Partida Rol por web

Si a Kendra le parecía bien la idea de ir de mortífagos, tan mala no sería, ¿no? Era una chica con cabeza que, aunque tuviera la familia que tuviera, siempre sabía comportarse en cada ocasión. Eso le tranquilizó a Asterope-. Vale, pues hecho entonces –Le pilló por sorpresa lo de "comamos todos en Gryffindor" porque pensaba que eso era cosa de los chicos. Aunque Ithan la había invitado a ella también, nunca lo habían dejado apalabrado-. Me parece bien, sí. Luego lo hablamos todos a la hora de comer o incluso después de clase podríamos quedar en algún sitio.

Asterope comenzó a escuchar la historia de Kendra con una sonrisa que le contagiaba su amiga. Se los imaginaba a los dos rodeados de las miles de cartas que Ithan había recibido. Y cuando llegó a la parte del beso, a la Bletchley se le abrió la boca de la sorpresa. Un segundo después, se llevó las manos para tapársela, como si quisiera proteger sus labios de niños besadores. ¿En... ahí? Una cosa era la mejilla y otra muy distinta la boca-. Pero... ¿en serio? ¿Y... cómo fue? –Cuando había visto a sus padres darse besos en la boca, le parecía que había demasiada saliva por medio; algo que ella no querría experimentar nunca. Al menos en un futuro cercano-. O sea... no sé, en los libros hablan mucho de los primeros besos, pero nunca he sabido cómo es eso. Guau, Kendra, eres como... no sé... Eres la primera chica que conozco que ha dado uno –En realidad, era la primera chica de su edad que había conocido, si excluía a sus primas, a las que apenas veía-. ¿Y pudiste dárselo tú luego? Jo, a mí me hacen eso y salgo corriendo. Pero, claro, es que vosotros sois novios y los novios hacen esas cosas.

Aunque, por un lado, le daba un poco de asco pensar en esos temas, por otro lado veía a su amiga como si hubiera crecido de repente. Y ya se sabe lo que pasa cuando una adolescente parece más adulta a ojos de sus compañeras: Que estas se sienten fascinadas por ella o le tienen envidia. En el caso de Asterope, era la primera opción. Para ella, Kendra era una adelantada por esa experiencia que había conseguido antes que las demás, aunque la pequeña no quisiera vivirla en ese momento. Y es que no todas las niñas de 11 años podían alardear de algo así.

Kendra sonrio ampliamente, cuando Asterope acepto lo de ir de mortifagos- No creo que nadie se moleste, Aste... Han pasado ya cuanto... ¿Cuarenta años? Ademas, es una fiesta de terror... No se... Yo no creo que sea nada malo. - dijo, encogiendose de hombros, despreocupada. -Podemos ir a por Ithan despues de clase e ir a hacer los disfraces... Despues de comer dudo que tengamos mucho tiempo con todo lo de la fiesta...-añadio, resuelta a dejarlo todo bien atado cuanto antes.

Entonces Kendra miro a Asterope, sin poder evitar echarse a reir cuando vio su reaccion ante lo del beso, ilusionada- Pues... fue... No se... maravilloso. Y especial. Y.... ay, Aste... tenia un gusanillo por aqui, por el estomago... Madre mia, era como si se parara todo de repente, y solo estuviera el, no se si me explico... comenzo a explicarle, haciendo aspavientos con las manos, emocionadisima mientras se lo explicaba todo. - Fue un beso corto... quiero decir, que no fue de esos con lengua ni nada de eso... pero guau, Aste... Fue la mejor sensacion de mi vida, te lo juro... -añadio, riendo de nuevo, cuando la escucho decir que era la primera chica que conocia a la que habian besado- Yo tambien soy la primera chica de once años que conozco a la que han besado... - dijo, divertida, antes de encogerse de hombros, ante su pregunta- No se... Fue todo muy raro... De repente, yo estaba ahi, muy cerca de el. Y era como si algo me empujara hacia el, no se explicarlo...  Y a el le paso lo mismo... Nos quedamos callados y, de repente, paso... Y entonces, me di cuenta al separarme de que queria mas. De que queria repetir y demostrarle que me habia gustado lo que habia hecho y que no me importaba repetirlo...

