Partida Rol por web

Gwendolin asintió con la cabeza en señal de agradecimiento a Eli, mientras le dedicaba una mirada desagradable a Joey, ahora entendía porque a casi todo el mundo le caía mal. Era muy gallito además de escandaloso... todo el mundo sabía que Gryfifindor terminaría aquel año en el mismo lugar que el anterior... el último, pero si el chico era feliz así, lo dejaría estar. Además le estaban permitiendo ensayar con ellos y ella aparte de educada era una chica agradecida.

- Vition Apperture- dijo tras memorizar los movimientos que había visto realizar a Eli antes de que apagara la luz. Pero en aquella ocasión el conjuro salió... la pelirroja sonrió satisfecha.

La Clase de Transformaciones es una de las clases obligatorias de segundo año que se encuentra en la planta baja junto al gran comedor, la asignatura la imparte la profesora Bastet, una extraña mujer felina.

Transformaciones consiste en cambiar las propiedades de alguna criatura, cosa o condición.

Este tipo de conjuros son muy útiles en situaciones de necesidad y muchas veces se usan en momentos de la vida cotidiana.

Amon entró el primero en el aula, y no veía nada, siguió con torpeza lo que supuso que eran los ojos de la profesora, tropezándose ligeramente, pues la oscuridad lo envolvía todo. Esa profesora, como la de Artes quiméricas o la de Encantamientos le producían escalofríos, más criaturas mágicas que humanos, era algo... espeluznante para el joven mago.
Cuando la sala se iluminó, Amon dio gracias por poder ver de nuevo, aunque al ver a la profesora no sabía si sería bueno o malo.

Atendió a la explicación de la profesora, pero cuando apagó la luz de nuevo se quedó paralizado.

-Si hacemos ese movimiento de varita podemos sacarnos un ojo -dijo con cuidado y procedió a imitar el movimiento con cuidado de no dar a ninguno de sus compañeros- Vition Apperture -pronunció con claridad y el hechizo funcionó, consiguiendo ver a sus compañeros hacer movimientos de varita. Una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro.

Cuando entró acompañada de Mircea, se paró en seco durante un segundo.

-¿No hay luz?-preguntó en voz baja agarrando a Mircea de la manga de la túnica. Entró casi a trompicones con miedo de darse el guantazo del día contra un pupitre pero la oscuridad se convertía en penumbra a medida que avanzaban hasta distinguir un par de iris brillantes que poco después se pronuciaron.

-Cuidado Mircea... ¡ay! - había cuasipisado algo o alguien no lo sabía- lo siento- se apresuró a decir a la oscuridad que le rodeaba.

Poco después la sala se iluminó y la felina profesora les dio la bienvenida enseñándoles un conjuro en el que giraba la varita para luego tocarse el entrecejo con la punta.

Penumbra, no oscuridad. Se recordó mentalmente, después repitió el gesto varias veces, con mucho cuidado, calculando donde dar con la varita no fuera que se sacara un ojo.

-Vition Apperture-musitó dándose con la varita tras el gesto. El efecto inmediato no se notó, puesto que la profesora les había sumido en la más absoluta oscuridad al apagar la vela así que esperó a que volviera a encender alguna lucecilla.

Durante el trayecto con Daphne, Mircea se quedó pensando en qué podía haber despistado a Oliver y qué fuerza de causa mayor podía haberle apartado de una comida. Al menos esperaba verle en clase.

Pero no, en clase no le vio, ni a él ni a nadie. No podía saber si eran los primeros o los últimos en llegar.

No pasa nada, susurró a su amiga. Y cuando la chica le agarró de la manga, él la sujetó del antebrazo. Sabía lo patosa que era la chica a la luz del día... No quería que le acabara culpando si se caía y se volvía a romper la nariz.

Auh, se quejó el chico cuando recibió un pisotón.

Veía la utilidad al hechizo, aunque fuera una pena que no se les enseñara el adecuado para poder ver en completa oscuridad. Al fin y al cabo en penumbra, el ojo se acababa acostumbrando si se le daba tiempo. Aquel conjuro lo único que hacía era hacer que la aclimatación de la pupila fuera instantánea.

El chico practicó el movimiento, acercando cada vez más la varita, o al menos lo suficiente que creía seguro dado la imposibilidad de ver el utensilio de más de 30cm. Pronunció las palabras mágicas, borrando de ellas todo rastro de acento.

Vition Apperture, susurró. Vio como la punta de su varita se iluminaba un instante y se apagaba. ¿Había funcionado? Estaba seguro de haber hecho el conjuro de forma correcta...

¡Vaya!, y ahora a oscuras. Bueno, así mejor, no veré la cara de muchos que no me apetecería ver ni en pintura.

De pronto, comenzó a venir la luz...

¡Ups!, casi me tropiezo con vosotros - dije a un par de alumnos de Hufflepuff.

