Partida Rol por web

Un muro de piedra de casi dos metros y media de altura rodea este edificio de piedra. Los tejados están cubiertos de tejas de color sangre, y los laterales de la elevada estructura consisten en enormes pilares tallados para representar a diversos hombres y mujeres luchando, cada uno armado con un arma diferente o realizando alguna proeza de fuerza. Como si estas esculturas no bastasen para definir la función del edificio, un gigantesco disco de piedra con el símbolo de Kord pende sobre las puertas gemelas de roble de su fachada

Pues aquí estamos, susurró Morunom, algo amoscado por lo frío de la noche y por lo poco iluminado de las calles de la ciudad. ¿Estará esto abierto a estas horas? Supongo que los luchadores también necesitarán dormir, digo. Estaba comiendo unas galletas de esas de viaje que había sacado de su bolsa durante el camino. Argot, hijo, intenta caminar con menos gracia: se supone que eres un mediano barrigón y blandurrio, no un avezado cortabolsas.

Tormentos estaba lleno de ruidos sospechosos, y hablando de sospechas, Morunom sospechaba que el lugar tenía más actividad casi por la noche que por el día. Y seguro que es mucho más interesante, pensó.

El frío intenso se había notado en la cara de sus compañeros, por su parte argot envuelto en las ropas para parecer gordo no había sentido tanto cambio brusco. Las ropas le impedían moverse libremente pero al parecer no tanto como para parecer loque quería aparentar. Miró A morunom y sonrió -Amigo mío tienes razón, nunca se me dio bien interpretar otro papel que el que la diosa me hizo ser. Aún así intentaré mejorar. - Estaba oscuro y ahora tenían que darse prisa si querían empezar el trabajo en cuanto amaneciera. - Yo diría que hablaramos con alguno quedáramos con el y durmieramos para que a primera hora de la mañana pudieramos entrar en la posada a la hora del almuerzo. Estará lleno y nuestra entrada puede pasar más de los ojos del enano.
 

Zarus escuchó y analizó el plan de Argot Ya veremos... fue lo único que alcanzó a responder mientras seguía contemplando la estructura del templo. Lo primero será buscar a alguien que se preste para nuestra misión. La hora de incursión es algo que no se me hace fácil de determinar. Tal vez lo mejor sería pasarnos por a allá un rato a ver como es el movimiento al interior de la taberna.

Zarus se acercó finalmente a la puerta y, casi que con precaución, tocó a la puerta mirando para un lado y para otro a ver que o pasaba, aunque previamente intentó comprobar si se podía entrar sin mayor problema.

Temo que no podamos elegir. El momento ha de ser cuando el local esté lleno. Si no se hace entonces, poca distracción vamos a poder hacer, a no ser que prendamos fuego al lugar, claro. Pero eso no creo que esté en nuestros planes. Así que toca ir y esperar la oportunidad.

No creo que haya nadie aquí, los seguidores de Kord suelen estar bebiendo o haciendo pulsos en una taberna.

Le dió pena dejar a lictea atrás, pero no si tenía que elegir, prefería esto, el oro daba de comer.

El clérigo siguió al grupo muy al pendiente de lo que hiciera o dejara de hacer Argot. Aun no le pasaba del todo al mediano y era mejor tenerlo vigilado.

Al observar que no parecía haber nadie en el templo de Kord, Kranjstar preguntó a algún ciudadano que pareciera de buen proceder, a donde se libraban las justas que se anunciaban para los guerreros. Esperaba poder averiguar algo de utilidad, aquella idea de que podrían estar en una taberna tomando podría ser cierta.

Ya era muy tarde para que Kranjstar se pusiera a averiguar algo sobre aquella catedral. Las puertas aún no estaban cerradas, pero se podría decir que allí estaba el sumo sacerdote a punto de clausurar el templo.

Buenas noches, señores. Si vienen por la arena de combate, me temo que llegan tarde. Ya no son horas, hoy no se ha presentado nadie, a pesar de los que había inscritos. Parece que la gente ha estado más ocupada de lo que pensaba. Si no es urgente, dijo haciendo una pausa, voy a proceder a cerrar y marcharme a casa a dormir. Esta ciudad es muy peligrosa de noche, y es mejor guarecerse del frío que puede llegar a helar hasta las propias venas.

Zarus se sintió algo apenado por ser tan inoportuno y lo mas sensato parecía escuchar las recomendaciones que decía el sacerdote de Kord. Es una pena, pensaba encontrar en este lugar a un guerrero que nos ayudara... no parecía bueno dar más detalles, así que no quedaba mas que dejarlo en una idea inconclusa. Aunque el hecho de que hoy no se presentara nadie a luchar era algo que llamó la atención del joven acróbata.

Vaya, me asombra que nadie haya llegado a la arena de su templo, acaso esta teniendo problemas con sus fieles? Bueno, sé que el templo de Pelor si que los tiene... dice tratando de indagar un poco, la verdad no había preguntado si otros templo tenían el mismo problema, si era así puede que a mas de uno le interesara darle solución, lo cual podía significar un buen tema para hacer alianzas.

