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Finales y principios

[Capítulo 3.3] Habitación de Lincoln

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28/10/2019, 19:32
Shamira

Nueva York, lunes 16 de noviembre de 2037, 09.00.

—No creo, Linc —estaba diciendo Shamira en el momento en que Axel metió el hocico por la rendija de la puerta abierta, contigua a la de la habitación que acababa de abandonar—. A ver, que sí. Que está enfadada contigo por lo que pasó el otro día, pero no nos ha dejado aquí por eso. Creo que nos ha dejado para que ayudemos a María. 

No había mucho mobiliario en las antiguas consultas que utilizaban como dormitorios. La mayoría del que había pertenecido al centro de salud había sido saqueado hacía mucho, o se había estropeado en la inundación que había dejado el sótano anegado, pero en los años pasados allí, habían conseguido algunos colchones y mantas. Incluso algunas de las habitaciones, como era el caso de aquella, tenían taquillas que hacían la función de armarios estrechos o, como en la de Shamira, una mesa y una silla. Los dos niños compartían aquel armario como lo hacían con la mesa de la habitación contigua. 

Al ver entrar al violinista primero dio un respingo, pero enseguida le dedicó una sonrisa. 

—Buenos días. ¿Has dormido bien? —No parecía que la pregunta fuese con segundas o tuviera relación alguna con el lugar en el que Axel había pasado la noche, sino que simplemente tenía pinta de ser un saludo amable.

El niño, que estaba sentado encima de su colchón con las piernas cruzadas, miró a Axel con el ceño fruncido por la interrupción, tal vez por ser un adulto.

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31/10/2019, 04:34
Axel Montenegro

En busca de alguna distracción que le permitiera ignorar el sudor frío que aún corría por su piel tras aquel sueño, o quizás solo por abandonar la habitación que había sido el escenario de aquel tortuoso acto, Axel había llegado a la habitación contigua. Suponía que estarían los niños ahí, y esperaba no despertarlos ni molestarlos, pero simplemente no podía enfrentarse a la soledad de ese momento pues su mente no tardaría en reproducir cada gélida mirada y sádica sonrisa de Pooch. 

No tenía idea de qué hubiera pasado con Morgana para estar enfadada con un pobre crío, pero aún sin saberlo, suponía que la razón por la que los había dejado atrás no tenía que ver con eso. Seguramente los había querido proteger, asegurarse de que estarían bien, o efectivamente como decía Shamira, quería que se quedaran cerca de maría. Quizás que la ayudaran, o que la vigilaran y vieran como trataba al bebé. 

Buenos días - saludó con una sonrisa tan amable como pudo - No realmente. Tuve una pesadilla. - explicó aún sintiendo la piel de gallina y los escalofríos recorrerle la espalda - ¿Puedo quedarme con ustedes un minuto? - esperó la aprobación de ambos, especialmente del niño que parecía enfurruñado, antes de dar un paso más. No quería interrumpirlos ni nada, y sabía que pedir quedarse como quien pide entrar a la cama de sus padres era un recurso algo patético, pero aún así esperaba se apiadaran de él. Si no, tendría que bajar a ver con quien se encontraba e intentar meterles conversa como fuera.

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01/11/2019, 02:13
Lincoln

El ceño fruncido del crío se fue tornando en una expresión de extrañeza al escuchar a Axel. 

—¿Tienes miedo de las pesadillas? —preguntó, como si eso fuese algo que nunca se habría esperado. Creía que los mayores no teníais. Yo tengo una pesadilla a veces que se repite. Apretó los labios tras esa confesión—. Es un puto asco. 

Miró de reojo a Shamira al decir la palabrota y la muchachita puso los ojos en blanco pero no le dijo nada al respecto. 

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01/11/2019, 02:17
Shamira

En lugar de ello, hizo un gesto con la mano hacia Axel invitándolo a entrar. 

—Claro, entra. Todo el mundo tiene pesadillas a veces, tonto —dijo, ladeando el rostro al mirar hacia el niño—. Hasta Nick tenía. Él me lo dijo una vez. 

Después volvió a mirar a Axel y le dedicó una pequeña sonrisa. 

