Partida Rol por web

El correo de Charlotte Dunne:

Hola, Fadil.

Soy Charlotte Dunne, una de las personas a las que las enviado el mensaje por comunicador hace unos escasos minutos.

Ha sido una sorpresa total recibirlo, mucho más aún después de leer quien eres, realmente no sabías que existías, mis padres nunca me han hablado de ti, tal vez porque tampoco sepan de tu existencia, lo cual lo hace todo aún más inesperado.

Pero por aquí tenemos una duda existencial. Verás, esa oferta es tan tentadora que estamos pensando que realmente sea un spam personalizado o una captación de clientes para vender yo que sé qué cosas cuando le demos al enlace de tu mensaje, así que nos hemos dicho, si de verdad es el hijo de Osiris, sabrá responder perfectamente a una pregunta que le hagamos. Si respondes bien, nos pelearemos con nuestros jefes para conseguir unas vacaciones, si no respondes bien, consideraremos la opción del spam como válida. Los servidores de spam no suelen dar contestaciones demasiado coherentes con la realidad.

Bueno, pues ahí va: la primera vez que mis padres vieron al tuyo ¿donde fue? ¿qué paso entonces, en ese momento?

Espero, sinceramente, que no seas un spam.

Charlotte.

Recibes también, incluso antes que el correo de Mike, una invitación a un Grupo de Facebook:

Mastaba de Horhotep

Despliegas la lista de destinatarios, que no es oculta, y estáis los ocho. Nat, los Yaddow, los Dunne, los dos periodistas (Omar y Estel) y tú.
 

El correo de Mike Yaddow:

Hola Fadil. Soy Mike Yaddow. He recibido tu invitación y la verdad no se que decir, agradezco tu generosidad, aunque sinceramente no encuentro ningún motivo para que nos regales esa semana de vacaciones en el hotel donde trabajas. Al principio me sorprendió un poco el mensaje, hasta que pude relacionarte con el incidente en la Mastaba al que sobrevivieron mi padre y el tuyo, supongo que todo este asunto tiene que ver con eso. Si buscas información, la verdad es que nuestro padre no nos contó mucho, pero te acabo de enviar una invitación a un grupo de Facebook con todo lo que hemos podido encontrar, quizá te interese.

P.D. Siento mucho el fallecimiento de tus padres.

De nuevo, un correo. Esta vez de Melissa Yaddow:

Buenos días, soy Mellyssa Yaddow y a diferencia de su nombre, el mío sí que le dice algo, si no, no hubiera mandado el mail que acabo de recibir. Me sorprende que no supimos nada de usted hasta ahora ya que, hace poco estuvimos buscando información sobre la Mastaba y lo que le pasó en ese viaje a mi padre. Siento la perdida de los suyos, recuerdo haber visto el nombre de su progenitor entre las búsquedas que hicimos.

Es evidente que tiene ventaja y que la invitación que nos hace tiene otros fines que la de alquilar GRATIS las habitaciones de su hotel. No sé todavía si podremos asistir o no, pero cualquier otra información que nos puede mandar es bienvenida. Del mismo modo, le adjunto un enlace de una página de Facebook que hemos creado hace poco con la esperanza de ponernos en contacto con los hijos de los sobrevivientes de aquel terrible derrumbamiento.

Un saludo, Mellyssa Yaddow.

Y, de nuevo, el enlace al Grupo de FB.

Captó perfectamente el cambio de sensaciones y sentimientos que sufrió su hijo. Por algo era eso, precisamente, su hijo. Y a pesar de la distancia, de los años, le conocía bien. Se había preocupado de ello. Por eso supo de su decepción, de su amargura.

En realidad, la amargura era compartida, porque también para Leo había sido un mal trago tener que decirle que no creía, o no quería creer, en la verdad de aquella historia. E intuyó, en cierto modo el pensamiento y la resignación de Nat:  

Quizá aquella historia tenía unos propietarios... sus protagonistas... y nadie podría entenderla si no es que la hubiese vivido en primera persona. Quizá los términos de real e irreal no fueran aplicables. O siquiera importantes. Si uno ama pero no es correspondido, ¿acaso el amor que siente no es real?

