Partida Rol por web

La Casa de las Rarezas

Capítulo 1 - Un nuevo comienzo

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19/09/2019, 10:15
Adalo di Taran

Adalo se detuvo en el quicio de la puerta tras la pregunta de Finnaes, como los ánimos seguían caldeándose espero hasta que hubo un poco de silencio e intervino.

- Lamento si he dado la impresión de querer abandonar esta casa de inmediato, Esla tiene tanto mi voto para comandante como el de confianza, al menos de momento. Solo quería saber el procedimiento para abandonarla si llegase el caso.

Dio un vistazo rápido a todos los presentes y continuó.

- No dudo que un lugar con grandes héroes fuese un lugar con muchos egos, y que el liderazgo del anterior comandante fuese tan... Peculiar, como sus tácticas, y he de admitir que puedo dar fe de la efectividad de estas últimas. Yo personalmente estoy acostumbrado a trabajar en un ambiente mucho más disciplinado, aburrido supongo para algunos de los presentes, por eso ruego me disculpen. 

Dicho esto Adalo se encamino hacia buscar a Fantina con paso firme haciendo resonar sus botas militares mientras se alejaba del salón.

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19/09/2019, 13:36
Esla d'Iridar

Miró a Corlas con seriedad y se quedó un pensativa durante un momento.

-No voy a darle el poder a alguien que si siquiera está suficientemente comprometido para estar presente.

Parecía que iba a decir más cosas, pero entonces la situación en la sala hizo que volviese su atención al resto del grupo.

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19/09/2019, 13:37
Esla d'Iridar

La situación estaba completamente fuera de control. Entre duelos, descalificaciones, amenazas de deserción y de desentenderse de la situación. Lo que Corlas le había dicho la había dejado pensativa, aunque apenas tuvo tiempo de responder unas pocas palabra antes de que Gavilano anunciase su intención de abandonar la casa.

Esla se levantó de la silla y observó a los compañeros que se disponían a abandonar la sala. Entonces alzó la voz.

-Andalo, Viero, Gavilano, os ruego que os quedéis – su voz empezó sonando tranquila, pero se fue agriando según avanzaba la frase – No podemos permitirnos el lujo de salir de esta reunión sin haber nombrado un comandante que todos estén, como mínimo, dispuestos a seguir. No me importa lo más mínimo si es alguien en quien creen o no. Al entrar en esta casa firmamos un compromiso y estoy dispuesta a hacer que se cumpla por todos los medios – de agria había pasado a amenazante – Puede que no tenga autoridad legal sobre ninguno de ustedes, pero debo pedirles que empiecen a actuar de una vez como adultos y cumplan con sus responsabilidades, y si uno más abandona pretende abandonar esta maldita sala antes de que se tome una decisión firme lo consideraré una ofensa a la casa al completo y nos batiremos en duelo. Estoy dispuesta a pelear con todas y cada una de las personas que hay aquí presentes si es necesario. ¿Ha quedado claro? Todos sois miembros de la casa de las rarezas, todos tenéis una responsabilidad hacia la casa y hacia los demás, y si es necesario me encargaré en persona de que la cumpláis. ¿Ha quedado claro? No me importa si pensabais apoyarme o no, ni si creéis que podríais vencerme en un duelo o no – miró sobre todo a Andalo y Viero - ni si es cierto que podríais. Esta casa necesita un comandante, elegirlo es nuestra obligación. Nadie se va de aquí hasta que lo tenga.

Pese al tono amenazante, en ese momento no sonaba tensa. Sonaba enfadada, pero no parecía nerviosa. Hablaba en serio, eso estaba claro. 

Después de eso se acercó a Edirian y torció el gesto al mirarle. Estaba claro que lo que prefería no decir lo que iba a decir a continuación. 

-Edirian, aprecio enormemente la confianza que has puesto en mí, y el buen recibimiento que nos has dado a mi y a mi hermana. Se que, para ti, para Corlas y para Yria el futuro de esta casa es tan importante como para mí, y por eso debo pedirte un favor. Entiendo las razones que te han llevado a retar a Inara y Gavilano, y sabes que una buena parte las comparto, pero creo que en este momento por justas y legítimas que sean esas razones, se han convertido en un obstáculo para el futuro de la casa. Debo pedirte que anules los duelos, como favor personal hacia mí. Estaré en deuda contigo, y si lo deseas estoy dispuesta a otorgarte un duelo como compensación – no estaba segura de que fuera a aceptarlo, pero tenía que intentarlo si quería reconducir aquella situación.

El siguiente con quien tenía que hablar era Gavilano. Tenía mucho que decirle, y no iba a ser agradable. Toda la conversación con él había hecho que se frustrase y se enfadase. Gavilano no entendía nada, nada. 

-Empiezo a no estar segura de si es realmente consciente de todo lo que dice. ¿Ha escuchado lo que propone?  - Esla parecía de verdad anonadada - Me propone que lidere sin liderar. Que tome las responsabilidades de un comandante mientras me subordino a alguien que no las tomaría. Quiere mis habilidades pero no a mí ¿En serio no se da cuenta de lo absurdo e insultante que suena eso? - aquella sugerencia había sido para ella uno de los momentos más humillantes de la conversación - Sugiere que no tengamos comandante hasta que vuelva Andon Dubio ¿En serio piensa que alguna casa recibirá a las Rarezas sin comandante? ¿En serio piensa que los Doriar aceptarán tratar con subordinados? Esta casa no sobrevivirá ni una semana sin un comandante - no dejó duda de que creía en eso que decía con total convicción - Sigue insistiendo una y otra vez en que Caedus no es noble, es cierto. Caedus es una leyenda. No necesita ser noble, es más que un noble. Es un nombre que se conoce a lo ancho del continente y ante el que los reyes tiemblan. ¿Que reyes tiemblan al escuchar los nuestros? ¿Propone un comandante de perfil bajo sin reputación, sin historia, sin linaje? Más aun, uno incapaz de responder a los duelos que va a tener que afrontar ante los campeones del resto de casas para demostrar que vale lo suficiente para que no aniquilen la casa sin más. ¿No se da cuenta? – miró entonces a Peara – Con todo el respeto, tengo muchas dudas de que fueses siquiera a sobrevivir al cargo de comandante, menos aun que la casa lo hiciese. Si sales elegida te seguiré, y trataré de evitarlo, pero mi opinión es esta. 

