Partida Rol por web

— Venga, vamos— contesto a mis compañeros poniendo rumbo a la clase de duelo para recuperar ese maldito sotilegio que se le había atragantado. Realmente no es que no fuese capaz de hacerlo, es simplemente que en el momento de la verdad no pudo descargarlo contra un compañero. Sigo sin entender por qué se empeñan en que nos enfrentemos e hiramos entre nosotros, no tiene sentidio.

— Espero que esta vez no nos hagan atacarnos entre nosotros— comento de forma distraída mientras andamos.

Kendra asintio, cuando Ithan se acercó a ella, esperando a que terminara de hablar con Enya para ir con el en direccion a clase de duelo.

-Es el picnic que llevamos planeando semanas. - dijo a Gabi, cuando parecio no darse cuenta aun de a que picnic se referian- La fiesta con los de segundo. - añadio, algo contrariada al ver que la Gryffindor seguia sin saber de qué hablaba.

Y, cuando Ithan volvio a unirse a ellos, Kendra ralentizo ligeramente el paso, retrasandose para ir hablando con el chico de camino a duelo, entre susurros.

Kendra sonrio, agarrándose del brazo de Ithan cuando este se pegó a ella- Estaba esperando a mi novio, ¿Y tu? - le contesto, con una sonrisilla divertida, terminando de acostumbrarse a aquella nueva "denominacion".

Entonces negó, cuando Ithan le dio las gracias por lo que habia hecho en clase de duelo- No tienes nada que agradecerme, Ithan. No es justo lo que ha dicho el profesor Krum. Vuelas mejor que nadie y merecez una oportunidad... Y si no es capaz de verlo, estará perdiendo un gran jugador. - dijo, mirandolo de reojo, con una media sonrisa. -Y me encantará jugar contigo en Navidades, claro que si. - dijo, ladeando su sonrisa, dando a entender que claro que iria a su casa en vacaciones.

-Te dije que serias mejor que el...- dijo, apretando su antebrazo con una enorme sonrisa, cuando hizo referencia al hecho de haber ganado- Y me encantará ser yo quien coma en tu mesa durante toda la semana... Aunque... espero que no necesite tener que decirte que vengas cuando quieras... Si no te lo dije antes fue porque... me daba vergüenza. - reconocio, con una sonrisilla.

Entonces lo miro, recordando lo que le acababa de decir hace unos instantes- Por cierto... ¿Va todo bien con Enya? ¿Por que estas preocupado por ella?

Todos se pusieron a conversar e Ithan se le acercó a decirle algo al oído. La verdad es que le fue muy útil y realmente no pudo evitar una sonrisa ante una situación que en parte era ridícula bien pensado. Enya le susurró algo también a Ithan y se puso en camino con todos.

- Hala. A ver si hay más suerte con duelo que con vuelo. Hala, y rima y todo. Creo que debería dedicarme a escribir mejor que a volar. 

Recordó pensando en sus hobbies que había dejado uno de sus preferidos de lado mucho tiempo. Luego se lo comentaría a la gente a ver si a alguien le interesaba compartir un rato mirando estrellas.

Enya vio que Ithan parecía bastante preocupado.

- Tranquilo tranquilo. Estoy bien. Todavía un poco débil nada más. Lo que pasa es que estado muchos días en cama y la verdad es que cuesta coger el ritmo.

Cuando Ithan le empezó a decir los nombres, se sintió un poco ridícula y no pudo evitar una pequeña sonrisa.

- Muchas gracias. Nunca he sido muy sociable y también por eso a veces no presto demasiada atención a quedarme con los nombres, pero parecen gente simpática y si tú también lo crees seguramente lo sean. Muchas gracias de verdad.

Esbozó una amplia sonrisa y notó que su pelo pasó a rubio.

- Hala, así vamos a juego camino a duelo.

