Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 2] Aunque camine por valles de sombras, nada temeré.

Cargando editor
30/04/2018, 13:55
[Comunidad] Acacia

A la joven Isenia no pareció gustarle la forma autoritaria en que la anciana le hablaba, a juzgar por la forma en que una arruguita se formó entre sus cejas, pero no se quejó. Al menos en voz alta, porque cuando la mujer se puso a hablar con Clementine, ella susurró algo en dirección a Shamira. Y entre esas palabras susurradas y el gesto de Morgana, la muchachita se cambió de silla a regañadientes para dejar un hueco entre la chica y ella. 

La anciana no acusó en forma alguna aquella interacción entre la joven a su lado y la chiquilla, tan sólo les echó un vistazo de reojo mientras escuchaba a Clementine. Asentía conforme a las presentaciones que hacía la predicadora y cuando habló de Sugar Hill asintió de nuevo, como si aquel nombre le resultase conocido. Cuando la predicadora terminó con aquella pregunta, tomó la palabra de nuevo, negando con la cabeza. 

No. Venimos de la «Villa del Este». Pertenece a la Comunidad, igual que este «barrio», pero está más al sur. —Su pronunciación del inglés era cuidada, si no era esa su lengua materna sin duda la había aprendido bien—. Estamos de paso y deberíamos regresar esta tarde, pero Ise se empezó a encontrar mal anoche y esperaremos a que se sienta más fuerte. —Miró a la joven y estiró la mano para acariciar sus cabellos y colocarle un mechón detrás de la oreja—. La prisa no es amiga de la prudencia, ¿verdad? No sería sensato ponernos en marcha con las piernas flojas.

Sus ojos se alternaron entre Morgana y Clementine y siguió hablando con tranquilidad. 

Sugar Hill era una buena zona. Con bonitos parques y calles amplias. No he ido por allí en años, pero si te gustaba el buen jazz era el mejor lugar para estar. 

Cargando editor
30/04/2018, 22:25
[Comunidad] Quijano

El viejo se había reído un poco más, primero al encontrar la gracia a algo en las palabras de Clementine y después con lo que dijo Morgana. Todavía seguía con una sonrisilla prendida en los labios mientras la mujer hablaba, pero cuando terminó, él no parecía haberle prestado mucha atención. Su mirada se había desviado hacia el perro que esperaba al otro lado de la puerta y una especie de chasquido había salido directamente de su garganta haciendo que las orejas de Bentley se moviesen. 

«Bonito chamaquito y bonito perrito» —dijo, como si parlotease para sí mismo—. Y la «chica guapa» que es un «ángel» con lengua sucia. «Es un buen día para Quijano.»

Cargando editor
02/05/2018, 16:39
Morgana Whiterocks

-«¿Y cómo siguen las cosas por allí? ¿Habéis viajado solas?»

Morga hacía tiempo que no visitaba esa zona. Estaba desconectada de las últimas noticias o acontecimientos, sería una oportunidad para ponerse al día. Se quedó mirando algo descarada a la mujer aguardando una respuesta. Continuó preguntando:

-«¿Qué os trae por aquí? -luego giró los ojos hacia la pálida y descompuesta joven-. Moverse tiene sus riesgos -se encogió de hombros-.Sin embargo conoces nuevos lugares y gente. Experiencias. Compensa. ¿Quién quiere ser una puta estatua toda su vida? -Una sonrisa traviesa iluminó su cara-. Yo iría a ver al cabrón o cabrona que te sirvió el puto pescado y le devolvería el favor.».

Esa no era una solución, por supuesto. Vender o comer pescado, o carne en mal estado, estaba a la orden del día. No podías ignorarlo. Pero si tenías un negocio debías cuidar a la clientela. Morga recordó una bronca en particular a causa de una cerveza tipo "meada de gato". Se le escapó una risilla.

Aunque quizá habían cenado en casa de alguien, una amistad, un familiar. Era lo mismo.

Se acercó a la puerta y miró al exterior, comprobando la calle y de forma distraída a Bentley, al que sacó la lengua. -¿Oyes lo que dice mi amigo Quijano, Clem? Repartimos alegría. Claro que no conoce a nuestro Kane -la sonrisa se torció, divertida.

