Partida Rol por web

La Compañía Negra 2: La Puerta de Galdan.

Chon Delor: El Bastión del Dolor.

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05/04/2016, 13:25
Capitán Matagatos.

-Por supuesto que las hay. Pero no todas son igual de graves... O de peligrosas-dijo, amargado por aquello, antes de hacer una mueca ante la mención de los castigos-mantener la disciplina es duro a veces. Mañana, después de los castigos, hablaremos. Ahora, te dejaré con tus asuntos-añadió, despidiéndose con una leve sonrisa. 

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05/04/2016, 13:30
[RIP] León Anciano.

Con paso cansado Leon Anciano se adelanta entre la muchedumbre y se sitúa frente al Chambelán.

Humildemente agacha la cabeza.

- Mi señor. Me gustaría solicitar unas muñequeras de cuero de arquero. Para evitar lastimarme las muñecas con la cuerda del arco al disparar.

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05/04/2016, 13:30
Cho'n Delor: El Chambelán de las Cuchillas.

El Chambelán asiente.

- "Desde luego. Que la edad no te impida sacar tus garras para con nuestros enemigos. Sois un soldado honorable." – Dice mientras hace un gesto a unos esclavos que se apresuran a traer las muñequeras solicitadas.

León Anciano las recoge, agacha de nuevo la cabeza y retrocede hasta mezclarse entre la gente.

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05/04/2016, 13:30
Capitán Matagatos.

Tras intercambiar unas palabras en voz baja con su primo Lengua Negra, Matagatos se despidió, sin molestarse siquiera en responder o mirar a Serpiente. Aquel era un ejercicio inútil, y había decidido que hoy no tenía tiempo para perderlo. Se alejó por tanto de su primo, buscando con la mirada a Dedos, y una vez la localizó decidió volver junto a ella. 

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05/04/2016, 15:26
Tarado.

Ansia de Dominio depositó la moneda de plata en la mano derecha de Tarado. Justo en momento en el que el metal tocó la piel de Tarado, éste sintió un escalofrió que recorrió todo su cuerpo en cuestión de segundos. Su mente se quedó totalmente en blanco. Intentó alejarse de aquel ser misterioso, pero sus piernas no conseguían moverse, parecía estar sujeto con correas al suelo. Miró a la criatura y reaccionó. Fue dando torpes pasos hacía atrás, alejándose poco a poco hasta que encontraba a una distancia prudente de la criatura, que parecía estar observándolo en todo momento. 

-Tengo que deshacerme de esta moneda lo antes posible-pensó. Guardó la moneda en su bolsillo y buscó a su cabo Lengua Negra. Tenía que hablar urgentemente con él.

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05/04/2016, 17:19
Pelagatos.

Me despedí de Lagrimita tras nuestra charla, viéndole marchar hacia el resto de su escuadra. Había sido agradable poder tener una conversación cómo aquella -y en Oscuro - y me sentía más animado que hacía un rato. Lagrimita no me infravaloraba, cómo muchos otros, ni me comparaba con nadie. 

Escuché su historia sobre nuestra diosa, nuestra raza y La Compañía. Yo también había escuchado esa historia docenas de veces mientras crecía, pero no por ello me parecía menos interesante. Muchos K'hlatas no la apreciarían cómo debían o la considerarían una leyenda, pero para nosotros era nuestra historia, nuestro pasado y nuestro legado.

Brindé en silencio con el resto mientras miraba al Chambelán. En aquellos momentos León Anciano pedía su dádiva, con lo que no podía quedar mucho. Busqué a Matagatos con la mirada, pues su dádiva me intrigaba. O mejor dicho, el hecho de que la aceptase de aquél modo lo hacía. Cuando logré encontrarlo le vi con Dedos, pero teniendo en cuenta lo que se decía entre el resto de soldados, él y Dedos ya no compartían la misma intimidad. Por ello, no me preocupó que pudiese molestar o interrumpir algún momento privado cuándo me acerqué.

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05/04/2016, 17:25
Pelagatos.

Me acerqué a ellos y procuré esperar a que terminasen la conversación antes de unirme.

Primo, Dedos. - Les saludé con una inclinación de cabeza entonces. - Extraña fiesta, tiene un ambiente agridulce. - comenté a ambos. Las dádivas, los altercados, la petición para el capitán, los esclavos... Todo aquello mezclado dejaba un mal sabor de boca, a mi parecer, a pesar de que pareciese dulce al principio. - Tu regalo, - dije seãnalando las espadas de Matagatos. - me ha llamado la atención. Creía que no te sentías cómodo rodeado de magia, y fuiste reticente a aceptar el caballo que te regalaron la otra vez. ¿Puedo preguntar a qué se debe el cambio? Espero que no sea gracias a una charla con Serpiente... - dije con una media sonrisa, intentando, tal vez, bromear.

