Voy a investigar nuevamente los "Almacenes de los pescadores", empiezo por el de más abajo.
Esta extensa construcción de madera, una de las más grandes de la villa, sobresale por encima de las casas cercanas. El astillero también es la casa gremial de los constructores de barcos; aquí, sus miembros construyen casi todas las barcas de pesca, barcos mercantes y demás buques que pueda necesitar la villa. El cuerpo central alberga las oficinas, salas de reuniones, almacenes, y cuarteles para los trabajadores locales. El ala este se dedica a la construcción de pesqueros, mientras que la occidental se reserva para otros tipos de barco.
En aquel momento hay dos barcos en construcción en cada ala. Una vez que la nave sea navegable, se lanza por una de las varias rampas que sobresalen directamente del edificio.
Bajo la capucha Argot se acerca hasta el borde del río, procura mirar a los lados y se queda estático hasta que vea que nadie le observa. Tras un poco de cerciorarse se introduce en el agua. Sabía que ahora era capaz de respirar bajo el agua y era una buena oportunidad. Se quitó la capa calada y la dejó pegada a uno de los maderos del embarcadero bajo el agua, tendría que recuperarla luego. Más libre decidió que sería un buen momento para intentar cazar algo de comida de pescado y luego buscar más algas u otras cosas que llamara la atención.
Tirada oculta
Motivo: supervivencia
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+10)=13
Tirada oculta
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+6)=24
Edita máster, es necesaria una prueba de Supervivencia. Al ser dentro del agua, aplica un +4 a tu bono.
Nada, no encuentras absolutamente nada que te sirva de alimento o te llame la atención.
Cansado, aguado y desesperado, Argot volvió a la capilla de Obad-Hai. Ahí se sentó en la puerta como un mendigo y esperó.
Esta extensa construcción de madera, una de las más grandes de la villa, sobresale por encima de las casas cercanas. El astillero también es la casa gremial de los constructores de barcos; aquí, sus miembros construyen casi todas las barcas de pesca, barcos mercantes y demás buques que pueda necesitar la villa. El cuerpo central alberga las oficinas, salas de reuniones, almacenes, y cuarteles para los trabajadores locales. El ala este se dedica a la construcción de pesqueros, mientras que la occidental se reserva para otros tipos de barco.
En aquel momento hay dos barcos en construcción en cada ala. Una vez que la nave sea navegable, se lanza por una de las varias rampas que sobresalen directamente del edificio.
Morunom caminaba sujetando el sombrero a su cabeza, para que no saliera volando por culpa del viento. También había asegurado los cierres de su mochila y de la funda del laud, no fuera a llover y se mojaran sus cosas. Iba, como de costumbre, hablando todo el camino.
...y ya me dirá usted qué narices dijo el mediano pisciforme y cómo podríamos abordar mejor la cuestión, porque lo que es yo, y sin una preparación previa, no veo cómo enterarnos de nada. Necesito datos para trabajar. Un hilo del que tirar. Huy, qué barco más bonito.
- Podéis seguir roleando -
Morunom pareció algo desconcertando ante el mutismo de la mujer. Se acercó a ella y le dijo algo al oído.
¿No sabe de qué manera se podría distinguir aquí a amigos de enemigos? Será peligroso preguntar. Es posible que lo hagamos a la gente que no conviene, ¿hay alguna manera de saber quién es quién?
Todo comenzó con la brisa en la mejilla. Arrugado y quieto, Melor comenzó a despertar con la punzada de vergüenza de haberse quedado traspuesto contra la pared y con sus manos aferradas al mandoble apoyado contra el suelo. Con los dedos entumecidos y los dientes apretados maldijo para sí el ser tan viejo mientras buscaba con su mirada a Angélica y su hijo.
Morunom se encogió de hombros tras susurrar sus palabras a la moza. Ella parecía algo así como sumida en sus pensamientos. Paseó por los muelles aspirando al ambiente marino y, en apariencia, buscando inspiración para una oda o algo de eso que los bardos hacen. Tomaba notas y declamaba algunos versos, para ver cómo sonaban.
La brisa leve que la mar agita... (tomando notas) Fulgúreo nimbo que la verga incendia... A eso le llaman fuego de San Telmo, sea quien sea ese tal San, explicaba a un marino que por ahí pasaba.
Con la tontería, y con la excusa de buscar típicas canciones marineras, anduvo hablando con el típico marino jubilado que siempre anda mirando las obras. No dejó de preguntar quién armaba tal o cual barco.
