Partida Rol por web

Zarus miró el edificio de arriba a abajo, un poco intrigado de saber si el lugar en sí poseía algo de magia. El joven Lazarus, aunque aún se estaba adaptando a aquella energía enigmática, comprendía como era su funcionamiento, púes en sus días en el circo pudo conocer a personas capaces de hacer cosas sorprendentes.

Entremos de una vez. Espero que Raellia se encuentre acá, no quiera dar tantas vueltas para que escuche nuestra propuesta. dice "El Magnifico" dio un paso al frente y entró al interior del templo.

Buenas. Zarus saludó a los presentes de manera respetuosa y espero a tener su atención, especialmente de aquel que pareciera tener mayor rango en el templo. Disculpe. Busco a una mujer y aun un hombre bastante grande. Este ultimo seguro no pasa desapercibido, no parece gustarle usar mucha ropa. Escuche que vendrían acá para que les ayudaran a identificar a una extraña criatura. La chica es una paladín. Aquella criatura les había atacado y ella le abatió. dice dando una explicación lo mas clara posible para que pudieran recordar de quien se trataba. Por cierto, han logrado saber que era esa cosa? Me produce mucha insertidumbre que criaturas como esa anden rondando por la ciudad. La sacerdotisa Lyra no tiene idea de lo que sea, pero parece que se contubo antes de decir algo. dijo en relación a la extraña criatura.

Una vez agotado el tema anterior, Zarus se dispuso a preguntar algo mas comercial. Estoy necesitando algunos componentes, parece que alguno de mis poderes no funcionan bien si no uso ciertas cosas. dice un poco desorientado, al decir verdad, no tenía una clara idea de porque aquella fuerza que surgía de su propio ser, tenía las mismas limitaciones que tenían los magos para usar su magia. Como puedo adquirir aquellos elementos? preguntó esperando una positiva respuesta. Sabía que lo mas probable era que le tocara pagar por ello, pero incluso, hacerlo no le molestaba, esperaba poder comprender un poco mas sobre la magia y como usarla.

-Kraken, creo que se estaba dirigiendo a sus alumnos-explicó al enorme hombre, con una breve sonrisa cansada-si no necesita nada más, será mejor que nos movamos en busca de algún trabajo, o como dices, nos tocará dormir en la calle.

Y era terriblemente cierto. Suponía que aún podía cambiar su daga por algo, pero aquella noche necesitaría descanso sí o sí, así que más valía que para entonces tuvieran alguna moneda.

No podía negar que ir en busca de Raellia no era algo que la agradara. Bueno, tampoco le gustaba caminar junto a un hombre, pero esa ciudad le estaba poniendo las cosas difíciles y la obligaba a hacer cosas que jamás pensó que llegaría a hacer. Renegando por lo bajo, llegaron hasta el templo. No se detuvo para contemplar el edificio, le daba igual. Entró directamente.

Conocía a Raellia, aunque prefería mil veces a su hermana malvada. Era más directa y realista, aunque un poco corta de miras. Alzó la vista para detectarla. El aura de bondad en ella y su gigante acompañante debía ser suficiente para detectarlos rápidamente.

A lo mejor han ido a algún tipo de tienda de magia, quizá aquí no sepan distinguir qué les atacó.

PUES ESE TRABAJO PODRIAMOS HACERLO NOSOTROS, RAELLIA! NO TENEMOS DONDE CAERNOS MUERTOS!! ¿QUÉ ME DECÍS AMIGOS MAGOS? ¿NO PODRIAIS HACER UN CONJURO Y CREAR UN PAR DE MONEDAS DE ORO PARA NOSOTROS?

Mylor Orvid se refería a sus alumnos, les estaba pidiendo a ellos que desempeñaran el trabajo que ambos aventureros le habían solicitado. Después, escuchó las palabras de El Kraken y no pudo evitar echarse a reír a carcajada limpia. Pero cuando escuchó a Raelia comprendió que hablaba en serio. Espera, ¿lo dices en serio? Pero, ¿cómo os voy a pagar yo a vosotros por un trabajo que habéis venido solicitándonos? Quiero decir, si alguien tendría que pedir dinero somos nosotros por facilitaros información. Para Mylor estaba claro que la cantidad de músculo era inversamente proporcional al tamaño del cerebro, y sin duda, El Kraken lo demostraba ampliamente.

