Partida Rol por web

La Compañía Negra 2: La Puerta de Galdan.

Chon Delor: El Bastión del Dolor.

Cargando editor
09/04/2016, 08:24
[RIP] Escudo, Pelotón de Exploradores.

Se había aproximado a Niño Guerrero e Ikharus para escuchar mejor las historias que este último era aficionado a contar cuando las mujeres arracaron a bailar.

Escudo era un soldado serio, ni se acordaba de cuando había bailado posiblemente alguna danza ritual. Quizás fuera el vino, los cuerpos hipnotizantes de las mujeres danzando o la voz de Perdida cantando, pero su cuerpo empezaba torpemente a moverse rítmicamente. Observó que Niño Guerrero se movía con una torpeza similar a la suya propia por lo que cualquier atisbo de vergüenza desapareció mientras se unía como cualquier otro a la danza.

Cargando editor
09/04/2016, 14:42
[RIP] Belleza, Pelotón de Exploradores.

Belleza bailaba al son de la música que desprendía Pipo. Notaba como las notas musicales la embargaban, haciendo que se moviese incluso mejor que lo hacía antes. Por fin algo que podía hacer bien realmente... algo que hacía mejor que los demás. Hasta que llegó Plumilla.

Aquella que era la curandera de los campamenteros se movía con una gracia especial, con unos movimientos que Belleza jamás soñó en poseer. La música ya no sonaba tan bien, y la K'hlata ya no sentía ganas de moverse.

Sonrió cuando vio a Niño Guerrero bailar también, y aunque en el fondo quería unirse a la danza con él, que la hubiesen superado en todo cuanto mejor se pensaba era demasiado para ella.

Paró al instante, y discretamente se alejó hasta acercarse a su hermana de capa, a la cual saludó con un gesto de cabeza y se quedó al lado de ella, observando como los demás continuaban con la danza.

Cargando editor
09/04/2016, 17:59
Rastrojo.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.
MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).
DÍA: PRIMERO DE MES.

Vete, por favor...-rogó a Preocupado, sin concretar una cita.

Él no era así. Le gustaban las lisonjas, y se sentía el centro de atención cuando alguien venía a consultarle algo, o pedirle cualquier favor. Nunca se negaba, ni siquiera cuando Khadesa le propuso... pero esa es otra historia. Allí, y en ese momento, Rastrojo estaba dolido. ¿Por qué la música no empezó a sonar cuando al chamán le convenía? ¿Por qué después, con sus despojos inclinados sobre la mesa como otro cadáver de animal más de las bandejas, todo era magia y encantamiento?

No volvió a intentarlo. O una historia de amor era perfecta y romántica, o no merecía la pena ser vivida. Se centró en lamerse las heridas del fracaso. Y sin embargo, si en aquel momento, por un instante, se hubiese dado la vuelta, se habría vuelto a enamorar. Quizás de Plumilla. Quizás de Belleza. Ambas habían hecho poesía al bailar. Ellas fueron capaces de crear su propio espacio mágico, universos en los que hacían latir con más fuerza el corazón de cualquiera que mirase en aquella dirección. Deslumbraban, arrebataban suspiros. Quizás no perdiese la cabeza por ninguna de las dos. Quizás los celos le colmasen al ver a Dedos aceptando bailar con el enclenque y deleznable Serpiente, haciendo levantar su chamánico culo del cofre, cruzando la sala con paso decidido... En plena exaltación de su virilidad, podría haberle dado un puñetazo a Serpiente, reclamado a Dedos y hacerla suspirar por su hombría.

Maldita música... es horrible-masculló, de espaldas a la fiesta, con un dedo jugando en algún tipo de postre-¿Y quién canta? No sé quién es, pero desafina.

Solo estaba amargado. Se le pasaría. O no, o se lo guardaría muy dentro para siempre, como todo lo demás.

Cargando editor
09/04/2016, 18:38
Grito, Infantería, Escuadra Barril.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.
MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).
DÍA: PRIMERO DE MES

Grito Se olvidó de la música en cuanto aparecieron las esclavas. Cuerpos prietos, turgentes y obsequiosas. Quizás desinhibidas mediante el alcohol o narcóticos, pero el infante no era un moralista. Aquellas solicitas hembras estaban dispuestas a complacerá y Grito dispuesto a ser complacido.

