Partida Rol por web

Sin embargo Aiul era la antítesis de su hermano. Y cogiendo su vasito, guiñó un ojo a Nefissa, antes de responderle, justo después de soltar una cálida carcajada.

-¡Ah, Fadil, Fadil! Es un impetuoso, y un entusiasta. Pero no puedo reprochárselo. Siente el orgullo de su tierra, de su herencia. ¡Zahi, no debería extrañarte que quiera reunir a todos esos extranjeros aquí!. Bueno, que lo haga. Y que los traiga, si quiere. Les daremos motivos para cavilar unos días. Los extranjeros son impíos, escépticos y poco dados a la espiritualidad. Conocer algo de nuestra cultura milenaria, de nuestras creencias, de los poderes que no se basan en el dinero y que, sin embargo, están ahí, no les vendrá nada mal...

-Lo de esta noche, está más que claro. Copas y baile. Voy a ducharme y cambiarme. Espero que para cuando termine hagas lo propio. Ahm, lo olvidaba -dijo al tiempo que se estiraba para acercar su equipaje de fin de semana y sacar de él un paquete que tendió a Estel-. Quiero que lo estrenes esta noche -señaló incorporándose-. Estarás preciosa.

Dicho aquello recogió su bolsa y se dirigió a su habitación, no sin arrojar una última sonrisa y un guiño a su media alma.

-Una última cosa. Karim te manda oceános de amor. Desde que leyó Drácula se ha vuelto un romántico impenitente. Y un succionador implacable -unas risas acompañaron al último comentario antes de desaparecer completamente de la vista de Estel.

Estel alzó la mirada desde su comunicador, sin sorpresa, aunque había diversión en sus ojos. La forma en la que Omar cortaba las conversaciones y manejaba la importancia de los temas era, a veces, para aplaudir y otras, para matarlo. Se rió entre dientes mientras negaba, antes de posar la mirada sobre el paquete que le era extendido, y guardarse el comunicador en el bolsillo para cogerlo y abrirlo.

- Oh, Omar - dijo, con un suspiro, mientras dejaba resbalar la pashmina entre sus manos - Hermosa, no; lo siguiente - el dorado se enredó en sus iris grisáceos bajo esa luz, ojos que recordaban - Si quien viste esto no se ve precioso y deslumbrante, vamos, hay que joderse. Muchas gracias.

Le besó en la mejilla cuando se levantó y luego le observó irse, acompañando su comentarios con una risa que acabó en carcajada. La pashmina se enredó en sus dedos y se apretó contra su pecho, a espaldas de Omar, mientras pensaba en Karim. Le debía la vida, por sí misma, así como le debía el alma, por Omar.

- Mira, mientras no se haya vuelto un mordedor desenfrenado... Que luego os quiero ver qué hacen si se te gangrena, querido - Estel, de nuevo sola, se acercó a la mesa donde estaba el sobre para ambos, y lo cogió - También tengo un regalo para ti. Llegó hace un par de días - caminó hacia la habitación de Omar y, sin mirar, se lo arrojó con precisión milimétrica, como sólo una hija de Sofía Roget podría hacerlo - Y no. Ni te lo iba a decir ni lo he abierto. Soy así de cabrona, Omar - sonrió, aunque nadie la veía - Así me has hecho.

Se volvió hacia el salón y sacó de nuevo el comunicador. Había interrumpido su exploración, y aún quería buscar a ver qué le había llegado. Deslizó nuevamente la pashmina por la mano derecha, oro en un descenso lento, recordando. La guerra, su palestino. Los amaneceres, su padre. Su padre... ¿Cómo le iba a decir todo eso? Cómo, luego de lo que había sufrido, aunque él mismo hubiese hecho lo mismo que ella, él entendía, él hubiera estado en su lugar. Pero... ¿cómo le decía que volvería a donde él...? Y su madre. Joder, su madre. Y Charlotte que no contestaba... lo que, conociéndola a ella y a su ansiedad, significaba que los Dunne ya estaban enterados y que Lottie estaba retrasando el responder para ver cómo podía amortiguar mejor la verdad.

