Partida Rol por web

El tren es una locomotora de color escarlata. No hay servicio de restaurante, pero si hay una bruja que lleva un carro donde los estudiantes pueden comprar varios tipos de golosinas y zumo de calabaza. Hay uno o dos vagones al principio del tren para los prefectos de Hogwarts. No suele haber tampoco adultos a bordo del Expreso Hogwarts, excepto la bruja que lleva el carro y el conductor.

Selena encontró un vagón vacío y se adentró en él. Este año, a diferencia del anterior, no llevaba el equipaje con ella, ni tampoco a su búho, que hacia el trayecto volando.

Llevaba una bolsa de golosinas y el álbum de cromos para guardar los nuevos que le salieran de la caja que le había regalado su abuelo.

Al abrir el álbum se sorprendió de tener tantos. Los contó. Ya tenía 15 de los 40 de la colección. "Vaya! Y eso que a medio curso me olvidé de ellos. A ver si me vuelvo a poner y completo la colección."

Sin más dilación, abrió el paquete de ranas y empezó a buscar los cromos.

Neil entró detrás de la chica rubia. Ella parecía mayor así que prefirió callarse y pasar inadvertido. Se sentó en un sitio bastante lejos de ella, acarició a London detrás de las orejas, y este le ignoró en seguida y se metió de nuevo en su cesta, pasando de todo.

Neil sacó una bolsa de ranas de chocolate. Los dulces de este país era una de las cosas que más curiosidad tenía pro probar. Su madre siempre le había hablado de las miles y miles de delicias que había.

Antes de ponerse a desenvolver una, cogió uno de los libros de ocio que se había comprado en el callejón Diagon y lo abrió por una hoja al azar y comenzó a ojearlo.
Levantó la vista por encima del libro, con disimulo, para mirar a la chica mayor. Pero con rapidez bajó de nuevo los ojos para leer el libro.

El tren estaba casi al completo y la mayoría de los compartimentos y vagones iban saturados de maletas, jaulas de animales y sobre todo gritos y conversaciones. Pocos minutos después de que estuvieseis instalados el tren hizo un sonoro ruido y éste arrancó.

La mayoría de familias mágicas estaban allí despidiéndose de sus hijos, para algunos sería el primer año en Hogwarts, para otros sería ya el último. Los alumnos estaban pegados a los cristales de sus compartimentos, otros estaban sacando un pañuelo por la ventana, pero todos sabían que el expreso arrancaba y que en unas horas llegarían a la Escuela.

El viaje sería largo y llegarían para la cena, hasta entonces lo mejor sería ponerse cómodo y esperar a que terminase. Debían llegar frescos y relajados, pues nada más llegar comenzaría la ceremonia de Selección y ese era un acontecimiento único e irrepetible que serviría para asignas a los alumnos de primero en una casa que le marcaría para toda su vida.

-Vaya, este ya lo tengo, pero este otro, no... Murmuraba para si misma, mientras colocaba los dos nuevos cromos a su álbum.

Para su asombro, cuando levantó la cabeza, había un niño sentado al otro lado del compartimiento. "Que silencioso ha sido!"

-Hola. Saludó con una cálida sonrisa. -Soy Selena Green Lovegood, de Ravenclaw. Llevaba la túnica con los colores de la casa, azul y bronze. -Tu eres nuevo? No recordaba haber visto su cara. Aunque tampoco había congeniado con todos los alumnos del curso pasado... -Te lo vas a pasar en grande. Le animó la pequeña.

Aún así, algo le decía que aquel chico no era inglés. Tenía algunas características que le sonaban vagamente a alguien y no lograba recordar a quien.

Aprovechando que buscaba un vagón con algún compartimento libre, compré en el carrito una bolsa de ranas de chocolate. La decisión había sido dura, las grageas eran lo mejor del mundo y venían en una caja taaaan bonita... pero quería comenzar a coleccionar los cromos que traían las ranas, y me hacía ilusión que el comienzo de la colección fuese mi primer día de Hogwarts.

