Partida Rol por web

El eco del Diablo

Los Olvidados

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09/06/2016, 11:17
Vanessa Corneille

Dándose por aludida se tapó los ojos y Estelle, que también había oído el comentario de Mats, rió abiertamente. Luego Vanessa se golpeó el pecho y habló:

-Pues para mis adentros sigo siendo una especie de monja.-Miró a la otra chica, levantando ambas cejas.-No, más..., una santa. Una mártir. ¡Ay inocentes mancebos!

Suspiró mientras zarandeaba su mano. Miró a Arthür con sonrisa de ratón:

-Joven e imprudente muchacho, espero que sepa a qué tipo de gentuza se está arrimando. Mírenos. Nadie entra en las cloacas del periodismo político sin bailar con el demonio. Y hacerle algún que otro tocamiento.

Cuando reía sus ojos se empequeñecían amenazando con desaparecer en dos líneas finísimas.

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09/06/2016, 12:31
Mats Bergstrøm

Pongo una cara de espanto teatral al oír las palabras de Vanessa.

¡Pero Vanessa, tía, esas cosas no se dicen tan pronto, que me lo asustas! —Río sonoramente—. Pero eh, mucho cuidado, que aquí donde lo veis, este joven tiene una cultura y unos conocimientos que nos dejan a todos en pañales. Si él quisiera, nos quedaríamos sin trabajo. Bueno, menos tú, Jérôme. Que tú eres Dios. —Sonriendo, miro a Arthür y le guiño un ojo, rodeando sus hombros con mi brazo—. En fin, Arthür, bienvenido a este manicomio. Pasen y vean, y no se olviden de dejar su cerebro como ofrenda. Pero no te preocupes, es solo un poco de teatro. Lo que pasa es que están eufóricos porque no están acostumbrados a recibir premios, los pobres. El resto de sus vidas se lo pasan sin salir de la oficina ni a que les dé el aire…

Yo mismo me siento inusualmente alegre, contagiado por el entusiasmo del momento, pero no puedo olvidar por qué estamos aquí en realidad. Aprovecho cualquier ocasión que se me presenta para mirar a mi alrededor, por si viera algo fuera de lugar. Me sorprendería muchísimo ver a Vendela, a Ada Bytnar o incluso a Masaryk aparecer fugazmente entre el gentío, pero desde luego, no es una posibilidad que pueda descartar.

Bueno, ¿y ya habéis decidido el speech de agradecimiento? ¿Aprovecharemos para lanzar algún mensaje de provocación, o vamos a estar más relajados que de costumbre?

- Tiradas (1)
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09/06/2016, 13:35
Arthür Guitry

Hasta la gafas y la actitud de Vanessa eran perfectas para representar a la dura y astuta forajida que estaba imaginando. Arthür sonrió divertido al escuchar sus comentarios; seguro que algo de razón no le faltaba. Cuando Mats se refirió a su cultura y conocimientos, se sonrojó sintiendo cómo se calentaban hasta sus orejas. Movió la cabeza rápidamente en señal de negativa: —No, no; no sería capaz de escribir en profundidad sobre ningún tema de actualidad, me temo «ni nada que interese a casi nadie».

El hecho de que parecieran todos tan particulares hizo que se sintiera algo más cómodo. Era muy agradable ver a Mats tan alegre y en lo que parecía ser su medio natural.

—Encantado de conocerles. Es un placer poder estar aquí. —Mats desvió entonces la conversación hacia el discurso, liberándole al fin de haber sido, por un momento que se le hizo muy largo, el centro de atención.

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09/06/2016, 13:42
Palacio de Congresos

El último en entrar fue el colega que había interceptado antes a Mats y que se presentó como Charles, mirando intensamente a los ojos a Arthür, como si buscara trapos sucios en sus pupilas.

Pasó mucha gente, compañeros de otros medios saludando a los periodistas homenajeados. Todo el mundo estaba contento con el premio.

No había ninguna cámara de televisión. Pero sí fotógrafos y grabadoras de audio.

Las luces se apagaron y todos se sentaron. Por sorpresa presentó el premio un hombre grueso de melena larga y blanca y piel lechosa, de unos setenta y tantos años pero fuerte y vigoroso que había sido miembro fundador del periódico.