Cargando editor
03/05/2018, 14:12
Clementine

Clementine asintió, sonriente, ante el comentario de Quijano, tras haberse fijado en el gesto de Bentley, prestando atención a Acacia a continuación, alzando levemente las cejas, sorprendida, al escuchar que Sugar Hill era una buena zona para escuchar Jazz- Vaya, ojalá pudiera haber visto, o más bien, escuchado eso... Me encanta la música.- apuntó, palmeando con delicadeza la funda de su guitarra, procediendo entonces a entrecerrar los ojos al intentar discernir el contenido de la conversación que Morgana procedía a mantener con las mujeres.

- ¿Tiene cabras? El del pescado. -preguntó, con genuina sorpresa- Nunca he visto una.- admitió, con curiosidad, volviendo a entrecerrar la mirada al ver que Morgana seguía hablando- Kane... Está alegría también, a veces.-chapurreó, con su profundo acento americano- Quiero decir, que puede ser una persona alegre. Pero tú le gruñes mucho, claro.- dijo, encogiéndose de hombros- A mí me sonríe... Normalmente. 

Cargando editor
04/05/2018, 14:25
[Comunidad] Acacia

«Solas casi todo el camino, sí» —respondió la mujer, pasándose al español con fluidez al escuchar las preguntas de Morgana—.« Pero seguíamos la línea de los barrios, así que casi podría decirse que no hemos salido de la Comunidad».

Detuvo sus palabras al escuchar la intervención de Clementine y una carcajada se escapó de su garganta. Le sonrió divertida, con una pizca de ternura y al seguir hablando volvió al inglés. 

Disculpa, no me reía de ti, chica —aclaró, haciendo un gesto hacia ella con la mano—. Un «cabrón» no es alguien con cabras, es un insulto —explicó con cierto tono pedagógico—. Un bastardo, un idiota del culo1... ¿Entiendes? —Amplió su sonrisa y continuó, mirando de nuevo hacia Morgana—. Como decía, hemos venido a tratar algunos asuntos con Anabela. Formo parte del Consejo del gobernador Quintero. Isenia sólo viene para acompañarme y ver un poco de mundo, ¿verdad? —Se notó que lo preguntaba sin esperar realmente respuesta, pero sus ojos se desviaron hacia la chica, que suspiró.

En casa las cosas están tranquilas —añadió—. Al menos, dentro de lo normal. 

Su mirada se desvió de nuevo hacia Clementine. 

¿Quién es ese Kane que tanto te sonríe? —preguntó, por seguir con la conversación—. ¿Y qué os ha traído a vosotras tan lejos? ¿No tenéis doctores en Sugar Hill? 

Finalmente su mano hizo un suave ademán para señalar la guitarra.

—¿Y nos tocarías algo mientras esperamos? A mí también me gusta la música, pero nunca tuve talento para ella. Me tuve que conformar con disfrutar del arte de otros. 

Notas de juego

1«A bastard, a dumbass...» en el original xD.

Cargando editor
04/05/2018, 19:48
[Comunidad] Isenia García

La joven se había comenzado a reír también al escuchar a Clementine, pero enseguida la risa se esfumó y sus labios se crisparon en una mueca de dolor mientras se doblaba por la mitad. Para cuando se le pasó el retortijón, miró a Morgana y asintió con la cabeza. 

«Puede que lo haga» —le dijo, en español—. «Esto es una mierda». 

Cargando editor
04/05/2018, 19:53
Shamira

Shamira no parecía estar enterándose de mucho de lo que allí hablaban los mayores y su mirada había comenzado a deslizarse con cierto aburrimiento por las paredes de la sala de espera para volver, una y otra vez, al lugar donde Lincoln seguía de pie, con los puños apretados y tieso como una tabla. 

Sin embargo, en cuanto escuchó que la anciana pedía a Clementine que tocase algo, los ojos de la chiquilla se iluminaron y se giró para intervenir en la conversación. 

Oh, sí, Clem —rogó—. Canta algo, por favor. Yo te sujeto al niño mientras. —Tras ese ofrecimiento, su mirada buscó a la mujer y siguió hablando con énfasis—. No se imagina lo bien que canta Clem, tiene una voz maravillosa. 