Bien, tal vez podamos ir a alguna taberna cercana y encontrar a alguien a allá. Remata con toda la intención de que el sacerdote tal vez dijera algo sobre alguna taberna de preferencia para los guerreros.

Kranjstar pidió excusas al sacerdote de Kord Espero sepa disculpar nuestra intromisión y sepa que estaremos a su servicios si acaso alguna vez nos necesita. dice en relación a la pregunta de Zarus sobre los fieles del templo. Ahora bien, la misión que nos ha traído hasta acá en esta noche, dicta ser muy importante, espero sepa entender que cualquier información que nos de será muy valiosa y bien agradecida. las palabras del clérigo buscan despertar en su interlocutor una mejor actitud tanto para él como para el resto del grupo.

Buscabamos un brazo fuerte y no demasiado ebrio que nos pueda ayudar, y supusimos que este era el mejor lugar.

Alabandolo un poco, tal vez él mismo les siguiera, aunque dudaba que un respetable sacerdote de un templo se rebajara a tales actos.

Sin decir palabra, permanezco allí quieta a la espera de que el sacerdote nos indique lo que estime oportuno. No hay mucho que pueda aportar, por lo que prefiero mantenerme en silencio.

Puede que nos sirva usted mismo, añade Morunom. Es una misión noble, y hará ganar gloria y honor a quienes participen en ella.

El mediano en silencio esperó a que los humanos hablaran, sabía que su cara podría ser conocida entre buenos soldaditos y buscadineros así que prefirió mantenerse apartado de todo aquello. Su mirada se desvió hacia las sombras intentando ver si por alguna casualidad hubiera alguien siguiendolos.

¡Por eso organizamos las arenas! ¡Queremos atraer a nuevos miembros a la fe de Kord! Pero parece que cada vez las iglesias están peor vistas, y ya nadie viene a rezar. ¡Ni tan siquiera vienen aquí a enfrentarse entre ellos! Dijo negando con la cabeza decepcionado.

No tengo ningún tipo de información relevante al respecto, solo os puedo decir que un grupo de aventureros ya vino haciendo las mismas preguntas sobre el mismo tema, y no parecían saber nada. Aunque un orco apareció y no pudimos seguir hablando sobre el tema. Al final respondía a algunas de sus preguntas y se marcharon.

Es tarde, así que si no necesitais nada urgente será mejor que os retiréis a descansar a alguna posada, yo tengo que quedarme aquí, me debo a mis fieles. Fuertes brazos no os faltarán en la ciudad, pero por hoy será mejor que os retiréis a descansar. Dijo sin mencionar ninguna posada en concreto.

Zarus mostró interés cuando el sacerdote mencionó que ya había venido otro grupo con ese tipo de preguntas sobre los fieles de su templo, pero al parecer nadie da con alguna respuesta a ese misterio.

La insistencia en que buscaran un lugar seguro, empezó a crear en Zarus preocupación. No quería que algo malo pasara por algo que se habia vuelto tan personal para él. Agradeció y se despidió del sacerdote de Kord, para luego hablar con quienes les acompañaba Por mi parte quisiera ir hasta el bar del enano, pero si alguno considera que este es un buen momento para tomar otro camino, bien puede hacerlo. Siempre que permanezcamos juntos, nuestras posibilidades de enfrentar amenazas serán muchas, pero habrá que entender que el peligro en esta ciudad puede venir de cualquier parte y de mas de una forma inesperada. para quien ha estado a punto de perder la vida en la ciudad esto estaba mas que claro.

Morunom se encogió de hombros. Yo ya me he resignado a no dormir. En realidad es por las noches cuando trabajo y ya el sueño que me ha acechado todo el día se ha ido a dormir por su propia cuenta y riesgo. Por mi vamos a la posada, que no me conocen. Ahí, a falta de otra cosa, podemos dedicarnos a reunir información relevante a la espera de una mejor oportunidad para un asalto en serio. Es más, si vemos la oportunidad podríamos buscar al guerrero que nos hace falta ahí mismo, y una vez lo tengamos, organizar la distracción sobre la marcha y llevar a cabo el plan.

-Yo voy contigo, Zarus.-Digo siguiéndolo. Poco más se me ocurre hacer en mitad de la noche, por lo que lo acompaño sin dudar.

Argot se miró, estaba aún disfrazado por lo que este momento sería tan bueno como cualquier otro. - Yo también ire, si no me reconoce seguiré si me reconoce serviré de distractor e intentaré daros la oportunidad de entrar. - Necesitaba aliados, no podía moverse por la ciudad solo con la enfermedad que tenía.

Vamos entonces, en realidad no creo que necesitemos a alguien con poco tacto o inteligencia, pero no he estado ahí, ni conozco a ese enano, así que de momento me dejo guiar, y decidme que necesitais de mí. Como elfo con meditar un par de horas ya tendré suficiente.