Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 3.3] La Comunidad

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29/05/2019, 15:24
Robin

"Nada de pesadillas". Eso era cuanto Robin necesitaba para estar tranquilo al menos una hora, pues sabía que en cuanto llegasen a la comunidad tendría nuevas preocupaciones asaltando su cabeza. No obstante, por ahora, se limitaba a observar las oscilaciones en la comisura de los labios de su amiga. Distrayéndose de vez en cuando con el porte de Daniel con la excusa de asegurarse de que no seguía buscando problemas con Morgana.

«No puedes ir besando a la gente sin más» pensó y al descubrirse hipócrita en esa idea apretó el paso para buscar la soledad. E incluso en su huida supo ver un resquicio de celos con los que no quería lidiar.

Agradeció la ausencia de preguntas hacia él y sobretodo agradeció el silencio.

Los primeros refugios se instalaron como plomo en los zapatos del chico que fue aflojando el paso paulatinamente hasta volver a hundirse en el grupo pero no fue hasta ver los coches desmantelados cuando necesitó parar un segundo y por suerte Gonzo les dió ese par de minutos.

No sabía muy bien porque pero el óxido siempre le invadía con una morriña atroz.

Afinó el oído ante las palabras extrañas del moreno como si aquello fuera a darte un mayor conocimiento de una lengua extranjera por arte de magia. Y si bien no supo qué decía, sí sabía que se había adueñado de su curiosidad.

Yo soy Robin —saludó tomando el testigo de Daniel—, encantado.

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30/05/2019, 08:06
Trish

Trish no siguió a Robin cuando este apretó el paso, aunque sí se sorprendió un poco de que quisiera caminar solo. Al principio pensó que sería sólo unos minutos, y cuando ese tiempo se alargó se planteó mucho darle alcance. Sin embargo, decidió respetar su intimidad y quedarse cerca de los otros, pero intentando no perderlo de vista.

Al llegar a la zona de los coches a medio desmontar Trish supo que habían llegado. Siempre había pensado que los de la Comunidad se lo habían montado bien: aquello servía al mismo tiempo de barrera y de barricada, y desde luego estarían preparados si hubiera algún ataque, cosa que esperaba que no sucediese nunca.

Al ver a Gonzo le hizo un gesto con la mano, segura de que la reacción al verlos sería amistosa. Y al oír cómo se refería a ella algo se encogió en su estómago hasta hacerse realmente pequeño. ¿Era la chiquilla del profesor? ¿Aún lo era? No estaba segura de si en aquel sitio sabrían ya de la muerte de Nick, pero decidió no ser quien informase al vigía.

—Exacto, ese es mi nombre —respondió, obligándose un poco a sonreír. Consciente de lo callada que normalmente era Cass, y de cómo lo estaba aún más en aquel viaje, la señaló—. Ella es mi hermana Cassandra —la presentó antes de recordarle su propio nombre—, y yo Trish. Vengo a ver a Anabella. 

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30/05/2019, 10:03
Cassandra (Cass)

Cassandra continuó en su mutismo, ajena a las interacciones del grupo y atenta al entorno, hasta que la barrera de autos oxidados se elevó frente a ellos. Se quedó mirando la barricada, nunca se había planteado algunas cosas que desde la muerte de Nick planeaban por su mente, y se preguntó si podrían hacer algo mejor con su valla, más ahora que sentía que estaban más expuestos que antes. Luego recordó una de las conversaciones con Morgana y se encogió de hombros, ella ya le había dicho que lo que tenían estaba bien, que en realidad ninguna valla podía parar a quien estaba empeñado en entrar, y la ex militar sabía de lo que hablaba.

En esas estaba cuando la voz del vigía irrumpió en su cerebro, y ella volvió a sumirse en reflexiones internas.

Reflexiones que la llevaron desde el tema personal, pasando por las malas noticias que debían dar y llegando de nuevo a cuestionarse su papel. Antes no se había preocupado de saber qué acuerdo tenía Nick con ellos, qué obtenía él o el Morris de que diese clases allí, pero era algo que deberían abordar y quizás, si aquello era beneficioso, podrían aceptar que ella lo sustituyese... aunque nunca del todo.

La voz de su hermana presentándola hizo que se diese cuenta que se había perdido en su mundo y no había respondido, forzó una sonrisa y elevó la diestra para darse a conocer, aunque en realidad no era necesario pues no había otra chica en el grupo que le fuese desconocida al hombre.

