Partida Rol por web

Amon se dirigió a la cama, se puso el pijama y se dispuso a dormir a una hora temprana, como hacía semanas que no conseguía por unas circustancias u otras.

Me lavé los dientes, me puse el pijama y me metí en mi cama. 

Esa noche soñé que caía, caía y caía.

Cassius llegó al dormitorio, donde se cambió de ropa, se aseó, dio de comer a Noah, la rata y se echó a dormir.
 

Llegué al dormitorio y vi que había varios durmiendo. Sin hacer mucho ruido me desabroché el uniforme y me tumbé en la cama. No tenía sueño... esta noche intuía que dormiría poco.

Lincoln subió las escaleras cual zombie, estaba saturado con todo lo del día, la bronca con Asterope, el haber volado por los aires y caer de cabeza contra el suelo, el no verla en todo el día "Joderrrrr..." no pudo evitar pensar y rápidamente se metió en la cama cambiándose y colocándose el pijama, daba vueltas, muchísimas vueltas en la cama, si alguien estaba despierto le tendría que haber escuchado si o si.

No fue hasta pasado unos minutos que empezó a taparse los ojos con el brazo derecho, sabía que era su culpa y que había actuado realmente mal, que posiblemente había perdida a Asterope y al fin y al cabo, Linc sólo tiene 11 años, era un niño y lo demostró empezando a llorar lentamente, sin alzar la voz, sin dejar que nadie le escuchara, pasaron unos segundos y se levantó corriendo hacia el lavabo, antes de que nadie le viera se pensaba lavar la cara, y así fue, se sacó el pijama y se pegó una ducha MUY fría, al salir ya no lloraba, pero sí que se sentía triste "Será mejor que intente dormir..." Y ésta vez se metió en la cama para quedarse frito por todo el cansancio del día acumulado y los malos tragos vividos.

Amanecer del día 6

Sábado

Segunda Semana de Octubre

Lincoln se levantó de los primeros, no había dormido mucho por toda ésta semana, demasiados malos momentos, demasiadas miradas y broncas... así que decidió levantarse sin hacer ruido e ir a ducharse. Se pasó un buen rato bajo el agua hasta que finalmente decidió, con calma, salir de ella, secarse tranquilamente y peinarse con la mano un poco, quería tardar lo máximo posible, no tenía especial ilusión en ver a sus compañeros de casa, así que poco a poco se vistió y se quedó sentado en su cama jugando con Aphrodita -¿Cómo estas pequeña arpía?- sonrió un poco por la cara de la serpiente, como si le hubiera entendido y le mirara un tanto extrañada -Sí, ya me has escuchado, demasiadas veces me has intentado ahogar para que me levante ¿Sabes? Igual ya han escrito mis padres y puedo entretenerme un poco en la lechucería, así evitaré ver a los demás...- Decía los demás, pero estaba claro que se refería a una persona en particular, Asterope, la había intentado esquivar toda la semana, aunque estuviera preocupado por ella, pero ese orgullo le impedía hablarle, ya había pasado tiempo y aún estaba molesto.

Se levantó y dejó a su serpiente en su zona, se colocó la túnica de su casa y se guardó la varita, cogió la mochila y bajó a la sala de estar, por primra vez en mucho tiempo, despierto, pensativo, pero despierto.

Aiden había vuelto a trasnochar y ahora estaba pagando las consecuencias. Se despertó gracias a que sus compañeros habían hecho bastante ruido al salir de las habitaciones. Su mente le ordenaba moverse, pero su cuerpo tardaba una eternidad en responder Otra vez... Si es que no aprendo, con lo bien que hubiera estado acostandome bien pronto...

Después de pasar unos minutos luchando contra la pereza, Aiden consiguió ponerse en pie y vestirse. A continuación se dirigió hacia el cuarto de baño para asearse. Al lavarse la cara con agua fría se despejó un poco, y con un poco de esfuerzo dejó los dormitorios.

Algo debía estar soñando Cassius, pues movía la cabeza de un lado a otro, agarrando las sábanas y retorciendolas con fuerza, como si en sus sueños estuviera sufriendo la peor de las torturas, o el más mayúsculo de los dolores. La respiración acelerada y sudando, hizo rechinar los dientes.

Por alguna razón, aquellos sueños que se repitieron el año pasado una y otra vez habían vuelto. Aquel sueño que era nada más y nada menos que le recuerdo de sus padres muriendo hace poco más de tres años. Una y otra vez, hasta que Cassius lanzó un grito y se incorporó, entre jadeos. - ¡NO! - Cogió aire, mirando a su alrededor, varia en mano. Acabó por cerrar los ojos, lanzando un largo suspiro, y aflojando la presa sobre la varita.

Esperaba que los demás no lo hubieran escuchado, y dejó la varita sobre la mesa, poniendose en pie, alisandose el pijama como si fuera algun tip de mania, peinandose y arreglandose el cuello y las mangas del pijama. Cogió la ropa, y marchó a la ducha.

