la mirada de la Modiano...

Me dejé llevar y pronto comprendí que allí otra cosa estaba pasando, por la cantidad de gente y porque nos abrían paso, las palabras de Max me resultaron enigmáticas, aunque solo por un segundo, ese breve instante en el que descreemos del sino porque nos da exactamente lo que deseamos y suponemos que no puede ser verdad.

Me llevé una mano al rostro y me tomé un lado, incrédula, mis ojos ven a Édith despierta pero instantáneamente miran hacia su almohada por si acaso estoy viendo su cuerpo astral y su cuerpo yace todavía en coma, lucho con todas mis fuerzas para no derramar esas lágrimas que con tanta facilidad se han escapado de mis ojos durante estos días cuando por fin mi mente registra que son los ojos físicos de la niña los que me devuelven la mirada, celeste de cielo estival al mediodía sobre azul de mar atardecido.

Me suelto de la mano cálida y gentil de Max, nuestros dedos se rozan suavemente y un escalofrío me recorre pero no me vuelvo a mirarlo, no puedo: estoy demasiado abstraída por lo sublime, por lo poco terrenal de la escena. Antes de que me dé cuenta estoy junto a Édith, quiero decir su nombre pero me digo a mí misma que no lo debo decir y me sorprende mi propia voz llamándola -Édith, has despertado - murmuro, pero no lo suficientemente bajo como para que nadie me escuche, la veo borroso porque estoy llorando, no lo puedo evitar, es eso o derrumbarme por completo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Awwn, la pequeñina ha despertado!! últimamente siempre que escribo en tu partida lloro, jajaja

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09/03/2017, 10:23
Édith

Édith posó su mano en la muñeca de la doctora. Su tacto era muy suave y cálido y débil, aunque bajo su aparente fragilidad la niña transmitía una seguridad y una fuerza infinitas.

La miró con una sonrisa, respirando -entrecortadamente primero, hondo después- y se dejó caer, vencida tras el esfuerzo de mantenerse erguida, en el pecho de la doctora para llorar con ella.

Su voz salió con un soplo suave.

-Volvemos a encontrarnos.  

Clementine escuchó cómo Max salía sin hacer ruido dejándolas a solas.

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10/03/2017, 09:53
Hospital Lariboisière

Cuando Daniel llegó al hospital ya era bien entrada la noche.

Tres policías custodiaban la sala de intensivos desde el puesto de los vigilantes jurados, pasando casi desapercibidos.

Otros cinco guardaban distintas entradas del laberíntico hospital.

Informaron a Daniel que el doctor Seyrig había entrado primero con una enfermera y luego con la doctora Clementine Ouvrard.

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10/03/2017, 20:47
Daniel Mallutz
Sólo para el director

Notas de juego

Umm?? El doctor ha entrado dos veces pero no ha salido ninguna??

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10/03/2017, 22:33
Director

Notas de juego

jeje...

supongo que los guardias suponen que no es necesario decir que salió antes de volver a entrar... (ellos no están en el ajo y no imaginan que ¡aquí puede pasar cualquier cosa!)
 

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17/03/2017, 09:57
Max Seyrig

El doctor Seyrig salió de Intensivos con una sonrisa en la boca.

Cuando reparó en Daniel le saludó y miró a los policías cambiando su sonrisa por genuina preocupación, como si no hubiera reparado antes en que su paciente estaba en constante peligro.

Notas de juego

Leah está en otra escena. Eres libre de postear.

:-)

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16/03/2017, 20:43
Clementine Ouvrard
Sólo para el director

Mis brazos se cierran en torno suyo mientras me estremezco al sentir su contacto, sus lágrimas contra mí. Una mano acaricia su cabello gentilmente y la otra la sostiene quizás demasiado fuerte para su cuerpecito recién recuperado. Permanezco en silencio unos segundos hasta que puedo hablar nuevamente, tal es el grado de mi emoción -Regresaste -digo luego de un largo silencio -Pero, ¿cómo? -pregunto y me alejo un poco solo para mirarla a los ojos un instante y pasarle la mano por la frente -¿Qué recuerdas? ¿Cómo te sientes? -inquiero dando por descontado que ya le han hecho todos los exámenes de rutina.

