Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

29 de noviembre del año 750 - Secretos Gitanos

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22/08/2015, 19:26
Director

Ivalic nota cómo cuando la luz del sol incide en cierto ángulo en el rostro de la Señora Zelenna, su piel devuelve ciertos brillos verdes poco humanos.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Avistares

Tirada: 7d20

Resultado: 10, 7, 19, 11, 2, 12, 2 (Suma: 63)

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22/08/2015, 19:30
Director

Por lo que sabe Helene, el Dios del Verdor tiene poco de Dios. Es el nombre con el que sus seguidores se refieren al demonio Chernovog. Helene quiere sacar a su hijo de aquí, pero no puede advertir a los demás con Baba Zelenna presente.

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22/08/2015, 20:27
Herr Urik von Teudeldorf

- "Hummm... ¿Hace mucho que están aquí? ¿Conocen este país y el Mal que asola estas tierras?" -

Me he quedado un poco asombrado al contemplar a esta especie de orden extraña, nada que ver con lo que me esperaba en realidad.

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22/08/2015, 23:18
Fantasma de Irina Kolyana
Sólo para el director

Puerta grande primero - pensó. La fantasma metió la cabeza a través de la madera con precaución.

Notas de juego

Perdona, esta semana voy de culo.

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23/08/2015, 07:53
Ivalic Yannof

A Ivalic le seguía haciendo mucha gracia la manera de hablar de Ada y tuvo que seguir conteniendo la risa para que no se le notara demasiado, pero cuando de repente sintió el portazo, se quedaron a oscuras y escuchó una risa maligna a sus espaldas la risa se transformó en un grito agudo que atravesó los tímpanos de los que tenía cerca.

-¡AAAAAAAIIIIIIIIIIIAAAAAAAA!

Se abrazó a Parriwimple que estaba a su lado y que lo protegería si pasaba algo, se hubiera abrazado a Herr Urik pero tenía miedo que el paladín, siempre tan dispuesto a sacar la espada a la mínima lo confundiera con la monja y lo ensartara como a una sardina en un palo.
Resultó que todo era una falsa alarma, una broma de la monja llamada Ada que resultó tener un humor que Ivalic tampoco terminaba de identificar con el de las monjas que siempre había imaginado. La otra monja llamada Aida fue la encargada de sacarlos del error.

-Una broma... si yoya... yo ya lo sabía. Solo le estaba siguiendo el juego eh... que graciosa je je je.

Dejó de abrazar a Parriwimple pero le dió la mano y no se soltó mientras caminaban detrás de las monjas hasta el patio, rodeado por las ruinas del monasterio, que estaba más bien hecho una pena. Ivalic vio unas cuantas monjas apostadas en distintos lugares como vigilando y observó la llegada de la que parecía superiora de la orden, Baba Zelena. No pudo evitar que le entrara otra vez la risa.

-Se llama baba, como cuando tienes mucha saliva jijiji.

Vjelkus y Parriwimple fueron de nuevo los objetivos de sus confidencias y esta vez se rió más agusto pues las monjas estaban distraídas contestando "Y sus frutos rojos" cuando Baba Zelenna decía "Alabado sea el Dios del Verdor..."

¡Ala! ¡Que guay! A la siguiente lo digo yo también.

La segunda vez que lo repitieron Ivalic se quedó con la copla y permaneció atento para gritar "y sus frutos rojos." la próxima vez que Baba Zelenna dijera aquello de "Alabado sea el Dios del Verdor."

-Que monjas más raras ¿no? ¡Y una es tartamuda? ¿La oísteis?

El sol iluminaba el patio y algo llamó la atención del niño que se soltó de la mano de Parriwimple y dio unos pasos acercándose a Baba Zelenna. Inclinó la cabeza hacia la izquierda para verla desde un lado y después hizo lo mismo hacia la derecha para contemplarla desde el otro y asegurarse bien de lo que veía. Entonces se dio la vuelta y ya de espaldas a las monjas movió una de las manos de arriba a abajo y les puso una cara a Parriwimple y a Vjelkus que significaba "menuda cosa que os voy a contar ahora". Cuando llegó a su altura les susurró su descubrimiento.

-¡Chicos mirar! ¿No veis que a Baba Zelenna se le pone la cara verde si le da el sol? Yo creo que está enferma o... Lo dijo para que sus amigos Vjelkus y Parriwimple lo escucharan y no las monjitas, pero Herr Urik y la Señora Helene que estaban cerca podían escucharlo perfectamente. ...o no es una monja...