Tras una breve explicación de la profesora, sabía que tendría que hacerlo realmente correcto, pues no se me daba bien su asignatura.Procedí a imitar sus movimientos, un tanto raros bajo mi punto de vista y pronuncié el conjuro:

¡Vition Apperture!

Al comprobar que no surgía efecto, empecé a ver los fantasmas del pasado...

Cuando entro a la sala, no veo nada. 

¿Qué pasa aquí?

Tras la explicación de la profesora, saco la varita y decido intentarlo.

Era así, así y así - repasando los movimientos.

Vition Apperture - digo con voz clara.

Parece que el hechizo surte efecto y le digo a Morpho y Amon.

Ya tenéis un nuevo conjuro para vuestras escapadas nocturnas

Cassius no solo llegó de los ultimos a la clase, si no que, ademas, no parecia muy atento en clase. Entró al lugar sin sus compañeros, y se puso apartado en una esquina, pensando, absorto en pensamientos, cuando la profesora menciono el conjuro. Ni siquiera sabia que debia hacer el conjuro, y miro a su alrededor, sin ver nada, y alzó la varita, moviendola en el aire, y se quedo callado, sin saber siquiera si le había salido el conjuro, o no.

¿En serio? Pregunto a James, sin siquiera verlo, acabando por quedarse quieto, a riesgo de tener que comenzar a palpar el aire en busca de alguien.

Ardeen llegó a clase y al verla a oscuras casi se da media vuelta en dirección al despacho de la profesora Bastet, pero algunos murmullos la hicieron acercarse. Cuando entró no vio nada así que fue a tientas hasta que tocó a alguien, no sabía a quién así que no dijo nada.

La profesora iluminó la sala levemente y aprovechó para buscar a Mir y a Daph, cuando localizó al primero fue hasta allí y se colocó tras ellos. Escuchó las indicaciones de la profesora y esperó a ver cómo lo hacían sus compañeros antes de probar ella. 

Vition Apperture- dijo convencida, moviendo los brazos como había hecho Mir. Y su varita se iluminó. Se alegró tanto que abrazó a Daph y a Mir. Qué bien, por fin me ha salido un conjuro a la pirmera.

Sam llegó a la clase y se quedó quieta por la falta de luz. Entrecerró los ojos mientras escuchaba cómo los alumnos iban tropezando unos con otros o con las cosas que había en el aula. Sam entró y dio un paso a la derecha para alejarse la entrada, pero quedándose allí.

Cuando la profesora iluminó la clase con su varita y empezó a hablar, Sam aprovechó para acercarse y situarse junto a sus compañeros. Observó como la profesora hacía el gesto y apagaba la luz. Dio un paso atrás para evitar pisotones y, al ver cómo se iluminaban las varitas de sus compañeros, hizo lo propio.

Vition Apperture y su varita emitió el brillo que esperaba.

La chica llegó corriendo y con la mochila colgando de un brazo. Pero, al entrar en clase y verla a oscuras, emitió un leve grito de sorpresa. La mochila se cayó al suelo y a ella no le había dado tiempo a frenar...

Pisó la mochila y cayó al suelo, dándose un buen golpe.

Ai... empezó a quejarse cuando la profesora encendió la varita. Sara esperó en el suelo a que fuera a ayudarla alguien, pero todo el mundo estaba pendiente de la profesora. Se levantó como pudo y se sacudió el uniforme, que se había llenado de polvo.

MIró a la profesora cómo movía la varita y se agachó para buscar la suya en la mochila cuando la varita se apagó.

¡Que no veo! pensó angustiada mientras rebuscaba en la mochila, cada vez con más ansiedad, al escuchar cómo a sus compañeros les salía el conjuro.

Encontró la varita justo a tiempo y se levantó. ¡Bien! ¡Vition Apperture! gritó emocionada. Y, aunque parecía que no iba a prender ni una chispa, una pequeña luz salió de su varita.

Oliver llegó con tanta prisa que casi se cae de boca al suelo, al ver que todo estaba a oscuras. Apenas tuvo tiempo para frenarse en seco, al ver que casi se come de lleno uno de los pupitres. Ver aquellas dos pupilas en la oscuridad le sobresaltó, pero en cuanto reconoció a la profesora, supuso que aquello tendría que ver con lo que aprenderían aquel día.

-¿Y esto? - susurró a sus amigos, cogiendo aire, mientras ponía oído a lo que decía la profesora, alucinado con toda aquella oscuridad. Y, como pudo, acabó por colocarse dónde básicamente más le apeteció, ya que con aquella oscuridad era imposible pararse a elegir mesa. Y, en cuanto la profesora les mostró aquel conjuro, Oliver sacó su varita, imitando a la perfección aquellos mismos movimientos y aquellas mismas palabras que había escuchado segundos antes:

-Vition Apperture... -dijo, y su rostro reapareció de entre la penumbra, iluminando la sonrisa que había aparecido en el. Lo había conseguido.