—¿Quieres hablar de lo que has soñado? —propuso con cierta ingenuidad—. A veces bien bien soltarlo fuera para sentirse mejor. 

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04/11/2019, 04:04
Axel Montenegro

Sonrió levemente al escuchar la incredulidad con que el preadolescente le preguntaba por sus miedos, pero pronto aquella mueca se transformó en una más empática y cálida al escuchar que el menor también sufría de pesadillas que lo atormentaran durante el sueño. Solo podía esperar que, a diferencia de las suyas, las del chico fueran solo producto de su imaginación y no de experiencias pasadas. No había nada peor que saber que tus monstruos eran reales y rondaban cerca de ti, pisando las mismas calles que tú, esperando el momento para reaparecer y acabar contigo. No había nada peor que conocer con precisión la cara de tu pesadilla, el sonido de sus huellas, el olor de su cuerpo y el ritmo de sus latidos, nada peor que vivir alerta y pendiente de reconocer cualquiera de ellos a cada paso que dabas. Ningún niño se merecía eso.

Lo lamento. Las pesadillas son una mierda. - respondió a Lincoln aunque Shamira ya había explicado el resto por él - La mía cambia de forma, pero siempre tiene el mismo monstruo. Y por supuesto le tengo miedo. Muchísimo miedo. - confesó respirando profundo. 

Entrando, fue a sentarse en el suelo, cerca de los chicos pero manteniendo una distancia prudente. Apenas lo conocían, y no quería hacerlos sentir incómodos o inseguros. No tenía idea de qué habían vivido antes de llegar junto a Morgana. 

La verdad es que no estoy seguro de si quiero hablarlo en detalle. - suspiró mirando a la chica. No solo por el contenido de la pesadilla, que definitivamente no tenía ni medio segundo de apto para menores, sino porque le avergonzaba hablar de ello con cualquiera - Pero dicen que soy bueno escuchando y dando consejos, así que si puedo ayudarlos en algo a ustedes... - sonrió un poco, esperando que se apiadaran de él y la compasión de los niños le ganara a la curiosidad infantil de ambos.

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04/11/2019, 22:11
Lincoln

—Tú sí que eres tonta —respondió el niño, arrugándole el morro a Shamira—. Y no todo el mundo tiene. Morgana no tiene —aseguró con un tono que denotaba una admiración absoluta por la exmilitar. 

Después se fijo en Axel y sus palabras le sacaron una risa. 

¡Pero si eres tú el que ha tenido la pesadilla!

Negó con la cabeza, como si el violinista hubiese dicho una tontería, y parecía que se iba a quedar callado cuando una idea pasó por sus ojos y lo escrutó con una mirada inquisidora. 

Podrías contarnos una historia. Eso nos ayudaría mucho. —Asintió con la cabeza, dando fuerza a sus argumentos con ese gesto—. ¿Te sabes alguna de demosaurios?

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05/11/2019, 03:33
Shamira

La chiquilla rodó los ojos. 

Se dice dinosaurios —corrigió. Y luego miró a Axel y se encogió de hombros—. Hace unos días Nick le contó un cuento de un dinosaurio —explicó—. Y desde entonces no habla de otra cosa. ¿Tú viste alguna vez un dinosaurio? —preguntó entonces con total normalidad, con ese desconocimiento de los tiempos pasados que tenían los más jóvenes en el nuevo mundo. 

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07/11/2019, 01:11
Axel Montenegro

La exclamación de Lincoln le hizo sonreír. Tenía razón, no se podía decir que no. Aún así, la simpleza y certeza del pensamiento del niño le hicieron gracia y le arrancaron una mueca alegre de los labios. La verdad era que si él no se abría, y más aún llegaba pidiendo ayuda por su malestar, era normal que el niño le recordara que quizás era él quien necesitaba oído y consejos, aún si Axel en su momento lo había dicho pensando en que pudiesen distraerlo con sus problemas. 

Ya estaba pensando en una historia para contar cuando el chico le complicó las cosas con una de dinosaurios. Suponía que siempre podía contarle la historia de Pie Pequeño, de todas formas ellos no tendrían idea que se trataba de una película de finales de los 80. Una película que era vieja hasta para él. 