Este último pensamiento le dejó algo preocupado, pero le tranquilizó saber que su amigo Ludovico las conocía y que no les hubiera dejado ir si no fueran buenas.

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24/08/2015, 21:13
Baba Zelenna

Por más que mirasen tras el comentario de Ivalic, el rostro de Baba Zelenna no tenía nada de verde. Debe de ser una tontería inventada por un niño. Vjelkus le dió un codazo a su amigo, por mentiroso y porque si sigue comportándose así se van a quedar sin probar los postres de las monjitas.

Nuestra Orden se asentó en estas ruinas en el siglo sexto, y aunque habitualmente no solemos alejarnos de la torre más de unos centenares de pasos, para recoger bayas y frutos e ir a buscar agua al pozo, somos conscientes de los peligros que acechan estas tierras. Precisamente, esta mañana un gigante de las colinas trató de hacer de este lugar su nuevo hogar. Por fortuna, los poderes del Dios del Verdor fueron suficientes para ahuyentarlo. ¡Alabado sea el Dios del Verdor!

 ¡...y zuz frutoz rojoz!-corearon al unísono de nuevo.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Escuchar el comentario de Ivalic

Tirada: 1d20

Dificultad: 20+

Resultado: 6(+11)=17 (Fracaso)

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24/08/2015, 22:18
Director

Más allá de la gran puerta, una nueva nave se alarga, aunque a penas ni la mitad de espaciosa que el comedor de la guardia. Grandes vigas de madera sujetan el techo. El suelo, en cambio, aparece cubierto por una densa bruma de tres pies de alto.

En cuanto a las entradas y salidas de la habitación, opuesta a la gran puerta que Irina acaba de cruzar existe un rastrillo que da a una habitación con cajas. A mano derecha, más próximo, hay una puerta. El lado izquierdo tiene tres puertas y, justo antes de llegar a la pared del rastrillo, unas escaleras que suben. En resumidas cuentas:

Detrás, la puerta grande que da al comedor ruinoso.

A la derecha, una puerta.

A la izquierda, la puerta que está enfrente de la puerta derecha, la puerta que está en mitad de la pared, la puerta que está junto a las escaleras y las escaleras mismas.

Al frente, el rastrillo que impide (no a Irina, por supuesto) el paso a otra habitación, con cajas.

Pero más allá de la distribución de las salidas, lo que más llama la atención es una figura agachada junto al primer peldaño de las escaleras. Temblorosa, porta una antorcha que ilumina la instancia, y que permite a Irina ver la habitación de las cajas, pues de estar a oscuras, su visión en la oscuridad no le permitiría ver más de sesenta pasos.

¿Quién mató al petirrojo? Fui yo, dijo el gorrión, con mi arco y mis flechas.

¿Quién bebió de su sangre? Fui yo, dijo el pez.

La voz de la figura agazapada de espaldas a Irina suena a la de un anciano.

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25/08/2015, 05:18
Ivalic Yannof

Ivalic cruzó los brazos en el pecho enfurruñado porque nunca nadie le hacía caso, y si ellos no querían escucharle él mismo llegaría al fondo de todo aquel asunto. Enseguida cambió la postura como un resorte cuando Baba Zelenna terminó de hablar con su !Alabado sea el Dios del Verdor!, entonces levantó el puño y dijo a coro con las monjitas:

-¡Y sus frutos rojos!

El niño sonrió orgulloso por haberse aprendido tan pronto el estribillo y pensando que así se ganaría la confianza y simpatía de las monjitas. Aunque hubo una cosa en concreto entre las palabras de Baba Zelenna que le inquietaba y le hacía pensar que en aquel convento las cosas no eran lo que parecían.

¿Como han sido capaces estas mujeres de enfrentarse a un gigante de las colinas? Hay mujeres guerreras y que luchan bien, como Irina y Ashlyn, aunque ambas están muertas... En todo caso no parece que estas mujeres sepan luchar.

Había que averiguar eso, además Ludovico les había hablado de uno de esos que acechaba por los alrededores y que trabajaba con Madame Eva, si sabían donde había ido quizás pudieran encontrar a la anciana vistani.

