Partida Rol por web

Gabi entró a la sala común cantando, cuando se dio cuenta de que eslena y Diana estaban allí sentadas, muy cerca.

-¡Reunión de chicas!- Exclamó al verlas y salió corriendo a sentarse con ellas. -Entonces ¿Qué ha pasado? Soy toda oídos.- Les dijo emocionada. Sabía que posiblemente no hubiese tal reunión de chicas, pero le hacía gracia imaginar que ahora muchos de los que estaban en la sala común las mirarían con curiosidad.

-Por cierto Selena, necesito ayuda con el hechizo de hoy porfiii.- Le pidió a la peliroja, recordando que ella e Ithan eran los que habían ganado muchos puntos para la casa.

Ithan bajó hasta la sala común, pero por algún motivo, miró hacia atrás, como comprobando algo durante unos segundos, y se dirigió a su sitio de siempre. A pesar de estar la sala común practicamente vacia, había uno de tercero sentado en su sitio. Cuando Ithan llegó y lo descubrió, se paró en seco, mirandolo fijamente, entrecerrando los ojos con un claro gesto de disgusto.

- Ese es mi sitio. - Le dijo, con un tono bastante seco. Y el chaval de tercero miro a su alrededor, ya que lo demás estaba vacio. - Quita de mi sitio. - Repitió Ithan, mirando fijamente al chaval, quien finalmente, se movió un asiento a la derecha. - Gracias. - Dijo finalmente con una sonrisa y amable sonrisa, que contrastaba con la anterior sequedad y seriedad ante la demanda. Se sentó, ahora si en su sitio, dispuesto a hacer algo de tiempo, y sacó un libro, comenzando a leerlo. "Alicia en el Pais de las Maravillas".

Pasó algunas páginas, buscando por donde iba. ¿Pero que le daría a esta chiquilla por molestar al conejo? En fin... Acabó por suspirar, estirando los pies hacia la chimenea para calentarse.

A ver si bajan los demás...

Gabi se quedó un momento observando la sala común desde lo alto de la escalera, viendo que allí estaban Ithan y otro alumno de tercero.

Bajó con sigilo y se acercó al rubio por detrás para sorprenderlo: -¡Buenos días!- Le dijo animada, acomodándose a un lado de él y estirándose otra vez, por lo visto hoy tendría uno de esos días "flojos".

-¿Qué lees?- Le preguntó por hacer conversación mientras llegaban los demás.Buscó un asiento cercano al de Ithan y se dejó caer en él, sintiendo cómo el sopor buscaba apoderarse de ella, así que se acomodó todo lo recta que pudo mientras escuchaba la respuesta de su compañero.

Selena bajó a la sala común aún con los ojos entrecerrados y repletos de legañas. - Buen...UAAAHH- Bostezó - Buenos días- dice mientras abre un poco los ojos para ver quién está ahí. - Ah Gabri luego intentamos repasar el conjuro que ayer entre tanta charla se nos olvidó. No te preocupes seguro que te sale en seguida.- Dijo animándose al pensar en hacer magia- Ahora vamos a desayunar que hay que coger fuerzas o me duermo en la clase. - Dice sonriendo tímidamente y marchando fuera de la sala común.

Levantó algo más el libro, concentrado en su lectura, frunciendo el ceño, como si no comprendiera algo de vez en cuando. A ese gesto también sel e unía cuando hacia alguna mueca de extrañeza, y inclinaba la cabeza ligeramente hacia un lado. Y estaba pensando en algo, tras leer una página, a punto de pasar a la siguiente, cuando alguién le sorprendió por la espalda, se dio la vuelta rapidamente, mirando quien era. - ¡Gabi! - Exclamó, acabando por reir. - No te esperaba despierta tan temprano... ¿Cómo estas? - Le hizo sitio junto a él, para que se sentara. 

- Un libro Muggle. "Alicia en el Pais de las Maravillas y Alicia a través del espejo" - Se lo tendió para que lo viera. Como Marcapáginas tenía una de aquellas cartas que tocaban con las ranas de chocolate. - Tienes pinta de estar medio dormida aún... ¿a que hora te acostaste? - Preguntó, cuando vio pasar a Selena por allí. No entendía por que nunca se sentaba con ellos. - Buenos días, Selena. - Y cuando fue a marcharse, la despidió. - ¡Hasta luego! - Entonces, miró a Gabi, extrañado. - ¿Que conjuro no te sale? - Le preguntó a su amiga.

Cuando terminaba de bajar las ultimas escaleras que conducían al dormitorio, Selena salía de la sala común. El chico se encogió de hombros, mirando en dirección a Ithan, naturalmente, sentado en su sitio, junto a Gabi. Sonrió para si, volvió a pasarse una mano por el pelo y se acerco a ellos.