Cargando editor
05/05/2018, 00:49
Clementine

Clementine se sonrojó profusamente, al darse cuenta de su error. Se llevó una mano a la cabeza, avergonzada, y entrelazó los dedos en la melena rubia, en aquel gesto suyo tan familiar, que se repetía siempre que la situación la hacía sentir nerviosismo o vergüenza- Lo siento... Yo... Realmente no sé hablar del todo bien. Sólo me defiendo un poco. Entiendo lo que quiere usted decir... - se excusó, aumentando su sonrojo al ser cuestionada por Kane- Kane es... El hombre que venía con nosotras. -indicó, dedicando una mirada de soslayo a Morgana, casi implorando su piedad, al saberse observada por ella en medio de su bochorno, y dejando de paso para ella la segunda pregunta que realizaba la mujer, siguiendo a pies juntillas la decisión que había tomado, de dejar por ahora que fuera la ex-militar quien decidiese qué parte de aquel asunto iban a contar, y qué parte no. 

No era mentir, se dijo, mientras escuchaba a la mujer. Era más bien... Comportarse de manera juiciosa. Aunque aquella señora parecía tan amable que no podía evitar sentir una punzada de culpabilidad, por no ser del todo franca con ella. 

Podía compensarlo, se dijo, ante la petición con la que concluía Acacia y el entusiasmo de Shamira, desabrochando con cuidado la sábana con la que había pegado a Thiago a su cuerpo para darle el bebé a esta última, que parecía desear tener al crío en brazos, además de querer escucharla- Bueno, intento hacer lo que se puede.-contestó, algo ruborizada aún, al halago de la niña, mientras dejaba al renacuajo en sus manos y tomaba a lo que parecía ser su otro bebé. Su guitarra.

¡Con qué cuidado la sacaba de su funda y rasgaba un primer sonido de sus cuerdas para comprobar que seguían afinadas! Casi como si las estuviese saludando, esbozando una inevitable sonrisa- Me sé una en español. Me la enseñó un buen amigo. O más bien, un hermano. Aunque quizá es un poco triste...-dijo, rasgando los primeros acordes, soltando de pronto un quejido, al sentir sobre su mano el restañido de una de las cuerdas, que sonaba como un resorte al romperse sobre su mano, provocando que la predicadora agitase la palma- Ay no, por Dios Bendito...- profirió, con tono entristecido y voz encogida, mientras revisaba los restos de la cuerda rota, con los dedos temblorosos- Es la tercera que se me rompe en lo que va de año... - se lamentó, tratando de no darle excesiva importancia a aquello, sin poder evitar que la tristeza empañase su mirada, profiriendo un hondo suspiro.

No pasa nada. Puedo intentarlo sin una cuerda. Aunque no quedará igual...-concluyó, tratando de sobreponerse a aquello, tragando saliva, volviendo a rasgar aquellos primeros acordes, aunque con algo más de contención, sintiendo cómo su estómago se encogía, al mismo tiempo que cerraba los ojos, y entonaba, recordando de pronto el cómo y cuándo había aprendido aquella canción. Recordando la cicatriz en la palma de su mano. Aquella primera cuerda rota. Aquella honda tristeza, y las lágrimas del hermano Cristóbal al proseguir cantando aunque la música que lo acompañaba hubiese cesado sin remedio. 

- Tiradas (3)
Cargando editor
05/05/2018, 02:30
Narradora

Después de aquel primer traspiés que se saldó con una cuerda rota la voz de Clementine llenó el lugar. Incluso con esa cuerda de menos la joven cantaba con una cadencia suave y melodiosa que hacía vibrar la sangre de aquellos que la escuchaban al ritmo de su música. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Resuelvo rápido la tirada ;). El 6 vale doble, así que son 3 éxitos.

Cargando editor
05/05/2018, 16:27
Morgana Whiterocks

Morga seguía mirando al exterior. Se impacientaba. Se dio la vuelta.

- Es él quien gruñe a cada palabra que sale de mi puta boca. Se cree amparado por una superioridad moral que no comparto ni existe -su tonó fue áspero, cortante. Ocultaba cierta frustración.

Escuchó a la anciana, frunció el entrecejo, asintió a la chica, y se mordió el labio, ofreciendo una media sonrisa amable y guasona a Clem, puso los ojos en blanco y se tragó cualquier comentario que encendiese más las mejillas de la predicadora. Se dirigió a Acacia.

-«Es una gilipollez que hayáis viajado solas, sin protección. Una maldita irresponsabilidad, peor en tu caso que perteneces al Consejo. Si no por ti, por Isenia y tus conocimientos. ¿En qué cojones piensa Quintero?»

