Partida Rol por web

Por lo que parecía a Sean también le gustaba la informática y no se le debía dar nada mal, Mike podría incluirlo en sus conversaciones informáticas en un futuro, siempre estaba bien intercambiar opiniones con más gente. Además Sean era Europeo y las maneras de trabajar de allí eran también distintas, quizás podría aprender nuevos métodos de él.

-¡Vaya! ¡Así que a ti también te gusta la informática! ¡Ya tenemos algo más en común! Dijo sonriendo mientras se daba cuenta que los audios y vídeos no se terminaban de sincronizar completamente. Decidió parar todos los programas de descargas que tenía abiertos para mejorar la conexión desde su portátil y del de su hermana. Creo que es demasiado tarde para eso Sean, ya le comenté mis descubrimientos a Sam, aunque me dijo que no iba a investigar a su jefe y que yo tampoco debería hacerlo. Mike puso una sonrisa pícara. Aunque ella sabe que no suelo hacerle caso en ese tipo de cosas así que seguiré buscando cosas de ese tio. Mike sonrió. Willy el malo me parece un buen nombre. Claro que igual a Melyssa y a Samantha no les gustaba tanto ese apodo, parecían haberle cogido cariño a ese tipo. Y la verdad es que tener a Sam por allí trabajando era un factor importante para viajar a Egipto. Pero Sam se las sabe apañar sola, y no creo que su jefe intente nada, si se le pasa algo así por la cabeza se arrepentirá. El tono de Mike se endureció bastante, su hermana y Sam eran sagradas y no permitía que nadie les hiciera daño. Por mi no hay problema, no se lo diré a nadie más.

Las últimas palabras de Sean sobre poner en peligro a Sam hicieron que Mike se quedara pensativo en todo lo que esto podía implicar. Sabía alguna de las cosas que habían pasado en el viaje de su padre a Egipto, no muchas, pero las suficientes como para tomarse la advertencia como un peligro real al que su amiga podía enfrentarse.
El grito de Charlotte hizo que volviera a la conversación, por la manera de dirigirse a su madre debía hacer mucho tiempo que no la veía, era como cuando Melyssa llamaba a casa después de varios días sin contactar.

-Hola Charlotte. Dijo mientras la chica seguía hablando. Tal y como iban la imagen y el sonido era imposible saber en que momento le llegaría. Frunció el ceño al escuchar el encuentro "casual" con el jefe de Samantha. A estas alturas ya nada le parecía casual y cada detalle encajaba en un puzle al que le faltaban aún muchas piezas pero que quería enseñarles algo y del que "Willy el malo" era artífice. No le extrañaba que Sean estuviera preocupado y hubiera organizado aquella vídeo reunión improvisada, si le hubiera pasado lo mismo a Mel... Por el contrario Charlotte no parecía preocupada en exceso y tenía otras teorías menos preocupantes, como Sam y Mel creía que todo podía ser una simple casualidad. La teoría de la publicidad era interesante, pero ¿porqué? y ¿para quien? Ellos no eran nadie, si los invitados fueran sus padres que habían sido los protagonistas treinta años atrás... De repente algo apareció detrás de Charlotte y esta desapareció de la pantalla dejando tan solo un grito que hizo estremecerse a Mike metido de lleno en la conversación de las conspiraciones y los peligros. Cuando volvió a aparecer y explicó lo que había pasado no tuvo más remedio que soltar una carcajada para aliviar la tensión. Jajajajajajaja. ¡Me habías asustado! Me alegro que haya sido Sam y no otra cosa. Y si, tienes razón dejaremos al margen al resto, pero creo que debemos intentar averiguar más cosas, no se que pretenden pero me sentiré mal si Sam va y no sabemos que puede pasar y lo mismo con Oliver o Nathan. Y si que creo que tiene relación con lo que les pasó, aunque no se porqué nos quieren a nosotros, si quisieran publicidad relacionada con lo de la Mastaba sería más lógico que intentaran llevar a nuestros padres...

La Señora Dunne cogió el relevo a su hija y quiso exponer su punto de vista, no sin antes dejar patentes sus preocupaciones como madre, pero Mike estaba acostumbrado a eso, él seguía viviendo con los suyos y aquello le era extremadamente familiar. No pudo reprimir una sonrisa de complicidad con los hermanos Dunne.

-Gracias Señora Dunne, nosotros también nos alegramos de conocerla, hace tantos años de la última vez que sinceramente no recuerdo muy bien a todos, por eso hicimos el grupo de Facebook, lo de la Mastaba y los datos había sido un poco la excusa. Al menos para Mike, porque Melyssa se había tomado aquel asunto de la Mastaba muy en serio, quizás demasiado para el gusto de Mike. Si le digo la verdad nuestro padre solo nos habló una vez de todo ese asunto y tampoco entró en detalles, más bien no dio ninguno, hemos averiguado más cosas por internet que por su boca y sigo sin tener muy claro lo que pasó. Ni siquiera tengo claro si quiero saberlo tras escuchar lo que dijo papá y lo de la loca del universo musical... Está claro que fue una experiencia traumática para todos y quizá sea mejor que no compartan en voz alta sus pensamientos sobre aquello. Pero supongo que son cosas del pasado, una experiencia que han tenido y que ya pasó. Si por mi fuera, y si el resto realmente quisiera reunirse para un encuentro entre todos, yo no iría a Egipto, ni siquiera me atrae un sitio rodeado de arena, en Las Vegas nos lo pasaríamos mejor. Al menos podía intentarlo, quizás si al resto le parecía buena idea Sam y Mel acabarían cediendo a su plan original. Mike se quedó sonriendo a mientras miraba a la pantalla.

Sí, claro... Como si las Vegas no estuviese también rodeada de arena. Qué grande eres, Mike. Friki de la informática. ¿Cómo se llaman? Geeks.

Perdona que te interrumpa, Mike, me gustaría señalar una cosa...

Sean se volvió a sentar, después de que aquel lemur psicópata de los huevos les diese a todos el susto de sus vidas. Según avanzaba la conversación, se estaba poniendo más y más tenso. Llevaba sin bromear varias horas, y para Sean eso suponía una fisura en su depósito de alegría y felicidad, que poco a poco se vaciaba. ¡Qué ganas de terminar con todo esto y tomarse una cerveza bien fría!

¡Y UN JAMÓN!

Ya está. Ya lo he dicho. ¿Qué basura es esa de un truco publicitario? Lo que pasa es que Lottie defiende a Willy el Malo porque le hizo tilín cuando lo vió en el aeropuerto. Y ahora lo anda a justificar. Y que sea la hermana mayor con el poco sentido que tiene... Manda narices.

