Partida Rol por web

De camino al dormitorio pudo ver un anuncio sobre el tablón. Se acercó a curiosear y sonrió al ver que la gente de primero se había organizado un picnic.

-¡Qué cabritos! ¡Cómo se lo montan! Sonrió.

Entonces vió la última nota y se sorprendió. Invadido por la curiosidad subió al dormitorio y bajó con Spyke para sentarse en el sillón y esperar al rubio.

-¿Qué tal Spyke? Dijo jugando con el hurón. Él rápidamente salió disparado hacia las escaleras de las chicas y entonces Joey saltó del sillón para ir a por él.

-¡Quieto!. Le gritó, pero obviamente el hurón tenía sus inquietudes y no hizo caso al muchacho. Joey salió corriendo escaleras arriba sin recordar que estas poco durarían. Dos segundos después la escalera se convirtió en tobogan y tantop el hurón como él cayeron hacia abajo. Sin embargo la mala fortuna quiso que dos chicas de cuarto año comenzasen a bajar las escaleras y cayeron tras el muchacho y el animal. Al llegar abajo cayeron sobre Joey que no tuvo tiempo de apartarse.

-¡Ay!...Lo...lo siento... dijo desde desde debajo del montón. Spyke... se justificó.

Ambas chicas se levantaron y ayudaron a levantar al muchacho. Se preocuparon por su estado y una de ellas recuperó el hurón para Joey. Al menos parecían majas.

Gabi llegó cargada a la sala común y aprovechó para dejar la comida que los elfos tan diligentemente le habían preparado, porque no había otra explicación para que todo estuviera empacado para llevar.

Soltó la pelota en un sillón y puso la botella de zumo de calabaza vacía, junto a un par de envases medio llenos, sobre la mesa. Acto seguido guardó algunas manzanas en su bolso (planeaba dejárselas a Gus como golosina) y sacó pluma y pergamino para dejar un mensaje a los elfos:

Queridos elfos de Hogwarts y otros trabajadores de las cocinas:

Escribo para agradecer su contribución del día de hoy a la reunión de alumnos de primero, todo salió genial y fue en gran parte gracias a su deliciosa comida.

Lamento que no hayamos podido comer todo, pero es lo que tiene cuando todos los invitados aportan.

Un abrazo y sigan así, son los mejores cocineros del mundo.

Atentamente: Gabriela Sánchez

Una vez terminó de escribri, arrancó el trozo de pergamino y lo dejó sobre los envases de comida. Recogió entonces la pelota sonriendo y se lanzó escaleras arriba como un rayo. Sabía que era tarde y todavía le faltaba lavarse los dientes.

Ithan llegó con una sonrisa de oreja a oreja. Y cansado, no solo era tarde, también había estado dando vueltas por el colegio, en los jardines jugando a futbol y para rematar, una vez más, de paseo por el colegio. Llevaba la mochila cargada al hombro, con Albo, el Hurón en el hombro contrario. La sala común estaba medio a oscuras por la hora que era, y frunció el ceño, mirando a su alrededor.

Joder, que tarde és. Espero que ni Mathew ni Ian esten esperandome despierto o menudo broncón. Miró a su alrededor. Allí tampoco estaba Gabi, y encontró su nota en el tablon, acercandose a este y sacó un carboncillo, escribiendo algo más en aquella nota con una media sonrisa.

Queridos elfos de Hogwarts y otros trabajadores de las cocinas:

Escribo para agradecer su contribución del día de hoy a la reunión de alumnos de primero, todo salió genial y fue en gran parte gracias a su deliciosa comida.

Lamento que no hayamos podido comer todo, pero es lo que tiene cuando todos los invitados aportan.

Un abrazo y sigan así, son los mejores cocineros del mundo.

Atentamente: Gabriela Sánchez

PD: ¡Hola soy Ithan! Es verdad, estaba todo muy bueno. Me puesto fino a comer. ¡Muchas gracias!

Miró a su alrededor, buscando su balón, y acabo por suponer que Gabi se la había llevado a la habitación de las chicas. Ithan se encamino a las escaleras que llevaban a la habitación de las chicas, cuando puso un pie en estas y recordó lo que le paso a Joey el primer día. 