- Bienvenido a la casa de Boccob. Por tu pregunta te diré que has llegado al lugar indicado, no es concretamente este el lugar pero yo puedo indicarte como llegar al Gremio de Magos.

Es tan simple como visitar la torre azul de este mismo complejo. Continúa por medio del pasadizo de piedra y podrás acceder a él.

Está abierto a todo el mundo, a cualquiera que sea miembro de cualquier religión. Algunos dicen que resulta algo embarazoso, pero no tiene porqué.

Como puedes comprobar este templo cumple varias funciones en la ciudad, y algunas más que aún desconoces. Por favor, sigue el pasadizo que te indiqué y ahí llegarás a la torre. Allí se encuentran las dos personas que buscáis y también podrán solucionar las dudas que tienes sobre tu magia, así como vender los componentes necesarios que necesitas.

Construido como una gran pirámide, el templo está rematado con una gran cúpula rodeada por torres de cristal. Una gran torre de conco pisos, erigida en mármol color azul pálido, domina la fachada oriental de la pirámide. De noche, toda la estructura brilla con incontables llamas y un enorme símbolo reluciente de Boccob rota lentamente sobre la cúpula central.

Zarus sonrió ampliamente ante las palabras del mago. En realidad no esperaba encontrar tanto en un solo lugar, como mucho llegó a pensar que alcanzaría a encontrar los componentes que buscaba y algunas indicaciones sobre el paradero de la paladín y su acompañante.

Sin terminar de comprender que decía su interlocutor sobre lo que se podía o no saber del templo en el que estaban, el joven Lazarus se apresuró a responder para seguir su paso. Le agradezco mucho, ha sido de gran ayuda para mi escucharle. De inmediato tomaré el camino que me ha indicado. dijo extendiendo su mano para un apretón. Soy Zarus. Ha sido un gusto conocerle, señor... Zarus espero a escuchar el nombre de su interlocutor antes de seguir por el pasillo en dirección hacía la Torre Azul.

Zarus esperó a que Snit tomara la iniciativa de adelantarsele, para luego hacerle algunas preguntas Ya habías estado en este lugar antes? Tu también eres una mago o algo así no? Bueno, te vi usar un poco de magia en la capilla de Pelor. le preguntó a la singular chica. El joven Lazarus intentaba hacerse una idea mas clara de ella. Le parecía ser bastante reservada y si quiera alcanzaba a imaginarse que pasaba por su mente mientras estaba callada.

Los pensamientos del joven Lazarus fueron interrumpidos cuando se abrió la puerta y la presencia de Aire atrapó su atención. Aquella chica si que era toda una rareza y sin duda no estaba del todo bien de la cabeza, pero que se le hacía no había mucho que hace con ella. Zarus la saludó a la distancia mientras se alejaba de su vista.

El kraken se rascó la cabeza. No entendía para qué iban a necesitar ellos saber nada de la criatura.

-NOSOTROS LO TRAJIMOS POR SI VOSOTROS ESTABAIS INTERESADOS EN ESTUDIARLO! AUNQUE ES CIERTO QUE LO QUE AVERIGUEIS PUEDE SER MUY UTIL PARA SALVAR VIDAS EN LA CIUDAD. YO HABIA OIDO QUE LOS MAGOS ERAN GENTE INQUIETA, INTERESADA POR ESTAS... CURIOSIDADES. 

SI EL KRAKEN OS HA OFENDIDO, SE DISCULPA. NO ERA SU INTENCIÓN.

Y, AHORA, SI TODO HA QUEDADO ACLARADO, NOS IREMOS A BUSCAR TRABAJO.

