Partida Rol por web

El eco del Diablo

El telón

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07/04/2018, 19:17
Ellen Lloyd

Como habían quedado, subieron los dos solos al faro. Las llaves estaban escondidas bajo una maceta, junto a la entrada.

Subieron una estrecha escalera de caracol de forja y pasaron de largo una pequeña puerta a la altura de un segundo piso. Luego, un piso más arriba, entraron en la habitación acristalada de la “antorcha” en la que se iluminaba una lámpara de forma automatizada.

La vista del parque natural era excepcional. El mar, el bosque. Había un sillón rústico y un par de sillitas plegables junto a una mesita minúscula y una escalerilla metálica que presumiblemente subiría al tejado.

Unos pájaros volaban a la misma altura que ellos, en el exterior.

Ellen se sentó en el sofá cama y se pasó la mano por la nuca, mirando a Elliot, primero seria, luego sonriente.

Desde allí se podia ver como el último ferri se llevaba a los turistas. En unos minutos ellos serían los únicos humanos a kilómetros a la redonda.

Notas de juego

2 de 2

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07/04/2018, 21:17
Elliot
Sólo para el director

La charla fue muy fluida. Le resultaba fácil hablar con aquellas mujeres a pesar de lo poco común del tema que les ocupaba, aunque se notaba que no era extraño tratarlo allí. Las escuchaba atento a sus palabras y sus gestos, atento a su tono de voz y al sonido de su risa, a la forma en que se dirigían unas a otras y a él mismo, buscando la chispa del recuerdo, si es que era posible que ya se conocieran. No hubo sin embargo nada puntual que le hiciera pensar eso, aunque sí una sensación global de familiaridad, como si estuviera entre amigas de confianza aunque, por algunos detalles, más pareciera un secta de la que Agathe debía ser la gurú. Sentía una calidez agradable en su pecho, la de sentirse bienvenido, integrado, atendido, "alguien" al fin y al cabo, después de no recordar nada más que ser una especie de fantasma y saber que otros a quienes no recordaba de algún modo podían depender de él. ¿Eran ellas esos "otros"? Parecían encontrarse perfectamente, ¿era posible que estuvieran en alguna especie de peligro sin saberlo?

Tras la comida siguió a Ellen. La chica le mostró su habitación. Seguía sus pasos observando su estilo al andar, la forma de su trasero y de sus piernas perfilada por sus pantalones ceñidos, de su espalda y sus brazos, tratando de captar esa familiaridad que esperaba le asaltara en cualquier momento. Al fin llegaron al faro.

Recordó el sueño que le había llevado hasta allí y la impresión de importancia de aquel lugar volvió a asaltarle con fuerza. Podía rememorarla con el detalle que tenían sus recuerdos desde que tenía memoria, pero aún había algo más: sabía que podía mirar dejando vagar su visión entre la vigilia y el sueño, como en un duermevela que podía mostrarle cosas invisibles. No sabía si dejarse llevar por esa visión cuando Ellen y él entraron en la sala de la linterna.

La vista del paisaje era espectacular. Caminar a la altura de los pájaros, ver kilómetros a la redonda, sentirse la única persona de la Tierra si estuviera allí solo. Era precioso. Una atalaya para un observador entre los mundos: entre el mar y el bosque, entre el cielo y la tierra, entre la vigilia y el sueño. Miró a Ellen y vio cambiar su gesto de la seriedad a la sonrisa: ¿en qué estaría pensando su vieja o nueva conocida? De vuelta la vista al mar vio al ferri alejarse. Se había quedado solo en aquella casa con sus anfitrionas. En aquella isla. Miró el reflejo de Ellen en el cristal de la ventana antes de apoyarse en él y dejar su vista perderse en el horizonte.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Hago un par de tiradas, una de empatía hacia Ellen y otra general de Per +Psyché por las impresiones que pudiera tener al entrar al faro.

