Partida Rol por web

....genial. Usó la misma palabra, pensando que ella no la encontraba cuando hizo la pausa. Pero le hizo gracia ver la opinión de la Slytherin. El chaval de Gryffindor amplió la sonrisa ante el gesto de ella, acabando por reír. Sin duda, la mejor. Acabó por reafirmar las palabras de la chica. Continuó caminando con esa sonrisa sempiterna pintada en su rostro, con esa expresividad y efusividad en todos sus comentarios, y todos sus gestos.

Hasta que Kendra habló sobre su padre, lo que arrancó un gesto de sorpresa en el rubio, sin acabar de creerse lo que le estaba diciendo. ¿En serio? Preguntó, para asegurarse y confirmar que lo que acababa de escuchar, era correcto. Con esas pintas seguro que es genial en Halloween... Soltó por su boca, sin problemas en sincerarse.

Mis hermanos pequeños, bueno, de mis hermanos son los más pequeños, yo soy el más pequeño de todos... y tengo que aguantarlos. Y claro que tengo más... veamos... son seis hermanos, Andrew, Brian, Nicolás, Luke y los dos que ya viste, Ian y Mathew. Y mis tres hermanas, Lisbeth, Evelyn y Kayla. Resumió contando con los dedos, de forma mecánica. Como si se hubiera aprendido la forma de contarlos y el gesto de las manos de memoria hace mucho tiempo. ¿No te aburres siendo...? Bueno, ya sabes. Hija única.

El siguiente comentario de Kendra le arrancó una sonrisa ilusionada, de alegría. ¡Pues claro! No te preocupes, yo se lo comentó después, aunque Diana ya lo dijo a la hora de comer. Muchas gracias, intentaré llevar lo que pueda. Alzó el dedo pulgar, guiñando el ojo. Fue a añadir algo más, cuando Kendra se paró, avanzando hacia él, y antes de que pudiera decir nada, las manos de la chiquilla acabaron en su corbata. Pues... eh.... No llegó a contestar, cuando acabó por hacer le nudo de la corbata como era debido. Ithan no contestó, llevándose las manos a la corbata cuando se apartó, y comprobando el nudo, sorprendido. Se quitó la corbata, comprobándola y volvió a ponérsela.

Es... la ostia. Soltó la perla sin contemplaciones. ¿Dónde has aprendido a hacer esto? Muchas gracias. ¡Muchísimas gracias! Comprobó dos o tres veces el asunto de la corbata, acabando por mirar a la chiquilla. Joer... esto me ahorrará mucho tiempo por las mañanas.

Y cuando Kendra llamó a su animal, miró en la dirección que ella miraba. Eh...¿Sócrates? Preguntó, extrañado, mirando a los dos animales, frunciendo el ceño. Ahora no diferenciaba uno del otro. No, no... Comenzó a reír. Uno es... Alboiorek, Albo para los amigos ¿Ese otro es tuyo? Fue a señalar a uno de los dos, pero no sabía cuál era Albo, y cual era Sócrates.

Orsolya irrumpió en el patio corriendo desde el colegio. Iba sola y parecía angustiada, aunque sus ojos brillaban con la emoción del peligro. Zigzagueó entre algunos de los alumnos mayores y se escondió detrás de uno de los bancos de piedra, sin darse cuenta que entre el sitio por donde había venido y su escondite había dos de los alumnos con los que había coincidido en clase.

Al minuto fue Erzsébet quien entró en el claustro interior y miró a través de la apertura central, el cielo que empezaba a oscurecerse por la marcha del sol.

La cría cantaba una rima rumana que no sonaba nada infantil por el tono que usaba: Melc, melc codobelc, tu te duci la baltă. Åži bei apă caldă.

Se quedó un rato quieta y oteó los pasillos laterales hechos por arcadas de piedra que cubrían los accesos en los días de lluvia. ¿Oooooorsi? ¿Donde estaaaas?, canturreó con voz melosa.

Mientras tanto, Orsolya cerraba los ojos con fuerza, creyendo que así sería más difícil que su hermana la viera.

Anduvo un poco por el centro del patio, con lentitud y sonriendo abiertamente. Seguía cantando mientras miraba detrás de los bancos y de los alumnos más grandotes. Cuando localizó una sombras tras uno de los bancos, gritó: ¡Te tengo! ¡Agotattem! El rayo pasó entremedias  de Ithan y Kendra y se desvió por un poco, fallando su objetivo. Orsolya salió esprintando hacia el exterior, riéndose con diversión porque su hermana no fuera capaz de pillarla.

¡No huirás! ¡Agotattem, agotattem, agotattem!,  soltó un conjuro tras otro, con una mano metida en un bolsillo de su túnica agarrando un ovillo de lana que iba reduciéndose de tamaño.

El último rayo impactó con fuerza contra la espalda de Orsolya y la niña cayó derrumbada al suelo. ¡Punto para Erzy!, gritó la pequeña saltando y corriendo a por su hermana.

Cuando pasó al lado de Kendra e Ithan, les saludó: ¡Hola!, con una sonrisa.

Se sentó junto a su hermana y la colocó en mejor postura, reposando su cabeza sobra su regazo. Vamos dormilona, que no ha sido para tanto, la decía mientras acariciaba su mejilla. Sabía que su hechizo había salido con tanta fuerza que habría dejado en ridículo el hechizo de Ludmila, por el que la cría se había llevado 100 puntos. ¡Pero no importaba!

-¿Tambien es tu favorita? - pregunto al chico, al ver que su reaccion habia sido similar a la de ella. Y acabo por ladear la cabeza, observándolo, con aquellos ojos vivarachos- Bueno... es bueno saberlo. Asi quizás podamos intentar practicar más adelante, ¿no crees?

Haber encontrado a alguien que compartiera sus gustos habia abierto sus posibilidades de divertirse en aquel colegio, a la par que aprendia todo lo que necesitaba para seguir consiguiendo su objetivo ultimo: convertirse en una bruja de renombre.

Y, cuando hablo de su padre alzó una ceja, mirandolo con cierto escepticismo- ¿En Halloween? - dijo, cayendo en la cuenta de a qué se referia. Y acabo por reir, negando-Bueno... mis padres no son mucho de celebrar fiestas... En realidad, si, son bastante serios. - acabo por decir, pensando en ellos. Y de nuevo se le vino a la cabeza esa idea de lo que dirian si la vieran hablando con aquel chico.

Sin embargo, apartó aquel pensamiento de la cabeza por segunda vez: era simpático, compartia algunos gustos con ella y tenia la sensacion de haberlo conocido de siempre. Se sentia agusto en su presencia. ¿Por qué negarse algo asi?

