Partida Rol por web

El eco del Diablo

El telón

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23/02/2016, 23:02
Jean Jacques

Me concentro en las palabras de Agathe. Me siento más relajado ahora mismo, después del susto que acabo de tener. Parece una mujer inteligente, o por lo menos con una percepción altisima para su edad. Me ha calado al instante.

Suspiro, no creo que pueda ni deba intentar mentirle.

-No lo ocultare. A veces veo... "cosas". Sobre todo cuando pinto, para mi son literalmente las almas de mis cuadros... A pesar de todo, no tengo mucho control sobre ello.-

Vuelvo a suspirar, y miro hacia la estatua.

-Es esa pieza. Debe ser algo muy especial, hablando tanto artisticamente como espiritualmente.- Pienso callado varios segundos -Sobre todo si ha tenido un efecto tan fuerte y agresivo, por así decirlo.-

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24/02/2016, 15:55
Agathe Débuchy

-Señor Jeacques, creo que ese objeto podría no ser exactamente un objeto...

La señora Débuchy hablaba bajito, como no queriendo ofender a nadie.

-¿No cree que este no es sitio adecuado para un espíritu o quizá una deidad? ¿Esa chica le ha pedido algo, estaba bien? Si yo fuera un espíritu ancestral africano, se me arrancara de mi tierra sagrada y se me tratara como una burda figura decorativa tendría motivos de sobra para estar enfadada.

Junto a ellos pasaron G. Simonson -el músico de moda- con la chica negra muy guapa que reía divertida cogida de su brazo. Directos hacia la estela de la serpiente.

-Aunque claro, si fuera joven e ingenua, hubiera bebido un poco de vino y Gail Simonson me quisiera llevar a la cama tal vez podría dejarlo pasar.

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01/03/2016, 22:24
Jean Jacques

Me detengo a pensar. Lo que dice tiene sentido, aunque parezca sacado de un macabro cuento de hadas. Tengo la sensación de que estoy en un gran lío y ya me encuentro entre la espada y la pared. Contemplo como Gail Simonson y su acompañante se dirigen a la estatua, con una mezcla de curiosidad y nerviosismo.

-Entonces, ¿qué sugiere? que compre a...- Carraspeo y me reajusto las gafas. -¿Que compre a la deidad y la devuelva a su lugar de origen?-

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02/03/2016, 10:02
Agathe Débuchy

-Es usted una persona de nobles sentimientos, una de esas rara avis que socorren a un gatito cuando maúlla abandonado bajo la lluvia. Más raro aún siendo un artista, colectivo famoso por su egocentrismo y ausencia de espíritu de sacrificio.

Sonrió divertida.

-Cuidado con las mujeres Jean. Lo veo un poco pardillo. Si tuviera un decalustro menos pasaría usted a engrosar mi lista de víctimas.

Y sonrió más, pero enseguida cambió el gesto por uno más serio.

-Bueno, pues si usted, en serio, está dispuesto a asumir una responsabilidad de ese calibre, si está dispuesto a intentarlo. Yo me comprometo a pagar el coste de la obra y de su traslado.

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10/03/2016, 23:04
Jean Jacques

Me ajusto las gafas, un poco sorprendido ante las palabras de la señora. De hecho, dejo escapar una sonrisa por un lado de la cara.

-Lo siento, señora Débuchy, en dos sentidos. El primero, por que no deseo ser uno más en su lista de victimas. El segundo, es que se ha equivocado respecto a mi. Si esa estatua es un espiritu o algo por el estilo, debe haberse quedado con mi cara. Por eso mismo, debería tener cuidado para no incurrir en su ira.- Me cruzo de brazos, con una sonrisa complaciente. -Sabiendo eso, tenga en cuenta que estoy dispuesto a hacer esto por mi beneficio personal. Y un poco de pragmatismo.-

Miro alrededor de la sala, buscando al arqueólogo. -Aunque lo primero sería informarse.  Saber de que lugar exacto viene... Y preguntar por el precio, si no es indiscreto.-

Notas de juego

Perdon por el ritmo de posteo irregular, ayer me pasé el dia cuidando de un enfermo, pero la situacion está controlada y ahora me puedo fijar al ritmo. :)

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11/03/2016, 13:40
Agathe Débuchy

La señora sonrió descreída.