-¿¡Un gigante de las colina!? ¿Y como fuisteis capaces de vencerlo? Esas criaturas son enormes y muy fuertes... ¿Sabeis si venía solo? Nos han dicho que por esta zona vive un gigante de las colinas que suele ir acompañado de un par de ogros...

Ivalic evitó mencionar a su amigo Ludovico, no quería que aquellas mujeres sin pechos se enfadaran.

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25/08/2015, 10:05
Fantasma de Irina Kolyana
Sólo para el director

Irina se quedó quieta, en silencio, a la espera de que el anciano siguiera hablando. Le parecía extraño encontrar a un mortal allí dentro y la antorcha sugería que no era un preso. Quizás un sirviente de Strahd? El fantasma no lo sabía, así que decidió esperar a ver si conseguía más pistas.

Notas de juego

Soy malísmo orientándome por descripciones. Esta semana estoy fuera de vacaciones. Cuando vuelva tendré que hacerme un plano.

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25/08/2015, 16:47
Herr Urik von Teudeldorf

- "Es un hecho muy notable haber sido capaz de repeler a un gigante de las colinas. Como dice mi Portantorchas Ivalic, al parecer hasta hace poco iba acompañado de dos ogros.

Sospechamos que los tres trabajaban en connivencia con Madame Eva, una rauni de los vistani que pudiera haber sido la responsable de la maldición que aqueja a la madre de Ivalic y que está poniendo en severo peligro su vida. Tratamos de ayudar a esa buena mujer con todos los escasos medios a nuestro alcance.

Ese es uno de nuestros objetivos a corto plazo, porque a largo plazo deseamos combatir al Mal en todas sus formas en el territorio de Barovia, si entendéis lo que quiero decir.

No está siendo tarea en absoluto sencilla. El Burgomaestre y su hija Irina han sido asesinados. El hijo y heredero del fallecido Burgomaestre ha sido secuestrado y se encuentra en el Castillo de Ravenloft, pero no tenemos fuerzas como para liberarle.

El Conde mató a una amiga y compañera nuestra, la paladina Ashlyn. Y yo mismo he sido derrotado fácilmente en combate personal dos veces, una por el Enterrador al servicio del Conde, y otra por la bruja sin cabeza Madame Jacqueline Montarri.

Esto no es todo, pero es parte de nuestro grave predicamento, por lo que agradeceríamos cualquier ayuda o guía que puedan brindarnos en nuestra sagrada misión." -

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25/08/2015, 21:46
Aida

Este criajo tiene défeci de atensión, o algo. ¿Cómo que cómo derrotamos al gigante? La Señoa Zelenna ya lo ha contao: ¡con los poderes del Dios del Verdor!

 ¡...y zuz frutoz rojoz!-corearon al unísono de nuevo.

¡No he dicho el alabao sea!-protestó Aida.

 Ahora zi lo haz dicho... ¡...y zuz frutoz rojoz!-corearon al unísono una vez más.

¡Señoa Zelenna! ¡Se están metiendo conmigo otra vez!

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25/08/2015, 21:55
Baba Zelenna

Niñas... un poco de paz. El gigante de las colinas que vimos iba solo. No había ningún ogro con él-explicó-. Lamento mucho todas las penalidades por las que habéis pasado. Conocí a Madame Eva hace muchos años... y tengo que reconocer que es de trato "difícil"-el retintín con el que recalcaba la palabra difícil la destacaba como meramente eufemística-. Si esa anciana amargada acude a mí después de todo este tiempo, enviaré a una de mis chicas a avisaros a... ¿os hospedáis en el pueblo? Bueno, supongo que sí. Acampar al aire libre es peligroso para un par de niños...

En cuanto a la madre de Ivalic... No prometo nada, pero si la traen ustedes aquí, le echaré un vistazo a ver si puedo romper la maldición. En cuanto a todas esas lamentables muertes que me relata, ¡el Dios del Verdor proveerá!

Más de una monjita estuvo a punto de lanzarse y decir lo de sus frutos rojos, pero no dijo el alabado sea. Seguramente la profesión de monjita fruto rojo era más complicada de lo que parecía.

Sobre sus duelos y derrotas, no soy una mujer de armas, así que no encontrará entrenamiento aquí. Sin embargo, si lo desea, puede darnos algún arma de buena calidad para que la encantemos y la convirtamos en un arma mágica. Eso sí, esa tarea nos llevaría algunos días.