-Bueeeenos días! Que tal habéis dormido?- Pregunto, tomando asiento cerca de ellos y lanzándole una mirada un tanto divertida a Ithan. Habiendo llegado a tiempo de escuchar la pregunta que Ithan le hacia a Gabi, miro a la chica. –Le has comentado entonces lo del conjuro de la clase de ayer?- dijo, al tiempo que se acomodaba en el sillón, con la mochila sobre las piernas, y sentía el impulso de restregarse los ojos y bostezar hasta dormirse.

Cuando el rubio le dijo que parecía medio dormida, la niña reprimió un bostezo y compuso una pequeña sonrisa.

-Bueno... no me acuerdo, pero ya casi se habían apagado las llamas de la chimenea.- Le dijo, observando también a su compañera peliroja.

-Ah, el de la clase de duelo, pero no hay prisa.- Añadió rápidamente.

-Últimamente le he pedido mucha ayuda a Ithan, espero no molestarlo.- Pensó.

Entonces llegó Arnold y lo saludó con una sonrisa. -¡Buen día! Si, le dije lo del flamine.- Le respondió.

-Ay tengo hambre ¿Bajamos ya?- Dijo poniéndose en pie y recogiendo su mochila. Una vez todos estuvieron listos, salió en dirección al gran comedor.

- ¡Buenas Arnold! - Le saludo cuando bajó las escaleras. - Como siempre, a pierna suelta... ¿y tu? -  Entonces, miró a Gabi y Arnold sobre lo del conjuro. Debía tratarse del Flamine Fulminis, y Gabi no tardó en confirmarselo. Se encogió de hombros cuando dijo que no había prisa. - Bueno, como quieras. - Añadió, poniendose en pie junto a ella, y recogiendo sus cosas, para llevarse la mochila al hombro.

- Si, vamos bajando ya, que tengo hambre. - Reconoció, esperando a Arnold, haciendole un gesto para que fuera con ellos. - Vamos, tio. - Le dijo, con una media sonrisa y de humor inmejorable. - ¿Cómo llevas tu los conjuros de duelo? - Le preguntó a Arnold.

Bien, he dormido bastante bien, la verdad. –dijo, antes de reprimir un bostezo, cuando vio que tanto Gabi como Ithan se levantaban para ir al gran comedor. Con un resoplido, el también se puso en pie, poniéndose bien la mochila y saliendo junto a ellos, cuando Ithan le preguntó. –Lo cierto es que bien, el conjuro de ayer fue lo único que me salio bien en todo el día, se me dio bien el Flamine. –Dijo, sonriente, al tiempo que salía por el hueco que conducía al pasillo. –aunque se lo lance a Alden, pero consiguió detenerlo…-añadió, alzando un puño y agitándolo, con cara divertida.

Kelly se puso a estudiar un rato antes de irse a desayunar, tenia que darle caña a Tranformaciones, Duelo y Conocimiento de Criaturas Mágicas. De todas ellas la que más le pesaba era esta última.

Cuando terminó de estudiar recogió sus cosas y se marchó a desayunar.

Cuando Enya llegó a la sala común, no estaba ya ninguno de sus compañeros habituales. Sí que había alguna cara conocida de alumnos de otros cursos, pero no había hablado con ellos y ahora tampoco lo iba a hacer. Vio la nota de Ithan y el pelo se le volvió un poco rubio. Qué majo. Con lo pesada que soy...

Tengo que ponerme al día. Miró su horario de cursos y vio lo que se había perdido: dos clases de duelo, conocimiento de criaturas mágicas y defensa contra las artes mágicas. Esto va a ser duro. Ojalá Ithan no esté tan ocupado con... ¿Cómo se llamaba? Tantos días en cama he perdido la memoria. Era algo como almendra. Sí, eso, Kendra. Bueno, tampoco quiero molestarlo si está con su "pareja", o lo que sea a los 11 años. Al menos se le ve feliz y eso es importante.

Se puso a leer un poco. Sabía que sin ayuda no podía aprender, pero al menos le sonarían un poco las cosas. Después de un rato, decidió que daría un paseo un poco más largo de camino al Gran Comedor. Uff, ¡qué hambre! Le rugieron las tripas, recordándole que hacía mucho que no tomaba algo decente. Creo que hoy comería hasta carne y todo. No, no, no, tengo que aguantarme. Bueno, ya veremos. Tengo el estómago tan vacío...

Salió de la Sala Común y se dirigió hacia el Gran Comedor dando un paseo un poco más largo para airearse.

