Partida Rol por web

La Casa de las Rarezas

Prólogo - Senderos del destino.

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24/07/2019, 20:24
Esla d'Iridar

En muy poco tiempo la situación parecía haberse acelerado. Estaba claro que allí no iba a haber apenas tiempo para tomar decisiones, al menos durante aquel día. Muchos de sus compañeros intervinieron tras ella, y de entre todos se quedó principalmente con la del hombre que se habían encontrado poco antes en el callejón.

Esla sonrió ante la sugerencia de Cael de que ella o su hermana fuesen comandantes. No iba a fingir que no era algo que llevaba rondando su cabeza desde que se acercase a la letrada anunciando que tenía un contrato en vigor, pero que un Venture la propusiese, sin negociar algo a cambio, la cogió de sorpresa.

-Señor Venture, es obvio que la situación apremia. Después de lo que hemos visto ahí fuera, no me sorprendería encontrarnos pronto con más visitas y requerimientos de audiencias. Pero tampoco creo que sea de recibo repartirnos cargos entre nosotros sin haber tenido tiempo de pensar con claridad y de analizar la situación completa – asintió a su hermana por su intervención anterior y comenzó a caminar acercándose a donde se encontraba Cael. 

Si mi conocimiento de esta ciudad no está demasiado anticuado, la casa Doriar tiene un acuerdo con esta casa ¿es así, letrada? – miró a Finnaes buscando su confirmación – Me inclino a pensar que recibirán al comandante de la casa, independientemente de su ascendencia. Es más, una desaparición repentina de los miembros de la casa como esta seguramente ha dejado muchos asuntos en el aire. Esperaría que una audiencia fuese necesaria como máximo en un día o dos – hizo una pequeña pausa, y continuó con gesto algo más sombrío – También esperaría que su confianza en esta casa pueda verse deteriorada, tenemos el nombre, pero no somos los mismos.  No voy a decir que contar con apellidos ilustres en nuestras filas no vaya a ser de ayuda, se que lo será – hizo el esfuerzo explícito de no nombrar a ninguno en concreto, – pero hay puertas que estarán abiertas o cerradas con independencia del apellido del miembro de la casa.

Dio un grato a la copa antes de continuar, moviéndose de forma que poco a poco fuese colocándose en el centro del grupo.

-Tampoco se hasta que punto es conveniente pedir nada a alguna de las otras casas de la guerra. Se de la buena relación de la casa Venture con los Dragones de Cobre, pero creo que sería contraproducente. ¿Cuál será la confianza que las grandes casas depositarían en una casa de la guerra que necesita de la protección de una segunda casa para sobrevivir? – miró a todos mientras negaba con la cabeza – Yo me inclino a pensar que debemos valernos por nosotros mismos desde el primer instante. Finnaes ha dicho que tenemos fondos, podemos contratar guardias hoy mismo o mañana, y empezar a retomar el contacto con el resto de las casas. No somos cientos, pero esta casa nunca ha sido una de las más numerosas. Estoy segura de que somos capaces de marcar la diferencia si elegimos bien nuestras batallas – en realidad no podía decir mucho del resto, pero sabía que ella y su hermana podían, tenía que confiar en que los demás también. Como mínimo osados parecían, y eso podría ser suficiente - No creo que necesitemos más de unos días para sacar a la casa del borde del abismo... y tampoco que los tengamos. Será duro, pero podemos hacerlo, y mientras tanto... - miró de nuevo a Finnaes - ... también deberíamos investigar que demonios ha pasado aquí. Preferiría no ser la siguiente en desaparecer de forma misteriosa, y creo que ese es un objetivo que todos compartiremos. 

Hizo una pequeña pausa antes de continuar, observando a todos. 

-Comparto el entusiasmo de Gavilano por la posibilidad que tenemos ante nosotros, y la preocupación del señor Venture por el bienestar a corto plazo de la casa, pero creo que debemos asegurarnos de que nuestros primeros pasos son los correctos. De esos primeros pasos depende todo lo que vendrá después. 

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24/07/2019, 22:07
Director

La atención en los detalles de la casa, deja entrever que las conclusiones de Finnaes suenan acertadas.

Mirando en derredor, no se observan signos reales de batalla. No veis sangre por ningún lado, y las pocas cosas que se ven rotas es algunos cristales en el suelo. Pero el desorden es más que eso. Las sillas están caídas, hay algunas botellas tiradas, y hay... Suciedad, si, zonas del suelo manchadas de polvo, tierra, barro. 

Lo que parece también claro es que no han ido a robar. En el salón mismo no se han llevado nada: hay botellas de añejos galdianos que valdrían su peso en oro, y allí siguen. Hay cuadros de un alto valor, os da la sensación que alguno tiene la firma de un pintor famoso. Por haber hay estatuas de oro, trofeos y medallas. Hay de todo. 

Os queda explorar la casa en busca de respuestas, e ir al cuarto de comunicaciones. Es donde Finnaes comentó que todos los espejos de éter estaban rotos. Quizás investigando encontréis más respuestas.

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24/07/2019, 22:13
Director

La atención en los detalles de la casa, deja entrever que las conclusiones de Finnaes suenan acertadas.

Mirando en derredor, no se observan signos reales de batalla. No veis sangre por ningún lado, y las pocas cosas que se ven rotas es algunos cristales en el suelo. Pero el desorden es más que eso. Las sillas están caídas, hay algunas botellas tiradas, y hay... Suciedad, si, zonas del suelo manchadas de polvo, tierra, barro. 

Lo que parece también claro es que no han ido a robar. En el salón mismo no se han llevado nada: hay botellas de añejos galdianos que valdrían su peso en oro, y allí siguen. Hay cuadros de un alto valor, os da la sensación que alguno tiene la firma de un pintor famoso. Por haber hay estatuas de oro, trofeos y medallas. Hay de todo. 