Entonces Shamira soltó la última pregunta y soltó tal carcajada que casi se ahogó entre risas. Periódicamente llegaba algún joven o niño que le hacía sentir como de 200 años, pero ¿que le preguntaran si había visto dinosaurios? Esa era nueva, nueva y fantástica. 

No, no... - negó con la cabeza, secándose las lágrimas de risa - Bueno, a ver, sí que vi, pero los huesos. - suspiró, un poco más calmado - No sé que tan bien se mantengan esas cosas, porque no me ha dado por ir a uno, pero en mi época habían museos, que eran unos edificios donde había muchísimas cosas, en algunos esculturas, pinturas y obras, en otros objetos recuperados a lo largo de la historia, y en otros fósiles, esqueletos y animales disecados. - empezó a explicar - Solo he visto huesos de dinosaurios muy muy antiguos en un museo. Vi un esqueleto de Tiranosaurio Rex en Manhattan, en el Museo de Historia Natural, también había un mamut y un titanosaurio. Eran enormes, más grandes que cualquier animal que te puedas imaginar. Los T-Rex, por ejemplo eran como una casa de dos o tres plantas de alto. - la verdad es que a él le había fascinado al verlo en una visita escolar al museo. En esa época ni siquiera había visto a un elefante, porque se había enfermado el día de visita al zoológico, así que el tamaño de esas bestias le había tomado absolutamente por sorpresa a un niño cuya mayor interacción con animales en su vida cotidiana era jugar con los perros callejeros camino a casa - Pero definitivamente no ví a ninguno vivo. Los últimos dinosaurios murieron hace 65 millones de años, y yo tengo poco menos de cuarenta. Años, no millones de años. - sonrió de medio lado. 

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08/11/2019, 02:42
Lincoln

Axel pudo sentir la mirada curiosa de los dos críos cuando empezó a reír. Lo contemplaban con los labios entreabiertos y los ojos expectantes, con una expresión confusa que delataba que no entendían por qué se reía y no sabían si sumarse. Y cuando comenzó a hablar, explicando su experiencia con los museos, de inmediato atrapó la atención de Shamira, que se puso cómoda para escucharlo. 

Lincoln, sin embargo, se aburrió enseguida. Más o menos a partir del punto en que el violinista anunció que sólo había visto unos huesos, cosa que no pareció resultarle demasiado emocionante. Nada que ver con un dinosaurio de verdad, eso sí que habría sido interesante de escuchar. ¿Pero unos huesos? El chiquillo arrugó la nariz y miró a Shamira como si le resultase incomprensible que a ella sí que le pareciese interesante. 

Pero cuando acabó la breve lección de historia, Axel sintió la mirada condescendiente del crío sobre él. Dejó caer los párpados y sacudió la cabeza, como si el hombre no supiese nada del mundo. 

Pues Nick vio uno —sentenció, absolutamente convencido—. Vivito y coleando. Y él tampoco tenía millones de años. Así que a lo mejor no se murieron todos.

Shamira puso los ojos en blanco, pero no le llevó la contraria en esa ocasión. Tal vez por no quitarle la ilusión al chaval. O quizás porque estaba demasiado entretenida escuchando a Axel.

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11/11/2019, 06:04
Axel Montenegro

Definitivamente había tomado la decisión correcta al ir a visitar a esos niños. Le pusieran cara de aburrimiento o no, le alegraba poder hablar con ellos, más aún, poder hablar de cosas que ya ningún adulto preguntaba. ¿Cuando había sido la última vez que había mantenido una conversación sobre dinosaurios? Y aunque con Lincoln quizás no pudiese alargar mucho más el tema antes de que se quejara, quizás con Shamira podría hablar algún día de los distintos tipos de dinosaurio, comparar favoritos. Solo por variar un poco. 

La fe ciega del niño en Nick y sus historias le hizo sonreír de medio lado. Seguramente él sería mucho mejor contando cuentos, después de todo, Nick era un escritor. Axel en cambio tenía su fuerte en embaucar y persuadir, aunque por supuesto la labia de un charlatán daba para mucho y las historias eran parte de ello. 