-Convénzase de lo que quiera. Igual le sirve con las jóvenes. Pero soy por lo menos diez años mayor de lo que aparento, y sé de sobra que es usted un pipiolo. ¡Ja!. Tiene ojo esa “deidad” a la hora de decidir qué joven apuesto la saque de esta situación tan embarazosa….¡Cuidado chico! ¡Quizá ella le conozca más de lo que usted está dispuesto a admitir!

El antropólogo hablaba con un tratante de arte bien vestido.

-Allí, el señor Amadou Sangare, disfrazado de nativo.

Los científicos sociales no son de fiar, señor Jeacques, y este no es una excepción. Tiene de africano lo que yo jugador de baloncesto.

La señora sacó un pañuelo negro y lo movió para llamar la atención

-Señor Sangare, por favor, ¡seeeeñor!

El comisario abandonó a su acompañante inmediatamente, mientras éste último saludaba a la señora Débuchy.

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11/03/2016, 13:43
Amadou Sangare

El hombre tenía una complexión fuerte. Su voz era grave y con ímpetu. Su mano grande. Saludó a ambos. Conocía a Agathe. Hablaron ligeramente del motivo del luto de la señora, que no era otra cosa que la muerte de su gato, Hamlet. Agathe arguyó que sólo lo echaba de menos, pero no sufría por el animal porque para ella la muerte sólo era un tránsito. Casi un trámite molesto.

Tras darle el pésamo a Agathe, se interesó por la obra de Jeacques. Era conciso pero formal y correcto.

Al mencionar la señora la estela, les hizo andar hacia allí mientras les daba una sucinta explicación.

-Es una maravilla de los pueblos Baga que habitan en la región del río Níger, en Guinea. Tendrá un siglo y hasta los años noventa su arte no se ha abierto a occidente. Esta pieza es una maravilla, sus sinuosas formas geométricas, su expresión de fuerza y movimiento. Es una estela y un tocado, una máscara, los jóvenes de las sociedades secretas de los pueblos aprenden danzas esotéricas para lucirlos en sus rituales colectivos. Son objetos poderosos, en el pueblo Baga es una serpiente acuática, una reina, una Mantsho-na-Tshol, que se podría traducir, más o menos como "maestro de la medicina".  

Y tras presentarles la obra, les dio un precio.

-Vale cuarenta mil euros. Señora.

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31/03/2016, 12:43
Jean Jacques

Observo de nuevo la estela. Esta vez con un semblante mas serio y calmado. Lo que dice el hombre tiene sentido. Al fin y al cabo, las serpientes son maestres de la medicina, ya que en pequeñas dosis, sus venenos pueden ser curativos... pero también pueden ser igual de letales. Sobra decir, que ya que empiezo a entender lo que sucede mejor, me encuentro entusiasmado. 

Me ajusto las gafas y me arreglo el traje al escuchar el precio. La verdad, no me sorprende. El mundo del arte mueve cifras enormes como si nada. Suspiro y me acerco para susurrar a la señora. -Es un precio muy elevado, y me causaría dolor que una admiradora me mi arte cargará con el precio ella sola, así que por favor, como poco permítame que vayamos a medias en este... proyecto.-

... A veces me pregunto por qué me dura tan poco tiempo el dinero, pero en momentos como este, hayo la respuesta. 

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01/04/2016, 14:54
Agathe Débuchy

-Bueno joven, si le hace ilusión pagar, pague. Pero yo de usted me gastaría ese dinero en vicios propios de su edad y dejaría que el capitalista de esta empresa nuestra sea la poliviuda adinerada.