Mejor mañana.

Se dio media vuelta, encaminandose hacia la habitación de los chicos. Estaba muy cansado, y lo único que quería es descansar.

Gabi bajó la escaleras cantando:

Abrirte las ventanas, nacer cada mañana...

Ser yo misma por el resto... de mi vida...

Cantarte por el resto... de mi vida...

Al llegar abajo recorrió con la mirada la sala,buscando a Ithan, quien normalmente se levantaba temprano, pero por lo visto hoy ella se había levantado antes.

Decidió sentarse y esperarlo un poco antes de ir a comer. Sabía que sería incómodo para él tener el balón en el comedor y mucho más durante la clase. -Así es más fácil.- Pensó. -Cuando baje, se lo entrego y él lo vuelve a guardar en el dormitorio.- Decidió.

Saludó a los alumnos mayores con una sonrisa y se puso a escribir una nota que dejaría en el dormitorio cuando volviera de clases.

Ithan bajo las escaleras de un humor inmejorable. Vestía la clásica túnica de Gryffindor, ataviado con su palestina color carmesí al cuello, y como siempre, llevaba aquellos brazaletes de color oscuro en los antebrazos, escondidos bajo las mangas de la túnica, y que solo dejaba ver de muy de vez en cuando.

Llevaba la mochila al hombro, y cuando el último paso lo dejó en el piso de la sala común, miró a su alrededor. Su vista se cruzó con unos alumnos de séptimo que estaban allí de paso, a quien saludó, y se apartó de las escaleras, dejando paso a otros alumnos de cuarto a quien también saludó con una amplia sonrisa.

Finalmente, vio a Gabi sentada en uno de los sofás, y el Rubio se acercó a ella, sentandose en el reposabrazos del mismo sillón, mirandola. - Buenos días, Gabi. ¿Cómo has dormido? - Preguntó, mirando a ver que escribía. No pareció darse cuenta de que la pelota estaba allí.

- No esperaba verte tan temprano por aquí - Dijo, mientras tiraba de la parte delantera de la palestina, quitandosela y dejandola sobre la mesa, dejando ahora el cuello al descubierto. Él siempre solía hacer tiempo en la sala común para ir acompañado hasta el Gran Comedor, pero ella había madrugado más.

Al salir a la sala común observo como Ithan está hablando con Gaby.

- Buenos días. - digo mientras me encamino a la salida para ir al Comedor.

Gabi estaba escribiendo:

Hola chicas, os escribo para avisar que este domingo habrá una fiesta organizada por los Slytherin. Todos los alumnos de primero y segundo están invitados. Será en el lago y cada uno debe llevar algo para compartir con los demás.

Espero que todas podamos ir, será genial.

Gabi

Cuando Ithan se acercó, la niña lo miró con una sonrisa pícara.

-Buenos días para ti también.- Lo saludó. -Ayer me llevé tu balón.- Le explicó antes de saludar a Noah:

-¡Buen día Noah!- Acto seguido guardó la nota que estaba escribiendo y le entregó la pelota al chico.

-Dormí muy bien, gracias.- Le respondió. -Aquí tienes. Te espero para bajar a desayunar.- Añadió sonriendo al chico.

- Buenos días, Noah - Saludó girando la cabeza hacia él, y levantando la mano, saludándolo con una amplia sonrisa, viendo como se marchaba, y volvió su atención hacia Gabi. Leyó al menos una parte de la nota, al menos lo suficiente como para entender de qué iba. Que él recordara, todos los chicos ya lo sabían, y al menos Di también debía saberlo. Pero era mejor prevenir que curar, así que lo mejor sería recordarlo después. Quizás a la hora de comer.

Devolvió la sonrisa a la chica, estirando la mano y colocando la palma de la mano hacia arriba, recibiendo el balón, con gran destreza. - Muchas gracias, la verdad no me quedaban manos para nada más ayer por la noche -  Acabó por reír, encogiéndose de hombros y dejando su mochila en el sofá.

- ¡Ahora vengo! - Dijo, y se puso en pie de un solo salto con su habitual alegría, subiendo escaleras arriba hacia la habitación de los chicos, como si de un torbellino se tratara.

