Partida Rol por web

Al día siguiente...

Se presentan de nuevo en la posada a la hora designada los dos gnomianos, y el semiorco. A estas horas la posada no está muy concurrida, y disponéis de tiempo...

La entrevista, llevada sobre todo por Nomberto y Adreim, es larga y exhaustiva para cada uno de los aspirantes a la nómina del SSR.

Luus Maari es un gnomiano más que viejo... es venerable. Se mantiene en buena forma, pero se nota la edad mucho. Su mano tiembla cuando sujeta la antorcha...

Rechaza la invitación a la copa que le hace Nomberto, para ver si le da al drinking...

Referencias no tiene. Preguntado por sus circunstancias personales, os cuenta una triste historia de progresiva caída en la pobreza, y la necesidad urgente de ayudar a su pobre hijo enfermo...

Parece un trabajador cabal, por necesidad, llevado por las circunstancias.

A las preguntas de Adreim acerca de su soltura en el manejo con las armas, sonríe, y se encoge de hombros... tampoco posee material.

Yo no he sido aventurero antes de ahora, señor -dice- y desgraciadamente sí que he llegado a pedir por un trozo de pan que llevar a la boca de mis hijos... necesito el dinero para poder pagar los cuidados de mi hijo, que está enfermo.

El otro gnomiano, Xuuan, es un señor mayor, pero no tanto como Luus. Se encuentra en buen estado de salud, y ante vosotros prepara una antorcha y la enciende, con calma, metódicamente.

La sostiene sin temblar, y realiza unos movimientos bruscos sin que se apague.

Cuando el bardo le acerca una copa y le invita a un vino, el Señor Xooxe la acepta amablemente y le da un pequeño sorbo, luego la deja en la mesa, y no la vuelve a tocar.

¿Y qué me decís? -inquiere Nomberto- ¿habeis trabajado alguna vez con alguien que pudiera darnos referencias veraces sobre vos? ¿cuál es vuestra experiencia profesional...?

Y el señor Xooxe inclina la cabeza, y acto seguido os entrega una carta, en donde viene una relación de trabajos hechos en su mayoría como jefe de almacén, durante muchos años... y los motivos que tiene para enrolarse en una aventura que podría acabar con su vida, sencillamente tiene la ambición de conseguir riquezas a las que nunca podría tener acceso, y acabar su vida gozando de los placeres y poderes que hasta ahora en su honesta vida de currante no ha podido conocer.

No sabe manejar un arma... podría defenderse con un garrote , o un cuchillo. En defensa propia.

Os dice que la costumbre es que el material necesario para el trabajo corra a cuenta del empleador, con toda tranquilidad. Ni ha sido aventurero, ni ha mendigado en la calle.

El último es Kroom, el semiorco. Es joven y fuerte, de mirada directa y gesto decidido, casi cruel.

Enciende deprisa la antorcha, tanto que se le cae el yesquero al suelo. Se mueve con rapidez por la habitación con la antorcha, pero casi se le caen unas gotas de resina fundida sobre una de las mesas.

Mira sin pestañear a Nomberto:

“no bebo ahora que me entrevistas, patrón, pero sí que me gusta tomar un aguardiente antes de irme a dormir”

Lo dice rápido, como si se lo supiera.

No tiene referencias... parece incluso sorprendido de la idea. Ante la pregunta acerca de las razones para enrolarse, dice con convicción: el tesoro

No hace falta que le preguntes por las armas, pues puedes ver los extremos forrados de cuero de las empuñaduras de dos espadas cortas... sencillas, y gastadas.

Ya he sido aventurero- dice -he vivido en el puerto de Zoa, y he sido marinero... en ese momento, durante un instante, quizá por los involuntarios recuerdos evocados, sonríe por una vez con sinceridad … y evidente crueldad.

Mendigar... ? Sí, claro... se encoge de hombros.

- Mmmm, - dice Nomberto, pensativo, en un aparte, a los demás. - Como simple portaantorchas, el señor Xuan Xosee daría el perfil que buscamos. Si, he estado pensando. Tengo una propuesta: me gustaría tomar al semiorco, Kroom, como allegado, ya sabéis cómo son las normas en estos casos. Iría pagandose sus cosas, no le pagaríamos nada de sueldo, pero tendría derecho a media parte. Desde luego tendría que jurar... ¿Os parece bién? Lo tomaría como allegado bajo mi responsabilidad, claro, allegado mío.