- No salgas hasta no quitarte todo el olor de Karim de encima, ¿eh? - agregó, para despegar los pensamientos, mientras doblaba la pashmina con cuidado y volvía la atención al comunicador.

- Saldrá bien, ya lo verás - dije para darle ánimos, aunque en realidad era lo que pensaba.- Bueno, en realidad si que se puede decir que estoy en pleno "proceso creativo"... pero no sé si voy a ser de mucha ayuda por el momento, necesito ir allí y empaparme del lugar para empezar... No sé, necesito dejarme llevar, que la cosa fluya, ya sabes... Aun así tengo algunas ideas, no vayas a pensar que voy a dejar todo a la improvisación - "En realidad casi todo...".- En realidad todo esto del grupo de facebook y tal me ha puesto un poco nervioso... llámame paranoico si quieres pero me mosquea que haya alguien detrás de todo esto y que precisamente haya elegido el mismo sitio en el que vamos a rodar el videoclip... Pero si dices que tu padre no sabe nada, no sé qué pensar...

- Pues limítate a no pensar y "deja que todo fluya" - respondió Nat parafraseando las palabras del propio Oli. - Resulta chocante. Por un lado preferiría no verlos... ¿sabes? No tener relación con esa gente. Parecen majos y tal pero... el hecho de que nuestros padres vivieran algo increíble hace treinta años no significa que nosotros debamos ser amigos y llevarnos genial. Esas cosas se trabajan y lo normal es que cuando algo se fuerza acabe saliendo mal. Fíjate en nosotros... cuando nos mandaron a vivir juntos a Nueva York los dos estábamos horrorizados pero el tiempo hizo que acabásemos siendo amigos.

Nathan hizo una pausa pensando en las implicaciones de la palabra amigos y su significado cuando era Oli a quien se refería.

- De cualquier manera habrá que tomarlo como trabajo. Vamos, hacemos nuestra parte, sonreímos y pasamos unos días de vacaciones y, después, de vuelta a la realidad. Nada más. Incluso me da que hay otros en el grupo que opinan lo mismo que tu y que yo. No todos están tan activos en el Facebook, ¿lo has notado? Será como volver al baile del instituto treinta años después... al principio da pereza pero luego lo más probable es que nos divirtamos. Ya verás.

El agua caliente resbaló por su piel al igual que el jabón con el que se había frotado. La cabeza gacha, las manos apoyadas contra la pared, las piernas ligeramente entreabiertas. Parecía un detenido si no fuera porque se encontraba en su propia ducha, dejando que el remolino de emociones que lo embargaba se agitara una y otra vez, sin las riendas estrechas con las que trataba de mantenerlas siempre bajo control, permitiendo que el amor que sentía por Karim y por Estel, que el dolor que ambos le provocaban, que la angustia aún no sedimentada de los horrores de la guerra lo agitaran como un trapo deshilachado al viento. Sus lágrimas pasaron desapercibidas bajo el torrente de agua, pero las piernas fueron incapaces de sustentarlo más y debilitado por el maremágnum al que había permitido desbocarse, se acuclilló en el suelo de la ducha y abrazándose las rodillas, lloró en silencio.

Y el dolor, el amor y la angustia dieron paso al vacío que siempre genera el llanto. Omar se levantó, agotado física y emocionalmente, y se secó con la suave toalla de algodón egipcio que su madre le había regalado no hacía mucho. Se miró en el espejo, el rostro moreno surcado por unas inoportunas ojeras y aderezado por una mirada oscura y atormentada. Y echó de menos Madagascar. Y a Karim. Y a tiempos mejores. Sacó y usó la maquinilla que le permitía mantener su barba perfilada a la perfección, se cepilló los dientes y se secó el cabello. De su neceser de viaje sacó un bote de plástico transparente naranja y lo agitó. El cascabeleo de las pastillas le confirmó que estaba casi lleno. Conseguirlas le había costado una última discusión con Karim. Abrió la tapa y engulló una de las pastillas. Guardó el frasco en el neceser y regresó a su habitación. Allí se vistió con una simple camisa blanca y unos jeans ajados. Sobre la cama, el paquete arrojado por Estel. Ni siquiera sentía curiosidad. Pero era la hora de actuar. De jugar. Por Estel.

