El Kraken trabaja para nuestra aldea junto con el resto de sus compañeros. Comenzó para relatar la vida de El Kraken. Se presentó como el campeón de los pesos pesados de las Montañas del Hierro, es un hombre de pocas palabras y sus modales no son los mejores, pero nunca ha faltado el respeto a nadie, al menos no que yo me haya dado cuenta. Concluyó encogiéndose de hombros. ¿Por qué lo preguntas?
Ed miró inquisitivamente al bárbaro.
-¿Y acaso sabéis de algún problema que pueda tener con el enano de la Pezuña en la Boca de Tormentos Cristalinos?- Esto es muy extraño. Parece un buen tipo. Igual he metido la pata nombrando al enano, o igual obtenemos información útil.-¿Sabes que iba a hacer en el bosque? Esto es extraño, amigo Otwin.
Ed pasó la mano por la barba mesándosela, mientras pensaba en lo que estaban averiguando, así como echaba una ojeada al local. Definitivamente no parecía un antro de delincuentes.
-No es extraño, más bien, no tiene sentido alguno, a lo mejor el enano se ofendió por algo qué malentendió, y aún así busca hacerle pagar por eso-
Otwin miró en todas las direcciones de la taberna, en verdad un lugar acojedor y cómodo, pero el bárbaro no estaba acostumbrado a eso.
-Indicanos dónde está el bosque, necesitamos hablar con el-
Audo se encogió de hombros, no tenía ni idea de quien era el enano de la taberna que mencionaban, así que no podía dar su opinión. Luego miró a Edward, fue al bosque junto a sus compañeros, están tratando de encontrar a un grupo de ladrones que están acosando las rutas comerciales de nuestro pueblo y alrededor. Creo que las últimas pistas que encontraron les conducían hacia allá y por eso han ido. Dirigirse al bosque no tiene pérdida, pero una vez dentro, aunque hay caminos bien marcados, puede resultar peligroso. No por perderse, sino porque hay criaturas que viven en él que pueden serlo.
El bosque está a las afueras, pero es bastante grande y supongo que resultará difícil encontrarlo.
Otwin entendió qué no se trataba de un mal sujeto, ¿Cómo un ser que denigra a los demás puede cuidar de un pueblo? Nada tenía sentido para el bárbaro, y eso le llevaba a cuestionarse lo qué debería hacer.
Se rascó la barbilla, antes de mirar a su compañero, con el ceño un tanto fruncido por la decepción, alvergaba la esperanza de tener la sangre de ese tipo en su espada, pero ahora, viendo qué era el único soporte de esta gente, una idea llegó a su mente, no por el altruismo, si no por la violencia, sonrió a su compañero, abrió la boca y dejó qué las palabras surgieran del interior.
-¿Quieres cazar? Nos vendria bien matar algo para mejorar, cómo una especie de práctica, ¿Qué dices? ¿Te apuntas?-
Esperó a la respuesta de su compañero.
Asiento con la cabeza mientras me froto la barba.
De acuerdo. Vayamos al bosque a ver si cazamos un buen ciervo. Tengo el arco listo. -Me giro al tabernero-Gracias por su ayuda, señor. Un placer. Espero volver a visitarle y poder disfrutar de su hospitalidad.
Así que nos encaminamos a la salida y de ahí, a bosque
Vamos al bosque si Ot no dice nada en contra.
Aquellos dos tipos dejaron la taberna y se dirigieron hacia el bosque que le habían indicado, pero en cuanto avanzaron unos pocos metros se encontraron con dos humanoides de aspecto amenazador.
A lo lejos aparecen un par de figuras salvajes y humanoides cuyo musculoso cuerpo alcanza los más de dos metros de altura. Su pelaje parece áspero y cubre la mayor parte de su cuerpo. Su boca está llena de largos y afilados colmillos, y su nariz guarda cierto aspecto parecido con la de un oso.
En cuanto ven a los dos aventureros sonríen para sí mismos. Habían encontrado una presa y algo de entretenimiento para aquel día que había comenzado. Ninguno fue capaz de comprender lo que dijeron entre sí. Pero ambos se acercaron mientras movían la maza de armas que ya tenían en la mano.
Otwin y Edward parecían una buena presa. Pero quizá no sabían con quién se estaban metiendo.
Tirada oculta
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+2)=16 [14]
Lanzad iniciativa, si sacáis 16 podéis empezar el combate (si queréis luchar) de lo contrario empiezan ellos.