Ya reunidos el sindicato a deliberar, Nomberto dice que quiere tomar a Kroom como allegado y recomienda a Xuan como portantorchas.

Querido Nomberto, crees que el semiorco será de fiar? Dice haber sido marinero, pero no habrá sido pirata? Veo algo siniestro en él. Creo que si le dejáramos las monturas con el tesoro en sus manos, al volver no sabríamos nada de él. Y si le dejáramos hacer guardia, nos rebanaría el cuello a todos. Pero si tú te haces responsable de su comportamiento, no me opondré. Pero no le dejaré hacer guardias si no es con alguien.

Estoy de acuerdo con contratar a Xuan como portantorchas. Sin embargo, tendrá que ganarse la confianza como cualquiera. Su respuesta sobre su motivación no me ha entusiasmado, pero como ha sido un honrado trabajador, eso me tranquiliza. No me gusta que no sepa defenderse. Mas si no hay otra cosa, qué le vamos a hacer. Quizá le pueda enseñar a usar una espada.

La mañana es soleada y ligeramente fresca en las primeras horas del día... 

Después de días y días sin saber nada de él, aparece el elfo Arafel... os invita a acompañarle.

En el patio os espera otro elfo vestido de cuero y de aspecto salvaje. Tiene a su lado tres mulas del desierto de buen aspecto. Delgadas, peludas y de aspecto un tanto ajado, estas mulas tienen buena fama en el desierto: son resistentes y buenas andarinas. Por lo demás, tienen un caracter tan endemoniado como cualquier otra mula...

Arafel os lo presenta...

Este elfo tenía las mejores mulas que he podido encontrar, acaba de llegar a Dynaj. Me he pasado días y días buscando algún animal que mereciera la pena... pero nada. Por fin, mi suerte ha cambiado hoy. 

Dice que quiere unirse al grupo... pero mejor que os lo explique y se presente él mismo...

Y hace una seña al elfo

Nomberto dice, en un aparte, a Adreim: - Jefe, el semiorco ha estado en una alcantarilla. - Sonríe. - ¿Eso no os suena de algo?... Mi táctica sería la siguiente: dejamos que se confíe, le damos información falsa sobre a dónde vamos, para que su pandilla de vengativos semiorcos se pierda por el desierto, si, los que nos soltaron los perritos. Luego, una noche cualquiera, cuando regresemos tras dejar que nos ayude el idiota, nos lo cargamos lindamente... y a correr. Desde luego, no le pedimos que jure, eso nos obligaría... lo aceptamos a prueba. ¿Qué os parece? El otro, Xuan Xosé, seguramente sea un espía de Graznada, me parece demasiado perfecto. Pero, sabiendolo, también le podemos gastar alguna jugarreta ¿no?

A Nomberto, pasándole el brazo firme y blanco como el de una estatua de mármol.

Amigo mío, no sé cómo lo haces, pero te enteras de todo. Umm, me alegro enormemente de que seas un colega. Jejeje, haremos lo que dices. Creo que así podremos vengarnos y hacer respetar el nombre de los Saja y Raja. Nadie puede fastidiarnos mucho tiempo sin que sufra las consecuencias. Porque cada uno de nosotros es la pieza perfecta de un "enguarraje"... se dice así?

De momento nos conviene que piensen que hacemos lo que nos piden. Así que todos trataremos con respeto a estos tipos y les haremos currar de lo lindo también. Jejeje.

Más tarde llega Arafel con un nuevo condidato para el Sindicato.

Seas bienvenido, Arafel. Veo que el nombre de los Saja y Raja empieza a conocerse. Hola, elfo, mi nombre es Adreim, también conocido como el Felpo Lechoso. Soy el líder del Sindicato Saja y Raja. Si te ha traído nuestro amigo Arafel, tienes un voto muy grande de confianza. Así que dinos cual es tu nombre para que podamos dirigirnos a ti.

- Mi muy estimado amigo, - dice Nomberto. - Bienvenido... me llamo Norberto Cifuentes, del noble imperio de Kalamar. Si os recomienda Arafel el Asilvestrado, os recibo con los brazos abiertos, sin pestañear. Venga esa mano. Bienvenido al sindicato.

