Partida Rol por web

Tras haber aporreado la ventana, los nervios aumentando y la escasez de tiempo antes de que lleguen los muertos, parece que dentro hay confusión con lo que van a hacer... parece que hay dos bandos que discuten o planean algo.

De repente veo desde fuera de la ventana como una chica mueve el frigorífico que actuaba de barricada con todas fuerzas.

En serio...¿va a quitar eso teniendo una ventana nueva que puede abrirnos? .- pienso mientras ayudo a Brian a levantarse, que el pobre se había vuelto a sentar en el suelo derrotado.

¡vamos Brian! ¡Sólo unos pasos mas!- lo animo mientras nos acercamos a paso ligero a la puerta de entrada donde han quitado aquella barrera, con la intención de entrar al interior de la tienda.

Christie retira la incrustada nevera, dejando de nuevo abierto ese hueco y puedan entrar los moteros. Es entonces cuando podeis ver no muy lejos, bañados ya por la luz de la solitaria farola, a un grupo de individuos totalmente idos que se acercan con relativa rapidez. Llevando a su compañero hasta la entrada, la chica del casco hace un considerable esfuerzo antes de que estos lleguen. La ex-militar vuelve a cerrar la puerta y a apoyar la nevera donde antes. Por desgracia ya no consigue encajarla como lo había hecho con anterioridad. Los cuerpos que caminan hacia la tienda son de seres humanos muertos hace largo tiempo ya...

No son muchos, apenas 4 o 5, pero comienzan a golpear la puerta principal sin descanso. Bobby se asusta una vez más

- !Yo me voy de aquí como hizo el maldito Bernie! - grita abriendo la ventana que da a la parte trasera que no está iluminada. Pero cuando va a intentar escaparse, una mano raída y putrefacta le agarra fuertemente y tira de él hacia la oscuridad más allá de la ventana. De los dos moteros, el hombre parece que está más grave, aunque la chica también presenta heridas en su brazo.

El sonido seco de la nevera contra la puerta resonó en toda la tienda.

Kenneth, apoyado sobre uno de los lados de la nevera, resoplando, pudo ver a lo lejos lo que parecían muertos vivientes.

- Qué cojones... - masculló entre dientes, entrecerrando los ojos para enfocar mejor. - Gente... tenemos más compañía, esto no va a terminar nunca joder. - Avisó a los compañeros. - Parecen... ¿Zombies? ¿De verdad existen? ¡Pero qué mierdas le pasa a este pueblo! -

Antes de que se diera cuenta, aquellos muertos vivientes habían llegado a la puerta y pedían paso. Apoyado contra la nevera, hacía fuerza conteniéndolos.

- ¡Qué alguien aguante aquí joder! - volvió a gritar nervioso. - ¡¿Qué le pasó a tu amigo?! - preguntó, visiblemente alterado, a la motera.

Kenneth quería ir a ayudarle, parecía grave, pero había demasiados frentes abiertos y cada golpe de aquellos zombies los dejaba más cerca de entrar.

Sin apenas tiempo para reaccionar, la insensatez del chaval hizo que lo agarraran del brazo. No lo dudó ni un segundo, Kenneth abandonó la nevera y corrió hacia Bobby, con la intención de ayudarlo.

- ¡¡Aguanta chaval!! - corrió hacía él, cogiendo el revolver que Terry había dejado sobre la mesa, con la intención de golpear al zombie que le agarraba.

- No me jodas. Al final han abierto la puya puerta- dijo para si lo suficientemente alto para que todos tuviesen constancia de su desacuerdo.

Y para rematar aquellos putos bichos. ¿Qué eran? ¿Zombies? Justo lo que les faltaba. En otras circunstancias se habría cagado vivo, pero el estrés y la mala leche se lo impidieron.

Poco a poco las estupideces se iban sucediendo, la última fue del chaval que se dejó atrapar. Ya estaba harto de sus chorradas. En lo único que pensaba era en hacer tragar plomo a aquéllos hijos de puta. Ese era su único pensamiento mientras apuntaba su escopeta hacia la puerta dispuesto a acribillar a cualquier no muerto que se atreviese a entrar.

A duras penas Alice había podido entrar a la tienda y llevar consigo a Brian. Por fin estaban en un sitio cerrado más fácil de controlar a esos malditos zombies.

Nada más entrar, Alice escucha como a sus espaldas los zombies empujan la puerta, deja a brian en el suelo y se acerca para sostener lo máximo posible pero su cuerpo debilucho y herido no resiste la fuerza de tanto zombie.

-¡Venid aquí, o echarán la puerta abajo! -grita a todo el que está cerca.

No hay tiempo que perder. Kenneth le pregunta qué le ha pasado a Brian y Alice decide no contestar, no es el momento... hay cosas más importantes y peligrosas que atender que tener una conversación. Lo primero contener a esos zombies y lo segundo buscar agua y un botiquín para curarse.

Morganne está indecisa, al haber abierto la puerta resulta que hay ¿gente muerta? que persigue a los motoristas y quieren entrar en la tienda mientras que Bobby se ha vuelto loco ya ha decidido intentar escapar por la ventana trasera donde más muertos se afanan por atraparlo. 