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30/05/2019, 16:55
Morgana Whiterocks

-Me lo estoy pensando, Gonzo -correspondió al saludo y devolvió sonrisa al hombre-. Trasladarme aquí, casarme contigo y darte media docena de mocosas «chamaquitas». ¿Qué tal se te da limpiar culos y lavar mierdosos pañales?

Al chico no le faltaba razón. En pocos días se había pateado ida y vuelta varias veces este recorrido. El de hoy fue una caminata anodina, silenciosa, apenas aliviado el mutismo general por comentarios aislados. Casi echaba de menos el parloteo incesante de Shami.

Daniel se presentó el primero. Luego los demás lo hicieron. Morga iba a señalar a la peliazul cómo la inventora de mente privilegiada, quien diseñaría una prótesis de puta madre para Clarita. Pero calló. Primero esperarían a la entrevista con Anabela.

Se acercó a Gonzo y le habló en español- «Hay un trío de putos capullos de Las Tres Cruces que están rondando esta zona desde hace unos días. O al menos lo estaban. Una mujer y dos hombres. Son la clase de gilipollas que no suelen pasar desapercibidos. ¿Sabes algo de eso, has oído algún rumor? »

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31/05/2019, 04:04
[Comunidad] Gonzo

—Daniel. Robin. Trish. Y una capucha llamada Cassandra —bromeó el chico, alzando las cejas al mirar hacia la buscadora—. Es un gusto conocerlos a todos.

La sonrisa del tipo se hizo más brillante al escuchar la respuesta de Morgana. 

—Ah, si te oyera mi «mamita» decirme esas cosas —dijo, llevándose una mano al pecho, al lugar donde debía tener el corazón—. Qué alegría le darías. Está deseando que le de un buen puñado de «chamacos», así que no me lo vayas a decir dos veces. A ver si te voy a tomar la palabra y voy a dejar que me caces. Sería un padre de «puta madre», pero aún sería un mejor marido.

Le guiñó un ojo con picardía, en un juego que parecía tan natural para él como respirar, pero cuando la exmilitar se pasó al español, frunció el ceño e hizo lo mismo.

«Sí, sé quiénes dices. La pelirroja, el calvo y el feo» —sonrió, divertido con su propia descripción—«. Intentaron entrar hace unos días, por esta puerta y por otras. Querían buscar algo, no dijeron qué. Como no les dejamos pasar armaron algo de jaleo, pero nada que no podamos controlar. —Se encogió de hombros—«. Pocos se atreven a tocar las narices a Quintero. ¿Te han hecho algo?»

Alargó su mirada hasta el resto de viajeros y habló de nuevo en inglés para todos.

—Los amigos de Morgana y el profe son nuestros amigos. Si ella se hace cargo, podéis pasar.

Lo decía con naturalidad, sin darle demasiada importancia, pero no era difícil entender el significado de esas palabras: Morgana sería la responsable si alguno de sus acompañantes daba problemas una vez traspasada la puerta de la Comunidad.  

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31/05/2019, 11:45
Daniel Green

Daniel correspondió a la bienvenida con un cabeceo afirmativo de reconocimiento, absteniéndose de hablar y procurando mantener un discreto segundo plano, como difuminado con el entorno. Era muy consciente de que era la presencia de Morgana la que hacia de todo aquello algo tranquilo, pero también quedaba claro que no era un lugar donde se aceptaran tonterías. 

El breve diálogo entre Morgana y Gonzo le resulto del todo incomprensible aunque sí le generó curiosidad. La soldado era una pequeña caja de sorpresas y no le cabía ninguna duda de que había recibido una educación muy superior a la suya, donde leer y escribir ya eran un lujo. Se preguntó si Morgana accedería a enseñarle. Frunció el ceño, pensativo, y decidiendo guardar el plantearle tal cuestión en un futuro próximo. El no lo tenía por adelantado así que sólo había opciones de mejorar. 

Y finalmente se les franqueó la entrada. Las condiciones quedaban claras. Era cosa de respetarlas. 

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01/06/2019, 13:02
Morgana Whiterocks

Morga estiró la sonrisa- Seguro, futuro marido. Empieza por invitarme a comer -le guiñó el ojo a su vez.

La expresión de Morgana sufrió una súbita transformación con la información facilitada. Apareció la rabia, la alarma y la tensión.  Apretó los dientes. No fue una sorpresa por completo pero hubiese deseado que sus sospechas no fuesen más que vaho de sus respiraciones en el aire invernal. Sus suposiciones adquirían forma, consistencia, se materializaban en la peor de las posibilidades. O en una de las peores. Pensó que debería adelantar su viaje a Queens.