Diana entró en la Sala común perfectamente recuperada y tan jovial como siempre. Llevaba en la mano varios pañuelos manchados de sangre que dejó sobre una mesa, para después desaparecer en el dormitorio de las chicas y salir al rato con un pequeño barreño con agua.

 Se dirigió hacia una ventana y se puso a lavar los pañuelos con jabón y todo lo que encontró por medio, no contenta con el resultado realizó varios conjuros... los primeros que se le ocurrieron y observó el resultado arrugando el ceño, para después encogerse de hombros. Aquello era todo lo que podía hacer...

Joey entró con Diana en la sala común de la casa de los leones:

-¿A dónde vas Di? preguntó cuando vió que su amiga subía rápido hacia su habitación. Entonces él aprovechó para ir a buscar a Spyke. Hacía mucho que no le dejaba salir del cuarto y el pobre hurón necesitaba darse una vuelta fuera de la misma. Al volver a la sala común observó como su amiga estaba intentando limpiar los pañuelos que le habían dejado.

Joey dejó al hurón en el suelo que corrió para subirse al hombro de Diana y frotar su pequeña cabeza contra el rostro de la pequeña. Joey se percató del intento de su amiga y comentó:

-No te preocupes Di. Esos pañuelos los echamos a la lavandería. No hace falta que los laves tú. Pero al ver que su compañera se había obcecado en ello se acercó a su lado y le ayudó. Miro los pañuelos y refiriéndose al que llevaba bordadas las iniciales C.J dijo:

-Ese lo limpias tú. Los otros déjamelos. a veces ayudo a mamá en casa, lo que pasa que usamos la lavadora. Pero a veces dice que hay que frotar antes las cosas para que salgan bien.

Cambiándole de tema le comentó:

-Oye, Di...¿esta noche tras las clases me podrías echar una mano con los conjuros que no me salieron esta semana? Las palabras de Cassius le habían molestado bastante. Sabía que no era tan buen mago como su amiga. En verdad no había mejor mago que Diana, quizá Selena, pero después estaba ella. Eso era seguro. Haría todo lo posible por callarle la boca a ese idiota.

- Tengo que lavar los pañuelos sino va a ser muy difícil quitarle las manchas... o al menos eso suele decir mi madre cuando me mancho la ropa... Hola Spyke- le dijo cariñosamente al hurón de su amigo al tiempo que aumentaba la sonrisa y le rascaba la pequeña cabecita al animal con un dedo- ¿Quieres una chuche? creo que tengo algo por aquí... son de Vicky pero no creo que le importa que te de un poco- se sacó un trozo de chuchería para mascotas y le dió se lo ofreció al hurón.

- Sí, no te preocupes el de Cass ya lo limpio yo... se que no te cae muy bien... - comentó- en el fondo es buen chico, si no lo miraras como que pertenece a Slytering estoy segura que hasta podríais ser amigos y todo... pero supongo que no puedo obligaros a que os llevéis bien- suspiró- ¿Frotando?- cambió de tema- ¿Así?- dijo al tiempo que se ponía a frotar el pañuelo con brio y a empaparlo con el agua para quitarle la mancha.

- ¿Ayudarte? Pues claro que sí, eso no hace falta que me lo preguntas, sabes que siempre puedes contar conmigo- sonrió ampliamente feliz porque Joey confiara en ella para aprender conjuros- ¿Cual necesitas? Si quieres luego los podemos ensallar aquí mismo en la Sala Común.
 

¿Llevarse bien? ¿Buen chico? Su amiga estaba un poco loca si creía que podían llevarse bien.

-¿Cómo te puede caer bien un tío que siempre está provocando y humillando a los demás, Di? Preguntó sorprendido.

-Lo de en el fondo debe ser muy muy muy en el fondo, más o menos a la altura de las plantas de los pies. Debe serlo con otros, con los leones no es muy simpático. Al menos con los chicos. Con las chicas no sé, parece distinto. Quizá haya que tener tetas para caerle bien a ese tío. Seguro que la señora gorda de la entrada a la sala común le cae bien. No he visto mujer con más tetas. Bueno...dijo reflexionando...quizá el nuevo enfermero...

-De todas formas no me preocupa caerle bien o mal a Cassius. Por mí puedo caerle fatal si con ello los leones triunfamos este año. Cosa harto complicada vista la clasificación de este año.

Cuando su amiga le comentó que le ayudaría sin problema, Joseph sonrió:

-Muchas gracias, Di. La verdad que no he empezado muy bien este año. Se nota que es mucho más complicado. Menos mal que te tenemos a tí. La nueva Harry Potter, jaja. 