El jefe subió con él, emocionado, su antiguo maestro le otorgó la estatuilla, se dieron un fuerte abrazo y charlaron distendidamente. En apenas veinte minutos hicieron un ameno esbozo de la situación del periodismo que bien habría valido un libro. Luego contaron algunas anécdotas divertidas, como cuando pillaron a un agente del KGB infiltrado en el sindicato de periodistas porque maldijo en ruso cuando se la pilló con una cremallera, o cuando un compañero tuvo un brote esquizofrénico y publicó, saltándose la supervisión con artimañas, un artículo sobre la invasión de unos extraterrestres microscópicos.

Después el jefe llamó al resto del equipo. Tras de él, el colofón lo pondría la Hiena, con el discurso de despedida. Pero ahora era el turno de Mats. Varios cientos de compañeros, la flor y nata del periodismo independiente de medio mundo, escuchaban atentamente.

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09/06/2016, 15:54
Mats Bergstrøm

Escucho conmovido las palabras que mi jefe y su maestro pronuncian desde el escenario. Hay momentos en los que río con sus anécdotas y otros en los que se me escapan las lágrimas por la emoción. De vez en cuando miro a Arthür, que está sentado a mi lado. Me siento feliz de compartir este momento con él.

Cuando terminan de hablar, los merecidos aplausos no se hacen esperar. Yo lanzo un par de gritos agudos a modo de vítores mientras me dejo las manos a palmadas. Entonces, me invitan a tomar la palabra. Es mi turno.

Deséame suerte —le digo a Arthür con una sonrisa, momentos antes de levantarme de mi asiento y caminar hacia el escenario rodeado de aplausos.

Subo las escaleras, sintiendo todas las miradas clavadas en mi espalda mientras Jérôme y su mentor me esperan con una gran sonrisa en sus rostros. Recorro la distancia que me separa de ellos y les doy sendos abrazos, breves aunque efusivos, antes de dirigirme hacia el atril. Los focos me deslumbran ligeramente, haciendo que me resulte difícil ver los cientos de caras que me miran, aparte de las que ocupan las primeras hileras de asientos. Me inclino sobre el micrófono.

Probando, probando… Tierra, trágame —digo en un tono de voz cómicamente grave mientras me separo el cuello del jersey de la garganta con un dedo, provocando las primeras carcajadas que rompen el hielo—. Buenas noches a todos. Trataré de ser breve, más que nada porque no me he preparado ningún discurso, y además, seguro que preferís ver a gente más guapa que yo. —Más risas—. Bueno, al tema. Me gustaría empezar haciendo el increíblemente original comentario de que me siento muy orgulloso de formar parte de L’Hexagone. Sí, están pirados, pero se les coge cariño cuando se los conoce. Para mí, esta panda es mucho más que un periódico, mucho más que un trabajo. L’Hexagone es mi familia. Literalmente. —Hago una breve pausa—. Me sería difícil expresar lo profunda e íntima que es mi relación con este grupo humano sin contaros toda mi vida, así que me limitaré a decir que, hace doce años, en mi peor momento personal, me acogieron no ya como compañero, sino como amigo. Sin ellos… Bueno, sin ellos no sé ni dónde estaría hoy. Es este calor del que os hablo lo que hace de L’Hexagone algo auténtico. Como el pan del horno a las ocho de la mañana. —Río, aunque estoy igual de cerca de echarme a llorar—. La autenticidad es algo que hoy en día no abunda, y por eso, para mí este premio… Oh, muchas gracias a quien corresponda, por cierto. No sé dónde tengo la cabeza. —Me muerdo la lengua sacudiendo la cabeza, provocando algunas risas más—. Para mí, este premio es un reconocimiento a la honestidad a veces osada, la mayoría de las veces temeraria, de este grupo. Seguro que la mayoría de vosotros recordáis una palabra en nuestra historia como periódico: Rolexgate. ¿Y qué es Rolexgate, os preguntaréis los últimos en llegar a esta movida? Habréis oído muchas cosas: una demanda, un juicio, un castigo bien merecido… Pero la verdad es otra. Rolexgate es la represión. Es la Censura, con C mayúscula. No os dejéis engañar. —De repente, saco el micrófono de su soporte en el atril y, sosteniéndolo en la mano, empiezo a caminar por el escenario, con los ojos relucientes y una voz intensa, cargada de emoción—. Existen intereses ocultos en este mundo. Ocurren cosas que ni al más imaginativo de nosotros se le ocurriría pensar, y sus perpetradores no desean que salgan a la luz. Si por ellos fuera, volveríamos a la Edad Oscura de la información, si es que no estamos ya en ella. Pretenden mantenernos dormidos, ciegos a la verdad, mientras ellos campan a sus anchas, torciendo las reglas a su antojo y haciendo lo que les dé la gana. Castigan la pura verdad con procedimientos silenciadores, con tiranía. Estamos en una guerra, que no tengo ni idea de cuánto hace que empezó, y no penséis que exagero lo más mínimo al emplear esa palabra. Y por todo esto que os digo, no nos podemos amedrentar. —Mis palabras van aumentando de intensidad con cada frase—. No nos podemos dejar intimidar. El día que lo hagamos, la verdad habrá muerto. Y con ella, la libertad habrá muerto. No os dejéis engañar por los medios, por los likes, por los gestores de búsquedas, porque la verdad no está en ellos. ¡Despertad! La verdad está en nosotros. —En ese momento, mis ojos buscan los de Arthür, que me mira desde la primera fila del público—. ¡Vamos a gritársela al mundo hasta que no pueda seguir ignorándola!