No se Aste... si te digo la verdad, es dificil de explicar todo... Pero fue genial, eso seguro... Estoy tan feliz.... Y hemos decidido pasar las Navidades juntos... Voy a ir a Irlanda, quieran mis padres o no... Lo tengo clarisimo. - dijo, resuelta, haciendo todos los castillos del mundo en el aire, con toda la determinacion del mundo.

Entonces se la quedo mirando, durante unos instantes, sonriendole- ¿Y tu que? ¿Como va todo? Por cierto... muchas gracias por venir a la fiesta. Se que a ti te cuestan horrores esas cosas y.... Me hizo mucha ilusion verte alli, en serio. - le dijo y, espontaneamente, le dio un abrazo a su amiga, pletorica.

Parecia que al fin habia encontrado su sitio y habia encontrado a los suyos. Y eso la hacia feliz. Muy feliz.

Linc bajaba las escaleras junto a Cassius, no acababa de estar del todo convencido con sus palabras, pero bueno, si él se lo decía, le creería -... vale vale, pues dime quien narices ha sido "Y te juro que me las pagará"- Bajaba de mal humor, pero se iba tranquilizando conforme continuaba hablando con su compañero, se paró delante de él, una vez ya en la sala común y continuó -La próxima vez, en vez de quedarte callado, avísame antes de que ponga el pie en el suelo- Eso era lo que Linc no acababa de entender, si Cassius no era el culpable, ¿Porque no le avisó a tiempo?.

Linc se mantuvo quieto frente a su amigo, a ver que le contestaba, ni siquiera se había dado cuenta de la presencia de Kendra o Asterope, que estaban sentadas al fondo de la habitación, estaba obcecado con encontrar al idiota que había hecho eso, y de lo que estaba claro era de que la cabezonería de Lincoln no tenía limites.

Asterope escuchaba un montón de palabras que no entendía. ¿Un gusanillo en el estómago? ¿Cómo sería eso? ¿Besos con lengua? ¿La gente usa también la lengua además de los labios? Ella no, pero al parecer otra gente sí. Y según la expresión de Kendra, todo eso debía de ser maravilloso, pero ella no comprendía cómo algo que incluyera una sensación de gusanos y lenguas pudiera serlo. Aunque parecía que, según avanzaras en edad, esa opinión cambiaba, porque a los mayores les encantaba besarse.

Lo que sí que podía entender era ese impulso que tuvo de acercarse a él. No el beso, pero sí el hecho de tener a una persona delante y tener tantas ganas de demostrarle tu cariño que no puedes evitar hacer algo. En caso de Asterope, fue un abrazo amistoso; en caso de Kendra, un beso.

- ¿De verdad vas a ir a Irlanda? Pero eso es... algo serio, ¿no? ¿Y a su familia le parece bien? No sé, sois tan... jóvenes –Iba a decir "pequeños", pero sonaba mejor la otra palabra-. Guau, no sé qué decirte, yo de esos temas entiendo poco. Pero es genial que estés tan feliz.

Recibió el abrazo de su amiga con una sonrisa-. ¿Cómo no voy a ir a la fiesta? Con todo lo que te llevó prepararla y avisar a todo el mundo... –Y, al final, ese trabajo mereció la pena, pues apareció mucha más gente de la que esperaban-. En realidad, ese día estaba un poco ausente, pero no fue por la fiesta. Al final salió genial, ya lo sabes. Era por el tema del baile, que me daba un poco de cosa por... por varias razones. Y estaba algo nerviosa pensando en todo eso.

Iba a seguir hablando pero, justo entonces, vio a Linc bajar por las escaleras acompañado de Cassius y decidió que era mejor callarse.

Asterope y  Kendra parecían tener una conversación interesante, pues las dos chicas hablaban sin parar y estaban inmersas en sus confidencias. Pero, justo cuando aparecieron Linc y Cassius por las escaleras, Asterope, que en ese momento era la que estaba contando quién sabe qué cosas a su amiga, se calló de repente.