-Me parece bien practicar aquí. El de defensa y la de la señorita Green no me salieron nada bien. Dijo comentándole dos de los conjuros que le faltaban.

En ese momento un rugido sonó de las entrañas de Stone.

-Ups...perdona...creo que la acción de esta mañana me ha dado hambre. ¿Bajamos a comer? ¿Dejamos los pañuelos colgados en la ventana para que se sequen y bajamos?

Al llegar a la Sala Común observo que Joey y Diana ya están aquí.

- Diana, Joey. Por fin os encuentro. - digo. Llevo un buen rato buscandoos pero allá donde iba ya no estabais.

- ¿Como estás Diana?

Cuando Noah entró Joey se giró y levantando una mano le saludó:

-¿Qué pasa, figura?

Al parecer había estado buscándolos:

-Eres demasiado lento para nosotros, pequeño saltamontes. Dijo sonriendo tras el comentario de Noah. Miró a Diana cuando Noah preguntó por su estado, esperando que la chica contestase, tras lo cual volvió el rostro hacia Noah y preguntó:

-Me pareció que había jaleo en clase. No me enteré muy bien de lo que sucedió debido a lo que ya sabes, pero pude oirte gritar a alguien. Espero que todo estuviese bien. Cada vez que hay serpientes de por medio se lia. Dijo sin saber exactamente que había pasado y dando por sentado que había habido bronca con las serpientes.

Joey abrió la ventana de la sala común para tender los pañuelos y que se secasen.

- Es curioso que hables de Serpientes. - digo a Joey. Pues tenemos una en nuestra propia casa. - añado visiblemente malhumorado.

- Esa sierpe es tu primo Diana. - prosigo. Cuando respondí a un ataque a traición de un Slytherin se interpuso y me atacó junto a la sierpe.

- Por cierto, ¿que pasó exactamente en clase? - pregunto. Estaba liado luchando contra una sierpe (Linc) y un león con cabeza de sierpe (Ithan) y no me he enterado de lo que ha sucedido.

Ithan entró en la sala común, llevando la mochila al hombro y hablando con Arnold y Gabi sobre algo de un equipo de Quidditch y la clase de vuelo que tendrían después. Dijo la contraseña, entre risas y divertido por lo que fueran hablando, entrando en la sala común.

A la primera persona que vio fue a Diana. - ¡Di! - Alzó la voz, acercandose a ella, y viendo que estaba limpiando pañuelos. - ¿Cómo estas guapa? - Y se fijó en que no estuviera herida, con detalle, mirandola y estudiandola. Cuando confirmó que estaba bien,s e giró hacia Joey. - Hola tío ¿Cómo va? ¿Estás bien? - Le preguntó, acercandose hacia él. Y en último lugar miró a Noah.

Se volvió algo más serio, mirandolo fijamente y alzando el mentón, estirando el brazo izquierdo y abriendo la mano. Después de su actuación atacando por la espalda a sus compañeros, podía esperarse cualquier cosa. Y Joey hizo la pregunta mágica. ¿Qué pasó? Que es un cobarde. 

- Noah atacó por la espalda a un chaval de primero de Slytherin cuando acabó la clase. Aparté al chaval y me lanzó por los aires con un conjuro llamado... Envertesatil, o algo así. - Explicó a Joey, y luego miró a Noah. - No sé de que vas tío, pero no se ataca a la gente por la espalda. Menos si estan distraidos hablando con otra persona. Menos si son de cursos inferiores ¿sabes? - Frunció el ceño, mirandolo fijamente.

Recordaba lo que Arnold le había explicado, que Noah se había vuelto loco y había lanzado conjuros contra paredes cuando él se marchó.

La explicación de Noah le hizo abrir los ojos de par en par. - ¿Pero como puedes ser tan mentiroso? Aquí la única serpiente que ataca por la espalda eres tu. Yo defendí a alguien a quien estabas atacando a traición por la espalda. Con honor y coraje. No como tu. Cobarde. -

- Linc me atacó a traición. - le digo a Ithan. Aprovechó que tú estabas practicando conmigo para lanzarme el hechizo sin que pudiera defenderme.

- Para cuando quise darme cuenta estaba escapando como la vil serpiente que es y SI, le lancé un conjuro tan a traición como lo hizo él anteriormente conmigo.

- La verdad, me da igual de que curso sea quien se meta conmigo. Si alguien me ataca a traición se la devuelvo en cuanto pueda. Y desde luego ambos podeis dar gracias a haber salido corriendo pues de lo contrario hubieseis recibido una buena dosis de conjuros para que supierais con quien os la estais jugando.