No le tomó mucho decidirse por una esclava a la que acorraló juguetonamente para acabar tomándola con fuerza. No significaba nada, era algo físico y rudo. No tardó mucho en vaciarse y calmar su desahogo. Nuevamente tomó una copa y tras vaciarla se dispuso a buscar una forma de retirarse.

Con el taparrabos aliviado y sin ninguna responsabilidad era más fácil volver a la guerra. Ya había hecho lo segundo que tenia en su lista de intereses en Cho'n Delor. Ya podían irse, si por él era.

Cargando editor
09/04/2016, 19:47
Pelagatos.

Que Matagatos me entregase así sus armas, el regalo que le acababan de ofrecer con tanta facilidad me había pillado por sorpresa. Obviamente era sólo para que pudiese observarlas, examinarlas, tal y cómo le había pedido, pero a decir verdad había creído que querría estar presente e incluso fuese reticente. Si me paraba a pensarlo no tenía mucho sentido, pues Matagatos siempre había sido el más amable de todos mis primos y el menos celoso con sus posesiones. Suponía que era cosa de haber pasado mucho tiempo entre la compañía de otros con actudes distintas.

Cogí las más viendo cómo se marchaba con Dedos a bailar y me las quedé mirando, aún envainadas sobre mis palmas. 

Mi mente empezó a elaborar posibles historias que podrían haber tras ellas: desde el herrero forjándolas con técnicas ya olvidadas hasta el último combatiente que las había blandido. Y todos ellos eran antepasados nuestros.

Estaba perdido en mis pensamientos cuando Matagatos volvió. Levanté la mirada algo confuso sólo para darme cuenta en ese momento que, inevitablemente, mi cuerpo se había estado moviendo ligeramente al son de la flauta de Pipo mientras mi imaginación volaba. Al instante me sentí ridículo y esperaba que no hubiese sido demasiado obvio, ni que nadie lo hubiese visto. Fruncí el ceño para intentar poner una cara más seria y olvidar lo que había ocurrido.

Miré por encima del hombro de Matagatos buscando a Dedos, sólo para ver que Serpiente había sido el que se había interpuesto entre ambos. Fui a hacer algun comentario al respecto, pero acabé cerrando la boca. No era necesario ser un genio para saber que Serpiente seguramente les había soltado algún discurso, y que para no escuchar más, ambos habían dicho que sí al mago para poder seguir con la fiesta en paz. 

Claro. - fue lo que al final acabé diciendo. - Son tus armas al fin y al cabo. - dije mientras desenvainaba una de ellas con cuidado y expectación. Esperaba una espada distinta, única, algo que no hubiese visto nunca. Algo que hacía palpable nuestro misterioso y poderoso pasado. Algo que era el legado de los Oscuros.

Cargando editor
10/04/2016, 00:32
[RIP] Pipo.

Pipo observó que alguien tenía en la mano dos espadas como rayos de luna. En seguida, sin pensarlo, comenzó a tocar una sencilla melodía muy conocida en toda la llanura. Se trataba de un baile popular, en realidad, también sencillo, engañosamente sencillo, en el que los bailarines hacían un círculo y dejaban en el centro a uno de ellos, por turno. Se bailaba con dos lanzas que se iban pasando, también por turno, obviamente, porque las manejaba quien estuviera en el centro. Aunque en este caso se trataba de otras armas, le pareció apropiado, sin saber por qué.

Parecía todo un desafío.

Cargando editor
10/04/2016, 09:22
Preocupado, Pelotón de Infantería, Escuadra Barril.

Preocupado se limitó a asentir en silencio ante la despedida de Rastrojo, dio media vuelta y comenzó a acercarse al lugar donde se encontraban sus compañeros de pelotón. Tuvo que luchar contra el deseo de bailar que despertaba en él la música que Pipo estaba tocando, pocas veces había sentido algo parecido, pero estaba demasiado preocupado como para andar con demasiadas celebraciones. Sin embargo otros disfrutaban plenamente de la fiesta, de la música y del baile. No pudo evitar fijarse en Belleza y Plumilla que movian sus cuerpos de tal manera que parecían fundirse con la música, también le sorprendió la voz de Perdida que puso letra a la música de Pipo. Se paró a observarlos durante un rato, aunque cuando Belleza dejó de bailar su mirada y pensamientos se centraron en Plumilla, si Caratótem o Rastrojo le hubieran dicho que era un espíritu danzante los hubiera creído.

