Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 2.6] Entre habitaciones

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23/11/2018, 01:51
Narradora

Nueva York, 13 de noviembre de 2037, 22.00.

La ausencia de electricidad en el piso superior no era un problema una vez que los habitantes del Major Morris se habían acostumbrado a moverse por allí a oscuras, o acompañando sus pasos de alguna vela. Los pasillos eran silenciosos salvo los ecos de voces que se colaban por los rincones, desde esta o aquella habitación.

Y allí se cruzaron Morgana que había salido de su cuarto para vaciar la vejiga y Trish que salía del suyo con el abrigo puesto.

Notas de juego

Escena secundaria

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26/11/2018, 12:08
Morgana Whiterocks

La noche estaba resultando muy fría y presagiaba unas horas nocturnas glaciales . Morgana quería confiar en que al menos transcurriesen una tras otra sin novedad destacable, la misma tranquilidad que decenas de noches anteriores. Decidió que era hora de acostarse, al fin y al cabo ya no iba a  salir, no se liaría a hostias con nadie en ningún antro y, principalmente, quería permanecer en el Morris por si la “noche revelaba monstruos”.  Salió de la habitación al  pasillo con la linterna dirigiéndose al baño y, tras andar unos pocos pasos, se encontró frente a Trish. Se detuvo, observó su abrigo, la miró con aire insolente de arriba abajo, estiró una descarada torva sonrisa, aunque sin ánimo ni ganas de entablar conversación. Ni siquiera pensó o recordó en ese momento el sorprendente descubrimiento de su ida y vuelta “mágica”  al campamento de los Titans.

No se apartó. Finalmente sí que tuvo que abrir la boca- ¿Vas a entrar en calor con el capullo de Jimmy o algún otro “amiguito”? Al menos no  te quedes preñada todavía.

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27/11/2018, 00:42
Trish

Trish maldijo entre dientes en cuanto vio aquella linterna apuntándole. Sabía de quién era, y aunque no podía verle la cara a Morgana por estar al otro lado de la luz se imaginaba que no le gustaría verla salir.

Había pasado un rato desde la cena. En ese tiempo la muchacha había estado con su hermana, había estado sola y había maldecido y llorado. Y llegados a ese punto empezaba a sentirse molesta con el universo... Morgana era una parte de él más, y la discusión de la noche anterior estaba demasiado reciente.

De pie en medio del pasillo Trish esperó a que la militar se apartase y le dejara pasar... Pero eso no sucedió. Y con la pregunta la miró directamente adonde se creía que estaba su cara, aún sin verle claramente los ojos.

—Que te den —respondió de forma automática tras la pregunta, empezando a entender tarde que aquello último quizá fuese un consejo, quizá una broma, quizá... Quién sabía. Con Morgana no se sabía nunca—. Parece que no te entra en la cabeza que la primera vez que vi a Jimmy fue ayer, y no me has visto irme con un tío en tu vida. Pero eh, sigue siendo Miss Simpatía.

Trish tardó un momento en entender que el cabreo del día anterior no era el mismo que tenía en ese momento. En otras palabras, que el problema no era con ella.

—Voy a salir a tomar un poco el aire —explicó entonces—. Estoy harta de estar aquí cuando todo es una mierda.

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27/11/2018, 12:19
Morgana Whiterocks

Con la primera respuesta de Trish, mantuvo la sonrisa. Al escuchar la segunda, Morga la ensanchó y torció más-Ya.El niño de los juguetes de hojalata que conoces ayer y das más crédito a su palabra que a la mía que llevo un puto año contigo mostrando cada puto día mi deslealtad –hizo una corta pausa- Que te den a ti, Trish. Que te den por culo y disfrutes –su suave voz reveló un ligero tono ácido de resentimiento con intención de hacer daño.

Se mantuvo delante sin apartarse y sin soltar la sonrisa torva de sus labios.

-Aclárame eso de todo es una mierda. Desahógate, inventora. ¿Tu puta vida es una mierda? Pues lo siento por ti, porque la mierda va a aumentar. Ya sabes lo que toca. Nadar o tragársela.

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28/11/2018, 01:12
Trish

La contestación de Morgana hizo que Trish alzase una ceja. Estaba claro que a la militar le apetecía gresca. Quizá se había quedado con ganas el día anterior, o esa noche con Kane. Y normalmente la muchacha habría pasado del asunto, pero en aquella noche de rabia y tristeza quizá una pelea era precisamente lo que necesitaba.