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05/04/2016, 18:40
[RIP] Ikharus.

"¿Le está gustando a Ikharus la fiesta? "

El viejo leñador miró a Niño Guerrero con una mezcla de sentimientos. Por fin apretó los labios, pensando cómo explicarle al muchacho la verdadera naturaleza de ellos.

Con parsimonia echó a andar, invitándole con un gesto a seguir a su lado. De modo natural, quizá inconsciente, empezó a juguetear con el mango de su hacha, como siempre hacía cuando estaba concentrado.

-Deja que te cuente algo. La historia de Colmillo. Colmillo era un jabalí salvaje, que nació y creció junto a sus hermanos cerca de la falda de un monte. ¿Has visto alguna vez un jabalí? Son animales grandes, parecen torpes pero no lo son. Pueden correr mucho, a pesar de tener patas cortas. Pues bien, Colmillo vivía tranquilo, comiendo bellotas y buscando trufas y setas con que llenar su panza. Pero un invierno llegó un frío como pocos habían visto. El monte se cubrió de hielo, y los árboles murieron. No había nada que comer, nada en absoluto.

Como si lo que hablaba le hubiera abierto el apetito, Ikharus se inclinó sobre la mesa de la comida, y agarró una manzana, a la que dio un bocado.

-Los viejos de la manada decidieron buscar un sitio mejor. Uno en que pudieran alimentarse. Y bajaron al llano. Allí había un poblado humano, podían sentir los olores que emanaban del él a mucha distancia. Manzanas, como ésta... -lanzó la fruta al aire y la recogió de nuevo, con una sola mano, la otra aún bailoteando en el mango de su hacha.- Y peras, y jugosas verduras...

Miró a su compañero, antes de seguir con el relato, para ver si le aburría o le gustaba.

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05/04/2016, 20:39
Keropis, el Guardián de los Muertos.

Una sombra de acero deslustrado se acercó al trono donde se aposentaba el Chambelán de las Cuchillas, apareciendo entre la multitud. Ninguna capa negra decoraba sus hombros y el broche de la Compañía colgaba indolente sobre su acorazado pecho, atado a un sencillo cordel de gasa a modo de collar. Keropis, el enigmático ermitaño, avanzó hasta casi encontrarse sobre la figura del Chambelán, hasta el punto que dos de los guardias chondelorianos aprestaron sus manos al pomo de sus espadas, intranquilos. Antes de que llegaran a desenvainar sus armas, el Guardián de los Muertos posó una rodilla en tierra, clavando sus guanteletes de metal contra el suelo en un sonoro chasquido en lo que bien parecía algún tipo de saludo ritual. El rostro del eremita, oculto tras la máscara que jamás se quitaba, se alzó para que sus ojos de fuego verde se clavaran en el hombre que era la mano derecha del Señor del Dolor.

— Osss sssaludo, mi ssseñorrr... —siseó el inquietante soldado, arrastrando las palabras como era habitual en él. Keropis se incorporó otra vez y su pecho se expandió al tomar una profunda bocanada de aire—. No necesssito arrrmasss ni arrrmadurrrasss —continuó, posando el puño en el pomo de su Khopesh, la extraña espada curvada que colgaba de su cinturón—. Tampoco ansssío rrriquezasss.

Las últimas palabras del ermitaño fueron a penas un murmullo, ronco y áspero como el último aliento de un moribundo. El Guardián de los Muertos volvió a aspirar con fuerza, sonoramente, antes de pedir su dádiva:

— Sssolicito una esssclava. Una esssclava muda...

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05/04/2016, 21:42
Capitán Matagatos.

Matagatos acababa de llegar con Dedos cuando apareció Pelagatos por allí, parecía que con intenciones de hablar con él, así que dejó que este hablara, sin empezar aún a decir nada a Dedos.

