Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 1.2] Eucaristía al ocaso

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02/11/2017, 11:45
Narradora

Nueva York, 12 de noviembre de 2037, 18.30 pm.

Faltaba media hora para la eucaristía que Clementine solía celebrar cada día a las siete de la tarde cuando Kane entró en la capilla. Los dos no se habían encontrado a solas desde la mañana, cuando ambos estuvieron cuidando juntos del bebé, y de eso ya habían pasado horas.

La capilla que la joven se había encargado de acomodar como tal en realidad había sido en otros tiempos una sala un poco más grande que el resto de las consultas de la primera planta, quizá un despacho o una sala polivalente. Pero en aquellos tiempos poco se asemejaba ya a lo que debió haber sido. Los restos de una pared que años atrás debía dividir en dos el lugar habían sido prácticamente retirados en su totalidad, dejando tan sólo un trozo de muro saliente del lado cercano al pasillo, de menos de un metro de largo. 

En la pared de enfrente, la que daba al exterior, un gran ventanal dejaba entrar durante el día un gran chorro de luz al interior de la capilla, dejando ver en aquel momento algo de polvo en suspensión en los rayos del sol que ya iba descendiendo en su camino. A esas horas las sombras se alargaban con la luz lateral que casi estaba por perderse en el horizonte. Al fondo de la sala se había colocado una mesa que hacía las labores de atril y altar al mismo tiempo. En la pared, a media altura sobre ese altar improvisado, había un pequeño crucifijo, de unos quince centímetros de largo, que ya nadie recordaba de dónde había salido. Tres hileras de cuatro sillas cada una completaban el mobiliario del lugar. 

Notas de juego

Escena secundaria.

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02/11/2017, 20:36
Kane

Kane se había perdido durante una buena parte del día, había abrigado la posibilidad de ordenar ciertos pensamientos sometidos a un alud de emociones nuevas, o no tanto, que habían llegado con el bebé esa mañana. Pero mal acostumbrado a huir, pocas opciones le quedaban ahora, y afrontarlo era una de ellas.

Eh.. ¿cómo va? preguntó Kane tras llamar en el marco de la entrada. Miró a Clementine con atención, como siempre hacia. Supongo que era una forma de poderle arrancar una sonrisa. Espero que Morgana no te causara muchos problemas. no es que creyera que hubiera sido así, pero era consciente de lo visceral que era la mujer, pero sobradamente sabía que Clem también sabía desenvolverse ante la adversidad.

Entró en la capilla, se sentó en una de las sillas del fondo, la que siempre elegía al asistir a los actos de Clementine o la escuchaba cantar.

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07/11/2017, 01:21
Clementine

Clementine levantó la vista, mientras terminaba de encender el incienso que solía acompañar la liturgia de la tarde, sonriendo al vislumbrar a Kane en la puerta de la capilla- Bien. ¿Vienes a ayudarme?- preguntó, acercándose a él, para observarlo de cerca, con cierto atisbo de preocupación- Morgana es una mujer razonable. No me ha metido en ningún problema. Además, hemos estado hablando con William y con MacBeth. No corríamos ningún riesgo.- dijo, con una expresión ligeramente burlona, antes de recuperar la seriedad- ¿Tú cómo estás?  

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07/11/2017, 15:30
Kane

Vengo a ayudarte. asintió el pistolero mientras miraba la capilla con dedicación. Aunque ya lo tienes todo bastante ordenado. advirtió Kane mientras llenaba las fosas nasales del agradable aroma a incienso que fluía por la estancia.

Asintió al escuchar hablar de Morgana, aunque torció ligeramente el morro al escuchar hablar de MacBeth, pero lo disimuló un tanto, por costumbre. Al final mostró una sonrisa leve, cumplidora, aunque Clementine podía ver el reflejo de un día en el que su mente había estado bastante activa, la misma actividad que aplicaba cuando le preocupaba algo.

Distraído. respondió Kane mientras se estiraba en la silla. He preferido estar todo el día ocupado, no pensar demasiado. Ha sido un día.. complicado. admitió el pistolero mientras volvía la mirada hacia ella, esbozó una sonrisa de curva torcida y luego movió la cabeza escapando del escrutinio inminente de la mujer. No te preocupes. se avanzó. Uno no puede vivir siempre del olvido.