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25/08/2015, 23:11
Herr Urik von Teudeldorf

- "Me temo que esta noche sí debemos acampar al raso, en el bosque precisamente. Es muy peligroso, pero es por ayudar a una amiga que ha resultado ser el objeto de deseo de todo el Mal que asola estas tierras.

No estoy plenamente convencido de que logremos sobrevivir a esta noche, pero debemos intentarlo, pues de lo contrario el alma de nuestra amiga podría estar condenada a un tormento eterno. Y ha sido una amiga valerosa, honorable y buena.

No sé si tenemos un arma de buena calidad así. Frau Helene ha perdido recientemente su lanza, y la ballesta de Ivalic tuvo que ser entregada a cambio de curaciones que nos permitieran llegar a salvo hasta este lugar, pues el encuentro con Madame Montarri nos dejó muy tocados a Parriwimple y a mí.

En cuanto al garrote de Parriwimple, nuestro mejor combatiente, me temo que no sea un arma de buena calidad.

Otra arma que quizá podamos utilizar contra el mal, aunque no sabemos muy bien cómo, son las reliquias sagradas. Hemos encontrado una en el bosque y hay leyendas de que en este convento pudiera haber otra de las tres reliquias sagradas que hay en el territorio.

Lo cierto es que cuando no estamos jugándonos la vida en los campos o al raso, sí nos alojamos en Barovica, en la posada de Maese Arik." -

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26/08/2015, 14:46
Ivalic Yannof

-¡Eh! Protestó Ivalic. ¡No tengo défeci de atención! Lo que quería saber es con que poderes... ¿Hacéis magia? ¿Que clase de magia? Yo se algunos trucos y mi amigo Lud... Bueno, un amigo me va a enseñar más. Si os sabéis un truco para derrotar gigantes me gustaría saberlo. Yo puedo curar y se hacer sonidos y mover cosas.Dijo orgulloso de sus pequeñas habilidades.

Quizás podía ser interesante un truco así, Ivalic sospechaba que tarde o temprano con la suerte que tenían se acabarían tropezando con el gigante o Herr Urik lo añadiría a la lista de seres malos a los que matar. Sus meditaciones le impidieron estar atento y no pudo gritar ¡Y sus frutos rojos! ninguna de las veces. El fastidio por eso se vio compensado con el ofrecimiento de Baba Zelenna de curar a su madre.

-¿De verdad? ¿Podrías curarla? Preguntó emocionado. Dio un pasito hacia la mujer con intención de darle un abrazo de lo contento que estaba pero se quedó ahí quito, aún no se fiaba del todo de aquel verdor de su cara. En cuanto vayamos al pueblo la traeremos, a que sí Señora Helene y Herr Urik. A que sí.

Dejó a los adultos que se lo pensaran y también que terminaran sus conversaciones y miró a Parriwimple y Vjelkus. El hijo de Helene no parecía muy contento e Ivalic se imaginaba porqué.

-No te preocupes, les preguntaremos si tienen algún postre.

Ivalic levantó la mano para llamar la atención como hacía en clase cuando quería hablar y tenía que esperar a que la seño le diera permiso. Cuando se lo concedieron intentó cumplir con lo que le había dicho a su amigo.

-Señoras monjas... le dije a mi amigo Vjelkus que en todos los monasterios de monjitas había unos postres deliciosos. ¿Ustedes hacen postres? Subir la cuesta nos dejó hambrientos y es casi la hora de su merienda.

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26/08/2015, 22:30
Baba Zelenna

¿Postres?

Baba Zelenna quedó descolocada con la petición. Cocinar no era el fuerte de ninguna de las chicas de su congregación. Se acercó a Ada, la monjita que hizo la broma cerrando la puerta y dejándolos a oscuras durante unos segundos, y le susurró algo al oído.

Ada, cariño... vete a la despensa a ver si encuentras algo dulce para los niños. Lo que sea.

Mientras Ada iba al segundo edificio de los dos que había, Baba Zelenna retomó la conversación.

Hacemos magia relacionada con el Verdor, pero la tradición dicta que esa sabiduría solo la compartamos con mujeres y niñas, nada de varones. Volviendo a lo importante... supongo que la reliquia que sospecháis que están en estas ruinas es el polvo de hueso de Santa Ecaterina, la mujer que fundó aquí un convento antes de nuestra llegada. Pero procesaba una fé distinta a la nuestra, y para nosotros el polvo de hueso tiene de milagroso lo mismo que el polvo de no limpiar.