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09/04/2018, 14:05
Ellen Lloyd

La chica pinzó uno de los mechones de su pelo entre el índice y el pulgar y luego los fue bajando suavemente, con una sonrisa ahora evidente.  Levantando un poco las cejas.

Elliot cayó en que de alguna forma le estaba poniendo a prueba. Ellen estaba pendiente de si el invitado decía algo, o hacía alguna cosa que le confirmara algo.

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09/04/2018, 14:12
Elliot
Sólo para el director

La chica sonrió, esta vez abiertamente, juguetona, claramente esperando. Él sonrió también volviendo su rostro desde la ventana hasta ella, apoyando su espalda contra el cristal. Ambos esperaban lo mismo, que el otro comenzara a hablar y le confirmara algo, aunque ese "algo" bien podían ser cosas muy distintas. En el silencio interior se escuchaba el mar rompiendo contra la costa. El sol caía ya, remarcando todos los perfiles e incendiando los ojos color caramelo de Ellen, aunque lo haría lentamente en aquella latitud tan al norte.

El tiempo parecía ciertamente detenido allí arriba. Curiosamente, después de tantos días de incertidumbre y angustia, fuera por la acogida, fuera por estar allí al fin, sintió que su ánimo se relajaba. Sentía ganas de pedirle a la chica que guardara su secreto y contarle todo, ¿haría eso que ella le recordara si es que se conocían de antes? ¿Rompería la maldición? Por otro lado, si daba un paso en falso tal vez le expulsaran de la casa y no pudiera volver al faro nunca más... Al menos no hasta que le hubieran olvidado y pudiera montar una nueva farsa otro día... Esto último no solo era desesperante, sino realmente triste.

Él era un misterio para ella. Así se lo había hecho saber claramente aunque no hubiera utilizado palabras. Él esperaba seguir siéndolo y que ello la impulsara a ayudarle aunque lo que escuchara no fuera lo que esperaba oír:

-Ellen... -comenzó lentamente, diciendo su nombre como si con ello quisiera tomar su mano, acercándose unos pasos hacia ella- Necesito pasar un tiempo aquí, no sé cuánto... -miró momentáneamente al mar y de nuevo a la chica- He venido siguiendo un sueño y debo averiguar qué significa. Es... Vital -llevó una mano a su pecho-. ¿Crees que podría dormir aquí esta noche?

- Tiradas (1)

Notas de juego

La tirada de Carisma más Empatía es para apelar a la sintonía que la chica pueda sentir hacia él.
 

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09/04/2018, 15:53
Ellen Lloyd

—Entonces no has vivido antes aquí ¿Verdad?

Se frotó la nariz enfatizando más la sonrisa.

—Ya decía yo que no habías nombrado la “cámara oscura”.

Ellen se levantó y le tendió la mano, con idea de llevárselo.

—Claro que podrás, pero primero le tendrás que contar todo lo que puedas a Agathe. Sin miedo. Da igual lo que haya ocurrido.

Se encogió de hombros.

—Yo también soñé con este sitio, y ella me ayudó. Y nunca me ha pedido nada a cambio. Ahora vamos. Te gustará lo que te voy a enseñar.

Notas de juego

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09/04/2018, 15:55
Agathe Débuchy

Bajaron un piso y abrieron la pequeña puerta entrando a un pasillo a oscuras. Sólo tras cerrar la primera puerta abrieron la segunda.

Había una gran pantalla ocupando la mayoría de la sala, como una enorme mesa redonda central.

Proyectada en ella había un paisaje rocoso, con lo que parecían árboles hechos de alambre de oro y cristal.

Allí estaban Agathe que movía la escena accionando una especie de palanca y Nao que pronunciaba de vez en cuando una palabra que parecía más chino que japonés.

No había más luz que la de la imagen que se proyectaba en la pantalla. A un monosílabo de la pianista Agathe acercó más la imagen hacia un árbol. Allí, sobre una rama que parecía de jade había un pájaro tallado en ámbar una auténtica obra de arte de orfebrería.