Pero hay algo más. Tus ojos están mas atento que los del resto, y captas un par de detalles que resultan aún más extraños. Primero, una mancha en la pared... Al principio creíste que era algo de suciedad, pero no... Eso es una quemadura. Pequeña, pero tuvo que ser muy fuerte para dejar esa negrura. Y en otro lado, notas unas baldosas que parecen haberse podrido por agua o humedad. Y luego hay un detalle extraño por completo. Los restos de una copa en un rincón del salón, parecen incrustados en el suelo. Falta la mitad del cristal, y el resto es como si estuviese clavado.

Si quieres más respuestas, solo os queda explorar la casa en su busca. Recuerdas el cuarto de comunicaciones. Es donde Finnaes comentó que todos los espejos de éter estaban rotos. Quizás investigando encontréis más respuestas.

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24/07/2019, 22:18
Fantina

Fantina recibe las monedas, mirando alternativamente a la sala, a Gavilano, a los contratos y los nuevos reclutas. Guarda las monedas en el bolsillo, y hace ademán de irse, nerviosa, pero... Se detiene. No cuesta ver que la muchacha está pensando. Levanta la vista, aprieta y suelta los puños. Hay miedo, y tensión en sus gestos, pero finalmente da la vuelta.

Se muerde el labio, y no te mira fijamente, sin decir nada, hasta que al final alza la vista.

- De acuerdo... Me quedaré aquí. Trabajaré y... Espero que queráis decir trabajos honrados. Gracias, mi señor. Me quedaré.

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24/07/2019, 22:22
Finnaes di Bassid

Mientras discutís, a medida que vais confirmando vuestra participación, Finnaes deja sobre la barra los papeles que todo este rato ha protegido con tanto ahínco. Allí parece llevar contratos preestablecidos, a los cuales solo hay que añadir la firma y el nombre del que vaya a unirse al grupo. Los contratos son idénticos a los que algunos ya tenéis firmados, sin cambio en una coma.

La abogada, os va entregando las copias y dejando que las leáis. Aparte de mucho batiburrillo legal que la mayoría no conocéis, lo que queda es más o menos lo siguiente:

  • El contrato de adhesión a la casa de las Rarezas es indefinido. Cualquiera de las dos partes puede romperlo si existen disconformidades entre la Casa y el recluta o el recluta con la Casa.
  • El trabajo implica la disposición absoluta a la Casa. El recluta deberá destinar el uso de sus habilidades, sean las que sean, al servicio de la Casa. 
  • El recluta deberá obedecer las ordenes de sus superiores. La Casa consta de una estructura simple, con seis tenientes, tres capitanes y un comandante. 
  • El salario consta de 1000 coronas darguianas al mes. Es un salario muy superior a la media de cualquier trabajo, que ronda las 200 coronas darguianas mensuales.
  • La Casa ofrece sus caballerizas, salas de comunicaciones, equipamiento militar, biblioteca, almacenamiento, víveres, bebidas y dispendios del salón y el hospedaje en sus habitaciones, todo ello de forma gratuita.
  • Los deberes de un miembro de la Casa son:
    • Defender a la Casa.
    • Explorar lo inexplorado.
    • Vencer donde nadie ha triunfado.
    • Hacer de lo extraño, lo conocido.
  • Si alguien traiciona a la Casa, de cualquier forma probada, la condena es la ejecución de forma inmediata, bajo el amparo de las leyes de la Asamblea de Duriel. 
  • Si alguien se niega a obedecer a sus superiores, el castigo leve será la expulsión, y en caso de gravedad, se considerará una traición a la Casa. 

Mientras los que no tenéis contrato leéis el vuestro, Finnaes recoge las copias de los que ya habían firmado. Sacando un sello de uno de sus bolsillos, los sella, y luego saca un largo pergamino enrollado que os hace firmar a todos. Ese documento trae la firma del comandante Caedus, los tres capitanes y la suya propia.

- Este documento es nuestro contrato legal - explica, con patente admiración -. Lo llamamos la Hoja de las Rarezas. Y es... Una obra de ingeniería etérica prodigiosa, creada por el capitán Skagg. Este papel está conectado con una copia, guardada en una caja fuerte bancaria. En el momento que firméis, el otro documento quedará firmado de forma idéntica. Si esta hoja se destruye, la otra, en cambio, se preserva. Podéis quedaros vuestros contratos, me basta con ver que son originales, sellarlos, y tener vuestra firma en la hoja de las Rarezas - termina por explicaros en un momento entre vuestros discursos.

Sin embargo, pese a que con eso le sirve, antes de sellar los nuevos documentos os insta a que los llevéis ante alguno de los miembros que ya han firmado para que todo quede en orden.

Poco a poco, Finnaes recorre la sala, uno detrás del otro. Se acerca incluso a la muchacha con aspecto de meretriz, con la que tiene una breve conversación en un aparte. Finalmente, le tiende a la muchacha una copia del contrato, que la chica firma con aspecto asustado. 

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24/07/2019, 22:39
Edirian

Mientras algunos de los nuevos todavía andan dudando a quien llevar su contrato para que lo firme, sea una formalidad o no, Edirian se adelanta y se acerca a Gavilano.

- Vuestro discurso, mi señor, ensayado o no, ha sido magnífico - confiesa, con una sonrisa alegre -. Dejadme para acá vuestro papel - afirma arrebatándoselo de las manos, y garabateando su firma a toda velocidad, para devolvérselo de inmediato-. Bienvenido, maese Gavilano, miembro de la Casa de las Rarezas - declara, haciendo una exagerada reverencia.