Primero alzó una ceja con cierta incredulidad mientras escuchaba lo que decía de Jimmy. Después tomó aire y negó con la cabeza. No estaba dispuesta a seguir hablando de qué era o no una mierda, no quería compartir sus sentimientos con la persona que tenía delante.

—En serio, Morgana, deja de vivir en ese puto mundo en el que todos son tus enemigos. No he dado más crédito a nada, pero tú estás ciega y sorda.

Recordó que la noche anterior la militar ni siquiera había llegado a dar su versión de lo sucedido, sólo se había limitado a soltar mierda y más mierda por la boca. Y también se dio cuenta de que no parecía que fuese a apartarse... Así que se cruzó de brazos y la miró directamente adonde debían estar los ojos en actitud ligeramente desafiante.

—Venga, Morgana, dime —enunció—. Si no le pediste información gratis, si no te ofreció otra cosa y decidiste pasar, ¿qué fue lo que pasó? Porque para creer tu puta palabra antes tendré que conocerla.

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28/11/2018, 13:50
Morgana Whiterocks

Morgana se estaba acelerando al darse cuenta de la caradura de Trish, tal y como ella lo veía.

-Ya. Pero no soy gilipollas, o no lo soy tanto como piensas -¿Qué había cambiado entre ellas tan de pronto? Parecía como si la llegada del bebé hubiese sacado a la luz las zonas más oscuras de los integrantes del Centro. Ya no había esquina redondeadas, sino agudos y afilados vértices- Qué morro gastas, peliazul. Una mierda te voy a contar. Precisamente a ti. Mantuviste el rollo del niño y tu amiga a pesar de que el puto cuento no se lo creía ni el golfo de Bentley –-Morga, ahora, tras las revelaciones de la noche, podía entender sus motivos. Eso no quitaba que su mosqueo disminuyese. No ese día- ¿Y la historia de la hija de puta de la madre? ¿Una temporada? ¿Dónde tenía metida la puta nota el enano, en el culo? -su sonrisa se quedó tal y como estaba, sin disminuir un ápice. Si Trish creía que todo era una mierda, no tenía idea hasta qué punto estaba de acuerdo con ella; algunos motivos coincidirían, otros no- Me sacáis de quicio.

Estaba por echarse a un lado y que la chica se largase a donde le diera la gana.

- Es mi palabra y te debería bastar. Te dejaré una cosa clara: Me importa una puta mierda si me crees o no. ¿En serio piensas que me siento obligada a darte explicaciones a ti o a cualquiera? –Se escuchó en el silencio nocturno del Morris su ligera risa. Morga no alzaba la voz, sin embargo el timbre de su voz sonaba contundente, feroz; innecesariamente rudo. Ella misma lo notó y, tras un breve pausa, bajó las revoluciones. Pero no sería condescendiente, no entraba esa palabreja en su vocabulario- ¿Qué crees que pasará mañana? ¿Y pasado?  Mira a tu puto alrededor y cavila sobre eso.

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03/12/2018, 01:22
Trish

Trish escuchó la sucesión de reproches de Morgana cruzándose de brazos. Si al menos no estuviera con la dichosa linternita sería más cómodo mirarla a la cara. En lugar de eso desvió la mirada hacia la pared, como haría una adolescente que se creía llena de razón mientras su madre le echaba la bronca. Vació los pulmones con un suspiro, y cuando la militar acabó de hablar Trish intentó mirarla de nuevo. Maldita oscuridad y maldita linterna.

—Era decisión de Cass contaros lo suyo o no. Yo os dije lo que podía sin faltar a mi palabra. Y podría haberme callado la boca como haces tú ahora, ¿eh? Pero mira, saber lo de Cass o no no os habría cambiado nada: total, os habéis enterado hoy. Y por lo suyo enfádate con ella, a mí no vengas a tocarme los ovarios.

Trish aguantó el aire dentro uno, dos y tres segundos. Entonces sí volvió a mirar a Morgana a los ojos tan bien como pudo.

—Mira, yo no sé qué pasará mañana. Sólo sé que o aprendemos a seguir adelante con esto todos juntos sin Nick o nos vamos a la mierda, y yo ni siquiera sé cómo voy a seguir yo sin él. —En ese momento algo se le acumuló en la garganta y en los ojos. Era la primera vez que decía algo así en voz alta desde lo que había pasado horas atrás. Aguantó su voz para que no saliera acompañada de lágrimas y se llevó una mano a la boca un par de segundos.