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10/11/2017, 14:37
Clementine

La joven posó una mano sobre la mejilla de Kane, al contemplar como primero parecía torcer el gesto y luego casi se obligaba a sonreír, negando levemente con el rostro- No. Uno no puede vivir siempre del olvido.-dijo, suspirando, como si casi lo reprendiese- Sabes que a mí no me puedes engañar, ¿verdad?- añadió, enarcando las cejas- Puedo ver a través de ti. Puedo ver como... Te debates.- esbozó una leve sonrisa, mientras acariciaba su piel rasposa a causa de la sombra de su barba, con cariño- No luches contigo mismo, Kane. Suéltalo. Desahógate... Vacíate. No le des al odio y a la desesperanza la oportunidad de aferrarse a esos sentimientos que tratas de tragar y mantener en el fondo de tu estómago. 

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10/11/2017, 18:03
Kane

No sabía ni porque aun lo intentaba, como enfrentarse a Clementine pretendiendo ocultar algo a la mujer, pues de algún modo aquello funcionaba también al revés. No era una cuestión de secretos, sino de conocerse demasiado bien el uno al otro.

El bebé, Matthew como quieren llamarlo, no me gusta. dijo severo al principio, sintió el cosquilleo de la caricia de Clementine con calidez. No.. no me malinterpretes. El niño no tiene culpa. Pero algunos actúan como si fuera a quedarse, no puedo evitar pensar en mi hijo, en que habrá unos padres que lo quieran, que lo busquen. movió la cabeza abriendo una puerta polvorienta del pasado. No me cabe en la cabeza que alguien lo haya abandonado.. está sano, Karina lo examinó y dijo que estaba totalmente sano y bien alimentado, ¿quién abandona un niño bien cuidado? apretó los labios imaginándose ideas peores, pero suspiró amargamente.

Hace tiempo que no tengo pesadillas, Clem. explicó, la tomó de la mano, apretó suavemente con cariño, pero buscando fortaleza en ella. Aquí estoy.. bien. Pero sé que esta noche voy a tener pesadillas, sé que voy a recordarlo todo de nuevo.. y tengo miedo. admitió con la voz temblorosa. Pensaba de verdad que lo había superado, pero ahora esta ese crío aquí, como un.. jodido.. resopló mirando a Clementine, sabía que no le gustaba que dijera tacos, eso le abrigó una sonrisa que lo alivió y movió la cabeza dando a entender que pedía disculpas por el exabrupto. ..un recuerdo, un mal recuerdo.

Se quedó en silencio unos instantes, miró al suelo, y luego buscó en los ojos de Clementine aquel verde que lo hipnotizaba, que le aferraba a la realidad.

Pero lo fastidioso de todo esto es que me siento bien con ese niño en brazos. admitió finalmente, con la voz susurrante, como si contara un secreto. Sé que él no tiene culpa de lo que yo siento, es un bebé, un inocente. Me siento mal sintiendo todas esas cosas terribles por él, al que han abandonado, aquí con nosotros.. finalmente esbozó una sonrisa suave, contenida, pero sincera. ..al menos lo han dejado en un lugar que estará protegido, un buen lugar. añadió mirando hacia el pequeño altar improvisado de la capilla y luego a Clementine.

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13/11/2017, 01:18
Clementine

Clementine escuchó a Kane, con preocupación, pero con la entereza que le confería saber que ella era, en ese preciso instante, un pilar en la estabilidad de su espíritu, torturado y herido en aquella jornada por los recuerdos de un pasado que siempre permanecería en su memoria. Unos recuerdos que atormentaban al pistolero desde el mismo día en el que lo había conocido e incluso antes.

Se encontró con su mirada, que buscaba aferrarse quizá a la suya, siendo reflejo de aquella herida supurante que se había abierto de nuevo en lo más profundo de su ser, y casi sin quererlo, suspiró, apenada, apretando su mano con aquel sumo aprecio que le tenía, soltándola tan solo para abrazarse a él, atrayendo su rostro contra su pecho mientras acariciaba su pelo- No es el bebé el que no te gusta. No te gusta lo que sientes. Ni tampoco el por qué lo sientes.-explicó, con suavidad- No sientes esas cosas terribles exactamente por él. Las sientes por la circunstancia... Por el recuerdo, y por el pensar en lo que pudo ser...  - añadió, tomando su rostro con delicadeza para que volviese a mirarla, para mirarlo, con la intensidad que caracterizaba a sus convicciones- Sólo estás herido, y confundido. Y es normal que sea así. - admitió, concediéndole quizá el consuelo de saber que no juzgaba sus sentimientos- Sabes que estaré ahí para ti, a cualquier hora, si vuelven esos sueños, ¿verdad?