Fue entonces cuando Ithan recitó toda aquella retahila de hermanos y hermanas que hicieron que Kendra lo mirara atónita y sorprendida, con los ojos como platos- ¿Nueve? ¿Nueve hermanos? Y contigo diez... Madre mia... eso tiene que ser... -genial. De repente, pensó en todas las cosas que llevaba haciendo en el colegio con sus compañeros desde que llegó, en la cantidad de posibilidades que tenia, e imaginó tener algo asi en casa, en lugar de estar sola, como siempre habia estado.-Nunca he conocido a nadie con tantos hermanos... - reconocio, ladeando su sonrisa. Aunque su gesto se torcio cuando le preguntó si no se aburria estando sola- Bueno, mi abuelo suele estar siempre conmigo, enseñándome cosas... Ahora, precisamente, le estaba escribiendo a él y a mis padres. - no respondio a su pregunta con exactitud, quizas porque no sabia como responder a aquello. Nunca habia jugado con otros niños y Hogwarts era el primer contacto que tenia con otra gente de su edad, asi que no tenia muy claro si eso implicaba o no aburrirse.

Sin embargo,el siguiente comentario de Ithan hizo que se le iluminara el rostro, con una sonrisa radiante y sincera- Eso es estupendo. Me alegro de que te parezca bien. - dijo, asintiendo, agitando acto seguido una mano en el aire, cuando vio su reaccion ante lo del nudo de la corbata, riendo, divertida, al verlo- Me lo enseño mi abuelo... Y no es nada, si es muy fácil... -dijo, y entonces cayo en la cuenta de algo- Si quieres, si tienes mas corbatas, puede hacerle tambien el nudo a las demás. Asi no tendrás más problemas. - me ofreci, con un gesto amable.

Y, cuando le hablo de su hurón, lo miro, con un gesto de sorpresa, y luego de nuevo a los dos hurones- Entonces... ¿Tu tambien tienes un huron albino? Que casualidad.... - dijo, con una media sonrisa, mientras se inclinaba hacia los hurones, tendiendo la palma de la mano, para que Sócrates se acercara a ella- Mi hurón se llama Sócrates. Lo compré justo despues de cruzarme contigo, en el callejón Diagon... - le dijo, llevandose la otra mano a la sien, dandose un golpecito con el dedo, como si acabara de recordarlo.

-La verdad es que son prácticamente iguales... Asi que Albo, ¿eh? Es un nombre... curioso... - reconocio, alzándose con Sócrates en la palma de su mano, y una sonrisa en el rostro.

Y entonces aparecieron las gemelas en escena, con su habitual torbellino. - Oh... hola chicas... - las saludo, con una media sonrisa, viendolas pasar de largo. Y volvio a centrarse en los hurones, mirando a Ithan por el rabillo del ojo.

No negaría que la invitación de Kendra le había gustado. La idea de que alguien se ofreciera a practicar conjuros de Duelo y Defensa le pareció fascinante e inmejorable. Sí que es mi asignatura favorita, si. Me crié viendo a mis hermanos practicar en casa, y mi padre disfrutaba mucho llevándonos a ver torneos... aunque por su trabajo no podía apuntarse. Eso siempre decía que le jodía un montón. Concluyó, con una media sonrisa, mirando a Kendra. Y... claro que podríamos practicar, sería genial.

¿Nunca has celebrado Halloween? Preguntó, extrañado. En Irlanda era algo normal y tradicional. En casa, en Irlanda, siempre celebramos Halloween... Y es genial. Espero que en el colegio también lo celebren. Acabó por asentir con la cabeza, señalando hacia atrás con el dedo pulgar.

Yo tampoco conocí a nadie con nueve hermanos... Bueno, Erin, la novia de mi hermano, tiene ocho hermanos también. Pero es genial, sobre todo porque en casa papa y mama no suelen estar, y son ellos los que cuidan de mí. La mayoría ya se fueron de casa, pero hace un par de años, cuando te levantabas por la mañana, era casi imposible encontrar alguno de los tres baños libres... siempre había que hacer cola. Concluyó, cruzándose de brazos, mientras escuchaba que estaba haciendo allí la muchacha. Yo les escribí ayer por la noche. Con la mano, indico el grueso que tuvo el fajo de cartas que envió. Incluso le dibujé a Kayla la sirena que vimos. Le encantan las criaturas mágicas.

Su oferta sobre las corbatas le arrancó una sonrisa sincera, que el brillo de sus ojos saliera a relucir, y se cruzó de brazos, mirando a la chiquilla. Tras unos segundos de silencio, comenzó a reír. Vale, pero a cambio yo tendré que hacer algo. No es el que, pero algo pensaré... ¿Trato? Pero no levanto la mano para estrecharla, si no que retrocedió un paso, dejando que el conjuro de Erzsébet pasara entre ellos. Años viviendo con hermanos más mayores lo habían dotado de un sexto sentido que lo avisaba del peligro inminente.

Sí, yo quería un camaleón, pero me dijo mi hermano que no podía traerlo al colegio. Luego pensé en una serpiente, pero mi madre tiene una... así que pensé, un hurón mola mogollón. Y este me miró con una cara de... No me voy a separar de ti, y bueno, cumplió. En el momento en el que ella cogió al suyo, Albo no perdió tiempo, correteando de forma frenética hasta Ithan, y escalándolo por los ropajes hasta situarse en el hombro. La mueca de dolor que durante unos segundos inundo el rostro del rubio fue indicativo de que el hurón había sido bastante efusivo con su escalada Au... tío, ten cuidado, pórtate ¿quieres? Le dijo, mirándolo de reojo con el ceño ligeramente fruncido. No tardo en centrar su atención en Kendra nuevamente.

En realidad es Alboiorek... pero solo me hace caso cuando lo llamo Albo. Parece que han hecho buenas migas. Acabó por sonreír, cuando Erzsebét pasó junto a ellos, y los saludó. ¡Hooola! dijo, amable, alzando la mano inclusive, con una sonrisa. No le dio tiempo a decirle nada más, cuando pasó de largo a por su hermana.

Eso le recordó a que había ido allí. Su rostro mostró la sorpresa de quien acaba de recordar algo, y se llevó la mano a la cara, con los ojos cerrados durante unos segundos, y acabó por apartar la mano de su propio rostro. Tu... ¿No abras visto a una chica de Gryffindor, con el pelo castaño, los ojos marrones, piel así... pálida, con el pelo liso por aquí.. Se señalo los hombros. Selena. Acabó por decir su nombre, aunque quizás ese fuera el menor indicador de todos.