Con las ranas en la mano y Greeny (puffskein) en la cabeza, seguí buscando algún sitio libre. Parecía que todos se habían dado bastante prisa para entrar, pues hasta que no llegué a uno de los últimos vagones no encontré un compartimento con sitio. En él había otra niña, también rubia aunque algo mayor que yo y otro niño, que a diferencia de la primera parecía ser de primer año al igual que yo.

Abrí la puerta del compartimento y me senté junto a la niña. Esta tenía en sus manos un album donde parecía estar colocando los cromos nuevos que le habían tocado.

- ¡Hala! -Señalé el album, boquiabierta.- ¿Dónde se consiguen? -Miré los cromos que ya tenía colocados y luego la bolsa que tenía en mi propia mano. Tenía curiosidad por saber cuales me habían tocado pero... no tenía album. ¿Y si los perdía?

Selena volvió a sonreír al ver otra aficionada a los cromos. -Pues este álbum lo hice yo misma en Hogwarts. Me gustan las manualidades y no es muy complicado de hacer. Hice un par de hojas de más para los cromos repetidos, pero de momento sólo tengo uno repe, así que si quieres te las doy y puedes guardar los que te salgan ahí. Sin esperar respuesta de de la rubia, cogió las dos últimas páginas vacías del álbum y se las tendió.

Entonces reparó en el animalillo que llevaba en la cabeza y se enamoró al instante. -Pero que es esa monaaaaada! *·* Es un puffskein, verdad? He leído sobre ellos, pero nunca había visto ninguno. Es... es... adoraaable. Tiene nombre? Puedo tocarlo? Estaba hipnotizada por el peludito, pero se dio cuenta de que no se había presentado a la chica. -Ay, por cierto, me llamo Selena, mucho gusto.

¡Hola!- le respondió risueño a Selena, dejando a un lado el libro y empezando a desenvolver las ranas de chocolate. Me llamo Neil. Soy Neil Barreire, ¡soy de España! estaba contento de poder hablar por fin con otro niño mágico de ese país.

Sí que soy nuevo. Mi madre es inglesa, y decidimos que estudiase magia en Hogwarts en lugar de en el colegio de España. explicó

En ese momento entró otra niña rubia y se sentó al lado de Selana. A él no le gustaba presumir de mascota, pues London había resultado ser el mejor amigo que podía tener, y era muy especial así que espero un momento.

¡Ey! ¡Yo también quiero coleccionar cromos! Mi madre siempre me habló de lo maravilloso de los dulces y los postres de Hogwarts, tengo muchas ganas de probarlos.
Mientras se metía una rana de chocolate en la boca, cogió el cromo que le había tocado. En el había saludándole una bruja con el pelo rubio muy lado y con cara un poco de loca. Luna Lovegood leyó en el cromo.

Un momento... murmuró, levantó la vista hacia la chica de segundo Selena Green Lovegood.
¿Será coincidencia? pensó. Y como no pudo aguantarse se levanto y acercó a las chicas.

Perdona Selena, pero... ¿Sois familia? giró el cromo para mostrárselo.

¡soy de España!

-Anda, como Diana! Es una amiga mía de Gryffindor. Muy buena chica. Ya te la presentaré. Le guiñó el ojo. Seguro que así sería más fácil para el chico. Aunque si era como Di, seguro que hacía buenas migas con todos.

¡Ey! ¡Yo también quiero coleccionar cromos! Mi madre siempre me habló de lo maravilloso de los dulces y los postres de Hogwarts, tengo muchas ganas de probarlos.

-Están para chuparse los dedos y encima puedes repetir lo que quieras, porque hay comida de sobras! Afirmó. Arrancó la última página vacía de su álbum y se la dio a Neil también. -Toma, ya haré más. Incluso puedo ayudaros a haceros el vuestro en algún rato libre.

