Partida Rol por web

-Totalmente de acuerdo. Montar una fiesta ahora sólo puede ser para tapar la injusticia que hay en la isla. - casi me arrepiento de haber hablado así delante de él, pero parecía que lo mejor era seguirle la corriente para que viera que estaba más de su lado con sus opiniones que no con otras distintas. El gritito del mono captó mi atención - Vaya, parece que animales unidos se entienden. Jejeje... - o quizás no. Esperaba que ese conejo no fuese carnívoro. El mono ya había pasado por bastante.

-Y... cual es el estado del pueblo al que vamos? honestamente... como están las cosas por allí? Hicimos mal en no ir con ustedes la primera vez que nos encontramos, menudo lio se montó en Villa Ganga. Teníais toda la razón al advertirnos.

El hombre asintió con la cabeza ante lo dicho por El Negro, al parecer no estaba del todo de acuerdo con el tema de hacer una macro-fiesta y emitirla en directo por todo el pueblo, menos aún teniendo en cuenta cómo la situación se encuentra actualmente en la zona.

-Pues diría que está bastante bien, mucho más tranquilo ahora desde que Peggy tomó el poder. -Comentó, aunque aquello no parecía ser toda la verdad en el asunto- "Kuzaya" antes era un pueblo tradicional pero con la urbanización se volvió en una ciudad turística famosa, en donde los habitantes fueron desplazados para dar paso a los hoteles, restaurantes y otros elementos de ocio. Con Peggy los no-residentes fueron cortesmente invitados a abandonar la isla mientras se "prepara todo". -Dijo sin apartar la vista de la carretera- También es el lugar más elitista de toda la isla, la gente más pudiente de la Capital tiene una segunda vivienda en Kuzaya.

-Así que una ciudad elitista... habrá gente muy importante. ... ¿por qué habrán trasladado allí a mi...er.. jefe?... La carta que te han dado para enviarla es para él? - por un momento parecía que Peggy había hecho algo bien, desde el punto de vista de Elijah. Así que seguí tanteando el asunto, sin saber si me estaba metiendo en un campo de minas o no  - Entonces, a ti te parece bien la gestión actual que hay en Kuzaya?... Supongo que la Comandante de Cultura esa cuenta con la aprobación de la presidenta para montar semejante fiestorro...no?

-En absoluto. -Comentó negando con la cabeza ante El Negro- Me refiero, no quiero que se me malinterprete; los anteriores gobiernos digamos que hicieron de "proxeneta" de un pueblo bonito y hermoso para convertirlo en una zona para los extranjeros y de servidumbre de los nativos para ganar dinero a costa de los turistas... Pero lo de ahora no solo no revierte lo hecho, si no que tampoco aprovecha lo que se hizo. 

El hombre suspiró.

-Simplemente "se aprovechan" para vivir rodeados de lujos y recompensar a los más fieles al régimen. Mientras que los nativos, los que no fueron expulsados... siguen sirviendo, pero esta vez sin ganar nada a cambio. Y sí, tiene el permiso de la presidenta.

JUmmmmmm desde luego las cosas no iban bien. Aunque eso ya lo sabíamos desde fuera de la isla.

-Pues muy mal. Habría que hacer algo al respecto. Más protestas silenciosas. O si no funcionan, algo más brusco. O espera, es eso lo que están intentado los piratas? o ni siquiera forman parte de los nativos expulsados?

Cuanta más información sacase durante este breve período de tiempo, mejor. No tenía ni idea de qué haría una vez llegase a Kuzaya.

Es cierto que en estos momentos El Negro no disponía de demasiada información al respecto de lo que ocurría en la isla, y también era cierto que la única fuente de información antes de llegar era un cartero judío ortodoxo y posiblemente anarquista.

-No, siempre hubo piratas, pero generalmente estaban en la jungla de la isla pequeña. En la isla grande salvo algún que otro asalto puntual, jamás se adentraron.

-Jummmmm - murmuré pensativo. - así que los piratas sólo son unos oportunistas. La estarán liando parda entonces... - me quedé callado para ver qué opinaba, si es que opinaba, y luego volví a intentar dejar caer mis intenciones. - Alguien tiene que hacer algo para luchar contra toda esa jerarquía política que se cargó la libertad de todos los que vivían aquí. ¿no hubo antes de todo este caos alguien capaz de dirigir la isla con decencia y respetando la opinión de los habitantes? Sin abusar de ellos, quiero decir...

Es cierto que en estos momentos El Negro no disponía de demasiada información al respecto de lo que ocurría en la isla, y también era cierto que la única fuente de información antes de llegar era un cartero judío ortodoxo y posiblemente anarquista.

-Antes había un gobierno elegido por democracia pero nunca actuaba según lo que todos querían, de hecho, a veces ni siquiera para los intereses de sus propios votantes.

-Aunque cuando Peggy tomo el poder, cosas como la democracia o las votaciones desaparecieron... igual que el otro gobierno.