Luego se decide a intervenir en la discusión iniciada. Es mejor que cuanto antes se instaure un poco de cordura.

- Su excelencia, mis señoras, si me permitís - le pide a Cael di Venture y a las gemelas d'Iridar, haciendo una reverencia perfectamente ensayada. Ni muy exagerada ni muy corta. Ese chico conoce la etiqueta muy bien-. Me gustaría decirles algo. A todos.

Deja el vaso de vino en la barra, observa de reojo a sus dos compañeros, y con una sonrisa alegre, comienza a hablar.

- Este lugar es especial, porque es muchas cosas. Para algunos de ustedes, este lugar sin duda es una oportunidad. Para otros, será una salvación. Para muchos, probablemente un trabajo más. Pero sé que, para unos pocos, al igual que un servidor, este lugar es un sueño. A aquellos que crecimos deseando unirnos a sus filas, deseando que nuestro nombre se narrase en los bares junto al de Kidian el Rojo o el Hacedor Sombrío... Todo lo que vemos en estas circunstancias es un sueño a punto de cumplirse. Así que no me gustaría que nos equivoquemos por precipitarnos.

Se vuelve hacia los dos nobles esbozando un gesto conciliador.

- Propongo algo muy sencillo: aún no es de noche, y aunque muchos estarán cansados por el viaje, estoy seguro de que algunos de ustedes tendrán ganas de tomar algo. ¿Que les parece si salimos a cenar y nos conocemos un poco? Con eso, podríamos esperar a mañana como mínimo para elegir a un comandante, cuando todos nos conozcamos y podamos elegir porque este lo valga y no por su abolengo. Esto es la casa de las Rarezas. Caedus no era un noble, y muchos nobles servían bajo su mando. Nosotros aún no somos capaces de saber siquiera cuales son nuestras rarezas. ¿No debería tener peso eso? Entiendo que todos ustedes tienen algo que les ha llevado a este lugar, ¿no es así?

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24/07/2019, 22:49
Fantina

Mientras todo el grupo discute, observáis que la muchacha, Fantina, se acerca a Gavilano con la hoja de su contrato sin firmar, y se lo extiende con evidente nerviosismo.

- Mi señor... Si hablabais en serio... Aquí lo tenéis.

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24/07/2019, 22:51
Finnaes di Bassid

Mientras pasea por la sala y cumple sus deberes, la letrada va respondiendo a vuestras dudas y preguntas.

No tengo nada que perder, y es este el destino que me tracé hace muchos años atrás, no hay camino de regreso para mi le ruego, letrada Finnaes, no me haga perder el tiempo

Al escuchar ese comentario de Viero, la mujer enarca una ceja con un gesto bastante impaciente.

- Yo no me dedico a perder el tiempo de nadie, señor. Firmad o no, pero no me acuséis de nada. Os he explicado la situación en la mejor medida posible, punto.

El motivo de mi visita es reunirme con Nordak Skagg, capitán de la Casa de las Rarezas. Imagino que su paradero, al igual que sucede con el comandante y demás miembros, es desconocido. ¿Me equivoco?

- No os equivocáis, mi señora de Menas. El capitán Skagg estaba aquí durante el incidente, y ha desaparecido como el resto.

Si mi conocimiento de esta ciudad no está demasiado anticuado, la casa Doriar tiene un acuerdo con esta casa ¿es así, letrada?

- Así es. Toda casa de la guerra necesita un mecenazgo, es algo ineludible. Si perdemos su mecenazgo... Tendremos un problema. 

Me preocupa el estado físico de estas dos damas, Peara tiene una herida en la cabeza que debería ser examinada como corresponde, y por la historia que ha relatado Finneas estoy convencida que necesita un descanso tras lo que parecen haber sido un par de semanas terribles para mantener la casa a flote.

Finnaes, por casi primera vez, esboza una sonrisa de alivio en su rostro. Pura tranquilidad.

- Bien es cierto que lo necesito, su excelencia - le indica a la Arden d'Iridar -. Voy a llevar unos papeles a la Asamblea y a dormir como un bebé... Sobre las heridas de la dama de Valdebrian, en la segunda planta hay una enfermería. Tiene toda clase de material médico, pero no sé usar tales asuntos. Se escapan de mi esfera de conocimiento.

Además de todo esto, tanto Vairan como Cael observan que Finnaes no reacciona ante sus sonrisas ni sus sutiles sugerencias. La letrada está trabajando, es una profesional, y años de colaborar con una casa llena de héroes arrogantes y guapos le ha enseñado muy bien a poner una barrera entre el trabajo y el placer.

En lo que respecta a la elección del comandante, la letrada os explica lo que sabe.

- Podéis tomaros el tiempo que necesitéis para elegir. Como mínimo, vuestra presencia habrá detenido el proceso de desahucio - comenta Finnaes, tras terminar de registrar sus firmas-. Los estatutos designan que en ausencia de mando, el grupo elegirá por antigüedad, o en su defecto, votación, a un comandante interino. Siendo todos reclutas, una votación está en orden. Pero el resto de cargos, las capitanías, tenientes en caso de haberlos... Todo eso es decisión del comandante. 

Suspira. Es obvio que la letrada está mentalmente exhausta. 

- Si me disculpan, una vez hayan firmado debería dirigirme a la cámara de la Asamblea para zanjar este asunto - les explica -. Mañana a primera hora vendré a verles, si han elegido comandante le pondré al día, sino, podemos tener una pequeña charla sobre lo que puedan hacer mientras tanto. Les aconsejo que tengan cuidado con lo que tocan en la mansión, está tal cual quedó en el incidente. Sucia por tanto. Si quieren investigar, puede ser buen momento... Mañana habrá que decidir si traemos a la gente encargada de limpiarlo de vuelta al trabajo o no, pero... Solo queda investigar en la medida de lo posible, quizás usando la lengua del éter. Sea como sea, mañana será otro día.