¿Truco publicitario, Lottie? ¿En serio? Si fuese un truco publicitario nos habrían pagado el viaje en avión, por la cuenta que les trae. Porque menudos genios del márketing si querían reunir a la nueva generación haciendo que ellos mismo se pagasen el billete. Es algo sórdido, no le des más vueltas, Charlotte. No pueden pagarnos los billetes porque cuando no volviésemos a casa y la Interpol se pusiese a buscarnos, podrían rastrear el dinero hasta el bufete de abogados. Te aseguro que si fuesen por lo legal...-señaló con el índice a la ventana del pisito de estudiante, como si estuviese señalando lo obvio, una prueba irrefutable de veinte pisos de altura-si fuesen por lo legal nos habrían pagado hasta el taxi al aeropuerto, mira lo que te digo.

Ya puedes continuar, Mik...

Y una cosita os digo, ¿eh? Mi hermana acaba de decir que el hotel es la casa de un sectario. ¿A qué os suena eso?-Sean golpeó dos veces con los nudillos la mesa en la que estaba el portátil-Sa-cri-fi-cio ri-tu-al. Con todas sus sílabas. Por eso necesitan hacerlo en Egipto, con todos juntos, y no nos van matando por ahí, en nuestros respectivos países, ¿eh? Y también por eso les da igual que seamos nosotros y no nuestros padres los que vayamos. Van a por nuestra sangre, porque es la sangre de los que hicieron nosequé en Egipto. Así os lo digo.

Perdona, Mike. Puedes seg...

Que ya te vale, mamá... que ya te vale... ¿Qué hicisteis en la Mastaba para hacer vuestra sangre tan valiosa para los sectarios? No debisteis dejaros irradiar por la luz de Ra, beber del santo grial o tocar la piedra de roseta. Que hay que ser más cuidadosos cuando se viaja al extranjero, mujer. Hay que llevar protección, unos guantes o algo, antes de andar sobando reliquias antiguas.

Perdón, mamá.

Se quedó pálido. Se arrepintió enseguida de hacerle reproches a su querida y amadísima madre, y deseando que Mike o cualquier otro retomara la palabra.

Melyssa estaba hablando con su hermano y con su amiga sobre todo tipo de cosas con más o menos sentido, mientras que a la vez mandaba mensajes informativos a Patrick y negociaba sus vacaciones con su jefe. Podría seguir así todo el día. De alguna manera nunca se les acababan las temas de conversación.

Mike seguía con sus cosas, como siempre, intentando enfadarla de alguna manera y tarde o temprano lo iba a conseguir. Su amiga se libró de aquella "tarde de sofá", estaba a muchos kilómetros de distancia y con ganas de coulant de chocolate con salsa de vainilla, así que, les colgó y siguió con su vida totalmente ajena a la desgracia en la que iba a dejar a su querida Mel.

Al principio la melliza no sabía que estaba pasando. No era la primera vez que tenía una videoconferencia, no, pero hasta ahora tenía la posibilidad de aceptarla o no, ahora veía un montón de caras en su pantalla y no sabía por qué. Como perfeccionista que es, lo primero que hizo fue ¿averiguar quien llamaba y por qué? ¡Ja! Lo primero que hizo fue arreglar su pelo y mirar a su alrededor para que todo este en perfecto orden. Eso incluía un pequeño golpe en la pierna que su hermano tenía sobre la mesa de centro. Solo le faltaba el sombrero y parecía sacado de una película wéstern. Asegurada de que todo iba bien, o mejor dicho, de que todo era perfecto, adornó su cara con la impecable sonrisa de chica educada, detrás de cual se escondía un claro ¿qué... está... pasando? Así se quedó durante el rato en el que toda aquella gente habló y habló.

La primera conclusión fue, que no solo ella, su hermano y su amiga tenían el don de estar hablando sobre nada todo el día, había más como ellos por el mundo y por algún milagro o fruto de una maldición, estaban mirándola desde la pantalla. Puede que ellos no la miraban directamente a ella, pero si miras a la cámara parece que miras al otro u otros en los ojos.

La segunda conclusión fue, que Sean era lo que le pareció por los comentarios que puso en Facebook, una copia casi idéntica de su hermano, incluso más impulsivo aún, momento en cual suspiró y miro con empatía a Charlotte.

Y, la tercera conclusión, era que Omar y Estel no tenían buena conexión de internet. Esa debería de ser la causa por la cual no respondieron en el grupo del Facebook y que ahora tampoco decían nada. Sea lo que fuere, no era asunto suyo. Lo que sí que era asunto suyo, era la imaginación que esos dos tenían. Leer tantos cómics en la infancia les llevó a ver súper villanos ahí donde no los había. Con la sonrisa igual que antes, cogió aire e intentó hablar sin dejar ver lo histérica que la estaban poniendo y las ganas que tenía de darles collejas a los dos "hombres expertos en informática".

El "incidente", por decirlo de alguna manera cortés, con el lémur de Charlotte, hizo que la cara de Melyssa dejara de estar perfectamente sonriente por un momento. Gracias a su trabajo los sustos eran parte de su jornada laboral y había cogido cierta inmunidad a ellos. Había aprendido a ver el mundo caer a su alrededor y no parpadear. Volvió a coger aire para poder decir algo sin que antes quien sabe que bicho de cuatro o dos patas la volviera a interrumpir.

- Hola, dijo al final después de decidir si era adecuado decir buenos días ya que en otros lugares era de noche o a saber que hora. Encantada de conocerles a todos, aunque sea de esta forma y en estas circunstancias, dijo por lo bajito. Me es imposible responder a la tormenta de palabras que dijiste, Sean, me voy a quedar con lo... importante. Yo creo que lo de... Will el Malo, como tú lo llamas, es una simple coincidencia. Por alguna razón piensas lo mismo que mi querido hermano, a quien acababa de convencer de que vaya a Egipto. Ahora, gracias a tu “investigación”, tengo que volver a empezar. Entiendo a tu hermana. Te entiendo Charlotte, yo pensaría lo mismo en tu lugar, pero tu misma lo dijiste, son casualidades. ¿Alguien sabe quién es este tipo en realidad? ¿Tiene algo que ver con lo que ha pasado hace tantos años en la mastaba? Había entendido que es de nuestra edad, más o menos. Y si no es así, Sam tiene gustos que no conocía. ¿Quién es su padre o su madre? Tampoco sabíamos nada de Fadil o de Nefissa, pero ahí están. Yo quise hacer el grupo de Facebook para volver a estar en contacto con vosotros, no tengo ninguna intención oculta, puede que él quiere lo mismo, si de verdad está detrás de todo esto. Incluso vuestra madre admite que lo de la mastaba es algo que pasó hace treinta años. Es un asunto cerrado.

Mike, yo sigo queriendo ir, con o sin ti. Y lo último que acabas de decir, Sean... Digamos que... eres un chico con mucha imaginación. A punto estuvo de preguntar a su madre si su hijo tomaba drogas, puede que la pobre mujer no sabía nada sobre el tema y al final no era asunto suyo lo que se fumaba o no.