Kelly sonrió con algo de tristeza a Ithan, agradeciendo de todo corazón sus palabras – Bueno, espero que en la siguiente recuperación me vaya mejor-  Empezó a recoger sus cosas cuando vio que Kendra se acercaba a ellas y las saludaba – Hola- le dijo con una amplia sonrisa- Si, hacía mucho tiempo que no nos veíamos. Por cierto lo hiciste genial en la clase de Vuelo del otro día. –Se despidió de Kendra con la mano, ya que quería hablar con el profesor Krum y se giro hacia Enya.

-Yo tengo que recuperar Transformaciones- dijo  - pero creo que tu no tienes, ¿verdad?. Después tendré duelo así que si no coincidimos más nos vemos en la Sala Común- dijo a modo de despedida.

Ithan tampoco estaba o al menos parecía, no estar muy acostumbrado a aquella nueva denominación por parte de Kendra, lo que hizo que se sonrojara ligeramente con una pequeña sonrisa. Miró a la chica de reojo, con esa sonrisa que sin decir palabra, decía mucho.

- Parece ser que no es solo cuestión de saber volar... Aunque... dudo que Krum o el equipo de Gryffindor pueda encontrar mejor guardián que yo. Pero... lo que quería decir... es que lo que has hecho ha sido increible. - Le gustó escuchar que juaría al quidditch con él en Navidades. Ahora mismo tenía claro que si ella no iba a Irlanda, él iría a Londres. Sobretodo después de saber que con bastante seguridad, los padres de Kendra y los abuelos de Ithan, se conocieran.

- Linc lo hizo muy bien. Y creo que no se ha tomado a mal la derrota. - Al menos, no tan mal como él pensaba. - ¿Estoy a tiempo de decir que te dedico la victoria? - Preguntó, bromeando. -

- ¿Que te daba vergüenza? ¿Por? ¿Te daba... vergüenza que me sentara contigo en tu mesa? - La miró de reojo, entrecerrando los ojos. - Ya veremos donde voy a comer la semana que viene... ¿vale? - Dejó claras las intenciones de ir a comer a la mesa de Slytherin la próxima semana. después de que Linc cumpla con su apuesta.

Cuando le preguntó por Enya, miró a la chica en cuestión durante unos segundos. - Ha pasado un par de semanas bastante enferma. Y... no se acordaba de algunos nombres, además, parece que esta algo débil... Me ha dicho que esta bien, no te preocupes. - 

Kendra miró a Ithan de reojo con una sonrisilla al ver como se sonrojaba al escucharla. Y, cuando volvio a hacer alusion a lo que habia hecho, negó, mirando un momento al suelo, con la sonrisa aun en los labios- Lo volveria a hacer las veces que hiciera falta... - dijo, alzando entonces de nuevo la mirada, manteniendola fija en la suya durante unos segundos. Entonces rio, cuando le hablo de Linc y de dedicarle la victoria- Claro que estas a tiempo... -dijo, con aire ilusionado, y una sonrisilla igual de ilusionada en los labios.-Gracias... - dijo, acabando por soltarle el brazo, para acabar entralazando su mano con la del chico, apretandola ligeramente, en un gesto de complicidad.

Entonces, Ithan hablo sobre los motivos por los que no le habia dicho nada antes sobre comer en la mesa de Slytherin y Kendra rio, negando inmediatamente- No, no... Lo que me daba vergüenza era decirtelo... Por si no querias... o por si pensabas que era una pesada... o yo que se... ¿Como me va a dar vergüenza que vengas a comer con nosotros? Me haria mucha ilusion, la verdad... - reconocio, asintiendo, ante la sugerencia de planes para la proxima semana- Vale. - dijo, ensanchando su sonrisa, radiante.

Y, mientras caminaban, fue escuchando la explicacion de Ithan sobre Enya, apretando ligeramente los labios, mientras asentia- Vaya, pobrecilla... Dile que si necesita ayuda, o alguna otra cosa, solo tiene que decirlo. - dijo, ofreciéndose, mientras dedicaba esta vez una mirada a Gabi- ¿Y ella? ¿Tambien ha estado enferma? Me ha sorprendido mucho que despues de las veces que hemos hablado sobre la fiesta no supiera de qué hablamos... Hoy la gente está de un raro... . reconocio, acabando por sonreir, entrando al castillo.