-Primo-saludó, con una ligera sonrisa, escuchando sus palabras, para después encogerse de hombros-no me siento cómodo con muchas cosas, primo. Con el hecho de tener que "controlar" a nuestro primo Serpiente sin medios para hacerlo, por ejemplo. O con todas las bajas que hemos sufrido. O con lo que nos espera por delante-dijo, y al expresar aquellas últimas palabras su gesto se ensombreció un poco, aunque procuró dejar aquello de lado-no diré que la magia me agrade. Pero no rechacé a Hechizado por eso, si no por que no tiendo a confiar en regalos de ese tipo. Sin embargo, al final tuve que aceptarlo. En este caso, rechazarlos o no pedir nada sería una mancha para la Compañía, así que al menos es mejor pedir algo útil y que pueda ayudar en las batallas que nos esperan. Afortunadamente, parece que este par de armas no son mágicas, así que no me tendré que preocupar por eso. 

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05/04/2016, 21:41
[RIP] Niño Guerrero, Pelotón de Exploradores.

Asintió rápido el chico en cuanto escuchó las palabras mágicas de la boca de Ikharus "deja que te cuente algo..." aquello no hacía más que augurar otra buena e interesante historia, por lo que se dispuso a seguir al antiguo leñador, caminando en paralelo a él, sin perder ni una de sus palabras.

- Sí, Niño Guerrero ha visto alguno. - Respondió escueto el joven, no quería centralizar la conversación en sus vivencias y con eso hacer que Ikharus interrumpiera su historia, la cual era mucho más interesante. Por eso se limitó al breve formato de pregunta y respuesta. Claro y conciso. Inmediatamente devolvió todos sus sentidos a la historia y se concentró en ella. Había aprendido a lo largo del tiempo que las historias de Ikharus solían tener un significado oculto que a él siempre le costaba desentrañar de primeras. Uno de sus objetivos de futuro, era ser capaz de comprender una historia según el canoso leñador se la contaba.

Cuando vio que Ikharus tomaba una manzana, el joven hizo lo mismo, tomando otra casi al instante. No tardó mucho en morderla él también y ayudó a pasar el trozo de fruta que tenía en la garganta, con el último trago de vino de la copa que llevaba y de la que se desprendió según acabó.

Escuchó el relato, mientras se imaginaba los alimentos que le iba describiendo. Él prefería la carne, para él era mucho más manjar que la fruta o la verdura, pero se abstuvo de precisar eso por no cortar el ritmo de la narración. Cuando le miró el leñador a la espera de una respuesta, el joven asintió con impaciencia esperando a que continuara con la historia.

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05/04/2016, 23:09
Lagrimita, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.

Secundo el brindis por la Compañía con genuino ánimo, respirando el aire de hermanamiento que impregna el ambiente. Tanta adrenalina, deseos y voluntad para un fin común es algo que me embarga y siento como si una flor se abriera en mi pecho amenazando con salir por mi garganta en forma de gemido, sintiendo como su polen alcanza mis ojos, haciendo borrosa mi visión con una emoción incontenible. Abrazo a Romo, el más cercano a mí, para después elevar mi copa y beber. Parte del vino aguado se derrama por mi cara y me lo seco entre risas y vítores. Secundo el brindis de Indómito, - ¡Por la Duodécima! –.

Hago un gesto hacia la mesa de mando mientras elevo el pichel. – Por los que no pueden beber hoy y cuya sangre nos ha traído hasta aquí. ¡Por su memoria! – tras lo cual me siento y suspiro por unos instantes antes de volver la atención hacia las dádivas en curso.

Hermosa capa de piel de lobo para Perdida, me pregunto si ese regalo no solicitado pueda tener doble filo. Los hechiceros son gente tortuosa. Si no, mira Serpiente. Pasan León Anciano y Keropis. Curiosa petición la de este último para alguien que se pasa la mayor parte del tiempo en un campo santo. Supongo que no quiere que se perturbe a los muertos. Los negros no gustan de esclavos, me pregunto de que tribu proviene Keropis, si es que es realmente es K'Hlata. Imposible adivinarlo con toda la parafernalia que viste, y de hecho no se ha quitado el yelmo que yo recuerde para comer ni beber nada. – Estaré atento a ver si salgo de dudas -.

Por último me dirijo a los compañeros y en especial a uno que se ha alejado algo de todos. - ¡Eh Cielo! Ven aquí muchacho, ¡acércate! Antes, después de la historia estabas mascullando algo ¿qué querías decir? – la verdad es que Cielo es un tipo peculiar. Llegar a entenderle antes de uno de los dos sea baja sería un reto mayor que derrocar al Triplete, según pinta…

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05/04/2016, 23:21
[RIP] Ikharus.

En cuanto Niño Guerrero hubo asentido, Ikharus prosiguió.