No quiero presionarla pero estoy, entre todas mis emociones mezcladas, intrigada y quiero saber si podremos ayudarla a encontrar a alguien de su familia... Aunque no sé si ellos no serán los mismos que le hicieron vivir este infierno... De momento solo quiero consolarla y darle el cariño que necesite para mejorar. Ahora más que nunca quiero protegerla de todo cuanto pueda herirla y me veo al mismo tiempo impotente para luchar contra esas fuerzas que parecen arremolinarse a nuestro alrededor, pugnando por su destrucción.

Sin embargo, no me importaba que afuera la noche hubiera ya oscurecido las corolas de las flores, para mí en aquel momento era pleno mediodía: su presencia era un rayo de sol diáfano, una caricia llena de calor y luz. Quería prometerle que estaría bien, pero en verdad no podía saberlo; no obstante, me permití elevar un juramento: haría todo porque esta niña volviera con aquellos que amaba, si es que todavía existían. Haría todo porque fuera feliz.

Notas de juego

Perdón la tardanza, no quería escribirlo a las apuradas :)

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18/03/2017, 10:25
Daniel Mallutz
Sólo para el director

Aun con el regusto reverdecido del dolor y el placer, ligados al ultimo detalle del beso de Chialin, en mi cabeza hay sitio para al menos dos, quizás tres sendas, por las que los pensamientos son libres de aventurarse.
Algunas son molestas, mas que nada por que fríamente no esta claro por que están ahí, pero todas en el fondo enraízan en lugares relevantes para mi, que al fin y al cabo origino estas ideas.
Al poner un pie fuera del coche, pendiente cada par de minutos de la pantalla del móvil, y sus ruiditos, realmente mas que en que le voy a decir a Clementine y como, estoy divagando en el recuerdo de Lar o mas bien en lo que Leah altera ese recuerdo borrandolo.
Me acaricio el labio con la lengua, enésima repetición de lo que desde que nos despedimos se ha convertido en un mantra mudo de contacto. Una salvaguarda sin fundamento practico pero si emocional.
Así como Lisistrata lo cultivaba para su sádico ego, mi dolor y éxtasis puede ahora permanecer como un faro marcado por la huella de mi Compañera.
Parece irónicamente estúpido, esperar que el tono del dolor cambie si Leah esta alterando el animo propio, pero al parecer no soy el único por aquí sin un manual explicito de instrucciones y con el método de prueba y error mas engorroso.
Básicamente lo pruebo todo por que todo puede pasar.
También es que quizás me este dando demasiada importancia y todo es menos obtuso.
De alguna forma comunico con los espíritus, en especialmente los muertos o, lo he estado pensando seriamente, los que aprovechan los flecos de la ley natural para disponer un pie en cada mundo, incluida Leah.
Que pueda lograr otras cosas, ademas de hablar, esta por descubrir, pero lo primero esta bastante cerca de la verdad. Aunque sin que conozca los matices y las fallas de la teoría.
Odelia. Jane. Leah. El poeta...
Tal vez sea yo o tal vez sea una simbiosis sinergica con Leah. Pero han ocurrido.
Ahora que me embarco en esto solo otra vez, quizás pueda averiguar mas.

Con las manos en los bolsillos, bastante mas por ocultación de las heridas infligidas en la convocación de Fox que por indolencia, me dirijo hacia los guardas de la entrada.