Pues si lo dijo debe ser cierto. - le dio la razón, pensando que no valía la pena dejar a Nick de mentiroso y que, quizás, lo que el hombre les había dicho no había sido del todo mentira. - ¿Como era el dinosaurio que vio él? - preguntó con interés. No solo por oír la anécdota, sino porque en realidad rara vez había oído hablar a Lincoln desde que había llegado, así que fomentarle un poco el sacar la voz no estaba mal - Lo más cerca que estuve yo de un dinosaurio vivo fue nadar con tiburones, pero no sé si cuenta.

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11/11/2019, 21:14
Lincoln

El chiquillo se puso cómodo en cuanto llegó la pregunta sobre el dinosaurio que había visto Nick. Y ya estaba abriendo la boca para responder cuando Axel agregó aquella experiencia y sus ojos se abrieron enormes como platos, olvidados ya los dinosaurios por completo en favor de una nueva criatura.

—Wooooaaaa —dijo, alargando mucho las vocales—. ¿Nadaste con tiburones? ¿Y no te pasó nada? ¿Sus dientes eran más grandes que tú? ¿Los tocaste? ¿Y no te dio miedo? ¿Te caíste de un barco o cómo fue? 

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11/11/2019, 21:17
Shamira

Shamira también parecía interesada en escuchar aquella historia, pero la muchachita no había olvidado tan rápido la pregunta del violinista y se coló como pudo entre las preguntas de Lincoln para responder.

—Nick dijo que el dinosaurio que había visto era un lagarto enorme con plumas, con el cuerpo como un pollo gigante y en vez de alas un par de patitas pequeñas, con dos dedos cada una. Y una cabeza tan grande que cabrían dentro de su boca él y Morgana y Bentley al mismo tiempo. Y con dientes amarillos y muchas babas. 

Pero tras la respuesta hizo una pausa y miró a Axel con expectación. 

¿Y cuántos tiburones había? ¿Fue hace mucho tiempo?

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14/11/2019, 03:21
Axel Montenegro

Aunque el entusiasmo de Lincoln le sacó una risa, enseguida prestó atención a la explicación de Shamira, intentando descifrar de qué animal hablaba. Sinceramente, ninguno se le vino a la mente. Primero había pensado en una avestruz, aunque poco tuviera que ver con lagarto, pero ya con la descripción de sus patitas extrañas y esa cabeza terrorífica y enorme lo descartó - Pues no tengo idea de qué habrá sido eso - se encogió de hombros, aunque definitivamente seguiría intentando descifrarlo en su tiempo libre. - ¿No te dijo dónde lo vio? - preguntó intrigado. 

Sin embargo, no se le había olvidado la avalancha de preguntas, así que se dispuso a contestar. - En realidad, fue que quise ir a meterme a nadar con tiburones, no fue por accidente. Cuando fui de safari a Sudáfrica estuve recorriendo bastante, y uno de los guías me habló de que por ahí se podía ir a nadar con tiburones blancos. Fui al lugar que me recomendó y todo, pero la jaula donde te bajaban... la verdad no me dio ni un poco de confianza, así que me quedé con las ganas. Es que el tiburón blanco es enorme, las hembras miden como 6 metros, así que pasaba de arriesgarme - se encogió de hombros - Cuando volví acá, me puse a averiguar donde se podía hacer eso sin arriesgar la vida, y resulta que en México recomendaban algunos lugares bastante buenos, así que me fui a Baja California. Ustedes dirán que en jaula no cuenta, pero ya les digo que jaula y todo, estaba muerto de miedo. Son gigantes, y como tiraron carnada llegaron varios, así que estaba entre fascinado y que me quería morir, especialmente cuando se lanzaban a morder la puta jaula. Sus bocas era tan grandes que sin la jaula me hubiesen tragado de un solo bocado. - se le ponía la piel de gallina de solo pensarlo, pero al mismo tiempo sonreía. No solo por los nervios residuales, sino porque esa época había sido la mejor de su vida. Había hecho todo lo que había querido, a nadie que él conociera le había faltado nada y se había dedicado a viajar y vivir mil aventuras. - Eso era como 10 metros bajo el agua, pero luego de eso me envalentoné y saqué el curso de buzo, ahí en México también. Me fui para Playa del Carmen y fui a nadar con tiburones toro, 30 metros bajo el agua, sin jaula ni nada. Esos son más chicos, eso sí, pero siguen midiendo como 3 metros y medio. - asintió, respirando profundo - No los toqué, porque no son precisamente amistosos, pero sí me acerqué todo lo que pude. A uno lo tuve tan cerca como los tengo a ustedes. Una bestia de más de 3 metros, de unos 180 kilos, con dientes más afilados que cualquier cuchillo que hayan tocado. Fue genial. - recordó con una amplia sonrisa. 