-Creo que mañana tenemos la primera clase, si no me equivoco... Estoy deseando ver qué nos enseñaran. - dijo, asintiendo, con la sonrisa aun dibujada en los labios. Sin embargo, hubo algo en su explicacion que llamo su atencion- ¿Donde trabaja tu padre? Debe viajar mucho o tener mucho trabajo para estar siempre fuera, ¿no? - dijo, sacando sus propias conclusiones mientras esperaba su respuesta.

Negó entonces, ante su pregunta- No, nunca lo he celebrado... Como te dije, a mis padres no les gustan esas cosas... Dicen que son cosas de crios, como las golosinas, el chocolate o los juegos infantiles... - contesto, con una delgada sonrisa, encogiéndose de hombros. Ahora mismo, ni siquiera seguia teniendo claro que aquello fuera normal o no, aunque hasta ese momento, para ella era del todo logico y suponia que seria igual en casi todas las casas.Yo tambien espero que hagan una fiesta. Me encantaria ir y ver como es, la verdad... - reconocio, ladeando su sonrisa, observando a Ithan.

Escuchó a Ithan con fascinacion, mientras le explicaba como era el dia a dia con sus hermanos. Era algo caotico, a la par que desastroso, pero terriblemente fascinante y atrayente. Tenia pinta de ser algo tan divertido. E Ithan parecia haber vivido tantas cosas- Debe ser fascinante... Aunque eso de encontrar el baño ocupado no termina de convencerme. En casa, tengo un baño solo para mi. Asi no tengo problemas si quiero bañarme, o arreglarme, o lo que sea... - le explico, en su caso. E iba a añadir algo mas cuando, de repente, Ithan dijo la palabra clave: dibujar- ¿Tu también dibujas? - le pregunto, con una sonrisa en los labios. Era la primera persona que conocia con aquella aficion, cosa que le llamó enormemente la atencion- Yo tengo un cuaderno, en el que pinto todo lo que me gusta... Y tambien pinte a la sirena la misma noche que la vimos... -rebuscó entre sus cosas, esperando encontrar el libro en cuestion- Vaya... creo que lo tengo en la habitacion. Otro dia te lo enseño, ¿Si?

Lo miró, con aquellas pintas de señorita suya y aquel rostro angelical, asintiendo entonces a su trato- Me parece bien. Y no te preocupes. Seguro que encontramos algo en lo que puedas ayudarme... - dije, sin llegar tampoco a estrechar su mano, cuando el conjuro paso entre nosotros, simplemente sonriendo.

Asenti de nuevo, observando a los dos hurones, dejando escapar una suave carcajada cuando conto su historia-Yo queria una iguana, pero me pasó lo mismo. Las serpientes... bueno... no me gustan mucho, asi que vi a Sócrates, en la tienda, y enseguida supe que seria mio... Es bastante simpático, la verdad. Y muy listo... - le dije, acariciando al hurón, que aun descansaba sobre mi mano.

Por ultimo, me pregunto por aquella chica. Y negué de inmediato, frunciendo ligeramente el ceño, con aire pensativo- Si te digo la verdad, no he visto a nadie... Vine aqui sola, a escribir la carta, y a despejarme un poco despues de la que se ha liado en clase... Y el primero en pasar has sido tu...

Y, de repente, alzó un dedo, astuta. Como si acabara de tener una idea- Si quieres te ayudo a buscarla... - dijo, ofreciéndose, con aquella delgada sonrisa de nuevo pintada en sus labios.

Orsolya abrió por fin los ojos. Notaba un ligero dolor de cabeza y sentía que sus pensamientos eran lentos e inconexos. Argh, fue lo único que consiguió decir, igual que si un zombi acabase de dar la bienvenida a la no-vida. Notaba la boca pastosa, como si llevara todo el día sin comer nada y la saliva se la hubiera acabado. Justo encima, lo que su mirada enfocaba era la sonrisa bobalicona de su hermana, a la que veía reírse en cámara lenta. Arghh, volvió a gruñir, pues su lengua no parecía responder a las órdenes de su cerebro atontado por el hechizo.

¡Vamos, holgazana! Que llevas toda una eternidad aquí tumbada, consiguió sacar Erzsébet entre risotada y risotada. Ver a su hermana con esa cara de lela era la mar de gracioso.

Poco a poco la velocidad del mundo volvió a su ritmo, y el grave y horroroso sonido de los graznidos de Erzsébet se convirtieron en la armoniosa melodía de una risa infantil. Te has pasado, se quejó Orsolya desde su posición. Me has tirado una piedra, ¿a que sí?, la acusó.

Eso es mentira, se sintió herida en el fondo del alma la pequeña. Con cuidado, ayudó a su hermana a incorporarse y sentarla a su lado. Casi consigues escapar. Si hubieras salido fuera seguro que no te encontraba, decidió cambiar de tema. ¿Y sabes qué?

¿Qué?, preguntó Orsolya.

¡La llevas!, gritó Erzsébet, tocándola en el hombro con la mano y levantándose como un resorte. Salió corriendo en dirección el interior del castillo.

¡Eso no vale!, gimió Orsolya consiguiendo levantarse sin trastabillar. Agarró su varita e introdujo la mano en su bolsillo, donde llevaba su propia madeja de lana.

¡Agotattem! ¡Agotattem!, fue conjurando según trataba de alcanzar a su hermana.

Y según como aparecieron, se marcharon, como una ventisca de aire que alborota todo y al desvanecerse, deja todo en calma.

Pues... espera un segundo. Se acercó hasta su mochila, trayendola hasta donde estaba Kendra, y sacando un cuaderno, donde pasó algunas paginas. No era un cuaderno de clase, por lo que podía verse, mientras pasaba rápidamente las paginas -y por lo visto, ni el mismo mantenía el orden en aquel cuaderno- podía verse que había algunos dibujos, notas, planos de algo -posiblemente el castillo-, más notas, y finalmente paro en un cuadro con anotaciones. Defensa a primera hora, y Duelo a segunda. Concluyó, cerrando el cuaderno. Uno de tapas negras con lineas y detalles rojos, y acabó dejando caer el cuaderno en la mochila, sin darle más importancia.

Mis padres trabajan en la oficina de Aurores. Dijo, con orgullo, llevandose ambas manos a la cintura, con una media sonrisa. Así que normalmente estan fuera. Estoy acostumbrado, y tiene sus ventajas, la verdad. Además, cuando estan en casa papa no suele echarnos la bronca y nos enseña cosas divertidas. Pero acabó dejando el tema de lado, cuando Kendra pasó al siguiente tema, afirmando que nunca había celebrado Halloween. La noticia le arrancó una mueca de sorpresa a Ithan, y por un momento, dudo en que decir. Fue entonces cuando se le iluminó la bombilla dentro de su cabeza, golpeando el puño contra la palma de la mano. ¡Ya lo tengo!

