Partida Rol por web

Esta vez el comedor estaba libre de las mesas que separaban a los alumnos por casas dejando todo el espacio para el baile. Se habían pegado a las paredes del donde se había provisto todo tipo de dulces y alimentos para la festividad.

La decoración estaba compuesta por grandes calabazas repletas de caramelos, murciélagos, serpientes de agua y toda clase de adornos relacionados con Halloween.

Las velas decoraban la estancia con colores lúgubres que hacían vuestras sombras enormes. La sensación era digna de una película de terror, pero por fortuna no asustaba a nadie. Todo se había estudiado al detalle y daba una sensación de un clima digno de aquella fiesta en honor a los muertos.

En el lugar que correspondía al estrado de los profesores estaba una de las bandas más famosas del momento. "El Aquelarre mágico". Un grupo formado por cuatro mujeres de diferentes especies que incluía entre ellas a un elfo doméstico, un gnomo, una humana y una veela. Su música inundaba la sala donde poco a poco los alumnos de todas las casas y todos los cursos iban llegando. También habían asistido todos vuestros profesores, aunque el profesor Lupin seguía sin estar por allí.

- ¡Feliz Halloween a todos! - Decía la subdirectora Lovegood mientras los alumnos iban llegando. Bienvenidos a todos al Baile de Halloween. Hemos decidido que este año los alumnos de primero abran el baile, así que cuando hayan llegado todos será un buen momento para que empecemos. De momento la música está sonando, pero esperemos a todo el mundo para comenzar.

Iros acomodando y cogiendo las chucherías que queráis. Hoy es una noche de festividad y podréis acostaros tarde, pero recordad que mañana, aunque las clases empezarán un poco más tarde, todos debeis cumplir con ellas y asistir.

¡Poneos cómodos y a disfrutar y tened mucho cuidado con los chinchillos!

Dijo la profesora Lovegood mirando a todas partes como buscando a esa criatura de la que ninguno habíais oído hablar, aunque los que conocíais a Luna ya estabáis acostumbrados a sus excentricidades.

Diana entró en el comedor disfrazada de vampira, la verdad es que Eli había echo un buen trabajo, el disfraz no era original pero la niña estaba encantada. Eli no sólo se había preocupado en coser sus disfraces, sino que encima la había maquillado y peinado. Ojala se hubiera traído la cámara de fotos para que sus hermanas pudieran ver lo chulo que estaba el colegio y lo bien disfrazados que iban todos sus compañeros de Gryfindor.

La clase de Grifindor en peso se había presentado, pero no contentos con eso, habían llegado disfrazados para la ocasión. la invitación a ir con "sus mejores galas" se la habían tomado muy muy en serio, pero a su modo.

Los vampiros, elegantes y distinquidos, avanzaban impecables. Los ojos de Diana brillaban mientras que Noah lo observa todo con cierto aire de distancia, lo cual que su cortesía parezca gélida.

Perfectos vampiros

Detrás llegaban dos leones vestidos de faraones egipcios. Multitud de avalorios y su forma de andar, demostraban su estatus. Joey sonreía con una pose radiante, como si ser el centro de la atención estuviese en su naturaleza. Un verdadero hijo de un dios. Tábata, por su parte, miraba a su alrededor con aire distante, como si nada de estaba pasando fuese digno de ella

Por último, llegan los Zombies Piratas, Eli y Nico. La primera tirando del segundo. No necesitan descripción más que la imagen...

Una forma única de entender ir "con sus mejores galas"

Colin llegó y vio como algunos alumnos iban disfrazados. Los de Gryffindor por ejemplo iban de vampiros, momias y zombies piratas. En cambio, él, iba mudado con un traje que le regaló su padre para las ocasiones especiales. La verdad es que a Colin no le gustaba disfrazarse por eso iba así.

Gwen llegó al Gran Comedor disfrazada de zombi acompañada por Perry, que también había decidido disfrazarse de lo mismo que su compañera. Ambos estaban muy bien caracterizados, sobretodo por el maquillaje, cuyas heridas ficticias resultaban desagradables, que era precisamente el objetivo de Gwen.

¡Ala!, ¡qué bonito tienen decorado todo esto!, ¡mola eh! - dije a Selena.

Por cierto, estás muy guapa y lista para tal ocasión.