-Dice que el único problema es mi linaje, pero la realidad es que lo primero que hizo fue insinuar sus propias cualidades como las ideales de un comandante. Más tarde, después de desestimar mi propuesta, tergiversó las palabras de Finnaes para sugerir de forma aparentemente desinteresada a Corlas y Peara… tras haberlo acordado antes con Peara. Dijo que no quería comprometerla, pero no tuvo problema en comprometer a Corlas. En realidad sabía que Corlas no aceptaría, pues no es ni remotamente sensato que nuestro representante ante las casa nobles sea incapaz de comunicarse con las casas nobles. Tenga al menos la decencia de admitir que el problema soy yo. Me descartó en cuanto di el paso que usted, Andalo, Varian, Cael, Inara y Viero deberían haber dado - no ocultaba el hecho de que estaba decepcionada porque ninguno se hubiera presentado - En lugar de eso todos huisteis de la responsabilidad esperando que otro la tomase. 

Poco a poco parecía más enfadada.

-Nos has acusado de miserables rapiñando poder en un momento en que yo era la única persona que había reclamado la comandancia. No lo olvido, y la única razón por la que usted y yo no tenemos un duelo es porque he decidido poner la casa por encima de mi maldito orgullo. Mientras tanto usted no ha parado de mover los hilos para forzar el resultado que desea. Siempre tratando de disfrazarlo de la opción más razonable, pero sin dar nunca el paso de exponerse al escrutinio de los demás. Eso ha sido necesario que se lo arranquen.

-Pretendes que eres mejor que nosotros, pero estás dispuesto a romper tu compromiso si las cosas no se dan como deseas – negó con la cabeza – No eres mejor que nosotros. Puede que lo pienses, pero no es cierto.

-Dicho esto, del mismo modo que le pedí a Andalo que se quedase debo pedirle a usted que se quede. ¿Y sabes por qué? Porque esto que has hecho aquí es un arma de destrucción masiva. Tengo fe en que eres un aliado muy valioso ¿Habrías preferido que te lo pidiese porque te considero un compañero y una persona de confianza? – esbozó entonces una media sonrisa - Yo habría preferido que mis nuevos compañeros no decidiesen reírse de mí, ni insultarme, por dar el paso que ellos deberían haber dado – observó a Inara y Viero antes de volverse hacia Gavilano - No confío en usted. Hoy no me ha demostrado ser digno de esa confianza. Pero estoy dispuesta a correr el riesgo de trabajar con usted, de que vivamos bajo el mismo techo y de darle tiempo a demostrar que me equivoco. ¿Está usted dispuesto a darnos a los demás esa oportunidad?

Suspiró al acabar. Había estado muy encendida mientras le hablaba a Gavilano, y buscaba calmarse antes de continuar. 

-Como parece que para algunos el hecho de que sea yo en concreto la aspirante resulta un problema – estaba claro que lo era para Gavilano – Esta miserable rapiñadora de poder está dispuesta a dar un paso a un lado si se ofrece como candidato alguien más idóneo para el cargo. Si alguien suficientemente comprometido para estar aquí ahora mismo, capaz de tratar con la nobleza, capaz de defender el honor de la casa, y capaz de gobernar con firmeza se propone, tendrá mi voto y – miró a Arden, Edirian y Andalo – confío en que también el de los que han decidido confiar en mí.

Después de eso se quedó mirando a Corlas por un instante, con expresión cansada, muy cansada. 

Notas de juego

Edito para cambiar Vairan por Viero, se me fueron los dedos. 

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19/09/2019, 14:53
Inara

La verdad es que no tengo ningún problema personal contigo, Esla, ni con Cael o cualquier otro miembro de la casa que pertenezca a la nobleza - no quería que pensaran que mi oposición era una cuestión personal, no los conocía para tanto - Siempre hay un motivo, verdad? Mi oposición proviene del recuerdo que tengo sobre lo que le ocurrió a mi familia.

Os cuento, eramos ricos y poderosos, recuerdo que mi padre nos contaba que por generaciones frecuentábamos las cortes de los nobles, nos invitaban a ellas - cualquier comparación o cercanía con la actualidad sería puro azar - era habitual ver a miembros de mi familia en ese entorno, sin embargo, todo cambió cuando el nuestro negocio cayó en desgracia, mas bien las formas en que lo hizo - trabajábamos el acero y poseíamos numerosos buques, un negocio próspero, o eso se decía, sí, tan próspero en las riquezas como en las rivalidades, pues intereses había muchos y no todos coincidentes - Como decía, cuando el poder de mi familia se debilitó, toda esa pompa desapareció y con ella todos los nobles conocidos también. No sólo eso, muchos de aquellos que invitaron a mi padre a su palacio y le reconocieron su trabajo cambiaron, se aliaron con los enemigos tradicionales de los míos, rehusando ayudarnos a la vez que hacían prosperar a éstos en contra de nuestros intereses - no sólo los ayudaron perjudicándonos sino que directamente apoyaron medidas que nos asfixiaron económicamente, llegando al caso de perder todas nuestras propiedades - mi padre enloqueció ante semejante "ataque", trató por todos los medios de mantener a su familia a salvo, pero no lo consiguió, así que, es lógico que no le tenga buenos ojos a los nobles, que no me fíe. Dudo que alguien en mis mismas circunstancias, no tuviera sentimientos iguales o parecidos.