Pero sí, fue hace bastante - contestó finalmente a Shamira - Hace unos 20 años, o por ahí. Una eternidad para ustedes, seguro. - comentó divertido, pues de no haber sido por ese infierno interminable entre medio, a él se le habría pasado el tiempo volando. Todos los años que no había estado en Rikers lo habían hecho. 

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14/11/2019, 23:56
Shamira

—En un centro comercial —respondió la chiquilla, con media sonrisa revoloteando en la comisura de sus labios—. Mientras Nick se probaba unos tacones. —Hizo una pausa antes de agregar algo más, alzando un poco las cejas—. Es un cuento que nos contó, nada más. 

Esa afirmación le hizo ganarse una mirada fulminadora por parte de Lincoln, quien no parecía tener duda alguna de que la historia de Nick era real. Por un momento a Axel le pareció que el crío estaba a punto de empezar una discusión, pero la historia de los tiburones era demasiado atrayente y su atención no tardó en centrarse en el violinista. 

Al principio el niño pareció algo decepcionado al escuchar que Axel se había rajado en su primer intento, y no se le escapó que los dos parecían algo confusos cada vez que mencionaba algún lugar. Desde luego la necesidad de saber de geografía había cambiado mucho en la última década. La gente ya apenas viajaba y cambiar de distrito ya se consideraba un gran movimiento. Salir de Nueva York era prácticamente impensable, no digamos ya viajar a otro estado, país o continente. Siendo así, tenía sentido que los que habían nacido en ese nuevo mundo no tuvieran ni idea de dónde estaban África o México. 

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15/11/2019, 00:07
Lincoln

Pero a pesar de que se les escapasen esos detalles, los dos parecían impresionados por el relato. Lo escuchaban con los ojos bien abiertos y Lincoln incluso dio un pequeño respingo en un par de ocasiones, cuando habló de cómo los animales mordían la jaula y cuando comparó sus dientes con cuchillos.

Cuando terminó, el crío negó con la cabeza. 

—No me extraña que tengas pesadillas —sentenció, como si después de escucharle lo comprendiese todo—. ¿Qué más bestias has visto? ¿Elefantes? ¿Dragones?

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20/11/2019, 02:54
Axel Montenegro

La respuesta de Shamira le hizo reír. Ahí estaba él, tomándose tan en serio los cuentos del escritor como lo había hecho Lincoln cuando Nick se lo había contado. La verdad era que, de lo que recordaba de haberlo visto en las clases que daba en la Comunidad, el hombre era bastante carismático, divertido y creativo. Seguramente había sido un fantástico cuentacuentos para los niños, el mejor que pudieran tener. 

Interiormente, viendo que los niños no tenían idea de geografía, se propuso buscarles un mapa... quizás podría conseguir llevarlos a la biblioteca de excursión algún día para que vieran mapas y libros de animales, si Morgana se ofrecía a acompañarlos. Sería casi imposible, si no completamente, convencerla de sacarlos para una excursión que de seguro ella consideraría inútil, pero quizás lograba persuadirla o sobornarla de una u otra manera. Quizás hoy en día la educación de antaño no serviría de demasiado, pero de seguro no sobraba... además, era una buena forma de mantenerlos entretenidos en algo productivo. 

En el peor de los casos podría ir él y tratar de calcar lo que pudiera. De ser otro lugar consideraría robarse el libro, pero la biblioteca incluso él la respetaba. 

El comentario de Lincoln le sacó una sonrisa de medio lado y un breve suspiro. Ojalá el cabrón de Pooch fuera solo tan peligroso como un tiburón blanco. Ojalá fuera tan predecible como uno, y tan incapaz de crueldad como un animal salvaje que no sabe de sadismo. Ojalá sus pesadillas fueran sobre tiburones. 