Asintió, sabiendo al sentimiento al que asentía, aún sin que Nat lo hubiera expresado en palabras. Las que siguieron, las palabras y las preguntas que su hijo le dirigió, hablando de ímpetu creativo y de imaginación, le sacaron una sonrisa suave. No condescendiente, en absoluto, fue una sonrisa casi de disculpa. Y esa sonrisa se quedó en su rostro cuando Nathan siguió hablando.

Era lógico, cualquier persona con cultura e interés por la vida deseaba conocer Egipto. Lo anómalo sería lo contrario. Pero para Nat era algo más, y sintió que, de alguna manera, le estaba pidiendo permiso. Y luego, la guinda, el regalo. La... ¿compensación...?

Le tembló ligeramente la voz:

-¿Vendrás... a visitarnos... después...? Claro. Será estupendo. - No puedo dejar de decírselo, él tiene que saber que confío en su talento, incluso en el terreno de mi propia pesadilla... he de decírselo...- Y Nat... hijo. Será mucho mejor de lo que imaginas. Tu viaje, tu... experiencia. Y tu trabajo. Tu trabajo allí será maravilloso, nadie puede hacerlo mejor. Nadie. No es importante saber si sucedió. Lo importante es saber qué sucedió. Y sí, eso lo sabes. Si fue en nuestro sueño, o fue sobre la arena... ¿qué más da...? Descríbelo, hijo, nárralo. Yo no pude hacerlo en palabras. O no me atreví... Pero tú vas a hacerlo en un poema visual...

Ahora su sonrisa era brillante y dulce a la vez. Y un nexo asomó en su mirada, algo que traspasó kilómetros y pantallas, y se ancló firmemente en el corazón de Nathan.

Ya te digo yo que Estel y Omar estarán juntos en estos momentos. Con que le avises a él, ella ya estará enterada. Voy a colgar. Hablaré con papá y luego te cuento...

Ah. Y no te preocupes por avergonzarte de tu hermano y no mencionarlo cuando te carteas con desconocidos. Yo tampoco te menciono cuando juego on-line al Balrogs and Demons After Soul's Siege. Por cierto, un coreano con nick "Azzandor el Conquistador" me ha prometido una espada abisal negra si le conseguía esposa. Piénsatelo. ¡Espada abisal negra! Podrías hacer a tu querido hermanito el chiquitín más feliz del mundo. Abur. Ciao. Adiós.

Y colgó.

Jajajaja...

No había sido mala venganza, y además le encantaba dejarla con la palabra en la boca. Si Lottie quería hacer de alcahueta entre Estel y Sean, él también tenía derecho a emparejarla con un coreano amante de los videojuegos. No es que acabar con Estel le desagradase, claro. Pero Sean Todofuego no necesita ayuda de la entrometida de su hermana para ligar.

Aunque claro, seguramente no volvería a coincidir con Estel en años, al igual que con Miora. Era mejor volver a centrarse en las parisinas.

A no ser que la invitación a Egipto sea de verdad...

Rió solo en su apartamento. Aquello era tan improbable... Pero los ojos de Sean se volvieron a posar en el teléfono. Descolgó de nuevo y llamó a su padre. Solo por si acaso.

Aviso de actualización en FB, Grupo La Mastaba de Horhotep.

Estel miró con sorna a Omar ante su comentario, mientras mantenía la pantalla del comunicador apuntando hacia él. Sus ojos le recordaban la innumerable cantidad de veces que había trasteado en sus cosas, y en su vida. Sin embargo, ante la mención de su madre, deshizo el gesto de inmediato y se echó a reír con ganas.

- ¿Limpiar? ¿Por una visita de mi madre? – Estel movió la cabeza, negando con vehemencia – Joder, Omar. Amarías haber vivido con ella. No sabes lo que era su piso en Barcelona cuando era joven.