Saca unas llaves y las deja encima de la barra.

- Las llaves de la casa, cuartos, puertas... Es la única copia, la mía, el resto desaparecieron con los oficiales. Cuídenla bien.

Comienza a caminar hacia la salida y se detiene un segundo.

- Les dejo discutir, mi labor hoy ha terminado. Solo una última cosa, mis señores... Se que podrían ustedes saquear todo lo que hay aquí. No pretendo ser desconfiada, pero son ustedes mucha gente y cualquiera podría tener esa idea. Hay mucho de valor. Pero... Recuerden el contrato que acaban de firmar. Recuerden como se paga la traición. Y sepan ustedes que si la Casa tomó Andrimera, si la Casa liberó Turia, si la Casa destruyó a la bestia de ultramar... Sobrevivirá a esto - afirma, en tono duro. Para no ser miembro de la Casa, lo vive como tal.

Deja el salón, mientras se aleja, con una última frase en el aire.

- Y todos aquellos que traicionan a las Rarezas, acaban pagando tarde o temprano. 

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25/07/2019, 00:59
Eikon

Eikon no entendía mucho de... bueno, de casi nada. Sin embargo, había algo que si entendía: el fervor en la voz de esa mujer, la tal Finnaes, cada vez que hablaba de la Casa de las Rarezas, o de algún proceso o cosa pertinente a la misma. Pocas veces el ignoto había visto u oído tal fervor, era algo tan contagioso que el mismo tatuado casi sonrió cuando iba a proceder a firmar su contrato, aunque pronto recordó algo: jamás había firmado nada. Se quedó mirando el papel, estupefacto, sin saber como proceder. A los pocos segundos sonrió e hizo unos cuantos garabatos sin ningún significado aparente.

Creo que lo más sensato es descansar y conocernos —dijo a todos y a nadie al mismo tiempo, en su voz monótona y acento extraño de costumbre—. Todo lo que creían saber de este sitio... bueno, todos han desaparecido. Lo ideal sería tomarse unos días para empaparse de todo el asunto y decidir con cabeza fría. Yo por mi parte me dedicaré a averiguar lo que pueda de lo que sucedió acá —y dicho eso, tomó las llaves (si nadie le detiene), y empezó a examinar las estancias minuciosamente, sin dejar pasar ningún detalle.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Adjunto la tirada anterior, que se me había olvidado, y hago una tirada de buscar/investigar.

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25/07/2019, 04:58
Viero

Escuchar a Finnaes dar sus últimas declaraciones fué un alivio contundente, tanto que le hizo esbozar una sonrisa mientras escuchaba de brazos cruzados. La ratona de biblioteca "desesperada" y habladora ahora parecía tener peso y convicción en sus palabras.

Y es que, después de escuchar a los participantes con más iniciativa, sentía que debía haber una persona que si bien no guiase las incursiones de la nueva generación de Rarezas, si supiera mantener con mano dura los valores y la esencia de una casa de la guerra tan antigua, y dicha persona no podía ser ninguno de aquellos extraños, debía ser Finnaes.

Los nobles en la sala le recordaban tiempos pasados, en los recintos cerrados las palabras y las impresiones podían ser más poderosas que un cañón en altamar, de modo que... entendía, eran criados así... pero a Viero no lo dejaban de aborrecer dichas actitudes.

El contrato que Viero había puesto frente a Finnaes ya estaba firmado, hacer parte de la casa era una decisión que había tomado mucho tiempo atrás y se había consolidado con su encuentro con Andon Dubio. Asi que no había nada más que hacer al respecto, solo esperar a la letrada.

Ya habría tiempo para conocerlos a todos, por ahora la situación más urgente era encontrar pistas sobre la desaparición de los integrantes de la casa. Cualquier persona u organización que pudiera hacer desaparecer a los heroes más conocidos de los tiempos actuales, no debía ser objeto de indiferencia. Lo que había ocurrido era más grave de lo que Finnaes podía expresar.

Viero, en silencio, tomó su fusil y salió a la par que Eikon de la sala, para familiarizarse con la mansión y encontrar cualquier pista.

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25/07/2019, 06:11
Peara de Valdebrian

 Peara intentó mantenerse atenta a todos los detalles y propuestas que iban recorriendo la sala, mostrándose la mayoría de los miembros con ideas y sugerencias que harían necesaria una asamblea cuanto antes. Sin embargo, el cansancio en algunos de los nuevos miembros era un impedimento para seguir con ello; además de que elegir líderes entre completos desconocidos no parecía ser la práctica más sensata. Necesitaban, por lo menos, un día para pensarlo a fondo.

 Y Peara, en ese momento, necesitaba visitar aquella enfermería de la que Finnaes hizo mención a pedido de Arden; cuya preocupación por Peara la dejó extrañada. Pero visiblemente alagada. Tímidamente, la muchacha se acercó a la desterrada noble y le expresó, en susurros, su agradecimiento.

- Gracias... ha sido muy amable conmigo, my lady...

 La académica se remitió a pedirle a una de las mellizas d'Iridar que la contratasen (puesto que finalmente no había encontrado el contrato que ella juraba tener en algún lado) y se esfumó de la sala, camino hacía la enfermería. Negó con una sonrisa pero un gesto negativo de manos la propuesta de Edirian de ir a tomar algo. No era lo suyo; y era evidente pues la copa de vino que había levantado estaba intacta.