- Tiradas (1)

Notas de juego

MIEEEEERDAAA. Vale, esta es una de esas odiosas ocasiones en las que una kk-tirada arruina un post megainspirado... TT_TT

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09/06/2016, 16:00
Mats Bergstrøm

Notas de juego

Una pregunta/sugerencia: Para subsanar un poco mi penosa tirada, ¿te parecería aceptable que, en este mometo, saliera a la luz ese poder latente del que hablamos en la creación del personaje, estilo carisma arrasador? Es solo una posibilidad, pero por supuesto, haz lo que creas conveniente ;).

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09/06/2016, 18:33
Arthür Guitry

—¡Suerte!— contestó a la petición de Mats con un enfático susurro. Cuando éste subió al escenario puede que estuviera nervioso, pero se le veía resuelto, como si hacerlo no fuera algo totalmente extraño para él. Y el hecho de que no tuviera su discurso preparado le pareció a Arthür una ventaja. Le dio la sensación de que Mats debía ganar con la espontaneidad y la improvisación, pues sólo tenía que dar forma a lo que llevaba dentro dejando libre su expresividad. Y desde luego, lo que llevaba dentro era mucho. Le gustó saber que aquella gente era tan importante para él, una familia, como afirmaba. Y vaya que debía gustarle su trabajo. La arenga final era la que cabía esperar de un escaldo; no pudo dejar de recordar que esa impresión le había dado cuando entraron por primera vez en la habitación de Sophie. Una gran sonrisa se formó en su rostro al oír eso de «la verdad está en nosotros».

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09/06/2016, 21:37
Director

Notas de juego

En este sistema las tiradas, especialmente las sociales, son en apoyo a la interpretación.

A no ser que sea una acción que requiera una tirada, si hay contradicción entre la interpretación y la tirada, tiene prioridad la interpretación, aunque la tirada sirva para matizar. Digamos que las tiradas están para aportar.

En este caso no hacían falta los dados. Además, Mats por sus dotes -acostumbrado a actuar en público, periodista, activista, etc.-  y la situación, no sería disparatado que tuviera una dificultad de fácil (7).

Pero si quieres que la suerte y la ficha inspiren un post social, lo que suelo hacer es tirar primero y luego interpretar conforme al resultado.

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09/06/2016, 22:43
Mats Bergstrøm

Notas de juego

OK, OK. No, en este caso he tirado un poco por costumbre/piloto automático, porque en la mayoría de sistemas lo que suele hacerse es tirar sí o sí, y ya si acaso otorgar bonificaciones en función de la interpretación. Pero vamos, creo que está claro que soy de los que prefieren que la interpretación sea la que decida el resultado, y no las tiradas. Opino que en estos casos, los dados pueden ayudar a alguien a quien no le guste mucho interpretar (a modo de «estimación de la factura de la luz» XDDD), pero como una narración inspirada no hay nada. No me gusta mucho dejar que la suerte decida mi elocuencia. Así que, sabiendo lo que dices, obviamente prefiero que te guíes por mi post, no por la tirada (que además la he hecho después de escribir el post). XDDD

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10/06/2016, 00:00
Charles Lurçat

La gente aplaudió y rió. A todos y cada uno de ellos les habría sido imposible no estar de acuerdo con Mats. Por un momento no ya sólo sus compañeros del periódico o su nuevo amigo, todos los presentes le parecieron como su familia. El mundo entero.