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13/11/2017, 01:39
Kane

Era sentirse cobijado por una brisa cálida de verano, al menos esa era la comparación aproximada a lo que Kane sintió cuando Clementine lo abrazó. Quizá era demasiado poético definirlo de ese modo, pero a Kane le bastaba para sentirse fuerte cuando la fragilidad amenazaba sus cimientos. El pistolero correspondió al abrazo, uno cariñoso y sincero, mientras escuchaba las palabras de la mujer. Cuando encontró su mirada, una vez más, Kane sintió alivio, de la tristeza afloró una febril sonrisa sincera, agradecida.

Verdad. respondió lentamente, contuvo el aliento ante esa hechizante cercanía, sintió ese impulso a quedarse cerca de Clementine durante una pequeña eternidad. Juntos, mirándola, sin que nada más importara, y sintió su corazón latir con creciente intensidad abrigando una tormenta de sentimientos contradictorios e incoherentes. De esos que surgen de repente en situaciones en las que no son llamados conscientemente.

Gracias, serafín.bajó un tanto la cabeza, un vacuo intento para separarse de aquel embrujo, sonrió. Lo sé. Gracias.

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20/11/2017, 15:58
Clementine

No tienes que dármelas. Sé que harías lo mismo por mí.-dijo, cerrando los ojos, estrechándolo un poco más fuerte entre sus brazos, antes de separarse poco a poco de él, soltándose para sentarse a su lado, y quedar a su altura, tomando su mano, grande y enguatada, entre las suyas, más menudas- Hoy... Ha sido un día muy extraño. Pero si ésto ha sucedido, debe ser por algo. Ojalá pronto sepamos el por qué.-expresó, mientras miraba hacia el altar, acariciando distraidamente, sobre la tela del guante oscuro, la figura de la golondrina que yacía marcada sobre su piel- Vamos a intentar buscar una nodriza para el bebé. Hemos llegado a la conclusión de que sería buena idea tratar de buscarla entre los de La Comunidad. Son gente arraigada, familias numerosas. Y al parecer ya tienen cierto trato cordial con Nick porque da clases a veces a sus críos. 

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21/11/2017, 19:53
Kane

El abrazo exorcizó buena parte de los demonios que habían decidido asomar ese día, se sintió cálido y a gusto junto a Clementine, hasta el punto de mostrarle una sonrisa sencilla, pero sincera. Mientras la mujer tomaba su mano con las tuyas, él mismo correspondía con suaves gestos de sus dedos, acariciando los de Clementine con un breve silencio entre ambos.

Bueno, Jeff siempre me dijo que los días normales habían quedado atrás. dijo mirando distraído el altar, miró de soslayo a Clementine, sin perder esa sonrisa contenida que había aflorado tras el abrazo. Supongo que podemos decir que.. un día aun más extraño. procuró una somera broma para buscar la sonrisa de Clementine, aunque pronto mostró algo más de seriedad, solo por la relevancia de sus últimas palabras. Si es por algo, lo sabremos cuando debamos saberlo. Y estaremos aquí para afrontarlo juntos. asintió convencido.

Al escucharla hablar del trasunto de la nodriza, asintió escuchando, no iba a negar que esa perspectiva era mucho más interesante que la que había tenido durante todo el día.

Supongo que es lo adecuado. dijo lentamente. Al menos será más emocionante que cuidar de las lechugas. suspiró resignado, se recostó un poco en la silla sin separarse en exceso de la mujer. ¿Con quién irás? le preguntó en un ademán automático, con la chispa del instinto protector que nunca estaba del todo dormido.

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23/11/2017, 01:07
Clementine

Por ahora, sólo con Morga.-dijo, fijándose en su expresión, riéndose brevemente por lo bajo, antes de acercársele y posar un beso suave sobre su mejilla- No pongas esa cara. No va a pasarnos nada malo. O vamos, no creo.-aseveró, apoyando la cabeza sobre su hombro- Muchos de ellos son gente de fe. Sabremos entendernos. 