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25/07/2019, 12:38
Gavilano

Lentamente, Gavilano bebió un sorbo de la copa que había alzado para brindar, mientras evaluaba las reacciones a su intervención. Algunas réplicas, las suficiente para darle alguna esperanza en el carácter de los allí reunidos, pero no tantas como para disipar sus dudas. Había llegado hasta allí buscando algo diferente, y ya comenzaba a escuchar las mismas palabras llenas de egos y ambición de siempre. Mientras el resto hablaba, dejo escapar un suspiro que no intentó siquiera disimular. Un suspiro que se profundizó al escuchar la intervención del chiquillo de los Venture. Nobles...

Las gemelas d'Iridar le hicieron enarcar una ceja con sorpresa. No sólo por el apellido que acababan de declarar, sino por lo que dijeron. Ambas, aunque de muy distintas formas, le resultaron bastante acertadas. Y aunque Esla no dejó de lado la parte de la política, su enfoque fue, de lejos, más acertado que el del presuntuoso noble que parecía creer que estaba rodeado de criados. Por un momento, se preparó para replicar, pero decidió esperar un poco más.

De entre todos, tal vez fue la intervención de Edirian la que más le devolvió el buen humor. Al menos, alguien había entendido un poco de lo que había tratado de expresar. El chico firmó su propio contrato, incluyéndolo de forma oficial en la Casa, y luego habló de una forma que Gavilano encontró bastante razonable. Tal vez algo pasional, pero desde luego razonable. En la situación que estaba teniendo lugar, un cambio iba a producirse, y eran las personas que ahora lo rodeaban, sus nuevos compañeros, los que decidirían la naturaleza de ese cambio. Pasara lo que pasara, debía evitar que fuera a peor.

-Bien dicho, compañero. Pero cuando simplemente dices lo que piensas es fácil hablar. Lo complicado llega a la hora de mentir. -Respondió a las palabras del chico, bromeando. -Y desde luego, ha sido improvisado... Si no lo hubiera sido, creo que tendríais que detenerme por sospechoso.

Cuando la joven se acercó a él llevando en sus manos el contrato de Finnaes, se apartó un instante de Edirian para girarse hacia ella y mirarla con una extraña sonrisa bailando en sus labios.

-Gavilano es suficiente, Fantina, no soy señor de nadie. -Contestó con voz suave, tomando de sus manos el papel y estampando su propia rúbrica en él. Cuando lo hizo, se lo devolvió con una sonrisa aún más ancha. -Claro que hablaba en serio. Ahora todos servimos a la Casa como iguales... Como Rarezas. Bienvenida a bordo.

Con una última sonrisa hacia la joven, Gavilano se acercó de nuevo a la letrada que acababa de terminar su discurso y se preparaba para abandonar la sala.

-Te vas una noche y estoy seguro de que alcanzaremos a echarte de menos antes de que vuelvas, Finnaes. -Dijo en voz baja, sin andarse con rodeos, dedicando una mirada de reojo a aquellos a los que la mujer acababa de poner en su sitio. -Gracias por todo lo que has hecho y lo que aún te queda por hacer. Intentaremos estar a la altura de lo que se espera.

Y, encarándose de nuevo con el comedor, del que varias personas parecían ya a punto de salir, tomó de nuevo la palabra.

-Aguardad un instante antes de iros, por favor. -Dijo en voz alta para reclamar la atención. -Aún hay algunas cosas que creo que deberíamos hablar antes de dispersarnos.

-Coincido con las gemelas d'Iridar en casi todo lo que han dicho. Por un lado, que todos necesitamos descansar y pensar en lo que ha pasado. Tenemos una carga enorme sobre los hombros y hay que tomar buenas decisiones. En cuanto a nuestra compañera herida... No soy el mejor médico, pero si es necesario yo mismo me ocuparé de ella si no contamos con ningún experto entre nosotros.

-Del resto de acciones, podemos seguir hablando mañana. Por mucho que nuestro recluta Cael quiera tomar acciones inmediatas, nadie de los presentes puede decidir eso por su cuenta. Aunque, debo decir que estoy plenamente en contra de pedir ayuda a otras Casas de Guerra. No sólo porque es mostrar una debilidad manifiesta... Sino porque la mayor parte de Dragones de Cobre son un hatajo de cretinos. Y sinceramente, creo que la Casa de las Rarezas tiene un valor que la diferencia del resto. Por eso estoy aquí. Por eso casi todos nosotros lo estamos. Porque aquí todos somos Rarezas... Sin que nadie esté por encima. Nuestro comandante ni siquiera tiene sangre noble. Es algo que debería hacernos pensar.

Hizo una pausa, suspiró, y se giró hacia Cael con una expresión de cansancio en el rostro, como la de un profesor que debe explicar lo mismo por quinta vez a un mal alumno.

-Gavilano, compañero, mi nombre es Gavilano. Sin apellido, ni título. Seguro que eres capaz de recordarlo. -Un chillido del ave, que se encontraba en esos momentos posada sobre uno de los armarios, secundó su frase e hizo que el joven rubio sonriera. -Y tú...dices que mi discurso ha sido heroico como si supieras lo que significa esa palabra, compañero. -Remarcó esa última palabra, y luego se encogió de hombros. -A lo mejor en las cortes de los ricos tiene algún sentido esa palabra... Pero te animo a vivir, al menos durante un tiempo, como vive el pueblo. La gente de verdad. Creo que descubrirías unas cuantas cosas que te serían de utilidad. Entre ellas, el sentido de lo que es heroico. Y que no tiene nada que ver con lo que he dicho.