Y en la fuerza de ese instante el mal se arrugó como un papel desechado y encestado en una papelera.

Vanessa -que odiaba hablar en público- cedió su turno a la Hiena y éste se hizo con el micro como quien se hace con una ametralladora en el momento justo. Sonrió como un cabrón y empezó a arrojar su fuego:

-Hay una legión de tecnócratas que desde los minaretes de sus universidades dictan al público que el ser humano es incapaz de percibir directamente la realidad. Que sólo la concibe mediatizada. Mediatizada, en este caso, por nosotros. Los medios, dicen, son la pantalla entre el hombre y el mundo.

Miró buscando culpables de pensar eso entre el público, que esperaba intrigado.

-Pero eso no sólo es erróneo, es nefasto. Esa concepción convierte la información en propaganda para educar al pasivo lector. Las pantallas no dejan ver más allá, los medios son barreras que acotan la realidad, que limitan la libertad. El Poder siempre ha querido domesticar al hombre y el corral, el patio de la cárcel cultural, lo forman, lo delimitan, los medios. Esos medios, no os engañéis, somos nosotros. O, mejor dicho, corremos un riesgo cierto, cada día, de serlo. De servir al enemigo, de ser su medio de comunicación. Y las personas no necesitan medios que las mediatizen. Necesitan que les dejen espacio. Ver el campo abierto, sin barreras, sin mentiras que les aten, sin impostores que les utilicen.

Hizo un silencio. Su mirada seguía siendo acusadora. Pero no sonreía.

-Hace muchos años me pregunté, ¿cómo escapar de ese hechizo? ¿Cómo no convertirme en un propagandista?

La respuesta que encontré con mis amigos resultó ser obvia. Nuestra obligación, nuestra razón de ser aquí es derribar esas pantallas, romper los muros de la cárcel. Desenmascarar a los mentirosos, frenar la inercia que nos arrastra, señalar la mentira que nos mata, que todos reconocemos cuando leemos un buen artículo.

Como bien ha dicho el bueno de Mats, la verdad está en nosotros. Y con humildad, desde un medio obsoleto, blanco sobre negro, en papel, nosotros día a día sudamos sangre y sudaremos mucha más sangre por desenmascarar a los enemigos de la humanidad.

Así que sólo nos queda, amenazar, amenazar a todos los hijos de puta que se interponen entre nosotros y nosotros mismos porque el día menos pensado no les quedará otra que ponernos un pleito.

Gracias, de verdad.

Y dicho esto, el acto, con aplausos, saludos y las pilas cargadas de compromiso, pasó de su fase familiar pero ceremonial a la fiesta y la diversión.

Todos se fueron levantando, el jefe les señaló el camino -no había que salir al exterior- para ir subiendo a la terraza panorámica del rascacielos anexo: el Hotel Concorde.

Entre cálidos apretones de manos y felicitaciones varias, el bolsillo de Mats vibró. Era un mensaje de WhatsApp. Como por instinto, contrariamente a lo que habría hecho en una situación así, sacó su teléfono y lo miró.

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10/06/2016, 00:06
Ada Bytnar

Notas de juego

Te he fusilado descaradamente tu recreación de mensaje. No tengo ni idea de WhatsApp (ni siquiera tengo móvil) así que perdóname los errores.

:-)

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10/06/2016, 00:47
Mats Bergstrøm

Aplaudo la intervención de la Hiena con gran entusiasmo. Su maestría de la palabra, su habilidad para hacer pensar y su tono incisivo son cosas que siempre envidiaré. Antes de darme cuenta estoy estrechando manos. Manos asociadas a caras, algunas conocidas, otras vagamente familiares, y aún otras que me resultan completas extrañas.

Y en mitad de este caos eufórico, mi móvil vibra.