Abrió el bolso sacando la chequera.

-¿Dónde mandamos el camión, tiene espacio para nuestra insigne invitada o quiere que le ceda una temporada algún loft para que pueda ser el anfitrión cómodamente hasta que hagamos más averiguaciones?

El comisario de la exposición esperaba el cheque sin el más mínimo signo de sorpresa. Jean conocía esa sensación de satisfacción por la presa que estaría corriendo por las venas del señor Sangare.

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06/04/2016, 22:24
Jean Jacques

Suspiro sonriendo a la señora mientras meto mi mano en el bolsillo interior de mi chaqueta. -Muy bien, tenga el gusto de pagar usted entonces.- Del bolsillo saco una pequeña tarjeta con la dirección de mi galería. -Tengo un estudio en la parte de atrás de la galería. Estoy bastante seguro de que la pieza cabrá.-

Vuelvo mi mirada hacia el señor Sangare. -Aunque como es de suponer, se nos informará de cuando se nos enviará la pieza también, supongo.-

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07/04/2016, 14:14
Ellen Lloyd

El camión llevó la estela un medio día. Era muy decorativa y quedaba la mar de bien en el estudio, junto a los cuadros y trabajos a medio hacer. La señora Débuchy llamaba interesándose cada tarde.

Aunque la presencia del objeto no perdió un ápice de su halo de majestad no resultaba amenazante. Era como si estuviera a gusto ahí y le daba al estudio un aire hogareño, personal.

Una noche lluviosa preparaba un lienzo extendiendo la primera mano de cola cuando sintió algo parecido a una corriente de aire, como si se hubiera abierto sóla una ventana. Y allí estaba, la chica.

Estaba de pie y cruzó una pierna tras la otra. Le saludó tímida, levantando un poco el brazo derecho.

-Hola. ¿Es tu casa?

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08/04/2016, 22:57
Jean Jacques

Estaba concentrado en mi trabajo, en lo que considero que es magico, el momento antes de posar por primara vez el pincel sobre el lienzo con intenciones creativas. ¿Qué seria lo que pintaría? Muchas veces era una sorpresa, algo que no sabía hasta que no había terminado. Pero allí estaba.

-Bienvenida, Ellen.- Sonrío, con cierta inseguridad. -Sí, esta es mi casa... Te ruego disculpas por asustarme la ultima vez, y...- Suspiro, girándome para mirar la estela. -Voy a ayudarte. Llevará tiempo, y será complicado. De momento, puedes sentirte como si esta fuese tu propia casa.-

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11/04/2016, 12:16
Ellen Lloyd

-Es muy acogedora, gracias, eres de verdad muy amable. Me sorprende que no estés asustado ahora y a decir verdad, yo también me asusté. A veces estoy desorientada y… se me olvida… donde estoy.

Volvía de vez en cuando la mirada a la estela, con temor no disimulado. Se acercó a Jean y le dijo en voz más grave, volumen más bajo y cara de interés.

-¿Qué vas a pintar?

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12/04/2016, 01:02
Jean Jacques

-De momento no tengo ni idea. Muchas veces no lo sé hasta que pongo el pincel en el lienzo.- Le miro,con una pequeña sonrisa en la cara. -Si te apetece, podría intentar pintarte a ti. Solo si me lo permites, por supuesto.-  Espero que no le haya molestado o enfurecido. -Podría ser divertido, ¿no crees?

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12/04/2016, 08:39
Ellen Lloyd

-¿A mí?

Sonrió y se miró un pie que que mecía bailoteando sutilmente.

-Claro que sería divertido. -Se rascó la cabeza y soltó una risilla. -La verdad es que es una gran idea. Alguna vez tiene que ser la primera y no recuerdo siquiera mi imagen en un espejo.

Miró a los lados, evitando la estela.