-<<Me cago en mi puta madre y en mis muertos. Y en los putos muertos de Clem>> -masticó el juramento. Cerró los puños- <<Si esos hijos de puta quieren entrar, lo harán. Lo intentarán. O se traerán más gente para una puta incursión>> -Negó con la cabeza. Conocía los métodos. Si ella tuviese esa misión, nada la detendría- <<Supongo que Anabella está al tanto. ¿Sabes algo más de sus últimos movimientos? Mantén abiertos los ojos, Gonzo, y dame aviso. Y no seas tan gilipollas de confiarte. ¿Vale? >>

Su cara perdió su máscara de gorgona. Regresó a la sonrisa atrevida y la mirada inquieta y penetrante de siempre. Relajó los hombros. Observó con aire distante a sus compañeros. Su cabeza estaba en otro sitio. 

 

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02/06/2019, 09:15
Cassandra (Cass)

Cassandra siguió la conversación entre el vigía y Morgana con interés, sobretodo la parte que no entendía, definitivamente iba a tener que aprender español si no quería estar todo el rato preguntando o sintiéndose marginada. La mención del nombre de la rubia compañera de refugio había despertado, aun más si cabe, la curiosidad innata de la buscadora.

Cuando el hombre les dio acceso, Cass avanzó para ponerse a la altura de la ex militar y así poder preguntarle sin que se enterase nadie, aparte del círculo reducido que ellos eran.

-¿Más problemas?

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03/06/2019, 21:33
[Comunidad] Gonzo

El chico asintió a las palabras de Morgana, pero cuando ella llegó a la parte de las recomendaciones, un brillo travieso iluminó su mirada. 

«Ay, mira nada más... Al final voy a pensar que te preocupas por mí, Morgana» —Su tono tenía una nota de burla y picardía, pero luego se puso más serio—«. Quédate tranquila. No estamos agüeonaos, mamita. Tenemos los puentes vigilados y Quintero ha reforzado la seguridad en todas las puertas. Anabela está al tanto, claro. No sabemos más, pero si te enteras de algo...» —Un ademán con los hombros hacía innecesario terminar la frase. 

Luego dedicó su mirada hacia los demás, acompañándola de un gesto de despedida. 

—Un gusto, «chavalos». A ver si a la salida la capucha me deja oír su voz —dijo, alzando y bajando las cejas en dirección a Cassandra. 

No se entretuvo más y mientras el grupo ya se encaminaba al interior de la comunidad, él se dirigió al coche en el que estaba encaramado un rato atrás para volver a trepar a él con agilidad. 

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03/06/2019, 22:00
Narradora

En cuanto pasaron la barrera que protegía el asentamiento el grupo se encontró en un bulevar por el que en otros tiempos pudieron discurrir hasta cuatro carriles de coches a la vez, dos en cada sentido, que se alargaba hasta terminar en la orilla del río Harlem. Los edificios eran en su mayoría bajos, de entre dos y cuatro plantas, y estrechos, todos distintos entre sí, como si no hubiese existido acuerdo alguno de urbanismo cuando fueron construidos. Muchas de las fachadas estaban adornadas con grafitis, pintura sobre pintura, con firmas y distintos dibujos, algunos de más calidad de otros.

Lo que la gente que allí vivía llamaba «El Barrio» era bastante grande y ocupaba varias manzanas, discurriendo a lo largo de la orilla. Parecía una zona tranquila, cómoda para vivir si uno estaba dispuesto a arrimar el hombro bajo las órdenes lejanas de Quintero.

La mañana se había desperezado hacía rato y algunas personas ya se movían por la calle, de un edificio a otro. No había un gran bullicio, seguramente porque aquella era la parte más exterior, alejada del mercado y la escuela donde Nick había dado sus clases de inglés y literatura, o tal vez porque la niebla todavía era espesa y se empeñaba con tozudez en mantenerse pegada al suelo. Algunas miradas curiosas se detuvieron sobre ellos, para después continuar con sus vidas. 

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04/06/2019, 08:25
Daniel Green

Daniel se despidió de Gonzo con un movimiento de cabeza cuando pasó a su lado, accediendo a la zona más allá de la barrera. Todo aquello era territorio desconocido y había quedado claro que deberían "comportarse", así que lo más sensato era esperar a que Morgana marcara el camino y limitarse a no hacer ninguna tontería.