Ludmila le dedicó una sonrisa ante las palabras de aliento de su amiga. -Gracias Asterope, tendré en cuenta tus consejos...sus palabras eran francas aunque su cara se había tornado escarlata nuevamente.

Tomó su escoba hasta que sus nudillos se pusieron blancos, y sin mediar más palabras salió del campo de quidditch.

Byron no tenía que recuperar duelo así que dejó que los demás se fueran y decidió acercarse directamente al picnic. No sabía que le producía más sudores, si la clase de vuelo o la fiesta de aquel día. Con la misma sensación incómoda en el estómago se dirigió al lago con la intención de superar aquella prueba mejor que la de vuelo, donde había fracasado estrepitosamente.

¡Buenos días! Gritó animado Krum a los recién llegados. Aquel día la clase tenía la misma pinta de aburrida que la anterior. No parecía que Krum fuera a iniciar un partido de Quidditch como alguno de los alumnos habían pensado. Aquel día tocaba, otra vez, teoría.

Si en la ultima clase habían aprendido todo sobre el quidditch, hoy tocaría algo quizá más interesante, pero no tanto como montarse en una escoba y marcar unos cuantos puntos para vuestras casas.

Me temo que antes de poder subiros a vuestras escobras, primero tendréis que aprender algo más sobre el Vuelo y El Quidditch. Tomad pergamino y pluma. Dijo de forma aburrida y monótona. Por alguna razón parecía que Krum estaba tan descontento con aquello como vosotros. Si antes estudiasteis sobre este deporte a través de los tiempos, hoy vamos a ver una visión más actual, concluyó mientras se ponía una vez más a dictar:

El juego del quiddich sigue fascinando y obsesionanddo a gran cantidad de fanáticos de todo el mundo. Incluso los muggles han empezado a practicar una variante de este sistema con escobas muggles. Sus partidos son patéticos, pero los verdaderos son todo un espectáculo. Aunque muchas veces el partido puede terminar en cinco minutos si la sntich es capturada, lo que provoca que toda esa emoción se vea realmente frustrada.

Nada lo demuestra mejos que las difíciles jugadas que durante su larga historia han inventado magos y brujas ansiosos de perfeccionarse y de perfeccionar el juego. Algunas de esas jugadas las explicaremos a continuación:

Amago de Wronski

Se llama así porque su inventor fue Josef Wronski, consiste en lanzarse contra el suelo fingiendo haber visto la snitch para después alzarse de nuevo. El objetivo es conseguir que el rival lo imite y se estrelle.

Bludger Backbeat

Consiste en pegar a la bludger del revés para que vaya hacia atrás. Confunde a los adversarios aunque es muy dificil de ejecutar con precisión.

Dopplebeater Defence

Ambos golpeadores le pegan a una bludger al mismo tiempo para obtener mayor potencia. Así el ataque resulta mucho más temible.

Double Eight Loop.

Táctica defensiva del guardián que consiste en dar vueltas al rededor de los aros para bloquear la quaffle.

Bien, para los exámenes de diciembre, quiero que investiguéis sobre más técnicas, cuantas más me traigais apuntadas y más información obtengais sobre ellas, mayor será el resultado que os pondré. ¡Espero de todos vosotros un sobresaliente!

Y por ahora, lo que quiero es que me digais algunas de las técnicas que sabéis o que habéis oído hablar de ellas. Definidlas y explicarlas bien, y si conocéis al que la inventó, ¡mucho mejor!

Y por cierto, no creais que me olvido de los trabajos que os pedí. Dejadlos junto a vosotros que los iré recogiendo, y durante la clase os daré un resultado sobre lo que me habéis entregado. Ya veremos si están tan trabajados como espero.

Li entra en la clase bastante ilusionada porque pensaba que iba a volar, al ver al profesor le saluda con una reverencia como siempre hacia antes de entrar y toma sitio en su asiento. Escucha atentamente lo que dice mientras piensa.

- Yo pensaba que ibamos a volar, que aburrido, y yo que queria volar por el cielo un poco y poder despejarme y alejarme del colegio un poco...