Tengo un fuerte resentimiento desde entonces a todo lo que huele a nobleza, pero también reconozco abiertamente que, ya que formo parte de esta casa y hay nobles aquí, puedo hacer excepciones - iba a ser complicado que de la noche a la mañana cambiara de opinión, después de tantos años reafirmándome en un posicionamiento - de todas maneras, creo que, con el trato que tendremos habitualmente o de forma más constante gracias a formar parte de la misma casa, podremos llegar a entendernos mejor - que no me sea fácil, tampoco quiere decir que me resulte imposible, puedo intentarlo, llevará tiempo, pero se puede intentar.

Pese a mi resentimiento - a la nobleza en general - no os odio, es mas un malestar centrado en vuestra condición de noble, que no un recelo personal en vos misma.

Si nada de todo ésto hubiera ocurrido, mi voto probablemente habría ido para Gavilano, aunque yo hubiera preferido empezar con las votaciones a los capitanes, eso habría ya descartado a personas para el puesto de comandante, pero como hemos comenzado por el premio gordo, pues me cuesta más decidirme.

 

Notas de juego

voy a esperar a que Hiparchía (o Corlas) defina su voto para hacerlo yo.

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19/09/2019, 16:54
Viero

Escuchó a Esla e Inara, aún muy dubitativo sobre si debía añadir algo más a lo que había dicho antes. Pero se sentía algo ofendido.

- Eres un arma de doble filo Esla - dijo Viero severamente - te equivocas como no tienes idea. Si yo fuera el comandante de esta casa, seguramente terminaría arrastrándolos a esa espiral de la que a duras penas he logrado salir. La razón por la que te di mi apoyo en vez de postularme al cargo es la misma razón por la que prefiero que alguien como Peara sea comandante y no tú.

- Siempre prefiero que alguien con iniciativa tome las riendas cuando el resto del grupo está tan disperso. Pero presiento que ya tienes una agenda programada para nosotros. Y que el Preservador me condene si llego a creer que un noble es imparcial y objetivo.

Viero contenía las ganas de decir o hacer más, hasta este punto sentía que sus palabras sobraban.

- Ya he dicho cual es mi decisión y en que orden de circunstancias. - dijo mirando a Finnaes - Sea quien sea la o el comandante, o general... en especial Peara... - se sonrojo levemente de nuevo - ...mi propuesta sigue en pié, y fué honesta cuando te la propuse a ti - dijo señalando a Esla - considerala si el viento sopla a tu favor.

Se dió vuelta para finalizar pero no pudo contenerse:

- Además piensa que, hasta ahora, no has dicho o hecho nada para ganarte mi confianza y probablemente la de nadie más que la de tu hermana. No tengo nada en contra tuya como persona... pero ¡HEY! no tengo nada a favor tampoco.

Dicho esto levantó sus hombros y sus manos como demostrando que razones no tenía para confiar.

- Te digo lo mismo que intento decirle a Gavilano - dijo señalandolo - si quieres lealtad como el quiere hermandad y camaradería. ¡GÁNATELA! No tienes derecho a exigir nada.

- Afortunadamente no eres la comandante, así que me largo de aquí, me puedes mandar a buscar con tus secuaces cuando te ganes el cargo - dijo dirigiendose a la puerta - mientras tanto, no des pasos en falso conmigo, Esla. 

Y salió de la habitación.

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19/09/2019, 18:25
Gavilano

Aún estaba plantado, sorprendido por la rectificación de Inara, cuando fue Vieiro el que se le acercó y le habló, aumentando aún más su sorpresa. De todos los reunidos, el pelirrojo era de los que menos esperaba una reacción así. Se giró para mirarlo, sin decir nada, pensativo. Había dado mucho por sentado y se había llevado sorpresas en ambos sentidos.

Pero entonces, Esla intervino de nuevo, y tuvo que contener las ganas de poner los ojos en blanco. Comenzaba a ser completamente evidente que jamás llegaría a entenderse con esa mujer. Tal vez tuviera que ver con que procedían de mundos completamente diferentes, o que sus objetivos vitales no se parecían en nada, pero parecía que eran caras contrarias. Incluso cuando ambos hacían lo mismo, lo hacían de forma opuesta. Él había pedido a Edirian e Inara que parasen alegando un mínimo compañerismo, buscando eliminar las causas del duelo. Esla, al contrario, parecía apoyarlo y hasta alimentaba las causas, limitándose simplemente a pedir su interrupción como un favor personal.

Pero lo peor no era eso. Eran las amenazas que vertía, una tras otra. Amenazas de retos de duelo. Amenaza con actuar personalmente contra los que ni actuaran según su criterio. Amenazas con usar todos los medios a su alcance. Gavilano, con el ceño fruncido, se preguntó en qué llegarían a convertirse esas amenazas no tan veladas si obtuviera el poder de la Casa. Incluso aunque la princesa creyese hacerlo por el bien común, de lo que estaba seguro era de que no tenía ninguna gana de comprobarlo.

Cuando ella acabó, dudó entre si debería contestar o no. Ella le había acusado de muchas, demasiadas cosas, pero a esas alturas Gavilano desbordaba hartazgo. Tanto de discutir, como de ser malinterpretado.

Miró a Corlas. Suspiró. Volvió a dudar. Se decidió. Bufó. Y contestó.

-Probablemente vayas a pensar igual diga lo que diga… pero que no se diga que rechazo una última discusión. Mirad, me he pasado casi toda la vida viajando solo, pero hubo un breve tiempo que sí estuve en un grupo. El hombre que los lideraba… supongo que era el hombre al que más he respetado nunca. Había muchos talentos allí, muy diferentes. Él presumía de tenerlos todos, pero todos, y él el primero, éramos conscientes de que no era así. Así que siempre que era necesario, él tomaba la responsabilidad, pero se apoyaba en quien necesitara. No intentaba hacerlo él todo. Y funcionaba. Desde luego, este lugar es tan diferente a aquel como el cielo al infierno. Pero creí que funcionaría.