Lottie se quedó muda mirando la imagen de su hermano. Conforme iba hablado comenzó a negar lentamente con su cabeza, en silencio, sin intentar detenerlo en ningún momento. Lo conocía demasiado bien como para saber que era imposible, que hasta que no soltara todo lo que quería decir no la iba a dejar hablar, ni a ella ni a cualquier otro, lo hacía siempre, y los años de práctica poco a poco daban sus frutos. Aunque eso no quitara que estuviera tentada en más de una ocasión de cortar la conferencia e irse a la cama, dejando que decidieran el resto como tomarse todo aquello. Se sintió dolida por cómo le estaba hablando Sean, por cómo se tomaba sus palabras sin apenas estudiar otras versiones que no fueran las suyas. Y más, delante de dos desconocidos. Como se arrepentía ahora de haber confiado en él sin pensar que se lo tomaría todo de aquella forma. Pero ya no había remedio.

-Escucha.... Sean –dijo lentamente echando mano de unas ganas que se habían evaporado a mitad de la diatriba de su hermano, pero Sean se arrancó de nuevo a hablar sin parar. Pero esta vez, echándole la bronca a su propia madre. Charlotte abrió enormemente los ojos al escuchar sus reproches y estuvo tentada entonces de detenerlo con un grito, pero si él se metía en donde nadie le había dicho que se metiera, ya era hora de que fuera aprendiendo. Vio como el rostro de su madre se giraba hacia Sean y como el rostro de esta se volvía totalmente indescifrable, aunque Charlotte conocía bien el brillo de aquellos ojos...

Cuando Sean calló, nadie habló durante unos instantes. Ni tan siquiera su madre que siguió mirándolo con aquella mirada, en silencio, tal vez sopesando que decir o no en aquel momento. Pero entonces el silencio lo rompió la voz de Melyssa y con el se fue un poco de la tensión del momento, sobre todo para Charlotte, lo que no quitaba que estuviera preocupada por cómo se iba a tomar su madre todo aquello de Sean. Escuchó a la chica sin dejar de mirar la imagen de su madre, mordiéndose el labio inferior para no decirle a su hermano que él no era nadie para hablar así a su madre....sin saber ni la mitad de lo que ella sabía.

-Hola Melyssa. Bueno, realmente yo de ese tipo solo sé lo que hay en la wiki, seguro que lo habéis leído. Es el dueño del bufet que gestiona el hotel y el grupo de Olivier. Un tipo que ha sabido ganarse la vida en condiciones, demasiado bien sería poco decir, y con iniciativa. Esa sería la definición si somos objetivos y nos basamos solo en lo que dice la wiki. No creo que tenga que ver nada con los Elegidos, por lo menos no he encontrado nada de eso en internet, parece desligado de ese tema, salvo por el hecho de gestionar la casa de Olam desde la muerte de su madre.

Pero no lo pudo evitar, aun le picaba la falta de confianza de su hermano.

-Escucha, Sean. No estoy diciendo que esa sea mi versión de lo ocurrido, ni que la crea, solamente digo que no debemos pensar solamente en la opción que primero se nos ha venido a la cabeza. Puede haber más opciones, decenas, miles, ¡no lo sé!. Estamos presuponiendo demasiadas cosas... –hablaba mirando a su madre, intentando adivinar que se le estaría pasando por la cabeza y deseando estar ahora junto a ella- ...y realmente me gustaría saber cual es la correcta, qué está pasando...solo eso. Aunque no te lo creas. Aunque seguro que estas pensando que tengo menos sentido común que una mosca –o que tú muchas veces, pero siempre tienes que llevar tú la razón, no voy a luchar más contigo en esa concepción que tienes de mi, tengo la batalla perdida y ya me cansé de luchar en esa guerra- estoy intentando ser racional y no dejarme llevar por los sentimientos. Ya has escuchado a Melysa, no soy la única que intenta quitarle a esto intensidad. Ya he dicho antes que yo también me he asustado, ¿vale? Y lo sigo estando, aunque no te lo creas... pero tengo la duda de que estemos juzgando las cosas desde un punto de vista que no tiene sentido ahora y lo estemos exagerando todo –calló un segundo, pero se pensó algo, recordó un comentario de Melyssa, y no lo pudo evitar comentar- Poca imaginación es poco decir, Melyssa. Si yo te contara...

¿Asi que Melyssa quiera ir aun después de saber todo lo que sabemos? Charlotte miró la imagen de la muchacha, parecía tranquila y decidida, segura de su decisión.

Las discusiones entre Sean y Charlotte le recordaban a su propia relación con su hermana, parecía que los cuatro también tenían eso en común y además las chicas parecían quitarle hierro al asunto y Mike empezaba a sospechar el porqué.

Todas parecen encontrar encantador a ese tipo, primero Sam, después Mel y ahora Charlotte. ¿Es que ninguna puede ver que nos oculta algo? Tampoco me parece un tipo tan guapo o tan encantador...

Estaba claro que no, afortunadamente para ellas tenían hermanos y amigos que se preocupaban por su seguridad y que no iban a permitir que Will el malo las engañase. Durante su vida había tenido que espantar a algún oportunista que quería engañar a su hermana o a Sam con no muy buenas intenciones, así que ya estaba acostumbrado a eso.

-Sean, ¡Tienes toda la razón! ¡Menudo truco publicitario más cutre si encima tenemos que pagarnos el viaje nosotros! Desde el principio Mike se había opuesto a tener que gastarse un solo dolar en ir a un sitio que le parecía horrible, para eso prefería irse a Las Vegas, que al menos sería mucho más divertido. Claro que no sabía si estaba totalmente de acuerdo con el resto de las teorías de Sean, pero era mejor exagerar que dejar que fueran a Egipto y tuvieran cualquier problema. Aquí hay algo muy muy raro, en eso tenéis que estar de acuerdo todos, demasiadas casualidades con will el malo detrás como para que no veáis que trama algo.

No pudo evitar una sonrisa cuando Sean comenzó a reprocharle a su madre lo que habían hecho muchos años atrás en Egipto, sobre todo cuando habló de lo de llevar protección. La sonrisa se le quitó con la intervención de su hermana, seguía empeñada en ir a pesar de todo lo que estaba escuchando. Se dirigió a ella y su cara se giró quedando de perfil en la pantalla, estaba claro que estaba en la misma habitación que su hermana.

-¿Pero no estás escuchando lo que dicen? ¿Y aún así quieres ir? No pienso dejar que vayas, creo que tu vuelo tendrá overbooking o tu billete estará cancelado cuando estés embarcando. Este tipo me da mala espina. ¿Por qué contrató a Sam? Sí, es muy buena ¿Pero justo a ella? ¿A nuestra amiga del alma? ¿Y que me dices de Oliver? ¡Venga, has escuchado a su grupo! No hace falta que te diga lo problemático que es, lo has visto tu. Un hombre de negocios no hace una inversión tan mala, me da igual que Sam diga que tiene tanto dinero que no le importa perderlo, no tiene lógica, ni tampoco llevarlo a un hotel en Egipto a grabar un vídeo clip. ¿Quieres promocionar un hotel de lujo y eliges para ello a alguien con una imagen tan mala? Por no hablar de la elección de Nathan como su asesor artístico para ello... Sabrá bailar muy bien ballet, pero estamos hablando de un vídeo clip de un grupo de rock ¿Te los imaginas con tutú? Por no decir que se encontró con Charlotte "casualmente" Mike hizo un gesto con sus dedos marcando unas comillas imaginarias. en el otro lado del planeta. ¿También tiene un hotel en Madagascar? ¿O otro bufett de abogados? Empiezo a pensar que cuando Sam me ofreció trabajo y nos invitó a ir a Nueva York, fue idea de él, al igual que la invitación de Fadil. Y de Fadil si que sabemos algo, sabemos quien era su padre y que también estaba en el incidente de la Mastaba. Quizás no quieran hacer un sacrificio con nosotros, o quizás si, pero ante la duda prefiero no ir y tu tampoco irás hasta que aclaremos esto.