Selena cruzó la sala común con los libros a cuestas en dirección al Gran comedor. Tenía ya hambre y debía ingerir algo si quería aguantar bien hasta la hora de comer. Hoy tenían criaturas mágicas y esperaba poder ver algo interesante.

Ithan volvió a bajar por las escaleras, para ver como Selena se marchaba de la sala común sin decir nada. el Rubio se paró, alzando una de las cejas sin comprender porque no los había esperado. Quizás a él no lo había visto, pero Gabi estaba sentada en el sofa, con dos mochilas y esperandolo a él. Es imposible que no le viera.

- Ya estoy aquí -

Se acercó hasta la chica, recogiendo su mochila y echandosela al hombro. Miró a Gabi, y luego hasta la puerta durante unos segundos, frunció ligeramente el ceño, en una mueca de preocupación. - ¿Esa no era Selena? - Preguntó, y volvió a mirar a Gabi. - ¿Porque no nos esperó? - Preguntó, mientras estiraba la mano hacia Gabi para ayudarle a ponerse en pie.

- ¿Vamos al Gran Comedor? - Ithan se pasó la mano izquierda por el pelo, aun mojado, con la esperanza de intentar peinarlo aunque fuera un poco, con más bien poco éxito. Y tras ese gesto, señaló la puerta con el dedo pulgar, en dirección a su espalda, esperando la confirmación de Gabi para marchar juntos.

Gabi se disponía a saludar con su alegría habitual a Selena, pero la chica pasó volando cual ráfaga de viento frente a ella y, cuando alzó las cejas sorprendida ya la chica se había ido.

Entonces llegó Ithan y ella lo recibió tenidendole la mochila. Ante sus preguntas la niña sólo se encogió de hombros y respondió:

-Quizas piensa que se levantó tarde.- A ella le había pasado una vez que recordara, pero eso fue hace algunos años y sus padres se encargaron de explicarle para que no estuviese tan apurada. tomó la mano de Ithan para levantarse.

-¡En marcha!- Dijo cual si de un capitán se tratara, y es que a veces no podía evitar acordarse de ciertas películas que había visto con su padre. Sonrió y atravesó junto al chico la puerta de la sala común.

Arnold paso como una bala por la sala común, no sin echar un vistazo con la mirada, buscando a  alguien que conociera, no fue así, de hecho, estaba todo bastante desierto, lo que le hizo apretar el paso.

Arnold volvió a la sala común cabizbajo, una clase mas perdida. Algo debía cambiar, no podía ser que continuara así. Miro a su alrededor un momento, viéndose, como era normal en horario de clase, que la sala común estuviera desierta, respiro hondo, encaminándose a las escaleras que lo llevarían a su cuarto.

Cuando volvió a la sala común, seguía estando desierta, por lo que se acerco a una de las butacas que había frente a la chimenea y se sentó, a esperar, con Thor sobre sus piernas, mirándolo enfadado y maullándole, como si le estuviera metiendo bronca. –Vaya gato, me recuerdas a mama, ya lo se, me he dormido, déjame tranquilo y ronronea.- dijo Arnold al gato, mirándolo severamente, mientras descansaba hasta la hora de comer.

De repente, Albo, el Hurón albino de Ithan bajó las escaleras desde el dormitorio de los chicos como una flecha, dando un par de saltitos y subiendose al sofá, mirando a su alrededor, esperando algo. Pero ese algo o alguien se retrasó algo más de cinco minutos en entrar, ya que cuando se abrió la puerta y entró Ithan, este se encontraba hablando con la guardiana de la puerta, la Señora Gorda.

- Por fin, gracias. Se lo diré a Ian, tampoco me conto quienes son los últimos cinco... cuando me entere de quienes son, se lo contaré, no se preocupe. - Acabó por sonreirle y levantar el pulgar, con una amplia sonrisa, antes de cerrar la puerta, y caminar hacia el interior de la sala común. Entonces, Albo saltó del sofa, corriendo hacia Ithan y escalando hasta su hombro. - ¿Que pasa enano? Estas de suerte tu hoy, que te voy a llevar de paseo. Ya verás.  Acabó por sonreirle, acariciandole bajo el hocico y caminando hacia el centro de la sala, hasta descubrir a Arnold allí. Entre cerró los ojos, caminando hacia él, dejando la mochila sobre el sofa de paso, y chocando la mano con Arnold. 

