Partida Rol por web

Al ver que Xaz crítica sobre la imposibilidad de deshacerse de aquella planta se acercó con cuidado para probar algo. Tocar su mano y transmitir en ella el conjuro de santuario, esperaba que de aquel modo la planta perdiera el interés en ella, y tras dicho acto procuró alejarse del conjunto de tallos enhebrados. No esperaba acabar "peleanso" con plantas, y de hecho seguía evitando el combate, no llevaba armas por ello.

Uno a uno parecían poder soltarse de aquella infernales ataduras. La planta se movía y retorcía mientras atenazaba a sus compañeros lo que dificultaba aún más poder golpearla.

- ¡Ánimo, Xaz! Nosotros te ayudaremos. - gritó tratando de darle ánimos a la cultista.

De nuevo, trató de descargar con todas sus fuerzas la maza sobre las lianas con suficiente precaución como para evitar alcanzar a su compañera aún enredada.

Por fin Alvan consiguió zafarse de las enredaderas que lo tenían atrapado logrando escurrirse a través de ellas en un momento en el que bajó la guardia. Xaz seguía sin poder escaparse ya que estaba francamente agotada por pasar tanto tiempo sin descansar en condiciones. Por suerte, Emily se acercó hasta ella y logró lanzarle un conjuro de santuario que hizo que la planta perdiese interés y también la soltase. 

Ahora que no había ningún enemigo del que preocuparse, Nathy pudo atacar en condiciones y logró quebrar algunas de las ramas de la repugnante planta que los había atacado.

Ya que estaban todos sueltos era el momento de o bien salir huyendo o bien de tratar de acabar con esa desgraciada planta que tanto daño les había hecho nada más empezar la misión.

Alvan enfadado por el ataque de las plantas decidió responder, pero su cuerpo parece estar algo agarrotado tras soltarse.

- Mierda, esto es peor de lo que pensaba.

Emily se fue apartando de aquella planta mirando si veía algo con bayas en las cercanías, pues si las transformaba en algo mágico, podían sanar ligeramente el dolor propinado por aquella planta y saciar el hambre que tampoco estaría mal.

- Alvan vigila con esa mala hiedra, ni siquiera sabemos si por golpearla vas a acabar con ella...

Xaz, francamente exhausta, se alejó unos pasos más mientras trataba de pensar qué hacer.

-Deberíamos dejarla ahí y largarnos, Avan. No tenemos nada que ganar y mucho que perder.

Sin bajar su escudo, Nathye enarboló de nuevo su maza para descargarla contra aquella planta. Su primer impacto certero parecía haber sido efectivo y estaba convencido de que a aquel ritmo podrían terminar con aquella peligrosa planta rápidamente.

- Ten cuidado, Alvan. Estás herido. - advirtió al espadachín. Luego, respondió al comentario de Xaz – Si no acabamos con ella ahora, podría tendernos de nuevo una trampa a la vuelta. Aunque si decidís marcharos, yo cubriré la retirada.

Xaz odiaba malgastar su magia en curaciones, puesto que le parecía ineficiente pero viendo las heridas del luchador, decidió curarlo, tocándole la espalda.

-Que los dioses de más allá de Lo Oscuro remedien tu dolor.

Los aventureros habían descartado la idea de huir y continuaron luchando contra la planta que los había atacado. Emily trató de averiguar algo sobre ella, pero era un ser que no había visto hasta ahora. Mientras tanto, Alvan y Nathye trataban de golpearla, pero solo el segundo lograba encajarle algún golpe. Y en vista de que el combate seguía, Xaz decidió curar a Nathye para recuperar sus heridas. 

Mientras tanto, la planta movió un par de sus lianas para volver a golpear a Alvan y a Nathye tratando de volver a apresarles, pero esta vez sin ningún éxito.

Alvan recién recuperado mueve torpemente sus espadas para dar a la planta, pero no logra nada.

- ¡Si no vamos seguro que nos vuelve ha coger, es mejor acabar con ella!

Emily sabía que no podía ser muy útil en batalla y sanar a sus compañeros en aquellas condiciones sería contraproducente, además necesitarían comer y beber pronto pues intuía que pelear en aquel momento significaba dormir fuera de la fortaleza.