Snit se quedó escuchando las palabras del desconocido y asintió con la cabeza. Sentía que perdía el tiempo en aquel lugar, y más al querer reclutar a la paladina y a su gran amigo. ¿Cómo convencerían a una criatura del bien máximo hacer algo ilegal? Miró a Zarus y se encogió de hombros Ese es su trabajo, parece un gran charlatán

Dio unos rápidos pasos para abrir el camino y escuchó a Zarus por detrás. Algo así. Se algún que otro truco de magia, pero no se me puede considerar maga. Es un refuerzo para salir de situaciones peliagudas, digamos. Como veras, no soy la más eficaz en el combate, pero sí que tengo un poco de destreza en el subterfugio, no se si me entiendes...

La puerta se abrió, y no pudo evitar girar la cabeza para ver quién entraba La loca susurró mientras apretaba los dientes y los puños con fuerza. El trabajo que la habían encomendado sobre Aire ya no importaba, no lo iba a cumplir. Pero le tenía muchas ganas y mucho asco Vamos, no quiero que se acerque demasiado dijo, acelerando el paso.

Aire abrió la puerta con todas sus ganas y se quedó contemplando todo mientras Aristóteles croaba. Caminó lentamente sin saber muy bien a donde, y a+penas se fijó en Zarus o Snit. Parecía perdida en aquel lugar, como si no recordase a qué había venido.

Sin darse cuenta, había llegado a la altura de Emirat, y sólo allí pareció darse cuenta dónde estaba

¡Hola! Vaya, este sitio siempre me impresiona. ¡Y eso que he venido ya dos o tres veces! se rió mientras daba una vuelta completa antes de volver a mirar a Emirat ¡Uy, yo ya había hablado contigo! ¿No te acuerdas? Vine preguntando por un sacerdote... ¿Cómo se llamaba?... Tyson, ¡sí! Tyson. A ese sacerdote le convirtió Desthen en piedra, ¿no? ¿Ha regresado ya? Porque Desthen ha muerto y debería haber vuelto a la normalidad. ¿Está aquí? Quiero saludarle.

Mirando con cierta extrañeza a Snit, el recién iniciado en la magia Zarus, llevó una de sus manos detrás de la cabeza y dejó escapar un suspiro -Pues... podría decir que si. De alguna forma mis habilidades son parecidas a las tuyas. Las ilusiones, el sigilo y la furtividad, es algo en lo que día a día me entreno.- expuso, sin salir de su desconcierto.

Luego de que la gnomo vio a Aire, pareció tomar algo de impulso en su paso dejando atrás a Zarus. En eso las palabras de la maga volvieron a poner su atención en ella. -Desthen esta muerto? ese era quien el Rubio decía que andaba transformando a la gente en piedra.- recordó divagando sobre aquella idea, pero de golpe volvió al asunto que le traía hasta este lugar -Espérame.- replicó acelerando su paso para alcanzar a Snit.

Era lo que se temía, probablemente aquello iba a requerir dinero por su parte también. Pero así eran las cosas, y así al menos el cadáver no estaría en la calle a la vista de cualquier pobre niño. 

-Sí necesitan dinero, intentaremos buscar algo para pagarles-replicó la muchacha, algo abatida-será mejor que nos vayamos ahora, el día es corto, y tenemos demasiado que hacer-dijo al Kraken.

Mi nombre es Emirat Rastenar, dijo respondiendo a Zarus. Justo en el momento que Snit se adelantaba por el pasillo y Zarus la seguía, Raelia y el Kraken se toparon con ellos que venían del lugar al que se dirigían.

¡Hola! Vaya, este sitio siempre me impresiona. ¡Y eso que he venido ya dos o tres veces! se rió mientras daba una vuelta completa antes de volver a mirar a Emirat ¡Uy, yo ya había hablado contigo! ¿No te acuerdas? Vine preguntando por un sacerdote... ¿Cómo se llamaba?... Tyson, ¡sí! Tyson. A ese sacerdote le convirtió Desthen en piedra, ¿no? ¿Ha regresado ya? Porque Desthen ha muerto y debería haber vuelto a la normalidad. ¿Está aquí? Quiero saludarle.