Ella había sido heredera de aquella cualidad que su padre llamaba tendencia astrofísica al caos. Parecía que no había modo humano en el cual ninguna de las dos pudiera mantener un orden convencional de los espacios que habitaban, por no decir que para un obsesivo-compulsivo, mirar sus habitaciones podía ser causal de un brote psicótico.

- Pues… - agregó, negando una vez más al ver que Omar no miraba a su propio comunicador – Uhm… No reconozco al remitente. ¿Conoces a algún Fadil?

Retorció ligeramente la pantalla hacia Omar, moviéndole la muñeca para que mirase junto a ella, y continuó leyendo. No se dio cuenta que Omar no estaba mirando, o ignoró el hecho de que se sintiera muy ofendido por su indiscreción como para hacerlo. Sus ojos rápidos, acostumbrados a la lectura, tragaron las palabras con una rapidez inhumana, y se atragantaron.

- Hostia, Dios – dijo, despacio – Parece que nos ha contactado otro hijo-de-la-Mastaba.

Lo miró por un momento, largamente a los ojos, pensativa. Luego se movió lentamente para sentarse, y apoyar hombro con hombro con Omar. Le señaló la pantalla.

- Dice que se llama Fadil, que es el director de un hotelazo en Egipto, que ha escuchado de nuestros padres toda la vida, y que nos invita a una estancia en Egipto gratis… para a la inauguración de su hotel, el SandCastle – Estel torció los labios ante su propio resumen – Dice que es hijo de un hombre involucrado en lo que pasaron nuestros padres en Egipto, Osiris. Y que lo acompaña la hija de otro de esos hombres, Zahi.

Levantó nuevamente la mirada hacia Omar, para interrogarlo con los ojos. Omar vio en ellos que Estel sabía de qué se estaba hablando. Sus padres, sobre todo su padre, no habían sido especialmente parcos al hablar sobre el asunto.

- He escuchado muchas veces hablar a mi padre de este… Castillo de Arena. Allí los llevaron en esa época cuando iban a visitar la Mastaba – había duda en sus ojos, pero una duda que no era miedo. Se preguntaba sobre las causas – Era la casa ancestral, creo, del millonario que había pergeñado todo lo que les pasó. Y de su madre, la anciana que sobrevivió.

El texto está en inglés y en árabe. 

-¿Espada abisal negra? ¡Ya te vale! ¡Ni se te ocurra decirle que... ! -se paró en seco cuando escuchó el click al otro lado del comunicador- Genial...¡ten hermanos para que intenten cambiarte por una espada abisal negra! Lo que hay que escuchar a estar horas...

Sonrió, divertida, imaginándose la escena.

-Yo, Sean Dunne te entrego a mi hermana por esposa a cambio de esa tu espada abisal negra -bromeó para ella, mientras se imaginaba la escena.

-¡Sean! ¿Me vas a cambiar por una mísera espada abisal negra?...¡Eh! Espera. No es negra. ¡Es que no la han limpiado desde que la compraron!

Charlotte rió con ganas y se tomó un sorbo de té, que ya estaba templado. En ese momento el comunicador sonó. ¡YA TENIA RESPUESTA! Le faltó gritar antes de ver quien era el remitente. ¿FB?

-¡Ah! ¡Facebook! -exclamó mientras pulsaba el enlace y veía que es lo que era- Eso es ser escueto, lo demás son tonterias -se dijo cuando leyó el mensaje de que su hermano había publicado en el muro- ¿Es que cobran por palabras o algo asi en este sitio? Bueno, a ver lo que dicen los demás...

Volvió a teclear en su comunicador, pero esta vez fue a Omar a quien iba dirigido.

Hola!!
¿Has recibido el mensaje de ese tal Fadil? ¿Le ha escrito tambien a Estel? ¿Que pensáis de todo eso?