-Lo de Andon Dubio no era una propuesta seria, simplemente una queja de lo que está pasando aquí. No esperaba que alguien se tomara en serio esa tontería. –Añadió, genuinamente sorprendido de que le echaran en cara ese comentario.

-Y sí, claro que he dicho que muchas de mis cualidades son adecuadas al puesto. Mentiría si dijera que no creo que yo sería una de las mejores opciones de esta sala para el cargo. Pero no vine aquí a comandar a nadie. Tanto menos a gente que me considera como vosotros. ¿Debería haberme presentado? ¿Para qué? ¿Qué es lo que crees que busco exactamente? No quiero el poder. Dioses, ni siquiera quiero tanto dinero. Y nunca me hubieras aceptado.

-No tienes ni idea de quién soy. Ni de cómo soy. Pero no te tiembla la voz al acusarme de manipular, de buscar mi propio beneficio… ¿qué beneficio? –A pesar de la discusión, Gavilano continuaba sin levantar la voz, manteniendo una calma. -Y de llamarme cobarde entre líneas. ¿Y a pesar de todo me dices que me quede? Si yo tuviera esa opinión de alguien… aprovecharía la oportunidad de sacarlo de mi casa. Si de verdad crees eso, cometes un error haciendo que me quede. Y si no lo crees... entonces no sé a qué juegas.

Podría haber seguido, pero entonces Vieiro intervino de nuevo, y Gavilano no pudo contenerse. De espaldas al joven, de forma que éste no podía verlo, puso los ojos en blanco, exasperado y molesto consigo mismo. Que alguien como él le estuviera dando lecciones, e incluso acertando en algunas cosas, resultaba hiriente. Pero el darse cuenta de eso, unido a la inesperada muestra de apoyo de Inara, hizo que terminara de decidirse. Y tan pronto como el pelirrojo abandonó la sala, antes siquiera de que Esla pudiera hacer valer su amenaza anterior, se movió hasta colocarse frente a la puerta de salida, impidiendo que nadie pudiera seguir a Vieiro.

-Antes siquiera de que sigas lanzando desafíos, Esla, hablaré yo… -Intervino. Parecía haberse sacudido la apatía anterior lo suficiente como para volver a ser enérgico. -Nos pides que nos quedemos, pero nos amenazas si nos vamos. Suficiente de esto.

Tomó aire. Las palabras eran amargas, pero peores tragos le había brindado la vida. Si tenía que claudicar, por lo menos conseguiría algo para el resto de sus compañeros.

-Te ofrezco un trato. Si retiras todos los duelos y das tu palabra de dar libertad, no sólo a mí, sino a todos, para decidir si abandonan la Casa o no sin ninguna repercusión durante estas semanas, entonces... Te daré mi voto. Con eso y el de Corlas, que sin duda te votará, serás comandante. Tendrás lo que deseas, y esta estúpida guerra se acabará aquí y ahora. –Miró a la Lectora de Éter con tristeza. -Lo siento, Peara, pero es mejor dejar esto en sus manos que forzar una masacre.

-O, alternativamente… -Añadió, sonriente, mirando de nuevo a la noble mientras acariciaba la empuñadura de su espada. -Rechaza mi propuesta, y lanza tu desafío a Vieiro. Pero antes de él, tendrás que batirme a mí. Creo que has dejado claro que retarme era algo que habías contemplado.

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19/09/2019, 18:41
Director

Aunque habláis con Adalo, este ya está al fondo del salón, alejándose de la discusión. Viero sale tras él. 

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19/09/2019, 19:02
Edirian

Aún no he retirado el reto, Gavilano - dice Edirian, sentado en la barra-. Antes de que lances otros quizás deberías plantearte que tienes uno pendiente que no has aceptado. 

Suspira. Se le ve cansado también. En el tono hay hartazgo, sí, pero también desprecio. Está claro que su opinión de Gavilano no ha cambiado, y en su tono, hay puro rechazo hacia él.

Sinceramente, igual no quieres conseguir poder, pero lo que haces es casi peor. Es chantaje. Al final, o aceptamos la visión que tu quieres imponer o nos vas a forzar a matarte por traicionar el contrato, y por ello ahora lloriqueas con vender tu voto solo para poder HUIR. Dijiste que has matado a gente antes, ¿no? Yo no - reconoce-. Jamás he necesitado matar a nadie. Ni ganas que tengo. Pero si aceptamos tus chantajes estamos traicionando lo que nos comprometimos con Finnaes. Una cosa es que alguien quiera irse y lo pida, el comandante se lo conceda, y otro es que cualquier rubito como tú quiera huir del primer duelo que se le ponga por delante y tengamos que dejarle ensuciar el nombre de la casa. Cosas diferentes.

Se pone en pie. Mira al resto.

Esto es la puta casa de las Rarezas. Yo les veía de niño en la plaza, encaramado a un balcón, pelear, retarse, entrenar... Soñaba con ser parte de esto. Si hubiera visto a este cobarde aquí, sinceramente, me habría pegado un tiro. Pero... - suspira de nuevo-. Retiro los duelos, por el bien de la casa y porque tal como me encuentro ahora mismo creo que acabaría haciendo daño de verdad a más de una persona. Cosa que no quiero, por muy desgraciados que sean algunos.

Luego se gira hacia Gavilano. Le mira de abajo a arriba (pues apenas le llega por encima del hombro) como valorando a una rata. Está claro que no parece que eso pueda reconducirse.