Volvió al salón, sin saber si su media alma estaría allí.

- Si... supongo que tienes razón - mi mente estaba demasiado atribulada como para desgranar las palabras de Nat, pero como era costumbre en él seguro que estaba en lo cierto.- Vale, pues... ya queda poco para el viaje... no sé ¿crees que debería llevarme algo en especial? ¿Qué cosas se lleva uno a Egipto?

 - Veamos... - comenzó a enumerar - ... bañador, turbante y... y... y... y creo que eso es todo. De hecho estoy convencido de que estarás arrebatador sólo con eso. - dijo Nat mientras reía con ganas.

- Supongo que lo lógico es que te preocupes por llevarte lo que necesites de tu equipo... instrumentos, teclados, guitarras, etc. Son cosas delicadas y supongo que requieren de un "trato especial". Igual deberías ponerle un mail a William. Yo lo hice con los requerimientos técnicos de cámara, pantalla, iluminación... así como vestuario para el videoclip, etc. Tengo bastante claro lo que quiero y creo que puede quedar algo realmente bueno. Will fue muy comprensivo con todo lo que le pedí y, bueno... ya sabes como es él; "lo que necesitéis". Lo que no me queda muy claro es si se espera que "actuemos" en la inauguración. O incluso si se espera que el vídeo clip esté listo para proyectarlo ese día. De ser así vamos fatal de tiempo... los tiempos de grabación puedes alargarse y más aún la parte de montaje y postproducción. Claro que, entiendo que Will ha contado con ello.

Nathan suspiró hondo.

- Qué follón, ¿verdad? ¿No te parece increíble que estemos embarcados en este proyecto? Me siento un poco abrumado.

Ya va...

Siguió sentado ante el ordenador. Si era alguno de los malos amigos con los que había intentado quedar para jugar a los videojuegos, que se esperasen por llegar tan tarde. El timbre volvió a sonar. ¿Y si no eran esos idiotas? ¿Y si se trataba de la vecina sexy?

Ah... la vecina sexy. No era el tópico de la vecina de al lado. Era más complicado que eso. La vecina sexy se había convertido en una criatura mitológica del folclore del Cubil del Amor. Vivía en el piso de encima. Solo les había venido a visitar en una ocasión, cuando unas braguitas se cayeron de su tendal al de los tres estudiantes. Era una chica mona, pequeñita y que no destacaba demasiado, pero que tras haber visto su sexy ropa interior había despertado el morbo en François, Vasile y Sean.

De algún modo se las ingeniaron para hacerla pasar adentro aquel día. Entonces se desató la tormenta. Les empezó a contar su vida... madre soltera, vivía sola con su bebé (¿No? ¿En serio había un bebé en el piso de arriba? Jamás lo hubieran pensado, los berridos a media noche no les dejaban escuchar al bebé; modo sarcasmo off). Que si se quedó embarazada muy joven, que el capullo de su novio la abandonó, que su madre la envió a junta de su tía en París para que en el pueblo no hablasen, que su tía la echó de casa... Un culebrón.

Según la leyenda... Sí, lo del folclore del Cubil del Amor iba en serio, no era una forma de hablar. Tienen su propia mitología, su propia religión basada en el culto al mando a distancia y un idioma propio basado en pedos que solo usan cuando no tienen visitas. También intentaron crear su propia bandera, pero Vasile rompió con el único ligue que sabía coser antes de que estuviese terminada.

Decía qué, según la leyenda, la vecina sexy amargada mataría a su bebé en un brote del síndrome de Medea y bajaría al piso de abajo para suicidarse a base de polvos con los tres estudiantes. Era una opción mucho más apetecible que intentar ligársela y tener luego que acarrear con el hijo de otro y los lloros de una deprimida.