Cuando lo envió, se quedó pensativa. La expectación por todo aquello la había puesto nerviosa, por partida doble. Porque si todo era cierto, acababan de localizar a dos personas más cuyos padres habían vivido aquella aventura en Egipto y, por otro lado, les acababan de invitar a una estancia en el hotel de la presentación. Miró el reloj, solo habían pasado tres minutos desde que había contestado el mensaje, pero se le antojaba una eternidad. Tal vez Fadil no contestase, o tal vez le hubieran sentado mal su contestación, tal vez fuera una comunicación que no fuera dirigida a ellos dos,...

Releyó de nuevo el mensaje y vio de nuevo la presentación mientras se tomaba el té. Aquella canción era preciosa, tendría que averiguar de quien era y bajársela para poder escucharla más a menudo. Y el hotel, uffff. Mejor no pensar demasiado hasta no saber con exactitud si era cierto o no.

-¿Espada abisal negra? ¡Ya te vale! ¡Ni se te ocurra decirle que... !-llegó a escuchar Sean decir a su hermana en un tono sorprendido antes de colgar la llamada.

Mensaje instantáneo de Charlotte a Omar:

Hola!!
¿Has recibido el mensaje de ese tal Fadil? ¿Le ha escrito tambien a Estel? ¿Que pensáis de todo eso?

Mientras Fadil leía los dos correos llegó un tercero, de Melyssa, la hermana de Mike. ninguna de las respuestas era especialmente positiva, pero no era algo que le sorprendiera. la resistencia y la desconfianza eran normales en esa situación.

Desplegó el teclado luminoso y se dispuso a enviar las respuestas:

Buenos días, Charlotte, y gracias por tu rápida respuesta.

Me duele profundamente que me confundas con un robot spammer. Me duele tanto, de hecho, que voy a tener que llamar a mi psiquiatra para que me acaricie la cabeza. Y no sabes lo caro que es eso. O igual sí.

Si padre me contó cuándo conoció exactamente a vuestros padres, o qué ocurrió, no lo recuerdo. Si me conocieras, no te sorprenderías; mi secretaria se sorprende de que haya sobrevivido casi tres décadas sin su ayuda.

Y ahora voy a ser honesto, antes de que te des en cuenta de que soy el payaso que en realidad soy. Mi padre no mencionaba lo ocurrido a menudo, y cuando lo hacía raramente era claro. No sé si quería mantenerme al margen, o simplemente dudaba de que fuera a tomarme sus palabras como algo más que desvaríos.

Sé que su encuentro con tus padres fue violento, sin embargo. Quería destruir los objetos que portaban, por los medios que fueran necesarios. Para él se trataba de evitar un conflicto entre dioses, el mal mayor. Lo siento, y sé que él lo sentía. Podía sentir el dolor que permeaban sus palabras cuando se forzaba a hablar de ello.

Pero creo que del pasado hay que quedarse con lo bueno; con el vínculo. Somos descendientes de un grupo de personas que llevaron a cabo una hazaña excepcional, y creo sinceramente que la experiencia de compartir esos días será enriquecedora para todos.

Un saludo,

Fadil Jannan.

Fadil pulsó el botón de enviar y prosiguió, respondiendo al correo de Mike Yaddow.

Buenos días, Mike.

Estoy miradno la foto de tu perfil de Facebook, y no soy capaz de imaginarte dándome una respuesta tan seria en persona. Como no quiero que haya dudas, me voy a permitir ser totalmetne sincero contigo.

¿Necesito más razón para invitaros que quererlo, y estar en disposición de hacerlo? Lo cierto es que no ha sido repentino. Hace años que llevo pensando en ponerme en contacto con vosotros. Pero ha sido una de esas decisiones que se van posponiendo una y otra vez, y nunca pareces llegar a cumplir.

Prácticamente lo había olvidado, hasta que hace unos meses, mirando muebles en un anticuario, vi una estatuilla que representaba el Ojo de Horus, el Udjat. No pude llevar a cabo este encuentro entonces, pues me encontraba demasiado ocupado con el proyecto del hotel, pero desde ese momento no lo he vuelto a apartar de mi mente.