Pobre muchacha... ¿Como habrá acabado aquí?

Le preocupaba que alguien como ella tuviera que pasar sus días alzando un arma y jugándose la vida, pero si los espíritus la habían llevado hasta allí seguro que era por algún motivo. Al menos durante aquella noche todos podían disfrutar de la fiesta sin restricciones, ya estaba él para preocuparse. Apartó la mirada y siguió caminando, al acercarse vio como Grito no desaprovechaba la ocasión y gozaba allí mismo con una de las esclavas, negó con la cabeza que no tuviera el suficiente control para saciar aquellos instintos lejos de públicas miradas, pero era una fiesta y no quería estropearla.

-¿Me perdí algo? -Preguntó a sus compañeros.- Parece que nuestros anfitriones no reparan en gastos para tenernos contentos y bien equipados.

Todo aquello le seguía pareciendo un poco excesivo y eso le preocupaba, pero pronto acabaría la fiesta y todos volverían a sus rutinas de soldados.

Cargando editor
10/04/2016, 13:19
Capitán Matagatos.

La espada, de acero oscuro, parecía afilada y lista para el combate, a pesar de todos los años, si no siglos, que los Cho'ndelorianos decían que tenía. Recorrió la hoja con mirada crítica, aunque no parecía estarle disgustando lo que veía. 

-Desde luego, parece estar forjada de forma excelente, aunque no soy ningún experto. Seguramente Campaña o Herrero podrían decir más-dijo, sin apartar la vista de la oscura hoja, observando como la luz bailaba sobre ella. 

Cargando editor
11/04/2016, 02:43
Lombriz.

Como tantos otros, Lombriz se puso a bailar. Su baile era... bueno, una mierda.

O quizá eso era demasiado vago. Simplemente, no bailaba para los otros, no era uno con el espíritu del fuego ni la danza de la lluvia. Suyos eran el poder del vino, el entusiasmo, la falta de miedo y el calentón de bajos en similar medida. Lombriz apenas recordaba la respuesta de su dádiva, que estaba en un lugar muy lejano, trasladada al Tiempo del pasado en aquel lugar tan poderoso en el que hasta los legos eran capaces de hacerlo. El K´hlata bailaba rodeado de las esclavas que se acercaran, ora con una copa en la mano, ora con un cuerno que le pasaran, aquí con un racimo de uvas, aquí con un muslo de ave, embriagado de vida, de inmediatez y un poco de alcohol, a qué mentirnos.

A diferencia de algunos de sus compañeros no se lanzó directamente al ataque, sino que prefería complacerse en el juego lento de sumergirse, atrayendo hacia sí a las mujeres de generosas y firmes posaderas: Lombriz las prefería de grandes posaderas y no podía mentir, ni otros lo podían negar; pues cuando tenían cintura de avispa y una enorme redondez frente a su cara, él se sentía vibrar. Así, entretenido con varias de las esclavas de sus atributos predilectos se sentía poco más que el amo del mundo, dejando que las esclavas contonearan y se retorciesen restregándose con él en una actitud que podría considerarse canina mientras seguía bailando, concediendo un momento aquí y allí para centrar su baile en ellas cuando la situación y su entusiasmo lo requería, y hasta recompensando a la más hábil con coger a una de ellas por la barbilla, sujetando sus mejillas, y decirle:

-Mujer, trae vino a Lombriz y a su compañía. ¡Hazlo rápido!

Lombriz se consideraba un amo generoso. Un amo que en un rato estaría ejerciendo su derecho con todas aquellas criaturas agradables a sus ojos y sus manos, pero que por el momento estaba entreteniendose en el juego largo y el cortejo. Ocasionalmente echaba mano de alguna de ellas y hacía que sus lenguas se encontrasen, profundamente, mientras las demás seguían con su trabajo, o echaba mano hasta donde se le antojaba.

Era bueno ser señor.

- Tiradas (1)
Cargando editor
11/04/2016, 03:48
Lagrimita, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.

Con un gesto de acercamiento, doy la bienvenida al desaparecido Preocupado, señalando a Romo en un silencioso “está aquí, no ha habido problemas”. Mi mirada se vuelve un par de veces hacia Grito. – Menudo instinto animal… - pienso algo admirado, viendo el pleno espectáculo que está dando, gozando sus carnes contra la esclava. Y por último me encojo de hombros mirando de nuevo a Preocupado.