A cambio de hacer los nudos de las corbatas, te llevaré al baile, fiesta, o lo que sea. ¿Trato? Esta vez, si estiró el brazo, con intención de estrecharle la mano. ¿Y tampoco has probado las golosinas, el chocolate o has jugado a algo? Miró entonces a las gemelas, con su peculiar versión del pilla-pilla. Fue a invitarle a unirse a ellas, cuando se levantaron y marcharon del lugar, lo que obligo al chaval a cambiar de objetivo. Bueno, nos han dado ranas de chocolate en clase, espera... Pasó el pie por una de las asas de la mochila, tirando de esta hacia arriba, en un rápido y dinamico gesto, agarrandola al vuelo tras alzarla, y rebuscó, hasta sacar la cajita con las ranas de chocolate, y sacando una, ofreciendosela. ¿Quieres?

La idea de un baño para él solo le fascino. No tendría que rebuscar todas las mañanas en la taza de los cepillos el suyo entre media docena mas, no preocuparse por los pelos que dejan sus hermanas en la bañera todas las mañanas. ¿Un baño para ti sola? Eso debe ser la leche... Aunque no tardó en pensar que, quizás, doce baños en una casa -incluyendo a sus padres, claro- era totalmente excesivo. Por muy grande que fuera la casa. Aunque... debe ser un poco aburrido... ¿no? Simplemente, era incapaz de concebir la vida sin el caos o la continua tensión que representaba vivir con hermanos mayores.

No te preocupes, mañana me lo enseñas. Así de paso dibujo algo para enseñartelo... espero quen o pintes muy bien, que entonces quedaré en ridículo. Añadió, entre risas, mientras se encogia de hombros. Aunque cambió de tema, cuando se refirio a la busqueda de Selena. No te preocupes, los demás también estan buscandola, y sin ninguna pista lo unico que hariamos es perdernos por el colegio... ¿La que se ha liado en clase? Acabó por preguntar, extrañado y alzando una ceja, reparando en el comentario de Kendra.

Kendra frunció el ceño, con aire pensativo- Espera... me parece que... - ella también buscó en su mochila, sacando un cuaderno con la tapa negra, pero ricamente decorado con numerosas ilustraciones de color verde esmeralda: era como un frondoso bosque pintado a mano por la mismisma Kendra. A diferencia del cuaderno de Ithan, el suyo estaba perfectamente ordenado, impoluto. Miró en la primera hoja, tras la tapa, y alli estaba su horario, copiado a mano con una caligrafia perfecta.

-Pues si, no me habia equivocado... - dijo, con una sonrisa, mostrándole el cuaderno a Ithan- Yo tambien tengo defensa y duelo asi que... Me parece que nos toca con vosotros. - la sonrisa se ensancho ligeramente en su rostro, mientras lo miraba con ese caracteristico brillo en sus ojos.

Lo escuchó entonces, mientras hablaba de sus padres, asintiendo- Mis padres tambien trabajan en el ministerio. Mi padre en la oficina de misterios y es miembro del Wizengamot. Y mi madre trabaja en el centro examinador de aparición. - le explico, sonriendo cuando le hablo de su vida cotidiana- Mis padres siempre han sido muy estrictos. Siempre están pendientes de que lo haga todo bien, y de que me comporte como ... una señorita. - usó claramente la misma expresion que solia usar su madre con ella.

Sin embargo, en cuanto Ithan le propuso ir al baile con él se le iluminó el rostro. Asintió inmediatamente, quizás con más efusividad de la que deberia haber mostrado segun su madre- ¡Claro! - exclamó, aunque se contuvo inmediatamente, carraspeando ligeramente- Quiero decir... Me parece un buen trato. Acepto. - estrecho su mano, comedida, conteniendo todo aquel torbellino que ahora mismo se desataba dentro de la chica. ¡Iba a ir a su primera fiesta de Halloween!

Y lo miro con curiosidad cuando sacó la caja de ranas de chocolate- Lo cierto es que a nosotros tambien nos dieron ranas de chocolate antes pero... Aún no las he probado. - dijo, mirando la caja y luego a el, como si estuviera a punto de hacer algo terrible. Y es que lo que le estaba diciendo era, directamente, que no se habia atrevido a probarlas.

Y, tras reir ante su afirmacion sobre el baño y ante su temor a hacer el ridiculo si ella dibujaba muy bien, agitó su mano en el aire, negando- No es para tanto... Pero dibujar es relajante... y me gusta tener imágenes de todas las cosas que me gustan... - dijo, para, acto seguido, dejar escapar un largo suspiro resignado, cuando le preguntó por la clase:

-Bueno, la profesora Green le ha dado 100 puntos a Ludmila por ser la mejor de la clase y los Hufflepuff se han enfadado. El problema es que ellos, ademas no han seguido las instrucciones: han empezado a atacarse los unos a los otros, en lugar de hacerlo por parejas, y la profesora no solo no les ha dado puntos, sino que les ha quitado un monton. Y claro, segun ellos, la culpa es nuestra, porque no sabemos lo que es el honor y porque nos hemos llevado puntos por ser Slytherin...

Resopló, torciendo el gesto.

-En conclusion... Han empezado a insultarse los chicos de Hufflepuff con Linc y Anthony... Y yo me he marchado de alli. No me apetecia entrar en ese juego. Y no creo que nosotros tengamos culpa de lo que la profesora haya decidido.

Y miro a Ithan, con aquellos grandes ojos avellana, como si tuviera curiosidad por ver como reaccionaba ante lo que le acababa de contar.

¿Acababa de decir "Señorita"? ¿Una... Señorita? Aquelló le arranco una sonrisa, que no tardó en acompañarla una corta risa, alzando las cejas, en un gesto divertido, y encogiendose de hombros. ¿Que es exactamente "Comportarse como una señorita"? Acabó por preguntar, cargado de curiosidad.

Y cuando aceptó su proposición, incluso se extrañó ¿Si? No esperaba una confirmación tan rápida, y a pesar de su segunda reacción, tan efusiva. Estrechó su mano, con una amplia sonrisa, agarrandole la mano con las dos suyas, y mirandola, acabó por sonreirle. No te olvides ¿Eh? Le dijo, en broma, mientras la soltaba.

¿Aun no las has probado? Preguntó, señalando a las ranas ofrecidas. ¿Y a que estamos esperando? Venga, ya veras que ricas estan, y si te las comes sin masticar, las notas saltar en el estomago. Venga, a la vez ¿Vale? Cogio una, y espero unos segundos Una... dos... ¡y tres! Dijo, metiendose la rana de chocolate en la boca y tragandola, sin masticar, y sintiendo como un cosquilleo inundó su estomago. Acabó por reir,a causa de las cosquillas, llevandose una de las manos al estomago.