No le gustaba tener que prohibirle algo a su hermana, no solía hacerlo y además sabía que no le haría mucho caso, pero si podía sabotearle el viaje si llegaba el caso. De todas formas su mejor opción era convencerla de que aquello no era bueno y con Sean de aliado y Charlotte albergando dudas aquella era la mejor oportunidad para hacerlo, si el resto se ponía de acuerdo en no ir a ella seguro que se le quitaban las ganas. Se volvió a girar de nuevo hacia la cámara.

-Lo siento. Se disculpó ante el resto. Quizás Sean o yo estamos exagerando, pero teneís que admitir que todo esto es demasiado raro. No se si Omar o Estel tienen algo que decir al respecto, pero yo recomendaría que no tomemos una decisión precipitada. Me comprometo a intentar averiguar todo lo posible sobre Will el malo, algo más que no salga en la Wikipedia. Podría incluso hablar con él si es necesario. Podía convencer a Sam de que necesitaba el trabajo con urgencia y que le intentara poner el contacto con él, también podía averiguar algún email de contacto, no sería difícil. Aunque no sabría que decirle: Hola Will el malo, ¿has organizado todo esto para sacrificarnos en Egipto? Supongo que no funcionaría... Pero en estas condiciones sería mejor que fuéramos prudentes.

Sin más datos sobre todo aquel asunto Mike no se atrevía a tomar una decisión definitiva y si su hermana se empeñaba en ir tendría que impedirlo o acompañarla a regañadientes, solo no iba a dejarla marchar a Egipto, eso lo tenía claro.

Las pantallas reflejaron interferencias en las ventanas correspondientes a Omar y a Estel. Quizá algo estaba complicando las comunicaciones con Londres, que estaba sufriendo una tempestad local como hacía años que no se veía.

Si habían intentado decir algo, el sonido no había llegado, y ahora se perdió también la imagen en un caos de colores y luego un fundido a negro.

Deberían continuar sin ellos...

¡¿Exagerando?!-Sean levantó los brazos agitándolos por encima de su cabeza-¡¡¡EXAGERANDO, DICEN!!! ¡No estoy exagerando! ¡Aquí nadie está exagerando! Los satélites de Willy el Malo acaban de cortar la conexión con Londres. ¡¿ES QUE NO VEIS LO QUE INTENTAN?!

El pelirrojo histérico se puso en pie para acercarse al portátil e inclinarse acercando los labios a la toma de sonido ambiente.

¡¡¡ESTEEEL!!! ¡¡¡OMAAAAAR!!! ¡SI ME ESCUCHÁIS, CORREEEEEEED! ¡CORRED POR LO QUE MÁS QUERÁIS! ¡TENÉIS QUE SALIR DE AHÍ INMEDIATAMENTE! ¡LAS TROPAS DE ASALTO DE WILLY ESTÁN A PUNTO DE ENTRAR EN EL EDIFICIO! ¡¡¡OS VAN A SECUESTRAR!!!

Y tú, mamá... ¿Para qué te acercas a la ventana, mujer? No ves que estás tentando a los francotiradores. Pssst. Vuelve aquí-llamó con la mano.

Sean se volvió a sentar, esta vez de refilón, con el sacro en el borde del sofá. Miraba fijamente a la webcam, porque el siguiente mensaje era muy importante y requería seriedad.

Muchachos... No sé cuánto tiempo podremos seguir con las transmisiones. Ha sido un placer haberos conocido. Si por un casual no volvemos a vernos con vida, recordad estas palabras: sacrificios rituales. Cuidado con las dagas con filo ondulado y los sitios oscuros en los que hablan así, como monocorde. Alejaos de los oooooommmmmmm...

-Nosotros no tenemos más hermanos Señora Dunne, aunque Sam podría ser perfectamente nuestra hermana porque nos hemos criado juntos desde que tenemos uso de razón, pero también está invitada y no nunca nos haría daño, ni por voluntad propia o ajena, salvo que alguien le esté ocultando algo y utilizándola sin que ella lo sepa. De momento no podría asegurar como Sean que alguien quiera matarnos, pero si que algo muy raro está pasando. Tampoco podría decirle si han contactado con todos los hijos de los supervivientes, pero si que todos con los que han contactado lo son, todos los que hemos podido averiguar al menos. Se giró hacia su hermana. Mel, tu has hablado más con Fadil ¿Te dijo quienes estaban invitados? Volvió a girarse hacia el portátil. ¿Sam? Iba a ir antes, en teoría ni siquiera estábamos seguros que fuéramos a coincidir, si en Egipto, pero quizás ella estuviera trabajando y no pudiera pasar por el hotel mientras nosotros estuviéramos. Y ahora mismo...

Mike se puso a pensar para imaginar donde estaría su amiga en aquel mismo instante. Vio como las imágenes de Estel y Omar desaparecían, aunque no le dió mucha importancia, un error normal de la conexión o simplemente la habían cancelado ellos mismos, nunca habían mostrado demasiado interés por el tema en el grupo de Facebook. La reacción de Sean le asustó. Mientras gritaba y se movía por la habitación para acercarse al portátil hizo unas comprobaciones con su comunicador, todo parecía normal, no pudo evitar que le entrara la risa, aquello parecía una broma del pelirrojo, aunque lo hacía tan bien que no sabía si estaba bromeando o estaba un poco loco o completamente paranoico. Intentó llamar la antención de Sean haciendo gestos a la cámara.