Visto este anciano que casi se quedaba roque contra la pared, no dejó, así mismo, de mostrar educadamente su interés.
Oh provecto anciano. Espero que no acostumbre usted a dormir en semejante cama todos los días. ¿Quizá está usted en un apuro? Estoy casi seguro de que no podré ayudarle. Pero oiga, puede probar. El no ya lo tiene. Nunca se sabe. Sonrió con cierto gracejo.
Tirada oculta
Motivo: reunir información
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+7)=12
Procuro reunir información. Intentando no largar demasiado de cosas que puedan ser dañinas o descaradas. Es más bien hablar de cosas sin dar nunca verdadera información y abrir bien los oídos a ver qué cae.
La mediana se despierta desperezándose.
-¡Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay! ¡Vaya sueñecito! Ahora sí que estoy descansada.- Por un momento busca a Melor con la mirada, y le dirige una sonrisa de agradecimiento.
-¡Mi protector!
Entonces, se da cuenta de que no están solos en la zona, y se queda observando al extraño grupo que conversaba y que, probablemente, ha interrumpido la conversación ante los gritos de Angelica.
Milkahá caminaba distraída junto a su compañero y lo escuchaba hablar, pero por momentos se distraía demasiado en sus propios pensamientos, en donde podría encontrar información, las algas, la enfermedad, sus amigos muertos, era posible que la cerveza estuviese contaminada por las algas o que todo fuera una mentira. de cualquier modo la enfermedad era la forma menos peligrosa de investigar por ahí, sin insinuaciones de otro tipo.
- No mi querido amigo, me temo que no hay modo de distinguir, lo mejor sera pasar por ingenuos, le contesta en voz baja pero clara y sin secretear - le contesta a la pregunta que Morunom le hace de cerca y en voz baja.
Morunom canturreaba una composición bastante interesante y Milkahá sonreía cuando encontraron a aquel viejo con una espada entre manos. Su compañero le hablo y ella solo se quedo viendo la escena sin decir nada, al ver la espada Milkahá le dio un pequeño toque en un hombro.
- No creo que este caballero quiera ser importunado mi señor Morunom - le dijo - Usted disculpe mi señor - le dijo al viejo mientras le hacia una pequeña reverencia con la cabeza - Nuestras intenciones no son importunarle, mas me sumo a el ofrecimiento de mi compañero, sin embargo cabe resaltar que en este momento tenemos un encargo que cumplir y nos vemos un tanto cortos en tiempo - diciendo esto y cuando Morunom se volvió a verle le hizo una ligera y discreta señal con las cejas para invitarle a seguir su camino.
Sus ojos poco abiertos volvieron a achicarse al sonreír, qué amable pareja.
- Los modales jamás importunan, los apuros nos son comunes a todos pero esperamos que la fortuna nos sonría en La Aldea del Loto.-Comprendiendo el gesto de la dama optó por no retenerles- Gracias por preguntar y que Turin el Eterno les guarde.
Trató de alzar una mano hasta su pecho para despedirse pero su cuerpo todavía no se hallaba lo suficientemente despierto para tal proeza, de manera que inclinó la cabeza cortésmente antes de dirigir su atención a la diminuta Angélica.
- Buenos días, pequeña, se te ve descansada. -Aguardó para que ella pudiese alzarse antes de comentar - Al Sol le queda poco tiempo para retirarse por hoy y puede que llueva en breve, si queremos averiguar cómo llegar a la aldea debemos ponernos en camino hacia El Bote del Lagarto.
Buscó a su hijo con la mirada, sus ojos todavía haciéndose a la poca luz que quedaba.
- morumon, esas cosas hay que rolearlas, no vale con hacer una tirada -
Al menos en esta partida no :)
- Podéis seguir roleando -
Esta extensa construcción de madera, una de las más grandes de la villa, sobresale por encima de las casas cercanas. El astillero también es la casa gremial de los constructores de barcos; aquí, sus miembros construyen casi todas las barcas de pesca, barcos mercantes y demás buques que pueda necesitar la villa. El cuerpo central alberga las oficinas, salas de reuniones, almacenes, y cuarteles para los trabajadores locales. El ala este se dedica a la construcción de pesqueros, mientras que la occidental se reserva para otros tipos de barco.
En aquel momento hay dos barcos en construcción en cada ala. Una vez que la nave sea navegable, se lanza por una de las varias rampas que sobresalen directamente del edificio.