La segunda de las ideas toma paso hacia la intemperie de la obligación de tomar una decisión.
¿Estamos haciendo bien trasladando a Jane?¿De verdad el Hospital es menos seguro que cualquier otro lugar que nos podamos preparar?¿y si al intentar proteger su espíritu de las amenazas al sacarla de la seguridad medica es su cuerpo el que falla?
Estoy jodido con la responsabilidad de liderar. Le tengo un cariño sincero a la niña. No esta basado en el contacto. Es sobretodo simpatía por la forma de presentarse ante la malas circunstancias mezclada con la mirada en la voz de Leah.
Es el enternecimiento ante su resolución, en un momento funesto como es que la acechen cosas peores que la muerte y que no nos pida ayuda para ella si no para sus padres.
Me altera el que, el reconocimiento y respeto por esa valentía adulta no me tiene que hacer apartar el hecho que es una niña y que como adulto racional mi deber es librarla de es trago y mas como policía, guardián garante de la sociedad natural y últimamente al parecer de la preternatural o como la queramos llamar.
Nuestra responsabilidad es ponerla a salvo.
La mía personal es hacerlo garantizando la suya, la de los que estén alrededor en la tarea, y de los ignorantes de las fuerzas que luchan ahí detrás de las esquinas pero que dicha carencia no clasifica como carnaza.
El hospital es indefendible.
Lo sabio es llevarla a terreno conocido por nosotros. Eso no tiene negociación.
La parte medica...los tiempos...Eso es lo que tengo que negociar con Clementine.
Clementine...
¿Que habrá acontecido desde que nos separamos?
En la ultima ocasión la invite a cenar.
Me parece que las delicias culinarias no van estar presentes para aligerar la conversación.
Solo va a quedar la conversación...
Sé que necesitamos alguien en el equipo como ella, una visión menos severa.
Y un doctor.
Hasta ahora hemos tenido suerte. Muerte y resurrección incluida.
Otra cuestión es como vendérselo. No he heredado ni un gramo de la malicia negociadora de nuestro padre. Ninguno de sus dos retoños la hemos tomado como legado si lo pienso bien.

En el coche le he mandado un texto a Madre y otro a Lena.

Madre esta ya muy lejos de querer involucrarse en el sentimiento de congoja de saber que el trabajo elegido por sus hijos se los puede arrebatar.
Aun aunque Lena ya no cabalgue la cresta de la ola sobre el abismo y se haya convertido en una simple artesana.
Eso llego muy tarde. Tarde para una mujer que esperaba que nos dedicáramos a Dios y a darle nietos pero que nunca lo impuso sobre nuestra libertad.
Sus respuestas son simples de ver construidas bajo la protección de sus sofisticadas anteojeras.
Lena es de otra pasta.
Con ella tengo que lidiar con quirúrgica precisión para que no salte su temperamental juicio de hermana mayor.
Que no haya regresado a los Estados, remoloneando por las Highlands e Irlanda me pone un poco nervioso.
Sé, que si sospecha que estoy en apuros, se me echara encima para sacarme del pozo, cosa por la que la quiero, cosa que ya ha hecho en una ocasión, pero por todo lo sagrado que lo que menos necesito es que se exponga aquí y ahora en este campo de tiro.
Por mucho que la sé capaz de lidiar con cosas de trascendencia que solo intuyo, no creo que tenga potencia de fuego para enfrentarse a lo que viene.
Sinceramente no se quien lo puede tener.
Cada una de las palabras escogidas en el trayecto las he pensado largamente tanto que me ha salido una sentida plegaria al darle a enviar.
Señora. Por favor, déjala al margen.
Al menos por ahora esta funcionando.

Ningún mensaje de Leah.

Una tibia respuesta de Magdalena. Una fotografía sonriente agarrando la cintura de una pelirroja.

Móvil de nuevo al bolsillo, al recibir los saludos cumplidores de los agentes desplegados me enfoco en el tercer enjuiciamiento: La guerra o escaramuza con los Soñadores.
Los guardas son diligentes en su incomprensión de lo que estamos controlando. Supongo que imaginaran historias de alarma terrorista o de tramas de psycokillers similares a las que les ceban desde la television.
Aunque no hay que descartar su inteligencia. O su astucia.
Son guardias simples pero no sin mente. Alguno puede tener alguna idea mas concreta de lo que pasa.
Alguno puede tener contactos con la gente de Gobier.
Alguno puede ser lacayo de la otra red.