Te perdiste un par de buenas historias, pero nada que una invitación a unos tragos en el campamento no te vaya a ser contado. Creo que nunca había visto una abundancia como esta, a pesar de haber disfrutado de algunos ágapes. La verdad es que esta música  parece brotar del propio espíritu de Pipo, es… contagiosa, ¡sólo hay que verlo! – señalo a la contoneante concurrencia, acabando el gesto en el esforzado Grito, con una sonrisa escondida hacia Preocupado.

No he bebido mucho, pero sí más de lo que suelo hacer normalmente, excepto cuando visito a alguna compañía nocturna, para que el sueño llegue antes. Mi ánimo está elevado, pero sé por experiencia propia que cuanto más sube uno, más alta es la caída. Por eso vuelvo a algunos pensamientos que me aclaran la mente, a mayores cuando veo a Matagatos y Pelagatos hablando y evaluando el premio recibido por el primero. Cuán oscuras pueden ser las diferencias de sangre, aún siendo tan próxima entre ambos. A mi mente vuela el reciente altercado del accidente entrenando que implicaba a Matagatos, el cuál sospecho que el mando está esperando a resolver del todo una vez que volvamos al campamento. Espero que sea así, porque si algo conozco a Matagatos, el dejar estar algo así no va con su estilo, máxime después del incidente que lo tuvo a las puertas de la muerte, el cual no ha hecho más que enervar un carácter ya difícil de por sí. Trataré de hablar con él una vez todo esto acabe en todo caso. Si valdrá de algo, sólo la Diosa lo sabe.

Cargando editor
11/04/2016, 11:05
[RIP] Ikharus.

Sonrió, allí estaban todos, bailando. Sin cortapisas, sin vergüenza. Mejor o, en la mayoría de los casos, peor.

Pero Ikharus ya era viejo, o por lo menos así se sentía. No para la lucha, no para sus historias, no para el goce. Pero sí para la alegría falsamente simple y provocada por algo que estaba más allá del propio control. Viejo, perro viejo.

Se apartó de Niño Guerrero y Escudo, diciéndoles sólo un:

-Acabaré la historia, prometido. En otro momento.

Luego dejó el corazón de la manzana sobre la mesa, y oteó la concurrencia, desde su canosa altura. Distinguió a una esclava en un rincón, casi una niña, agazapada, tímida, atemorizada. Su sonrisa se amplió y se volvió ladina. Se dirigió a ella, por el camino agarró dos jarras de grog, y luego se le acercó diciéndole algo en voz baja.

No sonrió la chiquilla. Pero cogió una de las dos jarras, y ambos se perdieron de vista, tras algunos de los tupidos cortinajes del inmenso salón.

No se les vio en mucho rato.

Cargando editor
11/04/2016, 18:39
Preocupado, Pelotón de Infantería, Escuadra Barril.

Preocupado no pudo disimular su decepción ante lo que había pasado en su ausencia. La bebida, la comida, la música, el baile... estaban bien pero era algo que al día siguiente estaría olvidado, sin embargo una buena historia... eso duraba para siempre.

-¡Oh! Vaya... que pena, me encantan las buenas historias. Me aseguraré de que tengas esos tragos entonces porque quiero escucharlas. Yo tampoco había visto nada igual, parece que no es dinero lo que les falta a esta gente si no hombres capaces de defenderlos ante sus enemigos, supongo que por eso nos cuidan tanto, aunque no debemos caer en los excesos o en las comodidades, eso podría hacernos fallar en la batalla. Y tienes razón, hoy Pipo está sacando lo mejor de si mismo, estuve a punto de sacar a bailar a Rastrojo jajaja. ¿Habéis visto a Belleza y Plumilla bailar? No había visto nunca algo así, no en mi tribu, por no hablar de la voz de Perdida, nunca termino de sorprenderme de algunos de nuestros compañeros. -Preocupado se sentó entre sus compañeros y buscó una copa con la que mojar su garganta.- Me alegra que Romo no haya usado su cuchillo y que a Desastre no se le haya ocurrido salir a bailar, podría destriparse de nuevo. No te muevas mucho o se te aflojará el vendaje. ¿Y tu Grito? ¿Ya "bailaste" suficiente o todavía tienes ganas de más?

