- podéis seguir roleando -
Lazarus escuchó atento todo lo que iban soltando el par de chicas, pero no terminaba de armar nada concreto. Pues creo que lo primero es avisar a las autoridades locales y a quien pudiera hacer algo para defender esta villa. Debemos ir por clérigos y no se me ocurre otro lugar mejor que la Catedral de Pelor o el estaño templo de los magos... Creo que debemos marchar cuanto antes. Dividirnos para cubrir más espacio en el menor tiempo. eso era la opinión de Zarus, dividirse y luego volver a este mismo punto al día siguiente.
Setenta... setenta y cuatro por cabeza, calculó Lucrecia. Y sobran dos monedas. Pero habría que dedicarlo a comprar equipo y provisiones, si vamos a hacer esto en serio. ¿Creéis que la maza sería efectiva, o necesitamos hachas y espadas?
Una buena cantidad de oro, más aún teniendo en cuenta que los siete eran pobres, y aun así, insuficiente para equiparse como los dioses mandaban. Nada de varitas, pociones y armas encantadas.
Zarus parecía estar de acuerdo en dividirse, un grupo allí para advertir del peligro a las autoridades, y otro en Tormentos Cristalinos en busca de refuerzos.
Tenemos que ser suficientes en Tormentos como para peinar las tabernas y los templos en el menor tiempo posible.
-Me parece buena idea el dividirnos, si. Yo estoy dispuesta a ir a Tormentos en cuanto digais. Con ese oro podriamos al menos comprar una pocion curativa cada uno, ¿No?
-¿Estáis seguros de que dividirse es buena idea?-preguntó la muchacha, algo triste por la perspectiva. No sabía qué tenían por delante, pero no se perdonaría si alguno resultaba herido porque no hubiera estado allí para ayudarle.
-Yo no sé qué podría sernos útil, aunque creo que debemos tener cuidado con el dinero... Tormentos es caro-replicó, poniéndose roja como un tomate y rascándose con vergüenza la nuca. Al fin y al cabo, su poco éxito en busca de fortuna y su mala suerte había dado con ella en las calles de la ciudad hacía no tanto, y dependiendo de caridad ajena, así que el hecho de gastar dinero sin mesura no acababa de sonarle sensato.
Yo si que quiero una poción o un pergamino de curación, pequeña. Raelia, esas cosas siempre se acaban usando. De hecho, si compramos pergaminos (que salen mas baratos), tú misma podrias usarlos, ¿No?
Esto lo pregunta el personaje y el jugador.
AL KRAKEN LE INTERESA ALGO DE CURACIÓN TAMBIÉN.
Aunque algo curativo puede ser valioso, yo también necesito insumos mundanos. Con 5 virotes no voy a llegar a ningún lado, y los dioses me guarden si alguna vez necesito usar la daga. Y creo que separarnos será lo mejor para cubrir más terreno. Algunos a los templos, algunos a vender lo rescatado, algunos a ver si conseguimos algo de apoyo económico aquí... y después, nos reunimos en este lugar. Si vamos a citar a otros aventureros, que sea mañana por la mañana, con tal de no abarrotar la taberna local.
-Podría intentarlo, sí... Creo...-replicó la muchacha, no muy convencida de sus capacidades. No hacía tanto que podía hacer uso de algunas oraciones menores, así que seguramente dependería de qué querían que lanzara.
No vamos a estar en peligro, Raellia, respondió Lucrecia. Mañana nos encontraremos aquí antes de volver al templo. ¿Quieres que te compremos algo en la ciudad, Elianne?
Supongo que podemos tirarle una poción a la cara a los bichos esos, concedió. También podía servirles para curarse, pero lo que ella pretendía era hacerles daño a los monstruos.
¿Repartimos elbotín? Son 74 monedas de oro por cabeza y sobran 2.
Por mi parte, los que quieran quedarse a hablar con los locales, que se queden, y los demás (Lucrecia incluida) a /Tormentos Cristalinos.
—Si puedes... Si, compra 20 virotes para ballesta de mano, una tienda de campaña y raciones para 5 días. Supongo que eso no puede superar las 20 o 30 piezas. No tengo idea de cuanto cuesten los elementos curativos, ni exactamente que tan efectivos serán, pero te confío el resto para que compres lo que te parezca mejor para mantenernos vivos.