Por otra parte, era claro que fuera lo que fuera que la exmilitar hubiera preguntado había recibido una respuesta poco satisfactoria por parte de Gonzo. Su expresión, el tono de su voz, los puños cerrados no revelaban el contenido de aquellas palabras, pero sí los sentimientos provocados. Y aunque quedaba claro que Cassandra había llegado a idéntica conclusión, su curiosidad acerca de potenciales problemas aún no había recibido respuesta. Y no le quedaba claro que Morgana se la ofreciera, a sabiendas de que el liderazgo de la encapuchada no era de su agrado. 

Pero lo que tuviera que ser, sería. Quizá Morgana confirmara la existencia de problemas y la naturaleza de los mismos. Quizá no. Quizá algún día formarían una auténtica comunidad en la que los unos confiaran en los otros. Quizá no. El futuro era una incógnita que debían trabajar en el presente para despejarla, similar a la niebla que,perezosa y pegajosa, se mantenía a ras de suelo. 

-¿Hacia dónde Morgana? -preguntó-. ¿Y puedo hacerte una pregunta? ¿Dónde aprendiste español?

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05/06/2019, 17:06
Morgana Whiterocks

A ese deje travieso de Gonzo, Morgana respondió con un gesto silencioso enseñando y levantando el dedo corazón de su mano derecha, mientras su boca formaba una muda expresión hacia él –“Que te den, mamón”, a la vez que le correspondía con una sonrisa ladeada.  Pero cuando se giró y le dio la espalda caminando hacia el interior de “El Barrio”, su mano izquierda al costado de sus caderas le hizo la señal de “vale, de acuerdo”, con el pulgar alzado.

Se le acercó Cass. Morga estrechó la mirada observando la calle frente a ellos.

-Se prepara una puta fiesta –Se inclino un poco de lado hacia ella, hasta casi tocarse mejilla con mejilla. O mejilla con capucha. Sus facciones se vieron ensuciadas por una torva sonrisa-  Con fuegos artificiales. Me da en el coño que estamos invitados - un murmullo lo suficientemente alto como para que pudiera escucharlo todo el grupito.

Anduvo unos pasos, sin responder de inmediato a Daniel, una pregunta recurrente estos últimos días. Se pasó la lengua por el interior de los labios, dio media vuelta hacia sus compañeros- Vamos primero a la clínica de Nicolás -se reajustó los guantes, sus labios dibujaron una sonrisa cínica cuando miró al chico- Claro, Daniel, no te voy a hostiar por preguntar. Lo aprendí en buena parte en el puto y jodido cuerpo de marines. Y la otra por aquí y por allá -contestó sin ofrecer más detalles.

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06/06/2019, 00:32
Trish

Durante aquella conversación en un idioma que desconocía Trish cambió el peso de pierna, esperando. No la movía esa impaciencia de quien no es capaz de quedarse en el sitio, sino la expectación de quien sabe que le espera una sorpresa, o de quien se ha citado con un viejo amigo. En cierto modo agradeció no entender lo que se estaba diciendo. Quizá hablaban de lo que había pasado. Quizá Morgana le estaba contando lo de Nick.

Con ese pensamiento la mirada de Trish se volvió un poco más gris, aunque aún así le dedicó una pequeña sonrisa a Gonzo y un gesto de la mano cuando este los dejó pasar. Siguió caminando, y al oír la respuesta que Morgana daba a las preocupaciones de los otros miró al frente. Lo cierto era que Trish no tenía ni idea de si con lo de esa fiesta Morgana estaba hablando con su habitual sarcasmo para decir que lo que pasaba no era de la incumbencia de los presentes, si estaba planteando que quizá la Comunidad sufriera un ataque como el de los Titans o qué estaba diciendo. Supuso, sin embargo, que si llegaba el momento en que fuera importante daría más detalles, y no preguntó.

—Yo prefiero ir directamente a ver a Anabela —dijo al final, echando un vistazo alrededor. Había estado varias veces allí, pero no sabía dónde encontrarla—. Porque supongo que en principio en la clínica no estarán ni ella ni la otra chica, ¿no?

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06/06/2019, 19:56
Cassandra (Cass)

Cassandra mantuvo su posición mientras la ex militar se acercaba para contestarle, sintió su cálido aliento abriéndose paso a través de la tela más fina de la capucha interior y entrecerró los ojos con su explicación socarrona. Había veces que la manía de Morgana de hablar de aquella forma críptica la sacaba de sus casillas, pero era lo que había, le echó una mirada fugaz y por las caras que había visto supuso que se refería a que se avecinaban tiempos duros, para todos.