Al semiorco: - señor, vos y yo congeniamos. Me parece que somos seres de una catadura moral muy parecida. Me sentiría muy honrado si aceptarais, a prueba, venir con nosotros. Pero no en calidad de portaantorchas, sino como allegado mío, para luchar. Eso significa, qué duda cabe, una gran responsabilidad: entre otras cosas, que tendéis que haceros con el necesario equipo por vuestra cuenta. Pero tendréis derecho a media parte del tesoro que encontremos. Y todo el apoyo del Sindicato Saja Raja... publicidad, cerveza, chicas guapas...

 Alfred se encuentra muy incomodo en esta situación. Contratar empleados y hacer pactos esta fuera de lo que esta acostumbrado. Procura mantenerse en segundo plano atento a lo que pilla.

Mi muy estimado amigo, - dice Nomberto a Xuan Xosé -, teneis el puesto de portaantorchas. Vais a ganar... mmmh, la misión puede ser peligrosa. Dos piezas de plata al día, mas los gastos, mas un entierro digno de vos, mi querido gnomiano ,si es que os pasa algo. Por supuesto, de pasaros algo serio, daremos la paga correspondiente a vuestra familia, si nos indicais quiénes son. Tendréis una bonificación a especificar por comportamiento heróico.

A Kroom se lo lleva a parte y le dice... - vamos a unas tumbas muy antiguas, llenas de peligros. Para engañar a los posibles bandidos, diremos que vamos en la dirección contraria a la que vamos en realidad. - Y seguidamente lo hace, para evitarse mentir y tener que arriesgarse, despues de todo, está diciendo la verdad ¿no? Así pues, dice la dirección contraria también a Kroom. - Vamos por ahí... -. Todo con mucho secreto, con una mano en su hombro, familiarmente.

Tras haber permanecido en silencio desde mi gloriosa intervención, por fin parezco decidido a pronunciar algunas palabras:

Quisiera dar la bienvenida al grupo a los recién llegados, y felicitar a los señores Cifuentes e Isvaniel por su brillante desempeño en la contratación de los empleados - hago una pausa, sonrojándome un poco - labor en la que lamentablemente no tengo ninguna experiencia, como habéis podido ver, motivo por el que he decidido permanecer un poco ajeno a todo el proceso. Trataré de aportar algo más en ocasiones futuras...

Señores, estaba deseando tener una conversación con ustedes desde hace días, pero lamentablemente no había encontrado la ocasión - comienzo, en tono muy solemne.

He encontrado una cura para el mal que les aqueja!! - comienzo, entusiasmado - Aunque no será barata, económicamente podremos arreglarlo, yo conseguiré el dinero.

La cuestión principal es que se trata de un remedio complejo, complejísimo. El sacrificio del sacerdote es muy alto, y no estará dispuesto a hacerla sobre cualquiera. Exigirá que todo ese esfuerzo sea invertido en personas que vayan a hacer buen uso de él.

Seguramente bastará con un Juramento a los Dioses, algo relacionado a comprometerte con la causa del bien y algún detalle más, sin importancia, se lo aseguro - añado, con total sinceridad - Si están dispuestos a hacerlo deberíamos actuar de inmediato.

Señor Cifuentes..., confieso que me tiene preocupado. He notado que está comenzando a comportarse de una manera bastante extraña, como si estuviera afectado de alguna manera. No he notado nada más fuera de lugar, con excepción de la extraña conversación que mantuvimos. Me gustaría que me contestara con sinceridad si ha notado usted alguna influencia externa en su pensamiento, como si algo o alguien le sugiriera o impusiera determinadas acciones...

Incluso me pareció que ha tratado usted de drogarme echando algo en mi bebida... - añado, como si yo mismo no pudiera creerlo.

Me quedo escuchando las palabras del clérigo y cabeceo afirmativamente.

Estoy cada vez más interesado en abrazar la causa del bien. No será ningún problema para mí. Estar en la otra vida me ha hecho reflexionar y considerar mis valores... Por un momento parece que voy a seguir hablando, pero callo.

Contad conmigo, maese Arimindén. Hemos de ser libres lo antes posible. Nos queda poco tiempo para partir.