Agathe sonrió a Elliot, le saludó asintiendo con la cabeza con cierto gesto de satisfacción y les hizo a los recién llegados un gesto con la mano pidiendo que esperaran un momento a que terminaran lo que fuera que estaban haciendo.

Notas de juego

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09/04/2018, 21:21
Elliot
Sólo para el director

Cuando Ellen habló de una "cámara oscura" no imaginó que se refería literalmente a una, como las que hay en algunos miradores de las ciudades o torres en otros parajes y desde donde poder proyectar la imagen del paisaje alrededor como si se tratara de una película en movimiento, pudiendo acercar o alejar detalles. ¿Qué era sin embargo lo que proyectaba aquel artilugio? La imagen que se formaba en la pantalla horizontal era un paisaje artificial. Parecía simular una obra de land art gigantesca compuesta de árboles de metal y cristal. El detalle era abrumador; cuando Agathe acercó la imagen hasta una rama podía verse un pájaro tallado en ámbar. Si era un proyecto artístico le pareció una instalación verdaderamente hermosa y una idea genial, pues daba la sensación de estar proyectándose otro mundo, aunque fuera estático. Ellen sin embargo había dado por sentado que si había vivido antes que ellas en el faro debía conocer la estancia. Eso parecía indicar que no había sido obra de Agathe o las otras mujeres, sino de algún inquilino anterior. No le extrañó que fuera quien fuera no hubiera querido desmantelar algo tan hermoso y logrado.

Ardía en deseos de que le contaran al respecto y esperó observando con atención todo cuanto proyectaban, disfrutando como un niño ante una linterna mágica.

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10/04/2018, 13:04
Agathe Débuchy

La lente mostró unas rocas, con unas pequeñas orquídeas color naranja, que parecían de cristal soplado.

Agathe terminó la sesión con un gesto de su mano.

—Ya está. Suficiente... por hoy.

Alguien encendió las luces y la mujer miró hacia Elliot, con una sonrisa casi desafiante.

—¿Hermoso, verdad? Estamos escudriñando un paisaje en miniatura. Una obra de arte de mi colección…

Hizo una pausa para hacer un gesto cómplice a Nao, que salió del cuarto, y se acomodó en una de las butacas que rodeaban el lienzo redondo para acercar la butaca más cercana a la suya, invitando a Elliot que se sentara junto a ella.

—Las imitaciones de sitios en miniatura tienen mucha tradición. Desde el siglo I el misticismo taoísta incluye la recreación de paisajes mágicos en miniatura para influir sobre las propiedades místicas de los lugares y hay leyendas de santos taoístas que tenían el poder de encoger paisajes enteros hasta meterlos en una vasija.

Sonrió.

—¿Qué has visto ahí, proyectado? ¿Te parece posible? ¿Seguro que no lo hemos soñado? ¿Una ilusión colectiva, tal vez?

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10/04/2018, 23:09
Elliot
Sólo para el director

Se acercó a Agathe, aceptando la invitación a sentarse a su lado. Parecía que había llegado otro punto decisivo dadas las preguntas que la mujer le hizo de pronto.