-Mañana, votaremos a quien nos liderará. Y cada uno de nosotros votará lo que crea mejor. O tal vez, lo que creamos que un comandante es. Pero sobre todo, un comandante es confianza. Es alguien en quien confiarías para poner tu vida en sus manos. Pero al mismo tiempo, tiene que ser alguien que escuche a su gente. Esto no va de quién manda. No va de quién tiene el título más largo o los mejores contactos. Va de en quién vamos confiar para que confíe en nosotros. Y pase lo que pase, nadie debería pensar en acostumbrarse a un título. Todo lo que hagamos, es provisional para mantener este lugar... -Mirando a Edirian, asintió con la cabeza. - ...este sueño... a salvo de quien intenta destruirlo. Nuestra prioridad es defender la Casa... Y eso incluye encontrar y traer de vuelta al Comandante y a los demás, para volver a ser simples reclutas.

-Si sólo tenemos esta noche para conocernos... Creo que deberíamos aprovecharla. Y saber quiénes somos. El motivo que nos convierte en Rarezas. Todos somos extraños aquí. Así que hagamos de lo extraño, lo conocido. Creo que, en varios aspectos, estamos obligados a ello.

Sonrió a todos los presentes con gesto conciliador, y se acercó al grueso del grupo

-Sólo quería decir eso. Ahora... Vamos a la enfermería. Eikon, si no te importa, ¿podrías abrir esa puerta primero? Vamos, Peara. -Y, mientras se ponía en marcha, añadió como una pregunta general. -Y... ¿Cuántos de los presentes hablan la Lengua del Éter?

Notas de juego

Bueno aprisa y corriendo pero es que me toca conducir ahora un buen rato. ¡Salamanca está demasiado lejos!

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25/07/2019, 18:04
Cael di Venture
Sólo para el director

Estaba siendo tan sumamente fácil que Cael tuvo que contener la inocente sonrisa del niño que acababa de descubrir el malo del juego antes de llegar siquiera a la mitad de la aventura. Tan sencillo que aburre.- Desde que empezó a urdir su plan de venganza contra su familia y su casa, sabía perfectamente que tendría que dar pequeños pasitos de hormigas para ir avanzando y, sobre todo, que la paciencia sería su amante y compañera en este largo viaje.

Primero fue la aceptación en su propia casa, fingir que le importaba poco o nada el poder dedicándose a asistir sobre todo a los bailes para dar una cara más sociable que sus hermanos. Eso hacía que fueran quitándole importancia, ¿quién pensaría que el prepotente hijo de los Venture, aquél que asiste a todo evento noble, tuviera unas intenciones ocultas más allá que disfrutar de los placeres y lujos? No era una fachada que le gustara, la había ido puliendo a medida que los años pasaban imitando a otros hijos de nobles, sobre todo sus aficiones y comportamientos para poder transformar el suyo propio y no llamar la atención, al menos como quería.

Lo segundo fue ganarse la libertad de hacer lo que quisiera, al menos medianamente. Mientras sus hermanos luchaban por el poder, poco les importaba lo que hiciera el pícaro hermanastro. Bailes y fiestas, aburrido pero necesario.- Gracias a eso pudo llegar hasta la Casa de las Rarezas, un paso clave que había estado tanteando en cada paseo. ¿Entrenamiento? ¿Ver los duelos? Poco le importaban en comparación a lo que significaba estar dentro, tener esa ayuda para derrocar a una casa entera… pero sabía que verlo ahí levantaría sospechas, unas que no quería ni pensar.

Como obra del destino miró a las hermanas, su “salvaconducto” en toda esta historia. Sabía perfectamente que su familia no vería con buenos ojos su entrada en Rarezas, posiblemente mermaría su confianza, así que necesitaba un cebo para poder campar a sus anchas. Bueno, en esta ocasión dos.

La hermana seria parecía más perspicaz pero, para su suerte, la hermana buena aceptó de buen grado contratarle bajo sus servicios. Gracias preciosa, posiblemente acabes de condenaros a ambas.- Algo tan sencillo como dos apellidos anexos a un papel que delimitaba la cooperación de ambos, ¿qué había mejor para dos casas rivales? Sabía que sus hermanos no tardarían en saber de la presencia de las únicas supervivientes, ni más ni menos las herederas, quienes aclamarían con todo pronóstico la bandera de la venganza, y era por eso por lo que tuvo que adelantarse. Espía de espía, suena divertido.

Con su motivo de ingreso cubierto quedaba el resto. Miró al grupo con detenimiento preguntándose si esa gente sería la que llevaría a cabo sus planes, ¿merecía la pena dejar en manos de unos ineptos tal hazaña? En cualquier caso no podía adelantarse, tenía que seguir caminando centímetro a centímetro sobre las arenas movedizas por las que se movía mientras iba dejando perlas de información.

Por ello tenía que mantener la fachada que sus hermanos conocían. ¿Qué pasaría si los rumores de un estratega empezaran a correrse? Tenía que seguir siendo el adorador de bailes, el fiestero noble que poco le importaba el resto… Tan, tan sencillo. Evidentemente él no quería liderar, su cabeza estaría demasiado expuesta y sabía que si nombraba su intención sería rápidamente rechazada… pero ya había dejado motas de información que tarde o temprano le serían devueltas.

Si hubiera sido él mismo les achacaría a ambos que no tenían ni idea de lo que hablaban. Los Doriar eran gente cerrada y si sus familiares habían desaparecido en el edificio, tenía claro que rechazarían recibir al nuevo comandante. Aparte ahí hubo un ataque de desconocida envergadura, pero lo suficientemente eficaz como para hacer desaparecer a hombres cualificados, ¿dejarían realmente la protección a cargo de mercenarios desconocidos? Todo caería por su propio peso.