En cuanto se ha presentado una ventana de oportunidad, me he puesto en contacto con vosotros, sabiendo que, de no hacerlo, volvería a ser absorbido por el trabajo y la vida, desperdiciaría la ocasión.

Nuestros padres fueron protagonistas de un suceso extraordinario y mágico, y eso crea un vínculo intangible entre nosotros. Lo que deseo de verdad es conocer a los descendientes de esos hombres y mujeres, conoceros. Que compartamos cómo ha afectado a nuestras vidas. Y aprender, sin duda; despejar parte de la niebla que cubre ese acontecimiento.

Gracias por la invitación al grupo de Facebook. Es todo un viaje a las raíces.

Confío en poder saludarte en persona próximamente.

Un saludo,

Fadil Jannan.

Fadil levantó la vista del teclado y la dirigió hacia la bonita silueta de Zahira, mitad sombras, mitad resplandor anaranjado.

—Lamento tenerte esperando —se disculpó—. No creo que me ocupe mucho más tiempo, pero puedes retirarte si quieres.

Mientras esperaba la respuesta, desplegó el tercer mensaje, de Melyssa Yaddow esta vez —una belleza, si la foto de su perfil de Facebook no estaba completamente transformada por la edición fotográfica—, y empezó a contestarlo.

Buenos días, Melyssa.

Muchas gracias por tu presta respuesta.

Créeme, que no me sepas nada de mí no supone para mí ninguna ventaja. Más bien al contrario, es una completa lástima que sepamos tan poco el uno de la otra.

Acabo de enviar una respuesta a tu hermano en la que he respondido por qué no me había puesto en contacto con vosotros en todos estos años. No ha sido una decisión tomada de forma repentina, sino una que he tenido en mente durante años, a veces hasta el punto de estar a punto de escribir, y a veces casi olvidándola. Pero por una u otra razón, nunca he encontrado la ocasión de organizar esta reunión, hasta hoy.

Invitaros al hotel nunca ha sido el fin, Melyssa. Es el medio por el cual espero que nos conozcamos todos, y compartamos nuestras perspectivas sobre ese vínculo que nos une, forjado por nuestros padres en circunstancias tan extraordinarias. mi padre nunca fue explícito sobe lo ocurrido en la Mastaba, y he cargado toda la vida con la duda, con la curiosidad. Estoy convencido de que no soy el único. De lo contrario, no habríais abierto ese grupo de Facebook.

Y hablando de padres, respecto a los míos, han pasado años desde el accidente. Las heridas han cicatrizado; pero agradezco el pésame de todas maneras.

Espero contar contigo.

Un saludo,

Fadil Jannan.

Correo de Fadil Jannan:

Buenos días, Charlotte, y gracias por tu rápida respuesta.

Me duele profundamente que me confundas con un robot spammer. Me duele tanto, de hecho, que voy a tener que llamar a mi psiquiatra para que me acaricie la cabeza. Y no sabes lo caro que es eso. O igual sí.

Si padre me contó cuándo conoció exactamente a vuestros padres, o qué ocurrió, no lo recuerdo. Si me conocieras, no te sorprenderías; mi secretaria se sorprende de que haya sobrevivido casi tres décadas sin su ayuda.

Y ahora voy a ser honesto, antes de que te des en cuenta de que soy el payaso que en realidad soy. Mi padre no mencionaba lo ocurrido a menudo, y cuando lo hacía raramente era claro. No sé si quería mantenerme al margen, o simplemente dudaba de que fuera a tomarme sus palabras como algo más que desvaríos.

Sé que su encuentro con tus padres fue violento, sin embargo. Quería destruir los objetos que portaban, por los medios que fueran necesarios. Para él se trataba de evitar un conflicto entre dioses, el mal mayor. Lo siento, y sé que él lo sentía. Podía sentir el dolor que permeaban sus palabras cuando se forzaba a hablar de ello.