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25/11/2017, 18:18
Kane

Bueno, al menos sales. se encogió de hombros sin atreverse a decir más. Como era habitual, era incapaz de esconderle ninguna emoción a Clementine, su risa y su beso se ganaron una sonrisa resignada por parte de Kane. Bueno, tu eres incapaz de no ver el lado bueno de la gente, y yo soy incapaz de no preocuparme por ti. repuso con cierto humor, apacible, apoyó la mejilla sobre la testa de la mujer cuando la notó apoyarse en su hombro.

Supongo que nacimos para ser así, optimista y preocupado. bromeó bajando el tono de voz, le dotó de complicidad. A ti Él te concedió el don de la voz, a mi el don de la cocina.. la miró de soslayo, se permitió reír un poco. Admítelo, Clem, por mucho que te esfuerces.. tengo ese partido ganado de antemano. hizo una pausa, sintió ese instante de cercanía con la mujer con tranquilidad, agradecimiento. Se sentía bien.

Había otros dones que Kane manejaba con mayor maestría que la cocina, pero el pistolero trataba de obviarlos, hacerlos desaparecer en esos momentos en los que, por un rato, se sentía una persona normal con una vida normal.

Oye, Clem.. empezó, pero de repente una oleada de temor le atenazó la garganta, movió la cabeza un poco. No, da igual.. no te preocupes. Es una tontería. obviamente la forma en que lo dijo podía espolear a la curiosidad de la mujer, pero la forma en la que Kane rechazó seguir no parecía formar parte de un teatro, sino de algo más profundo.

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27/11/2017, 17:30
Clementine

Es verdad. Eres el mejor calentador de latas de conservas.-apuntó, dedicándole un guiño y enseñándole la lengua- Aunque te suelas quemar porque te las quieres tragar de golpe. -añadió, riéndose- Pero sí, se te da mejor que a mí. Por eso es mejor que yo cante canciones para animarte mientras tú cocinas.- dijo, con evidente tono de burla benevolente- Debería escribir una, para cada receta, como en los anuncios esos viejos de pancarta que ya se caen un poco a cachos y que tienen frases tremendamente pegadizas.-reflexionó, con aquel tono de buen humor, sintiéndose a gusto y más en casa que en el resto de la jornada.

Escuchó entonces a Kane comenzando a formular una pregunta, que parecía morir acto seguido en sus labios, provocando que la joven volviese a erguirse, para mirarlo, de frente, con curiosidad- ¿Qué? ¿Qué ibas a decirme?- preguntó, enarcando levemente una ceja. 

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27/11/2017, 18:10
Kane

La conversación distendida con Clementine animaba al sosiego, en esos instantes en los que Kane se mostraba más relajado, más como el hombre que pudo ser sin el golpe del fin del mundo.

Tiene su arte, ¿eh? Siempre fui un alumno aplicado —respondió acompañando una risa a su sacada de lengua —. Eso estaría bien, componer canciones para cada receta, tendría gancho.

Sin perder esa actitud burlona, acarició un poco más la testa de Clementine con la mejilla, justo para que ella se irguiera para mirarle interrogante de frente. Kane se quedó mudo mirándola a los ojos, con la sensación de haber metido la pata, pero apenas le duró unos instantes, el pez iba a morir por la boca cuando respondió.

—Es una tontería, ni debería haberlo sacado.. —suspiró levemente —. Yo solo.. con el bebé aquí.. ¿alguna vez has pensado en ser madre? Es decir, si alguna vez.. ya me entiendes.. —un ligero rubor asomó por sus mejillas, quiso rehuir de la mirada de Clementine, pero no le era posible, porque en el fondo tampoco quería —. No debí sacar este tema, me siento estúpido.

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28/11/2017, 01:24
Clementine

Clementine parpadeó, sorprendida, sonrojándose profusamente acto seguido, al escucharlo, entreabriendo los labios, como si quisiese hablar pero de pronto no encontrase las palabras adecuadas, sin apartar tampoco la mirada de Kane, llevándose la mano al cabello, para apartárselo de la cara, negando con el rostro al escucharlo decir aquellas últimas palabras- No... No digas eso... No es nada estúpido.-dijo, un tanto cohibida- Aunque... La verdad es que no estoy segura de entenderte del todo... -añadió, jugueteando con un mechón de su pelo dorado entre los dedos, pensativa- Yo... Nunca me he planteado buscar algo así, al menos conscientemente. Claro que sí he pensado en cómo sería... Ya sabes...- dijo, no exenta de cierta torpeza, tratando de explicarse. 