Cuando el joven se acercó para enseñarle su cromo asintió con la cabeza. -Es mi tía-abuela, aunque si le llamo así, me regaña. No le gusta que le digan abuela, así que simplemente la llamo tía Luna. La vais a conocer cuando lleguemos a Hogwarts. Es la subdirectora, jefa de la casa Ravenclaw y profesora de adivinación. Estaba orgullosa de ser una Lovegood y se notaba el respeto que le tenía a su tía.

-Hablando de casas. Tenéis alguna preferencia?

Aunque había subido con tiempo al vagón,Aiden prefirió dar una vuelta por el tren antes de sentarse y disfrutar del paseo, asi que cuando volvió al vagón vio que habían llegado más alumnos.

 -Hola Dijo tímidamente mientras se sentaba.- Me llamo Aiden MacRae. Le hubiera gustado decir algo más, pero tenía la impresión de que había interrumpido una conversación y no quería molestar.

¡¡¿En serio?!! dijo Neil al escuchar como Selena decía lo de su tía ¡¡PERO ESO ES FANTÁSTICO!! exclamó ¡He leído que estuvo inmiscuida de pleno en los asuntos de Harry Potter! Que fantástico. Y... empezó a decir algo avergonzado la verdad es que no tengo claro el plan de estudios, ¿Damos adivinación en primero? Mi padre me ha dicho que en su colegio no se daba, lo consideraban una magia antigua y poco precisa. Se sonrojó un poco, pues no quería ofender a la chica que acaba de conocer, era maja.

Se sentó de nuevo en su asiento y tomó aire.
Entonces, ¿tu eres Gryffindor? preguntó por lo que había dicho de su amiga española Sí que sería genial conocer a esa chica, Diana. En cuanto a lo de las casas, no lo tengo claro. La verdad es que es una cosa que no capto del todo. ¿Favorecer el sólo valor sobre las otras aptitudes? o ¿la inteligencia? La verdad es que Hufflepuff me parece una casa muy digna. Por lo poco que he podido leer sobre el asunto, no hay demasiada información, allí va un poco de todo, ¿No es así?

Justo cuando estaba en pleno soliloquio entró ene el vagó. otro chico. Parecía pequeño como yo
¡Hola Aiden! ¿como estás? Yo me llamo Neil. ¿eres de primero también?

Neil se desparramó de nuevo sobre el asiento. Intentó controlarse, se metió otra rana de chocolate en la boca, no quería parecer pesado al hablar tanto.

- ¡Vaya, muchas gracias! Yo soy Willow. -Miro a Selena, sonriente, y cojo una de las páginas que me ofrece.- Sí, es un puffskein, y se llama Greeny. -Dejo escapar una pequeña risilla debido al nombre.- La verdad es que son fascinantes, aunque no muy comprendidos. A bastante gente le resultan graciosos pero a otros simplemente les desagrada su... manía.

Mientras miro los cromos que me han tocado, escucho con atención las conversaciones que se van dando a mi alrededor.

- ¡Luna Lovegood! -Miro con curiosidad el cromo. Jo, ojalá me hubiese tocado a mi ese...- Decían que era bastante... peculiar, pero personalmente la encuentro fascinante. -Había tantas cosas fascinantes. Incluso la misma palabra lo era. Fascinante.

Sonreí al nuevo niño que se nos incorporó, después saqué una rana de su envoltorio y tras ver su primer salto, me la llevé a la boca.

- Yfo fof mfi fparte... -Tragué tan rápido como pude.- Yo por mi parte me gustaría formar parte de Ravenclaw. He oído que hay acertijos cada semana y que si no los resuelves correctamente Peeves te hará una de las suyas... Fascinante, ¿verdad? -Podía notar cómo mis ojos brillaban de excitación.- Además, en mi casa no hay nadie de Ravenclaw. Mi madre perteneció a Gryffindor, mi padre y mi hermana Gwen a Hufflepuff, y mi hermana Clover a Slytherin... Así que yo tengo que ir a Ravenclaw para completar el círculo. Estoy segura de que es mi sitio.