¡Ha estado genial! ¿Te han gustado? Le pregunto, entusiasmado con aquello. Debería repetir aquello más veces. Los demás no sabían lo que se estaban perdiendo.

Algun día si quieres, podemos ir a algun sitio a dibujar juntos. Desde la sala comun se ve todo el jardín y parte del lago, hay unas vistas increibles. Le ofreció y comentó. Acabó andando y sentandose en un banco, cansado despues de todo el día sin parar.

¿100 puntos? ¿Cien? Que exageración, debió ser un conjuro realmente bueno... Cien puntos era más de lo que el había conseguido en todas las clases juntas. La profesora Green fue muy cruel en nuestra clase. Insultó a los alumnos. Dio su opinión, ahora algo más serio sobre lo que estaban hablando. Con nosotros los Hufflepuff fueron majos, la verdad. Ayer despues de las clases vinimos aquí, no se por que se portarían así... ¿Quien es Linc y Anthony? Preguntó, pero acabó negando. Bueno, siendo sincero... no es justo que la profesora diera tanto puntos, pero no ha sido culpa vuestra, si no de la profesora.

Aquello solo confirmaba una cosa. Las clases con la profesora Green eran conflictivas.

Kendra se encogio de hombros, mirando hacia arriba, con aire pensativo, cuando Ithan le pregunto- Pues... comportarse como una señorita es... Veamos... - lo cierto es que, ahora mismo, no sabia muy bien cómo explicárselo- A ver... Por ejemplo... aprender a no correr, a no gritar, a controlar tus emociones... a callarte, aunque las cosas te gusten o no... Y no dejar que los demás sepan lo que piensas o lo que sientes... Es... - hizo una pausa, despues de explicar todo aquello con un gesto de sus manos- Ser siempre perfecta. No sé si me explico.

Kendra clavó sus grandes ojos en Ithan. Y se dio cuenta de algo: de que ambos eran iguales y tremandamente diferentes al mismo tiempo. Y aquello le gusto, igual que la sonrisa de Ithan cuando le confirmó que aceptaba. Negó, sonriendole tambien, con cierto gusanillo en el estomago que no tenia muy claro de dónde habia salido- No, no, claro que no me olvidaré. ¿Como me voy a olvidar? Es... la primera vez que alguien me invita a ir con el a una fiesta... - dijo, dandole a entender que para ella aquello era algo importante.

Y en cuanto la soltó y le propuso comerse las ranas al mismo tiempo, asintio. Durante un instante le parecio ver la mirada inquisidora de su madre, mientras sujetaba en su mano aquella rana de chocolate que no dejaba de moverse, y que casi se le escapa- Bueno... venga... Una... Dos... ¡Tres! - ella tambien se comio la rana, entre risas. Y descubrio que aquel era el sabor más delicioso que jamas habia probado.

Miro al chico, riendo, debido al cosquilleo de la rana en su garganta. Y durante unos segundos no pudo hacer otra cosa, sino reir. Se sentia agusto, liberada. Feliz.

-Otra... - fue su respuesta, asintiendo. Y esta vez fue ella misma quien buscó en su bolsa, sacando la caja que ganara antes, tendiendole una ranita a Ithan, con una sonrisa radiante- Venga... Una... Dos... ¡Tres! - repitio, sonriendo de oreja a oreja, mientras se comia la segunda rana. Y, despues de hacerlo, cayo en la cuenta de algo- Mira... Tienen.. Imágenes. - dijo, observando las dos cajas vacias que tenia en sus manos, mirando las imágenes que le habian tocado. -Ha sido genial. Gracias. - le reconocio, con una enorme y sincera sonrisa.

Y aun con aquella expresion ilusionada, escuchó su propuesta. Asintio, efusiva, a lo que se le antojo una idea genial- Claro que si... Podriamos quedar... ¿Mañana? Despues de clase de duelo, si quieres... - le propuso, espontánea. Sin embargo, de repente cayo en la cuenta de algo- Pero... No puedo ir a tu sala comun, ¿no? ¿o si puedo ir contigo? Si no, quizas podamos encontrar otro sitio... No se, no conozco mucho el castillo aun... - le dijo, encogiendose de hombros, con una sonrisa sempiterna en el rostro.

Sin embargo, aquella sonrisa se encogio ligeramente, cuando retomó el tema de la clase de la profesora Green- Cassius y Amon ya nos habian advertido de que era muy dura. Por eso nos portamos tan bien... Y vale, puede que no fuera justo, pero no es culpa nuestra. No es justo que comenzaran a decir que no teniamos nada de honor y que eramos unos tramposos. No sé, conmigo tambien se habian portado bastante bien hasta hoy... Espero que ahora no comience una batalla campal, la verdad... - dijo, torciendo el gesto, mirandolo con una diminuta sonrisa. Y contesto entonces a su pregunta, alzando un dedo- Oh, y Anthony y Linc son los chicos de primero de Slytherin. Un chico rubio con pinta de estirado y otro que es ruso, asi con pinta de... bueno... de matón. Seguro que los has visto. No son malos chicos, pero están un poco desatados... - y acabo por reir, ante su propio comentario.

.....no hacer nada que sea divertido. Resumió, mirandola con cierta cara de "pobrecilla, lo que se ha perdido". ¿Por que no vas a correr, gritar o decir lo que piensas? No vas a ser menos perfecta por hacer esas cosas... aunque quizás te ganes algun castigo. Acabó por decir, con cierto tono divertido, gracioso y amable. Se encogió de hombros, con una media sonrisa.

Sonrió, al ver su reacción al comer la rana de chocolate, y asintió cuando planteó volver a comer otra. Vale... ¡Venga! ¡Una, dos y...tres! Y volvió a llevarse otra rana de chocolate a la boca, con efectos similares a los de antes. Se rió, llevandose las manos a los costados, ante el ataque de risa provocada por las cosquillas. ¿Imagenes? PReguntó, mirando tambien que le habia tocado. No llegó a verlas, cuando Kendra le dio las gracias. Ithan alzó la mirada hacia ella, alzando a la vez, las cejas, en un gesto de no entendimiento. ¿Gracias por que? No lo entendió, no consideraba que hubiera heco nada especial.