No hay nada peor que alguien que pretende ser bienintencionado y que solo es prejuicios y orgullo. Enmascarados por una cara muy bonita y amable. Dame cien bandidos antes que uno como tú. Pero aquí diré, que soy ante todo un profesional y he trabajado con bandidos e hipócritas antes. Yo no voy a imponer condiciones al comandante elegido, sea Peara o Esla o seas tú, Gavilano. Y trabajaré con quien sea. Dirán lo que quieran de Edirian Vientoveloz, pero no que traiciona su palabra dada - concluye, y acto seguido camina hacia la salida sin ganas de discutir más. Pero se detiene.

- Esla, si has de batirte en duelo, avísame. Me ofrezco a derrotar yo solo a todos los que te reten en combate simultáneo - dice al borde de la puerta, sin más, tranquilamente.

Y se va.

Notas de juego

Edirian se pira con los de fuera.

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19/09/2019, 19:18
Director

Mientras aún decidís donde ir, ya sea a buscar a Fantina o cualquier otra cuestión, se os unen en el exterior tres personas. Adalo, primero, seguido de Viero, y por último, un airado Edirian que sale dando un portazo.

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19/09/2019, 19:19
Edirian

- ¿Alguien vio a Fantina hoy? ¿O de noche incluso? - habla sin más. No dice ningún otro comentario, y en su voz hay una rabia y un nerviosismo patente. 

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19/09/2019, 19:25
Viero

Viero salió de la habitación y tomó una pausa, había escuchado a Gavilano... pero no iba a volver. Fuera una malinterpretación o no, dicha declaración había cambiado radicalmente su forma de pensar sobre él.

Tomó su fusíl a varios pasos de la puerta (desde fuera), y de espaldas a ella. Lo tomó a dos manos totalmente inexpresivo, intentando contener cualquier macabra intención.

Dió un suspiro. Y decidió ir a explorar la Armería. No recordaba si había alguna biblioteca en el lugar, si hubiese una iría allí.

Entonces, un portazo lo bajó a la realidad nuevamente, se trataba de Edirian.

- La última vez que la vi fue la noche anterior. - respondió mientras se acomodó su rifle en la espalda nuevamente, como si nada - no... recuerdo haberla visto después. Me conviene una bocanada de aire, si vas a buscarla te acompaño.

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19/09/2019, 21:12
Vairan

Estaba realmente cansado con aquella situación que, a mis ojos, parecía una pataleta de niños malcriados cuando no se les concedía un capricho. De acuerdo que quizás para muchos de los que habían quedado en la habitación mis últimas palabras habrían sonado soberbias, pero después de lo que había visto allí dentro estaba convencido que yo era la mejor opción. Sin embargo había tomado mi decisión y no me iba a rebajar a la altura que habían mostrado los que serían mis compañeros. Quizás Shelis se sentiría decepcionada pero, a esas alturas de mi vida, me importaba una mierda siempre y cuando me guardara el secreto.

Bufé con desagrado al escuchar la pregunta que el joven Venture, a mi lado, me dirigía, haciendo un gesto despectivo con la mano en dirección a la puerta que habíamos dejado a nuestras espaldas.

Hay granujas en las calles con más clase que muchos de los de ahí —dije, dejando bastante clara mi opinión al respecto. Me encogí de hombros al escuchar su comentario sobre la cena de la noche anterior ya que poco podía decir al respecto—. Ni idea, tenía asuntos más… agradables que tratar —y el Vairan tunante y animoso apareció de nuevo cuando pronuncié aquellas palabras—. Siempre estoy dispuesto para la aventura, esa es la sal de la vida —de esa forma acepté su propuesta de ir a buscar a la chica por la casa—. Por cierto, no sé si nos hemos presentado en condiciones pero mi nombre es Vairan d… —a punto había estado de decir algo de lo que me arrepentiría nada más saliera de mi boca, pero por suerte fuimos interrumpidos con la salida de otros miembros de nuestro peculiar grupo.

Negué con la cabeza ante la pregunta del airado Edirian que había salido del salón con un más que sonoro portazo.

Dado que nosotros dos no hemos tenido tiempo de explorar la casa —dije señalando a Cael y luego a mí mismo—, podemos matar dos pájaros de un tiro y buscar a la chica también aquí dentro, mientras vosotros podríais hacer lo mismo en el exterior —quizás mis palabras se pudieran malinterpretar, una vez más aunque lo más seguro sería que cayeran en saco roto como hasta el momento, y que aquellos tres creyeran que  no queríamos su compañía, pero simplemente lo que buscaba era que, si la chica de verdad había desaparecido, separarse para cubrir un mayor terreno era la mejor opción.

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19/09/2019, 23:18
Esla d'Iridar

Esla suspiró. Cansada y frustrada. Puso los brazos en jarra y agachó un momento la cabeza. Después se acercó a Gavilano y lo miró a los ojos.

-No lo entiendes… - de pronto no lo trataba de usted, como llevaba haciendo toda la reunión - no se trata de si yo te hubiera votado o no, seguramente no lo hubiera hecho. Eso no importa – respondió a la excusa de Gavilano acerca de no presentarse – Se trata de responsabilidad. Lo habría respetado. Que no lo hicieras, ni lo hiciera Adalo, ni Varían, ni ninguno de los otros es… decepcionante. Que solo existiera otra opción como oposición a mí, y ninguna surgiera por iniciativa propia es… no es lo que espero de las Rarezas.

Sonaba muy cansada. Se notaba que deseaba que aquello acabase. Se arrepentía de muchas de las cosas que habían pasado, de algunas de las que había dicho y otras que había hecho. Pero acerca de eso no dijo ni una palabra.

-Sería infantil confiar en la mayoría de miembros de esta casa en estos momentos. Ninguno nos conocemos. Pero se que tu presencia tiene valor. Puede que comparta mucho de lo que opina Edirian, pero también sé que tenerte aquí puede hacer a la casa más fuerte. Por eso quiero que te quedes.

Cuando llegó el momento de responder a la oferta de Gavilano su tono cambió. Pareció recuperar la compostura y algo de energía. 