—Déjame pasar, joder —pidió en voz baja, inquieta y vulnerable.

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06/12/2018, 09:03
Morgana Whiterocks

-¿No habría cambiado nada? ¿En serio crees eso? Y si no hoy, mañana, o pasado, o el puto año que viene. Me descojono contigo, Trish. Monta un dúo cómico con Skyler. Triunfarás.

Después tuvo que reírse de nuevo - ¿Lo ves? Si queréis aprender, venid a clase. Escuchadme –hizo una breve pausa – Sí, peliazul, vivo en un puto mundo rodeada de enemigos.

Su voz sonó áspera, inundando el pasillo de ecos silenciosos.

No tenía sentido seguir con una conversación que no conducía a ningún sitio, solo a echarse más mierda encima la una de la otra. Habían perdido la mucha o poca confianza que se tenían mutuamente, o estaba bajo mínimos. Decidió apartarse.

-Vale. Vete a follar, a llorar o a que ten por culo. Me importa una mierda. Ya me cuido de dos niños, no tengo tiempo ni ganas de discutir con una puta cría de diecinueve años – Recordó algo en ese instante, y no llegó a dejar paso a la inventora.

-¿Clem y Kane te han hablado de la prótesis para una chica de la Comunidad?

 

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06/12/2018, 20:44
Trish

Trish se tensó un poco más al oír las primeras cosas que decía Morgana... Y aún más cómo las decía. Con lo siguiente, sin embargo, la miró con cierta incredulidad.

—¿Tú nos vas a enseñar a seguir adelante todos juntos? —dijo con cierto sarcasmo—. ¿Antes, o después de discutir hasta con los muertos?

Luego, al oír que al fin la dejaba pasar, dio un paso adelante para hacerlo. Aquello era todo lo que necesitaba. No le importaron ni los insultos de después, ni las cosas que decía que iba a hacer. Sólo sentía una tremenda necesidad de salir de ese pasillo, de ese centro de salud, de ese cuerpo. Quería respirar aire, o humo de marihuana, o lo que fuese... Pero fuera de allí. Necesitaba respirar, y cuando más permanecía en el pasillo más se sentía ahogar.

Aún así la mujer no se apartó. Cinco minutos atrás aquello la habría cabreado más, pero en ese punto sólo se quedó bloqueada. Aquel simple gesto de la militar fue lo que terminó de superarla, de hacer que se sintiera encerrada en lo que debía ser su propia casa. El nudo de su garganta se iba haciendo más y más grande, y aunque abrió la boca para decir algo de su garganta sólo salió el principio de un sollozo. Se apresuró a contenerlo. En ese momento con quien menos quería algo así era con Morgana.

Y por primera vez en mucho tiempo, quizá por primera vez en la vida, Trish no tuvo ganas de luchar, al menos con quien tenía frente a ella. Quizá no necesitaba respirar, después de todo, y sólo necesitaba un respiro. Apoyó la espalda en la pared, se dejó caer hacia el suelo y hundió su cabeza en sus propias rodillas sin llegar a decir nada e ignorando por completo la pregunta que Morgana le había hecho.

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07/12/2018, 08:51
Morgana Whiterocks

La militar vio deslizarse a Trish hasta el suelo, hasta las profundidades de su pena, tristeza y desolación. Miró, perpleja, hacia el bulto encogido que formó su cuerpo, “no me jodas”, pensó, con algo de hastío.

Morgana era como un tanque que no se detenía ante nada. Golpeaba con puños y palabras, alentada por su convencimiento de poseer la verdad, la razón, de que la gente, en su mayoría en el fondo débiles, funcionaba a base de hostias y ella era la primera en repartirlas, contundentes, demoledoras, con el fin de que su oponente no pudiera levantarse nunca más a devolvérselas. Las piezas de su motor eran la intolerancia y la intransigencia acompañadas de cierto fanatismo, alimentadas por el fuego y la ira que se revolvían en su interior. La ex marine no compartía razonamientos ajenos a su mentalidad, los aplastaba y reducía a cenizas.

Entendía así el mundo y muchas veces olvidaba de que las personas con las que compartía el pan, el sueño, el calor de un lugar acogedor, no pensaban, no actuaban, no reaccionaban como ella. La prueba la tuvo aquella misma noche, cuando comprobó lo equivocados que estaban y cuán lejos se encontraba de todos ellos; bastaba mirar a sus ojos para darse cuenta del reflejo del bicho raro que veían en Morgana.