Bueno... mañana después de la clase de duelo estaría bien. Y no, leí en las normas que los de otras casas no podían entrar en nuestra sala común, una pena... Papá me dijo que en la Sala común de Slytherin podía verse el fondo del lago. ¿Eso es verdad? Preguntó, curioso. No te preocupes, tengo un mapa del castillo. Bueno, de parte del castillo, no me dio tiempo a copiarlo entero. Hay uno en el hall, que esta completo. Señaló hacia la puerta.

Escuchó el relato de Kendra sobre lo sucedido con los Huffies. Le extrañaba aquel comportamiento por parte de ellos, pero pensó, por un momento, que su primera reaccion fue pensar que no había sido justo todo aquello y que, de estar allí, quizás tambien se habría enfadado. Como se enfadó cuando se fue la Profesora Green. Quizás solo tuvieron un mal día, no lo sé. No debería comenzar una batalla campal por eso ¿no?

Entonces habló de los chicos. No me suena haberlos visto. Negó con la cabeza. ¿Crees que ellos estan enfadados con los Hufflepuff? Y entonces fue cuando mencionó que estaban desatados, y lo acompañó de una risa. Quizás, por separado, no le hubiera hecho gracia, pero la suma de ambos factores, le hizo sonreir, le hizo acabar por reir. ¿Desatados?

-Porque mi abuelo siempre me dice que eso no está bien, que un Lestrange no debe... dar espectáculos. - le explicó, encogiéndose ligeramente de hombros- De hecho creo que si me viera aqui, ahora mismo, hablando contigo... me castigaria un mes sólo por haber comido chocolate y porque eres un... bueno, ya sabes... Un Gryffindor.

Kendra lo miro, ladeando la cabeza, con una diminuta sonrisa en los labios que daba a entender que ella, en este caso, no opinaba igual que su abuelo. Fue entonces cuando le preguntó que por qué le daba las gracias y Kendra entonces dejo escapar una suave carcajada, negando- Por las ranas. Y por haberme invitado a probar el chocolate. Y... por lo del baile.  - le dijo, bajando el tono al final, mientras aquella suave carcajada se convertia en una diminuta sonrisa que aun seguia ocultando una ilusion mucho más grande que ella.

-Si, si que se ve el fondo del lago... Bueno, mas bien está en el fondo del lago... Es preciosa... - dijo, tras su pregunta sobre la sala comun de Slytherin.Después negó, encogiendose de hombros de nuevo- Bueno, en realidad, no estoy segura de si esta prohibido o no... Pero lo supuse... Se lo podemos preguntar a los de segundo, que seguro que lo saben. Y si no... bueno, siempre podemos buscar algun otro sitio... Aun no he visto casi nada del cas... Espera... ¿Tienes un mapa? - dijo, mirándolo con cierta sorpresa, para acto seguido entornar ligeramente la mirada, pensativa- Entonces.. quizas podriamos buscar algun sitio interesante... ¿Me dejas verlo? - preguntó, con cierta fascinacion. Tener un mapa seria genial, eso está claro.

Y, cuando hablo de los chicos, dejo escapar un largo suspiro resignado- Creo que están enfadados con casi todo el mundo. Lincoln no deja de meterse sistemáticamente con cualquiera que se ponga a su paso, y Anthony... Bueno, digamos que parece ser que en Rusia lo solucionan todo a puñetazos... El otro dia hablé con él y parece que está un poco más... sociable, pero aún así.. Es como si los dos tuvieran la necesidad de estar buscando bronca constantemente. Aunque, como te digo, cuando están tranquilitos no son malos chicos... Luego te los presento.

Miró entonces a su alrededor, dándose cuenta de que al parecer, habia anochecido mientras ellos estaban alli, hablando, sin que ella ni siquiera se diera cuenta.

-Vaya, se ha hecho de noche... Creo que deberiamos ir a cenar antes de que nos regañen... -dijo, con cierto fastidio. En realidad, estaba tan agusto que no tenia ganas de poner fin a aquella conversacion. Tenia la sensacion de que Ithan tenia cientos de cosas interesantes que contarle y de que ella aun tenia mucho que aprender.

¿Por que soy un... Gryffindor? Aquelló le arrancó una mueca de sorpresa, sin duda, no esperaba un comentario como aquel, uno que sin duda, lo había dejado algo contrariado, sin saber bien que decir. Era la primera vez que escuchaba que la separación de casa spudiera marcar tanto a alguien. No lo entiendo. Se sinceró. ¿Que tiene que ver? Mis padres fueron Slytherin, y se pusieron muy contentos de que mis hermanos fueran Gryffindor y Ravenclaw. No, no lo entendió, y sintió que quizás, estaba poniendo en un compromiso a la chiquilla. Sobretodo teniendo en cuenta cuales eran los apellidos del chaval.

Aquello marcó el devenir de la conversación. Estaba conrariado, entre aquellas primeras palabras, sus siguientes frases, y su actitud con él. No es nada... ha sido, y será un placer. Añadió, forzando aquella sonrisa, algo deslustrada por aquel comentario sobre la difrerencia de casas.

Debe ser una sala común muy bonita. Me pasaría horas observando el fondo del lago, por si se ve el calamar, las sirenas, los tritones, o quien sabe que maravillas. Y no, no se puede entrar, lo pone en las normas. Volvió a afirmar, pensando quizás, que las normas estaban para romperlas, y aquel pensamiento vino acompañado de una dminuta sonrisa, pícara, con ganas de meter el hocico y posiblemente, meterse en problemas.

¿No has visto casi nada del castillo? Le extrañó. Bueno, si, tengo un mapa... no esta completo, y tiene algunas anotaciones personales, mañana quería ir al hall a acabarlo... espera. Se agachó, rebuscando en la mochila, sacando la lengua y mordiendola, rebuscando con la mano dentro de la mochila, hasta que afianzó una de las copias del mapa. Aquí. Miró primero a Kendra, desde aquella posición, durante un segundo de silencio, y se incorporó.

Le tendió la copia del mapa. Ahi muchos sitios interesantes, aunque no me dio tiempo a revisarlo entero. Creo que el mapa público no esta completo, que faltan zonas que pudieran ser... más interesantes, o peligrosas. Estaba buscando... los sitios donde faltaban cosas.

No suena a que suelan estar tranquilos mucho tiempo, la verdad. comentó, sobre sus descripciones a sus compañeros, y viendo que, en comparación, Gryffindor era un remanso de paz, amor, armonía y tranquilidad. Fue a añadir algo más, cuando ella mencionó que estaba haciendose tarde. Entonces... Reparó en su primer comentario, y pensó que estaba refiriendose a ese problema, a que el fuera Gryffindor.

Si.. quizás tienes razón, se esta haciendo tarde. Dijo, sonriendo de medio lado, sin decir nada mas, mientras se agachaba a recoger sus cosas, y su mochila.