Aiden se sintió más relajado cuando escuchó a los dos alumnos que habían hablado, se alegraba de estar con chicos de su edad en el mismo vagón. -Encantado de conocerte Neil. Si, soy de primero. La verdad es que estoy un poco nervioso por ver en que casa me toca. Espero que en Slyrherin ya que toda mi familia ha pertenecido a esa casa. A mi padre le daría algo si me toca otra casa. 

Derrepente no le pareció tan mala la idea de entrar en otra casa, incluso le entraron ganas para así enfrentarse a su padre.

Entonces, ¿tu eres Gryffindor?

-Nop, soy Ravenclaw. Le mostró el escudo de su túnica, donde aparecía una ave sobre un fondo azul.* Escuchó la concepción de casas que tenía el chico y, aunque no iba mal encaminado, no era la misma que tenía la pequeña. -Lo de las casas es más un agrupamiento por afinidades. Normalmente te llevarás mejor con los de tu casa porque buscaréis objetivos similares. Aún así, nada impide que te relaciones y tengas amistades con el resto de niños. Ya te digo, Diana es un gryffindor con muchos amigos, tanto en una casa como en otra.

Escuchó las preferencias de cada uno y dio su opinión. -Con los Hufflepuff no tuve demasiada ocasión de hablar, pues la mayoría de clases las compartíamos con Gryffindor, pero parecen buena gente. Trabajadores.

Sonrió al ver a Willow con intención de ser Ravenclaw. Aquella chica le caía cada vez mejor. -Es cierto. Para entrar hay que resolver acertijos. A veces son fáciles, pero la mayoría te tienen pensando un buen rato. Hay que tenerlo en cuenta si vas con el tiempo justo. Aún así, son un buen ejercicio para la mente. No le sonaba haber visto ningún fantasma llamado Peeves, aunque quizá sí pero ya no se acordaba.

Tras presentarse, y la joven rubia introducirse también, el último chico se unió a la conversación diciendo que esperaba entrar en Slytherin. Un pequeño escalofrío recorrió la espalda de la pequeña al recordar una de las clases con las serpientes. -Bueno, si eso es lo que quieres, el sombrero te pondrá ahí. En Slytherin hay muy buenos magos, aunque no siempre son... amables. "Pobre chico" pensó.

Miré con interés a Aiden. Mis padres me habían dicho que había algunos magos que eran difíciles de tratar, que ya no había tantos como hacía años pero que seguían quedando. Me pregunto si sería a esto a lo que se referían...

- Tu padre no puede hacer nada si acabas en otra casa, y tampoco es culpa tuya. Siéntete bien sin importar en qué casa estés, al fin y al cabo si estás en ella es porque es la indicada. -Le sonreí amablemente. Parecía un buen chico. Slytherin no tenía buena fama, al menos hace unos cuantos años... pero estaba segura de que en ella había gente igual de fascinante que en otras casas.

Cerré la bolsa de ranas de chocolate y la coloqué junto a mi en el asiento, después cogí la página de album que me había regalado Selena y comencé a colocar en ella los cromos que me habían tocado.

- ¿Quién ganó la copa de las casas este último año?

-Ravenclaw! Estalló de alegría, Selena. Ella había conseguido la mayoría de puntos e incluso había quedado la primera de aquel curso en puntuación individual, pero no era para nada presumida, así que no llegó a contarlo. -Los Slytherin empezaron muy fuertes pero a mitad de curso, una disputa entre ellos y los leones neutralizó su ventaja. Nosotros con constancia, estudiando y ayudándonos unos a otros logramos alcanzarlos y sobrepasarlos finalmente. Ha sido un buen año. Relata orgullosa rememorando el curso pasado.