Instintivamente, casi sin pensar, lo saco de mi bolsillo y entro en el WhatsApp. Cuando veo el mensaje, mi rostro palidece: todas mis sospechas, todas mis preocupaciones respecto a esta noche, acaban de confirmarse. Estirando el cuello, empiezo a buscar a Arthür entre la multitud de personas que ya se han levantado y se dirigen hacia el acceso al hotel contiguo, en cuya terraza se celebrará la fiesta del acto. No tardo en verlo, y me acerco a él con una expresión de urgencia en la cara, esquivando gente por el camino.

Lo sabía —susurro a voz en cuello nada más llegar a su altura, asegurándome de que nadie más me oiga, mientras sujeto a mi amigo por el brazo—. Arthür, ¿te acuerdas de Ada Bytnar, la protegida de Vendela Döbeln? Acabo de recibir un mensaje suyo. Está aquí. Va a venir a saludarme, y me ha pedido que me haga el loco, que finja que no la conozco. —Miro a mi alrededor, tenso—. No tengo ni puta idea de qué quiere, pero vamos a seguirle el juego, ¿vale? Esta puede ser una oportunidad de saber más cosas. —Empiezo a caminar en el sentido seguido por el resto de los asistentes—. Ven conmigo, y ándate con ojo.

Como la artista en ciernes que es, entraría dentro del reino de lo posible que esto no fuese más que una coincidencia y que Ada simplemente haya sido invitada al evento, pero me cuesta mucho creerlo. Aunque Bytnar no está implicada directamente en todo este horror, al menos por lo que sabemos hasta el momento, no podemos estar seguros de nada…

Notas de juego

¡Muy bueno tu plagio WhatsAppero, Cusa! Vas aprendiendo, mi pequeño aprendiz padawan... ;)

JOOOOOOO, qué partidón. ¡Me muero de la emoción! (ba dum tss)

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10/06/2016, 09:56
Arthür Guitry

El discurso contra el constructivismo epistemológico del compañero de Mats le pareció muy interesante. Parecía que aquel tipo quería incidir en algo bastante profundo alertándoles a todos del vasto alcance de la manipulación y de que profesionales como ellos, si no tenían cuidado y eran conscientes de la cuestión, acababan siendo, lo quisieran o no, esbirros al servicio del poder de turno construyendo una ilusión de realidad a su medida. Le había caído bien aquel tipo que antes le había escudriñado con tanta suspicacia.

Al fin había llegado la parte más complicada de la noche. Ahora habría una maraña de gente yendo y viniendo de acá para allá y era cuando debían tener los ojos más abiertos. ¿Qué podrían observar? ¿Serían capaces de descubrir, si un soñador les hablara, directamente o a través de un sonámbulo, esas frases hipnóticas, condicionantes, que habían llevado a Sophie a perder el control de su coche? Se propuso hablar directamente sólo con la gente justa y estar atento. Vamos, pensó riéndose de sí mismo, algo parecido a lo que haría en cualquier fiesta.

Entonces Mats le explica que Ada Bytnar está allí. No puede ser una coincidencia:

—Espera: ella no es periodista, así que si está aquí probablemente sea como yo, invitada de alguien que sí lo es. Y ese alguien podría ser la misma Vendela— Arthür se había quedado pálido mientras le decía esto mirando previamente alrededor asegurándose de que nadie les oía—. Hay que extremar el cuidado, Mats. Puede que no sepa nada de nosotros dos y sólo esté rondando a tu jefe o tu periódico, pero puede que sí. No debemos perdernos de vista el uno al otro.

Su corazón latía a toda velocidad.

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10/06/2016, 15:55
Palacio de Congresos

Caminaron por un enorme hall de acero y vidrio que unía el palacio de congresos con el hotel.

Fueron subiendo en grupos pequeños a los ascensores transparentes, como arrastrados por una inercia de la situación que se había tornado un tanto onírica.

Entraron en un local enorme que ocupaba toda una planta del hotel. Totalmente acristalada, la sala era toda ella un mirador de la Ciudad de la Luz.

La gente se dispersaba conforme iba llegando. Había una gran barra en isla, una zona de mesas con música de jazz, otra de baile en la que todavía nadie se había animado y una gran terraza.

Los camareros iban y venían con bebidas y la música ambiente era agradable y daba ocasión para hablar.

Arrastrados por saludos, felicitaciones y pequeñas conversaciones acabaron en la terraza.

