Partida Rol por web

Gwen, entró en el dormitorio, dio de comer a Serezade, se puso el pijama y se metió en la cama, pero como no tenía sueño cogió el libro gruñón que había sacado de la biblioteca. Aquel ejemplar más que un libro parecía un animal rabioso, peor como la bibliotecaria le había dicho lo que tenía que hacer para poder leerlo, procedió a seguir las instrucciones.

Primero le acarició el lomo, cuando el libro ronroneó le quitó el nudo de la cuerda que lo sujetaba y acto seguido pudo abrirlo y leerlo.

Cuando Selena entró en la habitación, sus ojos de posaron en el libro que estaba leyendo Gwen. -Hey! Ese libro lo conozco! Dijo entusiasmada de que su compañera estuviera leyendo sobre criaturas.

-A mi al principio me daba miedo de que me mordiera, decía mientras se cambiaba la ropa y se ponía el pijama. -Pero al final te acostumbras. Por lo que veo tu no has tenido ningún problema. A mis primos se les escapó y casi se come un pinzón azul! Suerte que al final llegó mi abuela y lo paró a tiempo que sino... la bronca que les iba a caer! Contó entusiasmada.

-Que estás buscando? Más información sobre los hombres lobo? Preguntó curiosa una vez dejó de contar anécdotas.

Gwendolin miró con una ceja enarcada como Selena establecía conversación con ella.

- Pues es muy fácil, sólo hay que acariciarle el lomo y tener un poco de tacto, no le gusta que le acaricies los bordes de las hojas, le dan cosquillas, supongo que por eso atacó a tus primos... Sí, estaba mirando algo sobre lobos...- respondió no de muy buena gana.

La niña trepó des del final de su cama hasta llegar a la cabeza y se introdujo en las sábanas. Mientras caía rendida, murmuraba... -Entiendo que la gente busque información sobre los hombres lobo tras la noche del baile, pero también hay criaturas muy interesantes. Los centauros, los hipogrifos, los gigantes... zZzZzZz

Amanecer del Día 13

Sábado

Primera Semana de Diciembre

Gwendolin se desperezó con el libro peludo dormitando encima de su cabeza, tras el primer sobresalto se relajó al comprobar que su pelo no había sido dañado ni mordido, así que tomando el libro delicadamente entre sus manos, lo ató y lo guardó en su mochila, después le dio de comer a Serezade, que se había mantenido a una distancia prudencial del libro, se vistió y salió del dormitorio sin hacer ruido.

Selena se despertó poco después que su compañera. Siguió su ritual de aseo diario y cogió la escoba antes de bajar a desayunar, pues era ya sábado. Y como cada sábado, la rubia estaba ansiosa por volar.

La niña entró a la habitación, desganada. No le gustaba lo que estaba pasando ahí fuera, estaba preocupada, por los puntos, pero sobretodo por sus compañeros. Aun así no quería ser una chivata. Miró a Flurry que se estaba acicalando en un rincón.

-Oye, pequeño. Podrías hacerme un favor? La bestia la miró con curiosidad. -Podrías ir a mirar que estén bien? Y si por alguna cosa están en peligro, vienes y me despiertas, vale?

No sabía si iba a pegar ojo aquella noche, pero al menos iba a intentarlo. Se puso el pijama y se introdujo en la cama, esperando.

Amanecer del Día 14.

Domingo.

Segunda Semana de Diciembre

Selena se levantó desperezándose el sueño. Para su alivio, su compañera de habitación seguía durmiendo en su cama.

Más tranquila, la pequeña se ducho y bajó al comedor a desayunar, no sin antes mirar que recuperaciones había para ese día.

Gwendolin abrió un ojo cuando Selena se fue, se dió la vuelta y botezó con pereza. No le apetecía levantarse y menos depués de lo de la noche anterior. Sin embargo el suave siseo de Serezade le hio levantarse para darle de comer, de manera que cuano terminó de limentar a la serpiente se dirigió al baño y se vistió.Terminó de acicalarse el pelo y salió rumbo al Comedor.

Gwendolin entró en el dormitorio de mal humor, se desvistió y se puso el pijama en unos segundos y se fue directamente a dormir.

Amanecer del Último día

Lunes.

¡Día de los exámenes antes de Navidad!

Selena se había quedado hasta tarde preparando su disfraz, que ahora descansaba en una silla al lado de su cama.

Cuando la gente empezó a despertarse, ella se giró, se tapó con la almohada y siguió durmiendo...

Por suerte para la pequeña, había acabado toda la faena el día anterior.

Gwendolin se levantó con cierta pereza, se revolvió el pelo y se dispuso a prepararse para aquel día. Cuando miró a su lado descubrió que Selena aún seguía durmiendo, quizás debería despertarla, pero se encogió de hombros y se dirigió al baño para asearse.

Al cabo de un rato salió del baño completamente preparada y con el pelo trenzado.

Serezade siseó a su lado, se agachó y la acarició.

- Si la empollona no se despierta en cinco minutos puedes comértela... nos harías un favor- le dijo a su mascota con una sonrisa reptilínea, le dio de comer y salió del dormitorio sin hacer ruido.

Serezade a los cinco minutos reptó sobre la cama de Selena y erguida sobre sí misma siseó mirando con interés a la niña.

Selena apareció tras Willow y le alegró ver que estaban ya sus cosas y su mascota.

-Hola Flurry! Saludó a su búho pardo y este contestó con un leve graznido de reconocimiento. Sacó un poco de comida de su baúl y se la tendió, pues había hecho un largo viaje. Lo acarició un poco y luego se volvió a meter en el baúl, buscando su pijama.

-Ah, por cierto, si ves una serpiente azulada no te asustes, es la mascota de Gwen... Alertó a la chica de primero. No le daba muy buena espina esa serpiente y, la verdad, es que no la había echado nada de menos.

Cuando por fin encontró el pijama, también había encontrado el libro de mantenimiento de las escobas. "Una buena lectura para leer antes de dormir". Pensó. Se estiró en la cama y se puso a leer mientras el sueño iba ganando terreno poco a poco.

Gwen entró en el dormitorio y haciendo caso omiso del comentario de Selena se puso el pijama y se dispuso a dormir. Sus compañeras pudieron ver como una serpiente azul se reptaba por las patas de las cama de Gwen y se posaba sobre las piernas de su dueña haciéndose un ovillo, vigilando su sueño.