Dado que Terry y la chica han ido a la puerta decide intentar defender a Bobby mientras Kenneth tira de él; se dirige a la ventana y estampa la culata del rifle en la mano que agarra al chico.

Aquello era una puta locura y tenía toda la pinta de que iba a empeorar, por lo que Terry decidió continuar presionando con su hombro contra la máquina que bloqueaba la puerta mientras apuntaba los dos cañones de su escopeta hacia la ventana que tenía al lado.

Si uno de esos bichos trataba de entrar por ahí... ¡bang! Tiro en la puta cabeza.

Alice, que llevaba un rato sujetando la nevera junto a Terry, empieza a cansarse debido a su herida.

-Ey, estoy que me caigo, necesito ir a buscar un botiquín y curarme... Quédate tú sujetando la nevera para que no entren los malditos zombies.- le digo mientras dejo de sujetar.

Me acerco a Brian, el pobre está bastante peor.

-Brian, voy a buscar algo para curarnos...-digo mientras observo todo detalle a mi alrededor buscando un botiquín.

La ayuda de Morgane fue indispensable para salvar al chaval. Nadie pensaría que esa chica fuera tan valiente y decidida, pero lo había sido, por suerte.

- ¡Hay que alejarse de la puta ventana! - pidió a los dos, intentando alejarlos del peligro.

Tras alejarse unos pasos de ella, en un primer momento solo piensa en coger algún arma, pero el botiquín de Alice llama su atención.

- Perfecto. - masculló. - ¿Cómo de graves son esas heridas? ¡Puedo ayudaros, pero antes hay que controlar esta mierda! - se dirigió nervioso a Alice, situándose cerca de la nevera.

Su cabeza estaba llena de dudas, había una persona que parecía grave tirada en el suelo, otra chica con heridas y no sabía cuantos muertos ahí fuera, no era capaz de establecer prioridades.

Lo que parecía tener claro es que había que intentar que esas criaturas no pasaran y para ello había que hacer fuerza en esa nevera, no sin antes pasar por el mostrador, guardándose una caja de munición y colgándose el rifle.

Apoyado en aquella nevera, intentaba vislumbrar el estado del chico mientras sacaba algunas balas, pero los continuos golpes en su espalda y la necesidad de acercarse mas a él, lo hacían muy complicado.

¡¿Pero qué demonios?!  ¿En qué momento se había metido en una maldita peli de terror de serie B? Christie estaba convencida de que aquello debía ser una broma de cámara oculta, de esas que emiten en la TV por la madrugada y después todo eran risas. Sin embargo había que reconocer que el maquillaje de aquellos bichos estaba bien logrado, tanto que se le hacía complicado en extremo pensar con claridad y no dejarse llevar por el puro instinto de supervivencia.

Intentó hacer fuerza contra la nevera para evitar que esos actores (o lo que esperaba que fueran actores) no pudieran acceder al interior de la tienda, pero desgraciadamente a su pierna le pareció un buen momento para dar guerrar; un latigazo de dolor recorrió todo su cuerpo haciendo que soltara un quejido sordo de dolor mientras empujaba el frigorífico: aquel inconveniente impidió que lograra su objetivo.

Christie, con la espalda apoyada contra la nevera y aguantando como podía, pudo ver cómo justo enfrente suya, al otro lado de la tienda, Bobby y Morgane parecía estar teniendo problemas con uno de los atacantes. No se lo pensó dos veces; desde su posición apoyó bien la escopeta, que por suerte ya llevaba cargada, y abrió fuego aprovechando que disponía una buena línea de tiro desde allí.

La criatura recibió el impacto de lleno en el estómago, haciéndole caer hacia atrás por la propia fuerza del disparo. Mientras lo hacía todavía tenía la esperanza de que los cartuchos fueran de fogueo y que pronto viniera alguien a entregarle un ramo de flores anunciando el fin de la broma.

Alice observa la escena asomándose desde la trastienda. Con el botiquín en sus manos, todavía precintado, se acerca a Bobby y se sienta a su lado.

No puede ayudar a matar a los zombies por dos motivos: no tiene armas y sus heridas están cada vez peor.

Así que se limita a esperar a que por fin acabe todo y ese chico que les ha dicho que les echará una mano, pueda ayudar a Brian y a curar y tapar su herida.

Mientras, aprovecha para ir desempaquetando el botiquín y ayudar a Brian a quitarse la chaqueta, para observar la magnitud de sus heridas. Hasta el momento no habían tenido tiempo para ello.

El sonido seco del escopetazo retumbó en los oídos de Kenneth, que había cerrado los ojos instintivamente tras el disparo. Parecía que los zombies ejercían menos fuerza en al puerta, momento que aprovechó para cruzar la sala y tirarse al suelo, al lado de los moteros.

- ¡VIGILAD ESA PUTA PUERTA! - gritó tras abandonar la nevera.

Tumbado en el suelo, examinó el cuerpo de la chica primero que, aunque a priori parecía la menos grave, podría ser de más ayuda.

- Necesito ese botiquín. - Dijo de forma automática, quitándoselo de las manos. 

En solo unos segundos, el joven estudiante sabía exáctamente cual era el problema y qué hacer, Alice apenas tuvo tiempo para quejarse ya que, en solo un momento, el dolor estaba desapareciendo.