A unos seis o siete metros vieron cómo Vanessa hablaba y hacía gestos con las manos junto a su acompañante y Jérôme. Y frente a ellos Ada y Vendela cerraban el círculo de un corro donde tenía lugar una conversación.

Un traje de noche negro resaltaba el parecido de Ada con Audrey Hepburn. Vendela lucía todavía más elegante, con un vestido verde esmeralda sin mangas, anudado al cuello, y era el centro de atención.

Al darse cuenta Jérôme de la presencia de Mats levantó su mano y movió dos dedos hacia sí invitándole a unirse a la conversación.

Con el gesto Mats y Arthür captaron la atención de Vendela, que les dedicó una sonrisa. Incluso desde varios metros y con luz ambiental más bien oscura, se podía ver el brillo esmeralda de su mirada.

Ada abrió un pequeño bolso y ojeó su móvil.

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10/06/2016, 19:01
Mats Bergstrøm

La turba abandona el anfiteatro como si se tratara de las avispas de un avispero: organizadamente, aunque deseosa de alcanzar su objetivo. Caminando a paso ligero, Arthür y yo logramos llegar a uno de los ascensores que llevan hasta el ático del hotel Concorde, con bastante suerte como para poder colarnos entre los ocupantes antes de que se cierren las puertas. Durante el eterno ascenso, no dejo de mirar a Arthür con cara de preocupación y manteniendo un tenso silencio. Lo que ha dicho es una posibilidad muy real: Vendela podría perfectamente estar aquí, y en ese caso, estaríamos en peligro. Nosotros, mis amigos, y casi cualquiera que ande cerca. Lo mejor será actuar con prudencia. Si el ratón es disimulado, puede que encuentre un momento oportuno para escapar de las garras del gato.

Espero que Arthür no esté en lo cierto.

Cuando las puertas del ascensor se abren de nuevo, nos recibe la luz de la noche parisina. Toda la planta es un inmenso mirador acristalado que domina la ciudad, con vistas privilegiadas de la iluminada Torre Eiffel, el Sena… La visión me sobrecoge. Hacía años que no veía París del modo que la veo ahora, en este preciso momento. Me quedo anonadado unos segundos, contemplando el contraste entre el púrpura del cielo crepuscular y el dorado de las miles de luces que engalanan la ciudad, como luciérnagas ociosas sin nada mejor que hacer que alegrar la vista. Como cuando venía a pasar las vacaciones con mi madre. ¿Cómo podía habérseme olvidado que París era tan hermosa?

Doy unos cuantos pasos por el lugar, perdido, esperando un ataque en cualquier momento, observando los rostros que se agolpan a mi alrededor, los círculos de personas que charlan alegremente, ajenas a todo.

Y entonces, la veo.

Reunida con un grupo de personas que no reconozco como mis compañeros de L’Hexagone hasta pasados unos segundos, está la doliente viuda. La bruja, Vendela Döbeln. La identifico inmediatamente gracias a las fotos que vi de ella cuando la investigué. La gata ha venido con su dócil cachorrita, Ada Bytnar, que disimula como si no sucediera nada fuera de lo normal. Al menos, me alivia saber que mi jefe está allí, hablando con la Reina del Mal como si tal cosa. Si él puede hacerlo, nosotros también.

Joder, tenías razón… Ahí están las dos. Haz el papel de tu vida —le susurro escuetamente a Arthür mientras estiro mis comisuras en una sonrisa hipócrita justo cuando Jérôme nos llama. La mirada felina de Vendela cae sobre nosotros, y es entonces cuando sé que ya no podemos escapar. Hay que seguir adelante. Me acerco despreocupadamente al círculo, con la esperanza de ser un ratón lo bastante disimulado—. ¡Eh, Jérôme! Sí que te has dado prisa en subir, ¿eh? ¿Dónde has dejado a Renata, por cierto? —Le doy una palmada en el hombro a mi jefe, para acto seguido mirar a Ada y a Vendela, con una sonrisa algo más discreta—. Buenas noches, señoritas.