-En teoría he visto proyectada una obra de arte... Agathe- cortó su respuesta de pronto-, siento que estoy siendo sometido a un examen constante y si es así preferiría, a riesgo de arruinar el juego, que me hablara abiertamente y me preguntara lo que sea que desee preguntar- dicho esto no esperó sin embargo a que la mujer lo hiciera en ese instante y siguió hablando-. Sí, creo que la magia de los maestros taoístas es posible, si es eso lo que me preguntaba. Por supuesto no se trata del paisaje físico en sí el que es "encogido", sino que deben referirse a su correspondencia en el propio maestro, en su propio cuerpo sutil, el cual es un microcosmos o microrreino donde todo tiene su correspondencia. Esa debe ser la vasija a la que se refieren. Y respecto a lo que he visto, ¿es un sueño? Podría serlo. Un sueño es lo que me trajo hasta aquí. No sé si fue un mensaje suyo o alguna otra cosa pero es vital para mí averiguarlo. Ellen me ha dicho que sea sincero con usted, no importa qué haya ocurrido... -hizo una pausa y miró a la mujer a los ojos, tratando de obviar sus gafas y toda la parafernalia que empleaba como coraza y dirigirse a ella todo lo directamente posible- Pues bien: los primeros recuerdos que tengo se remontan a un mes atrás. No recuerdo quién soy, de dónde vengo, a nadie a quien conociera... Ni siquiera mi nombre. Pero sé que éste lugar es importante y todo me dice que aquí está la clave que me permitirá encontrar a aquellos que siento que me faltan. Eso sí lo recuerdo o, más que recordarlo, lo siento como una vacío que sé totalmente cierto. Sólo quiero encontrarlos, presiento que podrían estar en peligro aunque no sé nada más -sin desviar ni un milímetro la mirada de los ojos de Agathe siguió hablando-. También tengo la corazonada de que usted conoce bien los sueños y sabe moverse por ellos. Si me ha convocado aquí, por favor, dígame por qué.

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11/04/2018, 22:18
Agathe Débuchy

—Perdona. Por favor. No era un examen que tuvieras que aprobar. Poner a prueba es mi manera de conocer.

Cogió las manos de Elliot. Las suyas eran cálidas.

—Se que podemos ser sinceros sobre lo que hablemos ahora, así que te seré franca. Pero lo que te cuente es incluso peligroso de saber. Exige la mayor de las reservas ¿Guardarás nuestros secretos?

Esperó a que Elliot asintiera o se mostrara de acuerdo. Luego miró un momento a Ellen, como pidiéndole permiso también a ella y ésta se acercó apoyándose en la pantalla.

—Mi Ellen tampoco…

Ambas cruzaron la mirada un segundo, Agathe insistía en asegurarse de que Ellen estaba de acuerdo en que ella siguiera hablando. Luego la señora volvió a centrarse en Elliot.

—Tampoco conoce su nombre. Es más, cuando vino su imagen era débil como un eidolon sin su kleos y tuvimos que esforzarnos mucho para conseguir que su presencia fuera ganando peso hasta tornarse aprehensible. A día de hoy hemos conseguido que algunos puedan recordarla, si el encuentro ha sido intenso.

Apretó suavemente las manos del soñador.

—Este faro está anclado en las costas del olvido, Adam ¿Cuándo tuviste ese sueño que te trajo aquí, y en qué latitud? Quizá eso nos de pistas para saber más. Mucho más.

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13/04/2018, 16:33
Elliot
Sólo para el director

-Tenéis mi palabra -asintió gravemente, esperanzado al escuchar las palabras de Agathe y su promesa de sinceridad. El peligro de que le advertía no le asustó; dada su situación no creía estar a salvo de él y estaba dispuesto a todo para encontrar a los que faltaban.

Escuchar acerca de la historia de Ellen le dejó atónito. Parecía su mismo caso y ella había llegado allí siguiendo igualmente un sueño. La miró de nuevo buscando la familiaridad en que se esforzaba todo el tiempo; ¿la conocía? Amnesia y una vida espectral, ambas cosas coincidían -Lo siento mucho...- dijo a la chica al comprender por lo que había pasado. -¿Eidolon?, ¿kleos?- repitió las palabras con tono interrogativo, negando ligeramente con la cabeza para indicar que no comprendía el alcance de lo que implicaban. Decidió contar cuanto sabía, esperanzado ante las últimas palabras de Agathe.

-Puedo daros todos los detalles acerca del dónde y cuándo tuve ese sueño -no necestitó consultar su libreta de notas para decirles la noche concreta, el hotel de París y la hora aproximada en que había tenido el sueño o al menos en la que se había despertado tras tenerlo, así como todas las sensaciones que despertó en él la visión onírica del faro, aunque éstas fueran solo impresiones.