Al ver que no parecía muy enfocado en decirme sus pensamientos más profundos anarquistas, me limité a decir.

-Pues muy mal. Entiendo que estés tan interesado en esos panfletos que vi en vuestra casa. Y estoy totalmente de acuerdo con tu punto de vista. 

-A ver que me encuentro en Kuzaya... espero que no me miren demasiado mal. Si tienes algún consejo que darme antes de ir a encontrarme con mi ...jefe. O si puedo ayudarte en algo, será un placer devolverte el favor - a estas alturas no sabía si quizás era mejor ir directamente a la fiesta esa para obtener información, o ir a buscar al Coreano que se hacía pasar por mi jefe, cuyo nombre me costaba recordar. Forbúl, según la lista mental de personajes con los que me había cruzado.

El hombre dudó por un par de segundos, antes de que finalmente diera con una respuesta entre lo que cabría esperar "nada satisfactoria" para El Negro, pero a fin de cuentas, había sido el propio hombre el que le había dado el permiso, o peor aún, el poder para decidir.

-Tu solo relájate. -Comentó como si nada- Esos ricos pretenciosos están a lo suyo y ni te mirarán por más de un segundo. Estamos fuera de su radar por completo, somos la "masa invisible". -Aquello quizás estaba relacionado con lo que habría leído en sus panfletos- Pero si quieres ayudarme a cambio del viaje, me harías un gran favor si entregaras algunos paquetes por mi. ¿Te parece bien?. No será más que una hora a lo sumo...

Asentí ante sus palabras.

-Hecho - y acepté el ayudarle con su entrega de paquetes.

Ahora solo quedaba llegar allí.

La carretera serpenteaba a través de la jungla, llevándolos más profundo en la isla. A medida que avanzaban, comenzaron a notar que aquellas señales extrañas: árboles tallados con símbolos enigmáticos, piedras colocadas en formaciones peculiares y rastros de algo más grande en juego, parecían faltar.

A medida que "El Negro" y Elijah Hoffman avanzaban por la carretera rodeada de densa jungla en la misteriosa Isla Shuriken, el ambiente en el Citroën H se volvía cada vez menos tenso. Los rayos del sol que apenas lograban filtrarse a través del espeso dosel de árboles, creando patrones de luz y sombra en el interior del vehículo, ahora volvían a golpear con la fuerza habitual de aquella isla.

Habían logrado salir de al jungla sin más problemas o inconvenientes.

Justo fuera de aquella densa selva, se encuentra un pueblo tradicional de una opulencia sin igual. Este enclave de ensueño se halla enclavado entre majestuosas montañas y un río sereno, un paisaje natural que complementa a la perfección su deslumbrante arquitectura.

Sus calles empedradas, impolutas y bien mantenidas, están adornadas con farolas elegantes que iluminan las noches y las mañanas y crean una atmósfera mágica. La arquitectura de las edificaciones es una obra maestra, con techos puntiagudos, tejas decorativas y detalles de madera intrincadamente tallada. Las fachadas de los edificios están adornadas con relieves, esculturas y grabados que rinden homenaje a la rica historia y cultura local. Los colores vibrantes y los detalles dorados aportan un toque de esplendor.

Las viviendas son espaciosas y lujosamente decoradas, con muebles de madera tallada a mano y telas exquisitas. Pequeños oasis de tranquilidad en forma de jardines privados albergan estanques de peces koi y bonsáis cuidadosamente podados.

Las plazas del pueblo son el corazón de la comunidad, con fuentes burbujeantes, jardines de flores exóticas y estatuas que homenajean a figuras históricas. El comercio se centra en productos artesanales de alta calidad, desde sedas lujosas hasta cerámica finamente esmaltada y joyería única. Los artesanos locales exhiben su trabajo en pequeñas tiendas y talleres.

La naturaleza que rodea el pueblo es exuberante y cautivadora, con senderos escénicos que llevan a cascadas ocultas, bosques de bambú y jardines botánicos. Los parques y áreas de recreación son oasis serenos en medio de la belleza natural.

El cartero detuvo su vehículo cerca de un gran muro de piedra que acotaba una inmensa mansión tradicional. Al parecer, habían llegado a su destino, algo que se hizo evidente cuando el sonido del motor desapareció pero fue inmediatamente sustituido por el de música, risas y charlas amenas al otro lado.

-Pues solo hay un único paquete que entregar aquí. -Comentó el hombre indicándole a El Negro para que bajara- El resto son cartas para los habitantes del lugar, probablemente para que abandonen sus casas en pos de "Fieles al Régimen" o para construir cosas nuevas para este pueblo. Así que yo iré a entregar estas cartas y alguna otra cosa más y nos reuniremos en el centro del pueblo cuando termine, así que tienes tiempo para hacer turismo por aquí si lo deseas. Espero que encuentres a tu superior.

En verdad parecía que le había pasado el trabajo "duro" o al menos el más "pesado" a El Negro, aquella caja de madera no era liviana en absoluto.