-La manada se detuvo ante la puerta de la empalizada del poblado. Colmillo husmeaba ansioso, y lo mismo sus compañeros. Sus tripas rugían, el hambre les hacía estar nerviosos y dispuestos a cualquier cosa. Entonces se abrió la puerta, y salió un hombre. Iba bien vestido, olía a aceites y estaba grueso. No pasaba hambre. El hombre preguntó que qué querían. Y el líder de la manada le pidió de comer. "Unas cuantas frutas", le dijo. "Lo que os sobra a vosotros". El hombre asintió, y se sacó una manzana del bolsillo, una como esta.

Con la cabeza señaló hacia la que Niño Guerrero llevaba en la mano, más grande y más roja que la del leñador.

-Y se la dio al líder. Colmillo babeaba, sólo pensando en comerla. Pero el líder le dijo al hombre: "No es suficiente. Somos muchos, tenemos hambre, y tu pueblo rebosa comida, podemos olerla". Entonces el hombre les evaluó con la mirada, pensativo. Y tras unos momentos, asintió.

Ikharus asintió también, y le clavó una buena mordida  su manzana.

-Era cierto, tenían mucha comida almacenada, ¿sabes? Era un poblado rico, gente importante entre los hombres. Como éstos.

Señaló las mesas, repletas de comida y de licores, y los manteles y los cortinajes, y los esclavos, y las copas de plata.

-El hombre, tras asentir, habló. "Os daremos comida en abundancia, toda la que queráis, pero a cambio de que nos libréis del un fiero lobo que ataca nuestras ovejas y se come nuestras gallinas. Sois muchos, como bien dices, y tenéis buenos colmillos". Colmillo se sintió importante, él podía ser tan fiero como un lobo, o más, y si luchaban juntos, podían acabar con el lobo.

El leñador sacó entonces su hacha, la nueva, la que había recibido como dádiva. Era oscura y mate, pero era ligera y afilada. Y la movió frente al muchacho con soltura, como si estuviera luchando. Y volvió a buscar la mirada cómplice de su amigo.

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05/04/2016, 23:51
Rastrojo.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.
MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).
DÍA: PRIMERO DE MES.

Rastrojo dejó de hacer chasquidos y guiños. Derrotado en su intento de hacer que Pipo se pusiese a tocar (o derrotado en la competición de muecas, según se mirase), bajó los hombros con amargura. ¿Por qué nada podía salirle bien? Él solo quería que todo fuese perfecto. Que el momento fuese mágico, especial.

Quizás aún pueda salvar la noche sí...-pensó mientras levantaba la mirada.

Ya era tarde. El pérfido Matagatos, como un buitre, se interponía en el rumbo del amor y se paraba justo al lado de Dedos. Rastrojo no se lo podía creer... Restregó las manos por la cara, contrariado, y de paso recolocó sus facciones forzadas por el duelo de muecas.

Gracias por guardarme el cofre-dijo, volviendo con Preocupado, con la cara por los suelos de la depresión-... ... ...-¿Cómo diantres se llamaba este tipo?

Desistió. Seguramente tardaría mucho en volver a coincidir con ese tipo, al pertenecer a pelotones distintos, así que tampoco merecía la pena recordar su nombre. Se sentó sobre el cofre, de nuevo con los codos sobre la mesa, como si lo único que no hubiese cambiado en la sala con respecto a hace dos minutos fuese el propio chamán. Tenía un montón de comida delante de sus narices, pero no tenía apetito. Mal de amores. Eso, y que ya se había atiborrado antes con tanta anguila, que ahora estaba empachado.

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06/04/2016, 06:32
[RIP] Escudo, Pelotón de Exploradores.

El vino seguía haciendo su efecto sobre Escudo. Contempló de nuevo a Perdida que había recibido su capa nueva y sus pensamientos se dispararon.

Quizás en otro tiempo o en otro lugar - Escudo veía imágenes entre la niebla del recuerdo. Un lugar en paz, una familia. Recordó su verdadero nombre. El vino causaba un extraño efecto sobre su memoria y no sabía distinguir qué era recuerdo y que era deseo. Tenía la mirada fija en la muchacha. - En otras circunstancias no sería un guerrero, tendría otra vida, una familia, una razón por la que vivir y sembrar el futuro.

Era una senda de pensamiento peligrosa. Por suerte el efecto del vino se dispaba tan rápido como había llegado y su mente volvía a su estado habitual. Por un instante había soñado, pero no era más que un sueño. Escudo sabía perfectamente cómo iba a vivir y como iba a morir.