El resto de la explicacion del profesor la escucha atenta y tomando notas para finalmente cuando este les dice sobre el trabajo rebusca y saca lo que habia hecho, lo cierto es que ese deporte no le gustaba demasiado, ella preferia volar con la escoba con tranquilidad y contemplando el paisaje, aunque le habian dicho que tenia cierto potencial, pero a ella no le gustaba, asi que dejo el trabajo esperando no haberlo hecho demasiado mal.

Sam llegó a la clase de Vuelo con una manzana roja a punto de terminar. Tiró los restos en una papelera y se sentó. Sabía lo aburrida que iba a ser esa clase y, desde luego, no se equivocó.

El profesor Krum tenía de gordo lo mismo que de aburrido. Sam reprimió un bostezo varias veces mientras tomaba notas de las palabras de su profesor. Estaba deseando que terminara la clase...

Si hubiese creído en alguien superior a ella, diría que la campana habría sido un milagro. Pero no lo era. Se levantó con prisas, dejó su trabajo y sus notas a un lado y se fue de la clase.

Daphne llegó a clase muy, pero que muy ilusionada. Antes de que llegara Krum, miraba de reojo las escobas cada dos por tres. ¿Volaremos? ¡Ay, ojalá! ¡Ay, qué ganas! ¡Ay, por favor que volemos! ¡Ay...! Y con muchos deseos y “¡Ay!” en su mente, esperó.

- ¡Buenos días, profesor Krum! –saludó entusiasmada a su profesor favorito. Pero ese entusiasmo se fue borrando cuando el exjugador de Quidditch explicó la clase. ¡No iban a volar! ¡Con las ganas que tenía ella de montarse en su escoba! Aprender las tácticas estaba muy bien, pero ella prefería aprenderlas con práctica, no con teoría.

Dejó a un lado la redacción sobre la Snitch y se puso a tomar apuntes de lo que Krum estaba contando. Jo, qué pena. Qué aburrimiento, pensó con decepción mirando a su ídolo. En un momento se dio cuenta de que se había perdido un par de frases del profesor y tuvo que mirar de reojo lo que escribía un compañero para retomar el hilo. Por suerte, sabía bastante de jugadas de Quidditch, así que no le resultó muy complicado. Añadió alguna a la lista, como el “Efecto Finborough” o el “Sloth Grip Roll”. No estaba segura de sus orígenes, pero intentó recordar algo para completarlo bien. Esperaba haber acertado.

Cuando terminó, le entregó el resultado a Krum. Ojalá lo hubiera hecho bien, así tenía contento al profesor. Y, quién sabía, quizás si demostraba su esfuerzo tenía más posibilidades de entrar en el equipo de Quidditch una vez ese hombre decidiera hacer las pruebas.

Si había algo que molestaba a Mircea era que las clases de teoría se diesen en el exterior, teniendo aulas con pupitres destinadas a tal fin dentro del castillo. En las clases de CCM al menos solían poder ver las criaturas estudiadas, y estas clases de vuelo solo tenían sentido que se dieran fuera si el profesor aparte de explicarles las cosas, les hiciera una demostración. No solo escribir lo que era el Amago de Wronski, lo interesante hubiera sido verle practicarlo, ¡eso sí que era aprendizaje! A Mircea no le interesaba practicarlo, al menos no todavía, pues no se veía con la suficiente habilidad, pero qué menos que el celebre Viktor Krum les enseñara lo aprendido.

Apuntó lo dictado y cuando les dejaron tiempo para comenzar a desarrollar sus propias redacciones, Mircea sacó primero el trabajo a entregar de su sombrero y seguidamente se dedicó a escribir, añadiendo un par de jugadas que había practicado con sus hermanas en verano: el Porskoff Ploy y el Transylvanian Tackle que tanto divertía a Erzsébet.