-¡Sean! ¡Sean! Tranquilízate hombre, creo que esta vez Willy el malo no ha tenido nada que ver, ni esto ni el calentamiento global es culpa suya, de momento tan solo es culpable de estar detrás de muchas casualidades a nuestro alrededor y de tener muy buen gusto contratando empleadas y espiando a hermanas en un aeropuerto remoto. He comprobado las conexiones y no hubo ninguna interferencia externa, simplemente la conexión ha fallado o ellos la han apagado. Pensó durante unos segundos. Has dicho que estaban en el mismo lugar, eso explicaría que los dos se quedaran sin conexión a la vez. ¿Además no has dicho que no intentaran engañarte que sabías que estaban en la misma habitación? ¿Has pensado que quizás tu llamada los pilló en mitad de...? Algo íntimo, ya me comprendes. No creo que hayan mandado a ningún comando especial a matarnos, aunque eso no quiere decir que no sospeche que sigue habiendo algo muy muy raro en todo esto y esté dispuesto a averiguarlo, y espero que tu me ayudes también, pero para eso necesitamos que te tranquilices. Mike tenía unas ganas tremendas de preguntar a su madre y a su hermana si Sean siempre era así de nervioso, pero con él delante se tuvo que contener. Señora Dunne, si Melyssa no me hace caso y va a Egipto yo iré con ella, no pienso dejar que vaya sola, pero espero poder averiguar algo más antes que eso suceda, supongo que aunque usted tampoco crea que vamos a ser asesinados en algún momento niegue que todo esto es muy raro y con ese hombre siempre en el centro de todo... Ojalá todo sea un horrible malentendido, podamos ir y nos lo pasemos muy bien, o al menos todo lo bien que se puede pasar allí.

Charlotte se asustó al ver la reacción de su hermano cuando las imágenes de Estel y Omar desaparecieron. Se levantó automáticamente y estuvo a punto de coger el comunicador y llamarles a los dos para ver qué es lo que había pasado, hasta que detuvo su gesto al caer en la cuenta de que si, realmente hubiera pasado algo, ya habría recibido ella un mensaje de uno de sus dos amigos. La comunicación no había sido buena desde el principio y, conforme su hermano hablaba y hablaba...todo se volvía más claro para ella. Se volvió a sentar poniendo los ojos en blanco y esperando pacientemente a que la explosión terminara.

-Mamá, te voy a pasar un número de teléfono. Úsalo, le hace falta ayuda –le dijo a su madre mientras que jugueteaba con el comunicador en su mano- No sé lo que se ha fumado o tomado, pero le ha sentado mal. Lo que sea que se haya tomado hoy, lo suele esconder debajo de los cojines del sofá. Si rebuscas ahora cuando cortéis la conferencia, lo verás, es que hacerlo aquí, ahora, delante de dos inocentes recién conocidos puede quedar feo... -miró a su hermano con una sonrisa sospechosa en la cara, una mezcla de venganza y cachondeo como solo una hermana podía poner en un momento así- Si lo dejamos que siga hablando va a terminar con la Tierra. Ya lo estoy viendo. Willy, ¡el marciano destructor! ¡el responsable del fin del mundo! Y espera que no venga para borrar del mapa todo el Sistema Solar... -hizo un gesto con sus brazos, abarcando toda la cabaña- Mamá, de verdad, paso. Te llamaré más tarde y hablaremos las dos tranquilamente de todo esto. Melyssa, nos vemos en Egipto. Mike, espero verte también allí. Sean, has conseguido lo que querías, convencerme de que la única forma de saber que está pasando realmente es ir allí a averiguarlo.

Charlotte se levantó y se vio como animaba al pequeño lémur a bajarse de su hombro. Este se bajó perezosamente y se perdió detrás de la pantalla en unos cuantos saltos después de dejarse caer sobre la mesa.

-Y ahora, me voy, me están esperando. Luego te llamo mamá. Mike, Melyssa, encantada de haber hablado con vosotros. ¡Ya voy! –exclamó levantando la voz y levantando la mirada, respondiendo con ella a alguien o algo tras la pantalla en la otra parte de la cabaña, la que no quedaba visible por la webcam. Miró un instante a las imágenes de la pantalla, sobre todo a la de su hermano para ver la reacción que provocaba su ida, antes de desaparecer detrás de la pantalla.

Ahora, en la ventana que la que la pelirroja había estado instantes antes, solo se veía la cabaña de madera, silenciosa, y la noche más oscura en la ventana que se abría en uno de los laterales.

Charlotte dio un par de pasos hasta colocarse justo donde sabía que la webcam del portátil no la captaba y subió la voz de la conferencia para poder escuchar el resto de la conversación entre los cuatro que quedaban tranquilamente desde la cama, sin que ellos supieran que seguía allí escuchando. No podía seguir en la conversación, le estaba suponiendo demasiado esfuerzo luchar con las ocurrencias de su hermano. Había llegado un punto en el que no sabía si todo aquello era una simple broma o Sean realmente lo creía. Ya no sabía que pensar.

Se deslizó hasta la cama y se tumbó, estirándose y abrazándose a la almohada, poniéndose cómoda para seguir escuchando en el anonimato mientras pensaba. Tenía tantas preguntas, tantos interrogantes, tanta rabia por no saber qué decisión tomar con respecto a todo aquello que se dio cuenta de que le era casi imposible pensar. Tenía miedo de ir a Egipto, tenía miedo a lo desconocido, pero a la misma vez se sentía invadida por la curiosidad de saber.

La curiosidad mató al gato.

El problema era, ¿podría vivir el resto de su vida sin saber qué es lo que realmente estaba pasando? ¿qué había detrás de aquella invitación a Egipto? Ella lo tenía claro, pero temía las implicaciones que su decisión pudiera acarrear para el resto de las personas que amaba. Y para ella misma.

Tras las palabras de Charlotte, Mike se sintió algo decepcionado. Tan solo Sean apoyaba su teoría de que algo no iba bien con todo aquel asunto y ahora parecía que era producto de un colocón o de los efectos de alguna droga. Ahora ya nadie le haría caso, aunque eso no significaba que se iba a dar por vencido, seguiría investigando hasta conseguir las pruebas necesarias que probaran sus sospechas. Con aquella situación y tras la marcha de Charlotte pensó que lo mejor era despedir la vídeo conferencia hasta que las cosas estuvieran más tranquilas o hasta que Sean se recuperara.

-Esto... será mejor que nosotros también sigamos con nuestras cosas. Ha sido un placer hablar con vosotros, espero que podamos hacerlo más adelante en un ambiente más tranquilo. Y con eso no estoy pensando en Egipto para nada. Señora Dunne, un placer conocerla, le daremos a nuestros padres saludos de su parte, se pondrán muy contentos de saber que está usted bien.

No pudo evitar mirar a la mujer con cierta pena, ahora tendría que lidiar con su hijo desquiciado y paranoico. Por las palabras de Charlotte parecía que no era raro que se comportara de aquella manera cuando consumía algún tipo de droga. Mike pensaba que al ser un chico deportista como él Sean habría evitado aquella mala costumbre bastante arraigada entre mucho jóvenes, pero no parecía así. Mientras cerraba la comunicación y esperaba a que Melyssa hiciera lo mismo se volvió hacia su hermana como si ya estuvieran solos de nuevo.

-Supongo que sigues empeñada en ir a Egipto ¿Verdad? Nunca seré capaz de hacerte cambiar de opinión aunque te demuestre que estás equivocada. Sabes que no te puedo dejar ir sola. ¿Me vas a obligar a ir?

Bueno, siempre cabía la posibilidad de impedir de alguna manera que su hermana fuera, pero tampoco quería ponerla en guardia. Ahora lo que le preocupaba era que Sam estaba en medio de todo aquel asunto y probablemente en poco tiempo aterrizaría en Egipto para comenzar sus trabajos para Willy el malo.