Kendra observó al chico y, sobre todo, su reaccion a sus palabras. Parecia que lo que habia dicho le habia sentado mal. De repente, Kendra abrio muchos los ojos, agitando las manos en el aire, nerviosa- No, no... Yo... No queria decir que... Es decir... No pasa nada... -dijo, haciendo referencia a la pertenencia a las diferentes casas- Quiero decir... Tu eres Gryffindor y me caes bien... Las gemelas son Hufflepuff y me caen bien... Gwen es Ravenclaw y me cae bien... - se explico, algo apurada por la situacion- Pero mi abuelo es muy... poco tolerante para esas cosas. El siempre está diciendo que la sangre debe mantenerse pura y que hay casas superiores al resto... Slytherin, para ser más concretos... Y yo... Bueno, hasta que llegué aqui, pensaba que llevaba razon pero ahora.... Ahora....- hizo una pausa, como si lo que iba a decir fuera a marcar un antes y despues en su vida. Y de hecho, asi era, fuera ella o no consciente de ello- Mi abuelo está equivocado. Yo no creo que no podamos ser amigos porque tu seas Gryffindor y yo Slytherin. Lo siento si te hice pensar que si... - acabo por disculparse, mirandolo, con gesto pesaroso.

Fue entonces cuando una ligera brisa les envolvio, haciendo que Kendra sintiera un escalofrio, que intentó disimular, sin mucho exito. Hacia frio en aquella epoca del año, de eso no habia duda. No obstante, extendio la mano, con una media sonrisa, cuando le tendio el mapa- Si que es preciosa... Es una pena que no puedas... - se detuvo ahi tambien, como si un pensamiento que no llego a compartir tomara forma en su cabeza. Uno que intento desechar de inmediato. ¿Como iba ella a hacer eso? - Bueno... ya se nos ocurrira algo.. - acabo por decir, sencillamente, mientras observaba el mapa con aire curioso, aunque algo temblorosa por el frio - Es un mapa muy bueno... Y esta muy completo... Has hecho un gran trabajo. - le dijo, mirándolo, con una sonrisilla, sin saber muy bien si atreverse a pedirselo para copiarlo o no. Sin embargo, ante su ultima frase alzo una ceja, mirandolo con curiosidad- Te refieres.... ¿A buscar lugares prohibidos y secretos?

De repente, la idea de ir al comedor le parecio algo que se podia postponer algunos minutos mas. Y es que, sin duda, la idea de explorar el castillo le parecio mucho, muchisimo mas interesante, a pesar del riesgo que comportaba. De ahi que lo mirara con aquella expresion astuta, y una sonrisilla en los labios.
 

No comprendió, durante los primeros segundos, lo que estaba haciendo Kendra, con aquellos aspavientos. Pero no tardó en darse cuenta de su error al malinterpretarla, cuando comenzó a explicarle que estaba pensando ella. No, no.. no, que no pasa nada, que ha sido un error, no te preocupes. Tu... también eres Slytherin... y me caes bien. Acabó por decir, al igual que ella dijo que él le caia bien. Y lo remató, dedicandole una sonrisa, mientras se encogía de hombros. Le sorprendió, y se dio cuenta de aquel cambio, de aquel pero ahora.

A pesar de que la diferencia entre casas no fuera algo mencionado en casa, el asunto de la pureza de sangre si haía salido en casa. Y hasta donde él había contado, aquel tema había salido seis veces. No creo que tu abuelo se enfadara entonces porque hablaras conmigo. Conocía su estatus de sangre. Aun así... si tu no le dices nada, yo tampoco lo haré. Acabó por decir, ampliando la sonrisa, con cierta picardía y gracia, mientras se encogía de hombros.

No pudo evitar drse cuenta de los gestos incoscientes de la chiquilla ante el frio. El venía de un clima similar a aquel, frio y húmedo, y a pesar de la bajada de tempertura cuando cayó el sol, no pareció importarle. Y la dejó mirando el mapa, mientras pasaba un pie por el asa de la mochila, tirandola de esta hacia arriba, con un rápido gesto, y atrapandola al vuelo. Había pocas cosas que se le escaparan a Ithan Trace. Metió la mano en la mochila, sacando uno de aquellos elementos que siempre solía incluir en sus excursiones. Una palestina roja, un regalo de su hermana mayor, Lisbeth. Toma. Se lo tendió. Ponte esto, así no cogeras frío. Tienes que... enrollartelo en el cuello, parecido a una bufanda. Esperó a que lo cogiera.

Gracias, lo hice a prisa y corriendo. Quería acabar de copiarlo, y luego pasarlo a limpio. En... un pergamino mas grande, ya sabes. Y cuando ella hizo mención de "Lugares secretos y prohibidos" la miro, con una media sonrisa ¿Y por que no? Solo esta mal si te pillan... ¿No? Acabó por decir, y no pudo evitar reir, encogiendose de hombros.

Y entonces reparó en algo. Desde que habló con Kayla, tuvo ganas de preguntarselo a alguien, pero no tuvo la oportunidad de hacerlo, y él, le daba mucha imporancia... principalmente por lo supersticioso que era. Oye... Una pregunta... ¿Me dejarias ver tu varita? Acabó por preguntarle, con ciertas dudas sobre si accedería, o si querría hablar de ello. La última vez que preguntó, no obtuvo respuesta.

Acabo por sonreir con cierto alivio, al ver que Ithan no se habia tomado a mal lo que le habia dicho. Y, cuando lo escuchó decir que ella tambien le habia caido bien, su sonrisa se ensancho ligeramente, mientras lo miraba- Menos mal... No queria que pensaras que... - dijo, interrumpiendose de repente, mirándolo con cierta extrañeza- ¿Por qué dices que no se enfadaria? - entorno la mirada, repasando todo lo que le habia dicho. Y se dio cuenta de algo que, de entrada, habia pasado por alto: Trace-Rosier. -Oh, claro... tus apellidos... Creo que tu... abuelo y mi abuelo eran amigos, de hecho... Mi abuelo siempre cuenta la historia de su amigo Rosier y la nariz de Alastor Moody. - dijo, haciendo memoria, mirando a Ithan con aire astuto. Si, definitivamente conocia sus apellidos. No era algo de extrañar siendo quien era y viniendo de donde venia. -Y no te preocupes... No me importa... que me vieran contigo. - hizo una pausa, antes de decir lo ultimo, dedicándole una sonrisa algo más timida que las anteriores, mirándolo de reojo. Una sonrisa que acabo convirtiendose en una mueca de sorpresa cuando vio la forma en la que Ithan cogia su mochila y, lo que es más, el gesto con el que le tendio la palestina.