Se mordió el labio una vez más. Torció la boca. Su primera reacción fue dejar allí a la chica, que se comiera sola sus miserias, que entendiese de qué iba la vida. Sin embargo, quizá algo que dijo una vez Cora, o Benjamín, o a saber, su profe de filosofía, le importaba una mierda, hizo que no actuara así.

También ella se dejó caer apoyada en la pared junto a Trish. Se quedó sentada, con las rodillas en alto, sin decir nada, sin tocar a la muchacha, sin abrazarla. En silencio.

Un silencio revelador que, al fin y al cabo, decía: “estoy aquí, Trish”

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10/12/2018, 03:10
Trish

Trish se quedó con la cabeza entre las rodillas unos segundos. Sin saberlo, sólo esperaba a que Morgana se fuese, a que el mundo volviera a ser un lugar en el que podía estar a solas.

La espera se le hizo incomprensiblemente eterna. Incluso cruzó los brazos por encima de las rodillas para estar mejor escondida. Y sólo cuando se hizo consciente de que Morgana se había quedado allí, a su lado, empezó a entender que quizá no era un acantilado con el que el mar azul de su carácter debía chocar una y otra vez. Al menos no en ese momento. Fue entonces cuando Trish se permitió llorar.

Fue como abrir una compuerta que había cerrado a presión. Al principio no había hecho falta mucho para mantenerla sellada, y hacer cada vez un poco más de fuerza no costaba demasiado. Pero en cuanto el agua se liberó Trish se encontró sollozando de manera tan intensa que su respiración se volvió errática, como si el aire ya no supiera si debía entrar o salir. Sintió la boca húmeda y sorbió por la nariz varias veces... Y todo sin llegar a salir de su escondite. Sin embargo en algún momento se dejó seguir cayendo. No hacia el suelo, porque se sentía como si ya no pudiera tocar más fondo, sino hacia donde estaba Morgana. Sí, era una gilipollas, y también la persona menos empática del Morris. Pero era la única que estaba ahí. Y probablemente la única que luego no la trataría como si se fuera a romper sólo por llorar un poco.

Notas de juego

Perdona que no avance más si te es muy rollo, pero es por saber qué haces y no inventarme cómo seguir.

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11/12/2018, 14:21
Morgana Whiterocks

Mantuvo el silencio. Nada de lo que pudiera decir ahora tenía importancia y, de tenerla, el estado emocional de Trish impediría que una sola palabra calase en su interior.

La situación no iba con ella y sus aptitudes. Todo el día bregando con emociones propias y ajenas, de una forma u otra, la tenían sobrepasada. Con frecuencia no entendía o no controlaba las suyas propias, como para pillar un atisbo de las demás. Sin embargo con Trish no era difícil comprender su desolación y amargura. Su memoria arrastró hasta el presente la imagen de una chica muy problemática de diecisiete años en un tren, absolutamente sola, inquieta, mortificada, los nervios rotos rascando su piel, huyendo de las tormentas del pasado escapando hacia un futuro siempre cambiante, incierto. Amenazador.

Apasionante.

Sus recuerdos la apartaron del presente y derivaron en la continuidad de su mutismo mientras Trish liberaba su tristeza y rabia. Adoptó la postura de la militar profesional capaz de lidiar con las tribulaciones de sus subordinados. Su silencio respetaba el llanto de la inventora, recogía sus lágrimas en el cáliz de la solidez del carácter de la ex militar. Le hubiese gustado trasladar parte de su resistencia, de su entereza, de su fervor y determinación a Trish. Pero no era el momento adecuado, y, por otro lado, Morga era de sobra consciente de la fuerza de voluntad de la joven.

Al cabo, se irguió, con intención de tomar y cargar a Trish en brazos.

-Te llevo a la cama. Necesitas descansar y dormir. *

Notas de juego

* Con el permiso de Trish. He escrito que es su intención (y lo mismo que tú has puesto, si he avanzado en exceso, cortamos).

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14/12/2018, 19:56
Trish

El tiempo se disolvió. El tic-tac continuo de la cabeza de Trish, ese incesante y certero, difuminó el tic con el tac hasta que cada segundo dejó de tener principio y final, hasta que el tiempo se volvió un continuo y fluyó al mismo tiempo que su llanto.

No supo cuántos minutos habían pasado cuando sintió a Morgana levantarse. Una parte de Trish deseó que no lo hubiera hecho, que se quedase, y la otra agradeció que se hubiera cansado de ella, de soportarla en ese estado, y que se marchase. Lo que no se esperaba era lo que pasó a continuación.