- Pero si Dios me hiciese un regalo de esa magnitud y... Encontrase a mi lado a alguien en quien confiar para algo tan... Trascendental...- explicó, esbozando una tímida sonrisa- Supongo que me sentiría dichosa y bendecida. No lo rechazaría, en ningún caso. 

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28/11/2017, 02:01
Kane

La respuesta de Clementine hizo que Kane mantuviera la mirada sobre ella, pero era una mirada apurada, con ese reflejo del que siente que ha metido la pata y espera las consecuencias. Pero el semblante se calmó, se sintió gradualmente menos inquieto, se quedó contemplando los ojos verdes de la mujer a la par que respondía.

Supongo que el hombre que consiga esa confianza, será un hombre afortunado.. —respondió amagando algo de ambigüedad en la respuesta torpemente, como si esas palabras se hubieran escapado contra la voluntad de Kane, luego carraspeó mirándola azorado —. Es decir, te entiendo. Sé lo que quieres decir.

Sus palabras se apagaron un tanto, escondiéndose en un laberinto que el propio Kane había querido levantar para evitar más fugas. Cuando sucedían estas cosas, se sentía terriblemente inepto.

Perdona, no quise ponerte en un apuro, supongo que el tema del bebé me tiene algo.. ¿reflexivo? —trató de bromear, arrancar una sonrisa de buen humor, pero esa última palabra no encajaba en el contexto. Probablemente Kane buscara una más acorde, atontado, por ejemplo.

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04/12/2017, 14:59
Clementine

No pasa nada. Es sólo que no me esperaba esa pregunta.-confesó- Pero entiendo que todo esto te haya... Hecho pensar en determinadas cosas.-concedió, mirando finalmente hacia el altar, guardando silencio, durante unos instantes, reflexiva, antes de mirarlo de soslayo y atreverse a preguntar- ¿Me has preguntado porque estabas pensando en...?- comenzó, interrumpiéndose a si misma, apretando ligeramente los labios antes de continuar- ¿Me imaginabas como a la madre de un hijo tuyo?

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05/12/2017, 02:01
Kane

Kane correspondió a las palabras de Clementine con una sonrisa que procuró ser firme, pero era tan frágil como un cristal ya roto. Era una cicatriz que a veces dolía, como un fantasma, pero el tiempo le había enseñado a ahuyentar y, luego, afrontar esos miedos. Movió la cabeza un poco, pero sin separarse del rostro de Clementine.

Procuro no pensar en ello demasiado —admitió el pistolero —. No quiero verme de nuevo atrapado, ¿sabes? Caminar hacia adelante mirando atrás.. solo para darme cuenta que solo estoy dando vueltas sobre mi mismo.

Entonces, como su pregunta había tomado por sorpresa a Clementine, la de ella lo tomó por sorpresa a él. Kane peleó contra una incipiente rojez con lo que creyó un éxito, se quedó con la boca abierta, incapaz de articular ninguna respuesta coherente hasta pasados unos segundos, pero el corazón empezó a latir con fuerza.

Yo.. —rodeó la respuesta, indeciso, miro al frente —. Te imagino como alguien que.. si me faltara me perdería —evitó responder directamente, quería huir, se sentía abominable por sentir ese anhelo, como un traidor —. No, yo no.. lo merezco. No te merezco.

Se levantó algo bruscamente mirando al altar, ese impulso de escapar permanecía, bajó la cabeza, vencido por la vorágine de emociones que lo ahogaba.

—Sí.

Habló con un hilo de voz, febril, que se había peleado contra todas las barreras que se impuso y emergió desafiando, pero enseguida se sintió desbordado. Hizo un ademán de salir, de escapar, pero no quería escapar de la mujer que le enseñó a enfrentarse a sus miedos. Y en ese momento brotaban de él con total impunidad.

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07/12/2017, 20:50
Clementine

Clementine se había encogido sobre si misma, temerosa de haberse excedido al observar cómo aquella tormenta emocional parecía arreciar, elevándose su vendaval en el mismo momento en el que Kane se levantaba, con aquella torpe brusquedad, titubeando, y mostrándose dispuesto a huir ante la perspectiva de nubes de lluvia. 