Lamentablemente, desconocemos el paradero de semejante inutilidad, pero imagino que las anteriores monjas debieron poner su reliquia a salvo cuando se vieron obligadas a abandonar el templo. Ahora lo que buscáis podría estar en cualquier parte.

Sin armas que encantar, y con la madre de Ivalic muy lejos, no parecía que hubiese nada más de interés en aquellas ruinas...

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26/08/2015, 22:57
Ada

¡Aquí eztán!-exclamó Ada, saliendo del edificio con un plato-Laz clázicaz torrijaz de la colina de Lyzaga.

No encontré otra coza-se disculpó con Baba Zelenna.

Cuando Ada bajó el plato para dárselo a Vjelkus, que ya se estaba relamiendo, Helene se adelantó y cogió el regalo.

 Las torrijas son rebanadas de pan mojadas en vino... y los niños no deben de tomar vino-su actitud sobreprotectora contrastaba con la de la cena de ayer, en la que sí dejó a Vjelkus acompañar la cena con alcohol-. Yo llevaré esto. Cuando pasemos por el pueblo, si todavía estamos vivos, le contaremos a la señora Yannof lo de la cura de la maldición. ¿Hay algo más que querais preguntar antes de que nos vayamos?

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27/08/2015, 08:45
Herr Urik von Teudeldorf

Agradezco a las monjas su hospitalidad y me despido de ellas con las debidas cortesías y una reverencia.
Después regresamos al bosque, pues debemos prepararnos para el ritual de esta noche.

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27/08/2015, 18:35
Ivalic Yannof

Vjelkus e Ivalic ya se estaban relamiendo los bigotes, o más bien las pelusillas de encima de los labios cuando Baba Zelenna mandó a la monjita Ada a por alguno de esos excelentes postres.
Pero enseguida fueron llegando las malas noticias. La primera era que aquel culto del Dios del Verdor y de sus frutos rojos era una asociación totalmente feminista y discriminadora de los hombres y niños, así que no compartirían sus secretos con Ivalic, que se cruzó de brazos algo enfurruñado.

No me extraña que Ludovico no nos hablara bien de ellas... Al menos espero que puedan curar a mi madre, si es así las perdonaré.

La siguiente mala noticia fue que la reliquia que habían ido a buscar podía estar en cualquier parte, pero que seguramente allí no estaba, así que el viaje había sido en vano.

Bueno, si curan a mi madre habrá merecido la pena.

Y finalmente, cuando apareció la joven monjita con aquel manjar de los dioses la Señora Helene las interceptó y confiscó ante las protestas de los niños.

-¡Si solo es un poco de vino! ¡No nos hará daño! ¡Mi madre hace torrijas a veces!

Claro que su madre les solía echar leche y la cantidad de vino, si es que le echaba, cosa que Ivalic desconocía sería ridícula. Pero aquellas monjitas de los frutos rojos debían ser aficionadas a las uvas, ya lo decía su propio lema.

Seguramente se emborrachan por las noches y por eso Ludovico no quiere venir.

-Yo ya no tengo más preguntas.
Dijo Ivalic un tanto decepcionado. ¡Bueno sí! ¿Hacia donde se fue el gigante?

Era importante saberlo, para no ir para allá.

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27/08/2015, 21:13
Herr Urik von Teudeldorf

Aguardo un momento ante la salida y escucho con interés, pues la pregunta de Ivalic es bastante relevante.

Entonces me doy cuenta de una cosa.

- "Señora Zelenna, lo cierto es que nos disponemos a pasar la noche al raso en el bosque, y no me extrañaría que con la mala suerte que tenemos resultemos atacados. Mi amigo Parriwimple y yo mismo estamos levemente heridos. ¿Querríais por favor curar nuestras heridas?" -

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27/08/2015, 21:50
Baba Zelenna

El gigante huyó en dirección sur. No hay nada allí salvo monte y bosque, no lograréis encontrarle sin un rastreador, así que... ¡¿Qué?! ¡¿Es una broma?! ¡¿Me estáis tomando el pelo?! ¡¿Cómo que curar vuestras heridas?! El grande va con el torso desnudo y no se le ve ni un rasguño. Y a ti, como no tengas las heridas debajo de esa armadura enorme, yo no te veo nada. ¡Id a tomarle el pelo a otra! ¿Creéis que se puede desperdiciar así la magia del Dios del Verdor?