Oh, por supuesto... Ahora se supone que debía ser un experto geek como Mike y saber que se trataba de un fallo en la conexión. ¡Pues no! ¡No lo sabía y me asusté! ¡Sí, me asusté! Como para no tener los nervios a flor de piel tal y como va el tema...

Qué va, mamá... Jajajaja... Estoy limpio. En serio. Lottie bromeaba.

Aprovechando que tiene a la madre mirando por la ventana, Sean levanta el cojín y mete la mano debajo. No es una bolsita de plástico sospechosa, como malintencionadamente aventuró Charlotte. Se trata de un sujetador que rapidamente hace un ovillo y lo tira lejos, tras otro montón de desorden. Por suerte, como la imbécil de su hermana se levantó de delante del ordenador, no lo ha visto.

Me está bien empleado por hacer la videoconferencia desde mi casa. La próxima toca desde casa de mis padres, donde no hay nada comprometedor.

A ver, club de chicas aventureras... No os equivoquéis, Melyssa y Charlotte... Este fallo mío no cambia nada. Pensándolo bien, lo lógico es que Willy el Malo tenga a sus mercenarios concentrados en Egipto a espera de nuestra llegada. Sigue siendo peligroso ir... Lottie, no te veo... ¿sigues en la habitación? ¿Para qué tantas ganas de ir a Egipto? He visto dónde trabajas. Vives en un puto paraíso tropical... ¿Charlotte? ¿Charlotte, me escuchas? Oh, mieeeerda...

La cara de Charlotte era muy expresiva. Melyssa pudo ver lo que la pelirroja estaba a punto de expresar, un poco antes de que las palabras salieran de su boca.  O puede que era “gracias” al parecido de la situación con otras por las que Mike la hizo a ella pasar. Una idea llegó a su mente cuando empezó a hablarle sobre Will el Malo. ¿Por qué no lo pensó antes? Empezó a escribir a toda prisa en su comunicador, enganchó el manos libre y empezó a hablar con alguien.

- Hooolaaaa, dijo con voz melosa, espera un poco, dijo en tono más bajo y levantándose del sofá. Le quería dar a su “compañera de sufrimientos” algo de privacidad para que le pueda gritar tranquila a su hermano mientras asentía y suspiraba al escucharla decir “Poca imaginación es poco decir, Melyssa. Si yo te contara...”. Pero dos mejor que uno o peor, en este caso. Mike parecía darle la razón a Sean y Mel solo podía hacer una cosa, ¡protestar!

- ¡Qué no me vas a dejar que vaya? Gruñó descontenta dejando medio sordo al quien tenía al otro lado del teléfono. ¿Qué vas a hacer el qué? ¡No! ¡No! ¡No! A ver si quieres visitar mi nuevo lugar de trabajo, por dentro, hasta que yo salga del país, listillo. Al parecer se le olvidaba para quien trabajaba su hermana y lo que podía hacer. Seguro que la policía tenía a Mike sospechoso para algo.  Y una declaración de ella no estaría puesta en duda. Escuchó a su hermano por un rato con la boca abierta y los ojos incluso más. Solo gesticulaba como  se imaginaba estrangularlo y ella sí que podía, lo tenía cerca. Al final suspiró y pensó que solo podía hacer una cosa para librarse de él. ¿Sabes que?, estoy hablando con Patrick. Oh, pobre espero que siga al otro lado, o espero que haya colgado, que vergüenza. Él podrá investigar al Will el Malo y si el también me dice que sospecha, no voy, ¿vale? Y en realidad dices todo eso sobre Will para tener una excusa y no trabajar para él. Eso es lo que te pasa. No quieres compromiso y ahora tienes la excusa perfecta.

Escuchó a la señora Dunne y solo podía asentir. Era evidente que Charlotte se parecía a ella y que su hermano, no. Al parecer ni las avanzadas tecnologías se libraban de las tormentas que había por Londres. En las últimas noticias habían enseñado lugares completamente destruidos. Igual que una tormenta era Sean. Ahora Mel ya no tenía dudas de que el chico se tomaba algo o de que en algún momento de su vida se dio un fuerte golpe en la cabeza. Mike nunca se puso así, jamás. Sus ojos como platos se fijaron en los de su hermano para ver si se unía al espectáculo o le paraba los pies al chico.

Negó con la cabeza a la pregunta de su hermano. Desde aquel día que recibieron las invitaciones no habló más con Fadil, pero pensaba hacerlo ya que tenía unos planes sobre sitios a visitar y quería preguntarle sobre ellos. Soltó el aire acumulado al ver que Mike eligió la opción de tranquilizar a Sean. Agradeció no estar en el lugar de la pelirroja pero estaba de acuerdo con ella, el hermano necesitaba ayuda.
- Hola, Pat, soy Mel. ¿Ah, sí? No me sorprende que pienses eso, mi hermano me tiene negra. Necesito que investigues a alguien por mí. Sí, sí... ¿Recuerdas que te dije sobre el viaje a Egipto? Pues mi hermano y otro... hermano, dijo en vez de soltar un insulto, están empeñados en que sería el error de nuestras vidas. ¡Llegaron a decir que nos mandan ahí para sacrificarnos! Aunque su tono era en voz baja algo de la conversación llegaba a los de videoconferencia. Le pasó el nombre completo de William y por unos momentos solo se pudo escuchar “ajá”, “vale”, “entiendo”, “sí”, “ajá”. Vale, guapo, muchas gracias, me dejas incluso más tranquila de lo que ya estaba. Oh, vaya cosas que me dices, soltó una risilla tonta. No, cuelga tú. No, cuelga tú. Jo, venga, vale, besitos, bye, bye.

- Claro que nos vemos en Egipto, Charlote. El placer ha sido mío, replicó. Mi hermano no es el más loco del mundo, pensó para si, pero con tristeza hacía su nueva amiga. Señora Dunne, un abrazo fuerte y mucho animo con todo, especialmente con el loco de su hijo, dijo en su mente.

Ahora el chaval parecía más tranquilo y lo que tenía en realidad bajo el cojín era una prenda intima que evidentemente no le pertenecía. ¿Será un violador? No lo parecía, pero se esperaba a cualquier cosa de ese muchacho. Puede que tenía miedo que Will en malo descubra quien es en realidad el peligroso. Por eso intentaba hacer a todos dejar de ir a Egipto, para que nadie lo investigue y descubra que es un drogata violador. Melyssa sacudió la cabeza, nunca le afectó estar todo el día entre delincuentes. Suspiró y recordó su lema, "sin prueba no hay condenación". Hasta ahora las únicas pruebas que había sobre Sean era su paranoia. A todos les pasó eso alguna vez en la vida.