¿Quién sabe? Puede que hoy fuese el gran día. Por lo menos no se escuchaban llantos de bebé en el edificio, aunque eso también podría significar que la vecina se llevó al bebé al parque y quién llama al timbre es otro.

Sean se levantó apresuradamente para ir hacia la puerta, pero si tenía que hacerla pasar vería el contenido del navegador. Apresuradamente, saltó sobre el ratón y cerró la ventana del explorador, perdiendo la información sobre la saga Stevenson y el comprometedor porno. Luego corrió hasta la puerta. Se paró en seco mientras dejaba que sonase una vez más.

Como no se había vuelto a poner la camiseta desde que se la sacó hace unas horas para jugar a los videojuegos, se pellizcó los pezones para que lucieran más puntiagudos y lascivos. Y abrió la puerta, todo sexy.

¿Sí?

- ¡Oh! ¡Casi olvido el bañador! Eso es lo típico que se te olvida... por lo demás no hay problema, con llevar mi guitarra voy servido y los chicos ya saben lo que deben llevar, me refería más bien a cosas más mundanas que puedan ser necesarias pero no te preocupes esta es la típica paranoia pre-viaje cuando te entra la locura de que hay algo importantísimo que te estás dejando en casa. Ehmm... la verdad es que resulta un poco increíble, pero es lo que siempre he deseado, todo este tiempo, todo lo que he hecho ha estado enfocado en conseguir algo así ¡Fíjate Nat, ser un patán al final me ha servido de algo!

Sonrió con picardía al recordar la búsqueda de la mujer, su elección de atuendo para parecer una despiadada interrogadora y aquella puesta en escena al más estilo thriller policíaco evocó aquella sonrisa. Janice tenía una forma diferente de vivir la vida, eso era obvio, pero no tenía freno de mano y en el fondo había hecho lo correcto.

- Amenacé a su perro. ¿O era un gato? No sé, pero si por un chucho te dejó está claro que no era para ti -Concluyó con la más amplia de las sonrisas mostrando sus blancos dientes, evidenciando que había sido mala.

La mención de Jennefir hizo que su cuerpo temblara por un momento. Aquella mujer era un peligro potencial, menos mal que no estaba en la vida de Mike porque, de lo contrario, Mel y Sam tendrían que recurrir a medidas drásticas.

- Jennifer "Adrenalina" Lawrence -Agitó la cabeza negando-. Creo que debió darse un golpe en alguna de sus casi ridículas aventuras dañando sus músculos faciales. No puede reírse aunque su vida estuviera en juego -Aseguró-. ¿Sabes? En el fondo somos tus Ángeles de la Guarda, aunque en vez de alas tenemos agujas de tacón -Elevó sugestivamente las cejas.

Afortunadamente regresaron a la conversación principal, así no tendría que mencionar las novias que nunca fueron.

- No sé deciros sobre Oliver, pero es algo que descubriremos. Aunque claro, eso depende de si al final me retrasaré en llegar o no. Aún no tengo el itinerario -Entonces frunció el labio y arrugó la nariz-. Hablando de itinerarios... Mel, querida, por la seguridad de los que a tu alrededor estén en las actividades es mi obligación informar a Fadil sobre el riesgo potencial que es dejarte al mando.

Si no la conocieran pensarían que había mucha seriedad en su tono, aunque cabía la posibilidad de enviar un anónimo informando del potencial peligro.

- ¿Sabéis? No se me había pasado por la cabeza cuando comenzamos todo este asunto de la Mastaba que pudiéramos estar cerca de ella. Es emocionante a la vez que extraño, escalofriante diría...

Dejó la idea en el aire, pensativa.

- Abordad el tema con Ben delicadamente y esperemos que recuerde algo más o se anime a contar algún detalle de interés. Por mi parte intentaré ahondar en Internet, pero la verdad es que estoy en una fase delicada del proyecto aquí además de estar a punto de viajar a Egipto. Pero lo intentaré, no os prometo más.