-Pues qué puta suerte. -fue la contestación que salió en un susurro de entre sus dientes apenas abiertos.

Metió una mano en el bolsillo mientras la otra seguía asiendo la correa de la mochila y continuó andando, tras la estela del grupo, a ella le daba igual donde iban primero.

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06/06/2019, 20:42
Morgana Whiterocks

-Tenemos que acompañar a tu hermana a ver a Nicolás -insistió Morgana- Luego tú y yo visitaremos a la mandamás. Después que cada cual vaya donde le salga de los putos huevos. 

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09/06/2019, 20:24
Robin

Robin avanzó con el grupo, intentando pasar desapercibido, casi casi solo le faltaba dejar de respirar para desaparecer. Esa idea ganó fuerza en sus pensamientos e instintivamente enlazó su mirada al cogote de su amiga movido por la certeza y la curiosidad de que la única persona que podía cumplir ese deseo era ella. 

Aunque a decir verdad, Trish siempre aparecía; mientras que él, quería omitirse de la realidad. Y para ello, bastaba el almacén del Morris y la tranquilidad que le aguardaba ahí junto las papas y las conservas. 

Respiró de pronto al darse cuenta que se había embobado tanto que había olvidado soltar el aire, tomando una profunda bocanada de aire que empezó algo sonora pero tan pronto se oyó cortó la intensidad para no llevarse ojos sobre sí mismo. En vez de ello, se unió a la atención que Morgana despertaba en el grupo y se enganchó al presente con la pregunta de Daniel sobre el español.

Le supo mal no haber detectado por sí mismo de qué idioma se trataba, más cuando su padre había tenido algún alumno de por esa zona en Unhood pero ello no le impidió anotar rápidamente en su cabeza el nombre de ese idioma tan delicioso que incluso en Morgana parecía hecho de azúcar. 

Le fascinaba esa doble cara de la exmilitar y a pesar del corte de antes, se alegraba de poder verla en ambiente que de algún modo era suyo, con un poco de suerte seguiría aprendiendo aquellas cosas que Nate sabía y que le harían desear cambiar más guardias para seguir cerca de la filosofía. 

- A Cass la puedo acompañar yo - se ofreció con poca convicción, asumiendo que había lago malo en el mero hecho de ofrecerse-. Que de hecho ya venía para eso - corrigió un poco su actitud-.

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09/06/2019, 23:41
Trish

Trish asintió ante la respuesta de Morgana. Desde luego, esperaba que no se refiriese a acompañar a Cass durante el chequeo y todo lo demás. Si le preguntasen a ella, aquella revisión ni siquiera tenía sentido. Era algo a lo que Cassandra se había comprometido cuando fingía que lo que le pasaba eran ataques epilépticos... Y eso ya había quedado atrás. Además, no había nada que el médico pudiera decir o preguntar para lo que se considerase imprescindible: cualquier cosa se la podrían contar los otros después.

Al oír a Robin la chica de pelo azul le dedicó un asentimiento y una sonrisa.

—Gracias —enunció, con la expectación que sentía por lo que había ido a hacer ella creciendo cada vez más.

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10/06/2019, 10:03
Morgana Whiterocks

Comenzaba el movimiento en las calles. Si se cruzaban con alguien que conociese, Morga saludaba de forma breve. El día se estaba despejando pero el frío se mantenía en ese avance insistente de adelantar el invierno. Reflexionó durante el trayecto en la nueva información proporcionada por Gonzo y en cuáles deberían ser sus próximos pasos. Se mordisqueó el interior de los labios en ese acostumbrado tic suyo.

-A Cass la acompañamos todos. Y tú vienes para ver si Nicolás te quiere dar las putas clases prácticas que necesitas. ¿Sí? ¿No? Decídete, pecoso. No está de más que presente a un colega a mis otros “colegas”. Hay que socializar, ¿no? –añadió con sarcasmo. *

Su humor mejoraba.

Notas de juego

*Aunque después de tanto tiempo es posible que se conozcan. En tal caso, diría que no está de más saludar.

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10/06/2019, 17:43
Daniel Green

Daniel se mantuvo al margen de la logísitica organizada por Morgana y de hacer comentario alguno. Su vista recorría las calles, las manzanas, las casas. Cada ángulo, cada farola, cada grafiti, haciéndose un mapa mental del lugar por si había que salir rápido de allí en algún momento del presente o del futuro.