- Buenos días, chicos –Saludó a sus compañeros. Se fijó en que Linc no traía buena cara y estaba encarando a Cassius por alguna razón que ella desconocía. Además, parecía no haberse dado cuenta de que ellas estaban ahí-. ¡Eh! Linc, menuda cara traes. ¿Has dormido mal o algo?

- Por favor. - Acabó por decirle, como si a la frase de Linc le hubiera faltado algo, y Cassius, en una máxima de educación, se lo estuviera enseñando. - Dime quien ha sido, por favor. - Usó la frase corregida entera, con una pequeña sonrisa. - Carpenter, de tercero. El año pasado ya hizo lo mismo, no es algo nuevo. - Le explicó, y alzó ambas cejas cuando le acusó de no avisarle. - Quería ver... como de ágil eres. - Le explicó, con una media sonrisa, mirandolo de reojo.

- Buenos días, Asterope. Buenos días, Kendra. - Miró a Asterope, con esa perfecta faceta de caballero inglés de doce años que siempre arrastraba con él. - Linc se ha levantado con el pie izquierdo. - No dio más explicaciones, sencillamente, por que si decía algo más, posiblemente se echara a reir allí mismo.

-Claro que voy a ir a Ir... - Kendra se detuvo, al ver que Linc y Cassius aparecian en la sala comun. Sonrio entonces a ambos, alzando una mano, a modo de saludo. - Buenos dias, Cassius. Buenos dias, Linc. - los saludo a ambos, de un humor inmejorable.

Observó entonces a Linc y a Cassius, y su mirada volvio al primero, cuando Cassius hablo de su "despertar"- ¿Que te ha pasado, Linc? ¿Otra vez te has despertado a voces? - dijo la chica, sin molestarse en reprimir la sonrisa que aparecio en sus labios.

Y entonces miro a Asterope, con aire complice, y una sonrisilla que mostraba un agradecimiento que no le habia dado tiempo a expresar con la llegada de los chicos.-Nosotras ibamos ahora hacia el Gran Comedor... ¿Venis? - pregunto entonces a los chicos, mirando a Cassius esta vez- Por cierto... ¿Vas a disfrazarte para la fiesta, Cassius? Nosotros ya hemos elegido el nuestro... - comentó, mientras  se dirigia hacia la puerta, esperando que el resto la siguiera hacia el Gran Comedor.

Asterope miró a Cassius cuando contestó a su pregunta. ¿Qué le habrá pasado a este chico? Había muchas cosas que podía alterar a Linc: Que Aphrodita lo despertara estrangulándolo, encontrarse con algún resto de Anthony que los elfos domésticos no hubieran eliminado, que le hubieran robado su apreciada escoba... Las posibilidades eran infinitas, así que esperaba que el chico le resolviera pronto la duda.

- Sí, íbamos a desayunar ahora. Aprovechamos que habéis llegado y bajamos ya –Vio que Kendra había tenido la misma idea, así que se levantó, cogió su mochila y se puso de camino. Primero se acercó a Linc-. Oye, le conté a Kendra lo de los disfraces y le parece bien. Luego hablaremos con Ithan –Esperaba que a la pareja le diera tiempo a hacer el disfraz. A ella le había llevado varios días preparar su túnica... Con lo fácil que parecía-. Que yo pensaba que tú se lo habías contado. ¡Y resulta que ninguno de los dos se lo habíamos dicho! Qué cabeza la nuestra... Menos mal que ya está todo solucionado...

Y siguió hablando tras salir por la puerta, de camino al comedor.

-A secas- Dijo Lincoln a Cassius -Dime quien ha sido, a secas- "¿Que por favor ni que ostias?" -Si me hubieras avisado a tiempo, habrías evitado ésta gilipollez, así que en parte la culpa es tuya- Siguió mirando a Cassius sin pestañear cuando dijo un nombre -Carpenter eh... bien- Se quedó sumido en sus pensamientos cuando Asterope y Kendra les saludaron -Buenas...- Dijo bajando un poco la mirada, al no darse cuenta de que estaban ahí y aún así discutir -Nada- Dijo cortando a Cassius justo cuando acababa de decir lo del pie izquierdo, quería ahorrarse hacer el ridículo por si a su compañero se le ocurría seguir hablando mas de la cuenta.