Los acontecimientos del día le habían saturado. El era una persona solitaria con amigos contados dentro de su propia escuadra. No bebía y no frecuentaba las mujeres que se ofrecían a los soldados en el campamento. Había probado alguna vez pero no encontraba lo que buscaba en ellas y hacía tiempo que ya no usaba sus servicios.

Perdida era su hermana de capa. En los días posteriores entrenarían y mientras él probaría su nuevo escudo, ella tendría la ocasión de perfeccionar su técnica. A Escudo le gustaba mucho la muchacha, pero mejor dejarlo así. El no tenía nada que ofrecerle.

Observó cerca de él como Niño Guerrero e Ikharus conversaban. A Escudo también le gustaban las historias y Niño Guerrero era su compañero. Se acercó en silencio mientras arrojaba lo que quedaba de su copa de vino, escuchando.

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06/04/2016, 07:33
Cielo, Escuadra Barril, Infantería.

Cita:

- ¡Eh Cielo! Ven aquí muchacho, ¡acércate! Antes, después de la historia estabas mascullando algo ¿qué querías decir?

Alzó levemente la cabeza volviendo a salir de un leve trance. El oscuro, Lagrimita le llamaba a él. Claro,estúpido K'Hlaata, con ese espectáculo bochornoso que has dado- Se insultó a sí mismo y se obligó a dar la cara, sentándose frente al oscuro.
-Lagrimita quiere saber qué dice Cielo, y Cielo explica : Cielo dice la tuya es una buena historia.
Una vez, cuando Cielo era pequeño Madre lleva a Cielo a la sabana, ante un baobab. Madre dice: te parece que las hojas de este árbol son importantes, porque las comen las jirafas, te parece que el tronco es importante, porque puedes subir si te persiguen las hienas. Pero lo más importante es su raíz, que no se ve. Sin ella no habría hojas ni tronco.
La historia de Lagrimita habla de las raíces de esta compañía, y son antiguas y largas. Raíces de hombres libres decidiendo su destino. Raíces que le dicen a las hojas sed verdes, y al tronco, sé fuerte.
Y tras decir eso se golpeó con fuerza el pecho y mantuvo el puño apretado, unos segundos.

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06/04/2016, 09:15
Cho'n Delor: El Chambelán de las Cuchillas.

El Chambelán escucha con atención la petición de Keropis, y bajo la capucha muestra repentinamente una sonrisa extraña.

- "Concedido." – Responde con brevedad. – "Reúnete conmigo al acabar la celebración y te daré tu esclava."

Sin más despacha con un gesto al ermitaño acorazado.

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06/04/2016, 09:17
Cho'n Delor: Sesvolea

De todos los líderes chondelorianos congregados, sólo Sesvolea parece percatarse del brindis y los gritos provenientes de la zona del Pelotón de Infantería.

Les dedica una mirada silenciosa y breve, luego una sonrisa y finalmente voltea su rostro ignorándoles para centrarse en las últimas dádivas.

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06/04/2016, 10:11
Desastre.

El soldado escucho los brindis de sus compañeros y miró alrededor esperando que el resto de sus hermanos se uniesen al brindis. Pero eso no pasó. ¿Que coño le pasaba a la gente de la compañía?¿Desde cuando la gente guardaba silencio cuando se brindaba por la compañía? Tan sólo unos pocos habían levantado su copa. Aquello era vergonzoso, algo fallaba en la compañía si ni siquiera eran capaces de juntarse a brindar. Negando con la cabeza, Desastre se sentó en la mesa con sus hermanos y escuchó la historia de Cielo. Hablaba poco pero cuando hablaba demostraba una gran sabiduría.

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06/04/2016, 12:06
Pelagatos.

Asentí ante las palabras de Matagatos, siempre tan estóico y pragmático. PEro eso de que no fuesen armas mágicas aún estaba por ver. Los súbditos del Señor del Dolor parecían respirar en magia.

Entiendo. El Chambelán ha dicho que habían sido forjadas con las artes de la antigua Kathovar. No quiero saber cómo unas armas así han llegado a Cho'n Delor... Pero si de verdad son armas forjadas por nuestros antepasados... - me detuve un segundo antes de seguir hablando. Nuestra hsitoria y nuestra herencia, nuestras tradiciones y nuestras creencias... Todo me había llamado la atención todo me aprecía extremadamente importante, pero hasta ahora no había podido cruzarme con algo tan palpable cómo aquellas espadas. - ¿Puedo... Puedo verlas? - le pregunté a Matagatos con algo que parecía poco propio de mí, algo que algunos llamarían humildad seguramente.