-¿Cuánto tiempo hace desde que olvidaste?- preguntó a Ellen-. Cuando habláis de anclaje a las costas del olvido, ¿es... poesía o se refiere a alguna cualidad real de este lugar? Por favor, se le ruego, no deje de contarme nada que pueda ser importante, cualquier cosa podría ser vital. No me importa el peligro.

Aferró con fuerza las manos de la mujer.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago una tirada de Introspección más Psyché para ver si ahora que Elliot tiene mucha más información, recuerda a Ellen de algo. Tiro Psyché en lugar de contemplar porque se trata de superar un hechizo pero si prefieres contemplar, la tirada tendría uno menos.

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14/04/2018, 11:40
Agathe Débuchy

Al escuchar sobre el momento y lugar en que Elliot había soñado con el faro Ellen y Agathe cruzaron una mirada grave.

La señora habló mirando a los ojos del chico con cautela, como consultando el efecto de cada una de sus afirmaciones.

—Oh, Adam. No conozco una manera mejor de expresarlo. Sí, este faro está en las costas del mar del olvido. Y tú navegabas, me temo, en ese mar cuándo divisaste su lámpara.

A Ellen la conozco unos quince años. Su aspecto no ha cambiado un ápice. Quizá debido a su estado. No creo que llevara perdida mucho tiempo antes. Ya veremos si envejece a partir de ahora, que al fin es tangible.

Sobre los términos que uso… es una forma de hablar, un vicio mío. Al decir Eidolon me refiero a un alma, pero el alma en los antiguos griegos era más bien plural, había distintos aspectos con entidad propia. Cuando el difunto iba al Hades, su espíritu perdía su identidad, volando como un eidolon en forma de imagen, casi una sombra incorpórea. Kleos era el aspecto del alma fruto del renombre, de la gloria. Los guerreros morían por aumentar su Kleos, que heredarían sus hijos. Como presumo que un eidolon sin nada de Kleos, sin lazos que le vinculen a nada, está condenado al olvido y en último término a la pérdida de su identidad, creo que es una buena forma de referirme al estado en que me encontré con Ellen. No estoy segura si serviría para ti, ángel áureo. Pero desde luego, te aseguro que con las palabras modernas no hay manera de entender nada.

En este faro estamos desde hace dos años cuando salió a la venta y me pude hacer con él. Lo conocía porque aquí viví una temporada, una época preciosa de mi infancia. Mi padre era el farero y mi abuelo construyó esta habitación.

He modificado la lente con un cacharro que se puede quitar y poner y que utilizamos para poder observar no ya el paisaje, sino también objetos más o menos pequeños. Como con lupa.

Sin soltar una de las manos de Elliot, tomo una de las de Ellen.

—Cariño, dale una alegría a nuestro invitado y quítate la camiseta. Adam, intenta no perder la concentración mientras continúo con mi explicación de lo que hacíamos esa noche en que soñaste con el faro.

¿Sabes lo que es un Onomasticón?

Miró a Elliot sonriendo mientras Ellen se quedaba en sujetador. En la piel tenía multitud de tatuajes con realce, como cicatrices tintadas. Unos más gruesos, otros más finos, que surcaban su piel como si fuera un mapa de carreteras y trenes, con símbolos, polígonos, dibujos simples y letras en algunas de las intersecciones. Le llegaban a los codos. Llamaban la atención unos círculos concéntricos sobre el ombligo.

—Algunos modernos dicen que eran vocabularios para el aprendizaje de los nombres. Pero los que dicen eso no entienden que para la comunicación entre humanos sólo era una de las utilidades del lenguaje. Los antiguos egipcios hacían listas de lo que debía ser preservado para nombrar las cosas y los seres de la manifestación de manera ritual y así asegurarse de su permanencia.

Extrañamente, Elliot ya sabía ese aspecto de los onomasticones. Es más. Sabía que todavía existían y que estaba implicado de forma íntima y directa con esa cuestión en particular.