- ¿Qué pasa tío? ¿Cómo que no has ido a clase? - A él le había parecido un poco coñazo, todo sea dicho, pero habían visto bichos gigantes, a la sirena, y eso hizo que al menos le pareciera pasable la clase.

Arnold acariciaba a Thor mientras miraba las llamas de la chimenea, con gesto ausente, aburrido. Albo lo saco de su estupor, al verlo que se ponía sobre el sofá, cerca de donde el se encontraba. –Que pasa, ya viene Ithan?...estas impaciente, eh?- Dijo, con una pequeña sonrisa, recordando que había cogido una rana de chocolate,a la cual le quito el envoltorio, miro un par de segundos el cromo y se metió la chocolatina en la boca, atrapándola antes, ya que había dado un pequeño salto, como intentando escapar.

Cuando entro Ithan, Arnold se giro en su asiento, mirando a su amigo, el cual parecía hablar con alguien, vio como Albo corría hacia el y se subía en su hombro. Tras chocarle la mano, lo miro, sombrío. –me quede dormido…después de que me despertaras se me volvieron a cerrar los ojos, tengo que dejar de comer tanto chocolate por la noche, luego no hay quien duerma.- dijo, en tono de fastidio, le gustaba el chocolate, mucho. Mientras decía esto, Thor trepo por el brazo de la butaca donde estaba Arnold, hasta quedarse en la cabecera de la misma. Arnold lo miro, y se puso a acariciarle la cabeza, al tiempo que miraba un momento a Albo y ha Ithan. –Donde piensas ir para sacarlo de paseo?...-Luego entrecerró los ojos, mirando a Ithan con una pequeña sonrisa.- Que tramas?...-Pregunto, con gesto divertido.

Al final Ithan decidió ir a la sala común primero, acompañando a Gabi, quien aún estaba decidiendo qué hacer.

-A lo mejor en la sala común hay algún alumno de segundo que me pueda explicar.- Pensó. Aún debía aprender un hechizo de la clase del profesor Longbottom.

Iba algo perdida en sus pensamientos cuando llegaron al retrato de la señora gorda, que se había puesto a hablar con el niño. Mientras tanto, la niña se puso a mirar a su alrededor hasta darse cuenta de que tenía los cordones del zapato desatados, razón por la cual entró un minuto después de Ithan, con las agujetas perfectamente enlazadas.

Una vez allí nada más mirar al pelirojo dibujó una sonrisa en su cara.

-¡Arnold! ¡Por fin te veo!- Le saludó. -Escucha, nos mandaron deberes de la clase ¿Quieres ir a la biblioteca a investigar?- Súbitamente habia cambiado de idea y le apetecía ir con ambos chicos a la biblioteca.

- Pero no pongas esa cara, tío, no te pega nada - Bromeó con él, dandole un pequeño empujón en el hombro sin borrar aquella sonrisa, buscando animarlo. - Nos dio clase la Sirena, y nos estuvo enseñando unos bichos. - Hizo una pausa, apartando a Albo de su campo visual cuando el hurón estiró el cuello por delante de la cara de Ithan- - Albo tío, las normas - Acarició al animal, que volvió a quedarse quieto en el hombro, mirando a Arnold, imitando la posición adoptada por su dueño.

- La verdad es que sí... ¿Te quedan ranas de chocolate? Y por cierto... ¿No sabras donde estan las grajeas que deje encima de la mesa, no? - Señaló la mesa central de la sala común. - Bueno, no te preocupes... Iba a llevar a Albo a los jardines después de pasar por la biblioteca, para hacer el trabajo y entregar un libro. -

Entonces el pelirrojo entrecerró los ojos, mirandolo a él y lanzó su última pregunta. Ithan amplió su sonrisa, de orejaa oreja con un toque astuto. - Yo siempre tramo algo - Pero no dijo el qué. Tenía cosas que explicarle primero, cosas importantes, como el asunto de la chica. - ¿Por que no te vienes a la biblioteca? Te paso las cosas que hicimos en clase, te pones al día y de paso te cuento lo de... - Se interrumpió allí, cuando Gabi entró.