Con el último comentario de la exmarine quedaba claro que todos irían en manada acompañando a Cassandra y que sus intenciones después eran visitar a la que definía como mandamás. Algo interesante sin duda.

-Vamos, Robin, dile que sí -casi le susurró cuando Morgana casi el exigió una respuesta, acompañando su invitación con una sonrisa y un asentimiento de cabeza. Un par de pasos y alcanzó a Trish-. ¿Quién es Anabela?

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11/06/2019, 00:28
Narradora

Y así fue como el grupo de viajeros del Morris comenzó a moverse por aquella calle ancha en la dirección del río. Sin embargo, apenas habían avanzado algunas decenas de metros cuando Morgana les guió hacia la derecha por una calle más estrecha. 

No tuvieron que caminar mucho más para llegar al lugar donde Nicolás tenía su consulta. El sitio había sido en otros tiempos un supermercado de descuento, a juzgar por las enormes letras que todavía se mantenían sobre la fachada: «9_ c RU_H». Se notaba que faltaban un par por los huecos, pero las que aún quedaban tenían la bandera americana dibujada sobre ellas, deslucida y casi sin color, pero aún reconocible como un eco de otros tiempos en los que aún esos símbolos significaban algo. 

Las cristaleras del antiguo supermercado habían sido tapadas en su mayor parte con una pintura gris que sólo dejaba libre la parte de arriba. Seguramente en un inicio ese hueco existía para que entrase algo de luz al interior, pero con el paso del tiempo el polvo lo había cubierto y opacado, como había hecho con el resto de aquella ciudad cuyo brillo era tan sólo un destello lejano en algunas memorias. 

La puerta estaba abierta y daba a lo que parecía ser la sala de espera. Distintas sillas se habían colocado en hilera cubriendo el interior de la cristalera pintada de gris y la pared de enfrente, que parecía de conglomerado y tenía toda la pinta de haber sido un añadido al edificio original. En esas sillas había dos personas sentadas, una mujer cerca de la puerta y un hombre dando la espalda al cristal. Junto a él había una niña pequeña que estaba de rodillas en el suelo, usando el asiento de una de las sillas como mesa. 

La primera era una joven muy hermosa. Debía tener un par de años más que Daniel. Llevaba el pelo largo y liso, sus cabellos eran muy oscuros y finos. Los ojos almendrados y los labios gruesos destacaban en un rostro capaz de hacer perder la cabeza. Cuando la comitiva entró en la consulta tenía la mirada perdida en un punto indefinido del aire, pero su expresión de aburrimiento enseguida se vio reemplazada por un brillo de curiosidad mientras los observaba pasar uno a uno. 

El hombre era alto y de hombros anchos. Debía rondar la edad de Morgana y parecía fuerte. Tenía las cejas pobladas y una espesa barba. Al ver a los recién llegados una de sus manos se colocó en el hombro de la niña en un gesto protector. Sus ojos se entrecerraron, inquisitivos, y sus dedos acariciaron el aro que pendía de su lóbulo. 

La niña no debía tener más de cinco años. Tenía un ligero aire de semejanza con el hombre, aunque su piel era más oscura que la de él y a todas luces parecía mestiza. Llevaba el pelo bien peinado, recogido en dos pompones esponjosos sobre su cabeza, y un jersey de un vivo color rojo. Sobre la silla tenía varios cubos de madera pintados de distintos colores y parecía estar jugando con ellos. 

    

No había nadie más a la vista. En el lugar flotaba el olor característico del yodo, mezclado de una forma algo empalagosa con una vela aromática que alguien había dejado encendida en un rincón cercano a la puerta. A la izquierda había una abertura en esa pared improvisada tapada por una cortina de tela gruesa de colores que había conocido sin duda mejores tiempos pero que todavía hacía su función. Se oían voces al otro lado pero estaban lejos y hablaban en un tono demasiado comedido como para entender lo que decían desde allí. 

Morgana se movía por la consulta como por su casa y no se cortó a la hora de asomarse al otro lado de la cortina para saludar. Intercambió algunas palabras con Nicolás, explicándole lo que hacían Cass y Robin allí, y se oyeron algunas risas antes de que la exmilitar saliese de nuevo. El doctor había pedido que esperasen en la sala de espera por el momento y ahí fue donde el grupo se dividió. 

Robin y Cass se quedaron en la consulta, mientras que Morgana, Trish y Daniel continuaron el camino hacia el lugar donde estaban citados con Anabela.

Notas de juego

Robin y Cass salen de escena. Ojo con los destinatarios.