Bebió de la copa y recordó a todos los amigos que habían perdido y todo lo que había pasado en aquellos días. Le preocupaba lo que podían cambiar las cosas de un día para otro y decidió disfrutar durante un instante junto a sus amigos.

Cargando editor
11/04/2016, 18:49
Grito, Infantería, Escuadra Barril.

Grito, tras salir del extasiado trance que supone un intercambio de fluidos satisfactorio, escuchó a Preocupado hablar como un eco lejano. Sonrió mostrando los dientes con expresión alegre, por ahora estaba saciado y respondía por si mismo sin necesidad de hablar. Claro queda que si la ocasión se volvía a presentar... Pero tampoco sería una necesidad acuciante, solo por diversión.

Ahora solo falta que vayamos a tocar a la puerta esa que quieren que conquistemos dijo sonriendo. Hemos comido, bebido, bailado y más vale que todos forniquemos mucho, mañana podría ser el último día.

Tomó una copa, animando a sus compañeros a imitarle. Alzando la voz lo sufiente para que su brindis quedase dentro del grupo que le rodeaba. Este no sería un brindis serio, mas bien una chanza para animar las cosas con risas banales, esas que nos recuerdan que seguimos sonriendo porque estamos vivos. Repasó con la mirada a sus compañeros Cielo, Lagrimita, Romo, Preocupado y el lisiado de Desastre.

Por las mujeres que amamos y las esposas... Celebró alzando la copa ¡Porque nunca se conozcan entre ellas!

Mentalmente pensó en como sería una boda en la compañía, fundar una familia y tener un vastago que heredase su lanza. Por un momento pensó en las complicaciones que habría que superar y la satisfacción de poseer ese remanso de paz, pero como digo fue solo un momento pues las contoneantes caderas de las esclavas le distrajeron de aquellas ensoñaciones.

Cargando editor
11/04/2016, 19:44
Preocupado, Pelotón de Infantería, Escuadra Barril.

Preocupado se alegró de ver disfrutar a su compañero y de verlo sonreír, al menos aquello le distraería un poco y dejaría a un lado los problemas pasados, si no definitivamente al menos durante un tiempo. Aunque le preocupaba mucho que sus palabras fueran en serio, esperaba que tan solo se tratara de una brabuconada provocada por la euforia del momento.

-No creo que sea tan sencillo como llegar y tocar a la puerta, nunca lo es. Ni tampoco creo que nuestro buen Cabo Barril pueda destrozarla como hizo en el fuerte Chuda. -Guardo silencio durante un instante recordando lo que había pasado.- Pero estoy de acuerdo contigo en que debemos aprovechar la fiesta para disfrutar, a partir de mañana volveremos a los entrenamientos y comenzaremos la campaña pronto.

Alzó la copa hacia grito mientras este proponía un brindis y sonrió ante las palabras de su compañero. Al menos él no tenía esa preocupación, había cosas que era mejor mantener lejos en aquella vida que habían escogido y en aquella sencilla frase Grito había resumido muchos problemas juntos.

-Por fortuna no tenemos que preocuparnos de eso. Al menos yo. ¿Tengo que preocuparme por alguno de vosotros?

Cargando editor
11/04/2016, 19:49
[RIP] Niño Guerrero, Pelotón de Exploradores.

Cuando la gente dejó de bailar, el explorador hizo lo mismo que ellos. Dejó de bailar y se fijó en las muchachas que poco a poco comenzaban a llenar la sala, respiró con profundidad mientras observaba a las mujeres con atención, había tantas que le costaba identificarlas por separada. Estaba claramente abrumado. Antes de poder comenzar a decidirse sobre como proceder, observó a Grito con profundas dudas. No estaba seguro si esa era la manera de proceder correcta y si eso era lo que se esperaba de él en aquel momento.

Pero la sucesión de hechos no le dejó plantearse esa pregunta a fondo, ya que Ikharus se despidió de él y de Escudo. La historia debería continuar otro día, al parecer el anciano leñador tenía que contarle otra historia a una joven esclava en un lugar a solas. El chico sin saber muy bien como actuar se acercó de nuevo a la mesa de los víveres y se propuso buscar un nuevo vaso de vino o quizás una jarra. Seguro que el alcohol le aclaraba la mente y le ayudaba a entender todo aquello con mayor facilidad.