Chasqueó la lengua- Vaya mierda -añadió como para sí misma- Ya ves, Lincoln, la estupidez no es solo patrimonio de los jóvenes. -Se quedó pensativa y eso lo aprovechó para obviar a propósito las preguntas de Acacia, aunque contestó a una de ellas mientras Clem se preparaba para tocar algo-. «Tenemos un curandero que es la hostia.»

Mantuvo silencio desde que Clem se las arreglaba con el contratiempo de la cuerda rota hasta que finalizó su canción. Resultaba difícil incluso para ella sustraerse a esa melodía capaz de traspasarte y alcanzar el mismo tuétano de los huesos. Su mente y corazón endurecidos y su costra de cinismo mantuvieron su muro interior casi imperturbable. Casi. Se dejó llevar por el tañido melancólico de la guitarra. Le hizo pensar que la anciana debía considerarla grosera por lo que le dijo, o por la forma, a pesar de que Morga consideraba que fue realista. Descubrió que su pecho palpitó por unos momentos con una serenidad poco habitual en ella.

- No es necesaria esa cuerda -Aplaudió con calma y vehemencia sincera-. Genial, Clem. Toca algo más alegre. Para las chicas y Lincoln.

Cargando editor
08/05/2018, 22:12
Shamira

Lo que se puede —repitió la chiquilla con cierta gracia—. Nada de lo que se puede, Clem, cantas como una sirena. 

Alargó sus manos para coger al bebé con cuidado cuando la predicadora se lo pasó y una sonrisa se instaló en sus labios cuando lo acunó un par de veces. 

Es una monada, ¿verdad? —dijo, embelesada con el crío.

En ese momento el niño fruncía un poco el rostro, seguramente extrañando la calidez del cuerpo de Clementine, pero en cuanto los primeros acordes empezaron a llenar el aire en aquella sala de espera, sus labios infantiles se curvaron en una sonrisa y movió la cabeza, buscando el origen del sonido.

Cuando Clementine terminó de cantar, los grandes ojos de gacela de Shamira se habían humedecido y la muchacha suspiró hondamente, enternecida sin duda por la canción. El rostro de Isenia también mostraba una sonrisa e incluso Lincoln se había acercado un par de pasos para pegarse a otra pared un poquito más cerca, sin apoyarse en ella. 

—No he entendido nada de la letra, pero qué bonita... —dijo tras algunos segundos, sin poder aplaudir con el niño encima. Y no tardó en sumarse a la petición de Morgana—. Toca otra, por favor, Clem. 

Cargando editor
08/05/2018, 23:14
[Comunidad] Quijano

El que sí aplaudía con ganas, chocando las palmas de sus manos bien fuerte, era el anciano. Él había escuchado toda la canción con los ojos cerrados y una sonrisa que no dejaba ver su boca desdentada. Y al terminar de aplaudir, aún dio algunas palmadas sobre sus piernas, animado. 

Bonita, bonita, bonita —canturreó para sí—. Hiciste «volar» al «viejo» Quijano con esa «guitarra». En «primavera» deberías grabar un «disco».

Cargando editor
08/05/2018, 23:22
[Comunidad] Acacia

La anciana no había perdido su porte sereno cuando Morgana había dado su opinión sobre el viaje de aquellas mujeres. La mención a Quintero sí que hizo que sus ojos centelleasen por un instante, con un brillo decidido, y la comisura de sus labios se estirase en media sonrisa que parecía dispuesta a responder. 

Sin embargo, lo que fuese a decir quedó en el aire cuando Clementine aceptó la petición y se dispuso a tocar. Acacia acusó la rotura de la cuerda encogiendo un poco los hombros, como si aquel contratiempo le hubiese dolido a ella también, pero dedicó una sonrisa suave a Clem y le hizo un gesto con la mano, animándola a seguir tocando a pesar de ello. 

Durante la canción, llevó su mano al rostro de la joven que la acompañaba, para acariciar su mejilla y sus cabellos con cariño. Pero cuando la canción terminó, la soltó y ella también aplaudió, con una sonrisa algo melancólica. 

Cantas muy bien, chica, Shamira tiene razón —dijo, poniendo sus manos sobre su regazo de nuevo. 

Entonces se giró para mirar a Morgana y su espalda se estiró un poco más, con una postura llena de dignidad. 

Si fuese por Quintero todavía estaríamos en casa, esperando a que tuviera hombres disponibles para acompañarnos. Tsk. —Chasqueó la lengua—. No he llegado a vieja esperando por los hombres. Y menos por unos jóvenes y peleones. A mi edad ya no va a venir nadie a decirme lo que tengo que hacer y lo que no. 