Sonreí al profesor nada más llegar, creyendo -ilusa de mi- que hoy montaríamos en la escoba, pudiendo perdernos un poco por los terrenos del colegio -soñar es gratis, ¿no?-. Pero nada más ver la cara del profesor, y tras oir su explicación, no fui capaz de articular palabra. La mandíbula se me cayó, dejándome boquiabierta por un buen cacho, mientras en mi mente lo único que oía era ¿En serio? ¿Otra vez? ¿En la próxima clase que hará que calculemos el ángulo correcto en el que debemos aterrizar? Joder, cualquiera diría que fue un jugador profesional de Quidditch. Si me lo dicen, no me lo creo. Apostaría tres galeones y todo a que no. Y los perdería, y me quedaría con cara de tonta. Pero seguro que esa cara de tonta no sería tan exagerada como la que se me pone cuando dice que NO vamos a VOLAR en clase de VUELO.

Cerré la boca, por fín, y meneé la cabeza, intentando despejarme y no cagarme en todo. Copié como buena alumna aquello que el profesor dictaba y luego, me puse con la redacción. No me sentía muy positiva al respecto, porque si bien me interesaban las jugadas y los partidos de Quidditch y demás, lo que más me gustaba era ponerlo en práctica, así que... Realmente lo único que conseguía el profesor Krum haciéndonos escribir mil y una redacciones era frustrarme, porque no sacaría ni la mitada de buena nota que podría sacar montando en escoba.

Cuando creí haber terminado con todo lo que sabía hasta ahora -que no era demasiado-, levanté la mano para hacer LA pregunta. No la había hecho antes por temor a la respuesta. Seguramente acabase más frustrada aún, y no quería que la redacción me saliese peor.

- Profesor Krum, ¿cuándo comenzarán las pruebas para los equipos de Quidditch?

El profesor Krum dejó amontonado los trabajos que habías hecho durante aquellas semanas, y recogió los de aquel día. Lo dejó todo en una especie de mesa plegable que había dejado allí, y después gritó las palabras "Accio" para que su escoba de último modelo llegara hasta él en menos de una milésima de segundo.

Bla, bla, bla, bla. Dijo mientras recogía todos los trabajos y abría una gran caja repleta de pelotas de quidditch. No os molestéis, sé que le habéis dedicado mucho tiempo a vuestros trabajos. ¡10 puntos a todos por ellos! Pero, ahora, ¿qué tal si volamos un poco? La clase ya había terminado, y era hora de descansar y tomarse las cosas con calma. Pero dejar pasar la oportunidad de volar junto a Krum, seguro que era algo que muchos no dejarían pasar. Además, la snitch ya se había escapado, y sólo él sería capaz de recogerla.

Los profesores consideran que estas clases deben de ser teóricas, pero creo que ya nos aburrimos mucho el otro día como para hacerlo hoy. ¿Qué os parece si practicamos un poco las maniobras que os he dicho? Os preguntó mientras ya estaba flotando con su escoba a varios metros de distancia. El que lo desee que traiga su escoba hasta aquí, y ¡vamos todos a practicar! Gritó mientras se ponía a imitar todo lo que os había enseñado. ¡Venga, hay que relajarse un poco de vez en cuando! ¡Os veo muy estirados!

¡Os quiero ver volar, que el año que viene son las pruebas para jugar al quidditch!

Lo primero que Daphne pensó cuando Krum volvió a hablar fue: ¿Diez puntos? ¿Por mi genial redacción con dibujos de la Snitch? Se había esforzado bastante para recibir la misma puntuación que los demás... y tan poquita. Pero se le pasó a los cinco segundos, cuando el profesor les propuso una actividad diferente.

- ¿Volar? ¡Sí! –Aplaudió mientras pegaba saltitos. ¡Claro que querían! ¿Cómo no? Al menos ella, de eso no quedaba duda por el entusiasmo de la diminuta tejona. Qué más dará lo que dijeran el resto de profesores. La teoría era para clases de historia, no para Quidditch. ¿A quién se le ocurría mandarles redacciones en esa asignatura, cuando lo que tenían que hacer era coger la escoba cada día?