Pero creo que del pasado hay que quedarse con lo bueno; con el vínculo. Somos descendientes de un grupo de personas que llevaron a cabo una hazaña excepcional, y creo sinceramente que la experiencia de compartir esos días será enriquecedora para todos.

Un saludo,

Fadil Jannan.

Correo de Fadil Jannan:

Buenos días, Mike.

Estoy miradno la foto de tu perfil de Facebook, y no soy capaz de imaginarte dándome una respuesta tan seria en persona. Como no quiero que haya dudas, me voy a permitir ser totalmetne sincero contigo.

¿Necesito más razón para invitaros que quererlo, y estar en disposición de hacerlo? Lo cierto es que no ha sido repentino. Hace años que llevo pensando en ponerme en contacto con vosotros. Pero ha sido una de esas decisiones que se van posponiendo una y otra vez, y nunca pareces llegar a cumplir.

Prácticamente lo había olvidado, hasta que hace unos meses, mirando muebles en un anticuario, vi una estatuilla que representaba el Ojo de Horus, el Udjat. No pude llevar a cabo este encuentro entonces, pues me encontraba demasiado ocupado con el proyecto del hotel, pero desde ese momento no lo he vuelto a apartar de mi mente.

En cuanto se ha presentado una ventana de oportunidad, me he puesto en contacto con vosotros, sabiendo que, de no hacerlo, volvería a ser absorbido por el trabajo y la vida, desperdiciaría la ocasión.

Nuestros padres fueron protagonistas de un suceso extraordinario y mágico, y eso crea un vínculo intangible entre nosotros. Lo que deseo de verdad es conocer a los descendientes de esos hombres y mujeres, conoceros. Que compartamos cómo ha afectado a nuestras vidas. Y aprender, sin duda; despejar parte de la niebla que cubre ese acontecimiento.

Gracias por la invitación al grupo de Facebook. Es todo un viaje a las raíces.

Confío en poder saludarte en persona próximamente.

Un saludo,

Fadil Jannan.

Correo de Fadil Jannan:

Buenos días, Melyssa.

Muchas gracias por tu presta respuesta.

Créeme, que no me sepas nada de mí no supone para mí ninguna ventaja. Más bien al contrario, es una completa lástima que sepamos tan poco el uno de la otra.

Acabo de enviar una respuesta a tu hermano en la que he respondido por qué no me había puesto en contacto con vosotros en todos estos años. No ha sido una decisión tomada de forma repentina, sino una que he tenido en mente durante años, a veces hasta el punto de estar a punto de escribir, y a veces casi olvidándola. Pero por una u otra razón, nunca he encontrado la ocasión de organizar esta reunión, hasta hoy.

Invitaros al hotel nunca ha sido el fin, Melyssa. Es el medio por el cual espero que nos conozcamos todos, y compartamos nuestras perspectivas sobre ese vínculo que nos une, forjado por nuestros padres en circunstancias tan extraordinarias. mi padre nunca fue explícito sobe lo ocurrido en la Mastaba, y he cargado toda la vida con la duda, con la curiosidad. Estoy convencido de que no soy el único. De lo contrario, no habríais abierto ese grupo de Facebook.

Y hablando de padres, respecto a los míos, han pasado años desde el accidente. Las heridas han cicatrizado; pero agradezco el pésame de todas maneras.

Espero contar contigo.

Un saludo,

Fadil Jannan.

-Claro, te lo agradezco, aún tengo un montón de cosas que hacer antes de poder relajarme un poco.

Se dio la vuelta mientras hablaba, y el rojo silueteó aún más su figura, realzando el cobre de su pelo.

-Pero no me olvido de esa penosa tarea... comprobar entre los dos la calidad de las instalaciones de nuestro spa... ¡te tomo la palabra!

Y salió de su despacho, guiñándole un ojo, y con un espléndido aunque silencioso andar con sus zapatos de tacones de vértigo.