- Claro que sí, señora Dunne, preguntaré eso a Fadil, la discreción es algo que se me da muy bien. Dijo orgullosa mientras pensando en la última pregunta que puso en el grupo de Facebook y que fue dan discreta que nadie pilló lo que quería decir, ni siquiera respondieron. Sam nunca nos traicionaría, daría antes su vida que hacernos eso, se lo aseguro. Mel dictó su numero a la mujer y la aseguró de que estaría en su lista de personas a quien mandar un pequeño informe, junto con sus padres y su amigo especial. Viniendo de su parte no podría ser de otra manera. Lo habría hecho incluso si no se lo pedía, era así de maja, aunque su hermano la llamaba chivata.

- Acabo de enviar el mensaje a Fadil, pero antes he pedido información sobre Will a un amigo mío que trabaja en la policía. Es muy bueno en lo que hace y lo ha investigado a fondo. Sean, me temo que lo vamos a llamar Will el Bueno. Es transparente, brillante, generoso, altruista, demasiado bueno para ser real. No hay nada malo sobre él, pero nada. Ama la buena vida, sí, pero comparte su fortuna que no para de crecer. Hace donaciones, mantiene fundaciones benéficas Sobre su vida privada la cosa se pone triste ya que su primer amor murió por leucemia. Así que las pocas novias que tuvo después aparecen en pocos lugares y de forma muy discreta. Además, Chartlotte, puede que te lo cruzaste porque es ecologista activo. Incluso podría meterse en política y no lo hace. Hasta sus pocos amigos son buena gente. No hay nada malo sobre este hombre y tengo más ganas que nunca por conocerlo y por ir a Egipto. Así que, lo siento Mike, se giró hacía su hermano, no te obligaría nunca que vayas, pero yo voy a ir. Tengo que estar con Sam si de verdad corre peligro aunque yo estoy segura de que no.

Sean sacó rápidamente el móvil del bolsillo y tecleó frenético con el pulgar. ¡Sí! ¡Tenía el móvil de la morenaza! La despedida cariñosa que tuvo con ese tal Patrick (o Patrick el Malo), no daban mucha cancha a que Melyssa fuese a caer facilmente. De todos modos, el amor es como un partido de tenis: a veces te marcas unos puntos, a veces son todo reveses, lo importante es como acaba el partido dentro de mucho, mucho tiempo. Mientras podría pelotear con la rubia... ¿Sam se llamaba? Sí, Sam. Y luego unos dobles. Y luego a la ducha, y otra vez a empezar.

¿Will el Bueno?

Sí, Lex Luthor también era mucho de galas benéficas. Y todo formaba parte de su campaña electoral para convertirse en presidente de los estados unidos. ¿Cómo puede ser Melyssa norteamericana y no tener ni la más mínima cultura de los iconos pop de su propio país?

Sean no era muy de comics, pero en el videojuego de "Hombre de Acero: al Servicio del Presidente" ya le pusieron en sobreaviso de los malvados planes que suelen tejer esos mecenas multimillonarios.

Melyssa... Tal y como hablas de Willy el Malo, es como si lo conocieses de toda la vida. Para establecer una secuencia de los hechos... ¿Cuándo fue la primera vez que le viste? ¿Fuiste tú quién le presento a vuestra amiga Sam o le hablaste de ella?

Cada vez es más obvio... Mel la Mala, la mano derecha de Willy. Habla en su favor, y trata de convencernos de que el viaje a Egipto es seguro y no tiene la más mínima importancia. Sabe que para el sacrificio les llega con la sangre de su hermano, y está dispuesto a arrastrar a Mike hasta allí.

Mike sacudió la cabeza y reprimió la risa al escuchar a Isabelle hablar de la discrección de Mel, desde luego aquella mujer no conocía para nada a su hermana, aunque estaba seguro que Mel conseguiría la lista de Fadil, siempre conseguía lo que quería de los hombres, aunque ella no era del todo consciente de su "pequeño poder".

-Gracias Señora Dunne, cualquier aportación será bien recibida. ¿Mi número de teléfono? ¿Para qué? Si me lo hubiera pedido su hija quizás... No necesito otra madre que me controle, además la tonta de Mel ya le ha dado el suyo, con eso le bastará. No se preocupe, nadie nos obligará a ir a Egipto, en mi caso intentaré aclarar este asunto y convencer a mi hermana de que no vaya, pero si no lo consigo tendré que acompañarla. O sabotear su viaje, ya veré. Gracias por su preocupación.

Se giró hacia Mel que tenía de nuevo la cara de "acabo de hablar con Patrick y estoy tan enamorada...", no le sorprendía que "su novio" no encontrara nada, si hubiera algo él también lo habría encontrado, y eso era precisamente lo que le mosqueaba. ¡Demasiado perfecto en todo!

-A Patrick solo le faltó decir que por las noches es Batman... Dijo con algo de sorna. ¿Conoces a Batman, Sean? Preguntó al pelirrojo, quizás también le gustaran los comics y los superhéroes. Y la respuesta es nunca, aunque no lo parezca Melyssa nunca ha conocido al idolatrado Will. Sam nos ofreció presentárnoslo en Nueva York, quería que trabajara con ella y que lo conociera, pero al final rechacé la oferta, la única que conoce a Will el malo en persona es Samantha.

Omar vio como su conexión parpadeaba antes de extinguirse. Gruñó por lo bajo, mientras miraba a Estel sentada a su lado con su propio portátil y que sufría el mismo problema.

-No se te habrá olvidado pagar a la compañía telefónica, ¿verdad? -preguntó sardónicamente antes de ponerse en pie y acercarse al router-. Mierda, vuelve a funcionar como el culo -señaló antes de apagarlo y volverlo a encender. Al cabo de unos segundos, las luces parpadearon en verde y sentándose junto a Estel, en el salón de su apartamento, volvió a recuperar la conexión con el grupo-. Perdonad, pero nuestra conexión falla. Pero tranquilos, no es culpa de Olam o sus secuaces -afirmó con una sonrisa amplia, mostrando unos diantes increiblemente blancos en medio de su tez morena-. Bonsoir, tante Isabelle. Me alegra verte. Y al resto, por supuesto. Bien, Sean, te he escuchado y sin que sirva de precedente, te creo. Vamos, que sí, que dudo que todo se reduzca a una simple casualidad. Pero de ahí a querer ver una conspiración propia de una novela barata de aeropuerto, va un tramo. Tante Isabelle, ¿una trama para asesinarnos? ¿Lo dices en serio? -Omar se frotó el ceño-. ¿Os oís? ¿Habláis en serio?  En mayor o menor medida todos hemos crecido sabiendo de la historia pasada de nuestros padres. Algunos lo hemos vivido con normalidad, casi como si fuera un cuento del pasado, algo con lo que dormirnos cuando éramos pequeños. Para mí no tiene más valor que ese. Para vosotros... no tengo ni idea. Salvo Charlotte, que estoy seguro se moriría si pudiera revivir la experiencia de su padres -un guiño un saludo con la mano se dirigieron a nadie en particular, pero era obvio que estaba destinado a Lottie-. Mirad, varios irán allí por razones varias, básicamente laborales. El resto hemos recibido invitaciones y no, tante Isabelle, mi hermana no ha recibido ninguna. Tiene seis años. Chicos, la cosa es muy sencilla. Si tanto os preocupa, ¿por qué no preguntar a Fadil si su invitación ha sido una iniciativa suya o una propuesta externa, de ese bufete que tanto parece preocuparos? Y tomáis entonces la decisión que sea. Pero yo ya os digo que, sea como sea, nosotros iremos. Tanto Estel como yo necesitamos esos días de vacaciones. Salir de Londres, visitar la tierra de mi madre... Veréis, ahí fuera hay un mundo real, un mundo en el que la gente muere, vive, trabaja, sufre, ríe. Estel y yo no hace demasiado que regresamos de una experiencia bastante intensa y nos cuesta, me cuesta pensar en extrañas conspiraciones de orden mundial cuyo objetivo sea reunir a un grupo de jóvenes con un fin oscuro en un rincón desértico del planeta. De hecho, escucharlo en voz alta me resulta bastante absurdo. Lo siento, no quiero ofender a nadie pero es como lo vivo.