Cargando editor
11/04/2016, 21:57
[RIP] Escudo, Pelotón de Exploradores.

El baile había terminado y además Ikharus, el contador de historias, también se había retirado tras una esclava. Escudo permanecía cerca de Niño Guerrero cuando éste decidió buscar algo de beber en la mesa, sin pasarle desapercibida la mirada ante el comentario de Grito.

Escudo estaba tan perdido como Niño Guerrero, sin saber que hacer. La fiesta se le estaba haciendo especialmente larga y aunque sabía que pocas más de estas iba a tener, estaba esperando que acabase. Observaba a las esclavas, pero no era lo que Escudo buscaba. El haber estado bajo el dominio del Profanador como esclavo generaba en él un sentimiento por el cual le era muy difícil aceptar la esclavitud en los demás. Escudo amaba la libertad de los campos abiertos, por eso se hizo explorador. No podía estar con una esclava. Para bien o para mal Escudo quería que la compañera que estuviera a su lado lo hiciera por su propia voluntad y no por una imposición.

La cabeza le daba vueltas. La filosofía no era lo suyo. Aunque ya llevaba alguna copa de más que otra ayudó a su compañero de escuadra a localizar una jarra llena.

Cargando editor
12/04/2016, 07:11
Cielo, Escuadra Barril, Infantería.

Cielo no se unió al baile ni al alcohol, concentrado en mantenerse calmado tamborileó los dedos al compás de Pipo y saludó los brindis de sus compañeros de infantería con una sonrisa y una inclinación de cabeza. Grito mantenía la moral después de todo lo sucedido e infantería seguía siendo un bloque sin fisuras.
Sin embargo mantenerse sobrio era una prioridad, la mezcla de alcohol y sexo solo podía traer problemas y alguien debía estar lúcido llegado el momento. Solo quedaba picar algo de fruta y esperar a que la fiesta acabase.

Cargando editor
12/04/2016, 13:50
Pelagatos.

La calidad de aquellas armas era sombrosa, y aunque otros no pudiesen apreciarlo, yo veía también su valía histórica. Eran la forma palpable de la leyenda de nuestro pasado. Concentrado cómo estaba, asentí a Matagatos antes de devolverle las armas. 

Son increíbles, Primo.

"Algún día yo también  blandiré las espadas de nuestros antepasados..." - pensé determinado. Sabía que hoy no era el día, ni mañana, ni pasado. Pero algún día. El camino que recorría para hacerme un nombre propio y separarme del de "hijo del teniente Rompelomos" ya había empezado y no me detendría.

La fiesta continuaba a nuestro alrededor. Bebida, comida y esclavas (o esclavos) parecían ser las tres claves, pues incluso la música había terminado. Yo había disfrutado de manera comedida de lo primero y lo segundo, pero dejaba lo tercero a otros. No sólo porque no me fiaba de lo que pudieran levar aquellas mujeres extranjeras, sino porque si la ironía que me perseguía decidía hacer gala, se me abrirían las heridas en una posición demasiado embarazosa y no quería esa clase de reputación.

Cargando editor
12/04/2016, 14:05
Mago Serpiente.

Con una sonrisa guie a Dedos allí adonde quería hablar con ella, lejos de oídos indiscretos y de todos los tipos de frenesíes en los que había derivado la fiesta. El que se hacía llamar mi padre se encaminaba a participar en uno de ellos, pero había muchos otros bastante menos discretos. Me planteé darles una sorpresa a todos, desagradable seguramente para ellos pero tremendamente entretenida para el resto. Y es que cómo reaccionaría la gente si la persona con la que se encontraban en pleno divertimento cambiaba repentinamente de aspecto o le crecían dientes donde nadie sano debería tenerlos...

Sonreí, una sonrisa que a duras penas controlé para que no se convirtiera en carcajada.

Pero daba igual. Después de todo no solo tenía otras cosas en mente bastante más interesantes sino que muchos de los que comenzaban ya habrían acabado para cuando lanzase el hechizo, si es que podían empezar.

- Observa a tu alrededor, Dedos- le pedí mientras me alejaba de la algarabía y mi voz se perdía en el jaleo para ser escuchada tan solo por ella.

Cargando editor
12/04/2016, 14:12
Mago Serpiente.

- Y dime qué ves- añadí cuando estuvimos lo suficientemente lejos.