Por ello sin alejarse mucho por si requerían su ayuda, pensó en tomar cualquier cosa que se pudiera comer y tal vez beber. Podría incluso purificar parte de lo que consiguiera, pero a la hora de combatir era inservible...

Xaz, consciente de que ni iba a poder aportar nada en el apartado ofensivo, se alejó de la planta y comenzó a cantrurrear e un idioma antiguo y primordial, invocando la ayuda de las criaturas extrapalanarias a las que la sacerdotisa reverenciaba.

Aquella planta estaba dando más problemas de lo que se podía esperar. Era tarde y la noche ya se auguraba en el horizonte. Tenían que terminar con aquella distracción puesto que les consumía un valiosísimo tiempo.

Dispuesto a terminar con la planta, Nathye golpeó de nuevo con su maza desde detrás de su escudo una vez más.

Emily ignoró el combate que estaba llevando a cabo sus aliados y se puso a buscar algo de comida mientras los demás luchaban.  Mientras tanto, Alvan y Nathye sí que intentaban acabar con aquel ser de plantas. Pero el primero fallaba estrepitosamente, en cambio, el segundo golpeó con mucha más entereza y finalmente logró asestarle un golpe mortal a aquel ser dejándolo totalmente inerte. 

Finalmente miraron a la compañera a ver si había regresado con algo que les sirviera de alimento. Pero aquellas marismas parecían más pobladas de maleza, ciénagas y plantas putrefactas que de alimentos que pudieran dar frutos.

Además, los últimos rayos de luz estaban dejando de iluminar el lugar, si se entretenían más tendrían que adentrarse a oscuras en aquel lugar desconocido y la tarea de encontrar el árbol iba a volverse aún más complicada.

- Parece que hemos salido bien de esta, pero aún no tenemos nada útil, ni comida ni la resina especial, por donde vamos? - el joven estaba visiblemente preocupado.

- este lugar no me gusta... Ni siquiera una triste baya... - se puso la mano en el pecho, no le gustaba desperdiciar sus dones curativos, pero desde que abandonó por completo las batallas no se sentía capaz de aguantar demasiado.

Miraba alrededor volver sin la resina sería un día perdido y si volvían seguramente ya no pudieran entrar en la ciudad igual. Acabar agotados y sin resina no le parecía buen plan.

También sacó 7 bayas que tenía desde la mañana, dándole 3 a Alvan y repartiendo 1 más a cada uno de sus compañeros, ella incluida (aún le quedaba otra en mano que entregaría a quien la quisiera o la guardaría.

Xaz se comió la baya enseguida y gruñó algo como forma de agradecimiento. 

-Si volvemos a Tormentos habrá que volver a pagar mañana. Deberíamos continuar. 

Tras impactar su último ataque y ver cómo la planta quedaba inerte, Nathye se permitió soltar un suspiro de alivio. Con un rápido vistazo comprobó que todo el mundo había logrado terminar el combate medianamente ileso y envainó su maza.

- Cierto. Debemos seguir. - respondió a los comentarios de sus compañeros. - Tan sólo dadme un minuto.

Si demasiada ceremonia se agachó sobre los restos de aquella planta asesina y dedicó unos instantes para buscar entre los restos. Existía la posibilidad de que alguna de sus anteriores víctimas se encontrara aún ahí. Un simple cuchillo o unas antorchas olvidadas por algún pobre desgraciado podría marcar la diferencia en aquel momento.

Una vez hecho esto, el guerrero se levantó y tomó la baya que Emily le entregaba. Le agradeció el gesto con una sonrisa y dio buena cuenta de ella. Luego, continuó el camino en busca del árbol con el resto de sus compañeros.

Entre el cuerpo de la gigantesca enredadera inerte encontró lo que parecía ser el cuerpo de un mediano. El pequeño humanoide estaba en un grave estado de descomposición, pero Nathye logró rebuscar entre sus pertenencias para obtener algo que quizá podría serles de ayuda:

6 piezas de plata, un bastón pequeño, una ballesta ligera pequeña con 10 virotes y un par de raciones de viaje que aún estaban en buenas condiciones.

Alvan agradeció sobre manera las bayas de Emily, el combate había sido duro, y no estaba aún recuperado del todo. Enseguida Nathye encontró un pequeño cádaver entre los restos de la planta, un macabro pero útil hallazgo.

- Descanse en paz, menudo terreno este.