Y, tras decir aquello, volvió a mirar a Clem, expectante por si hacía caso de las peticiones y tocaba una canción más. 

Cargando editor
10/05/2018, 20:32
Morgana Whiterocks

Se rascó la cicatriz de la barbilla-. Claro, Quijano, tú puedes tocar la batería. Yo seré la manager. Lincoln y Shami, los coros. -Le guiñó un ojo al viejo.

Entrecerró los ojos mirando a la anciana calibrando su carácter, sus habilidades, fortalezas, su experiencia, asintiendo con un leve cabeceo. No podía estar más de acuerdo con ella, pero eso no hizo que pensara de forma distinta en relación al error de Acacia. Reparó en la disponibilidad, o excasez, de efectivos mencionada. Preguntó dándole un tono despreocupado a sus palabras.

-Falta de recursos humanos. ¿Problemas con algún grupo o demasiados frentes abiertos para la Comunidad?

Acacia había dicho que todo seguía "normal". A Morga se le pasó por la cabeza ofrecerse como escolta para el camino de regreso. No podría ponerse en camino hasta mañana por la tarde o el domingo, dependiendo si convencía a Cass para una visita con el doc. Y también estaba el turbio asunto del crío. Mejor no, decidió. Tal vez no era buena idea en este momento. Miró a Isenia, puede que tardase unos días en recuperarse. Se encogió de hombros para sí misma, se mordió un labio y a continuación sonrió a Clem con intención de animarla.

Cargando editor
14/05/2018, 20:33
Clementine

Gracias, a todos.-contestó, ligeramente sonrojada y visiblemente feliz- Sí, cuando llegue la primavera...-dijo, con cierta dificultad en pronunciar aquella palabra en español- Quien me enseñó lo que sé sobre música, me contó que antes la gente, cuando quería grabar un disco, iba a unos edificios particulares que tenían habitaciones con micrófonos y paredes hechas especialmente para que el sonido hiciese la mejor resonancia. Ojalá pudiera llegar a ver un lugar así. -añadió, suspirando- Aunque hoy en día no sé si quedará alguno más o menos conservado...-lamentó, aunque aún con una sonrisa en los labios, dedicando un guiño a Shamira antes de rasgar de la guitarra nuevos acordes, sin que éstos sonaran muy fuerte mientras decidía qué cantar a continuación y dejaba que Morgana interaccionase con aquella mujer mayor tan agradable y con pinta de tener una planta tan firme y digna.

Y sólo cuando volvieron a mirarla, con la esperanza quizá, de volver a escucharla, se decidió a cantar de nuevo, haciendo caso a la petición de Morgana, tratando de encontrar algo más feliz y que pudieran entender tanto Shamira como Lincoln. 

Cargando editor
14/05/2018, 23:26
[Comunidad] Acacia

Oh, nada que deba preocuparte —había respondido la anciana, desviando la mirada hacia Morgana—. Sólo es un asunto de prioridades, nada grave.

Después sus ojos habían vuelto a buscar a Clementine y al verla preparada para comenzar otra canción, guardó silencio y le hizo un pequeño gesto para animarla. 

Cargando editor
15/05/2018, 04:34
[Comunidad] Quijano

La nueva canción ciertamente pareció agradar más a Shamira, seguramente por comprender la letra. La chiquilla balanceaba la cabeza al ritmo de la música, pero su mirada no estaba sobre Clem, sino sobre el bebé, al que hacía carantoñas y muecas. Lincoln seguía serio y tieso, pero él sí que miraba a la joven que cantaba y en algún momento se le escapó algún movimiento del pie o la mano, delatando que seguía con interés la melodía. 

Las dos mujeres escuchaban con deleite, pero el que más parecía estar gozando de nuevo volvía a ser el viejo Quijano. El anciano, que tenía otra vez los ojos cerrados y una sonrisa prendida de los labios, llegó incluso a mover los brazos con movimientos ondulantes que seguían la música, en una suerte de baile extraño. 

Cuando la canción terminó, Quijano volvió a aplaudir con ganas mientras que Acacia e Isenia lo hacían con más moderación. Se puso en pie y se acercó a la joven, con toda la intención de plantarle un beso en cada mejilla, de pura alegría*. 

Existen «sitios», sí, «todo» existe —dijo entonces, todavía frente a ella—. Pero eso es «otro mundo». Ya no lo ves. 