La ciudad resultaba ser un lugar bastante caro, de momento tenían una pequeña fortuna entre manos, y lo mejor era invertirla de forma tal que ya no tuviera que perder dinero con cada noche que pasara allí. Un gasto grande ahora le ahorraría muchos problemas después. Podían volver a cortarle la bolsa, pero por lo menos nadie le robaría la tienda.
Zarus llevó el puro derecho contra la palma de su otra mano y exclamó con determinación Ok entonces iremos a visitar a mi amigo el Herrero! Por cierto, habéis visto cualquier cosa parecido al Mitril allá a abajo? preguntó con cierta esperanza, nada pondría de mejor humor al herrero, hasta podría dar muy buenos precios.
Bastaría con que se quedase uno para cubrir las conversaciones con los locales y solicitar alguna recompensa por parte de las autoridades que ofrecieron en misión. dijo sin mucho mas que agregar. Lo mejor es que se quedara quien estuviera más lastimado, el camino hasta tormentos podría llegar a ser un peligro para alguien herido.
Pues Zarus toma los 74 y cualquier cosa que se pueda vender para encargarse del tema, Lucrecia podría acompañarle o cualquier otro.
A Tormentos
- Podéis seguir roleando -
Apuntaos las 74 piezas de oro cada uno en vuestro equipo. Y dos que se apunten 75 po.
(Copiad y pegad la lista para que me quede claro quien va y quien se queda).
Puente Brandon:
-
Tormentos:
- Lucrecia
- Zarus
—Tomaré un poco para no quedarme sin nada, y comenzaré a ver qué tanta ayuda local puedo recolectar. Nos encontramos aquí mañana por la mañana, ¿No?
Lo primero sería buscar a Alberic, y tratar de cobrar la recompensa.
EDIT: adecuar los números para hacerlos redondos.
Me apunto 6 piezas de oro, le doy las otras 70 a Lucrecia.
Puente Brandon:
- Elianne
Tormentos:
- Lucrecia
- Zarus
Al recoger las monedas, Lucrecia se encontró con un puñado que había guardado envueltas en un trozo de fieltro.
Ah, las monedas de los ladrones que desarmamos arriba, dijo, desenvolviendo el pedazo de fieltro. Eran doce monedas doradas, que junto con las dos que sobraban del reparto, suponían dos más para cada uno de ellos. Setenta y seis en total.
Elianne, quédate con 6, y así hacemos los números redondos.
Puente Brandon:
- Elianne
Tormentos:
- Lucrecia
- Zarus
-Yo también iré a Tormentos!
Puente Brandon:
- Elianne
Tormentos:
- Lucrecia
- Zarus
-Namarra
Sanya asintió.
-Yo me quedaré aquí.
Puente Brandon:
- Elianne
-Sanya
Tormentos:
- Lucrecia
- Zarus
-Namarra
-EL KRAKEN HARÁ LO QUE HAGA RAELLIA!
-Yo me quedaré... No me perdonaría que le pasara algo a esta gente y no estuviera aquí para ayudar. Tened mucho cuidado, por favor-pidió, casi suplicó, la mujer a los que se iban a Tormentos. Al menos había recibido ya dinero, suficiente para mantenerse una temporada.
-Eh... ¿Cuánto te debía, Sanya?
Puente Brandon:
- Elianne
-Sanya
-Raelia (y entiendo que el Kraken)
Tormentos:
- Lucrecia
- Zarus
-Namarra
En realidad me gustaría que fueras con nosotros, Raellia. Seguro te va bien el relacionarte con el clero no era que a Zarus le fuese mal con las palabras, pero de seguro la palabra de un paladín serían mejor escuchadas.
Pero si prefieres quedarte, no hay problema. Nosotros 3 bastaremos para cubrir un par de templos y alguna que otra taberna. dijo tratando de convencerse a sí mismo, no estaba fácil estando la noche tan cerca.
Pues bueno a Tormentos
Con el herrero primero?
No me dijeron nada a ver si alcanzaron a notar si había Mitril allá abajo