—Cuando has entrado estábamos investigando una piedra paisaje de la dinastía Tang, escudriñando ese mundo de otro tiempo, como astronautas.

Hizo un gesto con la mano, para continuar.

—Una de las primeras cosas que aprendí de Ellen es que las marcas que tiene en su piel podrían ser un onomasticón. No uno de este mundo, sino de lugares y seres imaginarios… espirituales. Un mapa que para gente como nosotros, Adam, puede ser también el territorio. Algo similar a lo que has mencionado del cuerpo sutil del maestro taoísta y sus correspondencias con el paisaje mágico.

Ellen dejó su camiseta sobre el enorme lienzo redondo -la “mesa”- que hacía de pantalla, se acercó una butaca y se sentó, invitando a Elliot a que examinara sus marcas de cerca, si queria.

Agathe apostilló.

-Estoy cerca de teminar, por ahora, pero antes de seguir… ¿Alguna duda?

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16/04/2018, 19:42
Elliot
Sólo para el director

Quince años de olvido. Haber llegado a ser intangible y tardado largo tiempo en recuperar la corporeidad, ¿era eso mismo lo que le esperaba a él?, ¿o lo que le habría esperado de no encontrar a estas mujeres? Les contó que también era su caso el ser olvidado a los pocos instantes de salir de la vista de alguien pero que aquí en la casa, tocando para Theresa y Nao, había sentido que ellas no le olvidarían tan rápidamente.

-Y vosotras -preguntó a ambas mujeres-, ¿me recordaréis o vuestro recuerdo sobre mí se desvanecerá en unos días si me marcho?- Y ante sus temores a seguir los mismo pasos de Ellen preguntó: -¿Qué puedo hacer para evitar perder mi corporeidad?, ¿cómo la recuperaste, Ellen?

Agathe continuó con la narración y resultó ser ella quien había vivido allí parte de su infancia. Tal vez hubiera aprendido en este lugar a viajar en sueños y eso mismo hubiera convertido el faro en lo que es ahora; una luz para los náufragos de la existencia, como Ellen y él mismo. El misterio de la cámara oscura y la lupa quedó resuelto, pero uno nuevo más inquietante le fue mostrado al contemplar la piel de la chica.

Más que tatuajes eran cicatrices remarcadas con tinta. ¿Tan importante era lo que había allí cifrado como para someterse a algo así? Se acercó a la muchacha cuando ésta le ofreció verlos más de cerca. Eran tremendamete intrincados y no sabía por qué los círculos concéntricos alrededor de su ombligo le llamaban poderosamente la atención. Miró a la chica tratando de disimular su impresión ante el rigor y violencia con que habían sido trazados.

-¿Recuerdas algo sobre ellos?, ¿quién los hizo o el porqué de ese modo tan... doloroso? -también preguntó a Agathe-: ¿por qué sospecha que podría tratarse de un onomasticón? ¿Ha probado a recorrer ese territorio en sueños? -cuando la mujer nombró esa palabra un recuerdo difuso pero potente emergió en su memoria: sabía qué eran, que todavía existían y que él mismo estaba relacionado intimamente con ellos. Miró de nuevo los tatuajes de la chica: ¿había visto antes algo así? ¿Era posible que el onomasticón que buscara o conociera, si es que conocía alguno, fuera como éste?

-Continúe, por favor, Agathe. Aún no me ha dicho qué estaban haciendo la noche que soñé con este lugar- comentó sin desviar todavía la vista de los dibujos sobre el torso de Ellen.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Una tirada más de memoria ahora que ha visto los tatuajes.