Cuando la militar trató de levantar a Trish estar tardó un instante en oponer resistencia, lo mismo que tardó en entender qué pretendía. Entonces se puso en pie ella misma, cortado ya el momento de llorar, y se secó las lágrimas.

—Sí, venga, ¿estamos locas? —protesto. Por su tono, sin embargo, no se diría que estuviera molesta. Entonces miró a Morgana y trató de bromear al respecto—. ¿Me vas a dar también un beso de buenas noches? —Acompañó esas palabras de un débil empujón, más de camaradería que otra cosa, como si quisiera dejar atrás el momento que acababa de pasar. Luego se estiró el abrigo—. Yo me voy al Traf. Quiero salir, beber algo... Y alguien tiene que darle a Macbeth las noticias.

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14/12/2018, 22:32
Morgana Whiterocks

-En el puto coño te lo voy a dar -también ella bromeó con su particular humor entretanto probaba de discernir la expresión en la cara de la peliazul y aceptaba el suave empujón.

No tenía claro si los últimos minutos de tregua y silencio fueron suficientes para cerrar parte de la fractura entre ambas, pero consideró que el llanto y desahogo de Trish resultó un bálsamo que alivió no solo su corazón sino la tensión creciente en el estrecho pasillo medio a oscuras. Igualmente fue útil para que el propio ritmo de Morgana, siempre frenético y voraz, disminuyese su cadencia.

-No corras tanto con la noticia. Los buitres huelen la sangre y la muerte a kilómetros de distancia.

Muy tentada estuvo de declarar que la acompañaría al Traf. Se quedó con la boca abierta, las palabras colgadas de la lengua. "No es buena idea", le susurró su vocecita interior. No lo era que Morga saliese esa noche. Su bestia agazapada se desbordaría sin remisión. Así que volvió e Insistió sobre la cuestión anterior.

-Espera un momento, peliazul. ¿Qué me dices de esa prótesis? ¿Sabes de lo que hablo?

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14/12/2018, 22:47
Trish

Con el comentario en respuesta de la militar fue más sencillo sonreír mientras se frotaba el ojo derecho. Y aunque la respuesta ingeniosa llegó a su cabeza —cosa que ya era un avance— Trish se la guardó, sin ganas de convertir aquello en un momento de comedia. Volvía a respirar y, como consecuencia, volvía a querer salir de allí.

—Bueno... Es Macbeth —dijo como si eso y buitre fueran dos cosas incompatibles—. Creo que hará todo lo contrario a aprovecharse. Y siendo como era amigo de Nick, está bien que lo sepa. —Quizá incluso le habría gustado ir a la misa esa, si alguien lo hubiera avisado. Cosa que, desde luego, no era asunto de la inventora sino de Clementine.

—Y no tengo ni idea de qué me estás hablando, no me han dicho nada.

Por el momento a Trish aquello sólo le sonaba a que alguien necesitaba algo que no podía pagar. Quizá se equivocaba, pero la economía era como era, y solía aprovecharse de la necesidad... Y no es que la Comunidad fuese famosa por la gente rica que vivía en ella.

La muchacha no se lo pensó demasiado antes de hacer un gesto con la cabeza, probablemente el primero mínimamente natural desde que había pasado... Lo que había pasado.

—Venga, anda. Vente y me lo cuentas con una cerveza.

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16/12/2018, 18:09
Morgana Whiterocks

-No hablo de Macbeth -Más pronto que tarde se iba a saber. Pero estaría bien que pudieran organizarse antes. Le preocupaba en particular las relaciones y acuerdos de Nick; si alguno de ellos afectaba al Morris. "No seas ansiosa".

Se mordió el labio inferior. Negó con la cabeza -Nah. Ya estoy harta de ti por esta noche, correcaminos.

Se rascó la barbilla.

-La hermana de un colega está jodida. Necesita una puta prótesis para su pierna. Tú eres la mejor en eso. Se lo propuse a Anabella, la mandamás. Está de acuerdo pero tiene que consultarlo con su maldita cúpula, la gilipollez de siempre, coño. Quiere conocerte. Y recompensarte directamente. Les hacemos un favor de la hostia, refuerza nuestra relación con La Comunidad, subes de nivel y te llenas los bolsillos. Un plan de puta madre, inventora.