-¡Pero Sam! ¡Como pudiste hacer eso! Creí que te gustaban los animales... Eres una chica realmente peligrosa, espero que nunca tengas que amenazar a mi nueva mascota. Mike cogió a su hermana y la puso delante de la cámara del comunicador. Parece tranquila, pero mójala y dale de comer después de las doce y verás en que se convierte. ¿Así que ángeles de la guarda con agujas de tacón? Pues voy a tener que pediros que no me guardéis tanto porque ya veis que me voy a quedar solo, al final nadie me aguanta durante mucho tiempo, claro que ahora puedo echaros la culpa oficialmente a vosotras, lo cual es un gran alivio.

A Mike le hubiera gustado que Sam los acompañara, pero su trabajo se lo impedía en esa ocasión, tan solo esperaba que al menos pudieran coincidir algunos días con ella en el hotel.

-Es un fastidio que no puedas venir. ¿No puedes decirle a tu jefe que te de unas vacaciones mientras estás alli? Así aprovechas el viaje. En todo caso en cuanto sepas algo nos lo dices. Podrás salir en el vídeo de Oliver y todo, se que siempre has querido estar en uno de esos vídeos musicales. Mike se rió. Sí, tienes que informar a Fadil, y a tu jefe también, tiene que saber que su nuevo hotel y sus huéspedes correrán un grave peligro si Mel sale con un mapa de excursión. Creo que las cosas se volverán complicadas en Egipto durante unos días.

Mike negó con la cabeza, no compartía las mismas sensaciones que Mel o Sam respecto a todo aquel asunto de la Mastaba.

-Pues a mi no me hace ni pizca de gracia, la verdad. Sigue habiendo algo tétrico y misterioso en torno a ella, demasiados misterios y eso no me gusta. Yo preferiría dejarla a un lado, pero estoy seguro que Dora la exploradora. Señaló a su hermana. No querrá marcharse de Egipto hasta no ir a ese lugar y por lo que parece Fadil seguro que está dispuesto a llevarla.

Y él tendría que acompañarlos porque no pensaba dejar sola a su hermana con una panda de desconocidos.

-Nos vale con que lo intentes Sam, un intento tuyo es más que suficiente para hacer muchas cosas. ¿Y que tal va ese proyecto? ¿Has avanzado algo con lo de los ultrasonidos?

- ¡Qué exagerado! De eso nada, Oliver no necesitará nada cuando me conozca, soy un amor y siempre gusto a la gente. Me llevará a ver cómo se graba su vídeo y hablaremos sobre sitios que habrá visitado. Ya sabes, lo normal. No sabía que habían entendido los otros ya que su hermano no tuvo otra cosa mejor que hacer, que darle un abrazo mientras hablaba. En cuanto se soltó, abrió los ojos lo más que pudo y sacó la punta de sus orejas de debajo del pelo, haciendo un intento fracasado para tener la apariencia del maestro Yoda.

- El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Veo mucho miedo en ti, Mike. ¡Que la fuerza te acompañe!

- Mi poni rosa sería perfecto para el maestro Yoda. Afirmó con la cabeza mientras miraba en un punto fijo. Me imagino a ese pequeñajo ser verde encima de mi peluche... Al final acabó con el ceño fruncido ya que aquello no era una visión digna de seguir teniendo. En fin, me pondré a preguntar sutilmente en el grupo sobre... eso...

- ¡Si señor, los ángeles de Mike! Mel levantó el pie al aire en cuando su amiga dijo “agujas de tacón” mostrando orgullosa sus zapatos. Luego siguió con la nariz metida en su intercomunicador husmeando quien sabe que con los dedos.

- El mapa era de... En fin, que ya lo tendré todo listo y esa equis negra no sé que hace en mi mapa, la verdad, se habrá perdido de otras mapas del mundo y llegó a la mía... Buah, protestó en cuando escucho la idea de Sam de avisar a Fadil. Seguro que le gusta el riesgo y la aventura y para eso no hay nada mejor que dejarme a mí al mando. Acabó su frase con una risa maligna o algo parecido.