Necesitó una ducha algo más larga de lo normal, pero para cuando salió, ya estaba vestido. Recogió sus cosas, y guardó su varita, sin decir nada a nadie, bajando por las escaleras hacia la sala común.

Oí un grito y me desperté deprisa. Alcé la cabeza, abriendo los ojos y ví a Cassius.

Seguramente haya sido él.

Tras desperezarme un minuto, me levanté de la cama y fui derecho al servicio. Me hacía algo de pis. Tras evacuar lo suficiente, me lavé las manos, la cara y me arreglé, preparado para un nuevo día.

Salí de allí.

Por primera vez en semanas, Amon se despertó sin sobresaltos y con tiempo de sobra. Se dirigió al cuarto de baño a asearse tranquilamente y despues se vistió. Ordenó la mochila con el libro de DCAM y cogió también pergamino y plumas para realizar los trabajos de Quidditch y Conocimientos Mágicos.

Una vez tuvo todo preparado, bajó a la Sala Común de camino al Gran Comedor.

Me desperté tarde... había perdido la clase... pero había cosas más importantes en mi cabeza. Bajé a la sala común pensando en ellas...

Linc llegó a la habitación con el puño cerrado y sin pensar si quiera que podría haber alguien a su alrededor fue directo a su cama y dio un puñetazo contra la columna -Joder- "Que daño ostia" pensó zarandeando la mano arriba abajo, la sangre caliente de Linc volvía a hacer mella en él pero se había conseguido controlar -Maldita Ludmilla ¿De que coño va defendiéndole?- Se tiró en la cama y se quedó mirando el techo un rato "He intentado llevarme bien, pero es que haga lo que haga solo nos fastidia, es la última que le paso, si no aprende por las buenas, aprenderá por las malas".

Decidido Linc se levantó y acarició a su serpiente una última vez, se dirigió al lavabo y se lavó la cara para enfriarse un poco, como su padre en mas de una ocasión le había enseñado.

Mientras se lavaba la cara escuchó los chillidos de su compañero de casa y ni agua ni nada le podían frenar el cabreo que llevaba esta vez, cogió la escoba y la mochila y se dirigió a la sala común.

Llegué, me miré un rato al espejo, y luego tomé mi escoba. No era de las más potentes pero era suficiente para volar y poder jugar a quidditch. Si lo hago bien quizás me den una oportunidad. Pensé. Bajé las escaleras.

Aiden sacó su escoba del baúl y antes de bajar la miró unos segundos Por fin voy a estrenarla... Espero que no se me haya olvidado como volar Cerró el baúl y bajó corriendo a la Sala Común para a continuación dirigirse al Comedor

Lincoln apareció en la habitación la mar de tranquilo y bostezando un poco, dejó la escoba con cuidado sobre la cama y sonrió al recordar toda la clase de vuelo -¡BUA!- Se estiró levantando los brazos y soltó todo el aire poco a poco "Ha sido increíble... mañana repetiré" Sabía que había sido un buen día y se dedicó un buen rato a explicarle a Aphrodita loque había hecho, para finalmente sacarse la túnica, se colocó una camiseta y una sudadera verde oscura por encima, hacía algo de frío y no podía ser, se colocó la varita en el bolsillo de los tejanos y volvió a la sala común escuchando los chillidos de la loca de Kendra -Será pesada... "pero me cae bien"- Se quedó un momento callado y quieto, como pensativo, para que finalmente le saliera una sonrisa en su rostro y bajara a la sala común.

Aiden fué directo a asearse antes de ponerse el pijama. Una vez se puso el pijama y se tumbó en la cama, notó cómo se sentía mucho más cansado, y pensando en la clase de vuelo y cómo había disfrutado, se quedó completamente dormido

Cassius entró en el dormitorio, dejando sus cosas sobre la cama, y fijandose que el único que estaba allí era Aiden. Es el primero en irse a dormir y el último en acostarse. Caminó hasta su cama. Sacó la varita, dispuesto a practicar un poco los conjuros de transformaciones.

Comenzó a mover la varita, con poco o ningún éxito. Tengo este conjuro atragantado... Pensó, negando con la cabeza. Decepcionado con aquel conjuro, del cual estaba seguro que la culpa era de la negligente profesora, guardó la varita, se cambió de ropa y se metio en la cama para dormir.

Amanecer del Día 7

Domingo

Tercera Semana del mes de Octubre

Al llegar Morpho más tarde de lo normal a la habitación, se echó un rato puesto que no tenía sueño. Le daba vueltas a la cabeza lo de superar los conjuros, tenía que hacerlo sí o sí.

Poco tiempo después de levantó y se dirigió al comedor.

Hoy es el día, hoy he de conseguirlo - me decía.