Kendra extendio su mano hacia el, agarrando la prenda. Y aun tardo unos segundos en tirar de ella para ponersela. Unos segundos que se detuvo en dedicarle una sonrisa- Muchas gracias, eres muy amable... Luego te la doy, ¿vale? - le dijo finalmente, carraspeando ligeramente antes de ponersela, con cierto apuro. No queria que el chico pasara frio por dejarsela, pero lo cierto es que inmediatamente agradecio el calor de la palestina en su cuello.

Acto seguido rio, al ver aquella cara de pillo  y aquella sonrisa al hablar de "lo que estaba mal"- Nunca lo habia visto asi... pero... Puede que lleves razón... -dijo, divertida, asintiendo- Mejor dicho... ¡Claro que llevas razon! - exclamo y acabo por reir junto a el.

Quizas por eso su pregunta le pillo de improviso. No se esperaba una pregunta asi en un momento como aquel. Sin embargo, asintio, rebuscando en el bolsillo, tendiendole su varita- Claro... aqui tienes. ¿Como dijo el señor Ollivanders? Ah, si... Madera de Haya, fibra de corazón de dragón , 27,25 cm, muy dura.
-reprodujo exactamente, con aire orgulloso y satisfecho- ¿Y la tuya, como es?

Ithan acabó por sonreir, llevandose la mano a la nuca, riendo. Lo cierto era que aquella era una hitoria que siempre contaba su madre. Mama siempre cuenta esa historia, dice que mi abuelo Evan era uno de los mejores duelistas del mundo. No sabía que lo conocieras. Acabó por decir, encogiendose de hombros. Él no había conocido a sus abuelos, ni bisabuelos. Los únicos que quedaban vivos eran los bisabuelos paternos, que había conocido cuando era muy pequeño, y no volvió a saber más de ellos.

Acabó por dejar ese tema, esa curiosidad por la cual uno de sus abuelos había pasado de Simple Mortifago a uno de los Mortifagos mas famosos. Si escuchó su última frase, no lo dijo, ni hizo nada extraño. Simplemente, espero a que la chiquilla se pusiera la prenda, y él, por su lado, acabó por ponersela bien. ...así mejor. Asintió con la cabeza, mirandola. Si aún tienes frio, podemos ir dentro. Señaló tras él, con el pulgar, mirando de reojo la puerta, girando la cabeza para mirar sobre el hombro.

Cuando le tendió la varita, la cogió con el mayor de los cuidados, acercandola a su cara, con curiosidad, mirandola más detenidamente. ¿Madera de Haya? No sabía que quería decir. Corazón de Dragón es el núcleo que tienen las varitas de todos mis hermanos... excepto la mia. Acabó de decir la frase, en un murmuro, mientras estudiaba la varita. Es increible. Muy ligera, y tiene unos detalles muy bonitos.

El problema llegó cuando le preguntó por la suya. ¿La mia? La mia.... Lo dejó en el aire, y suspiró. Después de todo, era irlandés, y supersiticioso a pesar de lo que le dijeron sus hermanos mayores. Sacó la varita de uno de los bolsillos del pantalón, tendiendosela. La varita era curvada, practicamente del mismo tamaño que la de Kendra, sin ningun tipo de detalle, y de negro oscuro.

Toma.

Kendra asintio, cuando Ithan hablo de su abuelo- Sí, exacto, eso es lo que suele decir mi abuelo... Él... bueno, me cuenta muchas historias de... antes. - le dijo, con una media sonrisa. Aunque, al ver que el chico dejaba el tema de lado, decidio no ahondar en él, al menos de momento. Después de todo, acababan de conocerse.

Además, Ithan se acercó para ponerle bien la palestina, lo que la distrajo de lo que estaba a punto de decir. En cambio lo miro, con una media sonrisa, asintiendo- Gracias... ¿Me queda bien? - bromeo, con una sonrisilla, antes de negar, mirándolo aun- Y no hace falta que entremos aun, no te preocupes... Ya estoy mucho mejor. - dijo, con aire satisfecho, ladeando su sonrisa, divertida.

Sin embargo, su pregunta sobre su varita llegó enseguida. Kendra asintio, haciendo de nuevo memoria- El señor Ollivanders dijo que eso significa que soy más adulta de lo que deberia por mi edad y que tiene muy buena reputacion porque, si su dueño no es estrecho de miras, es delicada y muy, muy precisa. Dijo que eran muchos quienes la codiciaban... - le explicó, con cierto orgullo, contenta cuando le dijo que le gustaba su varita.

Fue entonces cuando, al tenderle Ithan la suya, se dio cuenta de que algo no iba bien. Cogio la varita entre sus manos, observándola- Qué extraña es... Me gusta. - dijo, con una media sonrisa sincera, observando al chico a continuacion con curiosidad- ¿De qué es? - añadio, al ver que Ithan no le habia dado más informacion sobre la varita, extrañada.

Dejó el primer tema. Las hitorias de antes no le interesaban, a él le interesaban más las de ahroa, o las que podría hacer, o las que él podría protagonizar. Hacer algo grande, ser recordado como se recuerdan a tantos en el pasado. Pero para ello, primero debería acabar el colegio. Y eso quería decir esforzarse más.

Bueno... Has tenido suerte en no caer en Gryffindor, te queda mejor el verde. Añadió, bromeando entre risas. Pero no te queda mal... no te preocupes. Levantó el dedo pulgar, con una media sonrisa, y acabó por asentir, cuando dijo que estaba mejor. Bueno, si tienes frio dilo, y vamos al comedor, o seguimos hablando mañana. No tengo intención de salir corriendo. Volvió a bromear.

Y cuando recibió la explicación de la varita de Kendra, volvió a mirar, en primer lugar, la varita. Pasó los dedos por la madera, y llegó a empuñarla, con curiosidad. Vaya... tiene muy buena pinta. Has tenido mucha suerte con esta varita. Delicada y Precisa. Añadió las dos cualidades de la madera de la varita, tendiendosela de vuelta.

Cuando le preguntó de que era, miró la varita, de madera oscura, curvada, entre los dedos finos y palidos de la muchacha que la sujetaba. Núcleo de Pluma de Fénix. Dio por entendido que ella sabría las cualidades de ese tipo de núcleos. Madera de Sáuco. Al igual que el núcleo, supuso que sabría que significaba aquella madera, al ser la más rara. Una varita... Única ¿Eh? Acabó por decir, ampliando la sonrisa. Después de decirlo, no parecía tan malo... más bien, todo lo contrario. 28,5 centímetros, Inflexible. Concluyó, dejando la varita en sus manos, para que pudera observarla.