A pesar de que la mayoría habían resuelto el conjuro sin problemas seguían sin poder ver nada. Como la profesora había comentado ese conjuro no serviría de nada mientras no hubiese un mínimo foco de luz. Y cuando la profesora había apagado la varita ya nada ni nadie se veía en aquella estancia.

Los alumnos fueron uno a uno lanzando el conjuro que la profesora había explicado antes de volver a dejarles a oscuras. Y cuando la clase había terminado, un nuevo pequeño foco de luz salió de la varita de Bastet.  Todos aquellos cuyo conjuro había sido un éxito pudieron ver que junto a ellos había una pequeña caja de ranas de chocolate con sus respectivos cromos. Los que podais ver la cajita tomadla entre vuestras manos y abridla. Si podéis ver con esta luz tan tenue seguro que sois capaces de tomar la rana de chocolate. Dijo mientras veía como todos lo conseguían a excepción de Morpho.

Después la profesora miró a James y volvió a hablar. Tened cuidado con este conjuro,  si os veis expuestos a una fuente de luz normal o más agresiva mientras lo estais utilizando, os quedaréis un tiempo aturdidos, igual que si os hubiera alcanzado un flámatte. Así que, sed cuidadosos, porque podría ser un poco peligroso si no lo usais bien. El conjuro durará unas cuantas horas, pero podréis finalizarlo en cuanto lo deseeis. Y si por cualquier razón perdéis la concentración, éste también desaparecerá.

Luego se acercó a Mircea para contemplar lo bien que ella veía en la oscuridad, pues había sido capaz de ver la segunda caja de ranas de chocolate que había unos metros más allá. ¡Vaya Mircea, 50 puntos más para ti! ¡Como se nota que has estudiado este año en casa! Dijo mientras sus bigotes y su boca dibujaban una amplia sonrisa. ¡Estoy muy orgullosa de ti!

En cuanto a los demás, 10 puntos para cada uno de vosotros, excepto para Morpho. A ti te veo en mi despacho el sábado antes de comer, que parece que no has estudiado nada durante este verano. Dijo mientras recogía las cajas de los que no habían logrado realizar el conjuro y luego, lentamente iba haciendo aparecer unas velas que iluminaban tenuemente la sala, para que todo el mundo pudiera ver.

Estúpida profesora, claro que no he podido estudiar nada, solo cuando mi padre me dejaba por ciertos motivos que no le pienso contar a usted - pensé. No lo dije en voz alta porque no quería ser castigado.

Antes de salir pedí ayuda por si alguien podría enseñarme de nuevo el conjuro.

¿Me podéis enseñar este hechizo?, no quisiera tener que ir a la recuperación final.  

Yo te ayudo, pero tengo que aprender el hechizo de la anterior clase por lo que tengo que ir a clase de duelo. Amon se ofreció a ayudarme, si quieres podemos ir a clase de duelo y volvemos o ya que estamos aquí, te ayudamos pero con la condición de que me ayudéis a mí - digo aún algo molesto al no recibir ninguna ayuda cuando lo pedí en la anterior clase.

Amon cogió la caja de ranas de chocolate y la guardó en el bolsillo para más adelante. Escuchó lo que decía la profesora y luego lo que decían Morpho y James- Exacto, vayamos al aula de Duelo en el que estuvimos y, con suerte, habrá algo de tierra aún para que se pueda practicar el hechizo, y allí también te enseñamos éste conjuro.

Amon esbozó una sonrisa y se giró al resto de compañeros, de ambas casas- vamos a ir al aula de Duelo a practicar hechizos, ¿quién más viene?

Con un poco de suerte, este año nadie tendrá que ir a las recuperaciones finales... Aunque el año pasado no fue tan mal con estos ¿No? Se encoje de hombros, cuando la luz se hizo en el aula, mirando a su alrededor.

Vamos a la clase de duelo, vamos a sacar ese conjuro, James. Te dejaré que vuelvas a intentarlo conmigo. Emite una pequeña sonrisa, situandose junto a él, asintiendo con la cabeza. Y mejor los practicamos todos alli, asi entramos en calor. Entonces el chaval cayó en algunas de sus ideas para las clases de duelo con los Ravenclaw y los Gryffindor. Podrian practicarlas ahora mismo.

Tenemos que hablar sobre las clases de duelo, unas cosas que quiero... probar... despues de practicar los conjuros ¿que me decis? Susurró a sus compañeros de clase, haciendo un gesto con la cabeza en dirección a la puerta.

Se disponia a marcharse, cuando Amon invito a los Huffies a venir. Ahora no sabia si podria practicar mis estrategias con ellos, no queria que les dieran el chivatazo a los gatos o las aguilas. Si venia alguien que no fuera de su plena confianza, deberia retrasar estas "practicas"