Hola Aire, ¿cómo estás? ¿Dices que Desthen ha muerto? ¿Qué pasó? Y no, me temo que Tyson sigue desaparecido y seguimos sin saber dónde se encuentra. ¿Has averiguado algo? 

Apenas había dado unos pasos al interior del pasadizo, cuando Zarus se dio cuenta de la proximidad de las personas a las que buscaban. -Que bueno verles de nuevo. Que tal les ha ido con la investigación de la extraña criatura?- le dice a la paladina y su acompañante, para luego pasar de tema.

Zarus parece meditar uno segundos sobre los siguiente que iba a decir, pero dio por cuenta de que, tal vez, este no era el lugar indicado para hablar sobre el tema del tabernero, pero había algo de lo que si podían hablar acá. Creo que finalmente me he motivado a que unamos fuerzas. Estoy muy interesado en que detengamos a esos ladrones que andan haciendo estragos en los alrededores del pueblo. Que me dicen? propone confiando en que harían un excelente equipo.

El semigigante, que lucía aún los moratones de su último combate, se envalentonó al escuchar la proposición de Zarus, Así que le pasó un enorme brazo por encima de los hombros y lo apretujó contra sí mismo como muestra de compañerismo.

-¿HABLAS DE FORMAR UN STABLE ? UN EQUIPO? EL KRAKEN ESTÁ DISPUESTO A COMPRATIR LA GLORIA CON QUIEN SEA DIGNO COMO TÚ DE PERMANECER EN SU RINCÓN! DE NUESTRA ALIANZA SE CANTARÁN CANCIONES Y LEGIONES DE DONCELLAS VENDRÁN A SALUDARNOS Y RENDIRNOS ADMIRACIÓN ANTES DEL COMBATE!

COMO CAMPEÓN DE LOS PESOS PESADOS DE LAS MONTAÑAS, ACEPTÓ VUESTRO OFRECIMIENTO, PESE A NO ESTAR EN MI MEJOR MOMETO -dijo.

La muchacha ya se disponía a salir cuando se encontraron con Zarus, Aire y Snit, y con la propuesta del primero. Lo cierto es que era una proposición interesante, y que quizás pudiera acabar con sus problemas económicos, al menos a corto plazo. Así que Raellia asintió, aunque visiblemente cansada.

-Si hay que detener a salteadores, no tengo nada en contra. Quiero decir, estoy algo cansada... Pero creo que podré ayudar, aunque sea un poco-dijo, con una débil sonrisa.

-En cuanto al asunto de la investigación...-añadió, dándose cuenta de que no había respondido a eso-de momento no sabemos nada. La hemos entregado a los magos de este lugar, para ver si saben algo. 

Uy, sí, sí, he averiguado cosas. Como Desthen me quería muerta, porque le estaba investigando, fui a pedir ayuda al Alcalde. Y, aunque su amigo el gordo es un borde, desagradecido y tiene pinta de corrupto y ladrón, el alcalde que es muy majo me dijo que durante esta noche habían pillado a Desthen salir de su casa con una figura de piedra demasiado real. Se enfrentaron a él y le detuvieron. Anunció Aire completamente orgullosa, pues había sido gracias a ella toda esa situación. Pero he escuchado viniendo hacia aquí que no llegó vivo a prisión, intentó liberarse y tuvieron que acabar con él terminó, como si le importase un pimiento que hubiese muerto o no. La cosa es que ya había terminado.

¿Sigue desaparecido? Quizá significa que los magos aún no le han despertado. Creo que iré al museo, que es donde se suponía que estaba, y preguntaré allí por él. ¡Volveré pronto! gritó mientras se daba la vuelta y salía corriendo

Snit apartó la cara cuando el gigante empezó a gritar y casi se arrepintió de querer formar equipo con él. ¿En serio tenía que gritar tanto? Que supiera, allí no había nadie que estuviera sordo.

Muy bien, pues a por los salteadores se ha dicho concluyó con esa frase la unión del equipo. ¿Por dónde empezamos?