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13/06/2016, 09:31
Arthür Guitry

Para Arthür todo empezó a adquirir cierto aire onírico con tintes pesadillescos. Ser arrastrado pasivamente por la multitud hacia los ascensores, aunque no fuera así, se le antojaba parecido a la ausencia de control en un sueño. Que fueran de cristal le desagradaba, como si les dejara completamente expuestos. Una vez en la planta superior, toda ella igualmente acristalada, la sensación sólo aumentó. Aquello estaba lleno de desconocidos sonriendo, charlando en pequeños grupos y bebiendo sus primeras copas iluminados por la luz artificial mientras las distintas músicas se mezclaban y sucedían al avanzar por la estancia. Le dio la sensación de haber acudido a un teatro, como si todos fueran figurantes de un espectáculo al borde de volverse siniestro. La presencia imponente de la Torre Eiffel en el paisaje siquiera le reconfortó. Era la primera vez que al verla no le parecía hermosa.

Cuando Mats le llamó finalmente la atención sobre Vendela su pulso se agitó. Allí estaba, la bruja, y se sintió como un niño perdido en un bosque que, aún conociendo el peligro, por algún motivo inexplicable no hace más que acercarse a su cabaña, directo a la perdición. «Haz el papel de tu vida», sugirió entonces Mats. Tenía razón. Era necesario que pensara, y rápido, quién iba a decir que era y a qué se dedicaba por si ella o Ada Bytnar le preguntaban algo por supuesta cortesía. No les diría su verdadero apellido. Mucho menos que conocía el griego clásico. Tenía que ser algo que no consideraran interesante, pero tampoco que supusiera un anzuelo para que lo pudieran comprometer. Pensó decir que era instructor de vuelo pero, ¿no podría entonces Vendela decir: «¡qué interesante! Siempre quise aprender a pilotar mi propia avioneta. Deme sus datos y le llamaré»? Pensó en decirle que era electricista o algo parecido pero, ¿y si ella decía que le vendría muy bien uno para una reforma? Descartado quedaba todo el ámbito artístico y todo lo que tuviera que ver con escribir. Así, en unos segundos, pasaban y pasaban ideas por su cabeza y todas ellas eran descartadas igual de rápido. Y sus ojos brillantes se había posado sobre ellos, como los de un lobo. Respiró hondo. Estaba allí para ayudar a Mats. Saldrían de ésta. Y había algo más, aunque no quería que su juicio se nublara: ¿y si Ada Bytnar no sabía realmente con quién estaba? ¿Habría alguna forma de averiguarlo? Tras el saludo de Mats se esforzó por centrar plenamente su atención en el momento presente y saludó a las desconocidas con un simple «buenas noches».

- Tiradas (1)

Notas de juego

Qusiera hacer una tirada inicial de percepción más empatía para tratar de intuir algo de la primera reacción o actitud que la presencia de Mats y Arthür provocan en Vendela y Ada Bytnar.

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13/06/2016, 12:29
Jérôme Achard

-Estará con el viejo, poniéndole al día. -Ese “poniéndole al día” sonaba con cierto retintín de rencor hacia Renata. Denotaba que suponía que su esposa se estaba quejando de su matrimonio con su viejo amigo, el que ofreció el premio.  Mats sabía que Jérôme nunca hablaría así de su querida mujer. Le quedó claro que estaba mintiendo, tratando de parecer desvinculado de ella, fingiendo sutilmente que si alguna vez se quisieron, ya no. Y sí, era raro, muy raro que ella no estuviera allí y menos todavía en un momento peligroso.-Os presento a Vendela, el icono de mujer sexy, culta e independiente que tantos de sus lectores tratan de emular sin éxito.

Vendela sonreía con cara juguetona al jefe de Mats soltando alguna risa que era coreada por el resto del círculo. Le dio dos besos a Mats y otros dos a Arthür. Sus ojos, deslumbrantes, parecían chisporrotear con un brillo embriagador que en ese contexto quedaba raro, disonante. Sus besos fueron como los de un amante posesivo en un momento muy íntimo.

Siguió el jefe:

-Ah, y la jovencita es Ada. -tendió su mano hacia ella-¡Diós, qué viejo me haces sentir, monada!

Mientras Ada dio sendos besos a ambos, Vanessa regruñó algo así como "¡Monada! ¡Ahhh! Disculpen señoras, mi jefe es alguien muy básico, de antaño, como mi periódico. A fin de cuentas, es poco menos que un gorila flaco y calvo”, comentario que apuntilló Jérôme -No tengo nada contra mis amigos los monos, pero quiero creer que soy algo así como el alter ego viril de la señora aquí presente. Viril, sí Vanessa, pero dignamente viril, con su parte tierna y dulce.-quedándose con cara de niño abandonado.