En cualquier caso ahí entraba su segundo plan momentáneo, uno que había empezado a elaborar con el “incidente” de la plaza. Con los nobles descartados como líderes o gerentes tenían que colocar a manos diestras, ¿quién podría ser? Estaba seguro que Inara sería uno de los nombres que salieran a la palestra, aupándola para intentar darle un cargo importante… uno que poco a poco fuera destrozándola.

Ya tenía todo lo que quería de ellos por el momento, ahora sólo quedaba esperar al siguiente acto.

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25/07/2019, 18:05
Cael di Venture

Cael se acercó a Arden cuando predispuso a redactar su contrato, sonriéndole como agradecimiento mientras cogía un bolígrafo negro del bolsillo interno de su chaqueta.

Es muy amable.- Leyó por encima el documento antes de buscar el nombre de las gemelas en el texto, sabiendo que tendría que firmar a su lado.- De nuevo, gracias señorita.- Ahora estaba contratados por las gemelas, doblando el documento y guardándolo junto al bolígrafo mientras ampliaba su sonrisa.

Cuando terminó de guardarlo a buen recaudo empezaron las réplicas a sus propuestas por parte de Esla y Gavilano y, a diferencia de lo que el resto pudieran creer, mantuvo el temple divertido esperando que ambos terminaran de expresarse. Si le había molestado sus respuestas no dio muestra de ello, más bien terminó asintiendo a todo lo dicho mientras se encogía de hombros.

Como queráis.- Echó un rápido vistazo a Eikon, quien se aproximó a las llaves para quedárselas.- ¿Me permitís hacerle un par de copias? Si son las únicas que quedan, más vale prevenir una posible pérdida.- Tendió la mano en dirección al hombre por si podía o quería dárselas.- Por supuesto, puede venir conmigo quien quiera.- Mientras esperaba respuesta, o saber si tenía las llaves en su posesión, escuchó la propuesta de cenar todos por ahí como si fuera una reunión de colegio.- Lamentándolo, después de hacer las copias* tengo un asunto familiar que no puedo cancelar.

Notas de juego

* Eso si le dejan hacer copias, sino se pira con lo puesto.
 

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26/07/2019, 11:14
Adalo di Taran

Adalo Camina como el resto de los presentes hacia la barra donde se encuentran los documentos y lo ojea mientras escucha a los allí presentes, tras examinar el documento se encamina hacia la única persona con la que ha tenido contacto antes de entrar y sabe que esta en posición de un contrato ya firmado… Esla.

Una vez junto a ella levanta la vista hacia el resto del grupo y dice con voz fuerte y sonora:

- Un momento antes de todos salgáis del salón, he escuchado vuestras propuestas y creo que no puedo permanecer más tiempo callado. Ahorrare a los presentes lo que opino de que la comandancia de esta casa o cualquier regimiento se vea sometido a una suerte de concurso de popularidad, como militar no veo una forma peor de elegir a nuestros dirigentes.

Levante el contrato para que todos los vean.

- Este documento no me vincula a ninguno de ustedes más de lo que obliga a ustedes a vincularse conmigo, pero si queremos ser parte de un todo debemos elegir a nuestros capitanes y comandante con más conocimiento del que pudiéramos extraer en una cena, o en cien. Propongo pues, ya que los puestos son solo en funciones, que rompamos temporalmente el escalafón de mando de la casa y demostrando cada uno de nosotros nuestra fuerza elijamos a cuatro capitanes, pues un capitán ha de ser el más poderoso entre los hombres que manda, y entre esos cuatro capitanes elegirán a uno de ellos como comandante en base a sus triunfos y logros. Ya que un comandante no ha de ser solo fuerte, sus órdenes y  planes nos pueden llevar a la victoria o a la muerte a todos y cada uno de nosotros, por lo que su astucia e intuición han de estar afilados como una cuchilla.

Firme el contrato y le cedo el documento a Esla para que haga lo propio si lo ve conveniente.

- No se equivoquen, no es mi deseo labrarme una carrera en esta casa y sé muy bien lo amargo que es el mando, el puesto de comandante no será un dulce trago de buen vino, será de brea densa y caliente en la que se atragantara el que no esté preparado para el cargo, mi objetivo es otro… El cual compartiré con el comandante a su debido tiempo. Finalmente me presentare como es debido, soy Adalo di Taran cap… Excapitán de caballería del ejercito Turiano, veamos pues las salas de esta mansión a ver si alguna puede arrojar pistas sobre lo aquí acontecido.

Tiendo la mano para recuperar el documento y sigo al extraño hombre con tatuajes esperando a ver que decide hacer con las llaves.

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26/07/2019, 11:30
Hiparchia de Menas

Los contratos estaban firmados, ya eran oficialmente rarezas. Se habló de elegir a un comandante, capitanes, a reestablecer la jerarquia. Los brillos de codicia se reflejaron inmediatos en las pupilas de algunos. Otros, los gallos, no tardaron en salir de su corral, enarbolando un llamativa cresta roja y comenzando su baile de cortejo a base de picotazos y palmadas en el pecho. El hormiguero, en definitiva, comenzaba a bullir. Y había mucho que hacer en muy poco tiempo. 

Hiparchia se acercó a Inara, le susurró unas palabras y se dispuso a abandonar la sala, saludando con un gesto de cabeza a Finnaes. Antes de desaparecer tras el marco de madera que daba la entrada al salón, Hiparchia dedicó una analítica mirada al conjunto de los presentes, como intentando grabar en su memoria cada uno de los nombres, cada uno de los títulos, de las formas de vestir o andar, o un simple detalle de sus rostros. 