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17/04/2018, 17:05
Agathe Débuchy

—¿Has oído hablar de la fotografía psíquica? La mente y la materia… Esos pasatiempos ocultistas apenas sirven más que para entretener a viudas pero de algún modo es conocido que todo buen artista abre a la percepción del espectador una ventana psíquica, incluso podría decirse que espiritual, entre la representación, lo representado y algo suprahumano de lo que lo representado es representación. Durante años he cosechado la psiqué que otros plasman en la imagen de mi Ellen. Al principio sólo eran vagas sombras, impresiones. Luego ya, algunos, pudieron representarla, retratarla. Yo atrapo los reflejos en las mentes de los otros y los devuelvo a su dueño. Ingeniería hidráulica de la psique: abro un canal, labro un curso entre la obra de arte y su modelo, y la dreno devolviéndole, poco a poco, la energía que le robaron.

La última fue una obra... muy osada, una exposición muy fructífera. Pero expuse a Ellen. Por eso vinimos aquí, un lugar seguro y protegido. Por si acaso habíamos atraído su atención. Y tu visita no podría ser más oportuna e intrigante.

De esto último he averiguado que, en efecto, hay más personas como ella, con esos tatuajes, de los que nadie sabe nada. Pero por ahora no puedo contarte sobre esos otros. No hasta que averigüe qué has venido a hacer aquí.

Se levantó.

—Y para eso tengo que contestarte a esas otras preguntas que me has hecho. Ahora te enseñaremos lo que estábamos haciendo el día de tu sueño.

Miró a la chica con cierto orgullo maternal.

—Ellen, cariño, ponte en la habitación de los espejos. Llévatelo y luego, cuando esté preparada, Adam, baja de nuevo y te enseñaré lo que vimos aquella tarde. A ver si con tu ayuda averiguamos algo.

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17/04/2018, 21:30
Elliot
Sólo para el director

Notas de juego

Elliot haría tal cual le han indicado, así que no tengo más que añadir ahora. Prefiero que continúes tú si te parece bien.

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17/04/2018, 23:04
Ellen Lloyd

Bajaron al primer piso del faro y abrieron otra pequeña puerta que casi pasaba desapercibida.

—Sobre el tejado de la linterna está la lente con la que contemplamos el paisaje o incluso las estrellas. Pero si inviertes la lente entonces observamos lo que sea que pongamos en esta habitación.

Ahora te va a parecer rarísimo. No te preocupes. Todo estará bien.

Notas de juego

1 de 3

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17/04/2018, 23:05
Theresa

Entraron en un vestíbulo en el que esperaba Theresa. Ellen se metió en lo que parecía un baño y la pintora ayudó al soñador a colocarse un traje de aislamiento similar al que les ponen a los familiares en las salas de cuidados intensivos de los hospitales. Mientras se escuchó la ducha y luego un secador.

—Tienes que pensar que esto es una broma. Pues espera y verás. Cuando entremos hablaremos lo mínimo ¿Ok?

Ellen salió a los veinte minutos con una especie de albornoz de plástico y una sonrisa. Parecía un poco sonrojada. Ella y Theresa dejaron escapar una carcajada al ver al chico con ese traje.

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2 de 3

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17/04/2018, 23:08
Nao

Abrieron otra puerta y entraron en una sala oscura de tamaño indeterminado, iluminada tan solo por una tenue bombilla roja. Allí estaba Nao, vestida igual que Elliot y Theresa, con ropa estéril. Movía un mando parecido a un volante que hacía subir desde el suelo, poco a poco, una especie de camilla de metacrilato transparente con forma de equis.  

Miró al soñador, expectante, pendiente de su reacción mientras Theresa le quitaba el albornoz a Ellen dejándola totalmente sin ropa. Tenía el vello corporal depilado y tatuajes por todas partes.  

Ellen se acomodó en la extraña camilla sentándose en su centro y Theresa le cargó una jeringuilla.

—Sólo es para que duerma.

Ellen se la pinchó ella misma, en el antebrazo. Respiró hondo y sonrió al visitante, no sin cierta timidez, volviéndose cada vez más seria conforme iba cayendo en la inconsciencia.

Nao y Theresa la fueron colocando en la camilla con ritual meticulosidad, abriéndole las piernas y brazos y amarrándola con varias correas y almohadillas flexibles y tan transparentes que parecían invisibles en muñecas, antebrazos, tobillos, rodillas, cintura y frente.