Perry llegó al baile acompañado de una niña zombie (Gwen) de lo más espectacular. La escena era bizarra pero muy divertida.Él  no llegaba disfrazado, sino con ropas comunes aunque algo más elegantes que de costumbre. Sin embargo lleva caracterizado un mordisco en el cuello, como si Gwen, poseida por la sed de carne y sangre, le hubiera dado un bocado infectándole con la terrible epidemia zombie. Pronto, él pasaría a ser un zombie como ella, ya no había forma de escapar a su destino. Esperaba poder bailar con Gwen aún como humano.

Perry saludó a Collin, Marcus, y al resto de los compañeros de las otras casa. Estaban espectaculares con sus drisfraces. Así sí le gustaba la fiesta de de Halloween.

Arthur fue de los primeros Slytherin en llegar. El Gran comedor mostraba su faceta más siniestra conservando el toque de distinción que caracterizaba a la escuela. Le gustó la decoración... pero sin duda la sorpresa se la dieron los propios estudiantes.

Por allí pudo ver a varios de los alumnos de otras casas disfrazados de criaturas que poblaban las historias de terror muggles. No pudo evitar reír por la ocurrencia. Él jamás habría pensado en festejar de aquella manera la noche, como demostraba su traje de gala. Ligeramente opulento pero no muy original. Había vivido una buena temporada entre muggles, pero no estaba acostumbrado a esas fiestas suyas.

Una pareja de lo que parecían faraones momificados se cruzaron delante suyo mientras se dirigía a uno de los flancos donde se extendían las mesas dispuestas con los aperitivos y golosinas más llamativos y suculentos (si bien el dulce no le atraía en exceso). Los miró con una sonrisa aparentemente formal antes de llegar junto a una de las mesas y servirse un poco de zumo que parecía sangre auténtica. Era tomate y algún tipo de fruta tropical. Sabroso.

Aquello pintaba ser entretenido...

Eli sonrió al ver más zombies y vampiros en la habitación. ¿habrían también esqueletos, momias, brujas deformes, hombres lobos o criaturas de ensueño. 

¿Ellos habrían estado también haciendo sus disfraces durante varios días, o ya los tendrían desde antes? Bueno, no importaba, sus espadas de cartón hechas por ella misma molaban más ^^

- ¡Niko! Menos mal que al final viniste ¿he? - está arrastrando de él. Cualquiera que los viese se plantearía sinceramente si el muchacho ha acudido de forma voluntaria - ¿Qué te apetece hacer?

Niko parecía no tener fuerzas para moverse, el estar ya solo de mano con Eli le hacía ponerse rojo bajo aquella capa de maquillaje que entre ella y DIana le habían puesto... pero era la noche de disfrazes... tenía que hacerlo para no decepcionar mas a sus compañeros.

-Pues... somos zombis... habrá que buscar cerebros ¿no?- sonrió a Eli de manera timida mientras comenzaba a avanzar mas al ritmo de la joven leona, aunque eso era imposible ella misma era una fiesta y luego estaba la real. Entonces se subió a una mesa, en un ataque de euforía extraña y ademas con los ojos cerrados lo que casi le cuesta un buen golpe y alzó su espada al grito de-¡¡Arrrrr!! ¡dadnos vuestros cerebros criaturas de agua dulce u os aremos pasar por la quilla para recogerlos de vuestros restros!

Llego y me coloco al lado de mi acompañante, observo a Nikolay y ladeo la cabeza.

No puedo entregarte una vida que no muere. No puedo entregarte un cerebro que no vive. No puedo entregarte un corazón que no poseo.

Sonrío tranquilamente y miro de soslayo a Diana.

Joey y Bart entraron en el gran comedor y cerraron las puertas tras ellos. Descansaron su cuerpo sobre las mismas puertas y observaron aquel despliegue en cuanto a decoración y puesta a punto. Ambos se miraron con cara de pillos y rieron a la par. Todo esto estaba delante de ellos y tenían en sus manos la oportunidad de animar la fiesta mucho más.

No sabían por dónde empezar y excitados y emocionados hacían más ruido del que deberían. Oyeron pasos fuera y corrieron a esconderse debajo de una de las mesas, sin embargo esos pasos nunca llegaron a abrir las puertas del gran comedor.

Cinco minutos más tarde salían de debajo y sacaban las bolsas con los dulces de broma.