Cuando la conexión regresa, Estel y Omar ven que la ventana correspondiente a Lottie está en activo, pero ella no está. Sólo se ve un trozo de choza, y ella está ausente.

Charlotte rió en silencio cuando escuchó la exclamación de su hermano al ver que ella había desaparecido de la pantalla. A ver si eso le hacía bajar de la nube de crimen organizado y conspiraciones maquiavélicas que se había montado.

¿Qué por qué quiero ir a Egipto? ¡Porque ES Egipto! ¡Es donde sucedió todo! ¡Es una tierra mágica! ¿Cómo puede ser tan insensible Sean? ¿De verdad no sientes curiosidad por ir allí? Hay veces que no pareces mi hermano... Y si, mamá, esperaré a saber algo más, o por lo menos saber que no voy a plantarme yo allí sola. Melyssa va a ir y, por la cara que ha puesto, estoy segura de que su hermano no se lo va a poder impedir de ninguna forma, absolutamente de ninguna. ¡Eh! ¿Qué es eso de que te demos parte diario? ¡Mamá! ¡Ya somos grandes! ¡Por el amor de Dios! ¿Qué van a pensar los Yaddow? Bueno, vale, creo que eso le va a doler más a Sean que a mi, estoy segura de que ya está pensando en como ligarse a Melyssa y eso le va a tocar su fibra sensible de macho provocador y amante bandido. Estoy casi segura de que si ella va, él irá detrás como un perrito faldero, ella tiene más poder de convocatoria que su propia hermana. ¡Lo que hay que pensar! Cuando crecerá este niño... Y no, mamá, nadie se va a ver condicionado. Se verán coaccionados y obligados moralmente. Ya lo estoy viendo. Melyssa decide ir. Con su currículum y ese amigo que dice tener en la policía es capaz de movilizar a un Boing 747 solo para ella. Así que ella se sube al avión, el mismo que pillará su hermano solamente porque no la quiere perder de vista. Sí, estoy segura que se va tirar toooooooodo el viaje echándole en cara su decisión de ir, pobre Melyssa lo que le espera. Y claro, los Yaddow van, Sean va. ¿Por qué? Porque realmente le va eso de viajar y conocer gente nueva, porque no lo veo perdiéndose la oportunidad de conocer en persona a Melyssa y a su amiga y porque estará deseando de ver a William y alejarlo de mi a zarpazo limpio. Si voy yo, él irá solo por divertirse y por fastidiarme, como si no lo conociera...

Estuvo casi a punto de que sus risas, o su exclamación de asombro, se escucharan cuando escuchó despedirse a Melyssa. Tanto merengue al hablar le dijo muchas cosas sobre ella. Que estaba exagerando solo por chinchar a Mike, que acababa de aprovecharse de su trabajo y sus conocidos para obtener información de un tercero, que no es que fuera malo, pero eso le hacía recordar que estaban vendidos y en mano de la policía y de que seguía firme en su creencia de que los americanos estaban un poco tocados de la azotea, y de que para ser una hija de un heredero, estaba enterada de poco o nada de lo que había pasado.

Si supieras toda la historia, Melyssa, no te lo tomarías tan a la ligera. Hay muchas coincidencias, que no son tales, estoy segura. No es como Sean lo ha pintado, ni mucho menos, pero tampoco es una situación clara. William no es el malo, no lo creo, aunque Sean y tu hermano se estén empeñando en verlo así... pero de su compañero de bufet no me fio, para nada. El es el kit. El es el centro de todo, estoy segura. Y quiero saber qué es lo que pasa, lo que están organizando... Quiero saberlo. Y creo que mamá también...

De repente la voz de Omar resonó en la conversación y Charlotte respiró hondo sin darse cuenta. Quedaba demostrado de que ninguna mano enemiga había cortado las comunicaciones. Tendría que recordarlo para cuando su hermano comenzara de nuevo con las idas de azotea.

Cogió el comunicador que tenía en la mano y comenzó a escribir una serie de mensajes. Tenía que dejar bien clara una cosa antes de que fuera a más el comentario que había hecho en broma a su hermano. Lo había hecho delante de dos personas que no conocían de nada, y si se tomaban sus palabras al pie de la letra, su hermano no tendría posibilidad con ninguna de las dos chicas. Y eso se lo haría pagar a un precio demasiado alto.

Hola Melyssa, soy Charlotte.

Estaba bromeando con mi hermano, quedo que quiere claro porque es un cielo de chico y no sé si se ha notado que estaba de broma. Solo es que ya no sabía cómo pararlo y hacerle ver que está sacándolo todo de quicio de una forma un poco exagerada. Si decides ir a Egipto, nos veremos allí. Yo también voy. Dile ambas cosas a tu hermano y dile que no le haga tanto caso a Sean. Se parecen, bastante. Tenemos el cielo ganado solo con aguantarlos, me parece. ;)

Y cuando terminó el de Melyssa, le envió uno a Omar. Para que supieran que estaba allí mismo, escuchando la conversación aunque no pudiera verlos.

Hola Omar.

No me ves, pero estoy justo detrás de la pantalla, tumbada en la cama, mirando al techo y pensando. Les he dicho al resto que me he ido, a todos, incluida mi madre. Sean está muy afectado por todo lo que le he contado, en una de sus fases de fantasía sin control y, lo reconozco, no he sabido cómo pararle los pies y me he quitado de en medio vilmente. Me alegra escuchar qué vais. Yo también.

Y no me creo que no pienses en que hay una conspiración, aunque sea a muy bajo nivel, Omar. Solo es que ahora mismo, ambos tenéis la cabeza en otras cosas más directas, más inmediatas que todo esto de nuestros padres. Pero cuando leas despacio todo lo que he encontrado, ya veras, tu y Estel saldréis a la caza de la verdad, de la noticia. Os conozco demasiado bien y romperéis moldes allí, y si hay algo que descubrir, seréis vosotros quienes lo descubráis. Lo lleváis en la sangre.