Les dejo dar su informe con leves asentimientos y petición de detalles exiguos.
Que describan la entrada del doctor Seyrig sin un elemento de salida obvio me produce un efecto de descarga nerviosa en la espalda.
No puedo saber si dan por supuesta esta información o solo es que realmente es exactamente como están narrando.

Tomando el control de mi respiración decido no poner nerviosos a los guardianes y unicamente dandoles las gracias y remarcándoles que sigan atentos y sutilmente remarcando que tomen nota de Todo detalle les dejo atrás.
¿Es posible que Seyrig haya entrado y salido sin que lo adviertan los custodios o han entrado dos doctores Seyrig?
Me daría de cabezazos con la pared por la inutilidad de las opciones de arsenal de trucos que puedo desplegar. Trucos inmundanos quiero decir.

El cuchillo de Onix lo tiene Leah y yo lo único que tengo es una herida sangrante en la palma izquierda.
¿Bastara con cerrar los ojos y abrirlos después de pedir que me muestren la verdad? Inocente lo apunto.
Pero quizás pueda preparar algo mas sutil pero prosaico.

El agua es una fuente de conexión espiritual. En alguna peli o libro dijeron que es el conductor universal. Tal vez este en lo cierto. Casi forma parte de la totalidad de un cuerpo.
Me acerco a una maquina expendedora de bebidas y me agencio una botella traslucida con un par de monedas.
El otro elemento que me ha funcionado ha sido la sangre.
Conseguir una cantidad del vital elemento es fácil. Tengo el vendaje improvisado empapado.

Discretamente y con algo mas de dolor de lo que pensaba mezclo las gotas rojas dentro del liquido incoloro. Suficientes para notar su presencia. Las justas para no teñir el liquido.
No se bien como pretendo usar la brújula pero apoyando el plástico sobre la frente y el puente de la nariz entono una improvisada oración de suplica.
Señora, Igual que la sangre de tu Hijo limpia nuestros pecados, haz que mi sangre, menos digna al menos me señale a los pecadores que Sueñan, a aquellos que nos quieren mal. Mal hacia tus otros hijos, nosotros que dudamos, nosotros que guardamos, Nosotros: Clementine, Leah, y yo mismo. Nos ponemos bajo la protección de tu voluntad. Amen.

Tomo la botella y la sigo manteniendo en la frente, cerca de mis ojos, viendo las volutas de la hemoglobina retozar en la mezcla coloidal como un grupo de serpientes rojizas. Un ratito pienso que me estoy pasando en mis locuras
Con tranquilidad empiezo a dictarle al móvil un mensaje para Clementine y otro para Leah.
En medio de la faena como por arte de magia el doctor Seyrig aparece en la sala mientras me disponía a subir.
Los rastros de emoción de su rostro me lo hacen tan terrenal que me cuesta mantener la concentración en el detector indeciso en si no me estoy sobrepasando con la paranoia.
Con el dedo en la tecla de enviar lo saludo. Inconscientemente frunzo el labio para que
Buenas noches, Doctor. A punto estaba de subir a planta a ver a su paciente. ¿Todo Bien? ¿Todos bien?

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18/03/2017, 13:30
Daniel Mallutz

SMS de Daniel.
Buenas Noches Clementine. Siento no haber estado sin ofrecer noticias.
Estoy en el hall del Hospital.
Visitare a Jane y cuando sea posible me gustaría tener una charla.
Saludos.

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18/03/2017, 19:14
Clementine Ouvrard
Sólo para el director

Notas de juego

¿Espero a que me contestes máster o le contesto a Daniel?