-Este año empezaremos a tope de nuevo. Los miró a los tres. -Y quizá alguno de vosotros pueda ayudar a nuestra casa. "La sabiduría más allá de toda medida, es el mayor tesoro del hombre." Es nuestro lema.

Aiden estaba acostumbrado a que todo el mundo, a excepción de su madre, le dijera que la única casa que importaba era Slytherin, así que las palabras de Willow hicieron que se sintiera más relajado Tiene razón, no importa la casa que me toque, si a mi padre no le gusta mi casa no pasa nada, tendré el apoyo de mis compañeros. Sólo espero que Bhaltair no me haga la vida imposible en Hogwarts.

Aiden siguió escuchando a Selena hablar sobre la copa del año pasado, y se imaginó a sí mismo ganando puntos para su casa fuera cual fuera.

Neil escuchaba emocionado como los otros chicos hablaban. Estaba aguantando las ganas de intervenir en todo, como era su costumbre, pues no quería causar mala impresión.

¿Y como son los profesores? ¿Muy exigentes?- preguntó algo nervioso. En su mente ya estaba trazando un plan de estudio, había que trabajar duramente, había mucho por aprender. En cuanto a lo del Quiddicht... empezó a decir La carta decía que teníamos que comprar una escoba. Mi padre estaba muy emocionado por eso, pero yo no es que sea muy deportista.

Neil cogió a London en brazos, era algo que hacía instintivamente cuando se ponía nervioso. El gato le tranquilizaba.

-Hay de todo. Una da mucho miedo, la de clase de encantamientos, la profesora Green. No, no somos familiares, por suerte. Añadió casi en un murmuro. -En cambio hay uno que es muy guay y encima es un centauro! El profesor de transformaciones...

-La escoba es para clase de vuelo. Que ahora que o dices, el profesor es Victor Krum! A la chica se le ponen los mofletes rojos al recordar al Búlgaro haciendo piruetas con la escoba y como la animaba en las clases. Tras unos segundos fantaseando, Selena vuelve al vagón. -El año pasado, los de primero no hicimos Quidditch por falta de gente o algo así. Pero los fines de semana los grandes juegan. A ver si este año nos juntamos los de segundo con los de primero y nos dejan hacer una mini liga o algo... estaría bien. A mi me encanta volar, pero fuera de las clases de vuelo no nos dejan... aunque yo un día me llevé la escoba al bosque y volé un ratito, pero shhh. Compartió con ellos su única "travesura" del año anterior.

Willow acabó de colocar todos los cromos en la página del album y a continuación la dejó en el asiento, junto a ella, bajo la bolsa de ranas de chocolate. Después cogió a Greeny y lo bajó de su cabeza a su regazo para poder acariciarlo.

- ¡Enhorabuena! -Miró a Selena con una gran sonrisa en el rostro. No sabía si había algún tipo de premio por quedar primeros pero estaba claro que era una forma de ver todo el trabajo recompensado, y eso era algo bueno.

- Yo prefiero que sean exigentes, si no te duermes en los laureles. Además, así se aprende sí o sí. ¿Por qué da miedo la de encantamientos? ¿Ha probado hechizos con alguien de la clase? -Willow abrió los ojos de forma exagerada, ciertamente no podría decirse si por curiosidad o por temor.

- Yo me compré la escoba más básica de todas. Me gusta el quidditch, sobretodo la posición de bateador, pero... no me veo jugando profesionalmente a él, ni tan siquiera en el equipo, aunque sí jugando entre unos cuantos amigos. -Sonrió nuevamente a Serena por lo anteriormente propuesto por ella.- Además quería aprovechar el dinero para coger algún que otro libro que a pesar de no estar en la lista me llamaba la atención.

Luego se quedó mirando por un momento al gato que tenía Neil en brazos. Había estado tan entusiasmada por todo que no había reparado en la presencia del pequeño animal.

- ¿Es un gato, verdad? -Preguntó curiosa sin apartar la vista del compañero de Neil. A simple vista no parecía un kneazle.