Mats entendió que la deriva que había tomado la conversación estaba siendo forzada por su jefe para evitar la atención sobre su esposa.

Arthür vio a Ada nerviosa, parecía incómoda. Como si le agobiara la fiesta y le estuviera pidiendo a su protectora que la sacara de allí.

Vendela en cambio lucía serena, tranquila, absolutamente dueña de la situación. Era quien dirigía la conversación aunque todavía no había dicho ni una palabra. Escuchaba, escuchaba muy atentamente y captó las palabras de Mats sobre la ausencia de Renata, y las de su jefe... como si le estuvieran delatando algo.

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13/06/2016, 12:38
Vendela Döbeln

-¡Alto Sr. Achard! ¡Acaban de delatarle! ¡Está usted... está felizmente casado! Es una desgracia pero voy a tener que tacharle de mi lista de solteros de oro.

Hizo un gesto como de llevar un cuaderno sobre la palma de una mano y tachar con el dedo de la otra.

-¡Y no me venga con monsergas de cincuentón! Eso funciona para chicas inocentes como Ada. Para nada es usted mi alter ego, quizá en mis años de casada pudo haberlo sido, pero ya no.

Suspiró dando a sus palabras un deje de tristeza. Como si todavía lamentara su viudez.  

- Tiradas (1)
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14/06/2016, 00:11
Mats Bergstrøm

Tan pronto como Jérôme responde a mi comentario con una mentira evidente, me doy cuenta de que en realidad está tratando de proteger a su mujer, Renata, fingiendo distancia y desapego. Cobro consciencia de que he sido imprudente. Uno no sabe con certeza a qué comentarios inofensivos puede sacarles punta Vendela, y desde luego, no conviene ponerla muy al corriente de nuestras vidas personales, solo por si acaso.

Dedico unos segundos a examinar a Döbeln. Parece mentira que una mujer tan guapa, casi angelical, sea capaz de actos tan monstruosos, cuyo propósito aún se me escapa. Esta es la persona que trató de apartar a Sophie de su camino, y al no conseguirlo, recurrió a métodos más expeditivos, provocándole el coma durante más de tres años. ¿Qué encierran sus ojos, dos berilos tan verdes que hacen palidecer su bonito vestido? ¿Qué encierra su maquiavélica cabeza?

No puedo evitar mirar un momento a Ada. La impresión que tuve cuando la conocí, de que estaba sometida a una inmensa presión, es ahora más palpable si cabe. Sentí que Ada Bytnar y yo mismo éramos enormemente parecidos, y que compartíamos nuestra malsana obsesión por ajustarnos a las expectativas de quienes nos rodeaban. Por escondernos. Quizá sea ese instinto natural lo que la haya llevado a quedar bajo el control de Vendela, tal vez incluso sin ser consciente del todo. Pero eso no convierte a la cantante en una víctima. Percibí una gran fuerza interior en Ada, y sin duda, Vendela estará tratando de aprovecharse de ella. Dedico a la joven una mirada reconfortante, de consuelo. «No temas, estoy aquí», le diría si pudiera.

Es hora de ver a dónde nos lleva esta situación.

No sea muy dura con Jérôme… Es de la vieja escuela —digo con una media sonrisa rufianesca—. Sigue pensando que la adulación es la llave que abre todas las puertas. —Y entonces, cuando Vendela deja caer veladamente su condición de no casada, levanto un poco las cejas, como si acabase de acordarme de algo—. Vaya, es cierto, usted… Lo siento mucho. De veras.

¿Servirán mis condolencias para que Vendela suelte algo más?

- Tiradas (1)

Notas de juego

¡Posteado! :P

Estoy de tanteo total con Vendela: trato de aprovechar el supuesto de que no sepa quién soy para que se relaje y, si tal cosa es posible, que hable más de la cuenta (verbalmente o no), así que tiro Percepción más Empatizar.
 

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14/06/2016, 13:04
Arthür Guitry

Notas de juego

Dire, no me esperes y postea tú primero que Arthür sólo está atento y callado en este momento como había declarado en el post.