Mike, si me mojas en cualquier momento del día seré igual de peligrosa. Sabes muy bien que el pelo se me encrespa con la humedad. Y no señorito, puede que te “ayudamos” a librarte de alguna chiflada que pasó por tu vida, pero a las buenas las asustaste tu solito. Y ahora dejadme que si no, no acabo hoy el mensaje para la página de Facebook.

En cuanto Mike presentó a su nueva mascota no pudo evitar reír a carcajadas, porque aunque estaba en la línea de sus bromas no dejaba nunca de ser gracioso.

- ¡Que cosita más mooooooona! Cuchi, cuchi, cuchi -Acarició la pantalla mostrando carantoñas y luego volvió a carcajearse-. Mike, no dejes que se reproduzca o la humanidad está perdida -Asintió vehemente para reforzar sus palabras.

Casi de la misma forma asintió ante la afirmación de Mel, porque ahí tenía mucha razón.

- Ahí tiene razón Mel. Han habida algunas decentes que no han durado ni un mes, así que no vengas a culparnos; y de todas formas nunca vas a quedarte solo...

Claro que era un fastidio no coincidir con ellos, pero tampoco estaba segura así que era mejor no hacer demasiados planes.

- Ya veremos, chicos. En principio es lo que me ha dicho Will, no es que tenga hecho el itinerario ni los billetes en la mano. Pero mejor no hacer planes, ya improvisaremos. Excepto dejar a Dora como guía cualquier plan será perfecto -Sacó la lengua a su amiga-. Sabes que te quiero, pero eso no quiere decir que no reconozcamos que no es lo tuyo.

Entre el proyecto y el viaje dudaba que tuviera demasiado tiempo, pero estaba relajada tras el baño y tenía algo de tiempo antes de bajar a cenar al hotel. Hoy había una especialidad de carne de caza con salsa de pera al vino tinto que hacía que salivara de placer.

- Buscaré información en mis ratos libres, ¿ok?. Y el proyecto marcha bastante bien, estamos probando un par de variantes y surgen interesantes aplicaciones futuras. Confío en que será muy innovador.

-Seguro que le caes genial, siempre lo haces y seguro que insiste en que salgas en su vídeo y a Sam también. ¿Donde va a encontrar dos chicas tan preciosas? Además... estaremos rodeados de arena, no podrá conseguir muchas más jajajaja. Y no tengas miedo Sam, no dejaré que se reproduzca, ahora vive en la habitación de al lado así que vuelve a estar bajo mi estrecha vigilancia, si se le ocurre subir con alguien a su cuarto su hermano aparecerá para ofrecer al invitado galletas y leche.

Hizo una reverencia a su hermana cuando terminó de hacer lo que ella creía que era una imitación del maestro Yoda.

-Seguiré sus consejos maestro, pero no vuelva a intentar usar su espada laser, la última vez casi nos deja sin lámpara. Muy bien Mel, ese es el espíritu, pregunta sutilmente a los chicos.

Mike puso una cara de susto exagerado dedicada a Sam frente a su comunicador, aquello podía terminar de cualquier manera menos sutilmente, claro que sin esas pequeñas sorpresas que le daba la vida a uno todo sería más aburrido.
Parecía además que el tema de sus ex llegaba a su fin. Ciertamente Mike no sabía que pensar, habían pasado unas cuantas mujeres por su vida aunque muy pocas habían dejado verdadera huella en él y a ninguna de ellas había sido capaz de retenerla, con o sin la protección de sus propios ángeles. A algunas como a Jennifer las había dejado marchar, otras simplemente no querían saber nada más de él, pero siempre estaban Sam y su hermana al final de todo.

-Se que siempre puedo contar con mis ángeles. Gracias chicas, os prometo que no volveré a salir con nadie más si no le dais antes el visto bueno.

Mike se concentró en su comunicador tras ese breve momento de sinceridad y buscó el último comentario del facebook que tenía notificado, se moría de ganas por saber que había puesto.