Un miedo sorprendente y difícil de describir surgió del fondo de su pecho, apretándolo, entrecortando momentáneamente su respiración mientras el pistolero parecía debatirse consigo mismo y finalmente respondía, con aquel monosílabo que era a la vez tan sólo un vocablo de dos letras, y al mismo tiempo, contenía en si mismo un sinfín de imposibilidades, y de temores profundos que afloraban hasta clavarse, como agujas, sobre la piel. 

Se sintió estremecer, al encontrarse con su mirada decidida a enfrentarla. Al leer, contenidas en sus pupilas, emociones que no era capaz de nombrar, aunque pudiese reconocerlas. Su voz, el don que Dios le había dado, parecía de pronto encontrar el camino hacia sus labios escarpado y tortuoso.

Las palabras, inconexas, parecían atorarse en su garganta mientras volvía a apretar los labios, y símplemente se levantaba, acercándose a él, para sentirlo cerca, para aspirar su aroma familiar y abrazársele. Para sumergirse en sus pupilas, durante un breve y significativo instante y ponerse de puntillas, entrecerrando los ojos. Para entreabrir los labios y beber de su aliento, besándolo finalmente, contrita, bajo la luz del crepúsculo, encontrando en el calor de su cuerpo el calor del hogar. Algo catártico que parecía recibirla y calmar su sed peregrina. Algo que parecía apagar momentáneamente sus propias voces internas, y la permitía volver a mirarlo, como aquella primera vez que lo viese, marcado por la fe y el Destino.

Yo...- titubeó, separándose, finalmente, con un suspiro que era en parte una muestra de su evidente sonrojo, y en parte una clara evidencia de alivio. Un alivio que no sabía definir tampoco, y que no se habría atrevido a describir, pero que a fin de cuentas, reconfortaba su espíritu- Eres... Lo que más me importa en este mundo. Después de la Salvación. -confesó- No vuelvas a decir que no me mereces. Eres... Una gran parte de mi inspiración. Un alma renacida y pura, que ha sabido dejar atrás el odio de los hombres, habiéndolo conocido como lo ha hecho. -añadió, notando que le escocían las pupilas, humedecidas- Dios proveerá, si ha de hacerlo. - concluyó, respirando honda y entrecortadamente.

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08/12/2017, 02:29
Kane

A veces hay magia, solo has de creer en ella para que sea real. Pero ni toda la fe del mundo es capaz de hacer que un corazón que no quiere latir lo haga, que una sonrisa sincera brote de unos labios, que surja un genuino acto de protección. Uno cree en estas cosas y luego se olvida la piedra fundamental que lo sostiene todo, la capacidad humana para sorprender y superar las barreras de lo imposible. Kane se sentía rígido, desnudo ante su confesión como un reo que esperaba la sentencia, paralizado por sus propios miedos.

Ella llegó como el rocío de la mañana, la caricia del sol de media tarde que te invita a dormir, Kane se dejó abrazar para corresponder con el mismo gesto, aferrándola con seda a él, su boya para no hundirse. ¿Cuántas veces se habían abrazado? ¿Cuántas veces las había sentido especiales? Y a pesar de todo, en ese instante, sintió un destello que convirtió aquel gesto en algo genuino. El beso que se entregaron, un secreto que no debía confesarse ante sus mentes atribuladas, Kane entrecerró los ojos sintiendo su corazón latir con la creciente intensidad de un sol que ahora brillaba como el mediodía. Acarició la mejilla de Clementine con delicadeza, con esos ojos entrecerrados acunando los de de ella, trémulos de emociones.

Cautivaste mi corazón, con una mirada de tus ojos; con una vuelta de tu collar cautivaste mi corazón —susurró citando un fragmento del Libro Sagrado con una sinuosa inseguridad, pero absoluta entrega. Terminó por sonreír con un halo de constricción, y abrazados como estaban besó la frente de Clementine mientras acariciaba su cabello, se separó unos centímetros de ella para mirarla a los ojos con emoción mezclada de mil sentimientos contradictorios.

Dios proveerá.. Dios proveerá —repitió en voz cada vez más baja, bajó del mismo modo la cabeza, escondió un miedo prístino y aferrado en la profundidad de su mente. Sus labios paladearon palabras que casi afloraron con la misma repentina forma que su confesión anterior, pero en esta ocasión las acalló porque ni él mismo supo como formularlas.

Terminó por esbozar una sonrisa luminosa, auténtica, que quiso esconder el velo rasgado del que era incapaz de despojarse.