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26/07/2019, 11:31
Hiparchia de Menas

Inara, tendré que ausentarme durante un par de horas. Quizá el asunto se puede alargar toda la tarde. De cualquier modo, no temas, estaré de vuelta antes de la cena. Apoyó su mano derecha sobre la muñeca de la marinera y le dedicó una suave caricia. Confío en ti para que pongas a buen recaudo mis enseres. Encuentra una habitación tranquila para mí, a poder ser que cuente con un buen cerrojo. 

Calló Hiparchia durante un momento para escuchar las palabras de aquel excapitán del ejército de Turia. Creo que harías bien en investigar junto a los señores las salas de esta casa. Recuerda Inara que cuando no esté serás mis oídos, mis ojos y mi boca. No pierdas detalle, sé cautelosa y... Cuatro capitanes, un comandante, una votación, meritocracia... Se había abierto la veda al juego del poder y la gente se estaba poniendo nerviosa. evita entrar en el juego político. La paciencia es buena consejera, y la discreción una poderosa aliada.

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26/07/2019, 11:41
Hiparchia de Menas
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Si no hay problema Hiparchia se usentará durante el periodo de tiempo de aquí a la cena. Hará uso de su red de contactos en Duriel para averiguar ciertas cosas que puedan serle útiles en un futuro. 

Identidad y motivaciones de cada uno de los presentes. 

Sucesos relacionados con la desaparición de los miembros de la Casa de las Rarezas. Rumores, medias verdades, lo que pueda ser de utilidad. Cualquier cosa que haya pasado antes durante o después del suceso y que pueda guardar alguna relación con el mismo.

Imagino que dependiendo del éxito de mi tirada podrás darme más o menos información. Lo dejo a tu criterio, máster. 

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26/07/2019, 15:44
Inara

Firmé el respectivo contrato que me unía con La Casa de las Rarezas mientras se producía cierto jaleo de fondo; diferentes discursos dieron paso a discusiones, ideas y propuestas para legitimar cargos, títulos o simplemente vanidades. ¿Cuál sería el criterio que regiría: la edad, la sabiduría, la habilidad, el gobierno, la riqueza, los títulos, el origen? Tan preocupados estaban por alzarse con un reconocimiento que muchos olvidaron la situación en que se encontraba la casa; cuando te encuentras un barco, lo exploras, ya habrá tiempo para decidir quién se hace cargo de él.

Había desaparecido gente sin dejar rastro alguno, sin que el vecindario se hubiera dado cuenta, por lo que es de suponer que la puerta principal no la usaron, ¿qué otros accesos habría en la casa? esa y otras preguntas surgieron en la cabeza de Inara.

Tras hablar con Hiparchia se dirigió a los presentes - Quizás sería bueno que nos presentáramos... conocernos. Si vamos a representar a La Casa, tendremos que saber quiénes somos primero y qué se nos da bien después.  Y ésto lo comento no porque quiera rivalizar con ninguno de vosotros por cualesquiera cargo que esté en el aire, por el que no tengo ni el más mínimo interés, sino porque tenemos que explorar la casa, descubrir el motivo por el que está vacía, saber qué ocurrió o por culpa de quiénes - parecía obvio y sin embargo... 

Voy a dejar el equipaje de mi señora Hiparchia en una habitación y acto seguido colaboraré con quien tenga interés para resolver los misterios que alberga esta situación - lo demás carecía de interés en estos momentos. Luego ya habría tiempo para comentar los resultados de las investigaciones en una cena más acorde con las circunstancias. Y ya ahí quienes quieran discutir sobre el poder y la destreza, que se acaloren lo que quieran.

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28/07/2019, 16:53
Gavilano

Cerca suyo se encontraban otras cuatro personas, se acercó entonces a Gavilano, admirando a su ave entrenada.

- Que hermoso ejemplar tienes en tu poder - dijo Viero viendo con prudencia el halcón - no he podido evitar admirar la forma tan ágil y agraciada en la que se desplaza por los aires, que seguro es el producto de un excelente entrenamiento...

- Me pregunto cual sería más rápida - agregó Viero casi susurrando, cruzandose de brazos como quien intenta evitar que se muevan por si solos - te felicito Gavilano, soy Viero y es un placer conocerte a ti también.

 

El joven se giró hacia quien acababa de presentarse como Vieiro, y le dedicó una sonrisa a medio camino entre la amabilidad y la diversión.

-Siempre es bueno conocer nuevos compañeros, y gracias por el halago, Vieiro. -Respondió alegremente, y adelantó ligeramente el brazo en el que el ave reposaba hacia él. Casi de inmediato, el gavilán fijó la mirada de sus ojos amarillentos en él, observándolo con una intensidad que casi parecía verdadera inteligencia. Y, finalmente, lanzó un suave chillido antes de desviar la vista. -Creo que a él también le ha gustado. Pero... para hacer honor a la verdad, me temo que te has equivocado en algo. 

Guardó silencio un instante, observando el plumaje del ave con cariño, como si de alguna forma esperara que fuese el otro quien se diera cuenta de su supuesto error.

-Verás, el hecho es que este pequeño no me pertenece, no más de lo que yo le pertenezco a él. -Su sonrisa se ensanchó mientras acariciaba el plumaje de su testa, algo que el ave parecía agradecer con movimientos de cuello. -A veces puedo ser arrogante, pero él puede tocar el cielo y yo me arrastro por la tierra. Nunca me atrevería a considerarme su dueño. Llámalo más bien una amistad. En su generosidad, ha accedido a acompañarme aunque yo sea mil veces más lento que él. 

-¿No lo crees así? -Preguntó, inquisitivo, mientras se preguntaba exactamente con qué habría estado comparando el chico a su compañero alado.

Notas de juego

*En realidad es anterior a todo esto, de antes de entrar en la mansión, pero te había dejado sin contestar y eso no me gusta, así que aquí tienes XD