-Jajajajajaajaja. Sam ¿Has visto lo que ha puesto? Mel, tengo que reconocer que esta vez has sido sutil, pero sutil sutil sutil, tan sutil que creo que no lo van a pillar, ¿No crees que deberías añadir algo más?

Por supuesto estaba bromeando pero era probable que su hermana se lo tomara en serio.

-He leído por ahí que hay alguna gran empresa experimentando con eso mismo también, supongo que estaréis inmersos en una carrera a ver quien lo consigue antes o quien lo hace mejor. Si se pudiera apostar lo haría por ti, de eso estoy seguro. Sam ¿Que tipo de enchufes usan en Egipto? ¿Valen los de aquí? ¿Ya han estandarizado la red? No querría ir allí y quedarme sin batería en el portátil.

Mike sabía que en otros países los enchufes y el voltaje utilizado eran distintos a los de Estados Unidos y quería ir preparado para cualquier contingencia. Hacía unos años se había llegado a un macro acuerdo a nivel mundial para estandarizar todas esas cosas pero algunos países, sobre todo los menos desarrollados aún no habían podido adaptarse a ello.

¡¿Mamá?!

Sean se tapó una tetilla con el brazo, como si eso fuese a tapar la desnudez de todo su torso. Fue un movimiento reflejo. Por lo demás, el resto de la reacción fue más lenta. El calentón por fantasear con la vecina se contrarrestó con la vergüenza, así que Sean volvió a una tibieza normalizada. ¿Qué tendrán las madres, que siempre que uno está ante la suya se siente como... como desnudo? Desarmado.

Eeeeh... Pasa, pasa. No te quedes ahí. No interrumpes nada, mamá. Estoy solo. Es que estaba a punto de ducharme.

Mentira, lo que estaba era haraganeando. Con lo cómodo que se está en casa medio en bolas cuando la tienes toda para ti. Avanzó a trompicones por el salón, dándole una patada a un cojín que había en el suelo. Estaba todo desordenado, pero al final pudo recoger la camiseta en el mismo punto en la que la tiró al suelo. Una zancada más, y llegó hasta la placa del Cubil del Amor, dándole la vuelta y poniendo el relieve de las letras contra la pared. Ya con su madre dentro, retrocedió sobre sus pasos para cerrar la puerta y meter la cabeza entre el hueco de la camiseta. Poco a poco también los brazos, según iba zigzagueando por la habitación.

Ponte cómoda. Normalmente está más limpio, es solo que no esperaba visitas. Mis compañeros de piso están fuera de París, y yo acabo de llegar de Madagascar... Aunque eso ya lo sabes, claro. Qué tontería.

Empezó a recoger en un ovillo ropa del sofá para hacer sitio a su madre. Cuando al levantar una camiseta encontró un sujetador, hasta las pecas de la cara se le pusieron blancas. Sean se apresuró en ocultar las pruebas hundiendo el sostén entre los cojines. Malditos François y Vasile... Y aún menos mal que había quitado el porno.

Siéntate. ¿Me preguntabas por...? ¡La invitación! Sip. Eso es. Aún lo estamos hablando, pero creo que al final no iremos. Lottie encontró algo sórdido que huele muy mal. Aunque al principio sospechamos que era Fadil, el hijo de Osiris, el que lo había organizado todo, resulta que nos han estado siguiendo la pista a todos los descendientes de la quinta de la Mastaba. Es algo un poco largo de contar...

Una cosa era ocultarle a su madre las pequeñas travesuras de juventud, pero la cosa era lo suficientemente seria como para no ser rácano en los detalles. Así que le empezó a contar, acompañando la explicación con fotos del facebook de los Yaddow y compañía, o las del misterioso trío de abogados.

Pues sí. Willy Stevenson. Está detrás del hotel de Fadil, de la discográfica de Oliver, de la entrevista de trabajo a la amiga de los Yaddow... Y Lottie y yo le vimos en el aeropuerto de... deeeee... ¿cómo se llamaba? El aeropuerto de "Antillarabino", la capital de Magadascar. Que sí, que a lo mejor es solo un freak filántropo que le moló lo que leyó en el periódico sobre vuestra aventura en Egipto, y ha estado protegiéndonos y velando por nosotros desde hace un par de años...