Otwin estaba tan concentrado en cazar una presa que no se percató de las dos figuras hasta que fue un poco tarde, una mezcla de alegria y molestia le invadió, arrojó el arco a un costado, y sacó la espada.
Prepárate, la lucha será encarnizada- Le dijo el bárbaro a su compañero.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 18(+4)=22 (Exito) [18]
Ed miró a Otwin, echó la mano de la espada y rápidamente se defendieron de la mejor forma que sabían: atacando.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+2)=16 [14]
No sé si ahora tenemos que hacer tiradas ocultas de ataque y daño, master.
Sí, claro, tenéis la iniciativa los dos, si queréis luchar, tiradas de ataque y daño.
Tras el ataque de su compañero, Ed blandiendo el espadón atacó al semihumano más cercano impactando en él y dándole un buen tajo...
Motivo: Ataque espadón
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+4)=17 [13]
Motivo: Daño espadón
Tirada: 2d6
Resultado: 4(+5)=9, 4(+5)=9 (Suma: 18)
Ataque 17 (supongo que he impactado)
Daño 13
Motivo: Ataque espadón
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+6)=24 [18]
Motivo: Daño
Tirada: 2d6
Resultado: 7(+6)=13 [6, 1]
Otwin no se pudo controlar, y eñ espadón bailó en su mano, y xon el atacó ferozmente al humanoide, solo para ver cómo el guerrero impacta también en el cuerpo de la criatura.
La lucha estaba empezando a hechar chispas, y el Berserker se estaba emocionando.
Los dos grandes trasgos se habían equivocado al tratar de enfrentarse contra Otwin y Edward, porque antes de que consiguieran alzar sus armas contra ellos ya los habían decapitado y sus cabezas rodaban por la hierba del bosque. No lo habían dudado ni un momento y así es cómo los habían dejado.
Edward limpió la sangre apestosa en el orco que yacía a sus pies con un gesto de asco.
-¿Y estos de dónde han salido?- Le preguntó a su compañero.-Bueno, espero que al menos tengan unas monedas en sus bolsas.- Añadió mientras se agachaba a comprobar qué objetos de valor pudiesen tener los trasgos.
Mientras los cacheaba, miró al cielo.-Parece que se nos está echando la noche encima compañero. Creo que deberíamos plantearnos volver a la posada cenar algo y descansar o buscar algo de comida y refugio por el bosque. ¿Qué te parece?
Cacheo a los trasgos.
La sangre de los tragos fue limpiada de su espadon usando los tragos.
-Busca entonces, yo iré a por mi arco y flecha-
Retrocedió un poco para coger de nuevo su arma y Guardar en su lugar.
-¿Qué encontraste en los cuerpo de esas sabandijas?
Los trasgos tenían una espada larga cada uno, un escudo de madera y una armadura de cuero tachonado. Ambos llevaban en sus bolsillos 12 piezas de plata en total.
-Repartamos las monedas, y vendamos el equipo a los aldeanos, a precio de ganga, no hay que quitarles los pocos bienes que tienen, ahora volvamos-
Volvió a guardar el espadón, cogiendo el equipo de la criatura, listos para volver.
Entregó a Otwin sus 6 monedas guardándose las suyas en su bolsa. Asintió con la cabeza.
-Estoy de acuerdo contigo.-Dijo el antiguo candidato a caballero mientras guardaba las cosas-Volvamos.
Volvemos, mañana será otro día. Vendemos el material automáticamente en la taberna?
El centro de la vida social de esta pequeña aldea es El Salmón Sabroso, una taberna que hace las veces de posada y mesón. Audo y Vivian, los propietarios, están casados y tienen una hija de 12 años, llamadas Esther. Los precios son razonables y la comida y la bebida, aunque no son excepcionales, sí son aceptables.
El menú suele ser limitado y depende de la estación. Una comida típica puede consistir en pan negro de centeno, pescado (cogido fresco en el Río Azul Celeste) hervido o acompañado de una sopa con berza, cebolla y ajo, huevos cocidos y nueces, setas y frutas de la estación recogidas en el linde del bosque. El brebaje local es una cerveza negra, fuerte, oscura y espumosa, con un fuerte sabor a melaza.
En el Salmón Sabroso hay dos pequeñas habitaciones que se alquilan a los viajeros por pieda de oro por cabeza y noche. Por 3 piezas de plata, el propietario permitirá un viajero dormir en el suelo de la taberna después de cerrar.