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20/12/2018, 00:58
Trish

Trish asumió lo que Morgana quería decir al no hablar de Macbeth. Y que lo asumió, en ese caso, quería decir que lo interpretó como quiso. En cualquier caso no podía negar que tenía razón: debían ir con cuidado. Que los aliados de Nick se convirtiesen en amigos del grupo o que decidiesen que ahora que no estaba él el Morris era un buen lugar para tomar al asalto podía depender de cómo gestionasen las cosas. Más valía tener cierto cuidado.

Durante un instante la mirada de Trish se perdió, desenfocándose. Les gustase o no estaba claro que pronto tendrían que tomar decisiones más allá de quién tomaría el mando, hacer sus primeros movimientos...

Trish suspiró. Era consciente de que no estaba preparada para eso, pero tampoco lo había estado para muchas otras cosas en el pasado.

La explicación de Morgana llegó a tiempo de distraerla de esos pensamientos. Poco a poco su reloj volvía a funcionar, avanzando de manera constante. Que empezase hablando de lazos como la hermana de un colega fue lo único que Trish necesitó para confirmarse a sí misma que era uno de esos trabajos que estaría dispuesta a hacer gratis. Sin embargo hubo algo de lo que la militar le dijo que le hizo mirarla de medio lado.

—¿Subo de nivel? —preguntó. O bien no hablaban de una prótesis normal, o bien Morgana no sabía las cosas que había hecho en el pasado—. Bueno, ¿a qué altura le falta la pierna? —preguntó—. ¿Me hablas de una prótesis en plan pata de palo, pero más bonita, o quiere que se mueva y todo? Porque eso último sin el sitio, el material y las herramientas va a ser jodido.

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21/12/2018, 19:35
Morgana Whiterocks

Con aquella lánguida luz de la linterna no se distinguían bien los contornos de las paredes y las puertas, ni la expresión de Trish. Pero sí se apreciaban las entonaciones de la voz de la inventora.

-Como si tuvieras un maldito cohete metido en el culo, peliazul. Hablo de tu...proyección profesional, en palabras de hace una puta década.

Sonreía a través de la oscuridad. Optimista. El extraño y ambiguo momento anterior había pasado. Se esfumó, resucitando el presente.

-La Comunidad pone todo eso -una carcajada corta y apagada vibró a su alrededor extendiéndose en ondas invisibles a través del pasillo- No digas gilipolleces. Una prótesis de verdad, que pueda correr persiguiendon putas ratas. Ya me entiendes. El lunes tenemos cita con Anabela. A partir de ahí es cosa tuya y de tu coño. -Hizo una breve pausa. La alentó a aceptar- Ganaríamos los dos grupos, nos garantizaría cierta estabilidad. Y es bueno para ti. Una muestra de tu habilidad excepcional y tu cerebro privilegiado.

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14/01/2019, 01:08
Trish

Trish demostró un ápice de normalidad al alzar una ceja al escuchar lo primero que le dijo Morgana. Sin embargo, no replicó. No iba a decirle a la militar para quién había trabajado en el pasado, o qué había tenido que hacer a cambio de la libertad de Robin, porque pasaba de cabrearla. En cualquier caso, aquello no sonaba mal del todo... Y quizá le permitiera desconectar unos días.

—Tendría que ser pronto —dijo con respecto a lo del lunes—. Ese día tengo una movida por la tarde. Si eso no es problema... Vamos allí. Aunque me extrañaría que en la Comunidad tuvieran todo lo que hará falta, si se encargan de conseguirlo, pues bien. Pero ni idea de quién es Anabella, ¿es la hermana de tu colega?

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14/01/2019, 22:37
Morgana Whiterocks

Morgana se rascó el cuello, hizo memoria- Sí, por la mañana. Tal vez esté presente Quintero -comentó esto último como para sí misma-. Anabela es la jefa de ese grupo de La Comunidad. -Recordó lo que Anabela mencionó acerca de la presencia de Nick en el acuerdo. Una sonrisa amarga creció en su interior, "te vas a tener que conformar conmigo, listilla".

Consideró que no había más que hablar, al menos no ya esta noche- Tienes guardia a las tres, no te escaquees, peliazul. Y si hablas con William, que no le queden dudas de la mierda que se nos puede venir encima. Tantea su postura.

Se movió para dejar paso a Trish. Pero su curiosidad y afán de control la condujo a preguntarle, a riesgo de que la inventora la enviase a tomar viento- ¿Qué coño de movida es esa del lunes tarde?