Una vez hubieron terminado Nao movió con un el volante los brazos de la camilla, abriendo y cerrando un poco la equis y girándola sobre un eje imaginario. Entre la transparencia de los materiales y la oscuridad de la sala daba la sensación de que Ellen dormía suspendida en el aire.

Cuando hubieron comprobado la fijación Nao movió otro mando y sacó de la oscuridad a la zona iluminada por la luz roja lo que parecía una de esas grandes lámparas articuladas que utilizan los dentistas, pero ésta dotada de una luz de potencia variable y lentes colocadas en una estructura circular, un tambor giratorio que al rotar cambiaba la óptica.

Apretó un botón y habló por lo que parecía un interfono.

—Ellen ya está preparada y dormida. Comprueba.

Tanto la camilla como las lentes se movieron, presuntamente manejadas a distancia por Agathe. La luz roja se apagó quedando la sala en la oscuridad total, luego del brazo salió un haz de luz que iluminaba fragmentos de la piel de Ellen, acercándose y alejándose y girando de vez en cuando para cambiar de objetivo.

Notas de juego

3 de 3 ya puedes postear, si quieres que tu personaje diga algo o poner sus impresiones. Si no, dímelo y continúo. :-)

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17/04/2018, 23:18
Elliot
Sólo para el director

Notas de juego

¡Uf!, no, no, sigue tú, por favor. Estoy tan flasheada como el propio Elliot. Necesito saber cómo acaba esto para poder pensar.

Hasta ahora me parecía que este hilo de la historia tenía cierto aire de Hitchcock, pero ahora se ha puesto raro, raro de verdad... Sólo espero que el faro no sea un Mcguffin. :-P

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22/04/2018, 14:14
Agathe Débuchy

Cuando entró en el cuarto oscuro el gran lienzo circular proyectaba una imagen tan ampliada del cuerpo de Ellen que cada finísimo vello de su vientre parecía un deformado y negro tentáculo que hubiera crecido en un inmenso valle carnoso de forma antinatural.

No era la misma sensación que observar un microscopio o una macrofotografía. Estaban viendo algo que estaba allí, ahora. La imagen estaba viva.

Agathe daba instrucciones y la lente se movía. Pidió al invitado que se pusiera junto a ella.

—Aléjate tres centímetros, perpendicular. Luego haz un recorrido al anillo, manteniendo la altitud.

La imagen se redució de tamaño y el ombligo de la chica le pareció a Elliot -mejor dicho, lo supo- que era un enorme cráter por el que se entraba al inframundo. Los círculos ya eran visibles. Tenían puesto el foco de su observación en la franja anular entre los dos círculos interiores, los más cercanos al ombligo.

Los tatuajes eran como carreteras montilculares que guardaran oscuros túneles en su interior

Ahora que se habían alejado se veían unas franjas enrojecidas, como fruto de algún tipo de sarpullido o alergia. Elliot enseguida notó que eran los trazos que iban creciendo con el tiempo, uniéndose entre ellos en una palabra por completar.

—Esto es lo que estábamos viendo la noche de tu sueño. Lo llamamos “el objeto aislado”. Es como si una palabra se fuera formando espontáneamente. Cuando Ellen se concentra en ese punto entra en el sueño profundo, de ondas lentas. Y tenemos poco tiempo porque en menos de una hora despierta de una pesadilla que no recuerda sin llegar a completarla.

Elliot completó la palabra en un sitio recóndito de su mente. Imaginó una cueva, y un fuego en su interior. Allí la había escrito él, en la roca, hace tiempo. En el sitio más protegido que había encontrado. Era un nombre en una lengua que no conocía pero cuyos signos sabría pronunciar. Una palabra cuyo conocimiento otorgaba poder -sabía que sólo tendría que pronunciarlo en su mente para saber más y más de él- pero que era peligrosa más allá de lo imaginable.

- Tiradas (1)