-Edirian tiene razón. Liberaros de vuestros contratos ahora sería un suicidio para la casa. Eso no lo puede permitir ningún comandante. Pero en unas seis semanas, si la casa está funcionando y hay nuevos reclutas podría no ser tan complicado...– miró a Peara y Gavilano entonces con gesto serio – Apoyadme ambos. Dadme seis semanas para convenceros de quedaros. No habrá ninguna consecuencia para nadie de la casa por nada que haya pasado durante esta reunión, y si en seis semanas queréis marcharos seréis libres de hacerlo. Mientras tanto sed mis capitanes, los dos. Ganaos un nombre, aconsejadme, sed de nuevo un dolor de muelas cuando no estéis de acuerdo con lo que hago – miró a Gavilano a los ojos de nuevo – ¿No buscabas encontrar un hogar aquí? Constrúyelo, te ayudaré.

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20/09/2019, 16:58
Cael di Venture

Ajeno a lo que pasaba al otro lado de las puertas, Cael y Vairan mantenían una amena charla donde no había retos a duelos ni malas formas, más bien cordialidad de aquellos que prefieren no inmiscuirse en peleas innecesaria.

Miraba las habitaciones, más bien oteaba las puertas sin saber por cual entrar primero cuando escuchó que una de ellas se abría para dar paso a varios de los presentes. No hacía falta preguntar qué había pasado, sus caras eran un claro reflejo de la rabia y el cansancio, imaginándose que el ambiente se había caldeado hasta niveles insospechados.

Buenas, caballeros.- Un cordial saludo tras el encuentro sin indagar más allá. Se imaginaba que no tendrían ganas de hablar de lo ocurrido, dejando el tema de lado para centrarse en el motivo principal de su paseo: Conocer la que sería su segunda casa y encontrar a la joven desaparecida.- ¿Fantina se llama? Sólo la vi ayer, cuando firmamos los contratos.- Y era cierto. Nada más llegar y tras el pequeño “altercado” no había tenido demasiado tiempo para entablar conversación con nadie, como mucho como Esla ya que le acompañó a hacer las copias de la llave.- Tal vez sea buena idea dividirnos, podremos abarcar más terreno en poco tiempo.- Sonrió a los presentes, esperando así calmar los nervios que los inundaba, aunque su mirada se detuvo en Adalo unos segundos.- Adalo di Taran, ¿cierto? – Se acercó al soldado tendiéndole la mano de forma respetuosa.- Ayer todo fue muy precipitado y apenas pude entablar conversación con ninguno de los presentes.- Englobó en la conversación también a Viero, Edirian y Vairan.- Me gustaría poder invitarle a una copa y escuchar su historia. Estoy seguro de que podré aprender mucho de usted.- Amplió su sonrisa antes de apartarse, dejándole espacio libre.- Pero ahora nuestra prioridad es encontrar a la chica, dejemos la charla cuando el tiempo sea fructífero.- Inclinó la cabeza de forma educada antes de echar una rápida mirada de Vairan, esperando su confirmación.- Tal vez debamos empezar por los pisos superiores. Te sigo.

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21/09/2019, 18:43
Gavilano

Cuando Edirian abandonó la sala, Gavilano no se movió de su posición frente a la puerta, ignorando a quien acababa de insultarlo de nuevo como si no existiera, y acariciando aún la empuñadura de su espada mientras aguardaba la respuesta de Esla, forzando al otro a tener que apartarse para pasar. Sólo cuando ya se había ido, y escuchó la respuesta de la noble, su expresión cambió. Soltando la espada, bufó, y miró a los ojos a la noble.

-Dije que creía que era mejor que no liderases, y has insistido no importa el coste hasta hacerlo. Dije que sólo quería confianza, y ahora la Casa está partida. Dije que quería irme, y ahora me fuerzas a quedarme. Si no fuera porque parece que estás convencida de lo que haces, creería que simplemente te divierte molestarme. –Contestó, con su voz entre la sorpresa y la irritación. Ella había hablado de dolor de muelas. Pero él no se sentía restringido por la educación de la nobleza, así que fue mucho más directo. -Esla d’Iridar, eres un grano en el culo.

-Seis semanas. –Continuó, casi sin dar espacio a réplica. El tono de su voz era algo más suave, y asintió, pensativo, mientras se giraba para observar al resto de los que quedaban en la sala. -Seis semanas atrapados aquí, sin poder renunciar, soportando las salidas de tono de los idiotas que no saben cerrar la boca, y con el riesgo añadido de que nos maten o nos hagan desaparecer en cualquier momento. ¿Y dices que me ayudarás a construir un hogar aquí? Dioses, construir un hogar aquí es más o menos como intentar encender una hoguera en mitad de un río.

Echó a andar de forma errática, mordiéndose el labio inferior y sacudiendo la cabeza, sin prestar atención a nadie. De tanto en cuando murmuraba algo. Tras unos segundos, se giró de nuevo hacia la noble.

-Ah, qué demonios. Nos matarán a todos, pero acepto. Aunque…

-Con una condición. Después de esas seis semanas, repetiremos esta votación para revalidar esta decisión o escoger otro comandante. Lo que ha ocurrido aquí ha sido vergonzoso, y no creo que ni siquiera tú estés conforme con haber obtenido lo que querías de esta forma. Muchos te van a obedecer sólo por miedo a las represalias. Eso sólo es un comandante sobre el papel. Y lo sabes.

Mientras hablaba, se colocó de nuevo frente a ella.

-Seis semanas, entonces. Todos tendremos seis semanas para decidir si nos vamos. Y tú las tendrás para convencernos de que no hemos cometido un error garrafal permitiéndote tomar las riendas. Creo que es justo, para todos. Y a lo mejor, incluso, puede arreglar lo que ha pasado hoy aquí. –La mirada de Gavilano se ladeó ligeramente, desviándose hacia la puerta por la que había salido Edirian, y un brillo extraño y peligroso que no había aparecido antes, relampagueó en sus ojos azules. –O al menos una parte.