-Sí, definitivamente es una idea genial. No veas lo que me está apeteciendo. Pero si no te importa, quisiera... que fuera sin ropa.

Se frotó las manos en un gesto de timidez.

-Bueno, yo nunca estoy del todo desnuda. Pero así soy más yo.

Se tocó la nariz y sonrió. Luego puso los brazos en jarras

-A tus órdenes, maestro ¿Te parece si me siento en una silla o algo así?

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27/04/2016, 19:24
Director

Notas de juego

Lord of Salt, como no tengo respuesta tuya voy a tener que dar de baja a tu personaje sin conocer tu parecer. Como te dije en mi correo, la ausencia de posteo me obliga a sacarlo de la partida.

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17/07/2016, 13:15
Director
Sólo para el director

-DOS AÑOS Y MEDIO DESPUÉS-

Notas de juego

Jean Jeacques es utilizado ahora como personaje no jugador. El siguiente post ocurre dos años y medio después.

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17/07/2016, 13:17
Director

Max quedó tan sorprendido como ella. La modelo estaba plagada de líneas. Algunas rectas, otras arqueadas, como si fuera un mapa de carreteras sobre otro de curvas de nivel que en armonía con la forma de su cuerpo lo llenaban todo, hasta los codos y las rodillas. La mayoría de líneas eran muy finas, en tanto que otras eran apenas visibles. Algunas eran gruesas, dando la sensación como si fueran carreteras principales.

Y en ciertos cruces entre líneas habían círculos y todo tipo de figuras geométricas, estrellas, símbolos y lo que parecían letras en alfabetos extraños.

Max se mostró tan sorprendido como pudiera estarlo ella.

-¡Hay más!

Y no les resultó difícil encontrar al pintor, porque estaba en la sala, acompañado por la dueña de la colección y rodeado de admiradores que lo adulaban. Por el camino bastaron unos segundos para enterarse que el artista era Jean Jeacques (su apellido era desconocido, o no importaba), uno de los más prometedores retratistas, una estrella que brillaba con fuerza en el mundillo. Vestía con una camisa blanca y un suéter de punto de cuello de pico. Y según le explicó Max, la señora Agathe Débuchy, la anfitriona, hacía de filtro presentándolo a los invitados a su exposición, a unos con brevedad y a otros con más detenimiento. Haciendo que la cosa fluyera y que no acaparara nadie al artista.

Cuando llegó el turno a los médicos la señora les interceptó, era bajita y vestía de un negro estricto, incluyendo unas gordas gafas redondas de pasta negra, que le daban un aspecto estrafalario pero extrañamanete elegante. Como si ella fuera un objeto más de su colección.

Notas de juego

1/4

Viene de "En las profundidades del Sol"

http://www.comunidadumbria.com/partida/el-eco-del-...

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17/07/2016, 13:20
Agathe Débuchy

-¡Hola Maximilien! ¿No te acuerdas de mi? ¡La última vez que te vi tenías ocho años! Pero estás casi igual ¿Cómo está tu madre? De vez en cuando merendamos juntas, en el club. Ella siempre dice que estás en el África, poniendo prótesis, curando cataratas y tocando el Ngombi con los nativos…  pero veo que por mucho que trates de escapar de sus faldas -sonrió picarona- la sangre tira para casa.  

La sangre y las chicas hermosas.

Se giró hacia Clementine y le guiñó un ojo.

Notas de juego

2/4

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17/07/2016, 13:21
Max Seyrig

Max rió y le dió dos besos. Se excusó por no haber caído en quién era, por el nombre -explicó a Clementine que en su casa la llamaban Agatina- , hizo alusión a que su madre era quien huía de él refugiándose en exclusivos clubes de señoras  y le preguntó por su gato, Hamlet. A lo que la señora Débuchy respondió triste que había muerto hace ya casi tres años.

Luego le presentó a Clementine.

Notas de juego

3/4