Puede que él no tenga vinculación directa con la secta de Olam, después de todo es un yanqui cristiano protestante. Pero es que hay más. Uno de los miembros originales del bufete es un egipcio llamado Harunn. Se especializa en gestionar herencias. Así que escucha esto. Stevenson Senior deja a Harunn como testaferro. Cuando Stevenson Senior muere, Stevenson Junior se convierte en un títere de Harunn. Y Harunn sí es egipcio, y tiene más probabilidades de pertenecer a la secta esa de Olam.

El caso es que hay un completo desconocido detrás de todo esto que parece querer llevarnos a un país con un idioma que no conocemos y en el que nos pueden retener con solo robarnos el pasaporte. Yo no quiero ir allí, mamá. Suena a que nos están tendiendo una emboscada.

Melyssa puso moritos al ver que Sam también seguía con la broma, pero en realidad le habría gustado tener a la rubia ahí, con ellos, y vengarse con unas cosquillas. Al final empezó a reírse.

- Podéis estar tranquilos, no pienso reproducirme, pero practicar con Patrick, está en mi lista. Su risa se transformó en sonrisa coqueta y le guiñó un ojo a su amiga mientras que a su hermano le cambiaba el peinado a algo más descuidado de lo que ya tenía. Y tú dale galletas y leche como a Papá Noel, pero sus regalos son para mí.  

¿Sabes que es curioso, Sam?, que esa chica, Jennifer, ahora tiene una sonrisa de oreja a oreja. Mel estaba husmeando las fotos de la ex de su hermano y se quedó con la boca abierta. Será que no sabíamos nosotros hacerla sonreír. Y cuando digo nosotros, me refiero a Mike. Mira que feliz se le ve.

Mel pasó una foto y siguió hablando mientras frotaba con un dedo su barbilla. Y ese tío es su novio, vaya... vaya... Mike, no solo deberías salir con alguien si ese es nuestro sabio consejo, también deberías de seguir con alguien hasta que te decimos lo contrario.

Espero que tengas más de un rato libre para pasar con nosotros, Sam. No podré aguantar tanto tiempo a Mike sola. Me va a volver loca. Será capaz de comprar moldes para la playa y hacer castillos de arena. Hay que convencer a tu jefe a que te de días libres... Dile que si no te deja, Mike le va a hackear el GPS y yo seré la encargada de dirigirlo. En doscientos metros gire a la derecha o a la izquierda. Sigue de frente hasta que se acabe la carretera. Si cae por un acantilado, vuelva a la última rotonda donde hay una gasolinera y compre un mapa. Mel puso voz robótica mientras decía las “indicaciones” al estilo TomTom.

Ah, entonces somos las más guapas para ese vídeo porque no hay más chicas, ¿no? Buh, tener hermano para esto... Y ahora ya sé usar una espada, perdón, katana. Patrick me enseña como.

Los ojos se le pusieron como platos, ¿de verdad crees que es sutil? Lo normal era justo lo contrario, siempre. Se quedó pensativa unos momentos. No, no, así lo dejo, ya dirán si quieren visitar algo o no o algo sobre la mastaba. Y si no, yo ya tengo mi ruta, dijo al final orgullosa.

Rió junto a su tio, y asintió ante sus palabras- Tienes razón, Aiul. Aunque creo que poseen la curiosidad suficiente como para escuchar con atención todo lo que podamos transmitirles- suspiró, posando entonces la mirada sobre su padre- Fadil es Fadil, y siempre lo será. A mí también me parecía una locura, pero no es algo que ninguno de nosotros pueda evitar. A él no se le puede negar nada. Así que es mejor... Intentar asumirlo, y sacar de ello las pertinentes enseñanzas- esbozó una sonrisa, y llevó el vasito de té caliente a sus labios, bebiendo tal y como hacía su padre.