Pero fue un momento, porque después devolvió su atención a Finnaes, que desde su última intervención se había mantenido en silencio.

-Finnaes, confirma que todo lo dicho es posible. Y explícame qué tipo de tonterías tiene que hacer un capitán en esta casa de locos. –Girándose hacia Esla, alzó una mano para tendérsela. Por un momento, acarició la idea de escupirse en la palma, pero no quiso poner más difíciles las cosas. -¿Tenemos un trato, entonces? Tengo algunas cosas que hacer, y varios insultos a los que dar respuesta.

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21/09/2019, 23:05
Esla d'Iridar

Esla escuchó todo lo que Gavilano decía sin cambiar el gesto. Por un momento valoró responder, pero se abstuvo. No era el momento. Podrían hablar más tarde, con más calma. En los proximos días hablarían en muchas ocasiones, era inevitable. 

-Una condición - puntualizó Esla - Acepto revalidar la decisión, pero quien desee marcharse lo hará antes de comenzar la discusión. No estoy dispuesta a repetir esta discusión con la posibilidad de que un grupo de personas se marchen si el resultado no es el que desean. Mi oferta de liberar los contratos expira en el momento en que comienza la discusión sobre mi continuidad como comandante. Yo no volveré a ofrecer un acuerdo similar ni a aceptarlo como condición. ¿Puedes aceptar eso, Gavilano? ¿Puedes aceptar tener que decidir continuar o marcharte sin la certeza de que habrá un comandante a tu gusto? - lo miró, y en ese momento su mirada no era de reproche como en otras ocasiones. La pregunta era sincera. Ella lo haría, y necesitaba saber que él también. Esta vez no le exigía nada, le pedía que dijese que sí - Si puedes, y Peara también - la miró, confiando en que aceptara - podremos dar por terminado esto, podréis tomar vuestros puestos como capitanes, podremos nombrar al tercer capitán y empezar a trabajar. 

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21/09/2019, 23:38
Hiparchia de Menas

Hiparchia no había prestado demasiada atención a la última parte de la discusión. Demasiadas palabras, demasiados orgullos quitándose la palabra los unos a los otros. El espectáculo que había dado Edirian le había parecido tan bochornoso que estuvo planteándose si de verdad había sido buena idea haber aceptado ese puesto. Claro que cuando ella lo hizo, nada de esto estaba planeado. Caedus comandaba la Casa de las Rarezas y las cosas se hacían de otro modo. 

Esla, Gavilano y compañía parecían por fin llegar a un acuerdo. Parecía que la suerte estaba echada. 

- Es mi sensación, Esla d'Iridar, ¿o estás cambiando votos por capitanías? - enarcó una ceja. Si es así, recuerda que todavía queda un tercer hueco. Quizá Inara o Viero podrían estar interesados... -comentó despreocupadamente. Paseaba, a su vez, alrededor de la sala, mirando los lomos de los libros que vestían las estanterías de piedra. Aquella colección era verdaderamente magnífica. O incluso tu hermana, la familia es importante o no deberías olvidarte de ella. Encontró uno que llamó su atención. Un pesado tomo encuadernado en una piel gruesa adornada con filigranas de plata. Lo abrió por la mitad para acto seguido negar con la cabeza o volverlo a dejar en su sitio. Copias baratas. ¿Dónde están los originales? 

Por mi parte ya he decidido el voto. Será blanco. No votaré por nadie, así que aceptaré lo que decida la mayoría. Miró a las dos candidatas. Si os interesa mi opinión, creo que tú, Esla eres la más indicada para dirigir la casa. Cualquiera con un par de neuronas podría ver que prácticamente has nacido para ocupar ese puesto. No dudo de tus capacidades, así como tampoco lo hacen los demás. En ese aspecto Peara no tiene nada que hacer. La conozco desde hace tiempo y apenas tiene habilidades sociales. No sabe manejarse en las altas esferas, carece de conocimientos sobre política, guerra o liderazgo y su autoridad es prácticamente nula. Sonrió a la erudita, como si acabara de hacerle un cumplido. Sin embargo creo firmemente que sus intenciones son más claras, más honestas y infinitamente más desinteresadas. Tengo miedo a que te conviertas en una sátrapa, en una tirana, Esla. Apenas has acariciado el poder y ya has hecho notar la garra fría de tus amenazas veladas, haciendo uso de la coacción de una manera que asusta. Cruzó los brazos sobre su pecho después de apartarse un mechón de la cara. Además, el lastre que cargas es pesado; la traición, la vergüenza y el miedo. Un torbellino de enemigos que pueden acechar al doblar de cualquier esquina y muy pocos aliados que sumar a nuestra causa, cualquiera que sea. Se acercó a ella, Esla, que la mirada con un semblante duro. Rodeó su mano con sus dedos, en una señal de afecto. Entiende, por favor, que tengamos nuestras reservas en relación a tus verdaderas intenciones, y escucha nuestra palabra no como un ataque, sino como un consejo sincero. Si vas a liderar la Casa de las Rarezas, Hiparchia de Menas te pide que la ceguera de la soberbia no te impida escuchar las palabras de aquellos a quienes lideras, que entiendas sus miedos y sus anhelos, y que busques el bien común para todos ellos y para la Casa. Como dice el proberbio, un príncipe amado es mil veces más fuerte que uno temido.

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22/09/2019, 05:41
Peara de Valdebrian

 Parecía que los mares de la discusión comenzaban a calmarse y aquello volvía a parecer un debate civilizado; en el cual se pudieran dejar la chicanas y los insultos de lado. Y sobre todo los duelos. La maga tenía miedo de caer víctima de alguna invitación a batirse en combate, más por suerte toda esa fiebre por el enfrentamiento acabó rápidamente. Sin embargo, el ambiente de calma que se había formado volvía a ser movido por las declaraciones de Esla y de Hiparchia; las cuales dejaron a Peara con una expresión de incertidumbre más que visible.