Linc sonrió como pudo a Asterope y a Kendra, pero hablando mas con la primera cuando ésta le explicó lo de los disfraces -A ver, lo decidimos hace una semana, aún es pronto Jajaja- Mientras iban caminando y hablando entre ellos no pudo evitar fijarse en el broche de su amiga -Por cierto, muy bonito ésto- Dijo sujetandolo con los dedos índice y pulgar -La verdad... es que te queda genial- Sonrió a Aste y siguió caminando dirección al comedor junto a ellos.
 

Sam bajó por las escaleras hasta la sala común. No había nadie por allí, aunque poco le importaba. Se fue directamente al Gran Comedor

Ya tenía algo con lo que chantajear a Linc. Cassius sonrió, y miró a las chicas. - Si os entra la curiosidad, luego os contaré. - Comentó, entre risas. - Linc... si sigues hablando así, me entran ganas de no avisarte nunca. - Y de hacertelo toooodas las mañanas. - Y sí, iré disfrazado con Gwen. Se le metió en la cabeza ir como el año pasado... - Se encogió de hombros, y señaló la puerta con la cabeza. - Vamos bajando, que esta mañana os dejaré desayunar solos. - Comentó, mientras bajaba las escaleras.

Al cruzar la Sala común, Aiden notó cómo la energía con la que se había despertado gracias a Cassius iba desapareciendo para dar paso a un bajó fruto de no haber dormido mucho Y luego dormiré una siesta y eso hará que no tenga sueño por la noche, y así continuará un circulo vicioso. Lo mejor será que beba un café bien cargado, por que si no caeré rendido después de comer

Paso presurosa por la sala común, cavilando por lo bajo...

Ludmila llegó de clases, mientras que se dirigía a su habitual poltrona al lado del fuego. Sentandose elegantemente con las piernas cruzadas, sacó su libro de Animales Mágicos de Bavaria, mientras cavilaba por lo bajo...

Sam entró en la sala común. Vio a Ludmila allí, sentada con un libro, y se sentó cerca. De la casa, era la que mejor le caía.

Buenos días, Ludmila saludó con educación, sin intención de molestar a la lectora

Sam se levantó de su asiento y se alisó la túnica.

¿No vas a la fiesta, Ludmila? preguntó a la muchacha mientras se dirigía hacia los dormitorios

Sam bajó minutos después por las escaleras que llevaban a la habitación. Lucía un bonito vestido verde simulando una serpiente, en honor a su casa.

Caminando con decisión, se fue hacia la salida para ir al gran comedor.

Morpho llegó a la sala común, él no había ido al baile, con lo que se sentó en uno de los sillones y se puso a leer el libro que tenía.

Esperaré a alguien para que me enseñen algunos conjuros.

Ludmila escucho la voz de Sam, mientras estaba enfrascada en la lectura cavilando en cuestiones filosoficas, que estaba segura que muchos no compartirian. -Hey, hola Sam, si creo que ire...dice decidida mientras que ve a la Slytherin dirigirse para el dormitorio. 

Al bajar, lucía preciosa con un vestido elegante que le quedaba tallado. -Has hecho muy buena eleccion con tu atuendo Sam...dice admirando los pequenos detalles del atuendo. Ire a prepararme yo tambien sino se me hará tarde. Nos veremos en la fiesta.  

-Hola Morpho, tu no vas al baile? dicho esto la pequena se dirige al dormitorio. 

Ludmila apareció en la sala común. Llevaba un vestido sencillo blanco hasta por encima de sus rodillas con un elegante cinturón plateado. No llevaba su cabello recogido con la trenza cocida, sino que ahora lucía una preciosa trenza que caía larga por detrás de su espalda, entrelazada con un lazo también plateado. Las luces del lago negro reflejaban emitian unos sutiles destellos en su cabello casi ceniciento. Su porte y su elegancia habitual enmarcaba una presencia casi etérea. 

Salió dirigeindose al gran comedor.