Fue corriendo a buscar su Saeta de Fuego Plus. Quería empezar cuanto antes-. ¡Venga, Mir, Morgana! Vamos a volar -Y el año que viene eran las pruebas para entrar al equipo, tendría que entrenar duro esos meses. A ella le habría gustado empezar ese mismo. Una pena que no las hubieran convocado. Aunque casi mejor, porque apenas habían podido practicar en clase.

En cuanto se montó, dio un par de vueltas por el terreno. Estaba nerviosa por probar y tenía muchísimas ganas por empezar. El año pasado habían usado la escoba, volando ante Krum, pero no junto a Krum. Esta vez, aunque ellos estuvieran practicando, no era una clase cualquiera. El exjugador de Quidditch iba tras la Snitch mientras los demás elegían una posición y una táctica. Como un entrenamiento de verdad.

Ella siempre había querido ser Buscadora, pero era la posición más difícil. Y sus tácticas las más complicadas de conseguir. El Double Eight Loop, una de las jugadas más famosas de los Guardianes, era además una de las más sencillas y se la conocía a la perfección. Si quería impresionar a su profesor, tendría que empezar por esa.

Se acercó a los postes como una centella. Voló rápidamente en zigzag, girando y esquivando los tres aros que tendría que defender en caso de estar en un partido. La perfección de la escoba se notaba, pues el vuelo fue completamente suave y limpio.

- ¿Habéis visto? ¡Tendríais que haberme lanzado una Quaffle, que seguro que la paraba! –gritó alegremente a sus compañeros al terminar la maniobra. Se quedó girando en círculos, a la espera de ver cómo sus compañeros practicaban alguna otra jugada.

Li escucha atentamente lo que dice el profesor, sin duda era algo realmente esperado por todos, asi que ella no iba a ser menos, se dirige a su escoba, lo cierto es que no sabia si era mejor o peor de las que usaban los demas ya que la suya era la mejor que se usaba en China, muy cara pero en cierta forma algo diferente a la de sus compañeros, con tranquilidad se coloca sobre la escoba y alza el vuelo.

Los movimientos de Li en el aire son suaves y seguros, se mueve con fluidez y elegancia en el aire, se nota que no es la primera vez que coge la escoba y que esta muy acostumbrada, ve como una chica hace una maniobra volando entre los aros, ella sigue a la chica justo detras para hacer la misma maniobra que ella, Li se mueve con elegancia y rapidez realizando el movimiento con suma suavidad.

Una vez realiza el movimiento desde donde esta dice a la chica que parecia bastante habil:

- Umm Daphne practicarias conmigo el Dopplebeater Defence?

Daphne estaba pletórica y de lo más contenta sobre su escoba. ¡Qué sensación! ¡Qué felicidad! ¡Y qué privilegio de profesor! Además, el vuelo sobre su Saeta de Fuego Plus era impecable. ¿Lo único malo? Los rizos se le iban todos a la cara y acababa comiéndose los pelos. Mira que podría haberse recogido el pelo como la semana pasada, pero no. Se le ocurre hacerse moño o dejarse el pelo suelto en los peores momentos.

Lí hizo la misma táctica que ella y también le salió perfecta-. ¡Oye, qué bien lo has hecho! Tú también podrías proteger los aros de maravilla –La chica de Slytherin le propone practicar un movimiento de los Golpeadores. Ella no estaba nada acostumbrada a esa posición y a coger un bate. Pero ¡qué demonios! No podía desaprovechar la oportunidad. Quién sabía cuándo iba a ser la próxima vez que volaran en clase.

- ¡Claro! Vamos a por unos bates e intentamos pegarle a la Bludger bien fuerte –“Bien fuerte” no podía meterse nunca en una frase junto a “Daphne Relish”. Pero con toda la adrenalina que tenía acumulada, no era consciente de sus músculos sin formar y sus débiles bracitos.

Cogió un bate y le pasó el otro a Lí-. Toma. Tenemos que estar bien concentradas. ¡Ahí viene la bludger, mira! A la de una, a la de dos... ¡AHORA! –Daphne le pegó, efectivamente, con todas sus fuerzas. Que eran pocas. Pero, aun así, le pegó.