- No me parece, debo decirlo... para nada adecuado... ofrecerle un puesto en tu futuro liderazgo a un oponente. Especialmente en el medio de la presentación de apoyos. Solo logras debilitar la candidatura de tu adversario; y de esa forma posicionarte como una posible líder comprensiva que llama a la oposición a colaborar y trabajar juntos. Desestimando la posibilidad de que los demás pudiesen ganar la contienda.

 La académica mostraba irritación ante la propuesta. No era exactamente un insulto, pero para ella definitivamente era una estrategia poco sana para el futuro de la casa. Peara, ni lenta ni perezosa, dirige su mirada a Hiparchia, con seriedad.

- Es una táctica muy utilizada en política, especialmente por líderes demagógicos; que menosprecian a los que piensen diferente y socavan sus candidaturas... para que se sepa que yo de política sé y estoy atenta a mis alrededores. Mi candidatura no será bajada; la mantendré hasta que tengamos las votaciones correspondientes.

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22/09/2019, 17:50
Finnaes di Bassid

- Corlas, ¿vais a votar por Peara? - indica la abogada, señalando a la candidata. El gigante la observa un segundo y niega -. Esla ha sido apoyada por Arden, Adalo, Gavilano, Edirian y ella misma. Cinco votos. Peara ha recibido solo el voto de Viero y el suyo propio. Cael, Eikon, Vairan, Corlas, Yria, e Hiparchia han votado en blanco. Quedarían solo por votar Inara y Fantina, que en cualquier caso, serían un máximo de cuatro votos para Peara. Entonces, creo que podemos dar por terminado este espectáculo tan bochornoso. Veo que Peara ha rechazado el cargo de capitán, y que Gavilano lo ha aceptado.

La abogada se pone a rebuscar entre los documentos que tiene encima de la mesa y saca dos hojas a firmar. Le tiende una a la joven d'Iridar y otra al rubio caballero.

- Estos contratos son de carácter interino. Quedarán revocados de forma inmediata con la reaparición de algún oficial, capitán o comandante, momento en el que la situación actual debería ser revaluada. Rogaría que tengáis presente que en el caso del retorno de algún miembro con mayor antigüedad que ustedes, también se le ofrezca la posibilidad de sustituirles si dicho miembro así lo viera conveniente. Y si: si la decisión de que el título de comandante se vuelva a votar en seis semanas es en firme, puedo preparar un documento sobre ello. Se lo haré firmar en cuanto esté listo. 

Tras explicar la situación, se vuelve hacia Gavilano.

- Sobre su pregunta, capitán, las responsabilidades dependen del comandante - explica la letrada-. Pero el trío de capitanes tiene varias capacidades aparte del comandante. Las más básicas son que, en situación de unanimidad, pueden revocar una orden de su superior. Esto permite controlar decisiones que el grupo vea... Inadecuadas o precipitadas. Normalmente los capitanes buscan la opinión de los miembros de la casa, y si ven que hay desacuerdo, actúan. Esta situación ha sido tomada en mas de una ocasión, aunque les sorprenda, y generalmente ha resultado apropiado, pero tampoco es algo que se haga a la ligera. También pueden revocar de forma definitiva al comandante... Cosa que no ha pasado nunca, por la inestabilidad que eso conlleva.

Tras explicar esto, la abogada sigue rebuscando entre los papeles. Saca dos de ellos, que comienza a releer y mirar, mientras habla.

- Por lo demás, un capitán tiene autoridad sobre todos los miembros de la casa, y puede disponer de ellos como requiera. Obviamente sin contravenir las decisiones de un comandante, aunque se entiende que una orden dada puede ser revocada si la situación cambia. Actúa como el máximo oficial en ausencia de directiva del comandante. Coordina las tareas que este no pueda llevar a cabo, y se reúne con él para la toma de decisiones. El comandante no deja de ser un capitán más... Con la salvedad de que tiene la decisión última. El comandante puede proponer el cambio de un capitán, pero debe tener el apoyo de los dos restantes. ¿Alguna duda? - se acerca a Esla y le tiende los dos pergaminos, que enrolla para ella-. Estos son los dos contratos adicionales. Meditad bien a quien queréis elegir como capitán. Estando establecido vuestro liderazgo, la elección es menos urgente. 

En ese momento, la abogada busca un reloj en la sala que le indica la hora. Sorbe un poco de café mientras observa y asiente varias veces.

- Vaya. Esta... Charla ha sido más larga de lo esperado. En una hora tenemos que vernos con los Doriar. Comandante, capitán - vuelve a dirigirse hacia Esla y Gavilano-... Sois los dos únicos oficiales ahora mismo, deberíais prepararos, esta conversación puede mantener la casa en pie. El apoyo de la casa Doriar puede servirnos para mantenernos en pie. Yo os acompañaré y asesoraré en acuerdos legales en la medida de mis capacidades. Por supuesto - dice de pronto, comprendiendo que básicamente está ordenando a los dos oficiales que hacer-, si así lo requerís. También les diría que quizás algún miembro de la casa pueda ser útil en esta charla, piensen ustedes si necesitan el apoyo de algún miembro que pueda reforzar nuestra situación ante los Doriar. Iré a prepararme para la reunión, les veré aquí mismo en cuarenta minutos. Si me disculpan.

Finnaes hace una reverencia y avanza a paso rápido a la salida, para prepararse para la reunión. 

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22/09/2019, 18:25
Eikon

El hombre tatuado levanta la vista, viendo marchar a la abogada. Se pasa la mano por la cara, y se acerca a los oficiales.

- ¿Alguna orden? - pregunta, con voz seca.