-Toma, dijo Bart…tú coloca los bombones de desmayo y yo las pastillas vomitivas y sangranarices.

-No…replicó Joey…al revés. Yo pongo eso y tú las de desmayo. Sabía que su hermano se la quería jugar por lo que se negó en seco.

Tras un par de minutos de discusión, ambos gemelos con la sonrisa en el rostro y con risa contenida esparcieron los bombones, dulces y caramelos por las diferentes mesas del gran comedor. Joey se estuvo fijando cómo eran los bombones, caramelos y dulces para evitar cogerlos una vez la fiesta empezara, si es que se acordaba.

Incluso disimuló haciendo como que dejaba una pastilla vomitiva en un sitio y después la cambió de sitio, para que su hermano Bart no se diese cuenta y fuese también una víctima del engaño.

Dos minutos después estaban colocadas 2 turrones sangranarices, 4 pastillas vomitivas y 6 bombones de desmayo en las diferentes bandejas y mesas del gran comedor. Joey intentó sobretodo ponerlas al lado de las bebidas, pues sería dónde seguramente la gente cogiese comida al coger una bebida.

Ambos gemelos chocaron las manos al concluir su travesura y riendo a carcajada limpia salieron del gran comedor.

Todo estaba preparado para ser una fiesta inolvidable.

Joey entró junto a sus compañeros de Griffindor vestido de momia. Entró exultante y orgulloso de los disfraces que Eli se había currado. Iba enjoyado y perfectamente caracterizado y saludó como un faraón a sus súbditos al entrar en el gran comedor y ver que ya había gente en el lugar.

-La maldición de Amenhotep III ha caído sobre este lugar. Anunció. El dios Rá os libre de la eterna oscuridad. Las momias de Akhenatón y Nefertiti se han levantado. Sufriréis el mal por vuestros pecados. Muhahaha. Rió descarada y exageradamente.

Cuando vió a Niko subirse a una mesa y solicitar los cerebros de los presentes, Joey se señaló las fosas nasales y poniendo cara de pena dijo:

-A mí me lo sacaron por aquí hará cientos de años. Pero puedes probar por ahí. Señaló hacia dónde se encontraban algunos miembros de la casa Slycerin. Total...para lo que lo usan.

Seguidamente se acercó a una de las mesas y observó y dudó, pero finalmente cogió uno de los dulces. Los observó minuciosamente y tras estar seguro, se lo llevó a la boca.

-Uhmmm....están buenísimos.

Selena llegó con Marcus al comedor. Todo estaba estupendamente decorado y había mucha gente disfrazada.

-Gracias, Marcus. Respondió a las palabras de este. -Yo también tengo un disfraz, pero lo tengo guardado para luego. Le dijo al ver su traje.

De pronto alguien vestido de zombie pirata subió a una mesa e inquirió cerebros para comer.

Se sobresaltó. Seguramente por el golpe con la mesa. Esperaba que la asustaran, pero no se esperaba eso.

Me quedé en la entrada, viendo como todos esos imbéciles fingían ser seres mosntruosos

Si supieran lo que son de verdad no les parecería tan divertido -pensé mientras empezaba a cabrearme por el poco respeto que le daban a esas criaturas- pero seguro que después aparece un licántropo o un monstruo y huyen como imbéciles.

Vestía una túnica de gala negra con ribetes en plateado, una camisa blanca y una corbata negra con líneas inclinadas de color plateado. 

Decidí quedarme cerca de la entrada para esperar ahí a Daphne, mientras no dejaba de observar a esos que se dedicaban a disfrazarse y hacerse pasar por monstruos.

Parecía que no entendían que no era nada divertido lo que hacían- Mucha gente había muerto enfrentándose a esos seres para que ellos vivieran algo más tranquilos y ahora les rinden un homenaje. Estúpidos.

Morpho se adentró en el Gran Comedor y empezó a contemplar la decoración de Halloween.

Lo mejor de todo era que la gente había perdido el sentido del ridículo, así que empezó a contener la risa y avanzó para situarse junto a la muchedumbre y ver si había alguien de su casa.

Saludó a Arthur...

Bonitos ropajes - le dije.

Llegué al Gran Comedor y me fije en principio en la decoración:

No está nada mal 

Pero mis ojos se fijaron de lo que iban disfrazados algunos alumnos de otras casas.

Cada día están peor, venir así a un baile de gala - digo mientras me río.