Notas de juego

*Si no te dejas, narra que le haces la cobra en tu post y listo.

Cargando editor
15/05/2018, 04:34
[Comunidad] Nicolás Arbelo

Mientras Quijano hablaba se abrió la cortina que separaba la sala de espera de la consulta y dos hombres salieron por ella. Uno de los dos llevaba la muñeca vendada y tan sólo echó un vistazo a los presentes antes de murmurar un saludo y marcharse directamente por la puerta, sin llegar a detenerse. 

El otro era un hombre que ya habría pasado los cincuenta y que caminaba con cierta cojera, ayudándose de un bastón. Dio un par de pasos y contempló con una sonrisa el ambiente en la sala de espera. 

—¿Pero qué es este jolgorio que me has traído hoy, Morgana? —preguntó en inglés a la exmilitar con una voz suave marcada por un fuerte acento portorriqueño—. Buena música, la chavalería... Si hasta habéis puesto de pie a Quijano. ¿Y eso es un bebé? —preguntó, al ver al niño en brazos de Shamira. 

Entonces hizo un gesto con la cabeza hacia el otro lado de la cortina. 

Venga, pasad y me contáis qué hacéis aquí. —Su mirada se desvió por un momento hacia Acacia—. En cuanto acabe con ellos, pasáis vosotras, ¿de acuerdo? No tardaré.

Ante esa promesa Acacia asintió con la cabeza, con una paciencia que parecía acostumbrada a las esperas, mientras que Isenia frunció los labios con algo de fastidio que no llegó a expresar en voz alta. 

Cargando editor
16/05/2018, 14:22
Morgana Whiterocks

Mantuvo la sospecha en su mirada frente a Acacia, componiendo un mohín mientras se rascaba los labios con los dientes- Claro, prioridades. Quién se preocupa, ¿no? Para eso está Quintero -terminó con un guiño hacia la anciana.

Se dejó llevar por la música y la letra, observando las expresiones y reacciones del resto de la improvisada audiencia, fijándose en Clem, sonriéndole una vez más con extraño afecto, y dejando finalmente que el viejo Quijano demostrase su alegría y su éxtasis. Echo otro vistazo al exterior.

- No te vayas a correr ahora, Quijano, no es lugar. -El aguijón siempre estaba ahí-Sí, hay la hostia de putos mundos en los rincones oscuros de los callejones.

Se giró con una franca sonrisa pintada en la boca al escuchar a Nicolás.

- Soy una show woman o como cojones se diga. Esto suele ser un puto velatorio, así que he venido con parte de mi unidad. Incluído el último mono -señaló al bebé-.

Morgana asintió a Nicolás para entrar. Le traía sin cuidado que Acacia e Isenia esperasen un rato más, no era algo que le importase lo más mínimo. Sin embargo, tal vez debido al contenido de las canciones y su melodía, se había relajado un tanto, conteniendo su ira hasta el momento que decidiese liberarla. Tal vez porque no quería que nadie les molestase o husmeara en sus asuntos; quizá porque un día podía encontrarse con Acacia de nuevo. O porque ella podía ser impredecible, negó hacia el doctor.

-Eso sería desconsiderado, Nicolás. Que pasen ellas primero. Lo mismo Isenia acaba cagándose encima. No quiero oler su mierda.

Cargando editor
21/05/2018, 20:36
Clementine

Clementine se sonrojó un tanto al acabar la canción y contemplar cómo su improvisado público aplaudía e incluso Quijano se levantaba y le propinaba un beso en cada mejilla. La predicadora sonrió ampliamente, agradecida, y apoyó una mano sobre el hombro del anciano, con un leve asentimiento- Quizá es muy pronto para decir nunca, señor Quijano. -respondió- Algún día volverá esa Primavera, si Dios quiere. -resolvió, con seguridad, antes de que el rostro del doctor asomase por la sala de espera.

Lo observó, con curiosidad. Lo escuchó hablar con aquel acento portoriqueño y encontró agradable el tono de su voz. Escuchó seguidamente el ofrecimiento de Morgana, y tras posar brevemente la vista sobre Isenia y Acacia, asintió- Sí, creo que ellas tienen más necesidad de entrar que nosotras en este momento. - convino, con honestidad. Clementine no parecía estar pensando en otra cosa que en el hecho de que la joven latina se encontrase enferma, y ninguno de los demás allí presentes tuviese realmente cualquier padecimiento.