- ¡Gabi! Estaba diciendole precisamente de ir a la biblioteca a buscar información para los trabajos - Comentó con una sonrisa. Ithan tenía planeado buscar información, pedirle ayuda a su hermano Mathew y después que su prima Di le echara un ojo al trabajo final. A ella le gustaban las criaturas mágicas, y seguro que podía echarle una varita con ello.

- Por cierto Gabi... Aun tengo que enseñarte el conjuro de DCAM ¿No? - El profesor Longbottom le había pedido que fuera él quien lo enseñara a sus compañeros, y Selena y Kelly ya lo aprendieron el otro día, ella era la única que faltó a aquella clase que dio. Y le gustaba dar clases, todo sea dicho, por lo que sacó aquella extraña varita, curvada hacia adelante, sujetandola con firmeza y habilidad en su mano izquierda. La sacó de la manga, con un giro de muñeca, hábil. Un truco que le enseñó uno de sus hermanos mayores.

El conjuro que nos enseñó es el de "Alarmir". Puedes encantar un objeto, un libro por ejemplo, y cuando alguien toque el libro, sin decir la palabra secreta, lo notareis en vuestra cabeza. 

Es muy útil para evitar que os roben, y para otras cosas que ya os contaré que se me han ocurrido. Primero practicaremos el conjuro ¿Si? Tomó uno de sus libros, aquel cuyo titulo rezaba "La Historia Interminable". Bien, teneis que hacer una especie de "cinco" con la varita, y luego, tocar el libro. Y cuando toqueis el libro teneis que decir "Alarmir" y una palabra que será la contraseña. Por ejemplo, Éire. Lo haré yo primero, fijaos.

Tomó la varita con la mano izquierda, trazando una linea horizontal, luego una vertical y finalmente, una media luna, y tocó el libro que estaba sujetando. Alarmir Éire. La varita brilló unos segundos, y el libro pareció tener un aura durante menos de un segundo. ¿Lo has visto? Venga, intentalo tu, y no olvides la contraseña... haces el conjuro, y comprobamos que ha funcionado correctamente ¿vale? Asintió con la cabeza, convencido de que Gabi había entendido el proceder del conjuro.

- Deberiamos ir bajando a la biblioteca, que se nos hará tarde - Dijo, después de que Gabi practicara el conjuro, señalando hacia la puerta con la varita en la mano.

-Si, alguna me queda, pero poca cosa, ahora te doy una si quieres.- dijo con una sonrisa, parándose un momento, alzando los ojos ante la pregunta de Ithan sobre las grajeas, antes de contestar –Eh…Grajeas? No, ya no me llaman tanto la atención desde que me comí una con un sabor mas asqueroso como los Gnomos de jardín.- Hizo una mueca, recordando aquella grajea y a aquellas criaturas a las que les tenia tan poco cariño. Dicho esto, se paso una mano por el pelo, revolviéndoselo un poco, sonriéndole riendo ante el “yo siempre tramo algo” dicho por Ithan. –Si, no puedo perder mas tiempo, vamos a la biblioteca, y serias un buen amigo si me dejaras los apuntes.- añadió como el que no quiere la cosa, cogiendo a Thor en brazos, dispuesto a volver a la habitación a por su mochila, aunque se vio detenido por la entrada y el saludo de Gabi, lo que le hizo girarse hacia la chica.

-Hola Gabi! Que tal te encuentras?- le dijo con una amplia sonrisa, con Thor en los brazos. –Si, Ithan acaba de decírmelo, iba a recoger mis cosas y vamos.- Termino, ya que vio a Ithan preparando una de sus clases magistrales, por las que le debía mas de una ya. Viendo que estaba enseñándole a Gabi el conjuro, fue rápido a la habitación.

Bueno, ya estoy listo, vamos?- Dijo, bajando por las escaleras y llegando junto a ellos. Viendo que Ithan estaba terminando su clase. –Si, aun se nos hara tarde…y yo tengo mucho que poner al dia…-Termino, con cara de fastidio.