Bueno, dragones dragones como en los cuentos no. - porque no existían, que si no habría corrido a ellos - He visto dragones de Komodo, que andan a cuatro patas y son largos, como de dos metros y medio. Y cocodrilos, y caimanes, pero esos no son dragones. Son más cercanos a los dinosaurios, en realidad - sonrió divertido - Y elefantes... sí que he visto, son enooormes. De hecho, monté en uno en Tailandia, y esos ni siquiera son los más grandes. Yo pensaba que serían suavecitos, pero son muy ásperos, porque tienen pelos muy duros y cortos por toda la piel. Es como acariciar una lija que te pincha. - dijo mientras recordaba la experiencia - Y se bambolean mucho al caminar. 

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22/11/2019, 01:46
Lincoln

Desde que había empezado a contar las aventuras de sus viajes Axel pudo notar que Lincoln lo miraba de un modo un poco distinto, menos como si fuese un estorbo con forma de adulto metomentodo y más como si fuese alguien interesante. Se revolvió un poco, inquieto al escuchar lo de los cocodrilos, y los ojos le brillaron cuando el violinista le dijo que eran como dinosaurios. Incluso dedicó una mirada de suficiencia a Shamira en ese momento, como si eso demostrase que los dinosaurios sí que eran de verdad. 

Sin embargo, cuando se emocionó ya del todo fue cuando empezó a contar cómo había sido su experiencia con el elefante. Incluso dio un par de palmadas sobre el colchón.

¡¿Te montaste en uno?! —exclamó, impresionado con aquello—. ¡Buah! ¿Y cómo de alto estabas? ¿Diez metros? ¿Cien? ¿Y cómo te subiste? ¿Te subió él con su trompa? ¿Sus orejas eran enormes? ¿Tenía dientes afilados?

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22/11/2019, 01:50
Shamira

La chiquilla se tuvo que reír ante la batería de preguntas que Lincoln lanzaba sin descanso como una metralleta. Miró a Axel y se encogió de hombros. Luego se acercó un poco al violinista como si fuese a contarle un secreto, pero no se molestó en hablar en voz baja.

Eso es que te da el visto bueno —dijo, dedicando después una mueca burlona al crío—. Es un plasta, pero sólo con los que le caen bien.

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22/11/2019, 01:53
Lincoln

Tú no me caes bien, tonta —respondió el chiquillo de inmediato, sacándole la lengua.

Le dedicó una mirada torcida, pero no fue más que un instante, porque al momento volvieron sus ojos a Axel, con expectación por escuchar más sobre sus aventuras con el elefante.

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25/11/2019, 01:55
Axel Montenegro

Axel sonrió divertido al ver la expresión de sabelotodo que Lincoln le dedicó a Shamira con la mención de los cocodrilos. Se preguntaba cuando se habrían conocido estos niños, o si llevarían toda la vida juntos. En realidad, no sabía nada de ellos, más allá de que Shamira era una niña demasiado inteligente para su edad con facilidad para los idiomas y que Lincoln era un típico niño, inmaduro para su edad pero increíblemente curioso e inquieto, con un hambre por conocer del mundo que mucha gente ya en su época había perdido del todo y que tan necesaria era. 

Iba a contestar las preguntas del niño cuando Shamira se acercó, e intrigado Axel le prestó total atención esperándose un secreto. Al oírla, rió de buena gana, mirando a Lincoln. 

Bueno, ustedes me caen bien también, así que me alegro de tener el visto bueno - dijo con sinceridad, mirando a uno y luego al otro. 

Ah, bueno, del elefante - dijo al ver como lo miraba Lincoln - No tengo idea cuantos metros eran en realidad, porque era enorme - mentira, si sabía, poco menos de tres metros, pero es que para qué iba a arruinarle al chico la posibilidad de creer que medían cien - Pero tenía orejas enormes y colmillos gigantes y afilados. Suerte tienen los tiburones de ir por mar y no arriesgarse a que los atraviesen - aseguró asintiendo - Por suerte para todo el resto de animales, y nos incluyo, si no los molestas son más bien mansos. De hecho, las veces que anduve en elefante durante ese viaje, lo hice porque sí se los pedías correctamente doblaban la pata hacia atrás para darte un apoyo donde pisar y subirte.